Aclaración 1: este relato no es de mi autoría, lo escribió adrianreload que ya no está acá en P!, lo resubo porque también me gustó mucho en su momento
Aclaración 2: todos los personajes son mayores de edad
Dicen que cuando uno está al borde de la muerte, se te vienen a mente, como en un flash, las imágenes de los hechos más saltantes de tu vida… lo gracioso fue que en este caso solo me venían imágenes del mi reciente pasado con Mili…
Desde que la inicie meses atrás en esta misma habitación y en la cama donde aún estaba yo sentado, semi dormido y perplejo. Curiosamente la mayoría de mis recuerdos fueron hacía las veces que me cogí a Mili por el culo, gratos recuerdos, que quizás estaban por terminarse ahí…
Todo lo que pasamos, tuve que afrontar al simplón de Javier cuando aún era su enamorado y cuando fue su ex, a la loca pero a su manera sexy Vane y el hasta hace poco buen Guille aunque ahora trastornado… todo para llegar a esto…
Pensé que si todo se iba al diablo algún día, si Mili me descubriría, seria por alguno de ellos, casi me sentía como Batman contra el Guasón, Harley Queen y Harvey Dos Caras respectivamente. Al final termino siendo un autogol, fue mi error dejar mi laptop accesible, sin clave, más aun con ese correo sin cerrar… a la vista…
- ¿Y bien?... me increpo al ver que no reaccionaba, esperaba una respuesta.
- Bueno… llegue a decir con un hilo de voz, casi sin aire.
- Ni se te ocurra mentirme… dijo enfurecida.
Los segundos que estuve sin responder, recordando mi agitada relación con Mili y elucubrando respuestas, también le dieron tiempo a Mili de ir atando cabos sueltos a su manera, con sus recuerdos y lo vivido en nuestra reciente amistad con Vane, con la que me celo un par de veces. Se paró sorprendida, y comenzó a caminar frente a mí, su mente comenzó a divagar…
- Claro… por eso la alejaste de Guille… la querías para ti… eres un infeliz…
- Nooo… no fue así… dije reaccionando.
- La foto de ustedes en el hotel… y en el club, ella te buscaba… como no me di cuenta… mierd… me paso otra vez… pensé que eras diferente a Javier… que no me engañarías…
Comenzó a rememorar cada cosa hilvanándola, como saben hacer las mujeres… la vi tambalear, en un inicio estaba iracunda, pensé que me golpearía como una reacción natural pero luego comenzaron a agolparse en su cabeza los recuerdos de las infidelidades de Javier…
Se sintió herida en su ego seguramente, como a ella, una chica bella de escultural cuerpo, quizá la chica más deseada de la facultad termino siendo engañada por 2 chicos: uno alocado y pendejo (Javier) y otro divertido y tranquilo (yo)…
- ¿Estás bien?… pregunte viéndola mareada.
- Hace calor… Dany… no me siento bien… solo murmuro y… se dejó caer.
Se desvaneció frente a mí, apenas la pude atrapar, al menos para eso si pude reaccionar rápido. La recosté en el sillón que estaba al lado de mi cama, preocupado, pero me cerciore que respiraba. Mili había pasado de la furia a la depresión, un cambio abrupto de humor… o simplemente tuvo algún tipo ataque de ansiedad que termino por fulminarla.
- Mierd… ¿ahora qué hago?... me dije preocupado.
Si le aviso a mi vieja para que me ayude, se arma un lio… mejor solo espero que se recupere… si despierta lo más seguro es que me va querer matar…. Después del repaso que le dio a mi cercanía con Vane, dudo que me creyera o quisiera escuchar al menos, se iría de mi casa y de mi vida, armando un alboroto… quien podría culparla.
Mientras pensaba que hacer, mi vista se posó sobre unos trozos de cuerda en mi habitación que alguna vez use para subir unas cosas por el balcón…
- Claro, debo inmovilizarla, para evitar que se ponga agresiva o que huya, y que a su vez me dé tiempo de explicarle lo sucedido... fue la única idea que se me ocurrió en ese momento.
Bueno, sonaba razonable mi plan, mientras ya veía reaccionar de a pocos a Mili, como cuando sueñas y te mueves sin saberlo. Hasta que…
- Hijo… escuche en la puerta.
- Si… dije temblando, mi vieja.
- Saldré un rato a ver a tu tía…
- Ok… dije aliviado.
- Pórtate bien…. dijo en advertencia.
Ufff… suerte que no quiso despedirse de Mili… y al menos no habría público por si había gritos cuando ella despierte… mi vieja demoraría una hora o dos… esperaba poder sobrevivir eso…
Con lo nervioso que estaba y, mientras pensaba como explicarle lo sucedido, termine amarrándola mal, digamos que fue culpa de ella también, en principio Mili estaba recostada en el sillón, le iba a amarrar los pies, pero como sonámbula reacciono y termino apoyada en mi espalda mientras yo arrodillado le amarraba un tobillo.
En mi prisa porque presentía que se levantaría pronto, ate su tobillo derecho a su muñeca derecha, sería más difícil que huya así… luego ate el otro tobillo a su otra muñeca… poco ortodoxo, pero en su momento creí que era una manera rápida de contrarrestar a Mili, mientras su cabeza comenzaba a reaccionar.
Parecía una muñeca de trapo, sentada, con el pecho contra sus piernas… sus brazos ladeando sus piernas y amarradas de una manera peculiar. Lo que no prevei era que en esa forma tenía la cabeza casi entre las piernas, mirando al suelo, no me podía ver… quizás me convenía para no verla mientras le explicaba todo…
- Danny… Danny… ¿Qué es esto?... dijo forcejeando por las amarras.
- Tranquila… tranquila… déjame que te explico…
- Eres un maldito mentirosooo… bramo recordando todo e intentando levantar la cabeza.
- No, no… déjame que te explique…
- Suéltame que te mato… grito furiosa.
Mientras comenzó a patalear, en su deseo por incorporarse, término con la espalda contra el respaldar del sillón y…. las piernas y brazos graciosamente al aire, como un camarón volteado. Pude ver su rostro rojo de rabia, sus ojos echaban fuego y su boca… bueno, profería una serie de insultos y amenazas que comenzaba a sonar más fuerte….
Si mis vecinos llamaban a la policía y nos encontraban así, parecía un secuestro, debía callarla pero como… mire sobre mi cama aun yacía la ropa interior de Mili, y por la posición que ahora tenía ella, con su falda abierta, era evidente que no la traía puesta… ya imaginaran lo que hice…
Si, hice una bola de trapo con su tanga y, si ya me odiaba, me iba a odiar un poco más, se la metí en la boca… la tanga claro, si le metía otra cosa en la boca me mordía… Nuevamente empezó a patalear, quiso escupir la tanga de su boca pero no pudo, respiraba airadamente por la nariz…
Tras unos segundos o minutos… al fin se dio cuenta que no tenía sentido forcejear… se calmó, me hecho una última cara furiosa y luego se relajó, las piernas abiertas pegadas a los brazos se recostaban a ambos lados de los brazos del sillón.
- Ok… primero discúlpame por amarrarte, no me dejaste otra opción… bueno, también por lo de la tanga en la boca… es la única manera que encontré de que me escuches… le dije.
Ahora que había silencio, solo tenía que soportar su mirada amenazante, empecé a explicarle como sucedió todo. Desde las insinuaciones de Vane, pasando por su chantaje por contar lo mío con Mili y las cosas que nos vio hacer, inventando chismes que harían quedar como una puta a Mili en la facu… bueno, si era una puta pero mi puta… y nadie más debía saberlo…
Le conté como para preservar el honor de Mili y vengarme de Vane, apele a engañar a Vane en el hotel, siendo Guille que me suplanto. Como luego se enredaron las cosas por culpa de Javier y la foto que nos tomó. Que luego Vane y Guille se encariñaron, al menos eso pareció en el club.
A decir verdad, omití la parte en que Vane me amarro en la cabaña y abuso de mí. Tampoco le conté de mi triste venganza en el club, en la que ebrio y en oscuridad poseí a Vane en su cabaña. Creo que esas partes no tenía por qué saberlas y solo la enfurecerían más…
Del club solo le comente que durante el baile Vane se me insinuó, que seguía encaprichada conmigo y que parecía que lo tomo a competencia con Mili. Le dije que la rechace… pero que igual en el camino de regreso en el auto se me volvió a insinuar.
También le dije que Guille se percató de eso, y Vane al regresar y le dijo a Guille cruelmente que seguía interesada en mí. Que eso enloqueció a Guille y planeo una horrenda venganza contra ella, usando a Javier también. Por ese motivo hable con la abuela de Vane para que la aleje hasta que Guille vuelva a sus cabales y se olvide hacer locuras.
Pero que, bueno, Vane me siguió chantajeando con tener un encuentro conmigo y que solo así se iría de la ciudad. Que yo actué temiendo por lo que le haría Guille y las consecuencias que podría traer para el también.
- Como ves… una cosa llevo a la otra… cuando pensé que solucione las cosas emparejando a Guille y Vane, las cosas empeoraron por la terquedad de Vane… la única manera que encontré de ponerle fin a eso… fue accediendo a su pedido, para evitar todo termine mal con Guille, con Vane, incluso contigo para que no deje mal tu imagen en la universidad…
Casi me pinte como un santo, queriendo salvar a todos, y también mi pellejo, siendo yo una víctima de las circunstancias. Termine mi relato y escuche a los grillos… evidentemente no hubo respuesta, Mili seguía con la boca tapada… mirándome entre furiosa e incrédula de mi historia. Con tantas cosas que le oculte o mentí, historias que invente… era difícil que me creyera…
Ya había sido difícil en el club que me perdone, ahora sería casi imposible por la expresión en su rostro, pero al menos ya había dicho mi verdad…
- Te voy a sacar eso de tu boca… pero no grites… dije tímidamente.
Saque rápidamente la tanga de su boca, para evitar que me muerda. Mili movió la boca como recuperando la movilidad por lo incomodo de la tanga en la boca… guardo silencio como pensando que decir y aguantándose de gritar…
Supongo que a estas alturas se dio cuenta de la situación, tampoco quería un escándalo y que la encuentren tirada en un sillón, amarrada patas arriba, con su falda abierta y el pubis al aire…
- Ahora se supone que te debo agradecer por tirarte a esa mujerzuela… quieres que te aplauda por salvar mi honor… por mentirme…. Eres una basura… dijo aun molesta.
- Si no lo hacía, Vane diría estupideces de ti en la facultad… eso te hubiera gustado?... me defendí.
- Sabes que desde que entre a la facu dicen estupideces de mí… cada vez que paso un curso difícil, todos dicen que seguro me tire al profesor, si soy amable con un chico piensan que soy fácil, si salgo con alguien a la semana el imbécil dice que se acostó conmigo…si me hago amiga de un chico inteligente piensan que es por interés, para que me ayude a aprobar…
- Wow… de que hablas… nunca oi esas cosas (bueno un poco, solo lo último)…
- Tu apenas pasas tiempo en la facu, no todos tenemos la suerte de sacar buenas notas con poco esfuerzo, yo tengo que pasarme casi todo el dia en la facu estudiando y haciendo mis trabajos, porque quiero graduarme… pero eso no le importa a la gente, todos miran mi trasero y piensan que me regalan las notas o que alguien me ayudo… siempre escucho los rumores… dijo indignada al borde de las lágrimas.
Tenía razón, yo mismo llegue a pensar que muchos profes se morboseaban con ella y le regalaban notas… y si me estresaba pasar mucho tiempo en la facu, veía gente paseándose de acá y allá, perdiendo el tiempo, pensaba que más productivo para mí era estudiar o hacer mis trabajos en casa…
- ¿Tú crees que me importa lo que digan de mí?, la gente no sabe el esfuerzo que hago para pasar mis cursos… o todos los chismes de lo que hacía o no con Javier… y vienes tu como gran macho a decir que te tiraste a Vane para que evitar que hablen de mi…
- Bueno… pensé que… intente rebatir abrumado, tenía lógica, yo arme un mundo de situaciones para protegerla y termine succionado por mis propias intrigas, el karma como diría Guille.
- ¿Pensaste que la gente no iba a hablar?… golpeaste a Javier en una fiesta, todos saben o sospechan que estamos juntos… Javier va hablar mal de mí… y tú querías evitar que hablen mal de mí, cogiéndote a esa zorra… eres un perro traidor… como todos… sentencio sollozante.
Me sentí hecho mierda… Mili me dijo mis verdades y yo la cague, lleve al extremo las cosas con Vane y Guille. Por la put… madr… cinco minutos de sinceridad con Mili me hubieran ahorrado un mundo de rollos, de idas y vuelta con Vane… y por no decirle las cosas en su momento, la estaba perdiendo…
- Me mentiste, me engañaste con esa perra… de todas tuviste que elegir justo a la que detesto más… como te odio infeliz… ahora suéltame… suéltame… bramo volviendo a enardecerse.
Entendí que volvería a gritar, así que volví a meterle la tanga en la boca. Enfureció más… me disculpe por las cosas que hice, creí que actuaba de buena fe, admití que debí contarle antes de llegar a eso, etc…
- Tú crees que haya la posibilidad… que me perdones… pregunte absurdamente en ese contexto.
Me miro con rabia, logro escupir la tanga de su boca y con desprecio profirió las siguientes palabras:
- Después que me sueltes, me largare de aquí… y nunca más volveré a hablarte, nunca más volveras a tocarme maldito imbécil… confié en ti y fuiste mi más grande decepción…
Eso dolió… mierd… había perdido a la chica con la que toda la facu sonaba, había descubierto que era más que un rico culo para coger, tenía virtudes y funcionábamos bien juntos, mejor que las otras relaciones que tuve antes… caraj… como la cague… me dejo perplejo… ahora era yo el mareado…
- Danny… suéltame yaaa….
Me senté abrumado en mi cama… con la mirada perdida, luego mi vista se posó en ella, no la quería perder… observe su bello y decepcionado rostro, por ratos preocupada por mi abstracción, y luego como atraído por un imán mi mirada fue bajando, termino aterrizando a su pubis desnudo… ella atada de piernas y brazos, en el sillón…
Recordé sus palabras… cuando la suelte y se vaya todo terminaría… cuando la suelte… en algún momento tendría que soltarla… no tenía que ser ahora…
- Lo siento… le dije, me acerque a ella y… le tape nuevamente la boca con su tanga.
Me miro con sorpresa… le acaricie el rostro, los cabellos, sus senos por encima de su ropa, sus caderas, muslos, mientras ella temblaba no sé si de odio o nervios al imaginar lo que pensaba hacer… ella lo dijo, sería la última vez que la tocaría…
Dirán que estoy loco, quizás llegue al nivel de locura de Guille… pero recién me percate de la situación, Mili transmitía la imagen propia de una chica sodomizada, esperando que la sometan brutalmente… tal vez, eso me fue llenando de morbo… si ya me detesta y es la última vez que tendré contacto con ella… ¿Por qué no?, me dije.
En esos instantes mi verga comenzó a crecer, formando un bulto en mi ropa, libere mi pene ante la mirada atónito de Mili, que hizo un intento de patalear, sabía lo que venía. No tuve que acariciar mucho me pene, ya la tenía erguida. Mientras me iba acercando los ojos de Mili iban creciendo sorprendidos.
- Lo siento… musite nuevamente, mientras me iba acomodando entre sus piernas.
Mili solo atinaba a mover la cabeza a manera de reproche, con las piernas y brazos amarrados en alto intento patalear, el torso y pubis libres para recibirme, poco podía hacer para evitar la última cogida que estaba dispuesto a darle.
Para evitar su inquieto movimiento de oposición, opte por la vieja táctica, un beso en el punto débil, por más que tenso el cuello, al sentir mis labios y los besos que le di con un leve mordisco, termino por aflojar un poco, por bajar la guardia…
Aproveche esto, para jalar un poco su cadera y ponerla en la posición adecuada, lista para recibirme… veía su vagina empezando a lubricarse contra su voluntad… sin embargo no perdería tiempo ahí… iría directo al grano, mejor dicho al ano…
Apunte a su arrugado esfínter, nuevamente la mirada entre reproche y sorpresa de Mili, sus ojos abiertos a más no poder… sin esperar más, la penetre violentamente…
- Ouuummm…. La oí quejarse a través de la tela que le tapaba la boca.
- Lo siento… repetí mecánicamente otra vez.
Tras aquel impacto Mili arqueo la espalda para soportar el dolor que le causo el abrupto ingreso de mi verga en su sorprendido ano. Su rostro colorado, ojos por momentos abiertos y por ratos entrecerrados, lagrimeando.
Pues bien, sería la última vez que me deleitaría con sus gordas nalgas y estrecho agujero… así que comencé a bombearla, con algo de dificultad, ella intentaba oponer resistencia, contrayendo el esfínter y apretando mi pene… hasta que al fin cedió…
Se dio cuenta que no tenía sentido oponer resistencia, ya que estaba dispuesto a salirme con la mía, a no dejarla ir hasta satisfacerme por última vez…. Mili solo atino a rendirse y soportar mis embestidas en su reventado ano, mientras yo la atoraba hasta las tripas…
- Mmmm…. Grrrr… mmm… la oía quejarse levemente con la boca tapada.
Si disfrutaría de ella, por última vez, lo haría de todas sus curvas… mientras le taladraba el ano, sujetando su cadera con una mano, con la otra atine a jalonear sus inflados senos, liberándolos parcialmente, jaloneando sus pezones ante su atónita.
Sudorosa, la veía resoplar ahogadamente por la tela, respirando forzadamente por la nariz… por momentos temí que se iba a ahogar… retire la tanga de su boca, y la reemplace por mi mano entreabierta, para que pudiera respirar mejor sin hacer mucho ruido…
- Uffff… ufff…. Ouuu…. Se quejaba entre mis dedos Mili.
Cuando recupero el aliento, ni bien tuvo la oportunidad, me dio un mordisco… aleje mi mano adolorida...
- ¿Te gusta?... así te hacia gozar esa perra… me increpo aludiendo a Vane.
- No, no, no… no hay culo más rico que el tuyo… replique febril.
- Ouuu… perro mentiroso…. Uhmmm… traidor…. ouuu… se quejaba ella cediendo.
Al notar su ego creciendo como su excitación, por mi brusco halago, mi reconocimiento a que era el mejor culo que había probado en mi vida… no solo por lo estrecho de su ano y lo bultoso de sus glúteos, sino por esa entrega que tenía, sus ricos gemidos…
Dejándome llevar… me lance a besarla… primero cerro la boca, se apartó, hasta que atine a sus labios, ella cedió, abrió su boca, por momentos me brindo su lengua… luego me mordió el labio…
- Ufff… ufff… inténtalo de nuevo… malditooo… oummm…. Me reto.
Enfurecí con esa mordida, y castigue violentamente su ano, sus nalgas temblaban y ese estremecimiento se expandió por su cuerpo, vibraba nerviosamente, no sabía si de placer o por el esfuerzo de la posición incómoda con sus extremidades atadas… lo averiguaría intentando besarla otra vez.
- Mierd… uhmmmm… ouuu… renegaba Mili, mordiéndose los labios para evitar soltar un gemido que delatara que empezaba a gozar de ese brutal castigo.
Intente acercarme otra vez, de manera retadora me esperaba mostrándome los dientes, lanzando mordidas al aire ante cada amago de besarla… hasta…
- Uhmmmm…. Uhmmmm… profirió un tibio gemido con la boca abierta y expresión de sorpresa.
Aproveche ese descuido, para besarla nuevamente, sentí que ahogaba toda su excitación en mi garganta, con su lengua desesperada por enredarse con la mía… otra vez hizo un amago de morderme, sentí sus dientes apresando mi labio inferior… la mire a los ojos, había furia, excitación…
De repente entrecerró los ojos y desistió de morderme, se aboco a besarme desesperadamente mientras irrumpía uno que otro gemido en mi paladar.
- Uhmmm… Te odiooo malditooo… uhmmm… vocifero excitada.
- Nadie te va romper el culo como yo… la rete.
- Eres una mierd… uhmmmm… pero que rico me cogesss… uhmmm…
Esperaba que esa sometida anal hiciera que desistiera de dejarme, que a punta de vergazos hubiera torcido su decisión, que no fuera necesario amarrarla otra vez, que la próxima que la tuviera patas arriba con el ano a mi disposición seria por su elección…
- ¿Quién te reventó el culo por primera vez?... le obligue a responder.
- Tu perrooo mentirosooo… tuuu… uhmmm… no puedo masss…uhmmm… gimió casi reventando de placer.
Hasta que sentí húmedo mis genitales, Mili me estaba orinando de placer, soltaba chorro tras chorro, me aleje un poco al sentirlo. Mientras ella miraba embobada como mi verga le partía el culo en dos y su vagina parecía un volcán escupiendo líquidos…
- Ohhh… mierd… me estas reventando… uhmmmm….
- Si… eres mi perra… le dije.
- No no no… ya nooo… uhmmm… ya no puedo… uhmmm…
Fue así que Mili, no pudo más… tal como dijo, reventó en un terrible orgasmo anal, que la hizo estremecerse y temblar hasta contraerse, casi acalambrándose… mientras mi verga exploto en su ano, con litros y litros de leche…
- Ohhh… ufff… qué diablos… me dije.
En plena explosión saque mi verga, y la apunte rápidamente a su boca abierta y jadeante, solo que no le atine precisamente, la salpique el rostro, mejillas, barbilla, hasta hacer diana en su boca, Mili se ahogaba con el chorro de leche…
- Mierd… ufff…. Ufff… resople tranquilo.
Mientras ella se tragaba mi leche para poder respirar tranquila. Cuando termine, llevado por la lujuria pensé que si Mili ya había soportado eso, que más daba en una última vejación. Fui por un lado del mueble, Mili respiraba dificultosamente, pero no me importo.
Jalonee su cabeza, hasta su cuerpo se deslizo en el mueble y acomodando su cabeza conveniente de lado, y la obligue a tragarse mi verga. Debía ser una faena completa, Mili tenía que limpiar mi verga.
- Queee… oughhh ughhh… apenas alcanzo a decir, porque mi pene ya estaba en su paladar.
Pensé que con su lengua limpiaría los rezagos de semen en mi verga. En un momento me asuste al sentir sus dientes… que idiota, había puesto mi verga en la boca de una mujer hasta hace poco furiosa… que me mordió los dedos y el labio… tenía mi pene literalmente en la boca del lobo (loba mejor dicho).
Al darme cuenta empecé a sacar mi pene, pero sus labios me retuvieron… sin decir, nada, Mili comenzó a succionarme la verga como poseída… entendí que en un primer instante su intención fue morderme, luego, al igual que yo, se dejó llevar por el morbo y actuó de acuerdo a eso.
Los centímetros de pene que había sacado de su boca los fui insertando nuevamente complacido, se había vuelto una experta mamándola…
- Put… madr… eres la mejorrr…. Uffff…. Exclame.
En pocos segundos, Mili había logrado extraerme una segunda descarga de leche, sentía que me orinaba, pero ella seguía engullendo mi leche sin protestar. Cuando acabo mi descarga, procedió a limpiar con su lengua los restos de esperma.
Alejo su rostro suspirando profundamente, elevo su rostro al cielo, cerrando los ojos, como disfrutando un momento, hasta que instintivamente paso su lengua por sus labios melosos para terminar de limpiarse ella misma. Otra gota de leche, se me salió al ver esa escena.
Mili muerta, se dejó caer de lado, con sus extremidades amarradas, resoplo unos segundos… con la mirada perdida…
- Ahora si… suéltame por favor… suplico graciosamente al borde de un calambre total.
Viéndola mas domesticada, sumisa, quizás habiéndome perdonado, decidí liberarla, parecía que ya no sería un peligro, ni parecía con fuerzas o ánimos para hacer un escándalo. Quizás había funcionado, ya antes la había sometido analmente, logrando terminar peleas y llegando a reconciliarnos.
- Voy a bañarme… solo atinó a decir una vez libre, aun con semen secándose en su mejilla.
Se veía abrumada, pensativa. No la quise presionar con preguntas o definiciones de lo nuestro, de que pasaría, solo la deje ir al baño. Escuche su vestido caer, el agua, solo le deje una toalla y la espere en el sillón en el que la había ultrajado hace unos momentos.
Pensando que tal vez en unos días las cosas se normalizarían entre nosotros, en que tenía que hacer para ganarme su confianza de nuevo, quizás llevarla a un sitio bonito antes que acaben las vacaciones de la universidad y empiece nuestro último ciclo.
Salió cambiada del baño, con la mirada triste, esbozo una tibia sonrisa, mientras yo esperaba optimista su veredicto… su perdón o alguna penitencia que me impusiera, sería razonable dado lo que hice…
- Se acabó Dany… me mentiste muchas veces… sentencio Mili.
- Pero… la pasamos bien hace rato… intente refutar.
- No quiero alguien para tirar, quiero alguien en quien confiar… ya me pasó con Javier, fue igual y me engaño una y otra vez…
- No me compares con ese imbécil… me enoje.
- Digas lo que digas, ahora te veo así… defraudaste mi confianza… maldición, te tiraste a Vane, ¿debo decir más?… no quiero seguir contigo… respeta mi decisión… me explico.
- Está bien… fue lo único que me quedo decir.
Sabía que era inútil intentar convencerla, sería peor, lo de Vane era muy reciente, quizás debía darle tiempo al tiempo. Cabizbajo acepte su decisión. Mili hizo un ademan de irse. Caminamos en silencio a la puerta de mi casa.
- Nuevamente lo siento… le dije.
- Yo también… replico llorosa.
Me dio un beso en la mejilla, y luego me dio la espalda, por un momento se detuvo, igual que mi corazón, dudo en seguir… luego volteo, me miro dulcemente… quizás me perdono…
- Por cierto… dijo, mientras su mano acariciaba mi mejilla.
Tal vez era el preámbulo de un beso de reconciliación… pero no… alejo su mano, cerro el puño y me dio un certero golpe en la mejilla que acaba de acariciar como preparándola para el castigo. Vaya que fue un golpe fuerte, me volteo el rostro, recordé que su padre había sido militar y seguro le había enseñado como dar un buen puñetazo.
- Me la debías… maldito mentiroso… me recrimino.
Me lo tenía bien merecido, nada que reprocharle. Cuando pude volver el rostro, vi su expresión decepcionada casi lagrimeante, tomándose la mano adolorida por el golpe que me dio y con la muñeca aun roja por la atadura que le hice. No quiso que la viera llorar, dio media vuelta y se marchó cerrando la puerta bruscamente.
Quise perseguirla pero entendí que sería peor armar un escándalo en la calle. Como dijo Guille haga lo que haga… estaba jodido… nuevamente tenía que darle tiempo al tiempo.
Para mi mala suerte mi madre regreso al rato, dijo que vio a Mili subiendo a un taxi casi llorando, y me recrimino porque la deje ir así, que le había hecho… bla bla bla… en fin al rato se dio cuenta que yo estaba deshecho y que no estaba para reproches, me dejo irme a mi habitación.
Se venía el último ciclo de la universidad… ¿lograría que me perdone antes? ¿Durante el ciclo? ¿Después de que termine la universidad?... quien sabe… solo el tiempo lo diría…
Continuara…
Aclaración 2: todos los personajes son mayores de edad
Dicen que cuando uno está al borde de la muerte, se te vienen a mente, como en un flash, las imágenes de los hechos más saltantes de tu vida… lo gracioso fue que en este caso solo me venían imágenes del mi reciente pasado con Mili…
Desde que la inicie meses atrás en esta misma habitación y en la cama donde aún estaba yo sentado, semi dormido y perplejo. Curiosamente la mayoría de mis recuerdos fueron hacía las veces que me cogí a Mili por el culo, gratos recuerdos, que quizás estaban por terminarse ahí…
Todo lo que pasamos, tuve que afrontar al simplón de Javier cuando aún era su enamorado y cuando fue su ex, a la loca pero a su manera sexy Vane y el hasta hace poco buen Guille aunque ahora trastornado… todo para llegar a esto…
Pensé que si todo se iba al diablo algún día, si Mili me descubriría, seria por alguno de ellos, casi me sentía como Batman contra el Guasón, Harley Queen y Harvey Dos Caras respectivamente. Al final termino siendo un autogol, fue mi error dejar mi laptop accesible, sin clave, más aun con ese correo sin cerrar… a la vista…
- ¿Y bien?... me increpo al ver que no reaccionaba, esperaba una respuesta.
- Bueno… llegue a decir con un hilo de voz, casi sin aire.
- Ni se te ocurra mentirme… dijo enfurecida.
Los segundos que estuve sin responder, recordando mi agitada relación con Mili y elucubrando respuestas, también le dieron tiempo a Mili de ir atando cabos sueltos a su manera, con sus recuerdos y lo vivido en nuestra reciente amistad con Vane, con la que me celo un par de veces. Se paró sorprendida, y comenzó a caminar frente a mí, su mente comenzó a divagar…
- Claro… por eso la alejaste de Guille… la querías para ti… eres un infeliz…
- Nooo… no fue así… dije reaccionando.
- La foto de ustedes en el hotel… y en el club, ella te buscaba… como no me di cuenta… mierd… me paso otra vez… pensé que eras diferente a Javier… que no me engañarías…
Comenzó a rememorar cada cosa hilvanándola, como saben hacer las mujeres… la vi tambalear, en un inicio estaba iracunda, pensé que me golpearía como una reacción natural pero luego comenzaron a agolparse en su cabeza los recuerdos de las infidelidades de Javier…
Se sintió herida en su ego seguramente, como a ella, una chica bella de escultural cuerpo, quizá la chica más deseada de la facultad termino siendo engañada por 2 chicos: uno alocado y pendejo (Javier) y otro divertido y tranquilo (yo)…
- ¿Estás bien?… pregunte viéndola mareada.
- Hace calor… Dany… no me siento bien… solo murmuro y… se dejó caer.
Se desvaneció frente a mí, apenas la pude atrapar, al menos para eso si pude reaccionar rápido. La recosté en el sillón que estaba al lado de mi cama, preocupado, pero me cerciore que respiraba. Mili había pasado de la furia a la depresión, un cambio abrupto de humor… o simplemente tuvo algún tipo ataque de ansiedad que termino por fulminarla.
- Mierd… ¿ahora qué hago?... me dije preocupado.
Si le aviso a mi vieja para que me ayude, se arma un lio… mejor solo espero que se recupere… si despierta lo más seguro es que me va querer matar…. Después del repaso que le dio a mi cercanía con Vane, dudo que me creyera o quisiera escuchar al menos, se iría de mi casa y de mi vida, armando un alboroto… quien podría culparla.
Mientras pensaba que hacer, mi vista se posó sobre unos trozos de cuerda en mi habitación que alguna vez use para subir unas cosas por el balcón…
- Claro, debo inmovilizarla, para evitar que se ponga agresiva o que huya, y que a su vez me dé tiempo de explicarle lo sucedido... fue la única idea que se me ocurrió en ese momento.
Bueno, sonaba razonable mi plan, mientras ya veía reaccionar de a pocos a Mili, como cuando sueñas y te mueves sin saberlo. Hasta que…
- Hijo… escuche en la puerta.
- Si… dije temblando, mi vieja.
- Saldré un rato a ver a tu tía…
- Ok… dije aliviado.
- Pórtate bien…. dijo en advertencia.
Ufff… suerte que no quiso despedirse de Mili… y al menos no habría público por si había gritos cuando ella despierte… mi vieja demoraría una hora o dos… esperaba poder sobrevivir eso…
Con lo nervioso que estaba y, mientras pensaba como explicarle lo sucedido, termine amarrándola mal, digamos que fue culpa de ella también, en principio Mili estaba recostada en el sillón, le iba a amarrar los pies, pero como sonámbula reacciono y termino apoyada en mi espalda mientras yo arrodillado le amarraba un tobillo.
En mi prisa porque presentía que se levantaría pronto, ate su tobillo derecho a su muñeca derecha, sería más difícil que huya así… luego ate el otro tobillo a su otra muñeca… poco ortodoxo, pero en su momento creí que era una manera rápida de contrarrestar a Mili, mientras su cabeza comenzaba a reaccionar.
Parecía una muñeca de trapo, sentada, con el pecho contra sus piernas… sus brazos ladeando sus piernas y amarradas de una manera peculiar. Lo que no prevei era que en esa forma tenía la cabeza casi entre las piernas, mirando al suelo, no me podía ver… quizás me convenía para no verla mientras le explicaba todo…
- Danny… Danny… ¿Qué es esto?... dijo forcejeando por las amarras.
- Tranquila… tranquila… déjame que te explico…
- Eres un maldito mentirosooo… bramo recordando todo e intentando levantar la cabeza.
- No, no… déjame que te explique…
- Suéltame que te mato… grito furiosa.
Mientras comenzó a patalear, en su deseo por incorporarse, término con la espalda contra el respaldar del sillón y…. las piernas y brazos graciosamente al aire, como un camarón volteado. Pude ver su rostro rojo de rabia, sus ojos echaban fuego y su boca… bueno, profería una serie de insultos y amenazas que comenzaba a sonar más fuerte….
Si mis vecinos llamaban a la policía y nos encontraban así, parecía un secuestro, debía callarla pero como… mire sobre mi cama aun yacía la ropa interior de Mili, y por la posición que ahora tenía ella, con su falda abierta, era evidente que no la traía puesta… ya imaginaran lo que hice…
Si, hice una bola de trapo con su tanga y, si ya me odiaba, me iba a odiar un poco más, se la metí en la boca… la tanga claro, si le metía otra cosa en la boca me mordía… Nuevamente empezó a patalear, quiso escupir la tanga de su boca pero no pudo, respiraba airadamente por la nariz…
Tras unos segundos o minutos… al fin se dio cuenta que no tenía sentido forcejear… se calmó, me hecho una última cara furiosa y luego se relajó, las piernas abiertas pegadas a los brazos se recostaban a ambos lados de los brazos del sillón.
- Ok… primero discúlpame por amarrarte, no me dejaste otra opción… bueno, también por lo de la tanga en la boca… es la única manera que encontré de que me escuches… le dije.
Ahora que había silencio, solo tenía que soportar su mirada amenazante, empecé a explicarle como sucedió todo. Desde las insinuaciones de Vane, pasando por su chantaje por contar lo mío con Mili y las cosas que nos vio hacer, inventando chismes que harían quedar como una puta a Mili en la facu… bueno, si era una puta pero mi puta… y nadie más debía saberlo…
Le conté como para preservar el honor de Mili y vengarme de Vane, apele a engañar a Vane en el hotel, siendo Guille que me suplanto. Como luego se enredaron las cosas por culpa de Javier y la foto que nos tomó. Que luego Vane y Guille se encariñaron, al menos eso pareció en el club.
A decir verdad, omití la parte en que Vane me amarro en la cabaña y abuso de mí. Tampoco le conté de mi triste venganza en el club, en la que ebrio y en oscuridad poseí a Vane en su cabaña. Creo que esas partes no tenía por qué saberlas y solo la enfurecerían más…
Del club solo le comente que durante el baile Vane se me insinuó, que seguía encaprichada conmigo y que parecía que lo tomo a competencia con Mili. Le dije que la rechace… pero que igual en el camino de regreso en el auto se me volvió a insinuar.
También le dije que Guille se percató de eso, y Vane al regresar y le dijo a Guille cruelmente que seguía interesada en mí. Que eso enloqueció a Guille y planeo una horrenda venganza contra ella, usando a Javier también. Por ese motivo hable con la abuela de Vane para que la aleje hasta que Guille vuelva a sus cabales y se olvide hacer locuras.
Pero que, bueno, Vane me siguió chantajeando con tener un encuentro conmigo y que solo así se iría de la ciudad. Que yo actué temiendo por lo que le haría Guille y las consecuencias que podría traer para el también.
- Como ves… una cosa llevo a la otra… cuando pensé que solucione las cosas emparejando a Guille y Vane, las cosas empeoraron por la terquedad de Vane… la única manera que encontré de ponerle fin a eso… fue accediendo a su pedido, para evitar todo termine mal con Guille, con Vane, incluso contigo para que no deje mal tu imagen en la universidad…
Casi me pinte como un santo, queriendo salvar a todos, y también mi pellejo, siendo yo una víctima de las circunstancias. Termine mi relato y escuche a los grillos… evidentemente no hubo respuesta, Mili seguía con la boca tapada… mirándome entre furiosa e incrédula de mi historia. Con tantas cosas que le oculte o mentí, historias que invente… era difícil que me creyera…
Ya había sido difícil en el club que me perdone, ahora sería casi imposible por la expresión en su rostro, pero al menos ya había dicho mi verdad…
- Te voy a sacar eso de tu boca… pero no grites… dije tímidamente.
Saque rápidamente la tanga de su boca, para evitar que me muerda. Mili movió la boca como recuperando la movilidad por lo incomodo de la tanga en la boca… guardo silencio como pensando que decir y aguantándose de gritar…
Supongo que a estas alturas se dio cuenta de la situación, tampoco quería un escándalo y que la encuentren tirada en un sillón, amarrada patas arriba, con su falda abierta y el pubis al aire…
- Ahora se supone que te debo agradecer por tirarte a esa mujerzuela… quieres que te aplauda por salvar mi honor… por mentirme…. Eres una basura… dijo aun molesta.
- Si no lo hacía, Vane diría estupideces de ti en la facultad… eso te hubiera gustado?... me defendí.
- Sabes que desde que entre a la facu dicen estupideces de mí… cada vez que paso un curso difícil, todos dicen que seguro me tire al profesor, si soy amable con un chico piensan que soy fácil, si salgo con alguien a la semana el imbécil dice que se acostó conmigo…si me hago amiga de un chico inteligente piensan que es por interés, para que me ayude a aprobar…
- Wow… de que hablas… nunca oi esas cosas (bueno un poco, solo lo último)…
- Tu apenas pasas tiempo en la facu, no todos tenemos la suerte de sacar buenas notas con poco esfuerzo, yo tengo que pasarme casi todo el dia en la facu estudiando y haciendo mis trabajos, porque quiero graduarme… pero eso no le importa a la gente, todos miran mi trasero y piensan que me regalan las notas o que alguien me ayudo… siempre escucho los rumores… dijo indignada al borde de las lágrimas.
Tenía razón, yo mismo llegue a pensar que muchos profes se morboseaban con ella y le regalaban notas… y si me estresaba pasar mucho tiempo en la facu, veía gente paseándose de acá y allá, perdiendo el tiempo, pensaba que más productivo para mí era estudiar o hacer mis trabajos en casa…
- ¿Tú crees que me importa lo que digan de mí?, la gente no sabe el esfuerzo que hago para pasar mis cursos… o todos los chismes de lo que hacía o no con Javier… y vienes tu como gran macho a decir que te tiraste a Vane para que evitar que hablen de mi…
- Bueno… pensé que… intente rebatir abrumado, tenía lógica, yo arme un mundo de situaciones para protegerla y termine succionado por mis propias intrigas, el karma como diría Guille.
- ¿Pensaste que la gente no iba a hablar?… golpeaste a Javier en una fiesta, todos saben o sospechan que estamos juntos… Javier va hablar mal de mí… y tú querías evitar que hablen mal de mí, cogiéndote a esa zorra… eres un perro traidor… como todos… sentencio sollozante.
Me sentí hecho mierda… Mili me dijo mis verdades y yo la cague, lleve al extremo las cosas con Vane y Guille. Por la put… madr… cinco minutos de sinceridad con Mili me hubieran ahorrado un mundo de rollos, de idas y vuelta con Vane… y por no decirle las cosas en su momento, la estaba perdiendo…
- Me mentiste, me engañaste con esa perra… de todas tuviste que elegir justo a la que detesto más… como te odio infeliz… ahora suéltame… suéltame… bramo volviendo a enardecerse.
Entendí que volvería a gritar, así que volví a meterle la tanga en la boca. Enfureció más… me disculpe por las cosas que hice, creí que actuaba de buena fe, admití que debí contarle antes de llegar a eso, etc…
- Tú crees que haya la posibilidad… que me perdones… pregunte absurdamente en ese contexto.
Me miro con rabia, logro escupir la tanga de su boca y con desprecio profirió las siguientes palabras:
- Después que me sueltes, me largare de aquí… y nunca más volveré a hablarte, nunca más volveras a tocarme maldito imbécil… confié en ti y fuiste mi más grande decepción…
Eso dolió… mierd… había perdido a la chica con la que toda la facu sonaba, había descubierto que era más que un rico culo para coger, tenía virtudes y funcionábamos bien juntos, mejor que las otras relaciones que tuve antes… caraj… como la cague… me dejo perplejo… ahora era yo el mareado…
- Danny… suéltame yaaa….
Me senté abrumado en mi cama… con la mirada perdida, luego mi vista se posó en ella, no la quería perder… observe su bello y decepcionado rostro, por ratos preocupada por mi abstracción, y luego como atraído por un imán mi mirada fue bajando, termino aterrizando a su pubis desnudo… ella atada de piernas y brazos, en el sillón…
Recordé sus palabras… cuando la suelte y se vaya todo terminaría… cuando la suelte… en algún momento tendría que soltarla… no tenía que ser ahora…
- Lo siento… le dije, me acerque a ella y… le tape nuevamente la boca con su tanga.
Me miro con sorpresa… le acaricie el rostro, los cabellos, sus senos por encima de su ropa, sus caderas, muslos, mientras ella temblaba no sé si de odio o nervios al imaginar lo que pensaba hacer… ella lo dijo, sería la última vez que la tocaría…
Dirán que estoy loco, quizás llegue al nivel de locura de Guille… pero recién me percate de la situación, Mili transmitía la imagen propia de una chica sodomizada, esperando que la sometan brutalmente… tal vez, eso me fue llenando de morbo… si ya me detesta y es la última vez que tendré contacto con ella… ¿Por qué no?, me dije.
En esos instantes mi verga comenzó a crecer, formando un bulto en mi ropa, libere mi pene ante la mirada atónito de Mili, que hizo un intento de patalear, sabía lo que venía. No tuve que acariciar mucho me pene, ya la tenía erguida. Mientras me iba acercando los ojos de Mili iban creciendo sorprendidos.
- Lo siento… musite nuevamente, mientras me iba acomodando entre sus piernas.
Mili solo atinaba a mover la cabeza a manera de reproche, con las piernas y brazos amarrados en alto intento patalear, el torso y pubis libres para recibirme, poco podía hacer para evitar la última cogida que estaba dispuesto a darle.
Para evitar su inquieto movimiento de oposición, opte por la vieja táctica, un beso en el punto débil, por más que tenso el cuello, al sentir mis labios y los besos que le di con un leve mordisco, termino por aflojar un poco, por bajar la guardia…
Aproveche esto, para jalar un poco su cadera y ponerla en la posición adecuada, lista para recibirme… veía su vagina empezando a lubricarse contra su voluntad… sin embargo no perdería tiempo ahí… iría directo al grano, mejor dicho al ano…
Apunte a su arrugado esfínter, nuevamente la mirada entre reproche y sorpresa de Mili, sus ojos abiertos a más no poder… sin esperar más, la penetre violentamente…
- Ouuummm…. La oí quejarse a través de la tela que le tapaba la boca.
- Lo siento… repetí mecánicamente otra vez.
Tras aquel impacto Mili arqueo la espalda para soportar el dolor que le causo el abrupto ingreso de mi verga en su sorprendido ano. Su rostro colorado, ojos por momentos abiertos y por ratos entrecerrados, lagrimeando.
Pues bien, sería la última vez que me deleitaría con sus gordas nalgas y estrecho agujero… así que comencé a bombearla, con algo de dificultad, ella intentaba oponer resistencia, contrayendo el esfínter y apretando mi pene… hasta que al fin cedió…
Se dio cuenta que no tenía sentido oponer resistencia, ya que estaba dispuesto a salirme con la mía, a no dejarla ir hasta satisfacerme por última vez…. Mili solo atino a rendirse y soportar mis embestidas en su reventado ano, mientras yo la atoraba hasta las tripas…
- Mmmm…. Grrrr… mmm… la oía quejarse levemente con la boca tapada.
Si disfrutaría de ella, por última vez, lo haría de todas sus curvas… mientras le taladraba el ano, sujetando su cadera con una mano, con la otra atine a jalonear sus inflados senos, liberándolos parcialmente, jaloneando sus pezones ante su atónita.
Sudorosa, la veía resoplar ahogadamente por la tela, respirando forzadamente por la nariz… por momentos temí que se iba a ahogar… retire la tanga de su boca, y la reemplace por mi mano entreabierta, para que pudiera respirar mejor sin hacer mucho ruido…
- Uffff… ufff…. Ouuu…. Se quejaba entre mis dedos Mili.
Cuando recupero el aliento, ni bien tuvo la oportunidad, me dio un mordisco… aleje mi mano adolorida...
- ¿Te gusta?... así te hacia gozar esa perra… me increpo aludiendo a Vane.
- No, no, no… no hay culo más rico que el tuyo… replique febril.
- Ouuu… perro mentiroso…. Uhmmm… traidor…. ouuu… se quejaba ella cediendo.
Al notar su ego creciendo como su excitación, por mi brusco halago, mi reconocimiento a que era el mejor culo que había probado en mi vida… no solo por lo estrecho de su ano y lo bultoso de sus glúteos, sino por esa entrega que tenía, sus ricos gemidos…
Dejándome llevar… me lance a besarla… primero cerro la boca, se apartó, hasta que atine a sus labios, ella cedió, abrió su boca, por momentos me brindo su lengua… luego me mordió el labio…
- Ufff… ufff… inténtalo de nuevo… malditooo… oummm…. Me reto.
Enfurecí con esa mordida, y castigue violentamente su ano, sus nalgas temblaban y ese estremecimiento se expandió por su cuerpo, vibraba nerviosamente, no sabía si de placer o por el esfuerzo de la posición incómoda con sus extremidades atadas… lo averiguaría intentando besarla otra vez.
- Mierd… uhmmmm… ouuu… renegaba Mili, mordiéndose los labios para evitar soltar un gemido que delatara que empezaba a gozar de ese brutal castigo.
Intente acercarme otra vez, de manera retadora me esperaba mostrándome los dientes, lanzando mordidas al aire ante cada amago de besarla… hasta…
- Uhmmmm…. Uhmmmm… profirió un tibio gemido con la boca abierta y expresión de sorpresa.
Aproveche ese descuido, para besarla nuevamente, sentí que ahogaba toda su excitación en mi garganta, con su lengua desesperada por enredarse con la mía… otra vez hizo un amago de morderme, sentí sus dientes apresando mi labio inferior… la mire a los ojos, había furia, excitación…
De repente entrecerró los ojos y desistió de morderme, se aboco a besarme desesperadamente mientras irrumpía uno que otro gemido en mi paladar.
- Uhmmm… Te odiooo malditooo… uhmmm… vocifero excitada.
- Nadie te va romper el culo como yo… la rete.
- Eres una mierd… uhmmmm… pero que rico me cogesss… uhmmm…
Esperaba que esa sometida anal hiciera que desistiera de dejarme, que a punta de vergazos hubiera torcido su decisión, que no fuera necesario amarrarla otra vez, que la próxima que la tuviera patas arriba con el ano a mi disposición seria por su elección…
- ¿Quién te reventó el culo por primera vez?... le obligue a responder.
- Tu perrooo mentirosooo… tuuu… uhmmm… no puedo masss…uhmmm… gimió casi reventando de placer.
Hasta que sentí húmedo mis genitales, Mili me estaba orinando de placer, soltaba chorro tras chorro, me aleje un poco al sentirlo. Mientras ella miraba embobada como mi verga le partía el culo en dos y su vagina parecía un volcán escupiendo líquidos…
- Ohhh… mierd… me estas reventando… uhmmmm….
- Si… eres mi perra… le dije.
- No no no… ya nooo… uhmmm… ya no puedo… uhmmm…
Fue así que Mili, no pudo más… tal como dijo, reventó en un terrible orgasmo anal, que la hizo estremecerse y temblar hasta contraerse, casi acalambrándose… mientras mi verga exploto en su ano, con litros y litros de leche…
- Ohhh… ufff… qué diablos… me dije.
En plena explosión saque mi verga, y la apunte rápidamente a su boca abierta y jadeante, solo que no le atine precisamente, la salpique el rostro, mejillas, barbilla, hasta hacer diana en su boca, Mili se ahogaba con el chorro de leche…
- Mierd… ufff…. Ufff… resople tranquilo.
Mientras ella se tragaba mi leche para poder respirar tranquila. Cuando termine, llevado por la lujuria pensé que si Mili ya había soportado eso, que más daba en una última vejación. Fui por un lado del mueble, Mili respiraba dificultosamente, pero no me importo.
Jalonee su cabeza, hasta su cuerpo se deslizo en el mueble y acomodando su cabeza conveniente de lado, y la obligue a tragarse mi verga. Debía ser una faena completa, Mili tenía que limpiar mi verga.
- Queee… oughhh ughhh… apenas alcanzo a decir, porque mi pene ya estaba en su paladar.
Pensé que con su lengua limpiaría los rezagos de semen en mi verga. En un momento me asuste al sentir sus dientes… que idiota, había puesto mi verga en la boca de una mujer hasta hace poco furiosa… que me mordió los dedos y el labio… tenía mi pene literalmente en la boca del lobo (loba mejor dicho).
Al darme cuenta empecé a sacar mi pene, pero sus labios me retuvieron… sin decir, nada, Mili comenzó a succionarme la verga como poseída… entendí que en un primer instante su intención fue morderme, luego, al igual que yo, se dejó llevar por el morbo y actuó de acuerdo a eso.
Los centímetros de pene que había sacado de su boca los fui insertando nuevamente complacido, se había vuelto una experta mamándola…
- Put… madr… eres la mejorrr…. Uffff…. Exclame.
En pocos segundos, Mili había logrado extraerme una segunda descarga de leche, sentía que me orinaba, pero ella seguía engullendo mi leche sin protestar. Cuando acabo mi descarga, procedió a limpiar con su lengua los restos de esperma.
Alejo su rostro suspirando profundamente, elevo su rostro al cielo, cerrando los ojos, como disfrutando un momento, hasta que instintivamente paso su lengua por sus labios melosos para terminar de limpiarse ella misma. Otra gota de leche, se me salió al ver esa escena.
Mili muerta, se dejó caer de lado, con sus extremidades amarradas, resoplo unos segundos… con la mirada perdida…
- Ahora si… suéltame por favor… suplico graciosamente al borde de un calambre total.
Viéndola mas domesticada, sumisa, quizás habiéndome perdonado, decidí liberarla, parecía que ya no sería un peligro, ni parecía con fuerzas o ánimos para hacer un escándalo. Quizás había funcionado, ya antes la había sometido analmente, logrando terminar peleas y llegando a reconciliarnos.
- Voy a bañarme… solo atinó a decir una vez libre, aun con semen secándose en su mejilla.
Se veía abrumada, pensativa. No la quise presionar con preguntas o definiciones de lo nuestro, de que pasaría, solo la deje ir al baño. Escuche su vestido caer, el agua, solo le deje una toalla y la espere en el sillón en el que la había ultrajado hace unos momentos.
Pensando que tal vez en unos días las cosas se normalizarían entre nosotros, en que tenía que hacer para ganarme su confianza de nuevo, quizás llevarla a un sitio bonito antes que acaben las vacaciones de la universidad y empiece nuestro último ciclo.
Salió cambiada del baño, con la mirada triste, esbozo una tibia sonrisa, mientras yo esperaba optimista su veredicto… su perdón o alguna penitencia que me impusiera, sería razonable dado lo que hice…
- Se acabó Dany… me mentiste muchas veces… sentencio Mili.
- Pero… la pasamos bien hace rato… intente refutar.
- No quiero alguien para tirar, quiero alguien en quien confiar… ya me pasó con Javier, fue igual y me engaño una y otra vez…
- No me compares con ese imbécil… me enoje.
- Digas lo que digas, ahora te veo así… defraudaste mi confianza… maldición, te tiraste a Vane, ¿debo decir más?… no quiero seguir contigo… respeta mi decisión… me explico.
- Está bien… fue lo único que me quedo decir.
Sabía que era inútil intentar convencerla, sería peor, lo de Vane era muy reciente, quizás debía darle tiempo al tiempo. Cabizbajo acepte su decisión. Mili hizo un ademan de irse. Caminamos en silencio a la puerta de mi casa.
- Nuevamente lo siento… le dije.
- Yo también… replico llorosa.
Me dio un beso en la mejilla, y luego me dio la espalda, por un momento se detuvo, igual que mi corazón, dudo en seguir… luego volteo, me miro dulcemente… quizás me perdono…
- Por cierto… dijo, mientras su mano acariciaba mi mejilla.
Tal vez era el preámbulo de un beso de reconciliación… pero no… alejo su mano, cerro el puño y me dio un certero golpe en la mejilla que acaba de acariciar como preparándola para el castigo. Vaya que fue un golpe fuerte, me volteo el rostro, recordé que su padre había sido militar y seguro le había enseñado como dar un buen puñetazo.
- Me la debías… maldito mentiroso… me recrimino.
Me lo tenía bien merecido, nada que reprocharle. Cuando pude volver el rostro, vi su expresión decepcionada casi lagrimeante, tomándose la mano adolorida por el golpe que me dio y con la muñeca aun roja por la atadura que le hice. No quiso que la viera llorar, dio media vuelta y se marchó cerrando la puerta bruscamente.
Quise perseguirla pero entendí que sería peor armar un escándalo en la calle. Como dijo Guille haga lo que haga… estaba jodido… nuevamente tenía que darle tiempo al tiempo.
Para mi mala suerte mi madre regreso al rato, dijo que vio a Mili subiendo a un taxi casi llorando, y me recrimino porque la deje ir así, que le había hecho… bla bla bla… en fin al rato se dio cuenta que yo estaba deshecho y que no estaba para reproches, me dejo irme a mi habitación.
Se venía el último ciclo de la universidad… ¿lograría que me perdone antes? ¿Durante el ciclo? ¿Después de que termine la universidad?... quien sabe… solo el tiempo lo diría…
Continuara…
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