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Mi hermana Stef - 4

Continua la mañana después del incidente. Stef está a punto de cometer una locura.


Mi hermana Stef - 4

Dos días antes – II

Stef respiro, intento tranquilizarse. Si, su hermano era atento, cariñoso, con un cuerpazo, guapo y con una verga descomunal, pero al fin y al cabo era su hermano. No podía tener ese tipo de pensamiento nunca más.

No importaba que tuviera la mismisa verga de sus sueños, excitarse pensando en él estaba totalmente mal.

¿Pero que no acaso el también se excitaba pensando en ella? El mismo lo confesó ayer, siendo así, ¿no sería mejor que fuera mutuo?

Stef estaba demasiado confundida, no podía creer que nunca se hubiera dado cuenta que su hermano calzaba semejante cipote y, de hecho, ahora que lo pensaba, tampoco es que fuera totalmente su culpa excitarse viéndola. Dado que siempre había sido un hermano cariñoso y protector, jamás tuvo algún tipo de dilema al ir con poca ropa por la casa, con blusas delgadas y semitransparentes, calzones tipo cacheteros e incluso tangas que se le metían perfectamente entre las gordas nalgas. Supuso que su hermano no tenía ningún tipo de problema con que su hermana pequeña fuera tan ligera de ropa porque, jamás la vería con ojos de morbo.

“¡Pero que va a ser mujer!” Se contesto mentalmente. “Vas por ahí moviendo las caderas y enseñándole el culo, te acercas y le apoyas las tetas casi en la cara, ¿acaso creías que después de años no se le pondría la verga como un garrote al verte? Sera tu hermano y lo que quieras, pero es hombre y tiene necesidades, y más con el tremendo pitote que tiene, obviamente en alguna ocasión iba a dejar de verte como hermana para pensar en ti como una concha que quiere reventar a vergazos.”

Stef salió de la cama, necesitaba calmarse, esa voz en su interior tenia razón. Ningún hombre podría estar con la verga dormida con semejante mujer paseándose por la casa en poca ropa. Si muchos se habían pajeado hasta el cansancio con sus fotos en lencería, ¿qué sería de su hermano?

Y entonces cayó en cuenta, ¿Lu se masturbaba pensando en ella? No, no puede ser porque es su hermano. Pero entonces, ¿Qué hace cuando se excita? O sea, antes tenia a Dani y con ella podía sacar todas sus ganas de coger, pero si hace casi un mes ya no estaban juntos… ¡Ay pobre! Seguro la estaría pasando fatal teniendo a una hembra culona y deliciosa paseándose en tanga todos los días y sin tener con quien coger.

Stef sintió mucha tristeza por Lu.

Un mensaje la saco de su trance, era Cata.

—Tefy, ¿mañana si me acompañas a hacer un tatuaje?

—Si si, claro que vamos.


De pronto vio la hora, eran ya las 11 de la mañana. No podía seguir más en cama y mucho menos pensando en vergas y sexo. Así que rápidamente hizo la cama y con un poco de nervios, salió de su cuarto.

Anoche después de dejar a Lu en el baño, se encerró en su habitación. Pero en la madrugada escucho unos ruidos raros y entendió que quizás a su hermano se le había bajado un poco la borrachera y como pudo fue hasta su cuarto. De hecho, cuando se acercó, noto que ni siquiera había cerrado bien la puerta.

¡Ay Dios, en serio que no me la pones nada fácil!

Al mirar dentro del cuarto se encontró con su hermano, totalmente desnudo, luciendo sus pectorales marcados, su abdomen plano y los fuertes brazos, pero por supuesto, lo único que le importo a Stef fue ver que tenia la verga completamente erecta.





hermano



¡Carajo! Vaya bestia, pensó ella. Ayer ya se veía preciosa estando flácida y ahora que podía verla bien parada era una maravilla. No solo había crecido bastante de largo, era mucho más gruesa, las venas se marcaban por todo el tronco y la gorda cabeza, habia salido por fin del capullo. Bien redonda, rosada, como si fuera una paleta de caramelo que te invita a querer chuparla.

Cegada por esa visión Stef camino lentamente hasta pararse a lado de la cama de Lu, este se movió un poco por lo que se asustó. Sin embargo, solo se acomodó pasando su brazo por su cabeza, casi como si estuviera invitándola a admirar su tremenda vergota, como si se la estuviera presumiendo.

Stef en ningún momento dejo de verla. Ahora que estaba solo a unos centímetros de ella, se veía imponente. Un verdadero obelisco de carne, a pesar de estar erecto daba la impresión de que todavía no había llegado a su punto máximo de excitación. Stef ni cuenta se dio que su mano ya se dirigía a tocar semejante vergota.

En cuanto su mano hizo contacto, el pitote se tensó. Aun inconsciente, el contacto de otra piel era algo que su instinto lograba percibir. Stef lo tomo, pero no pudo cerrar su mano, ¡dios si que había crecido en grosor!
Con sumo cuidado, la agarro desde la base y se dio cuenta que necesitaría por los menos 4 de sus manos para poder cubrir a la bestia, fue subiendo de forma suave hasta llegar a la cabeza, no paraba de preguntarse cuanto mediría esa maravilla de la naturaleza. Entonces la serpiente tuvo un espasmo, de pronto se endureció y su hermano solo un ligero gemido.

Seguro está teniendo un rico sueño, pensó Stef.


Volviendo a su tarea, Stef se sentó a lado de su hermano y usando las dos manos fue acariciándola. Una mano se enfocaba en la gorda cabeza, dando ligeras caricias que parecían gustarle pues las venas comenzaron a marcarse más. La otra mano por su parte, se dedico a explorar los gordos huevos. Y es que hasta ese momento no había notado que no solamente tenia un verga enorme, los testículos también eran de un tamaño anormal.

Seguro es que los lleva llenos, pensó. ¿Pero y si no? ¡Ay dios mío, lo que debe de eyacular con ellos!

Eran redondos como dos pelotas de tenis, aunque su piel era suave, se dio cuenta que estaban bastante pesados. Esa vergota pareció crecer un poco más con esos juegos, la mano de Stef paso de ser simples caricias a sujetarla firmemente para sentir lo dura que estaba. Era como un fierro, totalmente firme y caliente, las venas ya lucían totalmente congestionadas de sangre y supuso que había llegado a estar completamente rígida.

Muy despacio, había comenzado a subir y bajar la mano haciéndole un lenta pero deliciosa paja, deleitándose y babeando al ver como su mano tenia que hacer un gran camino para ir desde la base a la cabeza. Poco a poco esta habia pasado de un color rosado a ser mucho más oscura, y un poco de líquido preseminal comenzó a aparecer por la punta.

Durante 3 minutos, Stef no dejo de masajearle los testículos y pajear a Lu. Ningún pensamiento coherente pasaba por su mente, ese ya no era su hermano, era la mejor verga que había visto en su vida, ya verga que siempre soñó y que ahora tenia en su mano. La cabeza cada vez lucia más congestionada y el líquido preseminal ya comenzaba a escurrir por el tronco, era como si la invitara a probarla.

Stef abría la boca como si le faltara el aire, la concha la sentía como un infierno, ya estaba más que empapada. Los pezones le dolían de lo excitada que estaba, si alguien llegara a meterle los dedos en el coño, estaba segura de que se vendría al toque.

Dejo de masajear los huevos y con las dos manos se dedico a jalarle la verga más rápido a Lu, cada vez más rápido, cada vez haciendo un poco más de presión. Los gemidos de Lu solo le hacían notar que lo estaba haciendo bien y que le encantaba.
¡Ay es que no puede ser!, pensó de repente. ¡Que cosota tengo entre las manos!




incesto





Sus dos manitas, iban y venían por esa verga sin fin, no sabia ya ni como se llamaba, lo único que quería era ver a ese miembro enorme descargar litros y litros de leche como tantas veces había visto en el porno. Pero entonces paro, antes quiso comprobar cual era la medida de semejante monstruo, así que con desesperación fue a su cuarto por una cinta de medir.

Colocándola desde la base hasta la punta, ¡dios! Le dio un escalofrió y sintió como su conchita tuvo un espasmo, ¡necesitaba carne ya! Midió también el grosor y simplemente no cabía de la sorpresa, era mucho mejor que todas aquellas vergas que veía en el porno, era enorme, dura como el acero y con un grosor que dejaría cualquier coño sin poderse cerrar para siempre.

El corazón le latía sin parar, el coño le picaba, chorreaba, demandaba que ya le metieran algo, un dildo, los dedos, ¡cualquier cosa! Si esto seguía así, iba a terminar por subirse encima de Lu y empalarse ella sola en su tremenda vergota.

Pero antes, la quería probar. A Stef casi nunca le gusto mamar la verga, solo lo hizo dos veces por compromiso, pero esta situación la excedía. Jamás en su vida había estado así de caliente, necesitaba coger con quien sea o lo que sea, la concha le latía exigiéndole verga, necesitaba el alivio del orgasmo o se iba a volver loca. Así que, sin dudarlo, abriendo la boca todo lo que pudo, trato de comerse la gruesa cabeza.

En ese momento, todo cambio.





pijudo

3 comentarios - Mi hermana Stef - 4

garcheskikpo
A caray! se le fue de las manos literalmente lasituación a Steff
ArcangelIkaros +1
Y esperen lo que viene. Gracias por pasar y comentar 😊
garcheskikpo
pues aqui lo voy a estar esperando para leer
GodBroskey
Excelentes! Espero la continuación… van +10
ArcangelIkaros +1
Gracias por tu comentario y por los puntos, espero en la semana subir otros capitulos más.
ChenXin
Por favor dale un final a Ayuda Familiar, es muy buena serie de relatos, lo dejaste en la mejor parte.
ArcangelIkaros
Hola, por el momento no tengo pensado continuarla, solo subiré esta historia de Stef.
ArcangelIkaros
Pero nunca digas nunca, a lo mejor después de acabar esto, la retome