Cabalgué un rato hasta que quisimos cambiar de posición. Me puse al costado de la cama, rodillas apoyadas en la cama y la cola para afuera. Me la fue metiendo y sacando suave al principio y luego con más fuerza. Para esto había abierto el placar en el que tengo un espejo grande ya que me gusta ver cómo me están cogiendo. Eso fue súper excitante para los dos. Llegó el momento de jugar patitas al hombro para terminar nuevamente cabalgando. Esta vez le pedí que filmara con mi celu mientras lo cabalgaba, dándole la espalda. Me excitaba mucho verme en el espejo cabalgando esa hermosa verga de ese macho tan lindo y viril. Me preguntó dónde quería la lechita y le dije que en el pecho o a la cara y a ahí fue el lugar donde arrojó todo ese torrente de placer. Nunca supe si su historia era verdadera, si era soltero o casado pero lo cierto es que disfruté mucho esa tarde con ese macho tan sencillo, un verdadero semental. Nunca más la volví a ver y por supuesto me quedé con ganas de una segunda vez. Esa tarde me reconcilió con una parte de mi cuerpo que muchas veces no me gusta y me di cuenta qué debemos vencer muchos prejuicios. Bienvenidos esos machos hermosos por dar y recibir placer. Ojalá él leyera este post e interrumpiera cualquiera de mis tardes para darnos ese inmenso placer del buen sexo.
Los buenos momentos quedan grabados y cuando uno los escribe están ahí presentes y volvemos a encendernos… gracias a ese cordobés tan copado.
Si te gustó el relato acompañame con comentarios, me gusta o regalitos. Gracias
Los buenos momentos quedan grabados y cuando uno los escribe están ahí presentes y volvemos a encendernos… gracias a ese cordobés tan copado.
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2 comentarios - Mi primer relato (gay) una visita para recordar (2da parte)