Tía Fabiana 5.
Luego de nuestro salvaje encuentro, los días siguientes no ocurrió nada particularmente fuerte, disfrutaba observar a mi tía en las mañanas, andaba por el patio haciendo sus cosas, de ves en cuando me saludaba, como si nada pasara, la veía hablar con mi madre tan casualmente, que me preguntaba que diría ella si supiera que su hijo usa el cuerpo de su hermana como un pedazo de carne para rellenar de leche.
A veces cuando pasaba a su lado rozaba su culo un poco, siempre asegurándome que no me viera nadie, si se supiera lo que hacia seria un gran escandalo, pero me sentía bien al saber que tenia mi puta personal a disposición cuando quisiera.
Una tarde decidí que haría algo mas, quería atravesar barreras con ella, ver hasta donde llegaba, así que espié por la ventana hasta ver que se dirigía al baño, espere un poco y la seguí, la puerta no estaba trancada, por lo que entre sin avisar y pude ver como mi tía se desnudaba.
-Dale seguí- le insistí al ver que se había detenido.
Ella continuo mientras yo me senté en el inodoro y la observaba desnudándose, hasta quedar sin ropa, parecía que trataba de ignorarme, se acerco al grifo de la ducha y lo abrió, el agua comenzó a caer y ella se dispuso a entrar, pero no la deje.
-Espera-
Se detuvo y volteo a verme.
-¿Que pasa?- Pregunto.
-¿Hoy cagaste?-
-¿Qué? No- me respondió algo confundida por mi pregunta.
-Bueno, veni y caga ahora- le dije al pararme del inodoro y cederle el asiento.
-No tengo ganas ahora- respondió en voz baja.
-Sentate y caga, no te vas a bañar hasta hacerlo- afirme sentenciándola.
Se quedo en silencio unos segundos y se sentó en el inodoro completamente desnuda.
Yo me senté en el suelo a su lado, observándola en silencio.
Luego de un rato en silencio quise hablarle.
-¿Por qué dejaste a tu esposo?-
-…No trabajaba, no hacia nada-
-Pero si estuvieron quince años, por que decidiste dejarlo ahora?-
-Me canse de lo mismo-
-¿Lo engañaste alguna ves?- le hice una pregunta que no se esperaba, quedo unos segundos en silencio y respondió.
-Un poco-
-¿Cómo un poco?-
-Pocas veces-
-Con quien lo engañaste?-
-Vecinos-
-Ah con esos negros, seguro te tenían ganas desde hace tiempo-
-No era por eso-
-¿Entonces?-
-A veces nos daban cosas y luego me pedían si podía hacerle cosas-
-Que cosas?-
-Coger, chupárselas-
-Y por que no decías que no putita?-
-No se…-
-Jaja te encantaba hacer cornudo a tu esposo seguro, eras la mejor putita del barrio seguro-
No respondió mas, tomo papel ya que había logrado cagar e iba a limpiarse.
-Espera, levántate-
-Que?-
-Dale negra puta párate-
Obedeció y se levanto con el culo cagado, comencé a tocarle las nalgas, a movérselas, eran como gelatina, entonces con mi mano le pase toda la mano entre sus nalgas, obviamente salió con bastante mierda, la cual comencé a frotar por el cuerpo de mi tía, ella no hacia nada, de ves en cuando hizo alguna arcada debido al olor que comenzó a brotar, le embarre mierda por sus piernas, sus tetas y por toda sus nalgas, me daba un poco de asco, pero me daba mucho morbo el hacer tal acto en su cuerpo y que ella no se resistiera.
-No se diferencia mucho de tu olor natural negrita ¿Qué opinas de que tu sobrino te haga esto?-
No respondió, a lo cual le di una nalgada en su culo todo cagado.
-Jaja ahora si, entra al agua que apestas-
Y allí entro al agua mi tía llena de mierda, se comenzó a frotar con jabón para limpiarse, entonces me saque mi ropa y me metí con ella.
-Yo también tengo que limpiarme tu mierda-
Me empecé a lavar, la puse de espaldas a mi así podía apreciar su ojete todo mojado, nunca me cansaría de esa vista, esta negra tenia un culo que pedía a gritos ser cogido día y noche.
Agarre el jabón y se lo pasaba entre sus nalgas una y otra ves.
-Este orto tiene que estar bien limpio-
Luego de un rato, ella ya había terminado de limpiarse, la única razón por la que seguía en el agua era por que yo la estaba manoseando y jugando con ella.
-El agua esta un poco fría, te voy a calentar- le dije mientras agarraba mi verga y la apuntaba hacia ella-
-Date vuelta y mírame-
Ella obedeció, y cuando lo hizo la comencé a orinar en su estomago, tenia bastante acumulado, por lo que salió un chorro con fuerza.
-Rápido arrodíllate-
Me miro y lo hizo, entonces le pude mear toda la cara, ella cerraba sus ojos y la recibía en silencio, al terminar, le restregué mi verga por toda la cara.
-Vos sos mi tía, sos una negra puta, sos un pedazo de carne que pienso usar cuando quiera y vos no vas a hacer nada, te voy a garchar cuando yo quiera hija de puta- le dije y le comí bien la boca a mi tía Fabiana.
-Yo que vos me limpio un poco mas-
Tras esto, me vestí y me fui del baño, esta hembra era un manjar y me la pensaba comer toda
Luego de nuestro salvaje encuentro, los días siguientes no ocurrió nada particularmente fuerte, disfrutaba observar a mi tía en las mañanas, andaba por el patio haciendo sus cosas, de ves en cuando me saludaba, como si nada pasara, la veía hablar con mi madre tan casualmente, que me preguntaba que diría ella si supiera que su hijo usa el cuerpo de su hermana como un pedazo de carne para rellenar de leche.
A veces cuando pasaba a su lado rozaba su culo un poco, siempre asegurándome que no me viera nadie, si se supiera lo que hacia seria un gran escandalo, pero me sentía bien al saber que tenia mi puta personal a disposición cuando quisiera.
Una tarde decidí que haría algo mas, quería atravesar barreras con ella, ver hasta donde llegaba, así que espié por la ventana hasta ver que se dirigía al baño, espere un poco y la seguí, la puerta no estaba trancada, por lo que entre sin avisar y pude ver como mi tía se desnudaba.
-Dale seguí- le insistí al ver que se había detenido.
Ella continuo mientras yo me senté en el inodoro y la observaba desnudándose, hasta quedar sin ropa, parecía que trataba de ignorarme, se acerco al grifo de la ducha y lo abrió, el agua comenzó a caer y ella se dispuso a entrar, pero no la deje.
-Espera-
Se detuvo y volteo a verme.
-¿Que pasa?- Pregunto.
-¿Hoy cagaste?-
-¿Qué? No- me respondió algo confundida por mi pregunta.
-Bueno, veni y caga ahora- le dije al pararme del inodoro y cederle el asiento.
-No tengo ganas ahora- respondió en voz baja.
-Sentate y caga, no te vas a bañar hasta hacerlo- afirme sentenciándola.
Se quedo en silencio unos segundos y se sentó en el inodoro completamente desnuda.
Yo me senté en el suelo a su lado, observándola en silencio.
Luego de un rato en silencio quise hablarle.
-¿Por qué dejaste a tu esposo?-
-…No trabajaba, no hacia nada-
-Pero si estuvieron quince años, por que decidiste dejarlo ahora?-
-Me canse de lo mismo-
-¿Lo engañaste alguna ves?- le hice una pregunta que no se esperaba, quedo unos segundos en silencio y respondió.
-Un poco-
-¿Cómo un poco?-
-Pocas veces-
-Con quien lo engañaste?-
-Vecinos-
-Ah con esos negros, seguro te tenían ganas desde hace tiempo-
-No era por eso-
-¿Entonces?-
-A veces nos daban cosas y luego me pedían si podía hacerle cosas-
-Que cosas?-
-Coger, chupárselas-
-Y por que no decías que no putita?-
-No se…-
-Jaja te encantaba hacer cornudo a tu esposo seguro, eras la mejor putita del barrio seguro-
No respondió mas, tomo papel ya que había logrado cagar e iba a limpiarse.
-Espera, levántate-
-Que?-
-Dale negra puta párate-
Obedeció y se levanto con el culo cagado, comencé a tocarle las nalgas, a movérselas, eran como gelatina, entonces con mi mano le pase toda la mano entre sus nalgas, obviamente salió con bastante mierda, la cual comencé a frotar por el cuerpo de mi tía, ella no hacia nada, de ves en cuando hizo alguna arcada debido al olor que comenzó a brotar, le embarre mierda por sus piernas, sus tetas y por toda sus nalgas, me daba un poco de asco, pero me daba mucho morbo el hacer tal acto en su cuerpo y que ella no se resistiera.
-No se diferencia mucho de tu olor natural negrita ¿Qué opinas de que tu sobrino te haga esto?-
No respondió, a lo cual le di una nalgada en su culo todo cagado.
-Jaja ahora si, entra al agua que apestas-
Y allí entro al agua mi tía llena de mierda, se comenzó a frotar con jabón para limpiarse, entonces me saque mi ropa y me metí con ella.
-Yo también tengo que limpiarme tu mierda-
Me empecé a lavar, la puse de espaldas a mi así podía apreciar su ojete todo mojado, nunca me cansaría de esa vista, esta negra tenia un culo que pedía a gritos ser cogido día y noche.
Agarre el jabón y se lo pasaba entre sus nalgas una y otra ves.
-Este orto tiene que estar bien limpio-
Luego de un rato, ella ya había terminado de limpiarse, la única razón por la que seguía en el agua era por que yo la estaba manoseando y jugando con ella.
-El agua esta un poco fría, te voy a calentar- le dije mientras agarraba mi verga y la apuntaba hacia ella-
-Date vuelta y mírame-
Ella obedeció, y cuando lo hizo la comencé a orinar en su estomago, tenia bastante acumulado, por lo que salió un chorro con fuerza.
-Rápido arrodíllate-
Me miro y lo hizo, entonces le pude mear toda la cara, ella cerraba sus ojos y la recibía en silencio, al terminar, le restregué mi verga por toda la cara.
-Vos sos mi tía, sos una negra puta, sos un pedazo de carne que pienso usar cuando quiera y vos no vas a hacer nada, te voy a garchar cuando yo quiera hija de puta- le dije y le comí bien la boca a mi tía Fabiana.
-Yo que vos me limpio un poco mas-
Tras esto, me vestí y me fui del baño, esta hembra era un manjar y me la pensaba comer toda
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