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Cornudo - Aghata Obediencia III

Capitulo III - Obediencia

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Marcela, se sentía espléndida esa mañana, acababa de tomar una refrescante ducha y estaba secando su cuerpo mientras pensaba en lo que le venía sucediendo unos días atrás, su vida se había revitalizado y se sentía plena como hacía mucho tiempo no se sentía. El hotel marchaba muy bien, su hijo llevaba una buena actividad académica y se encontraba muy bien de ánimo, pero el mayor cambio fue el nuevo estatus con Roman. Luego de su encuentro con Agatha en la confitería se decidió a hablar con él esa misma tarde y así lo hizo, tuvieron una charla que sintió sincera y acordaron que aquello que los había unido se había marchitado aunque no deseaban romper la pareja, fundamentalmente por el hijo de ambos, fue así como Roman reconoció la distancia que había puesto con ella en el plano sexual y le planteó que estaba atravesando por una introspección profunda por lo que no podía darle lo que ella ansiaba en este momento de su vida, aun así accedió a que ella satisficiera sus urgencias y pasiones sexuales con quien ella eligiera. De este modo es que la llegada del nuevo pasajero al hotel le vino como anillo al dedo, esa misma noche estaba llamando a la puerta de aquel joven que le abrió un nuevo mundo de sensaciones, sintiéndose en libertad se dejó llevar por sus pasiones mas profundas, sus deseos más lujuriosos y terminó al amanecer desnuda agitada sobre el sillón de la habitación con su boca oliendo a esperma y a la hermosa verga de su nuevo amante, aun luego de ducharse sentía que su vulva estaba irritada, llevó una mano para tocarse y el solo tacto la mojo por completo, cerró sus ojos y se vio nuevamente mamando aquel duro y caliente falo, toco su culo y no resistio la tentacion de acariciar su rosado agujero mmmmmm…. se mordió el labio inferior mientras aplicaba una ligera presión con la yema de su dedo mojado con sus propios fluidos mmmm… ahhhh! sintió como entraba su falange e inmediatamente metió dos dedos de su mano libre en su caliente vagina, aaaahhhhh aaahhh estaba cogiendose con los dedos!!, hundio aun mas el dedo en su culo e imaginando que era Lucio quien la sodomizaba comenzó a correrse como una desquiciada aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh, seeeeeeeeeee!!! huuuuuuuuuu!!! gimoteaba mientras sus piernas temblaban y sentía como los flujos de su vagina le corrían por el interior de sus piernas hasta las rodillas. Ufff - Dijo - Tendré que ducharme nuevamente - y volvió a ingresar a la ducha. 

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Esa tarde Aghata regreso de su entrenamiento radiante, saludo a nuestro hijo y subió directo a la habitación a ducharse. Habían pasado unos meses del episodio en mi oficina y desde ese día todo había cambiado, me encontraba a la espera aún de lo que podía suceder, Aghata se había vuelto impredecible a veces me trataba de manera normal como si nada hubiera sucedido pero había días en que podía sentir como si fuera una persona desconocida, me trataba de manera brusca, irritada, nuestros encuentros sexuales se extinguieron en cuanto salió de mi oficina y podía sentir que no lograba encender su libido para nada, me sentía muy frustrado. 

Comencé a masturbarme a diario y mi pulsion sissy cuckold me desbordaba. En cuanto Aghata salía de ducharse me encerraba en el baño con sus prendas recién usadas, me ponia sus tangas y sus leggings impregnados de sudor y olor a hembra y me observaba al espejo, me fascina ver como se ve mi culo con sus prendas, me acaricio y golpeo el culo mientras siento como crece mi pene bajo mi mano, lo siento duro caliente y mojado mmmm… comienzo a mover mi mano de arriba abajo aguantando la tentacion de terminar rapido, mis dedos se mojan con liquido preseminal y los chupo como una puta mientras acaricio mi culo, luego asi llenos de saliva y mis propios jugos introduzco suavemente un dedo en mi ano y puedo sentir una ereccion descomunal, mi pene erecto parece reventar y nuevamente comienzo a masturbame puedo sentir como mi dedo ingresa cada vez mas al interior de mi caliente culo y mis testiculos bullen de esperma aaaahhh, de repente mi esfinter anal se contrae y un potente chorro de leche caliente sale disparado hacia adelante, me apresuro a lamer mi mano empapada de semen mientras las ultimas gotas caen en la tanga y los leggings de Aghata. Me cambio y dejo la ropa como la encontré antes de salir, estos episodios me atormentan, alcanzó cimas de placer que me hunden luego en un sentimiento de culpa que me persigue durante días, solo encuentro sosiego al ver a Aghata distante de mi, me convenzo de que no le soy infiel solo calmo mis mas prohibidos deseos en la soledad del sanitario donde quedó recluida mi vida sexual.

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Esa tarde, Aghata se sentía resplandeciente, acababa de regresar del gym y veía su silueta desnuda en el baño luego de ducharse, había intensificado el entrenamiento los últimos meses y podía ver como el esfuerzo se veía en su figura, sus piernas lucían fuertes, la piel tersa de su firme culo brillaba por las gotas de agua que bajaban desde su espalda, se le dibujo una mueca de satisfacción al ver como sus redondos y turgentes pechos se bamboleaban mientras secaba su pelo, sus pezones habían recuperado su color rosado y no había en ellos vestigios de que hubiese amamantado, pese a ello su figura era la de una mujer no una adolecente y esto lo llevaba con orgullo. - Debo broncearme un poco- pensó mientras echaba una última mirada a su cuerpo antes de terminar de cambiarse. 

-Hoy saldré con Marcela y las muchachas del club, no me esperes despierto.-  Le largo a Ernesto y salió dejando tras de sí el aroma de un perfume que lo dejó muy inquieto. Sabía lo que él hacía con sus prendas en el baño y esto le despertaba sensaciones encontradas, aún no se recuperaba de lo que vio en el hotel pero a la vez le despertaba cierto morbo que la impulsaba a seguir negándole su cuerpo y mostrarse cada vez más provocativa para que Ernesto se masturbara sobre sus tangas. Sacudió su pelo quitándose de encima esos pensamientos y encendió la camioneta, una última mirada al espejo retrovisor y salió rumbo al pub dónde la esperaban sus amigas.

-Aghata! ¡Aquí!- Miraba alrededor y vio la mano en alto de Marcela que la llamaba, saludo a las tres amigas y tomó asiento en el taburete que le tenían reservado.

-Que bueno que hayas podido venir Aghata, ya estábamos pensando en que no volverías a aceptar salir con tus amigas.

-Perdona Marcela verdad que no se por que pospuse tanto tiempo salir con ustedes, por cierto qué lugar más agradable

El pub en el que se reunieron era la sensación últimamente y acogía jóvenes entre los 30 y 40, se habia hecho la fama por su particular ambientación, una vez ingresado por un hall con recepción y guardarropas se desembocaba en una pista de baile entablonada con un pequeño escenario de fondo, a la izquierda continuando con la barra se encontraba el sector de mesas redondas con taburetes donde se encontraba Aghata con sus amigas y frente a ellas, cruzando la pista, había un sector más privado con sillones que sin llegar a ser un reservado ofrece más intimidad que el anterior. Las diferentes intensidades de iluminación marcaban la dinámica de cada área así como su peculiar paleta de colores.  

-Oye Aghata que mona que has venido mujer!
- ¡Estas como quieres! ¿Cómo te ha dejado Ernesto salir así?
- No me avergüencen por favor - Dijo Aghata sintiendo crecer el rubor en sus pómulos - Hacia tiempo que deseaba aceptar sus suplicas que me vestí para la ocasión - Dijo mostrando una sonrisa de dientes perfectos y labios sensuales
-jajaja como que suplicas?!! si seras, a poco que estábamos pensando en pedirle permiso a tu esposo para que te dejara salir jajaja
- Vamos chicas, que no va a querer salir nuevamente con nosotras si la tratamos así - Dijo Marcela que conocía muy bien el carácter  de su amiga.
- No te aflijas Marcela - Dijo Aghata- Y a ustedes dos sepan que no necesito el permiso de Ernesto, lo deje bien duro cuando le solté de imprevisto que salía con vosotras jajaja.

El lugar se fue llenando y la musica fue subiendo de volumen, ese grupo de mujeres se robaba todas las miradas, tenian las cuatro cuerpos bien formados gracias al deporte y el diario entrenamiento, y vestian como verdaderas Milfs, si bien hacia mucho tiempo que Aghata no salia con sus amigas de fiesta sabia vestirse para exsaserbar sus atributos, aquella noche llevaba un conjunto de lenceria muy delicado color violeta, de encajes muy trabajados y tanga de hilo con algunos straps adornando la union central, hacia al frente tenia una licra transparente que se amoldaba perfectamente a su depilado sexo, era como si no llevara nada puesto, el sosten sin breteles daba sustento a sus generosos pechos que se dejaban ver por el escote de la blusa estampada que llevaba tan bien pegada al cuerpo, esa noche se decidio por una pollera tubo de lycra que contorneaba su culo de manera exepcional y completo todo con unos zapatos de taco alto que le daban el toque de elegancia final. Era consciente de las miradas que recibian, y sobre esto hablaban las amigas cuando Aghata se puso de pie para acercarse a la barra. Salió contoneándose entre el mar de gente y no pudo evitar el roce de los cuerpos que se abarrotaban para llegar a su mismo destino, por un momento se sintió rodeada de jóvenes que la comían con sus ojos pero su perfil algo petulante los mantuvo a raya. En esto estaba cuando le pareció ver una cara familiar en el sector de sillones. - No puede ser - pensó, -¿Qué hace el ingeniero aquí? y quien lo acompaña?- fue lo segundo que penso, la distrajo el llamado del bartender y pidio sus bebidas para luego regresar a la mesa de sus amigas, fue todo un desafio, llevaba los cuatro vasos en alto con ambas manos por lo que su cuerpo quedo indefenso y los roces fueron mas osados, sintio como algunos de los jovenes rozaban su culo con sus duros paquetes y no pudo evitar una punzada de exitacion en su sexo que comenzo lentamente a humedecerse. 

-¿Dónde están las demás, Marcela?
- Allá, en la pista, no pudieron evitarlo, les encanta bailar salsa y los dos prospectos que las invitaron no dejaban lugar a dudas jajaja. No te preocupes por ellas, aprovechemos este momento solas y me cuentas como estas y como fue que te decidiste por fin a acompañarnos?
Marcela estaba al tanto de lo que había sucedido entre Roman y Ernesto, pero Aghata no se lo había dicho aun, asique iba con cuidado en eso.
-Ya sabes, el trabajo, necesitaba poder desconectarme y por eso decidí salir
-Y Ernesto, como lo ha tomado - Indagaba Marcela
- Sinceramente no me interesa lo que piense Ernesto, las cosas están un poco complicadas entre nosotros asique prefiero distraerme de él esta noche
-Vestida así ya lo creo que te vas a distraer Aghata jajaja
-Deja ya eso, que tampoco he salido como una buscona
-Buscona o no te estás robando todas las miradas y particularmente la de aquel hombre del frente - Dijo Marcela al tiempo que señalaba con sus ojos en dirección del ingeniero. Aghata miró adonde le indico su amiga y su mirada se encontró justo con la mirada de él que le sonreía entre el gentío y levantaba su copa saludándola con un pequeño asentimiento de su cabeza.
-Dios mio
-¿Qué sucede Aghata? ¿Quién es ese hombre? desde aquí se puede ver que es muy atractivo, mira, que es pura virilidad, ese rostro y el ancho de sus hombros, me lo presentas?
-Pero qué dices Marcela, no puedo presentartelo, es un ingeniero que inspecciona la obra que estamos finalizando, pero no es de aqui y no sabia que estaba en la ciudad.
-Bueno, parece que tendrás oportunidad de preguntárselo, viene justo para acá - En eso un muchacho le dijo algo al oído a Marcela y esta se levantó de repente para ir a la pista.
-¿Dónde vas Marcela? no me dejes sola con él - Dijo tomándole la mano, pero Marcela se soltó le guiño un ojo y se dejó llevar por el muchacho al tiempo que le apretaba un glúteo y se perdieron en la pista

-Arquitecta - Escucho Aghata tras de sí la voz grave y el perfume la envolvió, giro y lo vio allí detrás con una copa en la mano - Que agradable sorpresa encontrarla
-Ingeniero, cómo está usted? - no sabía si estrecharme la mano o darle un beso, la cuestión fue zanjada por el ya que se inclinó y le beso suavemente la mejilla que ardía de rubor. - También es una sorpresa para mi, no sabia que estaba en la ciudad. - Agahta sintió que su pulso se aceleraba, ese hombre tenía una influencia desconocida en ella, el timbre particular de su voz, todo en él emanaba virilidad, algo que estaba anhelado hacía meses y que Ernesto ya no podia darle.
- Llegue antes de nuestra reunión, quería conocer la ciudad y unos amigos me invitaron aquí, me dijeron que estaba muy bien el lugar y de repente veo por que es así, pero por favor le propongo que dejemos el formalismo por lo menos hoy y me llame usted Rodrigo- Marcela se ruborizo toda al escuchar esto
-Encantada Rodrigo, solo si me llamas Aghata
-El placer es mio Aghata - Dijo Rodrigo besando la mano de ella en señal de coqueto saludo. Aghata sintió como los labios de él quemaban la piel de su mano y la retiro tímidamente viendo como los ojos de él recorrían el camino de su escote a sus ojos.
-Veo que tus compañeras te han dejado sola
-Son asi, siempre fui de las que quedaban de último en la mesa
-A juzgar por lo que veo no entiendo cual sea la razón para ello

Aghata se sentía acalorada, aquel hombre la estaba avanzando y sus defensas cada vez descendían más abriendo paso a su animal interior, su vulva le palpitaba e imaginaba como estaría toda su tanga brillando por los jugos que la abandonaban.

-Dime Rodrigo, no te estaran extrañando tus amigos en su mesa? - Dijo Aghata tratando de refrenar un poco la situación que amenazaba con desbordarse en cualquier momento. En el preciso instante en que el dirijia la mirada hacia sus amigos Marcela tomaba desde atrás los hombros desnudos de Aghata que se sobresalto un instante hasta que cayó en la cuenta de que era su amiga al sentir la calidez los pechos de ella en su espalda
-Y este caballero quien es Aghata? - Dijo Marcela de pie entre ambos
- El es el ing… es Rodrigo, un colega del trabajo
- Encantado- dijo Rodrigo poniéndose de pie mostrando toda su altura
Los ojos de Marcela brillaban de lujuria y esto no escapó a la vista de Aghata que sin saber porque despidió a Rodrigo
-Bien, a sido un gusto verlo por aquí, lo espero durante la semana en las oficinas para ver como continúan los trabajos
Rodrigo se extrañó del modo en que lo invitaban a retirarse y como buen entendedor, saludo a ambas y regresó junto a sus amigos

-¡Eres una perra!!! jajaja!! con que este es el motivo por el que no te interesas por Ernesto
-Que dices Marcela, nada más lejos de la realidad, Rodrigo, digo, el ingeniero es solo un colega con el que compartimos tareas de nuestro trabajo nada más, no se que otra cosa se te ocurre que pueda hacer con él sabiendo que soy casada
-Pues clavarle las uñas en esa enorme espalda mientras te coje como el formidable semental que parece ser jajaja
-Calla, dónde se han metido las otras dos?
-Las ví dirigirse a la puerta ambas muy bien acompañadas, no me extrañaría que se las están chupando en este momento, esas son terribles
- y tú no te quedas atrás Marcela, que veo tienes el pelo desarreglado y el maquillaje corrido, aún no puedo creer como te comportas últimamente, la historia con el colega de Ernesto me dejó helada. - Aghata lo decía de la boca para afuera ya que de solo recordar los detalles que le describió su amiga cuando fue sodomizada por Lucio la excitaban por demás, su amiga despedida un sexapil que la turbaba, desde ese relato no podía evitar excitarse cuando hablaban y al ver su cuerpo, podía imaginarla desnuda recibiendo las estocadas de Lucio arqueando su hermosa espalda para recibir el caliente esperma de aquel en lo profundo de su culo. Nuevamente se sintió húmeda, excitada, miró a su amiga con una extraña expresión en su mirada y se excuso hacia el baño, el local estaba abarrotado de gente, la música, las luces, el calor, todo le pintaba un cuadro surrealista, necesitaba mojar su cara, refrescarse, estaba muy excitada, caminaba a tientas cuando se choco con alguien, era evidentemente un hombre por la firmeza del pecho y el perfume que la envolvió, levantó la vista y se encontró a dos palmos de la cara de Rodrigo, el tiempo se detuvo un instante, sus ojos se encontraron y de repente estaba mordiendo los labios de él mientras la rodeaba con sus fuertes brazos, era inevitable, desde que se vieron una tensión sexual los envolvió y terminó implosionando en aquel sórdido lugar. Rodrigo apretaba el culo de Aghata mientras esta acariciaba su paquete, se detuvo un momento a mirarlo nuevamente mientras palpaba el tamaño de su miembro y volvió a comerle la boca, esta vez con desenfreno, chupaba la lengua de el y sentia como su falo se ponía cad vez mas duro. De repente se detuvo, se separó de él bruscamente, y se perdió entre el gentío y la música.

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Eran la 1 am y aun no sabia nada de Aghata, trate de distraerme con otras cosas, ver alguna serie pero por algún motivo termine navegando en páginas de temática sissy, ultimamente son el único modo de exitarme, ver esos cuerpos tan femeninos portar falos tan delicados cubiertos por lenceria me ponen a temblar, mi verga se endurece a ver como son penetradas analmente mientras se toman la pija para masturbarse, algunas descargan su esperma sin tocarse solo sintiendo como son taladradas por el macho de turno. Esa noche vestía una tanga de licra rosada y me había colocado un plug, me encontraba sobando mi tiesa verga mientras veía como mi shemale preferida mamaba la verga enorme del macho que la iba a coger cuando sentí el ruido del coche de Aghata en la cochera. Me apresure a cerrar mi laptop y me tape haciéndome el dormido, mi respiración estaba agitada porque no alcance a cambiarme y moria de verguenza porque Aghata me encontrara nuevamente asi. De repente entro ella al dormitorio y cerro la puerta tras de si, pude sentir sus paso cuando se acercaba a mi lado de la cama, no quise abrir los ojos, escuchaba un ruido extraño y parecia que se habia quedado alli, de pie junto a mi cara, comence a sentir una fuente de calor cerca junto al sonido y el inconfundible aroma del sexo de Aghata, abri mis ojos muy lentamente y pude ver como acariciaba su vulva e introducia sus dedos dentro, tenia una expresion animal, se percato de que la miraba y me dirijio una mueca lasciva - quiero que me la chupes Ernesto - Decia mientras se seguia acariciando - quiero que me chupes toda la concha y el culo, si, chupame todo el agujero del culo cerdo - susurraba al tiempo que se giraba y me ponia el culo en la cara, asi lo hice, lami el perimetro de su culo e introduje la punta de mi lengua dentro, podi escuchar como gemia - aaaaaaahhhhhh, asi marica, asiiiii, que hacias mientras me esperabas, mmmmmm…. seguro te pajeabas con mi ropa, se lo que haces, se que eres un pajero- La escuchaba y mi pene estaba por reventar, me goteaba y sentia como el plug era aprisionado por mi esfinter anal - Muestrame pajero, muestrame lo que hay debajo de la sabanas, se giro y subiendo encima de mi cara apoyo su concha en mi boca, quedo mirando hacia mi entangado miembro - Que decia yo? si, eso, te gusta mi ropa maricon? ehh? si, sigue lamiendo mi concha pajero, todo ese flujo es de mi proximo macho aaaaaahhh, voy a dejar que me coja, quiero que me someta, necesito lamer su verga y tomar lu leche, y tu lo vas a ver pajero, se que mueres por verme cabalgar otra pija mmmmm sseeee - Se incorporó y tomando el borde de mi tanga me hizo poner de pie, - Que es esto? - Dijo cuando noto mi jaula de castidad- así que quieres estar enjaulado jajajajaja, ya me imaginaba que eras el combo, ahora arrodíllate!- Me ordenó - Lame mis pies - cuando lo hice al estar agachado pudo ver cómo relucia la joya de mi plug y me solto: asi que te gusta jugar con tu culo eh? - Dijo y me abofeteo fuerte una nalga, se sentó frente a mi, abrió sus piernas mostrando su jugosa y depilada concha y comenzo a masturbarse fuertemente - aaaaaayyyyy, aaaaayyy, me vengo, aaayyyy quiero la pija de Rodrigooooo, la quiero en mi culoooooo AAAAHHHH, y su cabeza se hizo hacia tras por el intenso orgasmo que acababa de tener, pude ver como la alfombra se humedecio toda con los jugo que chorreaban de su palpitante vulva - siiiii, mmmm si, - dijo suspirando y volviendo a la tranquilidad - quieres llegar pajero, muéstrame como te haces la paja vestido de mujer pajero, dime lo cornudo que quieres ser - Si aghata soy un pajero, soy un pajero maricon que desea verte coger con un macho de verdad - Mientras me confesaba ante ella me quitaba la jaula y comenzaba a masturbarme como loco- aaaaahhhh, ahhhh, si si si soy un cornudooooooooo soy un pajerooooooooooo aaaaaaaaaaaaaaaahhhh - un espeso chorro de esperma salto de mi pija cayendo en la pierna de Aghata - Pero que enchastre cerdo - Me espetó - Ahora vas a limpiarme, vas a limpiarme toda con tu lengua asi prácticas lo que vendrá, has despertado en mí algo desconocido Ernesto y no pienso reprimirlo mas, asi que ahora enjaula tu pequeña pijita y ven de rodillas a lamer este lio - Y asi con mi pija aun goteando esperma la obedeci, la obedecí sin saber el destino que me estaba signando, la obedecí porque mis pulsiones mas animales me mantenían cautivo del placer, necesitaba obtener placer y si Aghata solo me lo daria asi, asi es como lo disfrutaría.


Cornudo - Aghata Obediencia III

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