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Cornudo entregado a mi ex 2

Cornudo entregado a mi ex 2

Pasó una semana y media desde que la vi a Romi, no podía sacarla un minuto de mi cabeza, pensaba que iba a hacer, como iba a seguir, realmente era una situación difícil, no había vuelto a ver pornografía para nada, después de ese pequeño encuentro a mis casi cuarenta y un años, me parecía todo un chiste, comparándolo con lo vivido con Romi. No la llamé en todo ese tiempo, y el jueves a la noche me llamó ella:
-Hola… como estás?, tenía miedo que te hubiera tragado la tierra… -dijo con su voz más sensual.
-No se si no hubiera sido más fácil eso…
-Por lo que escucho no estás muy disgustado… más bien diría encantado… sólo que tenes un poco de miedo… pero ya lo vas a ir perdiendo…
Sentía mi pija dura como una roca, mientras la escuchaba hablar, con lo que decía y el tono con el que hablaba, como alguien que maneja un juego y no tiene ninguna duda que ese juego va a seguir hasta que esa persona se canse, o decida terminarlo.
-La verdad que estoy bastante asustado… donde estás…?
-Estoy en casa, por comer, recién llego del consultorio, montones de pacientes, me llamó Mara hace un rato para ver como estabas, que pensaba de nuestro encuentro.
-Ah mira vos… y que diagnóstico le diste a nuestra hija…
-Le dije que te veía un poco bajoneado… pero que se quedara tranquila… que seguramente en poco tiempo te iba a ayudar a estar mejor…
-Que buena que te volviste de golpe… -se rió un largo rato, con esa risa franca que le salía a veces.
-Prefiero no hablar algunas cosas por teléfono… el domingo a la tarde tengo una media hora para pasear con vos por Recoleta… que siempre te gustó… si podes y querés tipo tres te paso a buscar por tu casa… después tengo que ver a alguien…
Me quedé un segundo en silencio, me apreté la pija sobre el pantalón, que calentura mi Dios.
-No tengo nada que hacer te espero entonces…
-Dale… un besito… cuídate… no tomes mucho vino que te hace mal…
Traté de no pensar mucho en el tema, estábamos a mediados de octubre, buena temperatura, el domingo tocó día algo nublado, pero hermosa temperatura, no me masturbe desde el jueves, no quería desperdiciar mi calentura, quizás debería haberlo hecho, para no estar tan entregado, pero su sensación que podía hacer lo que quería conmigo, me volaba la cabeza, además de ser cierta, claro. Almorcé liviano y me puse a ver una serie, recibí un mensaje tres menos cinco que estaba abajo, no lo podía creer nunca había sido puntual. Su auto tiene vidrios polarizados, cuando abrí la puerta no lo podía creer, tenía un short re corto, de una tela brillante y un top corto que le dejaba la panza al aire las tetas re levantadas, se había puesto un piercing en la pancita. Tenía unas sandalias creo que las llaman romanas, con todo un cordón de cuero enrollado alrededor de la pierna. Cuando me senté se acercó y me dio un beso en la boca. Arrancó sin decir nada, tomo mi mano y la llevó a su muslo.
-Podes acariciarme un poco mientras manejo… me gusta que me acaricien cuando manejo…
Esa piel, que suavidad, que delicia, como extrañaba sentir esa piel. Después de un rato me sacó la mano.
-Bueno ya estuvo bien… acordate que sos el último de mi lista de amantes… tenes el privilegio de ser mi testigo… pero muchas limitaciones en lo que podes hacer además de mirar… -me apretó el bulto que estaba durísimo- le voy a decir a Mara que estás bastante mejor… que vas levantando… -dijo sonriente y siguió manejando, hablamos de trabajo y bastante de Mara. Cuando llegamos, estacionamos y bajo del auto no lo podía creer, ese short le marcaba su culazo y se veía el comienzo de sus glúteos, si le hubiera propuesto salir así, cuando estábamos juntos me hubiera mandado al carajo. Empezamos a caminar y me hizo que la tomara de la cintura, caminaba despacio como desfilando, atenta a las miradas del entorno. En un momento me pidió que la dejara caminar un poco más adelante, como si estuviera sola, como si no la conociera. Los tipos la devoraban con la mirada, alguno le decía algo al pasar, que calentura. Fuimos a tomar algo eran cerca de las cuatro ya, nos sentamos ella estaba atenta al entorno, a quien la miraba y como, me encantaba la situación. Ella habló
-Ahora 4.30 me viene a buscar Marcos… 30 años… un bombón… le dije que estoy acá esperándolo… sabe que estoy con un ex compañero de secundario… que tuvimos algo de pendejos… me viene a buscar y me voy con él…
No dije nada, no sabía que decir, mi miembro re duro.
-Le dije que te excitabas mirando… pero que nunca habías encontrado gente que quisiera dejarte ser el mirón… le dije que me diste lástima y quería ayudarte… pero que hoy… como era la primera vez… sólo nos ibas a seguir un rato mientras paseábamos… después me lo llevo a coger a casa…. Tenes que ir despacio… consejo médico… -dijo otra vez estallando en una risa franca, relajada, deliciosa. Tomamos una cerveza, en un momento un joven musculoso, alto, se acercó, ella se puso de pie y le dio un beso en la boca. Le dijo que yo era Jorge, el compañero de la secundaria del que le había hablado. Pagamos la cuenta ellos salieron delante, caminaba a una distancia razonable de ellos, él la tomaba de la cintura, la apretaba contra él, de a ratos, bajaba su mano y le apretaba el culo, en el medio de la muchedumbre, hubiera recibido un cachetazo si hubiera hecho algo así, pero ahora, ella encantada, de a ratos paraban y se besaban y apretaban, ella hacía poses sexis, mientras lo hacían, sabiendo que yo y varios más miraban su juego. Fueron caminando para el lado del auto, él entró del lado del chofer, ella antes de subir, me tiró un beso y me saludo con la mano, vi como se iban en el auto, me senté un rato debajo de un árbol, recomponiéndome, a la media hora tenía mensaje de wapp.
-Te mando unas fotos de mi ropita interior… no me la quise sacar, seguro te gusta más puesta… a Marcos le encanto… la última foto no es de hoy… pero si es con él… besitos… seguro repetimos algo parecido a la última foto… -y me mandaba un emoticón con guiño de ojo.
Fui mirando las fotos de a poco, un conjunto blanco muy calado, se notaban claramente sus pezones, varias fotos en distintas poses de su culazo… y la última, una verga grande, apoyada en el medio de sus glúteos, todos manchados de leche, abundante corrida parte en su espalda, me detenía en la vista del lunar que tiene en el cachete derecho, lleno de leche, estaba parando culo. Que delicia. Me quedé un rato sentado, mirando los árboles, pensando en nada, cuando me calme fui a tomar un bondi, llegué a casa, me masturbe y tuve uno de esos orgasmos monumentales. No volvimos a hablar en toda la semana, me costaba llamarla, a mediados de la otra semana recibí un mensaje.
-No te voy a estar persiguiendo… si no tenes ganas de seguir con esto no te quiero molestar… si te interesa seguir jugando llámame antes del viernes… besos… -era miércoles.






5 comentarios - Cornudo entregado a mi ex 2

pulporubio +1
Espectacular relato! Muy caliente. Te vuela la cabeza
Guiyote07 +1
Muy bueno...como siempre.
Pervberto +1
Explorando el deseo y los sinuosos caminos del placer.