Tía Fabiana 2.
Retomando donde lo deje.
Estaba decidido a poseer el culo de mi tía putipobre, pero no seria fácil, ya que a pesar de tener todas las características de la típica mujer puta de barrio bajo, no tenia esa personalidad, de hecho siempre se veía como una persona alegre pero algo tímida aun con las personas de su familia, solo termino la primaria asi que su conocimiento no era muy grande, y se notaba, siempre que iba a su casa escuchaba varios tipos de insultos para comunicarse, tanto de ella como de mis primos, pero no de mala manera, se comunicaban así.
Otra cosa curiosa es que ella y mis primos siempre olían a su barrio, es decir, un olor a cloaca, agua estancada, era muy curioso, hasta el día de hoy sigue oliendo así, esto a muchos les parecerá desagradable, pero a mi no, de hecho me daba morbo cogerme a una negra puta medio estúpida, y mas si esa negra era mi tía.
Pero, como hacerlo? Estuve pensando eso varios días, no sabia como acercarme, y estoy seguro que ella no me veía de esa forma ni de lejos, a pesar de que hago ejercicio y me cuido, en esa época aun no era ni mayor de edad, me faltaban unos meses, y siempre fui bastante callado con mi tía.
Pero se me ocurrió una idea para tener otro acercamiento, ella se bañaba en el baño de mi abuela, a una hora en la que no había nadie en la casa. Repetí lo mismo, me senté justo frente a la entrada y espere que saliera al patio, y allí salió, aun tenia algunas gotas de agua recorriendo sus piernas, y su culo se movía con su caminar, luego de mirarla bien, me levante y entre al baño de mi abuela, si alguien llegaba solo tenia que decir que el de mi casa estaba ocupado, al entrar, cierro la puerta y observo todo el baño hasta ver un cesto con ropa sucia, y allí estaban, arriba de la demás ropa al ser la ultima que entro al baño, los calzones de mi tía recién sacados, los tome y lo primero que hice fue olerlos, era un olor fuerte, y a pesar de no ser una tanga, seguro su enorme culo se los comía cuando caminaba.
Me hice una gran paja usando eso, y acabe sobre todo su calzón, dejándolo donde lo encontré, para que no se notara.
Sin duda era una especie de “progreso” pero no servía de nada si quería cogérmela, pero entonces recordé algo, se acercaba el cumpleaños de mi madre, en el cual seguro habría bastante gente y alcohol, esa era mi oportunidad para lograr hacer algo, pero debía preparar el terreno antes.
Los siguientes días pensé en varias formas de acercarme, decidí que en el cumpleaños no podría cogérmela, por obvias razones, mi casa iba a estar con mucha gente, pero si podría lograr tocarla si jugaba bien, entonces, Salí de mis pensamientos al ver a mi tía colgando la ropa en el patio, llevaba un vestido negro típico que suelen usar las mujeres que tienen algo de sobrepeso, pero se le pegaba un poco al cuerpo, sobre todo en el culo, su tamaño provocaba que siempre se notara.
-Que calor hace- me dijo con una sonrisa mientras colgaba la ropa.
-Si, yo Salí por que hace mas calor adentro que afuera- le respondí.
A lo que largo una risita.
Entonces me pare y me dirigí hacia ella, note que se le había caído una prenda de la ropa que llevaba en el cesto, al tomarla del piso note que era uno de sus calzones, a lo cual aproveche que ella estaba de espaldas y lo olí rápidamente.
-Se cayó-
-Aay gracias L, se me caen las cosas y ni me entero-
Lo tomo rápidamente, a lo mejor algo avergonzada por que era un calzón, entonces me volvió a dar la espalda, y en ese momento mi mirada bajo y se poso sobre esas dos nalgas negras que estaban a escasos centímetros, a las tres de la tarde, no había nadie, estábamos solos y al parecer ella no me decía nada a pesar de estar parado justo detrás de ella sin moverme, mi corazón comenzó a latir muy rápido, la adrenalina recorría mi cuerpo con lo que se me había ocurrido, una sensación que pocas veces he sentido en mi vida.
Pero si lo haría, lo haría bien.
Verán, la zona en donde esta la cuerda para colgar la ropa esta justo donde se encuentra la casa uno de los perros, en ese momento pensé rápido.
-Ay roco no tenes agua- dije, agarrando el recipiente.
Todo esto solo para justificar que aun estuviera allí detrás de mi tía, tome el recipiente y me dirigí al grifo que estaba a unos cinco metros para llenar el recipiente del perro, en esos segundos mire bien ambos lados del patio, me asegure de que no había nadie, era perfecto, mi tía seguía colgando la ropa y ni se volteaba a verme ahora, si me atrevía a hacerlo, nadie me vería, ni mi tía si lo hacia bien.
Una ves mas, camine hacia donde mi tía, trate de acercarme lo mas que pude y me agache.
-Toma agua roco- dije, colocando el recipiente en el suelo, y a la ves acercando rápidamente mi cara al culo de mi tía, la cual estaba mirando hacia arriba al colgar una prenda de ropa, me acerque lo mas que pude, quedando a pocos centímetros e inhale ese aroma, que realmente no sentí casi nada, solo su olor a agua estancada, pero el hacer eso me excito mucho, el hecho de que ella no lo notara, de tener mi cara casi apollada en ese enorme orto.
Volví a pararme rápidamente, ahora con una enorme erección, me fui a mi habitación a masturbarme, ni me fije si mi tía lo noto o no, fue una sensación increíble, como latía mi corazón, ahora quería mucho mas.
Retomando donde lo deje.
Estaba decidido a poseer el culo de mi tía putipobre, pero no seria fácil, ya que a pesar de tener todas las características de la típica mujer puta de barrio bajo, no tenia esa personalidad, de hecho siempre se veía como una persona alegre pero algo tímida aun con las personas de su familia, solo termino la primaria asi que su conocimiento no era muy grande, y se notaba, siempre que iba a su casa escuchaba varios tipos de insultos para comunicarse, tanto de ella como de mis primos, pero no de mala manera, se comunicaban así.
Otra cosa curiosa es que ella y mis primos siempre olían a su barrio, es decir, un olor a cloaca, agua estancada, era muy curioso, hasta el día de hoy sigue oliendo así, esto a muchos les parecerá desagradable, pero a mi no, de hecho me daba morbo cogerme a una negra puta medio estúpida, y mas si esa negra era mi tía.
Pero, como hacerlo? Estuve pensando eso varios días, no sabia como acercarme, y estoy seguro que ella no me veía de esa forma ni de lejos, a pesar de que hago ejercicio y me cuido, en esa época aun no era ni mayor de edad, me faltaban unos meses, y siempre fui bastante callado con mi tía.
Pero se me ocurrió una idea para tener otro acercamiento, ella se bañaba en el baño de mi abuela, a una hora en la que no había nadie en la casa. Repetí lo mismo, me senté justo frente a la entrada y espere que saliera al patio, y allí salió, aun tenia algunas gotas de agua recorriendo sus piernas, y su culo se movía con su caminar, luego de mirarla bien, me levante y entre al baño de mi abuela, si alguien llegaba solo tenia que decir que el de mi casa estaba ocupado, al entrar, cierro la puerta y observo todo el baño hasta ver un cesto con ropa sucia, y allí estaban, arriba de la demás ropa al ser la ultima que entro al baño, los calzones de mi tía recién sacados, los tome y lo primero que hice fue olerlos, era un olor fuerte, y a pesar de no ser una tanga, seguro su enorme culo se los comía cuando caminaba.
Me hice una gran paja usando eso, y acabe sobre todo su calzón, dejándolo donde lo encontré, para que no se notara.
Sin duda era una especie de “progreso” pero no servía de nada si quería cogérmela, pero entonces recordé algo, se acercaba el cumpleaños de mi madre, en el cual seguro habría bastante gente y alcohol, esa era mi oportunidad para lograr hacer algo, pero debía preparar el terreno antes.
Los siguientes días pensé en varias formas de acercarme, decidí que en el cumpleaños no podría cogérmela, por obvias razones, mi casa iba a estar con mucha gente, pero si podría lograr tocarla si jugaba bien, entonces, Salí de mis pensamientos al ver a mi tía colgando la ropa en el patio, llevaba un vestido negro típico que suelen usar las mujeres que tienen algo de sobrepeso, pero se le pegaba un poco al cuerpo, sobre todo en el culo, su tamaño provocaba que siempre se notara.
-Que calor hace- me dijo con una sonrisa mientras colgaba la ropa.
-Si, yo Salí por que hace mas calor adentro que afuera- le respondí.
A lo que largo una risita.
Entonces me pare y me dirigí hacia ella, note que se le había caído una prenda de la ropa que llevaba en el cesto, al tomarla del piso note que era uno de sus calzones, a lo cual aproveche que ella estaba de espaldas y lo olí rápidamente.
-Se cayó-
-Aay gracias L, se me caen las cosas y ni me entero-
Lo tomo rápidamente, a lo mejor algo avergonzada por que era un calzón, entonces me volvió a dar la espalda, y en ese momento mi mirada bajo y se poso sobre esas dos nalgas negras que estaban a escasos centímetros, a las tres de la tarde, no había nadie, estábamos solos y al parecer ella no me decía nada a pesar de estar parado justo detrás de ella sin moverme, mi corazón comenzó a latir muy rápido, la adrenalina recorría mi cuerpo con lo que se me había ocurrido, una sensación que pocas veces he sentido en mi vida.
Pero si lo haría, lo haría bien.
Verán, la zona en donde esta la cuerda para colgar la ropa esta justo donde se encuentra la casa uno de los perros, en ese momento pensé rápido.
-Ay roco no tenes agua- dije, agarrando el recipiente.
Todo esto solo para justificar que aun estuviera allí detrás de mi tía, tome el recipiente y me dirigí al grifo que estaba a unos cinco metros para llenar el recipiente del perro, en esos segundos mire bien ambos lados del patio, me asegure de que no había nadie, era perfecto, mi tía seguía colgando la ropa y ni se volteaba a verme ahora, si me atrevía a hacerlo, nadie me vería, ni mi tía si lo hacia bien.
Una ves mas, camine hacia donde mi tía, trate de acercarme lo mas que pude y me agache.
-Toma agua roco- dije, colocando el recipiente en el suelo, y a la ves acercando rápidamente mi cara al culo de mi tía, la cual estaba mirando hacia arriba al colgar una prenda de ropa, me acerque lo mas que pude, quedando a pocos centímetros e inhale ese aroma, que realmente no sentí casi nada, solo su olor a agua estancada, pero el hacer eso me excito mucho, el hecho de que ella no lo notara, de tener mi cara casi apollada en ese enorme orto.
Volví a pararme rápidamente, ahora con una enorme erección, me fui a mi habitación a masturbarme, ni me fije si mi tía lo noto o no, fue una sensación increíble, como latía mi corazón, ahora quería mucho mas.
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