La mayoría de veces que entraba al cuarto de mis padres me encontraba mínimo 1 condon usado y amarrado junto a una tango de mi madre, ya no me extrañaba encontrar varios cuando hacía limpieza, pero un día mi madre me dijo que ya no entrará a hacer limpieza a su cuarto, cosa que ya sabia la razón. Entonces entraba cuando no estaban y encontraba varios condones usados derramados sobre la cama y la ropa de ambos, entonces decidí agarrar un condon y guardarlo para hacer una prueba.
A la noche cogieron bastante, 1 ½ duraron. Mientras lo espiaba tenía preparado el condon para hacer la prueba; cuando escuché que cayó una bolsa en el suelo lo tomé, agarré una tanga tirada de mi madrey un brasier y le derrame el condon de la noche anterior y el condon nuevo lo derrame sobre el brasier y tiré ambas prendas al suelo.
Al día siguiente escuché desde la cocina que estaban peleándose, y escuché lo que decían:
Madre- ¡hiciste lo que te había dicho que no podías hacer en la noche!
Padre- ¡yo no hice nada! ¡te lo estoy repitiendo varias veces!
Madre-¡pues no te creo! ¡cuesta quitarle el olor a mi ropa y no me gusta que quede manchada!
Padre-No gritemos, nos puede escuchar
Madre-¡entonces no vuelva a hacerlo en mi ropa!
Algo gracioso fue que la semana pasada, cuando abrazaba a mi madre ella tenía un olor algo fuerte, y no sabía la razón, hasta que vi una gran mancha amarilla en su ropa blanca. Y mi prueba concluyó en que mi padre se corría sobre su ropa interior e incluso la que usaba para salir.
La siguiente semana, cuando los espiaba, tomaba los condones sin amarrar y los colocaba encima de la ropa interior de mi madre en las noches para cuando se levantara pisara el condon sobre su ropa, cosa que funcionó. Y solo fue durante 1 semana, después los volví a espiar con normalidad. Cabe mencionar que en esa semana ella tenía nueva ropa interior.
A la noche cogieron bastante, 1 ½ duraron. Mientras lo espiaba tenía preparado el condon para hacer la prueba; cuando escuché que cayó una bolsa en el suelo lo tomé, agarré una tanga tirada de mi madrey un brasier y le derrame el condon de la noche anterior y el condon nuevo lo derrame sobre el brasier y tiré ambas prendas al suelo.
Al día siguiente escuché desde la cocina que estaban peleándose, y escuché lo que decían:
Madre- ¡hiciste lo que te había dicho que no podías hacer en la noche!
Padre- ¡yo no hice nada! ¡te lo estoy repitiendo varias veces!
Madre-¡pues no te creo! ¡cuesta quitarle el olor a mi ropa y no me gusta que quede manchada!
Padre-No gritemos, nos puede escuchar
Madre-¡entonces no vuelva a hacerlo en mi ropa!
Algo gracioso fue que la semana pasada, cuando abrazaba a mi madre ella tenía un olor algo fuerte, y no sabía la razón, hasta que vi una gran mancha amarilla en su ropa blanca. Y mi prueba concluyó en que mi padre se corría sobre su ropa interior e incluso la que usaba para salir.
La siguiente semana, cuando los espiaba, tomaba los condones sin amarrar y los colocaba encima de la ropa interior de mi madre en las noches para cuando se levantara pisara el condon sobre su ropa, cosa que funcionó. Y solo fue durante 1 semana, después los volví a espiar con normalidad. Cabe mencionar que en esa semana ella tenía nueva ropa interior.
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