Por supuesto qué, mi segunda modelo iba a ser mi mamá. La hija de mi abuela, que de hecho como ya saben fue la pionera de mi emprendimiento y socia capitalista. Aunque tuve que ser riguroso con la vieja, ya que a través de los posteos ilustrativos llegaron los primeros "clientes" y... ella quiso "formalizar" con uno de estos, olvidando que era parte del negocio y no podía abandonar.
Sin embargo, y gracias a ello, (la nueva vida de la nona), despertó el interés y la curiosidad de su hija, o sea, mi madre, fue el famoso "efecto mariposa" una cadena de eventos, que en este caso y hasta el momento, muy positivos y venturosos, dadas unas circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales (más concretamente con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales), cualquier pequeña discrepancia entre esas dos situaciones con una variación pequeña en las condiciones iniciales, acabará dando lugar a situaciones donde ambas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente, chamuyo, (cabe resaltar que sin duda alguna y sin explicación científica).
Es así que, todo el discurso para convencerla fue innecesario. Ella, mi madre, venía convencida de forma intrínseca. Pero, siempre hay una cuestión que aclarar, porque la abuela no le había comentado "todo" a su hija, es decir a mi madre. Por eso, primero dejé que se ataviara con lencería íntima sugestiva, para más tarde mientras la halagaba, hilar mucho más fino en el objetivo final del trabajo o negocio.
Mientras realizaba los cambios de ropas íntimas sugerentes fui de manera sutil, de menor a mayor, explicándole la esencia del emprendimiento. Su rostro pasó del candor delicado de la vergüenza al rubor sofocado del bochorno y la desvergüenza. Se retrajo en un falso decoro de la honra, la decencia, y otras pavadas respecto a las humillaciones, o a la degradación humana, que no es mas que un grupo de factores que alteran el normal crecimiento de nuestro ser, como por ejemplo los vicios, el ocio, el poder, la envidia, etc…..
Luego de toda esa "perorata" puse mi mejor cara de desvalido, la que indicaba la condición de estar sin protección o sin ayuda cuando más lo necesitaba. Normalmente, incluía el matiz específico de un suspiro como onomatopeya, que no soy capaz de valerme por mí mismo, o sea en este momento puntual o en una situación prolongada en el tiempo. Hasta que luego de ello. por fin accedió a desnudarse frente a mi, su hijo.
Proseguimos entonces con la sesión de fotos y los cambios de atuendos. Le dije "Llegó el resto de las ofertas, las prendas rezagadas, las que quedaron discontinuadas", en este caso, bragas solas". Y le di una blanca. Se la puso sin discutir, y en ese momento indiqué de manera solapada a la abuela que se fuera, con un guiño de ojo. Esa era la señal qué hablamos qué habíamos establecido entre ambos para que me diera privacidad con su hija para convencerla.
Luego de esa última toma y antes de que mi "socia/secuaz" se retirara ordené, "Abuela, llevate ese calzón que tiene tu hija y traés los que faltan". Así que madre se apuró a quitárselo y entregarlo a su progenitora. Quedó en traje de Eva frente a su hijo, permanecía sentada en el mullido sofá, y sólo atinó a cubrir su vulva genital.
Lo hizo de forma instintiva cuando reparó qué su carnal fijaba sus ojos en su vagina. Trató de disimular lo incómodo de la situación recostándose en aquel sillón.
Yo exclamé "Qué buena genética tiene esta familia, la abuela, y vos, que bien estás"! Ella no respondió y permanecía muy seria.
Me cuestioné cómo continuar, no sabía si seguir con las galanterías o modificar la estrategia. Me tranquilicé, porque de verdad estaba muy nervioso y redoblé la apuesta, me dije "A todo o nada" puse otra de mis caras, pero esta era de simpatía y declaré "La mitología estaría distraída, porque se le escapó dos Diosas".
Con eso la desarmé, sonrió y aflojó el rictus de su rostro, esos gestos de contracción y crispamiento.
Se incorporó en el sofá sentándose y me arriesgué con otra indicación temeraria, pregunté "Hace mucho que te depilás?
Sonrió y me contestó, "Lo empecé hacer por pedido de tu padre, pero luego me encantó a mí"
Repliqué "Debe agradecerlo a diario" Continuaba siendo audaz, hasta tal vez muy atrevido, jamás habíamos tenido este tipo de conversación y menos aún con ella en cuero. Me dijo, "Leo, estoy teniendo algo de frío". Respondí "Vamos al solcito", ella "Afuera"? Asentí "Claro, pero no al frente, a la vereda sino al fondo". Aceptó
Le dije "No me respondiste" ya solos en el terreno del fondo de la casa.
"Qué cosa"? Inquirió inquieta "Si papá te lo agradece a diario"! Aclaré
Ella me indica con el dedo en un ademán qué simboliza una negativa. Mostrando un crecimiento velloso en su pubis angelical.
"Entiendo por tu respuesta poca satisfacción matrimonial" Aseveré
Y a partir de ese momento le hablé claro, de forma honesta aunque brutal, del trabajo en el emprendimiento familiar. Caractericé nuestra actualidad económica y las mejoras obtenidas en tan poco tiempo con la abuela solamente y los beneficio que acarrearía su incorporación en el negocio.
Ella con alguna duda accedió a las nuevas imposiciones de la tarea, es decir, las fotos más pornográficas, pero casi se frustra cuando comencé a interactuar con su cuerpo. Ahí, gritó, se quejó, se negó, no quería, hasta que la ataqué y la obligué.
En los días posteriores, ya más naturalizada con la actividad, más producida, comenzamos con las cámaras webs en las categorías incesto, madre/hijo con ella, hijo/abuela, madre/hija, trío familiar y vamos sumando acciones, estoy pensando en inserciones anal, vaginal, juguetes, bondage, etc...
Ahh, ahora estoy empezando a sumar a mi hermana, por ahora conseguí algunas fotos con prendas íntimas poco comprometidas, pero tiempo al tiempo, tengo una propuesta que no va a rechazar.
Sin embargo, y gracias a ello, (la nueva vida de la nona), despertó el interés y la curiosidad de su hija, o sea, mi madre, fue el famoso "efecto mariposa" una cadena de eventos, que en este caso y hasta el momento, muy positivos y venturosos, dadas unas circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales (más concretamente con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales), cualquier pequeña discrepancia entre esas dos situaciones con una variación pequeña en las condiciones iniciales, acabará dando lugar a situaciones donde ambas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente, chamuyo, (cabe resaltar que sin duda alguna y sin explicación científica).
Es así que, todo el discurso para convencerla fue innecesario. Ella, mi madre, venía convencida de forma intrínseca. Pero, siempre hay una cuestión que aclarar, porque la abuela no le había comentado "todo" a su hija, es decir a mi madre. Por eso, primero dejé que se ataviara con lencería íntima sugestiva, para más tarde mientras la halagaba, hilar mucho más fino en el objetivo final del trabajo o negocio.
Mientras realizaba los cambios de ropas íntimas sugerentes fui de manera sutil, de menor a mayor, explicándole la esencia del emprendimiento. Su rostro pasó del candor delicado de la vergüenza al rubor sofocado del bochorno y la desvergüenza. Se retrajo en un falso decoro de la honra, la decencia, y otras pavadas respecto a las humillaciones, o a la degradación humana, que no es mas que un grupo de factores que alteran el normal crecimiento de nuestro ser, como por ejemplo los vicios, el ocio, el poder, la envidia, etc…..
Luego de toda esa "perorata" puse mi mejor cara de desvalido, la que indicaba la condición de estar sin protección o sin ayuda cuando más lo necesitaba. Normalmente, incluía el matiz específico de un suspiro como onomatopeya, que no soy capaz de valerme por mí mismo, o sea en este momento puntual o en una situación prolongada en el tiempo. Hasta que luego de ello. por fin accedió a desnudarse frente a mi, su hijo.
Proseguimos entonces con la sesión de fotos y los cambios de atuendos. Le dije "Llegó el resto de las ofertas, las prendas rezagadas, las que quedaron discontinuadas", en este caso, bragas solas". Y le di una blanca. Se la puso sin discutir, y en ese momento indiqué de manera solapada a la abuela que se fuera, con un guiño de ojo. Esa era la señal qué hablamos qué habíamos establecido entre ambos para que me diera privacidad con su hija para convencerla.
Luego de esa última toma y antes de que mi "socia/secuaz" se retirara ordené, "Abuela, llevate ese calzón que tiene tu hija y traés los que faltan". Así que madre se apuró a quitárselo y entregarlo a su progenitora. Quedó en traje de Eva frente a su hijo, permanecía sentada en el mullido sofá, y sólo atinó a cubrir su vulva genital.
Lo hizo de forma instintiva cuando reparó qué su carnal fijaba sus ojos en su vagina. Trató de disimular lo incómodo de la situación recostándose en aquel sillón.
Yo exclamé "Qué buena genética tiene esta familia, la abuela, y vos, que bien estás"! Ella no respondió y permanecía muy seria.
Me cuestioné cómo continuar, no sabía si seguir con las galanterías o modificar la estrategia. Me tranquilicé, porque de verdad estaba muy nervioso y redoblé la apuesta, me dije "A todo o nada" puse otra de mis caras, pero esta era de simpatía y declaré "La mitología estaría distraída, porque se le escapó dos Diosas".
Con eso la desarmé, sonrió y aflojó el rictus de su rostro, esos gestos de contracción y crispamiento.
Se incorporó en el sofá sentándose y me arriesgué con otra indicación temeraria, pregunté "Hace mucho que te depilás?
Sonrió y me contestó, "Lo empecé hacer por pedido de tu padre, pero luego me encantó a mí"
Repliqué "Debe agradecerlo a diario" Continuaba siendo audaz, hasta tal vez muy atrevido, jamás habíamos tenido este tipo de conversación y menos aún con ella en cuero. Me dijo, "Leo, estoy teniendo algo de frío". Respondí "Vamos al solcito", ella "Afuera"? Asentí "Claro, pero no al frente, a la vereda sino al fondo". Aceptó
Le dije "No me respondiste" ya solos en el terreno del fondo de la casa.
"Qué cosa"? Inquirió inquieta "Si papá te lo agradece a diario"! Aclaré
Ella me indica con el dedo en un ademán qué simboliza una negativa. Mostrando un crecimiento velloso en su pubis angelical.
"Entiendo por tu respuesta poca satisfacción matrimonial" Aseveré
Y a partir de ese momento le hablé claro, de forma honesta aunque brutal, del trabajo en el emprendimiento familiar. Caractericé nuestra actualidad económica y las mejoras obtenidas en tan poco tiempo con la abuela solamente y los beneficio que acarrearía su incorporación en el negocio.
Ella con alguna duda accedió a las nuevas imposiciones de la tarea, es decir, las fotos más pornográficas, pero casi se frustra cuando comencé a interactuar con su cuerpo. Ahí, gritó, se quejó, se negó, no quería, hasta que la ataqué y la obligué.
En los días posteriores, ya más naturalizada con la actividad, más producida, comenzamos con las cámaras webs en las categorías incesto, madre/hijo con ella, hijo/abuela, madre/hija, trío familiar y vamos sumando acciones, estoy pensando en inserciones anal, vaginal, juguetes, bondage, etc...
Ahh, ahora estoy empezando a sumar a mi hermana, por ahora conseguí algunas fotos con prendas íntimas poco comprometidas, pero tiempo al tiempo, tengo una propuesta que no va a rechazar.
32 comentarios - Pandemia, desocupación y nuevo emprendimiento II c/imágene
tremendo perverso!