Me llevé a mis hijos a la casa y al llegar regañé a mi hijo mayor por su comportamiento.
Yo- No es posible que trates a la gente mal.
Hijo mayor- pero si te estaban viendo las piernas y uno te estaba oliendo atrás
Yo- Pero no tenías porque pórtate de esa manera, estuvo muy mal, no me faltaron al respeto
Hijo mayor- pero te estaban mirando y de una forma muy cochina
Yo- Ya no voy a seguir discutiendo así que pongan la mesa para comer y no quiero que vuelvas a ser grosero
Hijo mayor- está bien
Al terminar el regaño con mi hijo me puse a hacer la comida.
Hice albóndigas y arroz.
Mientras terminaba la comida llegaron los muchachos, salí a abrirles y los tres me saludaron, los invité a pasar, al llegar al comedor los tres se sentaron y les serví agua.
Yo- denme un momento muchachos para servirles
Albañiles- No te preocupes Naomi
Arturo- Linda casa
Yo- Gracias, apenas nos acabamos de mudar
Mi hijo mayor estaba furioso en la mesa y el más chico súper tranquilo.
Fuí a la estufa que estaba frente a la mesa dónde estaban sentados y pues obviamente los tres estaban atentos a mi culito, ya iba a empezar a servir cuando recordé que me faltaba algo, abrí los cajones del mueble de arriba, pero no los alcanzaba así que me estiré, pero no lo logré.
Arturo al ver que no lo alcanzaba se dirigió a la cocina y se colocó detrás de mí, de nuevo poniendo su rica verga en mi culito.
Se estiró aplastandome contra la mesa y bajó la pimienta.
Mientras el me la entregaba yo me dí vuelta quedando de frente a el pegados, nuestros cuerpos se tocaban.
Yo- Gracias ( risa coqueta)
Arturo- Un placer Naomi
Terminé de servir y comenzamos a comer.
Arturo- está deliciosa tú comida, me encanta
Yo- Gracias Arturo
Los otros albañiles casi no hablaban, el que siempre me dirigía la palabra, muy rara vez los otros me hablaban.
Al terminar de comer levanté los trastes y los lleve al fregadero, mis hijos subieron a sus cuartos y yo me quedé hablando con los muchachos, me contaron que vivían en la obra y que así habían estado desde hace mucho tiempo, en ese momento se me ocurrió comentarles que si querían se podían quedar aquí, pero no lo hice.
Pasó un rato hasta que dieron las 12 am, se despidieron de mí y se fueron los otros dos albañiles, Arturo se quedó en la casa:
Arturo- Te ayudo a levantar los trastes y a recoger aquí
Yo- No te preocupes Arturo, no pasa nada
Arturo- Insisto
Yo- Gracias, eres muy lindo!
Mientras yo me dedicaba a lavar los trastes el recogía los demás, cuando terminó vino conmigo, yo seguía lavando los trastes, cuando de repente!
Sentía como con sus dos manos me tomaba de las nalgas y me las apretaba, yo me quedé en shock, pues no creía lo que Arturo había hecho, sin embargo no me molestó, al contrario me gustó, pero no quería parecer una puta tan fácil.
Después de agarrar mis nalgas, me dió la vuelta y me agarró de la cintura y comenzó a masajear mis nalgas, me estaba gustando, pero lo rechacé, al rechazarlo el me dijo.
Arturo- No quieres hacerlo conmigo
Yo- Arturo no te confundas, me caes muy bien, pero soy casada y no te dí motivos para ésto
Arturo- No me diste motivos? Entonces el quedarte quieta con el arrimón que te dí qué? Ponerte en posiciones para que te viera el culo no cuenta?
Yo- Arturo no te enojes por favor, me caes bien, pero no quiero tener sexo contigo.
Arturo- Está bien, discúlpame Naomi, pero por lo menos baila una canción conmigo.
Yo- Está bien, la que quieras
Me tomó de la cintura y yo a él del cuello y puso una canción, comenzamos a bailar.
Seguíamos bailando, el me pegaba a él y restregaba su bulto en mi entrepierna, hasta me hizo hacer un paso dónde yo subía la pierna en su espalda recargando mi vagina en su pene. Estaba un poquito mojada ya que cuando me quiso besar yo si quería.
Cuando terminó la canción el me dió las gracias y se fué.
Yo me fuí a mí cama y me quité toda la ropa sólo quedándome en mi tanguita y me dormí.
Continuará
Yo- No es posible que trates a la gente mal.
Hijo mayor- pero si te estaban viendo las piernas y uno te estaba oliendo atrás
Yo- Pero no tenías porque pórtate de esa manera, estuvo muy mal, no me faltaron al respeto
Hijo mayor- pero te estaban mirando y de una forma muy cochina
Yo- Ya no voy a seguir discutiendo así que pongan la mesa para comer y no quiero que vuelvas a ser grosero
Hijo mayor- está bien
Al terminar el regaño con mi hijo me puse a hacer la comida.
Hice albóndigas y arroz.
Mientras terminaba la comida llegaron los muchachos, salí a abrirles y los tres me saludaron, los invité a pasar, al llegar al comedor los tres se sentaron y les serví agua.
Yo- denme un momento muchachos para servirles
Albañiles- No te preocupes Naomi
Arturo- Linda casa
Yo- Gracias, apenas nos acabamos de mudar
Mi hijo mayor estaba furioso en la mesa y el más chico súper tranquilo.
Fuí a la estufa que estaba frente a la mesa dónde estaban sentados y pues obviamente los tres estaban atentos a mi culito, ya iba a empezar a servir cuando recordé que me faltaba algo, abrí los cajones del mueble de arriba, pero no los alcanzaba así que me estiré, pero no lo logré.
Arturo al ver que no lo alcanzaba se dirigió a la cocina y se colocó detrás de mí, de nuevo poniendo su rica verga en mi culito.
Se estiró aplastandome contra la mesa y bajó la pimienta.
Mientras el me la entregaba yo me dí vuelta quedando de frente a el pegados, nuestros cuerpos se tocaban.
Yo- Gracias ( risa coqueta)
Arturo- Un placer Naomi
Terminé de servir y comenzamos a comer.
Arturo- está deliciosa tú comida, me encanta
Yo- Gracias Arturo
Los otros albañiles casi no hablaban, el que siempre me dirigía la palabra, muy rara vez los otros me hablaban.
Al terminar de comer levanté los trastes y los lleve al fregadero, mis hijos subieron a sus cuartos y yo me quedé hablando con los muchachos, me contaron que vivían en la obra y que así habían estado desde hace mucho tiempo, en ese momento se me ocurrió comentarles que si querían se podían quedar aquí, pero no lo hice.
Pasó un rato hasta que dieron las 12 am, se despidieron de mí y se fueron los otros dos albañiles, Arturo se quedó en la casa:
Arturo- Te ayudo a levantar los trastes y a recoger aquí
Yo- No te preocupes Arturo, no pasa nada
Arturo- Insisto
Yo- Gracias, eres muy lindo!
Mientras yo me dedicaba a lavar los trastes el recogía los demás, cuando terminó vino conmigo, yo seguía lavando los trastes, cuando de repente!
Sentía como con sus dos manos me tomaba de las nalgas y me las apretaba, yo me quedé en shock, pues no creía lo que Arturo había hecho, sin embargo no me molestó, al contrario me gustó, pero no quería parecer una puta tan fácil.
Después de agarrar mis nalgas, me dió la vuelta y me agarró de la cintura y comenzó a masajear mis nalgas, me estaba gustando, pero lo rechacé, al rechazarlo el me dijo.
Arturo- No quieres hacerlo conmigo
Yo- Arturo no te confundas, me caes muy bien, pero soy casada y no te dí motivos para ésto
Arturo- No me diste motivos? Entonces el quedarte quieta con el arrimón que te dí qué? Ponerte en posiciones para que te viera el culo no cuenta?
Yo- Arturo no te enojes por favor, me caes bien, pero no quiero tener sexo contigo.
Arturo- Está bien, discúlpame Naomi, pero por lo menos baila una canción conmigo.
Yo- Está bien, la que quieras
Me tomó de la cintura y yo a él del cuello y puso una canción, comenzamos a bailar.
Seguíamos bailando, el me pegaba a él y restregaba su bulto en mi entrepierna, hasta me hizo hacer un paso dónde yo subía la pierna en su espalda recargando mi vagina en su pene. Estaba un poquito mojada ya que cuando me quiso besar yo si quería.
Cuando terminó la canción el me dió las gracias y se fué.
Yo me fuí a mí cama y me quité toda la ropa sólo quedándome en mi tanguita y me dormí.
Continuará
3 comentarios - Cambio de casa parte 2