Deje que abusaran de mi en el trasporte público. Parte 1

Hola! Soy nat tengo 19 y como podrán ver a continuación soy muy cachonda. Espero les guste.
Un día me desperté bastante caliente, sonó la alarma pero lo primero que hice aún estando medio dormida fue ponerme una almohada entre las piernas y comenzar a restregar mi vagina, hasta que volvió a sonar la alarma, tenía que parar porque se hacía tarde. No podía quitarme la calentura, por lo tanto me propuse que no solo yo estaría caliente, tenía que calentar a los demás para sentirme igual a ellos. No lo pensé mucho y me puse una tanga de hilo, encima unos shorts super ajustados, así se me veía un culo delicioso y casi una segunda piel, ya para terminar un bra deportivo, me sentí muy puta al vertirme así pero valdría la pena.



Tendría que hacer valer cada minuto de esa mañana vestida así. Tomé el transporte público para tener la mayor atención posible y así fue, era por la mañana lo que significa muchos hombres yendo al trabajo o a la escuela. Estaba algo lleno y no había asientos libres, pero no me importo ya que eso es lo que quería, ir de pie. No tardó mucho hasta que alguien me tocó la cola, en ese momento supe que sería algo que todos querían tocar. Llegó un momento en el que quede totalmente rodeada de hombres enpujandose entre si para llegar a mi, ni siquiera podía ver dónde estábamos de lo asfixiante que era. Hubo de todo, me rozaban con su bulto, me apretaban las nalgas, las agarraban, yo como buena putita que estaba disfrutando me atrevi a tocar piernas, entrepiernas y bultos, algunos ya la tenían dura. Incluso alguien metió la mano dentro de mi short y logro jalar mi tanga hacia arriba haciendo que se metiera en mi vagina. Pero no tardó mucho en sacar la mano porque nadie duraba más de 15 segundos detrás de mi, todos se empujaban y aventaban para estar alrededor mío. Cuando por fin pude ver dónde estábamos rápidamente trate de ir a la salida porque me había pasado de largo, no fue fácil salir, por primera vez desde que me subí les hable y les pedi que por favor me dejaran bajar a lo que algunos lo hicieron y otros no, así que les dije que podían tocar lo que quisieran con la condición de dejarme caminar hasta la salida. Eso era una jungla, comenzaron a dar nalgadas, tocarme la cola, la concha, las piernas, la cadera, la cintura, las tetas, jalarme del cabello y hasta me besaban y lamian mi cuello y cara. Al fin logré bajar, no sin antes voltear y ver cómo me mandaban besos y se agarraban la entrepierna. Desafortunadamente estaba a 4 calles de distancia del gimnasio, tenía que caminar todo ese trayecto vestida así. Saque una toalla de la mochila para secarme el sudor y la saliba que tenía en mi cara, cuello, tetas, abdomen y espalda. Fue ahí cuando me di cuenta que mi vagina está súper mojada, al caminar podía sentir la tanga se me había metido entre los labios y cada paso sentía como rozaba con mi concha empapada. Al inicio me dio vergüenza que todos me voltearan a ver mientras caminaba de camino al gimnasio pero poco a poco la vergüenza se transformó en calentura al ver qué no me quitaban la mirada de encima incluso con sus parejas a un lado, me sentía la mujer más deseada del mundo en ese momento, así hasta que llegue al gimnasio, entre al vestidor me mire al espejo y vi a una puta que solo habia enpezado su día. Me acomode la tanga (estaba empapada), me peine y salí a hacer ejercicio.
La mañana solo había comenzado, aún faltaban muchas cosas por pasar.

Espero que les haya gustado está primera parte, por favor comenten y den apoyo, si veo que les gusta traeré la contuacion.
Los amo bebés