Bueno, ¡aquí estamos de nuevo! Este relato es del jueves y el viernes de semana santa y fueron dos días estupendos antes de que ella regresará el sábado al trabajo. Voy a decir, que apesta que ella está fuera tanto ahora, pero sé lo feliz que es en su nuevo puesto de trabajo y no podría estar más feliz por ella. Fue una especie de divertido ida y vuelta a través de mensajes de texto entre nosotros cuando ella estaba fuera esta vez. Ella se comunicaba a menudo para asegurarse de que yo estaba bien y yo también me comunicaba con ella. También nos enviamos mensajes de texto de forma más "sugerente" que antes, espero algún día sean lo suficientemente buenos esos textos para postearlos. Ella comentaba que no podía esperar a pasar "tiempo de calidad" juntos cuando llegara a casa y terminaba con un emoji de guiño y cosas así, nada demasiado loco.
Llegó a casa el jueves a las 11:30 am más o menos. Me envió un mensaje de texto cuando aterrizó y me dijo que estaba "tan lista para verme". Esperaba que esto sugiriera que estaba lista para irse justo cuando entró por la puerta. Y no me equivoqué. Entró con una enorme sonrisa en la cara y me saludó con un gran abrazo. Yo le devolví el abrazo y entonces ella dijo rápidamente: "Dios, he estado tan excitada toda la mañana sabiendo que iba a volver a casa, ¿estás preparada para ello?". Yo no me he masturbado ni nada, excepto con ella, así que puedes apostar tu dulce culo a que me apetece. Cuando le dije que sí, suspiró: "Oh, gracias a Dios..." e inmediatamente empezó a desabrocharse la camisa y a quitarse la falda.
La seguí hasta su cama y cuando llegó a ella ya estaba completamente desnuda. Me quité la camiseta y los pantalones cortos que llevaba puestos mientras ella se ponía contra el cabecero de la cama y empezaba a frotarse el clítoris. No buscaba una sesión larga, estaba lista para correrse. Me puse de rodillas en el extremo de la cama y empecé a acariciarla. "Mmmm Dios he echado de menos esto cariño". Le dije que yo también lo había echado de menos mientras nuestros ojos recorrían cada centímetro del cuerpo del otro. Después de un minuto estaba al borde. Dije: "Joder, mamá, estoy a punto de correrme". Ella dijo: "En mis tetas cariño, en mis tetas..." Me moví en la cama para ponerme a horcajadas sobre su estómago y me corrí sobre sus tetas. Inmediatamente se mordió el labio y arqueó la espalda mientras se estremecía en su orgasmo. Su estómago subió lo suficiente como para que mis pelotas se apoyaran en su estómago antes de que finalmente se relajara completamente sobre su espalda.
Se rió y dijo: "Ohhh lo necesitaba, voy a ducharme, ¿quieres venir?". Yo, por supuesto, habría sido un estúpido si hubiera dicho que no. Nos metimos en la ducha y me dejó quitarle todo el semen de las tetas. En realidad era sólo una excusa para jugar con ellas un rato, para ser sincero. Nos lavamos mutuamente durante un rato, pero mi madre evitó tocarme la entrepierna. Me decepcionó un poco, pero fui respetuoso y me mantuve alejado de la suya también, por suerte eso no me impedía poder observar todo lo que quisiera.
Pasamos el resto del día poniéndonos al día y hablando de su viaje y de todos los lugares que vio. La noche empezó bastante normal, nos sentamos juntos en el sofá y vimos una película. Ella se acurrucó con su cabeza en mi hombro hacia la mitad de la película y se quedó así durante el resto de la misma. Esta era una situación totalmente no sexual, pero ella llevaba una camiseta sin sujetador, por lo que su escote se veía increíble, y mis pantalones cortos de baloncesto no estaban haciendo nada para ocultar mi creciente erección. Pronto mis pantalones cortos estaban extremadamente abultados. Mi madre se rió y dijo: "¡A alguien le está gustando la película!". Yo le dije: "No tanto, pero me encanta la compañía". Ella soltó una risita y dijo: "¡Ah, eres muy dulce!". Y seguimos viendo la película. Mientras la película continuaba, mi madre puso su mano en mi rodilla y, a medida que pasaba el tiempo, su mano fue subiendo por mi pierna hasta que se apoyó en mi muslo, a pocos centímetros de mi erección. Después de lo que pareció una eternidad, sus dedos bajaron y tocaron mis pelotas. Me pasó los dedos por los huevos y por la parte inferior de la polla.
Me senté con total felicidad mientras mi madre me acariciaba la polla y los huevos por encima de los calzoncillos. Al cabo de un rato, me agarró la cintura de los calzoncillos y me levanté para que me los bajara por los tobillos, mi polla rebotó casi sobre su rostro. Con mi polla ya totalmente al descubierto, se limitó a sujetar mis pelotas durante un momento y a darles una especie de masaje mientras me miraba la polla. Luego, con su otra mano, empezó a acariciar lentamente mi polla mientras me masajeaba los huevos. Yo estaba un poco recostado en el sofá y ella tenía la cabeza apoyada en mi pecho. Empezó a acariciar en serio y yo gemí, "Mmm que bien se siente". Entonces ella dijo algo que nunca olvidaré. Dijo: "¿Sí? ¿Te gusta cuando mamá te acaricia la polla?" Mi polla palpitó cuando ella dijo esto y yo respondí: "Mmmm, joder, sí". Dejó escapar una risita seductora y continuó acariciándome. Sus manos eran tan suaves que se deslizaban de la punta a la base mientras me acariciaba.
Puse mi mano sobre su cuerpo y agarré uno de sus pechos por encima de su camiseta. Dejó de acariciarme por un momento y se bajó la camiseta para dejar al descubierto sus perfectos pechos y permitirme acceder a ellos. Masajeé sus tetas mientras ella seguía trabajando mi polla. Sabía que estaba cerca y dije: "Joder, me voy a correr mamá". Ella gimió y dijo: "¡Mmm sí bebé, córrete para mamá, córrete en la cara de mamá!" Ese fue todo el estímulo que necesité, ya que disparé una fuente de semen que la alcanzó justo en la cara antes de correrse en sus manos. Una vez que terminó de ordeñar hasta la última gota, se volvió y me sonrió. Fue muy excitante ver mi semen en la cara de mi madre. Fue al baño a lavarse las manos y la cara y luego volvió y terminó la película. Nos fuimos a la cama sin que pasara nada más esa noche.
El día siguiente fue muy normal. Nos despertamos alrededor de la misma hora y desayunamos juntos, yo me había tomado los días que ella iba a estar en casa sin trabajar, así que fuimos a hacer algunas compras navideñas y simplemente pasamos un día divertido. No volvimos hasta cerca de las 10 de la noche, y la tensión sexual había estado creciendo todo el día. Mi madre se había vestido para impresionar. Llevaba un vestido de jersey bastante ajustado que entraba en un cuello alto con un cinturón en la cintura. Me pareció que estaba muy sexy. Me pasé todo el día observando su culo cuando caminaba detrás de ella y viendo cómo rebotaban sus tetas si estaba a su lado. Sólo llevaba un bonito jersey y unos pantalones caqui. Me dijo que le encantaba el look y la pillé robando miradas todo el día. Así que, como dije, la tensión había ido en aumento durante todo el día.
En cuanto entramos por la puerta, empezó la cosa. Cerré la puerta y me di la vuelta para ver a mi madre de pie justo detrás de mí y muy cerca. Se acercó a mí, me abrazó y me dijo: "Muchas gracias por este día tan divertido, odio tener que viajar tanto, pero realmente aprecio los momentos que tengo contigo". Le dije que había sido un placer y que siempre me encantará pasar tiempo con ella. Con eso, sus manos se deslizaron por mi espalda y me apretaron el trasero. Yo hice lo mismo con ella y se rió. Se separó del abrazo, pero sus manos permanecieron sobre mí, recorriendo mis caderas y llegando a mi entrepierna. Su tacto hizo que mi erección se disparara al instante. Apretó mi creciente polla y mis pelotas por encima de mis pantalones, pero su labio, y dijo: "Tengo que irme mañana por la mañana, cariño. ¿Quieres divertirte antes de acostarte?". Me quedé un poco sin palabras debido a que toda la sangre había abandonado mi cerebro y se había precipitado hacia mi polla. Todo lo que pude reunir fue un leve asentimiento.
En ese momento, mi madre deslizó sus manos hasta la hebilla de mi cinturón y comenzó a desabrocharlo. Yo hice lo mismo con el cinturón que rodeaba su cintura por fuera del vestido. Me quitó el cinturón y luego me desabrochó los pantalones. Cuando me bajó los pantalones hasta los tobillos, me salí de ellos mientras agarraba la parte inferior de su vestido y empezaba a subirle el vestido hacia la cabeza. Ella levantó los brazos por encima de la cabeza y yo le quité el vestido revelando su sujetador y sus bragas negras a juego. Se veía tan bien, la ropa interior complementaba su cuerpo de todas las maneras posibles. Se acercó a mí y empezó a desabrocharme la camisa. Mientras lo hacía, extendí la mano para desabrochar su sujetador por delante. Me quitó la camisa de los hombros mientras yo le bajaba el sujetador por los hombros y lo dejaba caer suavemente al suelo. Sus manos, por supuesto, fueron directas a mis abdominales e inmediatamente empecé a jugar con sus tetas. Era tan increíble, simplemente estar allí sintiéndonos el uno al otro. Entonces sentí que las manos de mi madre se deslizaban a lo largo de mi torso y que las yemas de sus dedos pasaban por debajo de la banda de la cintura de mis bóxers. Los empujó hacia abajo y mi polla se levantó. Sonrió mientras la miraba descansando sobre sus manos. Bajé mis manos de sus tetas, bajé por su estómago y bajé sus bragas de la misma manera. Me miró a los ojos, me cogió de la mano y me llevó a su cama.
Se tumbó de espaldas en la cama y dijo: "Ponte encima de mí, como hago con mi almohada". Me monté sobre su estómago y me apoyé con las rodillas, mi polla descansando sobre su pecho, justo debajo de la mitad de sus tetas. Ella se levantó y agarró suavemente mi polla con sus suaves manos. Se sintió tan bien cuando empezó a acariciarme con ambas manos, añadiendo giros en dirección contraria con cada golpe. Me puse detrás de mí y encontré su coño con mis dedos. Empecé jugando ligeramente con su clítoris, pero no voy a mentir, he hecho algo de google para aprender a complacerla mejor. Después de que nos sentáramos a juguetear ligeramente el uno con el otro durante un rato, cogí mi dedo corazón y empecé a introducirlo suavemente. Ella respondió con largos gemidos mientras yo lo introducía más y más profundamente. Cuando mi dedo corazón estaba completamente dentro, empecé a hacer el movimiento de "ven aquí" con mi dedo y a frotar su clítoris con mi pulgar. Ella empezó a gemir muy fuerte y empezó a acariciar mi polla en serio. Estaba viendo sus tetas moverse mientras me masturbaba y yo trabajaba su coño y fue el momento más erótico de mi vida hasta ese momento.
Los ojos de mi madre se abrieron de par en par y dijo: "¡Oh, Dios mío, oh, mi puto Dios, me voy a correr!". Empezó a temblar y casi a gritar mientras se sacudía durante su orgasmo. Cuando su orgasmo finalmente se detuvo, se escupió en las manos y se puso a trabajar. Me estaba acariciando tan bien que pensé que mi alma podría abandonar mi cuerpo. Me corrí con tanta fuerza que el primer disparo no la alcanzó por completo y se estrelló contra el cabecero de la cama. Al ver esto, abrió la boca y atrapó parte del siguiente disparo en su boca y en su cara, mientras el resto cubría sus tetas. Cuando me dejó seco, me desplomé sobre ella y nos quedamos dormidos, todavía desnudos y con semen por todas partes.
A la mañana siguiente me desperté con mi madre de pie junto a la cama e inclinada sobre mí. Tenía una gran sonrisa en la cara y dijo: "¡Buenos días, cariño! Anoche fue increíble. Tengo que ir al aeropuerto, te quiero". Y se inclinó y, por primera vez, me dio un pequeño beso en los labios antes de irse al aeropuerto.
Así que ¡sí! Nos besamos, aunque brevemente, y tuvimos nuestra sesión más íntima con diferencia, y dormimos juntos desnudos. Fueron dos días estupendos. Mi madre volvió a casa hasta una semana después, así que hemos avanzado un poco más. ¡Gracias como siempre por leer! ¡Espero que hayan disfrutado de esta actualización! ¡Hasta la próxima!
Llegó a casa el jueves a las 11:30 am más o menos. Me envió un mensaje de texto cuando aterrizó y me dijo que estaba "tan lista para verme". Esperaba que esto sugiriera que estaba lista para irse justo cuando entró por la puerta. Y no me equivoqué. Entró con una enorme sonrisa en la cara y me saludó con un gran abrazo. Yo le devolví el abrazo y entonces ella dijo rápidamente: "Dios, he estado tan excitada toda la mañana sabiendo que iba a volver a casa, ¿estás preparada para ello?". Yo no me he masturbado ni nada, excepto con ella, así que puedes apostar tu dulce culo a que me apetece. Cuando le dije que sí, suspiró: "Oh, gracias a Dios..." e inmediatamente empezó a desabrocharse la camisa y a quitarse la falda.
La seguí hasta su cama y cuando llegó a ella ya estaba completamente desnuda. Me quité la camiseta y los pantalones cortos que llevaba puestos mientras ella se ponía contra el cabecero de la cama y empezaba a frotarse el clítoris. No buscaba una sesión larga, estaba lista para correrse. Me puse de rodillas en el extremo de la cama y empecé a acariciarla. "Mmmm Dios he echado de menos esto cariño". Le dije que yo también lo había echado de menos mientras nuestros ojos recorrían cada centímetro del cuerpo del otro. Después de un minuto estaba al borde. Dije: "Joder, mamá, estoy a punto de correrme". Ella dijo: "En mis tetas cariño, en mis tetas..." Me moví en la cama para ponerme a horcajadas sobre su estómago y me corrí sobre sus tetas. Inmediatamente se mordió el labio y arqueó la espalda mientras se estremecía en su orgasmo. Su estómago subió lo suficiente como para que mis pelotas se apoyaran en su estómago antes de que finalmente se relajara completamente sobre su espalda.
Se rió y dijo: "Ohhh lo necesitaba, voy a ducharme, ¿quieres venir?". Yo, por supuesto, habría sido un estúpido si hubiera dicho que no. Nos metimos en la ducha y me dejó quitarle todo el semen de las tetas. En realidad era sólo una excusa para jugar con ellas un rato, para ser sincero. Nos lavamos mutuamente durante un rato, pero mi madre evitó tocarme la entrepierna. Me decepcionó un poco, pero fui respetuoso y me mantuve alejado de la suya también, por suerte eso no me impedía poder observar todo lo que quisiera.
Pasamos el resto del día poniéndonos al día y hablando de su viaje y de todos los lugares que vio. La noche empezó bastante normal, nos sentamos juntos en el sofá y vimos una película. Ella se acurrucó con su cabeza en mi hombro hacia la mitad de la película y se quedó así durante el resto de la misma. Esta era una situación totalmente no sexual, pero ella llevaba una camiseta sin sujetador, por lo que su escote se veía increíble, y mis pantalones cortos de baloncesto no estaban haciendo nada para ocultar mi creciente erección. Pronto mis pantalones cortos estaban extremadamente abultados. Mi madre se rió y dijo: "¡A alguien le está gustando la película!". Yo le dije: "No tanto, pero me encanta la compañía". Ella soltó una risita y dijo: "¡Ah, eres muy dulce!". Y seguimos viendo la película. Mientras la película continuaba, mi madre puso su mano en mi rodilla y, a medida que pasaba el tiempo, su mano fue subiendo por mi pierna hasta que se apoyó en mi muslo, a pocos centímetros de mi erección. Después de lo que pareció una eternidad, sus dedos bajaron y tocaron mis pelotas. Me pasó los dedos por los huevos y por la parte inferior de la polla.
Me senté con total felicidad mientras mi madre me acariciaba la polla y los huevos por encima de los calzoncillos. Al cabo de un rato, me agarró la cintura de los calzoncillos y me levanté para que me los bajara por los tobillos, mi polla rebotó casi sobre su rostro. Con mi polla ya totalmente al descubierto, se limitó a sujetar mis pelotas durante un momento y a darles una especie de masaje mientras me miraba la polla. Luego, con su otra mano, empezó a acariciar lentamente mi polla mientras me masajeaba los huevos. Yo estaba un poco recostado en el sofá y ella tenía la cabeza apoyada en mi pecho. Empezó a acariciar en serio y yo gemí, "Mmm que bien se siente". Entonces ella dijo algo que nunca olvidaré. Dijo: "¿Sí? ¿Te gusta cuando mamá te acaricia la polla?" Mi polla palpitó cuando ella dijo esto y yo respondí: "Mmmm, joder, sí". Dejó escapar una risita seductora y continuó acariciándome. Sus manos eran tan suaves que se deslizaban de la punta a la base mientras me acariciaba.
Puse mi mano sobre su cuerpo y agarré uno de sus pechos por encima de su camiseta. Dejó de acariciarme por un momento y se bajó la camiseta para dejar al descubierto sus perfectos pechos y permitirme acceder a ellos. Masajeé sus tetas mientras ella seguía trabajando mi polla. Sabía que estaba cerca y dije: "Joder, me voy a correr mamá". Ella gimió y dijo: "¡Mmm sí bebé, córrete para mamá, córrete en la cara de mamá!" Ese fue todo el estímulo que necesité, ya que disparé una fuente de semen que la alcanzó justo en la cara antes de correrse en sus manos. Una vez que terminó de ordeñar hasta la última gota, se volvió y me sonrió. Fue muy excitante ver mi semen en la cara de mi madre. Fue al baño a lavarse las manos y la cara y luego volvió y terminó la película. Nos fuimos a la cama sin que pasara nada más esa noche.
El día siguiente fue muy normal. Nos despertamos alrededor de la misma hora y desayunamos juntos, yo me había tomado los días que ella iba a estar en casa sin trabajar, así que fuimos a hacer algunas compras navideñas y simplemente pasamos un día divertido. No volvimos hasta cerca de las 10 de la noche, y la tensión sexual había estado creciendo todo el día. Mi madre se había vestido para impresionar. Llevaba un vestido de jersey bastante ajustado que entraba en un cuello alto con un cinturón en la cintura. Me pareció que estaba muy sexy. Me pasé todo el día observando su culo cuando caminaba detrás de ella y viendo cómo rebotaban sus tetas si estaba a su lado. Sólo llevaba un bonito jersey y unos pantalones caqui. Me dijo que le encantaba el look y la pillé robando miradas todo el día. Así que, como dije, la tensión había ido en aumento durante todo el día.
En cuanto entramos por la puerta, empezó la cosa. Cerré la puerta y me di la vuelta para ver a mi madre de pie justo detrás de mí y muy cerca. Se acercó a mí, me abrazó y me dijo: "Muchas gracias por este día tan divertido, odio tener que viajar tanto, pero realmente aprecio los momentos que tengo contigo". Le dije que había sido un placer y que siempre me encantará pasar tiempo con ella. Con eso, sus manos se deslizaron por mi espalda y me apretaron el trasero. Yo hice lo mismo con ella y se rió. Se separó del abrazo, pero sus manos permanecieron sobre mí, recorriendo mis caderas y llegando a mi entrepierna. Su tacto hizo que mi erección se disparara al instante. Apretó mi creciente polla y mis pelotas por encima de mis pantalones, pero su labio, y dijo: "Tengo que irme mañana por la mañana, cariño. ¿Quieres divertirte antes de acostarte?". Me quedé un poco sin palabras debido a que toda la sangre había abandonado mi cerebro y se había precipitado hacia mi polla. Todo lo que pude reunir fue un leve asentimiento.
En ese momento, mi madre deslizó sus manos hasta la hebilla de mi cinturón y comenzó a desabrocharlo. Yo hice lo mismo con el cinturón que rodeaba su cintura por fuera del vestido. Me quitó el cinturón y luego me desabrochó los pantalones. Cuando me bajó los pantalones hasta los tobillos, me salí de ellos mientras agarraba la parte inferior de su vestido y empezaba a subirle el vestido hacia la cabeza. Ella levantó los brazos por encima de la cabeza y yo le quité el vestido revelando su sujetador y sus bragas negras a juego. Se veía tan bien, la ropa interior complementaba su cuerpo de todas las maneras posibles. Se acercó a mí y empezó a desabrocharme la camisa. Mientras lo hacía, extendí la mano para desabrochar su sujetador por delante. Me quitó la camisa de los hombros mientras yo le bajaba el sujetador por los hombros y lo dejaba caer suavemente al suelo. Sus manos, por supuesto, fueron directas a mis abdominales e inmediatamente empecé a jugar con sus tetas. Era tan increíble, simplemente estar allí sintiéndonos el uno al otro. Entonces sentí que las manos de mi madre se deslizaban a lo largo de mi torso y que las yemas de sus dedos pasaban por debajo de la banda de la cintura de mis bóxers. Los empujó hacia abajo y mi polla se levantó. Sonrió mientras la miraba descansando sobre sus manos. Bajé mis manos de sus tetas, bajé por su estómago y bajé sus bragas de la misma manera. Me miró a los ojos, me cogió de la mano y me llevó a su cama.
Se tumbó de espaldas en la cama y dijo: "Ponte encima de mí, como hago con mi almohada". Me monté sobre su estómago y me apoyé con las rodillas, mi polla descansando sobre su pecho, justo debajo de la mitad de sus tetas. Ella se levantó y agarró suavemente mi polla con sus suaves manos. Se sintió tan bien cuando empezó a acariciarme con ambas manos, añadiendo giros en dirección contraria con cada golpe. Me puse detrás de mí y encontré su coño con mis dedos. Empecé jugando ligeramente con su clítoris, pero no voy a mentir, he hecho algo de google para aprender a complacerla mejor. Después de que nos sentáramos a juguetear ligeramente el uno con el otro durante un rato, cogí mi dedo corazón y empecé a introducirlo suavemente. Ella respondió con largos gemidos mientras yo lo introducía más y más profundamente. Cuando mi dedo corazón estaba completamente dentro, empecé a hacer el movimiento de "ven aquí" con mi dedo y a frotar su clítoris con mi pulgar. Ella empezó a gemir muy fuerte y empezó a acariciar mi polla en serio. Estaba viendo sus tetas moverse mientras me masturbaba y yo trabajaba su coño y fue el momento más erótico de mi vida hasta ese momento.
Los ojos de mi madre se abrieron de par en par y dijo: "¡Oh, Dios mío, oh, mi puto Dios, me voy a correr!". Empezó a temblar y casi a gritar mientras se sacudía durante su orgasmo. Cuando su orgasmo finalmente se detuvo, se escupió en las manos y se puso a trabajar. Me estaba acariciando tan bien que pensé que mi alma podría abandonar mi cuerpo. Me corrí con tanta fuerza que el primer disparo no la alcanzó por completo y se estrelló contra el cabecero de la cama. Al ver esto, abrió la boca y atrapó parte del siguiente disparo en su boca y en su cara, mientras el resto cubría sus tetas. Cuando me dejó seco, me desplomé sobre ella y nos quedamos dormidos, todavía desnudos y con semen por todas partes.
A la mañana siguiente me desperté con mi madre de pie junto a la cama e inclinada sobre mí. Tenía una gran sonrisa en la cara y dijo: "¡Buenos días, cariño! Anoche fue increíble. Tengo que ir al aeropuerto, te quiero". Y se inclinó y, por primera vez, me dio un pequeño beso en los labios antes de irse al aeropuerto.
Así que ¡sí! Nos besamos, aunque brevemente, y tuvimos nuestra sesión más íntima con diferencia, y dormimos juntos desnudos. Fueron dos días estupendos. Mi madre volvió a casa hasta una semana después, así que hemos avanzado un poco más. ¡Gracias como siempre por leer! ¡Espero que hayan disfrutado de esta actualización! ¡Hasta la próxima!
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