Al segundo día Gaby paso buena parte de la mañana durmiendo, ella nunca había tenido una actividad sexual como la que había pasado el día anterior. A veces volvía de bailar con las amigas y los domingos esos dormía como ahora hasta muy tarde, pero eso seguramente era por el alcohol y el baile. Ella nunca me había sido infiel hasta donde me conto y estas locuras desde que salimos de Bs As la habían puesto tetona putona como nunca antes.
Yo todavía no sabía si lo del día anterior había sido tan bueno o tan malo, por un lado me había supercalentado ver a mi novia así, por otro lado había ido muy lejos. Mire por la ventana y de pronto algo que vi me hizo tomar una decisión, no podía dejar que ella tome las vacaciones que yo había imaginado a su antojo, toda esta idea original era mía y ella de pronto estaba haciendo lo que quería. Yo tenía que dominar la situación nuevamente. Quería ser el tipo más enviado, no el más cornudo. Así me dispuse a hacer algo que hoy lo veo a la distancia como un error, pero en el momento me parcia gran idea.
Desperté a Gaby con un desayuno, se levantó y no pude evitar mirar esos pezones marcados en su camisón ,tan duros y llamativos como todas las mañanas. Se lo mencione y ella riendo me dijo lo mismo de mi pija, que de solo imaginar lo que iba a hacer se me explotaba de excitación. Le dije que ella la había pasado bien ayer y que ahora me tocaba a mí. Ella sonrió así que me acerque, agarre la funda de la almohada y le vende los ojos, le dije que me la quería coger contra el sillón y la lleve, la puse en posición y abrí las cortinas de la habitación el hotel se encontraba en una zona arbolada por lo que no había nada cerca más que el segundo ala que aún estaba en construcción. Nosotros estábamos sobre el ala A que ya estaba en uso. El ala B se encontraba bastante cerca y en esa ala en construcción estaban los obreros en plena obra. Mi ida de exhibir a mi novia y ser el tipo más enviado de todo Mar del Plata estaba otra vez en mis manos. Igual que las tetas de Gaby, las que agarraba desde abajo y ofrecía en bandeja a la atónita mirada de los primeros obreros que fueron notando la situación. Gaby se tocaba la concha mientras me la garchaba parado desde atrás, se metía un dedo en la boca y lo chupaba como si fuese otra pija, lo cual se notaba era mucho para los muchachos de la construcción que ya desabrochaban sus overoles y se castigaban con la escena porno más real que podían imaginar en esa tarde. Le pedí a Gaby que me la chupe, que le quería acabar la boca y las tetas, así que la acomode culo hacia la ventana y les dila mejor imagen que podían tener. A esta altura eran como 15 o 20 tipos que se llamaban entre ellos para ver el espectáculo. Yo les pegaba unas nalgadas terribles las cual Gaby disfrutaba y ni hablar nuestro público de enfrente. Cuando fue mucho para mí se la saque de la boca la puse de costado para que nadie se perdiera nada desde la venta le pedí que saque la lengua, me pare en el sillón y desde arriba la bañe en leche, toda la cara y todas las tetas. Hermoso!!! Enfrente notaba como festejaban mi final. Era el rey nuevamente! Le saque a Gaby la venda y de pronto se vio ante la mirada de muchos desconocidos a través de la ventana, instintivamente trato de taparse, después me miro y rio. Se empezó a vestir mirando hacia la ventana, se quedó en tetas para regalar un poco más a nuestro público que estaba más que asombrado al ver como ella se acercaba, abría la ventana y les entregaba un plano único de sus 2 tetas, el momento me pareció tan maravilloso que le saque una foto desde mi costado tirado en la cama. Ella acariciaba en forma circular con las dos manos y les regalaba sus mejores caras de putona. Esas que ella solo podía poner que no sabías si te gustaban más esas terribles tetas o la cara de puta viciosa que ponía.
Gaby cerro la venta y me pidió que nos fuéramos para la playa, para mi sorpresa esta vez fuimos juntos. Yo me sentía el rey de la playa, del hotel, de Mar del Plata! Que larga la tenía! Le dije a Gaby que me metía un rato al agua y volvía, la verdad es que no pasaron más de 15 minutos hasta que volví y no encontré a Gaby. Mire alrededor y no la encontraba, fui hasta el agua y no la veía. Algo me hizo pensar que podía haber vuelto con los bañeros, pero estaban tomando mate con todo el lugar abierto, asi que después de dar unas vueltas por la playa volví al hotel un tanto desesperado. Empecé a pensar, daba vueltas y no sabía que hacer, hasta que después de un rato apareció Gaby por la puerta de la habitación, se sorprendió de verme ahí, y yo me sorprendí de verla sucia de cal… aunque ahí entendí todo. Ella se había puesto a la delantera otra vez. Me contó que había vuelto en malla por la calle al hotel, su idea era llamar la atención de algún albañil y chupársela. Cuando llego a la puerta del hotel, el recepcionista la vio venir y la llamo, le dijo que enfrente en el conteiner a modo de oficina que había el capataz quería hablar con ella. Era su oportunidad, si no se la chupaba a un albañil por lo menos iba a ver que pasaba con el capataz en su oficina. Así nomas en tanga y esa malla de corpiño que le salían tetas por todos lados se metió en el conteiner donde para su sorpresa se encontró con 4 obreros más de los que había saludado por la ventana y el recepcionista que también entro y cerró la puerta tras él. Ahí el capataz la miro de arriba abajo y le dijo:
_ me dijeron mis muchachos que los estuviste distrayendo desde la ventana, eso no puede suceder más porque acá si no trabajan pierde plata el hotel y a mí me cagan a pedos. Mejor te propongo que vengas en los horarios de almuerzo como ahora y en la oficina haces de nuestra putita un rato al día.
Ella viéndose rodeada por 6 tipos en el lugar que cada vez se le acercaban mas a punto de sentir su respiración encima apenas pudo esbozar un suspiro de calentura, lo cual fue bien tomado por los muchachos que se abalanzaron desnudándola y chupándole las tetas desesperadamente. Se las dejaron todas marcadas, le cachetearon el culo, las tetas y la llenaron de cal y leche, la garcharon entre todos y la acabaron por todas partes. El garche con los guardavidas había sido algo fino al lado de esto que fue veloz y violento. Le pidieron que mañana vuelva a la misma hora, lo cual ella asintió, pero la verdad es que se la veía asustada. Estaba marcada por todos lados y la ropa que tenía para el resto de las vacaciones no le iba a servir para tapar mucho los chupones y las marcas que le habían dejado. Encima mañana se avecinaba más de eso. No estaba en los planes de ninguno de los 2 eso y algo nuevo íbamos a tener que pensar…
Yo todavía no sabía si lo del día anterior había sido tan bueno o tan malo, por un lado me había supercalentado ver a mi novia así, por otro lado había ido muy lejos. Mire por la ventana y de pronto algo que vi me hizo tomar una decisión, no podía dejar que ella tome las vacaciones que yo había imaginado a su antojo, toda esta idea original era mía y ella de pronto estaba haciendo lo que quería. Yo tenía que dominar la situación nuevamente. Quería ser el tipo más enviado, no el más cornudo. Así me dispuse a hacer algo que hoy lo veo a la distancia como un error, pero en el momento me parcia gran idea.
Desperté a Gaby con un desayuno, se levantó y no pude evitar mirar esos pezones marcados en su camisón ,tan duros y llamativos como todas las mañanas. Se lo mencione y ella riendo me dijo lo mismo de mi pija, que de solo imaginar lo que iba a hacer se me explotaba de excitación. Le dije que ella la había pasado bien ayer y que ahora me tocaba a mí. Ella sonrió así que me acerque, agarre la funda de la almohada y le vende los ojos, le dije que me la quería coger contra el sillón y la lleve, la puse en posición y abrí las cortinas de la habitación el hotel se encontraba en una zona arbolada por lo que no había nada cerca más que el segundo ala que aún estaba en construcción. Nosotros estábamos sobre el ala A que ya estaba en uso. El ala B se encontraba bastante cerca y en esa ala en construcción estaban los obreros en plena obra. Mi ida de exhibir a mi novia y ser el tipo más enviado de todo Mar del Plata estaba otra vez en mis manos. Igual que las tetas de Gaby, las que agarraba desde abajo y ofrecía en bandeja a la atónita mirada de los primeros obreros que fueron notando la situación. Gaby se tocaba la concha mientras me la garchaba parado desde atrás, se metía un dedo en la boca y lo chupaba como si fuese otra pija, lo cual se notaba era mucho para los muchachos de la construcción que ya desabrochaban sus overoles y se castigaban con la escena porno más real que podían imaginar en esa tarde. Le pedí a Gaby que me la chupe, que le quería acabar la boca y las tetas, así que la acomode culo hacia la ventana y les dila mejor imagen que podían tener. A esta altura eran como 15 o 20 tipos que se llamaban entre ellos para ver el espectáculo. Yo les pegaba unas nalgadas terribles las cual Gaby disfrutaba y ni hablar nuestro público de enfrente. Cuando fue mucho para mí se la saque de la boca la puse de costado para que nadie se perdiera nada desde la venta le pedí que saque la lengua, me pare en el sillón y desde arriba la bañe en leche, toda la cara y todas las tetas. Hermoso!!! Enfrente notaba como festejaban mi final. Era el rey nuevamente! Le saque a Gaby la venda y de pronto se vio ante la mirada de muchos desconocidos a través de la ventana, instintivamente trato de taparse, después me miro y rio. Se empezó a vestir mirando hacia la ventana, se quedó en tetas para regalar un poco más a nuestro público que estaba más que asombrado al ver como ella se acercaba, abría la ventana y les entregaba un plano único de sus 2 tetas, el momento me pareció tan maravilloso que le saque una foto desde mi costado tirado en la cama. Ella acariciaba en forma circular con las dos manos y les regalaba sus mejores caras de putona. Esas que ella solo podía poner que no sabías si te gustaban más esas terribles tetas o la cara de puta viciosa que ponía.
Gaby cerro la venta y me pidió que nos fuéramos para la playa, para mi sorpresa esta vez fuimos juntos. Yo me sentía el rey de la playa, del hotel, de Mar del Plata! Que larga la tenía! Le dije a Gaby que me metía un rato al agua y volvía, la verdad es que no pasaron más de 15 minutos hasta que volví y no encontré a Gaby. Mire alrededor y no la encontraba, fui hasta el agua y no la veía. Algo me hizo pensar que podía haber vuelto con los bañeros, pero estaban tomando mate con todo el lugar abierto, asi que después de dar unas vueltas por la playa volví al hotel un tanto desesperado. Empecé a pensar, daba vueltas y no sabía que hacer, hasta que después de un rato apareció Gaby por la puerta de la habitación, se sorprendió de verme ahí, y yo me sorprendí de verla sucia de cal… aunque ahí entendí todo. Ella se había puesto a la delantera otra vez. Me contó que había vuelto en malla por la calle al hotel, su idea era llamar la atención de algún albañil y chupársela. Cuando llego a la puerta del hotel, el recepcionista la vio venir y la llamo, le dijo que enfrente en el conteiner a modo de oficina que había el capataz quería hablar con ella. Era su oportunidad, si no se la chupaba a un albañil por lo menos iba a ver que pasaba con el capataz en su oficina. Así nomas en tanga y esa malla de corpiño que le salían tetas por todos lados se metió en el conteiner donde para su sorpresa se encontró con 4 obreros más de los que había saludado por la ventana y el recepcionista que también entro y cerró la puerta tras él. Ahí el capataz la miro de arriba abajo y le dijo:
_ me dijeron mis muchachos que los estuviste distrayendo desde la ventana, eso no puede suceder más porque acá si no trabajan pierde plata el hotel y a mí me cagan a pedos. Mejor te propongo que vengas en los horarios de almuerzo como ahora y en la oficina haces de nuestra putita un rato al día.
Ella viéndose rodeada por 6 tipos en el lugar que cada vez se le acercaban mas a punto de sentir su respiración encima apenas pudo esbozar un suspiro de calentura, lo cual fue bien tomado por los muchachos que se abalanzaron desnudándola y chupándole las tetas desesperadamente. Se las dejaron todas marcadas, le cachetearon el culo, las tetas y la llenaron de cal y leche, la garcharon entre todos y la acabaron por todas partes. El garche con los guardavidas había sido algo fino al lado de esto que fue veloz y violento. Le pidieron que mañana vuelva a la misma hora, lo cual ella asintió, pero la verdad es que se la veía asustada. Estaba marcada por todos lados y la ropa que tenía para el resto de las vacaciones no le iba a servir para tapar mucho los chupones y las marcas que le habían dejado. Encima mañana se avecinaba más de eso. No estaba en los planes de ninguno de los 2 eso y algo nuevo íbamos a tener que pensar…
3 comentarios - Las tetas de mi novia por Mar del Plata Dia 2