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Deseo Prohibido. Capítulo Final:

“Una dulce venganza” 

Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/4420279/Deseo-Prohibido-Capitulo-l.html
Capítulo anterior: http://www.poringa.net/posts/relatos/4532941/Deseo-Prohibido-Capitulo-XV.html

Lorena tras ese tentador encuentro con Max, camina de regresó a la sala, esperando no encontrar a nadie ahí, para su fortuna fue así, ella se sentó en su silla y miraba al techo, tenía un hormigueo en su vulva muy intenso, Max la había dejado muy cachonda sin duda. Quería que todo aquello terminase, para ir a su apartamento y pasar la noche junto a Félix. Sumergiéndose en sus pensamientos obscenos se tocaba la vagina, rozando su clítoris sobre la tela de su braga, –“Ooohh”- gimió al mismo tiempo que Alonso entraba al lugar. 

Fue entonces que el maduro aprovecho que nadie estaba a su alrededor para aproximarse a esa hembra que desde la vio, le había dejado la polla bien erecta. Sin que ella se diera cuenta, el hombre se le arrimó, cargándola la deja sentada en la mesa, la Milf nerviosa solo ve como el padre de su hija se agachaba y pasa lentamente su lengua sobre su coño húmedo. Ella quería detenerlo, no obstante, aquello se sentía estupendo y todas las cogidas con él se le venían a la cabeza. 

Lorena: A-A-lon… Alonso… 

Alonso: Extrañaba este meloso y adictivo sabor tuyo. 

Enunció el hombre dando pequeños mordisco a esos labios vaginales. La mujer se sostenía de la mesa a la vez que sus piernas envolvían en cuello de ese maduro que más de una vez la había hecho disfrutar y conocía a la perfección su voluptuoso cuerpo. Esos lengüetazos eran ligeros, pero muy estimulantes, –“Pa-para po-po-por favooorr”- suplicó la Milf con la voz agitada, sin embargo, Alonso no le hizo caso y continuó con su jueguito, no solo dando tímidas lamidas, sino que también tocando levemente ese ano con sus dedos.   

La mujer perdía poco a poco su control y empezaba a desear tener dentro de ella esa tranca vigorosa, además de sentir esa lengua atrevida en su boca. Él viendo que ese coñito estaba lo suficiente lubricado, asciende para tocar esos labios que hace 18 años dejó de saborear. Una parte de Lorena quería evitar abrir la boca, pero esa lujuria que la consumía en ese momento, hizo que la abriera y esperada por esa lengua que se aproximaba y se engullía. Exasperado Alonso empezó a amasar esas gordas tetas sobre el vestido de la mujer.

Apartando su boca de ella, se relame y se baja el cierre para liberar su pene erecto, la Milf agitada volvía a tener un pequeño rayo de luz de conciencia. Aunque ese hombre le allega su miembro para rozárselo con su vulva y mordisqueándole el lóbulo le susurra, –“Tus labios siguen siendo tan ricos como siempre, no sabes cuánto te he extrañado mi pequeña perrita, no he podido encontrar a ninguna mujer que pueda domar mi verga como tú”-  

La madura se mordía los labios y sus piernas tiritaban, su húmedo y cálido chocho ansiaba ser penetrado de una vez. –“Siempre que llegó a mi despacho, se me viene a la mente cuando tú pasaste esas dos maravillosas semanas conmigo y luego de una reunión larga de negocio como está, me esperaste desnuda. En cuatro me meneabas esta exquisita cola y me presumías tu sabroso coño”- murmuró, haciendo que la mujer reviviera esa escena.
Deseo Prohibido. Capítulo Final:


Ella estaba muy cachonda para pensar con claridad, tomándolo de la corbata lo allega a su boca y lo besa. Alonso a diferencia de Max tenía algo a su favor para hacer perder la cabeza a esa hembra y eran las folladas que habían tenido en el pasado. No obstante, cuando todo parecía indicar que la Milf se entregaría a ese hombre otra vez, la imagen de Félix se le cruza en la cabeza. Solo bastó aquello para que se separe de él, mirándolo con vergüenza se baja de la mesa y sale corriendo. 

Como si Dios se había apiadado de ella o la había premiado por resistirse a la tentación, observó en el hall a Félix, que estaba charlando con Juliette y Marie. Una sonrisa bastante pícara se le formo a la madura y se acercó donde ellos. Dándole un beso en la mejilla al joven y colocando su brazo entre sus senos, le dice. 

Lorena: ¿Qué haces aquí, cariño?

Félix: Como ibas a salir tarde, pensé en venir a buscarte, para que no andes caminando por las calles a estas horas. 

Lorena: Eres tan tierno. Aunque dudo que mi colega o mi jefa iban a dejar que me vaya sola y caminando. Pero debo admitir que me siento muy segura ahora contigo. Acompáñame a mi despacho, necesito mostrarte algo. 

Félix: Ok. 

Marie le señaló a la mujer que en un par de minutos iban a retomar las negociaciones, mientras ella se dirigía con su joven amante a su oficina. Félix había quedado maravillado con la jefa de Lorena y está con él, hubo un cierto coqueteo entre ambos, que Juliette presenció. Pero solo fue eso, un inocente coqueteo y él no estaba loco por Marie, todo lo contrario, sus ojos, su corazón y su verga, seguían siendo de la madre de su amiga, más ahora sin Sofía por medio. 

El muchachito al observar pausadamente a su vecina en ese vestido corto y descotado, no tardó en tener el pene totalmente erecto. Teniéndolo duro como una roca, se acerca a la mujer, ella se daba cuenta de las miradas de su joven amante. Fingiendo que tenía calor, deja más descubierto sus senos y hacía que Félix perdiera la cabeza. El jovencito toma a la Milf y la acorrala en su escritorio como Alonso lo había hecho hace unos minutos atrás, aunque esta vez nada se resistía en ella. 

Lorena: (Traviesa) ¿Qué pasa, pequeño? ¿Necesitas algo?

Félix: Ya no aguanto más, quiero hacerlo aquí y ahora.

Lorena sonriendo traviesamente, allega su boca lujuriosa a la del muchacho y lo besa apasionadamente. Tocando sus cuerpos se iban retirando la ropa, Félix parecía el más emocionado de los dos, bueno quien podría culparlo, con una mujer tan atractiva y cachonda como Lorena, cualquiera perdería la cabeza. El vestido y la ropa interior de la Milf, literalmente salieron volando, ella apenas le había quitado la cazadora de cuero y camiseta al muchacho. 

Las manos juguetonas de Félix fueron directamente hacía las tetas de la mujer, las apretabas, pellizcaba y estiraba. Lorena detiene al muchacho y se aparta de él, este confundido, ve como la Milf se baja del escritorio y se colocaba en cuatro en el suelo, moviendo su cola madura, mientras decía, –“¿Qué esperas? Tu comida está servida”-, el chaval a pesar de haber visto en la mañana ese cuerpo desnudo, no puede evitar quedar alucinando como si fuese la primera vez.  

Félix no tardo en acercarse a ese chocho húmedo, para comerlo. Mordisqueaba los labios vaginales y su lengua jugaba gentilmente con el interior de la mujer. Sus dedos acariciaban suavemente el clítoris, haciendo que los suspiros de la madura aumenten. Su cuerpo ya comenzaba a desear esa joven y gruesa verga dentro de ella. Félix sentía como se hinchaba su polla dentro de su pantalón, dándole un pequeño descanso a la Milf, se desabrocha y libera su pene. 

Retoma su comida de coño y no para hasta que la madura explota en un orgasmo. Aún con esa vagina goteando, él acerca su miembro y deja que se bañe con esa cascada que caía, luego lo perfila y se la clava bien profundo a la mujer. Lorena soltó un gran grito de placer, no obstante, como habían personas cercas, lo reprimió fugazmente. La Milf estaba feliz no solo por tener ese tronco recorriendo sus entrañas, sino porque por primera vez, fue capaz de negarse a Alonso, todo porque amaba más lo que le hacía sentir Félix.

Ella sabía que no podía estar más de 10 minutos, así que le pide a su amante que incremente esas estocadas. El muchacho lo hace y sentía como la vagina de esa hembra devoraba y apretaba su pene muy fuerte, él agarrando esos macizos senos, allega su boca al oído de ella para jugar con su lóbulo. Lorena mordía sus labios, tratando así de ocultar sus chillidos, sus pezones erectos entusiasmaban más al joven que siguió perforando esa estrecha vulva. 

La Milf pide cambiar de posición, ella se colocó de pie y una de sus manos se afirmaba en la persiana de su ventana, mientras el jovencito la seguía embistiendo profundamente y sus grandes tetas rebotaban. Notó por la abertura la figura de Alonso y Max, aquello la excitó todavía más de lo que ya estaba, haciendo que su cuerpo nuevamente tiemble. El jovencito se dio cuenta que la mujer se encontraba más cachonda y se debía a esos dos, celoso le preguntó quiénes eran.

Ella le responde que eran los socios con los que estaban en reunión, él fue relajándose al enterarse de eso, pero entonces la Milf soltó la bomba. –“Al chavalito, se lo chupe hace un mes y el vejete que luce muy bien para tener 58, fue mi amante hace 18 años atrás y es el padre de Romina”-, Félix se quedó desconcertado y sus penetraciones fueron disminuyendo. –“Uuufff, Félix no me hagas esto, sigue embistiendo como antes, por favor”- le susurró agarrando el cabello. 

–“Me has dejado flipando mujer”- contestó él, mirando fijamente al maduro que se veía tenso. –“Uuuhh… Entonces no me quiero imaginar cómo vas a quedar, si te confieso que esos dos trataron de hacerme suya, antes que llegarás- replicó ella con una sonrisilla, el muchacho mirándola le responde que eso lo daba por hecho, ya que era imposible resistirse a ella una vez probando su atractiva figura. La Milf sintiendo como esa pija llenaba su coño por completo, le consulta si no le colocaba celoso saber aquello.  

–“Solo un poco”- expresó el jovencito que retiraba con total tranquilidad su miembro, haciendo que a la madura le pareciera interminable ese desplazamiento y anhele profundamente tenerlo chocando con su útero. Félix sorprendió a la mujer y antes de que le vuelva a ensartar toda su polla, le murmura que debía ocupar su cuerpo para enloquecer a esos dos y hacer que firmen rápido los documentos. Lorena no podía negar que esa loca idea que había dicho el muchacho le gusto y la cachondeó. 

Lorena: ¿Ah, sí? ¿Y eso no te colocaría más celoso? 

Preguntó jadeando.

Félix: Quizás, pero si ellos ya han intentado algo contigo dudo que se detengan, así que debes ser más lista que esos dos y usar tus encantos. 

Lorena: Ooohhh, Fé-Fé-Félix… Así me gusta niñato… 

Exclamó experimentando una vez más el frenético bombeo que realizaba ese chico en su interior. Eran tan fuertes que tuvo que soltar la persiana y dejar su mano apoyada en la pared, tiritando de gozo. Él le mordisquea la oreja sin dejar de embestir, la mano de ella empieza a descender hasta caer encima de un mueble, ya no soportaba esas estocadas, sintiendo el orgasmo cada vez más cerca, la mujer se sostiene fuerte en ese mueblecillo y con la otra clavaba sus uñas en el cuello del joven.  

 
tetonas


Él susurrándole, le llena la cabeza de obscenidades a la Milf, ideas como follar delante de su jefa o del mismo Alonso, por ejemplo, hacía que ella se perdiera aún más en su locura ardiente. Su cuerpo fogoso ya se sentía completamente satisfecho, pero ese morbo que le inyecto Félix en sus pensamientos, hizo que imagine en unos leves segundos, aquellas situaciones, el rostro que colocaría Alonso, fue lo que más le genero excitación y como sus cuerpos estuvieran sincronizados, los dos se corrieron. 

Ambos quedaron exhaustos, aunque antes de tenderse en el suelo, se besaron. Ella apoyo su cabeza en el pecho del joven y él la abrazo. Pasaron varios minutos en esa posición, hasta que el celular del muchacho sonó, su padre lo llamaba para saber en dónde estaba y si se encontraba bien. Félix le decía que había ido hacerle compañía a su vecina en el trabajo, que no se preocupara, él cuelga y la Milf le comunica que ya tenía que irse. 

Ella se colocó de pie y comenzó a buscar sus prendas que estaban esparcidas por la oficina, el muchacho se vistió y luego ayudo a Lorena a encontrar su braga. Ella le pidió que se quedé ahí y la mirada por la persiana. Volvió a la sala y la reunión se retomaba, Lorena se percataba que tanto padre como hijo ya no disimulabas sus miradas como antes, no apartaba sus ojos de su escote, deseando esas grandes tetas. Ella se daba cuenta de estas miradas y aprovechaba las oportunidades para presumirles sus grandes encantos, tal como Félix le había dicho.

En la casa de su amigo por otro lado, las cosas se colocarían interesantes, Eduardo hablaba con su jefe. Horacio le comunicaba que esa reunión con Kumiko fue todo un éxito ya que ahora los chinos habían aumentado en el doble la cantidad de dinero, acelerando la producción del producto. Dándole las gracias a su empleado estrella, él no puede evitar consultarle cómo lo había hecho para conseguir aquel trato, a lo que el hombre se limita a decir que todo fue obra de su don de convencer. 

En eso golpean la puerta de su dormitorio, él que estaba mirando por su balcón, va a abrir y sus ojos se hicieron grandes, al ver a las dos hermanitas con unas orejas de gatos y lencería transparente. Ambas sonriente avanzaron y a la vez que él se despedía de su jefe, ellas lo hacían retroceder, hasta sentarse en su cama. Esas gatitas se sentaron en sus piernas, abrazando su cuello, el maduro no sabía que decir, más que apreciar a esas dos bellezas. 

Valentina: ¿Qué pasa Eduardo? ¿Acaso no te ha gustado nuestra sorpresa? 

Romina: Miau, y nosotras que habíamos puesto tanta ganas.

A Eduardo le tiritaba la barbilla, intentaba decir algo, sin embargo, sus cuerdas vocales parecían totalmente cortadas, prolongando un mudo suspiro. A pesar de eso, su tranca se endurecía paulatinamente dentro del pantalón, las jovencitas al notar ese bulto, vuelve a sonreír traviesamente. –“Hermanita, creo que el amo ya nos preparó la cena”- expresó coquetamente Romina, mordiendo su labio inferior, –“Sí y parece ser un gran y jugoso trozo de carne”- contestó Valentina relamiendo su boca.  

El hombre seguía en silencio y esas mininas empezaron a desbrochar los botones de su camisa. Al tenerla completamente abierta, ambas se allegaron a su pectoral y cada una fue lamiendo uno de sus pezones, entretanto con una de sus manos rozaban ese erecto tronco. Eduardo continuaba sin creer lo que realmente estaba ocurriendo, ni en sus más obscenas fantasías imaginó a sus dos primas con esos atrevidos y sexys atuendos, todo le parecía un candente sueño. 

Ellas sin dejar de chupar los pezones de él, soltaron su cinturón, para luego colocarse de rodillas en el suelo. Mirándose se ríen y pasan sus lenguas sobre el pantalón, torturando a esa verga madura que quería salir. Humedeciendo la zona de la entrepierna con sus abundantes salivas, las felinas ya planificaban su próximo movimiento, todo esto sin que Eduardo rompiera el silencio. Romina se da vuelta y gateando se desplaza hasta un estante, fue cuando el hombre se dio cuenta que esas chavalas tenían un butt plug como cola de gato ensartados en su culo.       

Valentina permaneció mojando el género del pantalón con su baba, cada lamida era más estimulante que la otra. Haciendo que la cabeza de esa polla sobresalga del bóxer y se asome. –“Oh vamos, dinos algo, que nosotras te hemos preparado esto con mucho amor”- dijo la pelo azul, aproximándose a esa glande que brillaba y soltaba liquido pre seminal. Él no podía reaccionar aún, pero sus gemidos dejaban en claro que le estaba encantando todo ese espectáculo. 

Romina regresó donde su tío y observa con atención a su hermana lengüeteando esa cabecilla hinchada y roja, la baba le fue corriendo por el mentón, codiciando poder lamer también. Valentina al darse cuenta que la tetoncita estaba maullando por querer saborear esa reluciente glande, se mueve un poco, generándole así un espacio suficiente, para que pueda unirse a la fiesta. –“Ooohh Dios santo”- fueron las primeras palabras que manifestaba el maduro, después de un largo silencio. 

Eduardo: Uuufff, sí… Sigan así mis lindas gatitas…

Esas declaraciones alegraron a las adolescentes que se turnaban para dar una lenta lamida. Sin haber tenido la necesidad de mamársela entera, la pija de Eduardo comenzó a palpitar, agarrándose de las sabanas, el hombre cierra sus puños y suelta como si fuera un volcán haciendo erupción su esperma. Algunos restos caían sobre el rostro de esas muchachas juguetonas, que sonreían con picardía. El maduro ya no quería ser el juguete de esas dos, sino estar al mando, mientras él se desvestía, ellas limpiaban el rostro de la otra a lamidas. 

Él ya desnudo, se quedó parado observando como esas dos chicas le devoraban el tronco con los ojos. Ellas gateando y maullando como felinas se le acercaron de nuevo, juguetonas arañaban las piernas de Eduardo a la vez que abrían sus bocas y trazando una línea circular en cada huevo se disponen a divertirse con estos como si fueran unas bolas de enjambres. El maduro les permitía aquello, porque le encantaba sus rasguños, encontraba excitante todo lo que se les ocurría a esas dos diablillas mininas.  

Mientras ellas pasaban el tiempo apretando, chupando y arañando esos huevos, el hombre desplazó sus manos hasta sus sujetadores, sin tener la necesidad de forzarlos, estos se abren y caen al suelo. Viendo esos pares de senos botando de un sector a otro, imagina cómo sería ser envuelto por ellos y que para colmo Alonso presenciada aquella vulgar, obscena y morbosa escena. Las muchachas sin dejar de actuar como gatitas le preguntan si él tenía en mente como continuar con la juerga.

Eduardo se quedó en silencio por un par de segundos, ya que estaba emocionadísimo con lo que iba a realizar, les pide que abrieran sus bocas lo más grande posible. Las dos acatan las órdenes y esperan pacientemente lo que ese hombre haría con ellas. Sin perder el tiempo él empieza a engullir su tranca dentro de la garganta de Romina, luego de dar un par de estocadas, la retira y se lo coloca a Valentina. Repitiendo el proceso por un par de minutos y tras follar a esas gatas por sus bocas, las carga y las deja en su cama. 

Se besaba con una y luego con otra, algunas veces las lenguas de los tres se enroscaban, todo aquello mientras el maduro movía los plugs que tenían esas jovencitas en sus culitos. Ellas sentían un gozo enorme y sus braguitas no tardaban en mojarse completamente. Mudo él se aproximó a esas vulvas empapadas, les dio una leve lamida sobre la tela haciendo que las dos se exasperen por tener ya esa polla madura dentro. El hombre mordió el calzoncito de la pelo azul y se lo retiró con los dientes. 

Apreciando lo brillante que estaba ese chochito, se relame y en cuestión de segundos se hunde en él. Valentina jadeaba y jugaba con sus tetas, por mientras su primo le hurgaba el clítoris con su lengua. Para que Romina no se colocara celosa, le raspa con sus dedos la vagina y luego revolvía el plug dentro de su ano, todo era un increíble sueño del que Eduardo esperaba nunca despertar. Vale no pudo seguir aguantando la comida de coño y se vino en la boca del hombre que trago gustosamente ese néctar.
 
Agitada, la de cabello azulado se quedó descansando en la cama, la tetoncita veía como él se le aproximaba y le da un ferviente beso, que mezclaba las salivas de ellos y el resto de jugos de su hermana. Eduardo aprovecha ese interminable intercambio de babas, para bajarle su tanguita y dejarla lista para que se zampe en esa vulva muy húmeda. Al terminar ese enérgico beso, el hombre mordisquea esos pezoncitos y luego desciende hasta el sexo de ella. 

Solo con sentir la respiración del maduro, Romina soltaba pequeñas cargas de su elixir, Eduardo sabía que estaba muy cachonda así que decidió ir despacio solo para provocarla todavía más. Pero esa muchacha se mostró templada, disfrutaba mucho de esas tiernas lamidas y del roce de esos pequeños vellos faciales con su órgano. Acariciando la cabeza de él, muerde sus labios y tira un breve coro de gemidos, con sus labios apretó la lenteja carnosa de la joven y tras jugar con ella por unos segundos, recibió los dulces juegos de la hija de su amiga. 

Romina: Jo… Joder, eso se sintió muy rico, mi amor. 

Expresó fatigada entre tanto él aún se embriagaba con sus fluidos. Las dos ya listas para seguir con jolgorio, se colocaron en cuatro. Meneando sus traseros, Eduardo les entierra dos de sus dedos a cada una en sus vaginas, mientras decidía a quien penetrar primero. No fue para nada una decisión sencilla, pero se terminó decantando por su querida e incondicional Romina. Agarrándola de la cintura le da una nalgada a cada uno de sus glúteos, para después comenzar con esa exploración dentro de ese apretadito chochito. 

Romina: Oooooohhhh… Di-Di-Diooooosssss…

Exclamó la muchacha con la voz entrecortada, al sentir la cabeza de ese pene entrando y dilatando sus labios vaginales. Eduardo a la vez que terminaba de ensartar su miembro, movía en forma circular ese plug, haciendo que la joven se inundada de un placer eterno. Valentina atenta observaba como el coño de su hermana tragaba ese tronco con una facilidad increíble y sus enormes tetas se tambaleaban por la presión que recibía al ser empotrada. 

Romina ya no era capaz de modular una palabra entre tanto disfrute, el cual incrementaría cuando finalmente tenía toda esa polla enterrada, ya que Eduardo jalando con fuerza le quita el plug, destapando ese anito que estaba maravillosamente abierto y lucía muy apetecible. Sujetándose con una mano en las caderas de ellas, empieza a embestirla cada vez de manera más frenética, clavándole y retirándole ese plug en el culo. Vale queda alucinando al ver los senos bailarines de su hermana, mientras recibía esa brutal follada. 

El hombre generoso invita a la de pelo azul a unirse a esa fornicación, ella gateando se allega y primero besa, quien sería desde entonces su macho. Luego lo ayuda con ese plug, generando un regocijo en su hermana, más cuando se lo quita e inicia a hurgar con su lengua dentro de este. Romina temblando trató de resistir un poco más, sin embargo, llegó a su límite y soltó un rio de fluidos. Cansada se queda boca arriba recuperando el aliento, entonces Valentina se coloca encima de ella, para que puedan besarse mientras era follada.

Valentina: Espero que a mí me des tan duro como a mi hermana y no te contengas, primo.

Eduardo: Fuaa, cómo me podría contener primita, si tu coñito luce muy hambriento y yo quiero alimentártelo muy bien.

Eduardo aún no era consciente de lo que estaba haciendo, ya que no solo estaba disfrutando y consumando una venganza personal que tenía, sino que aquella imagen de su tío cogiendo a su amiga que lo había atormentado por largos años, por fin desaparecía de su mente. Haciendo exactamente lo mismo que realizó con la joven tetona, lo aplicaba con Valentina, la cual le costó un poco absorber esa polla, porque no estaba acostumbrada a ella, solo la había tenido una vez dentro, aun así cuando lo logró, gritó eufóricamente.
 
Al mismo tiempo, Lorena lograba terminar esa densa reunión de negocios, en donde persuadió a Alonso presumiéndoles sus armas letales. El cincuentón estaba embobado, solo quería quedarse a solas con esa preciosa mujer, no obstante, antes de que él pudiera acercarse a ella, la Milf salió corriendo donde Félix que la esperaba en su despacho. En ese lugar el muchacho se mensajeaba con alguien, el tema parecía ser muy serio, ya que así su rostro lo reflejaba. 

Antes de que se diera cuenta que Lorena había entrado, ve como le arrebatan su móvil de sus manos. La madura parecía algo celosa, –“Vaya, ¿quién es Gretchen?”- consultó con un tono molesto, –“Espero que no sea una Milf alemana”- añadió con el ceño fruncido. El joven no pudo contener la risa, esto irrita más a la mujer que comienza a escribirle a la otra, pero justo Gretchen le envía unas fotos a Félix de un examen de embarazo y una imagen de un ultrasonido donde se apreciaba un feto.

Lorena: ¿Félix qué mierda es esto? 

Comentó desconcertada.
 
Lorena: ¡¿En verdad tienes una Milf alemana y la dejaste embarazada?! 

Gritó de rabia y casi llorando. 

Félix: ¡¿Qué?! Nooooo… 

Respondió él dejando de reír y levantándose de la silla de su amada. 

Lorena: ¿Entonces explícame esto? 

Félix: Cariño, ella es la esposa de Markus, bueno ahora su ex esposa. Resulta que antes de venir aquí, termine con Sofía y me sentí mal que Gretchen siga soportando las infidelidades de su marido con la puta de Sofía, así que le envíe todas las pruebas en donde salen ellos cogiendo. Pero resulta que ella ya sabía que su marido andaba de aventura con una muchacha, sin embargo, no sabía que era más que una. 

Lorena: ¿Cómo?

Replicó algo aliviada y a la vez abrumada por lo que le relataba el chaval.

Félix: Markus no solo estaba con Sofía, sino que también se follaba a la hija de unos amigos de él y Gretchen, a la cual ha dejado embarazada. Por eso esas fotografías. 

El jovencito se aproximó a la madura, agarrándola de las cinturas le zampa la boca, todo aquello mientras Alonso, caliente abría la puerta y contemplaba a la Milf enroscando sus labios con otro. Justo su celular suena, haciendo que la parejita se separe para mirar quién estaba ahí. Lorena al verlo se le dilatan las pupilas y se sonroja, él sin dejarla de mirarla contesta su llamada, era su esposa, la cual había estado llamándolo reiteras veces, él se justificaba que no le había contestado porque estaba en un negocio. 

Entonces la mujer le comunica que su hija había decidido irse, solo llevándose una pequeña maleta con un par de prendas. Alonso dijo que no debía preocuparse que eran berrinche de niña, como los que tenía siempre, entonces escuchó enfurecida a su esposa, que le exigió que llamé a Valentina. Sin tener otra opción le marcó a la joven, quien tardó en responder, pero cuando lo hace, oye su voz agitada y chillando.
 
Alonso: ¿Cómo eso que te has ido de casa? 

Preguntó cabreado. 

Valentina: Oooohhh… Hhhhhmmmgg… Sííí… ¿Y q-qué con eso? 

Alonso: Tu madre está preocupada así que te regresas inmediatamente a la casa niña, si no quieres perderlo todo. 

Valentina: Jo-jodete papá… Puedes co-controla la vida de mi hermano, pe-pero la mía no. 

Contestaba ella sintiendo la enorme verga de Eduardo deslizándose por sus paredes y golpeando su útero, mientras su anito era embestido por ese plug y sus tetas se sobaban con los de Romina. 

Alonso: ¿Qué? ¿En dónde coño estás? 

Valentina: Hhhmmm… Eeehhh… E-en la casa de mi pri-primo Eduardo… Diooooosss…

Alonso: ¡¿Eduardo?! 

Pegó el grito al cielo, causándole una pequeña carcajada a Lorena que estaba abrazada a Félix. 

Valentina: Sííí… ¿Qu-quieres saludarlo? Uuuhhh…

Consultó con picardía y pasándole el móvil al maduro que sonreía con malicia. 

Eduardo: Hola mi querido y estimado tío, ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos… Uuuff… 

Alonso: Eduardo, ¿qué mierda crees que haces?

Eduardo: Nada, solo le doy amor a tu niña, algo que tú no le diste. Sabes, pasé mucho tiempo odiándote por meterte con Lorena, pero ahora te estoy agradecido, por darme dos bomboncitos con los que puedo divertirme.

Alonso quedó extrañado con esa declaración, oyendo unos gemidos intenta decir algo, no obstante, le cortan antes. –“¿Có-cómo que dos?”- intentaba comprender esas palabras, entonces Lorena que estaba tomada de la mano con Félix y se dirigía a la salida, le dice ya sin miedo la verdad que oculto por años. –“Debe referirse también a Romina, nuestra hija”-, Alonso al escuchar esa afirmación quedó boquiabierta, la Milf sin soltar a su joven novio, sale de la oficina y se va sin decir nada más con una sonrisilla aliviadora.   

Eduardo había sacado su pija dentro del coñito de Valentina y se encontraba echado en la cama, recibiendo una paja de esas dos con sus senos. Él sacaba fotos de ese instante para atesorarlo como uno de sus mejores días, –“Ooohh sigan así mis gatitas, estoy cerca, ya tendrán su leche que tanto les encanta”- enunció con un gozo enorme, –“Entonces Eduardo, no te molesta que me quedé aquí”- consultó Valentina mordisqueando esa cabeza que empezaba a palpitar. 

Eduardo: Claro que no, puedes quedarte el tiempo que quieras aquí, ni a mí ni a Romi nos molesta tu presencia. 

Romina: Sí hermanita, quédate aquí con nosotros por mucho tiempo, que yo quiero seguir compartiendo contigo y conociéndote mejor. 

Valentina: Mientras me compartas este troncazo, yo puedo quedarme por vida aquí. 

Dijo traviesamente, a la vez que el maduro soltaba sus descargas, cubriendo a esas dos mininas de semen. Ellas se saboreaban, cuando de pronto la puerta del dormitorio se abre, eran Gabriela y Belén vestidas de conejitas. –“Pero que guarras, no nos esperaron”- manifestó la rubia molesta. –“No te preocupes Gabriela, aún tengo energía de sobra para ti y esa hermosa conejita de chocolate”- respondió con una sonrisa entre sus mejillas.  

Ellas se aproximaron, tocando ese paquete duro y húmedo por los jugos de las hermanitas y saliva. –“Te vamos a demostrar que las conejitas son mejores que las gatas”- dijo Belén mordiéndole los labios al hombre, –“Uufff, no quiero dudar de ti negrita, pero esas dos dejaron la vara muy alta, así que lo máximo que puedes hacer es igualarlas”- contestó besándola y tocándole su redondito culito, para continuar con la fiesta.

Mientras ellos enroscaban sus lenguas, Gabriela descendía y se colocaba en cuclillas, tomando aquel tronco erecto y venoso entre sus manos, para llevárselo a su boca. Bastante juguetona la rubia, saboreaba la glande, degustando ese sabor que mezclaba la esencia del hombre con los néctares de las hermanas. Al apartarse sus hilos de salivas quedan colgando y se relame, entonces Belén se agacha y empieza a pajear esa verga a la vez que se muerde con deseo. 

El vigor de esa tranca cachondea más a esas jovencitas, la morocha egoísta se la engulle por completa, haciendo que Eduardo suelte un largo gemido. Belén se aferra a ese miembro y no para de comerlo, haciendo que Gabriela se irrite, el maduro en vez de calmar a la negrita, la deja que coma todo lo que ella quiera. –“Jo-joder Belén…”- murmuró, colocando sus manos sobre la nuca de ella y moviendo su pelvis para clavar su pene en lo más hondo de esa garganta. 

–“Eso no es justo, yo también quiero chupar tu pene”- manifestó molesta la rubia, apreciando como esa morochita se ahogaba con esa polla madura y él aceleraba el movimiento de su pelvis. –“L-lo… Lo tendrás, pe-pero… De-de… Deja… Q-que Be-Belén coma todo lo que ella quiere”- balbuceó Eduardo en éxtasis. –“¿Por qué dejas que ella haga lo que quiere? ¿Acaso es tu favorita?”- interpeló Gabriela todavía enojada y tratando de buscar un espacio para saborear esa vara. 

–“Él no lo va a confeshar, pero sho she que shi lo shoy”- enunció Belén mordisqueando esa cabeza dura y arañando esos huevos macizos. Eduardo no paraba de aullar y mirándola fijamente le dice que si sigue así va hacer que se terminé corriendo. Palabras que entusiasmaron a esa negrita que no soltaba esa tranca y le pedía al hombre que suelte toda su leche en ella, en su conejita favorita. Gabriela molesta, se mete a la fuerza y logra conseguir que Belén suelte esa paleta de carne. 

La rubia sin perder el tiempo, inicia ella a comer sin tregua, provocando así el enojo de la morocha que ve cómo su verga preferida, desaparecía en la boca de otra chica. Sin duda esa dupla fallaba en la coordinación y cooperación, porque cada una de esas muchachas eran orgullosas y Belén no le gustaba para nada compartir. A pesar de eso, ambas por solitario mostraban un gran nivel para hacer sentir bien al maduro, él agarra de las coletas a la rubia y comienza a follar esa boquita, soltando un par de chorros de semen. 

Belén para no quedarse solo viendo se va hacia atrás del hombre y comienza a pasar su lengua por esas bolas cargadas y mordiéndola de una manera fabulosa. –“Oooohhh Diooosss”- exclamó el maduro, sintiendo como esas dos por primera vez estaban colaborando y causando que explote en un gran orgasmo. La boca de la rubia parece un charco de semen, del cual poco puede conservar ya que gran parte cae por los labios, Belén al ver esto se aproxima a Gabriela y se zampa en su boca.

Así esas dos adolescentes empiezan a firmar su tratado de paz y a convencerse que juntas podían hacer gozar mucho a ese hombre que consideraban como su macho. De esta manera ambas fueron compartiendo esa tranca y se turnaban para montarla, mientras Gabriela saltaba sobre ella, Belén disfrutaba de una extraordinaria comida de coño que la hacía regocijar. Luego cuando la morochita era la que brincaba sobre ese tronco, Gabriela traviesa le come el culo, haciendo que esa chica ébano quede agotada. 

La rubia con sus últimas energías le pide a Eduardo que se la meta por el culo y se lo rompa como tanto le gusta. El hombre no lo dudo y allegó su polla a esa preciosa cola, apretando esos grandes glúteos los abre y sumerge su pene hasta al fondo. Tomando de los brazos a la hija de su jefe, la coge de una manera maravillosa, a la vez que lo hacía, miraba como Romina se levantaba y de manera coqueta presume su coñito, masturbándose hace que Eduardo no le quite los ojos de encima y quiera ir por ella. 

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Gabriela se da cuenta, pero antes de que pueda decir algo, termina desmayándose por una enorme corrida. Eduardo todavía la tenía dura, era ya su última carga, después de divertirse con esas muchacha, dudaba que para el otro día tuviera energía para levantarse y lo más seguro que debía pasar días sin coger, para recuperarse bien después de esa tarde fantástica que sus chicas le estaban dando. Como no era de otra forma, su última descarga tenía que ser para su querida Romi. 

No obstante, Romina, tenía ganas de seguir siendo una buena hermana y compartir ese tronco. Igual como iniciaron, ellas se encargaron de mamar ese pene, mientras él jugaba con esos plugs y hacer que ellas se sientan satisfechas. –“Dios mío, gatitas, hoy ganaron por lejos a la conejitas, aunque vaya manera de mamar de esas dos”- afirmó el hombre, antes de que sus piernas le tiemblen y suelte su leche, bañando a las hijas de Alonso.     

Eduardo despertaba al otro día junto a esas cuatro doncellas, Romina encima de él esperaba que abriera los ojos para darle un jugoso beso. El maduro se lo correspondió y le susurro que ella era su favorita entre todas. Esto coloca feliz a la hija de Lorena, pero era consiente que ella entre las cuatro era la predilecta para ese hombre. Eduardo se levanta y camina hasta la ducha, todavía tenía muchas cosas que aclarar, como decirle a Lorena que eran hermanos, pero era algo que no le urgía en ese momento. 

Mientras él se bañaba, para recibir a Vicky y a Bruno, la joven se da cuenta que el móvil del maduro comenzó a sonar, ella ingenua pensó que se trataba de Vicky y contesta ignorando que era un número no registrado. Apenas contesta, escucha una voz femenina que muy alegre dice, –“Hola tío, soy Ignacia”-, Romina se queda en silencio y cuelga después de unos segundos. A los segundo más tardes vuelven a llamar, pero esta vez no contesta y luego ve que desde ese mismo número desconocido, habían escrito un mensaje. 

Romina no estaba celosa, pero si tenía intriga de saber quién era esa tipa y qué le había enviado al hombre, sin embargo, no se metió a revisarlo. Cuando Eduardo sale del baño, ella se acerca y le comunica sobre la llamada y el mensaje, Eduardo estaba bastante confundido. Solo conocía a una Ignacia y esa era su sobrina, ve el mensaje y luego de leerlo, mira atónito a Romina. 

Romina: ¿Qué? ¿Qué pasa? 

Eduardo: Mi sobrina. 

Romina: ¿Tu sobrina? 

Eduardo: Mi sobrina me invito a su matrimonio. 

La joven toma el celular del hombre y lee el mensaje que decía: 

–Querido tío, he tratado de contactarme contigo a través de varios medios, pero eres un hombre bastante difícil de ubicar, por suerte papá me facilitó tu número telefónico. Me alegro que hayan solucionado sus diferencias, ya que eso facilita varias cosas. Te preguntarás ¿por qué? Bueno, junto a mi novio Axel, queremos invitarte a nuestro matrimonio. El cual se realizará dentro de tres meses. Ojala puedas confirmarnos tu presencia y obviamente puedes venir con una acompañante si así lo deseas. Sin más que decir me despido, que tenga un agradable día, tío Eduardo.-


9 meses más tarde, algunas cosas habían cambiado, Eduardo había dejado esas orgias con jovencitas y se había vuelto más trabajólico. Romina aún vivía con él y de hecho la joven hija de su hermana estaba esperando un hijo de él. Valentina también continuaba en esa casa, no obstante, algunas veces salía de viaje por unas semanas o incluso meses. Vicky desde que Eduardo se quiso hacer cargo del bebé que esperaba, también había vuelto a vivir a la casa. 


Por otro lado, Lorena y Félix estaban más feliz que nunca, ambos disfrutaban de la compañía del otro y entre el lapsos de estos 9 meses, hicieron oficial su relación, la cual causó revuelo en un momento, por parte de la familia del joven. Aunque fue algo que su tío Tomás se encargó de solucionar y de hecho sería el padrino de la futura boda de ellos. Lorena y Eduardo volvieron a reunirse, en aquella ocasión el hombre le confesó a quien había sido su amor de juventud y obsesión, que eran hermanos. 


La noticia en un instante dejó atónita a la mujer, era muy complejo asimilar todo, sin embargo, con la ayuda de Félix logró aclarar todas las cosas de su cabeza y fue aceptando todo con lentitud. Si bien no puede llamar a Eduardo “hermano”, ni él a ella decirle “hermana”, su relación se volvió otra vez más cercana, pero sin esa tensión sexual que había entre los dos. Un día después de que ambos hayan hablado por celular, Eduardo en su despecho, mira por última vez los informes de los negocios durante esos menes. 


Los números eran bastante positivos, al grado de que habían duplicado de lo año anterior. Sonriente sale de su oficina, para irse a su casa, sin embargo, apenas da un paso fuera de su oficina, le comunican que Horacio quería que lo vaya a ver a su despacho. El hombre se dirige donde su jefe, al entrar Horacio estaba solo hablando por celular con Gabriela. 


Una rutina que hacía hace 3 meses, cuando la muchacha decidió irse a estudiar al extranjero. Horacio se despide de su hija, diciéndole que tenía que hablar con Eduardo, la rubia aprovecha de pedirle a su padre que le envíe un afectuoso saludo al maduro. Eduardo solo sonrió recordando esa noche de despedida que le dieron con las demás chicas. Tras cortar, Horacio se colocó algo serio, lo que preocupó a Eduardo, pero al oír que solo se trataba de un viaje de negocios, se tranquilizó. 


Más cuando escuchó que se trataba de un viaje a China, para realizar un nuevo trato con Zheng. El único pero de todo es que tenía que ir con alguien de otra empresa para ese viaje, porque era un negocio de fusión. A pesar de eso, Eduardo recordó la última vez que se reunió con ese chino, en donde además de sacarle un buen negocio para la empresa, se llevó a Kumiko y Hui Ying a su habitación de hotel y pasaron una cachonda velada. 


Horacio: Sé que te dije que no iba a molestarte con viajes largos a otros países ahora que eres padre, pero…


Eduardo: Descuide jefe, no tiene de porque preocuparse por eso, ellas entienden perfectamente que debo salir algunas veces por el trabajo, además con mucho gusto voy a China.


Señaló sintiendo como su tronco se endurecía al pensar en lo que iba hacer con esas hermanas asiáticas. Horacio algo sorprendido, dice que de todos modos no le agradaba mucho dejarlo sin que pase tiempo con su familia. Eduardo volvió a manifestar que no era ningún problema aquello, –“Entonces sin más que decir te presentó tu compañera de viaje”- expresó Horacio, mientras oye el sonido de los tacones, Eduardo se voltea, quedando impactado porque se trataba de nada menos que Belén. 


Esa morochita con la que gozo tantas noches, la volvía a ver después de 6 meses, porque ella tuvo que irse de la ciudad, cuando a su madre la transfirieron. Verla le subió más que el ánimo y ella tampoco ocultó su felicidad de ver a ese hombre al que tanto le gustaba comerle la polla. Ellos se saludaron bastante coqueto, lo que llamó un poco la atención al jefe de Eduardo, pero no le dio mucha más importancia. Horacio se levantó de su asiento y dijo que podían discutir algunos asuntos, mientras él iba a ver otras cosas. 


Apenas Horacio cerró la puerta, Belén y Eduardo se abrazaron, para comerse la boca. El maduro carga a la jovencita y la deja sentada en el escritorio de su jefe, con sus manos rápidamente desbrocha los botones de esa blusita ajustada que usaba la morochita, ella acariciando el rostro de él, empieza a descender con sus manos hasta tocar ese bulto duro y marcado que tenía Eduardo en su pantalón. No tardó en quitarle el cinturón y hacer que ese pantalón bajada al suelo, teniendo ese tronco duro y venoso en sus suaves manos. 


El maduro sonríe y mordiéndole los labios, empieza a retirarle lentamente su tanguita, los dos entendían su deseo por el otro con solo mirarse a los ojos. Él levantando esa falda corta que llevaba esa muchacha, acaricia esos muslos y luego amasa esos glúteos de chocolate. Volviendo a enroscar sus lenguas, Eduardo comienza a rozar su miembro sobre esos labios húmedos y empapados.“Wow, veo que me extrañas mi semental”- afirmó esa muchachita sobando sus bocas. 


El hombre guiando su tranca por ese ajustado coñito, susurra, –“Claro, si la pasábamos tan bien”-, su verga fue entrando y esa muchacha gritó de placer a la vez que sus uñas se clavaban en los brazos de Eduardo, quien empuja con fuerza su pelvis y llega de unas par de estocadas hacía el útero de ella. El cuerpo de Belén tembló y se regocijó al tener otra vez ese pene en su interior y muy profundo. Sus movimientos cada vez eran más intensos y coro de jadeos recorría por las paredes de ese despacho. 


Eduardo, le consulta a Belén ¿cómo había estado?, a lo que ella contesta que bien, aunque 6 meses sin tener un polvo que la deje completamente satisfecha. Esto enciende más al maduro que agarra firmemente de la cintura a la chica e intensifica sus penetraciones, al mismo tiempo que lleva su boca hacía esos senos de chocolate. Aquella adrenalina que tanto le gustaba a los dos, se hizo presente cuando Horacio de manera inocente golpea la puerta de su propia oficina para preguntarles si todo estaba bien. 


–“Estamos de maravilla jefe”- manifestó Eduardo, sacando su polla y volviendo a enterrarla entre esas paredes estrechas. Las piernas de esa jovencita colgaban por los aires y para ahogar sus gemidos, zampó su boca con la de su amante. Ambos perdidos en esa lujuria fueron acomodándose en ese escritorio, que era testigo de un candente reencuentro. Al paso de unos minutos, ambos cambiaron de posición, Eduardo se había sentado en la silla y esa jovencita cabalgaba esa tranca blanca. 


Ambos estaban agitados y por llegar a su límite, pero como si el destino los estuviera premiando ese día, el móvil de Eduardo sonó, eso hizo que todo fuera más cachondo y él mordiendo esos pezones contesta. –“Hola Vicky, ¿qué pasa?”- dijo con su voz algo fatigada, –“Perdón que te moleste, pero quería saber si ya vienes a la casa, porque tus niñas están desesperadas por verte”- expresó la mujer sin percatarse de los suspiros de la morocha. 


–“Sí, ya voy… Estoy terminando con un trabajo y marcho para allá”- respondió, pasando su lengua por uno de esos pezones. Belén que acariciaba la cabeza de él, le murmura en su oído, –“Joder, dile que les avise que hoy llegarás más tarde de lo habitual”-, Victoria solo escuchó un murmullo e intrigada le pregunta a Eduardo si había dicho algo. Este cada vez más excitado por ser descubierto, introduce uno de sus dedos en el anito de la joven, causando que suelte un gritito. 


–“No, nada Vicky… Solo quería que les digas, que tal vez tarde un poco más de lo normal, porque veo que hay mucho que rellenar por aquí”- manifestó el maduro, despidiéndose de la mujer. Belén que había soltado ya un poco de sus jugos en el escritorio del jefe de Eduardo, terminaba de venirse. Aun así no dejó de moverse, anhelaba sentir esa esperma rellenando su útero, Eduardo sentía cómo apretaba cada vez más ese coñito y a pesar de que sus intenciones eran otra, terminó soltando su leche. 


Ellos jocosos se besaron, mientras él se vestía, ella se quedó agachada oculta por el escritorio, mamando esa verga, limpiándola como solía hacerlo. En eso Horacio entra, para recoger sus cosas e irse a su casa, él al ver a Eduardo sentado en su silla y acomodándose la corbata, soltó una carcajada. El hombre ignoraba por completo lo que había hecho su empleado en su despacho y tampoco nota que en ese instante, estaba recibiendo una mamada de esa negrita con la que lo dejo. 


Horacio se despide de Eduardo y Belén no dejaba de jugar con esa polla, que volvía a reanimarse y parecía más grande que antes. –“Ah Eduardo, antes de irte, deja cerrada la ventana, por favor”- expresó Horacio saliendo de su oficina. Esa morochita coqueta al escuchar cerrarse la puerta asciende hasta los labios del hombre, masajeando esos huevos y ese tronco con sus manos. –“Así que, ¿eso quiere decir que podemos seguir divirtiéndonos?”- consultó traviesamente. 


Eduardo: Claro, ahora quiero darte de nuevo por ese culito. 


Belén: Que guarro eres. 


Belén se da vuelta y levanta su cola, meneándola siente como esa verga se coloca entre sus nalgas. Eduardo susurrando le menciona que le va a dar una buena comida de culo y luego la iba a follar como tanto le encantaba. Concluyendo que durante esa semana que iban a estar de viaje en China, iba a tratar de colocarse al día por esos 6 meses desde que no se veían. La joven volvía a sentir ese deseo de ser la perrita de ese hombre y tener esa tranca todo el tiempo posible. 


Después de haberle dado por el culo a Belén, Eduardo la va a dejar al hotel en donde se quedaría esa noche. Al llegar a su casa, ve a Vicky por el patio, cargando a la pequeña “Julia” entre sus brazos. Él a pesar de que estaba consiente que esa niña no era su hija, no podía evitar quererla como suya, pero antes de que diera un paso hacía donde ellas, Romina lo detiene, tomándolo del brazo, le murmura, –“Pensé que ibas a traer a Belén”-, Eduardo nervioso le hace la señal que guarde silencio, al mismo tiempo que detrás suyo oye –“Hoy tardaste mucho, creo que me voy a molestar contigo, papá”- con una voz infantil.  
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Quiero dar las gracias a quienes siguieron este relato y espero que hayáis disfrutado la historia. Hay cositas que todavía faltan por concluir y otras por aclarar, las cuales quiero hacerlo a través de una nueva serie de relatos. No será una especie de segunda temporada, sino más bien una forma de unirla con los otros relatos que he escrito y así dar un epilogo. Nuevamente muchas gracias a todos los que leen estos relatos y a quienes apoyáis. 


PD: El último revolcón de Eduardo en este relato quería que fuera con Romina, pero luego se me ocurrió de que las demás hayan emprendido su propio camino. Así que opté por darle a Belén protagonismo en el cierre, igualmente Romina terminó "ganando", aunque sabe que él en vez en cuando mima a alguna jovencita. 

1 comentarios - Deseo Prohibido. Capítulo Final:

ClonAngeluzMage +1
Nooooooo, por que el capítulo final!!!!! 😢😢😢 Al final Lorena se resistio a Alonso y se quedó con felix ☑. Eduardo tuvo su entre comillas "revancha" hacia su tío ☑. Eduardo formo una especie de Harem (no se si incluir a Viky en este pero no creo que ella aguante sin follar mucho tiempo) ☑. Eduardo termina con estabildad laboral y con un hijo en camino (al parecer este sí es de él o no?) ☑. Me faltó ver la interacción de Eduardo con Viky y Bruno para saber algo sobre la otra historia ❌. Además de saber si se concreto el encuentro de Romina y Tomas (Si se produjo, hay posibilidad de que el hijo no sea de Eduardo?) ❌. Ahora a esperar el desarrollo de la otra historia. 👍
LyonF8 +2
Primero gracias, sobre la interacción de Eduardo con Bruno, fue algo que decidí dejarlo para «Secretos en la familia» y que sea Bruno quien relate los días en esa casa. Lo de Romina con Tomás, será algo que tal vez se dé en el matrimonio de Ignacia y Axel. Teniendo en cuenta que se verán en esa instancia y April tiene una lista donde esa chica lo más probable esté incluida. Finalmente sobre el padre del bebé que espera Romina, básicamente confirmó que es de Eduardo, pero claro hay
Santi_ga
@LyonF8 primero que nada felicitarte eres un maser en esto de losrelatos.@LyonF8 pero con la explicación que acabas de dar quieres decir que haymultiverso. si es así dime co leer los relatos Master. @LyonF8
Santi_ga
@LyonF8 primero felicitarte eres un excelenteescritor. segundo preguntar sobre la explicación que das en el comentario anterior quiere decir que hay multiverso. Nos podrías guiar con una guía para saber cómo están conectados tus relatos Master @LyonF8