Este es mi primer post, espero que les guste. Lo que les voy a contar pasó hace un par de meses. Un día cuando estaba conectado a la app de contactos gays. El flaco que me contactó no tenía fotos en su perfil pero le gustaron las que yo tenía. El era activo y me dijo que no era de Córdoba capital sino que venía a entregar productos. Me preguntó si tenía lugar a lo que le contesté que sí. Me preguntó por mis horarios y le dije que yo podía acomodarlos. Yo tenía una clase por zoom a las 14. Un rato antes me escribe para decirme si podía pasar a conocerme, nos encontramos afuera del edificio al costado de su camioneta utilitaria y de verdad que me encantó. Era flaco masculino y con un cuerpo bien formado pero no de gym. Era justo lo que me gustaba que fuera, un cuerpo formado, de trabajador. Solo hablamos unos minutos y se fue porque tenía que seguir repartiendo. Realmente pensé que no se iba a comunicar más y que no iba a volver pero para mi grata sorpresa al rato me escribió diciendo si podía venir después de mí clase. A partir de ahí todas mis hormonas se alborotaron y comencé a prepararme para el encuentro. Por supuesto a partir de ahí me olvide de la clase, me di una ducha, higienicé mi cola y ordené la cama para esperarlo. Cuándo llegó le dije si quería darse una ducha y así fue, ahí recién pude ver la hermosa verga que portaba. Era grande, gruesa y con la cabeza más pequeña. Como siempre pasa en esos casos uno duda si va a poder recibirla en la cola, pero luego, sé qué será posible porque tengo buena dilatación.
Él se atravesó en el sommier, puso dos almohadas bajo su cabeza y se acomodó como un rey esperando que lo atiendan. Me encantó que se sintió cómodo desde el principio al igual que yo. Comencé a mamarle la verga suavemente y eso le encantó. Fue disfrutar desde el momento cero ya que mamar esa hermosa verga de ese macho hermoso tonificado naturalmente era para mí un sueño. Él mientras tanto me hablaba, me contaba que siempre le calentaron los gorditos. Yo tengo algo de panza y me sorprendió lo que él me decía, en más a él le gustaban mas gorditos aun. A él no le gustaba besar y eso es lo único que hubiese sido el broche de oro para un encuentro tan hermoso. Le mamé la verga un rato largo, suavemente como él quería, mirando su cara de placer hasta que llegó el momento de darle placer a mi colita. Siempre me ha gustado comenzar cabalgando, especialmente cuando la verga grande y esta no iba a ser la excepción ya que se veía muy gruesa, más que nada ancha. Fue así que luego de que se colocara el forro me puse mucho lubricante en el agujerito y a su verga. Me dispuse emprender la tarea de comer esa verga con mi cola. Te pedí más que nunca qué me dejara a mí para ir relajando poco a poco. Yo estaba muy caliente por comerme ese macho tan lindo y agradable. La cabeza de la verga no fue problema porque era más pequeña que el resto del tronco. Luego fue una tarea minuciosa de ir comiendo milímetro a milímetro hasta que entró un cuarto y después la mitad. Para esto los dos ya estábamos muy excitados y mi cola totalmente relajada y dilatada. Comencé a moverme más aunque por momentos se sentía la incomodidad de todo ese tronco ancho y grueso en mí interior.
Si les gustó pongan me gusta, regalitos y comentarios así escribo la segunda parte
Él se atravesó en el sommier, puso dos almohadas bajo su cabeza y se acomodó como un rey esperando que lo atiendan. Me encantó que se sintió cómodo desde el principio al igual que yo. Comencé a mamarle la verga suavemente y eso le encantó. Fue disfrutar desde el momento cero ya que mamar esa hermosa verga de ese macho hermoso tonificado naturalmente era para mí un sueño. Él mientras tanto me hablaba, me contaba que siempre le calentaron los gorditos. Yo tengo algo de panza y me sorprendió lo que él me decía, en más a él le gustaban mas gorditos aun. A él no le gustaba besar y eso es lo único que hubiese sido el broche de oro para un encuentro tan hermoso. Le mamé la verga un rato largo, suavemente como él quería, mirando su cara de placer hasta que llegó el momento de darle placer a mi colita. Siempre me ha gustado comenzar cabalgando, especialmente cuando la verga grande y esta no iba a ser la excepción ya que se veía muy gruesa, más que nada ancha. Fue así que luego de que se colocara el forro me puse mucho lubricante en el agujerito y a su verga. Me dispuse emprender la tarea de comer esa verga con mi cola. Te pedí más que nunca qué me dejara a mí para ir relajando poco a poco. Yo estaba muy caliente por comerme ese macho tan lindo y agradable. La cabeza de la verga no fue problema porque era más pequeña que el resto del tronco. Luego fue una tarea minuciosa de ir comiendo milímetro a milímetro hasta que entró un cuarto y después la mitad. Para esto los dos ya estábamos muy excitados y mi cola totalmente relajada y dilatada. Comencé a moverme más aunque por momentos se sentía la incomodidad de todo ese tronco ancho y grueso en mí interior.
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1 comentarios - Mi primer relato (gay): una visita para recordar (1ra parte)