El calor estival castigaba Madrid desde hacía unas semanas, secos días eternos bajo un sol que elevaba el mercurio por encima de los treinta grados, ni una gota de viento, ni una tregua. Nuestro piso de barrio era una olla a presión, sin aire acondicionado, mi padre decía que no hacía falta, él se pasaba el día en la oficina, el verano a mí me tenía allí encerrado, junto con mi madre y mi hermana, la piscina municipal cerrada, las discusiones saltaban por acaparar el ventilador, Sonia y yo nos hubiésemos matado de no ser por mamá. Pero Carla, mi madre, una mujer tranquila y amable, empezaba a perder los nervios, cada vez que salía de la cocina para anunciar que estaba lista la comida, se le agriaba el carácter un poco más. A mi padre, Carlos, le costó ceder. -Un par de días más y nos vamos. -Cedió a las suplicas de los tres. -Luego llamo para ver si tienen libre el apartamento de siempre. -Ya podíamos ir a otro sitio. Llevaba mis dieciocho años veraneando con mis padre en el mismo apartamento de Alicante. -Pues si lo pagas tú Marcos, nos vamos a donde quieras, pero como pago yo... Mi hermana río el corte que me metió mi padre. –Si no fueras un mediocre podríamos ir a un mejor lugar. Le respondí cabreado a mi padre –Como me dijiste mocoso de mierda a mi me respetas infeliz. Dijo mi padre cabreado por mi agresión –Marcos por favor no hables asi de tu padre por favor. Dijo mi madre –Si siempre tenemos que pagar nosotros por sus fracasos y por ser tan mediocre. Mi madre medio y me freno –Me voy a mi cuarto este padre comienza a darme asco. Dije y me levante cabreado deje la mesa sin comer y me fui furioso a mi cuarto –Que maldito desagradecido eres mocoso infeliz. Me grito mi padre mientras me iba –Porque por decir la verdad 18 años en la misma oficina jamas un ascenso porque eres un maldito perdedor. Le ultime antes de irme ya ellos siguieron en la mesa mientras yo desaparecía en mi cuarto, -Nos parece bien cariño, pero más vale que solo sean un par de días más de espera no se puede aguantar más este calor. Mi padre asintió a mi madre y siguieron cenando. –no podes ser asi con el debes comprenderlo un poco más. Le decia mi madre regañándolo a mi padre –No Carla no voy a permitir que me hable asi. Dijo –Ya eres un insensible. Dijo mi madre cabreada yéndose hasta mi cuarto para hablar conmigo –Ven cielo vuelve a terminar de cenar. Me pedía ella –no mama prefiero pasar hambre que compartir la mesa con ese inútil. Ella me abraza y me dice –no seas asi con tu padre cielo ven si quieres te traigo tu plato aquí y cenas conmigo y hablamos. Decia ella comprensiva y salio y volvio con el plato de comida y cene en mi cuarto con mi madre consolándome para que se me pase el cabreo con mi padre. El último de mis colegas que quedaba en la capital se largó a un festival, me quedé solo, sin salir aquel viernes, atado a mi familia, con mí paupérrima economía no me podía permitir irme por mi cuenta a ningún sitio. Sonia andaba en las mismas, ella que estaba en su segundo año de derecho, se dejaba el dinero todas las semanas en cogerse un buen pedo, más de un amigo me contaba de sus desfases, decían que era un chica fácil, prefería no escucharles. Mi hermana era una chica típica del barrio, se comentaba que se había operado las tetas, yo lo creí un tiempo, pero lo cierto es que fue un exponencial crecimiento, de golpe eso sí. Con sus dos tetazas y su melena rubia teñida tiene cierto aspecto de choni, no ayudan las pintas con que posaba en las redes sociales, ni su desfase, por otro lado es de las primeras de su clase. No pasa del metro sesenta y cinco, delgada, el culo lo tiene redondito, como una manzana, está muy buena esto lo digo aun siendo su hermano, ya que más de una vez se me ha puesto dura al verla escotada y demás. La tuve que ver regresar doblada el sábado por la mañana, el maquillaje hecho polvo, bebía agua a sorbitos, me dedicó una peineta cuando le saqué una foto con el móvil. Con la cara lavada ganaba más que de aquella traza. Mi madre estaba preparando las maletas para el día siguiente, con su voz dulce nos pidió que no nos peleásemos. Mi madre llevaba desde que mi padre anunció que marchábamos dejándolo todo listo, era su forma de meterle presión. Mi madre es bastante distinta a mi hermana, no llega al metro sesenta, una mujer con cuervas, melena morena y ojos verdes y amables. Para sus cuarenta y tres no tiene una arruga, tampoco un kilo de más, aunque no está delgada, está bien proporcionada para una mujer, según mis cánones al menos, buenas tetas, no como las de Sonia irreverentes ante la gravedad, sino algo caídas, y con el culo le pasa lo mismo, pero para ser una ama de casa está muy bien. Además es muy guapa, más que mi hermana, o cualquier mujer que conozca, tiene un rostro de esos que parece dulce, con cara de no haber roto un plato y al mismo tiempo tremendamente sexys. Sus labios carnosos y su sonrisa perfecta hacen juego con sus grandes ojos verdes, en contraposición a Sonia tampoco suele maquillarse. Más de un colega se le ha quedado mirando con cara de idiota de vez en cuando y les he tenido que soltar un capón. Terminaba de colocar en la nevera las fiambreras con las cosas para el viaje, había dejado la cena de aquel día ya lista. Es la madre perfecta. Nos levantamos a las siete, al menos mi hermana y yo, mi padre llevaba ya un rato despierto. Rondaba por casa en bermudas, metiendo prisa a todos, eso también se repetía año tras año, ese estrés de última hora y lo que venía después. En el momento que mi padre se puso tras el volante empezó la transformación final, se convirtió en grito y reproche constantes a cuantos conductores nos íbamos cruzando. Se le marcaban unas venas en la coronilla calva, daba casi miedo, si bien era un hombrecillo con barriga cervecera y medio calvo, de cuarenta y cinco aunque aparentaba diez años más. Lo contrario que mi madre, aquel día llevaba un ligero vestido de gasa verde, corto, por encima de las rodillas, su piel seguía blanca, pues aun no había tenido un momento de descanso al sol la buena de mi madre. El escote del vestidito también llamaba la atención, dejaba a la vista un entreteto muy pronunciado, y claramente mi madre no gastaba sujetador aquel día. Arrancamos al fin, mi padre conducía, mi madre con él delante, mi hermana y yo detrás, ella tras mi padre y yo tras mi madre. Sonia se colocó unos tapones y pronto pilló el sueño, se libró así de la concatenación de maldiciones que liberó mi padre nada más encontrarnos con el primer atasco, el de salida. Avanzábamos como la deriva continental, la masa de gente y coches, el calor empezaba a crecer por minutos. Mi padre sudaba más por ira que por otra cosa, mi madre daba más potencia al aire acondicionado, el viejo utilitario no daba más de sí. Llevábamos un buen rato detenidos cuando me di cuenta. A nuestra derecha había un camión, grande, cabina blanca a la misma altura que el coche. Mi padre se asomaba por su ventanilla, mirando hacia el final de la larga cola de coches. Vi el perfil de mi madre, miraba por su ventanilla, también abierta, miraba hacia arriba. Seguí la línea de sus ojos y alcancé qué miraba, o más bien a quién. Devolviendo su mirada, prefiero pensar que él la inició, se encontraba el camionero, tez morena del golpe del sol, unos ojos claros, de un azul casi grisáceo, la cabeza afeitada. Detecté el tatuaje en el brazo, apoyado en la ventana, un brazo fuerte, era un águila, parecía de algún país del este de Europa. Había cierta complicidad en el intercambio de miradas, al tipo le veía sonreír, en mi madre percibía el mismo gesto. Después noté como ella se estiraba en el asiento, claro que visto desde el ángulo del camionero, el movimiento de mi madre habría expuesto más su pecho, le estaba enseñando escote. Para asegurarme miré con detalle al hombre, se relamió, definitivamente estaban coqueteando. Mi padre distraído, mi hermana dormida y mi madre jugando con un desconocido, que manera de empezar las vacaciones. El juego siguió, el tipo marcó bíceps en un forzado movimiento, mi madre sacó la lengua. La mano derecha de ella, se movió hasta el tirante de su vestido, lo dejó caer. Una rápida ojeada bastó a mi madre para asegurarse de que nadie la veía, salvo yo, que fingí estar pendiente del móvil, aunque en realidad lo estaba de ella. El camionero se encontraba más asomado de repente, tenía también un potente pecho el tío. Mi madre hizo lo que ambos esperábamos, el otro y yo, como un relámpago, dejó su pecho al aire, vi la carne desde un precario ángulo, el camionero se llevó mejor vistazo. El trueno de bocinas hizo que la teta volviese al vestido, había un hueco frente al camión, este avanzó. El último gesto del camionero me dejó claro que mi madre le había calentado, se agarró el brazo duro, sus labios dijeron "Puta”. Cuando terminó de sobrepasarnos, mi madre aun perseguía al conductor con los ojos, me fijé en la matricula, "Ro" bajo el circulo comunitario, el vehículo era rumano, supuse que así mismo lo era el conductor. La escenita del coche había pasado inadvertida para todos, salvo para mi madre y para mí. El viaje continuó, la autovía al fin se despejó, alcanzamos algo de ritmo, para las diez menos algo mi hermana despertó. Con el avance mi padre se había calmado un poco, miró el reloj y anunció:-Para eso de las diez y media paramos, así descanso un poco y comemos algo. -Asentimos todos. -Luego ya seguimos hasta llegar. Así lo hicimos, algo pasada la hora acordada nos detuvimos en una estación de servicio. Mi padre paró lejos de la entrada, pero cerca de unas mesas de camping que había fuera. Llevábamos bocatas, y un neverita, descargamos aquellos bártulos y ocupamos una mesa. Mi madre, como si no hubiese pasado nada, repartió los bocatas, aun envueltos sabía cual nos correspondía a cada uno. Era la mujer de siempre, pero hace escaso cuarenta y cinco minutos había sido una puta Calientapijas para el camionero. Intenté no tenerlo en cuenta. -¿Tienen que ir al baño alguno?. Nos interrogó mi padre. Sonia negó con la cabeza. -Yo sí, voy a ir de un momento. -Mi madre dejó algo menos de la mitad del bocata sobre el papel de plata. Se alejaba ya por el parking, dirección al edificio de cafetería y tienda de todo que ocupaba la mayor parte del lugar, más allá había una solitaria gasolinera. -¿Tú no tienes que ir?. Me preguntó mi padre. -Pues lo sabré yo. -Le contesté con algo de soberbia. -Mira que no vamos a parar más. -Me levanté, y empecé a caminar. -Como te conozco hijo. -Terminó de apuntillar mi padre. Seguí el mismo camino que mi madre, entré al sitio, estaba abarrotado, lleno de gente que deambula son rumbo. Mi madre hacía cola en la puerta de los baños, el de mujeres tenía un larga fila frente a la puerta, el de hombres no. Entré e hice lo mío, me lavé las manos, un chiquillo estaba en el lavabo de al lado, con su padre, me trajo recuerdos. Cuando salí mi madre no estaba en la cola, pero esta apenas había avanzado, mi madre salía por la puerta. Anduve detrás, vi como enfilaba para la gasolinera, cruzaba un parking de camiones, había un par de remolques allí aparcados. Mi ojos seguían puestos en mi madre cuando el tipo apareció a su espalda, era más alto que ella, camiseta sin mangas, piel morena. Le cogió el culo a mi madre con las dos manos, ella de la sorpresa se giró de golpe. El susto se le pasó rápido, reía con cara un tanto tonta. Apartó al hombre con el brazo y siguió camino, el otro volvió a alcanzarle y le cogió de nuevo. Ella no luchaba, eso para nada, apenas miró a su espalda, para asegurarse de que nadie les veía. Yo estaba quieto en la puerta de la cafetería, en medio del tráfico de gente entrando y saliendo, no me vio. Se dejó llevar por el otro, seguían en camino hacia la parte trasera de la gasolinera. Les seguí con distancia, entraron en el baño, en el de hombres. Llegué a la puerta, sucia, de plástico, contuve el aire y escuché la risa de mi madre. Abrí con cuidado y atravesé el umbral, no encontré a nadie, pero la puerta de uno de los cubículos aun temblaba, con un golpe aseguraron el pestillo. Me coloqué en el otro, único, cubículo que había, de nuevo escuché risas juguetonas de mi madre, después sus voz, algo distinta a como solía sonar. -No sé ni tu nombre. -Decía con un tono cargado de deseo. -Nunca lo he hecho con un hombre sin saber su nombre. -Me llamo... -El tipo tenía el acento propio de su nacionalidad, además de una voz grave algo nasal. -Calla, no quiero saberlo. -Le cortó mi madre. -No tengo mucho tiempo, así que démonos prisa. Sin poder aguantarme me subí sobre la taza del váter y me asomé por encima del separador de madera, plagado de frases obscenas. Todas aquellas leyendas no eran nada en comparación a lo que estaba a punto de ver. Mi dulce madre, con su cara de buena, acariciaba el cuerpo del camionero mientras este se despojaba de su camiseta. Le besó su torso, sudado y claro en contraste al cuello y los brazos, me parecía estar viendo a una puta cualquiera. Pero se trataba de mi propia madre, que ahora se despojaba del vestido, soltando los tirantes de sus hombros lo dejó caer por su figura hasta que tocó el sucio suelo. Su cuerpo estaba más blanco que el del camionero, salvo por sus pezones, oscuros y enormes, en su tetas que colgaban un tanto. Él no dudó, se encaramó contra ella, se besaron como animales, sus lenguas dejaban hilos de saliva al separarse. Mi madre se agachó, sin que él le dijera nada, quitándole sus tetas de la boca, cuando empezaba a chuparlas. Las manos de ella agarraron la cintura elástica del pantalón de chándal que llevaba el camionero, lo bajaron de golpe, asomaron unos calzoncillos blancos algo desteñidos, también los bajó hasta las rodillas. La Pija del tío estaba medio dura, emergiendo de una mata de pelo negro, mi madre la agarró, empezó a masturbarle. El glande asomó cuando ella retiró la piel, se percibía ya la humedad en la punta, mis ojos seguían el anillo de casada en su mano derecha. El rabo del camionero ganó tamaño, y sobre todo grosor, en la mano de mi madre, le dio un par de tímidos lametones, era lo único tímido que había hecho en toda la mañana. -Me encantaría comértela bien. -Empezó mirando al otro a los ojos, tal era la atención que prestaba a su amante que no me veía asomado. -Pero no tengo tiempo, así que te doy una rápida chupada y me la metes, ¿vale?. -Sí, puta, me muero por Cogerte. -Contestó el otro, le cogió por la nuca y le acercó al rabo. Mi madre se la metió en la boca del tirón, sus labios se apretaban contra el gordo miembro, dando de sí sus tragaderas. Chupó, o más bien comió hasta hacer desaparecer la Pija del otro en su garganta. La dejó libre, empapada en saliva y se levantó. -Pija gorda y sudadita, como a mí me gustan. -Acarició el torso desnudo, estaba fuerte, pero no marcaba abdominales ni nada. -Menudo hombre, ¿de dónde eres?. -Rumanía. -Yo ya lo sabía. -Vas a ser el primer rumano que me follo. -Le dio la espalda y se apoyó en la pared, se bajó las bragas hasta las rodillas, su coño estaba húmedo, coronado por bello negro. -Dame duro, y antes de correrte avísame. El rumano agarró el culo de mi madre con sus manazas de camionero, lo sobó a base de bien. Apuntó su Pija y la clavó, de una sentada, mi madre gruñó de gusto. Se la folló duro, como ella había pedido, la mano izquierda en su espalda, aplastándole contra la pared, la izquierda agarraba su nalga y de tanto en tanto la azotaba. Mi madre suspiraba y gruñía al principio, y poco a poco empezó a gemir. Le pedía más al camionero, que daba con sus caderas sonoros envites en el pandero de mi madre. Ella gemía cada vez más fuerte y el bramaba, dándole con todas sus fuerzas, que no eran pocas, y haciendo temblar todas las carnes de mi madre. -Joder, dios... -Siguieron irreproducibles sonidos y mi madre se corrió, con la Pija del rumano clavada, este seguía dando. -Para, para. -Le ordenó. -Que no quiero que te vengas dentro. -Se separaron, los dos estaban emprados en sudor, el baño ardía. -Dios,-mi madre se echó la melena húmeda hacia atrás,-las ganas que tenía de un buen polvo. Todos los años me tengo que esperar hasta las vacaciones, este empieza redondo. Se agachó tras su pequeña confesión. -Madre mía que gorda la tienes... -Le agarró de nuevo la Pija, y se la llevó a la boca. -Vamos a probar la leche rumana. Le mamaba otra vez, esta vez para hacer que se corriese. Llevaba unas cuantas comidas profundas, un par de lametones a los cojones, bastante grandes por cierto, cuando golpearon la puerta del urinario. Tan fuertes fueron, que el precario pestillo se saltó. -¡Andrei!-Exclamó un tipo gordo que estaba en la puerta. -¿Que tienes aquí?. -Andrei no contestó, tampoco mi madre que estaba recibiendo en su cara los chorros de corrida del rumano. -Joder señora, la ha dejado la cara bonita. -Yo seguía sin ser descubierto, nadie mira arriba cuando el espectáculo es a ras de suelo. Pude ver detrás del gordo a otro cincuentón, delgado, todos eran camioneros, y se conocían, eso estaba claro. El gordo apartó al rumano. -Yo a ti guapa te he visto llegar, con tu marido y tus chavales. -Levantó la vista de mi madre cogiéndole de la barbilla. -Están allí afuera, ¿les voy a buscar?. -El gordo quería jugar. -No, pero no tengo mucho rato, así que saquen las Pijas y les hago un trabajito rápido. Mi madre me dejó helado. El rumano y había terminado, pero no se fue, se quedó contemplando a mi madre, que como una penitente se acercó hasta la entrada del cubículo, para que los dos recién llegados tuviesen sitio. Ambos se ocuparon de sus pantalones solitos, sacaron dos Pijas flácidas y mi madre les iba a hacer su trabajito cuando se sintió la puerta y mi madre vio a todos sus invitados huir como ratas cobarde y cuando miro hacia la puerta se quedo helada y pálida porque estaba yo parado mirando con cara de cabreo directamente hacia ella estaba con una cara de pánico total tartamudeaba no podia hablar del miedo que tenia al verse descubierta por mi queria darme sus excusas pero no le salían las palabras del miedo que tenia encima –Por…Por fa…favor Cie…lo no…no le di…gas na…da a tu…tu pa…padre po…por fa…favor. Decia asustada y de pronto vi como sus ojos se abrieron como platos y su boca quedo abierta mirandome asombrada como sin poder creer lo que veia yo me di vuelta hacia atrás mío porque lo primero que pensé es que estaba mi padre o mi hermana pero lo que ella miraba era la enorme erección que tenía yo haciendo una enorme carpa en mis pantalones luego de ese gesto se relamía los labios y mordiéndose el labio inferior dijo lo que nunca me imaginaria que diría mi madre –Mmmmm Marquito creo que ya sé que puedo darte para que guardes en secreto lo que viste recién. Me dijo ella sin apartar la mirada de mi entrepierna y me hacía señas con el dedo para que me acerque a ella y jamas pensé que mi madre haria lo que hiso apenas me tuvo cerca de ella me coloco las dos manos sobre mi pantalón acariciando justo la parte donde mi polla hacia presión pidiendo a gritos por ser liberada –Mmmm Siii marcos tienes algo muy interesante aquí dentro te follaria si tendríamos más tiempo pero por ahora solo degustare esta maravilla que te tenias guardada lejos de la vista de mami. Decia mientras ansiosa Abria el cierre del pantalón para luego meter la mano haciendo que mi polla salga de mi calzón para que rapidamente salga por la abertura para que mi madre la admire ella trato de medirla calculando el tamaño –Mmmm que linda polla cielo como 25cms. Aproximadamente y 8cms. De diámetro es una maravilla como ocultaste esto a mami tanto tiempo. Decia ella relamiendo sus labios y abriendo su boca tiro la cabeza hacia mi entrepierna y engullo el glande completamente mientras le movía su lengua por toda su circunferencia recibiendo las primeras gotas gordas de liquido Preseminal se saca la polla de la boca mirandome empieza a saborear el liquido Preseminal dentro de su boca lo traga –Mmmm Diooos que delicia y no me quiero imaginar el manjar que debe ser tu lefa papito Mmmm Si se me hace agua el coño de saber que me estoy por tomar toda la lefa de mi propio hijo y sabes algo apenas tenga un momento libre en departamento te follo como nunca te lo imaginaste quiero sentir eso dentro mío lo más rápido posible. Dijo volviendo a su tarea pero esta vez devoro el glande y algunos centimetros de polla empezando ya una mamada de real experiencia porque la preparo bien y una vez lista empujo su cara con fuerza hacia mi entrepierna y se trago media verga sintiendo claramente el ruido de su garganta al no poder albergar mi polla y supe que ella intento tragársela entera y no pudo pero eso no la detuvo y volvio a arremeter y se termino tragando la otra mitad luego una vez cumplida su misión la fue sacando y empezo a una mamada increíble que en menos de 5 minutos hiso que me corra dentro de su boca llenándola y incluso a pesar de haber tragado bastante lefa se le escapo por la comisura de sus labios mi copiosa corrida ella trataba de recoger todo lo que pudiese con su boca lo que no se lo froto por su piel se acomodaba la ropa mientras me decia –Cariño espérame afuera a ver si no viene nadie mientras me arreglo bien. Y Sali del baño y quede esperándola pasaron unos 15 minutos y esta vez sí salió como si nada paso. Volvimos juntos con mi familia, ya al completo, mi madre terminaba su bocadillo, mi padre guardaba la nevera en el coche, mi hermana con el móvil. Era como cualquier viaje de los dieciocho años anteriores, mi madre había dejado claro que aquello era su rutina de vacaciones. Reemprendimos la marcha, no dije nada claro, estaba en shock. -¿Qué te pasa imbécil has visto un fantasma?. Me increpó mi hermana ya en camino de nuevo. -No molestes a tu hermano, Sonia. Medió mi madre. -¿Estás mareado hijo, quieres una bolsa?. Así de repente volvía a ser la de siempre, una madre normal. Negué con la cabeza, ella me sonrió y acercando su rostro a mi me dijo quieres mi coñito mojadito. Y no sé porque hice lo que hice tal vez para ver su reacción pero yo asentí con la cabeza y volvió a mirar hacia delante sonriendo. Nos encontramos con otro embotellamiento y ella aprovecho que estaba el auto detenido se volvio a dar vuelta y me toco la frente con una mano –Hijo parece que tienes fiebre. Me dijo y le aviso a mi padre que aprovecharía que estamos detenidos y que se pasaría atrás y que Sonia iria adelante porque no me veia buena cara y parecia que tenía fiebre no podia creer que fuera tan puta y salio del auto fue hacia atrás mi hermana bajo de mala gana y se paso adelante y mi madre paso a los asientos traseros donde yo estaba y cuando mi padre arranco ella se me subio arriba en mis regazos pero antes habia bajado el cierre del pantalón y me saco la polla afuera y fingiendo que me tomaba la temperatura me restregaba el coño por toda la polla y podia verle el rostro como se mordía los labios para no gritar y gemir porque mi polla le estaba surcando toda la raya del coño sobre la tanga y se lo Abria levemente ella se arrima y al oído –Se acabo papi no doy más voy a probar la puntita solo la puntita cuando llegamos me la das entera. Me susurraba al oído discretamente con una mano se corrió el tanga y se siguió moviendo y cuando la punta paso por la entrada de su coño ella hiso presión hacia abajo se clavo el glande y algunos centimetros de polla hacia un gran esfuerzo por no gritar mientras se movía –Marcos no doy más la quiero toda dejame a mi tengo una idea. Me susurro al oído y me seguía tomando la temperatura con toda punta de mi polla dentro de su coño y antes de llegar, -Cielo rápido detén el auto un costado que llevo a Marcos a ese boque quiere vomitar va a vomitar. Grita desesperada haciendo un teleteatro para ser actriz de cualquier telenovela y mi padre tira el auto a un costado se saca rápido la polla del coño sin poder un –Uhhh. Y asi sin acomodarse el tanga sale disparada hacia un bosquecito que estaba al costado de la carretera conmigo agarrado de su mano nos adentramos en el interior justo donde no eramos visto ni por nadie que pasase ni el auto ahí ella se apoya de espalda contra un auto y levantándome el culo –Vamos cielo vamos marcos Follame ya clávamela entera no doy más papito no me alcanza con la puntita la quiero entera. Me decia la muy puta y me Abria las nalgas con dos dedos Mostrandome el coño chorreando de excitación yo ya completamente caliente por esta situacion me coloco detrás de ella la tomo de su culo y perfilo mi polla hacia su coño y ella agarrada del árbol empezó a gritar de dolor y placer al sentirse completamente empalada por mi polla, mi polla se enterró completamente de un solo envión dentro de su coño -¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh! Diooos Siiii Asiiii Siiiii Asiiii Miiii Vidaaaa Asiiii Follameeee Asiiiii Marcooos Sooos Eeeel Mejooor Papiiiii Sooos Eeeel Mejoooor ¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhhhh!. Gemía ella mientras mi polla no paraba de entrar y salir de su coño empapado era una follada brutal y ella la gozaba como una perra pedía más le pedía a Marcos que la folle que ella sería su puta y que le soltara toda la lefa dentro del coño Carla estaba sumergida en la mejor follada de su vida y era su propio hijo el que se la estaba propinando mientras ella levantaba mas su culo para que su hijo la pudiera follar mejor y más recio Carla estaba entregada a Marcos y el estaba como poseído arremetía con mucha fuerza contra su madre y Carla sentia como su hijito Marcos le follaba muy recio su maltratado coño con su enorme polla y ella solo se limitaba a gemir bramar y gritar como perra hambrienta de polla -¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! Diooooos Siiiiii Asiiiii Hijoooo Asiiiii Follameeee Asiiii Marcooos Follameeee Enteraaaaa Reventameeee Eeel Coñoooo ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh!. Gritaba ella sin censura alguna en eso sintió como la polla de Marcos empezo a hincharse y a latir dentro de su coño que no paraba de lanzar fluidos Marcos estaba a punto de correrse y ella iba a sentir por primera vez como el semen le llenaba el coño por completo -¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! Siii. Siiiii Asiiii Siiiii Asiiiiii Dameee Papiiii Dameee Siiiii Dameloooo Todoooo Papitooooo Siiiii Queee Ricoooo Siiii Queee Ricoooo Follaaaas Marcoooos ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! Gemia ella y apenas termino de decirle eso en plena follada salvaje que siente como su hijo empieza a correrse dentro de ella sin disminuir su ritmo ella siente el semen de su hijo en lo más profundo de su vulva se siente llena presa de un orgasmo como nunca lo tuvo cuando pensó que todo estaba terminado marcos no bajo su ritmo la follada continuo como si él no se hubiese corrido dentro de ella que no paraba de gritar -¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! Dioooos Siiiiii Queeee Machoooo Dioooos Siiiii Queee Fuerzaaaaa Follameeee Maaaas Cariñooooo ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh!. Gemia ella cuando su hijo nunca paro de follarla desde que se la clavo luego de otros veinte minutos la polla de su hijo volvio a palpitar y se volvio a correr dentro de su zorra madre Carla quedo con el coño rebalsado de semen de su hijo orgasmeando como una autentica puta cuando su hijo decide sacarle la polla del coño ella cree que ya habia concluido todo que su hijo le habia dado la follada de su vida pero no fue asi apenas marcos saco su polla del coño de su madre la miro y serio le dijo -¡Ahora en tu culo cerda! Y la ensarto sin miramientos por el culo Carla dio un profundo grito de dolor al sentir como la polla de su hijo le estaba partiendo el culo -¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! Dioooos Nooooo Pooor Ahiiii Asiiii Nooooo Dueleeeee Marcoooos Dueleeeee ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy!. Gritaba -¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! Dioooos Marcos Meee Estaaas Rompiendooooo Eeel Culooooo ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy! ¡Aaaaayyyyyyyyyy!. Luego ya con el culo roto Carla empezo a Gozar la follada de culo que le estaba dando su hijo -¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! Dioooos Siiiii Asiiii Dioooos Asiiiii Follameeee Cieloooo Follameeeee Dioooos Marcoooos Siiiiii Comoooo Meee Poneees Siiiiii Hijoooo Follaaaa Eeel Culooooo Deee Mamiiiii ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh!. Gemia ella y marcos le tomaba la cara y la acercaba a él para comerle la boca su madre este le mandaba la lengua totalmente cachonda y pego un sonoro gemido cuando sintió la polla de su hijo explotar dentro de su culo marcos le estaba llenando de leche el culo ella entra en un orgasmo exquisito -¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! Diooos Siiiii Asiiii Papiiiii Llenameeee Asiiii Siiiii ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh! ¡Aaaahhhhhhh!. Gemia Carla y fue lo último que puedo decir antes de que mis labios capturen por sorpresa a su boca jadeante luego nos quedamos un rato besándonos ella me acaricia por el rostro me acaricia la cabeza –Te amo cielo sos divino esto no tiene comparación con nada en casa quiero más. me dijo Carla lanzándose encima de mio para besarme -volvamos cielo que a ver si tu padre o tu hermana nos vienen a buscar. Me dijo ella porque nos pusimos a follar y perdimos la noción del tiempo. Me dijo ella nos volvimos a besar acomodamos nuestras ropas y volvimos al auto que rapidamente emprendió su marcha nuevamente. Al fin en Alicante, subimos las cosas al apartamento. La oscuridad era casi total, con las persianas bajadas. Ocupamos los cuartos habituales. Sonia empezó a preparase para salir, no perdonaba una, era la única razón por la que venía, tenía amigas allí quería quemar la noche. Mi padre preparaba el equipo de playa del día siguiente. Mi madre improvisaba la cena con lo que habíamos traído, habría que ir de compras al día siguiente. -A comer cariño. Se asomó a la puerta de mi habitación. Seguí sin decirle palabra, qué podía decirle. Cenamos
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