Esto pasó hace mucho tiempo cuando iba a la facultad.
En esa época estudiaba una materia con una compañera que tenía un hermano menor adolescente de unos 18 años. Yo aproximadamente en esa época tenía 22. Generalmente estudiábamos en mi casa, pero cada tanto ibamos a la de ella. Yo sabía que ella tenía un hermano mas chico porque me contaba que era muy bueno, muy compañero, etc., etc. pero yo aun no lo conocía porque cada vez que íbamos a estudiar a su casa él no estaba. Así que ese día ella me dijo que vayamos a su casa así conocía a su hermano. Yo nada en especial, si bien me gustaron y tuve relaciones con chicos por aquel momento estaba mas en onda hétero y no andaba necesitando compañía masculina. No tenía ningún interés especial en conocerlo. Cuando llegué a la casa, ella me atendió y empezamos a estudiar. Pasaron unas horas y apareció el pibe, ella nos presentó, yo ya ni me acordaba que iba a conocerlo, pero bueno, se notaba que era gay por su voz, sus gestos, todo. Era medio gordito y bastante lindo de cara. Muy retraído, apenas se acercó a saludar se notaba que estaba nervioso, era de pocas palabras y no te miraba a la cara. Se fue y seguimos estudiando con mi compañera. Cuando llegué a casa ese día, a la noche al acostarme me acordé del nene y sentí una calentura impresionante la cual me llevó a masturbarme desesperadamente acabando tras pocos bombeos un chorro muy espeso de semen, y me dormí enseguida. A partir de entonces se encendió el bichito gay que tenía dormido, por lo que tuve que contactar a un antiguo ex compañero de cama para que me ponga al día en el arte del sexo gay. Pero si bien ello calmó mi deseo, fue por poco tiempo porque ese amante no se comparaba con la fantasía de estar con el nene que había conocido y que me calentaba a cada rato. Por lo que decidí intentar conocerlo mejor, ver si se podía dar la posibilidad de tener algo con él, porque me estaba volviendo loco esa idea. Así que un día fui a la casa sabiendo que mi compañera no iba a estar porque estaba cursando una materia. Toqué timbre y me atendió el nene, por supuesto que estaba muy nervioso y yo le dije si estaba su hermana que necesitaba unos apuntes. El me dijo que ella no estaba, yo igual le dije si podía pasar porque sabía donde estaban esos apuntes y los necesitaba urgente, mintiendo obviamente, mientras le sonreía, lo miraba fijo para ponerlo más nervioso, se notaba la onda que le tiraba. Me dijo que pase. Entramos al ascensor, yo lo miraba al nene y la pija se me ponía al palo, me lo imaginaba desnudo, lamiéndolo todo, se me hacía agua la boca y también la cola porque también deseaba que me penetrara aunque se notaba que era muy afeminado y posiblemente pasivo. Cuando llegamos al departamento, no sabíamos donde buscar y nos reimos juntos. En ese momento arriesgando todo, ya que si me iba mal iba a quedar pésimo con mi compañera, pero siguiendo mis instintos y mis deseos le dije que en realidad vine a verlo a el, que me gustaba mucho, que lo deseaba, mientras me acercaba y le tocaba el hombro. Ahí nomás el me confesó lo mismo, nos acercamos más y nos besamos. Nunca fui de besar hombres en la boca, pero en esa situación tuve que hacer una excepción y reconozco que estuvo bárbara. Mientras nos besábamos nos tocábamos el pene mutuamente y al rato me agaché y se lo empecé a chupar. No era tan pequeño como me imaginaba, entraba casi todo en mi boca y disfrutaba su sabor y aroma de adolescente. Luego paré porque no quería que acabe todavía así que él tomó la posta y me lo empezó a chupar a mí. Le pedí que fueramos a una cama pero el no quería penetración, le dije que no importa pero que igual nos acostemos para hacer un 69. Le pedí que se saque la ropa así podía lamerlo bien como soñaba y empecé a lamerle las tetitas, el pubis y nuevamente el pene, huevos y cola. Tenía una hermosa cola, bastante gordita pero muy sabrosa. Luego nos pusimos en posición 69 y mientras me chupaba el pene yo le seguía lamiendo el culo y al mismo tiempo le frotaba el pene. El empezó a gemir mucho más en esa posición. Yo ya estaba a punto de acabar y volví a lamerle el pene y a introducirle un poco de dedo en el ano, ya no daba más y acabé todo en su cara. Lo seguí lamiendo y el acabó un ratito después. Luego nos quedamos charlando y quedamos en seguir viéndonos. Fue una hermosa relación, de la que mi compañera "parecía" no saber pero que estoy seguro que lo sabía pero nunca dijo nada. Disfruté mucho de ese nene hasta que un día se fue, pero lo recuerdo muy excitadamente. Saludos....
En esa época estudiaba una materia con una compañera que tenía un hermano menor adolescente de unos 18 años. Yo aproximadamente en esa época tenía 22. Generalmente estudiábamos en mi casa, pero cada tanto ibamos a la de ella. Yo sabía que ella tenía un hermano mas chico porque me contaba que era muy bueno, muy compañero, etc., etc. pero yo aun no lo conocía porque cada vez que íbamos a estudiar a su casa él no estaba. Así que ese día ella me dijo que vayamos a su casa así conocía a su hermano. Yo nada en especial, si bien me gustaron y tuve relaciones con chicos por aquel momento estaba mas en onda hétero y no andaba necesitando compañía masculina. No tenía ningún interés especial en conocerlo. Cuando llegué a la casa, ella me atendió y empezamos a estudiar. Pasaron unas horas y apareció el pibe, ella nos presentó, yo ya ni me acordaba que iba a conocerlo, pero bueno, se notaba que era gay por su voz, sus gestos, todo. Era medio gordito y bastante lindo de cara. Muy retraído, apenas se acercó a saludar se notaba que estaba nervioso, era de pocas palabras y no te miraba a la cara. Se fue y seguimos estudiando con mi compañera. Cuando llegué a casa ese día, a la noche al acostarme me acordé del nene y sentí una calentura impresionante la cual me llevó a masturbarme desesperadamente acabando tras pocos bombeos un chorro muy espeso de semen, y me dormí enseguida. A partir de entonces se encendió el bichito gay que tenía dormido, por lo que tuve que contactar a un antiguo ex compañero de cama para que me ponga al día en el arte del sexo gay. Pero si bien ello calmó mi deseo, fue por poco tiempo porque ese amante no se comparaba con la fantasía de estar con el nene que había conocido y que me calentaba a cada rato. Por lo que decidí intentar conocerlo mejor, ver si se podía dar la posibilidad de tener algo con él, porque me estaba volviendo loco esa idea. Así que un día fui a la casa sabiendo que mi compañera no iba a estar porque estaba cursando una materia. Toqué timbre y me atendió el nene, por supuesto que estaba muy nervioso y yo le dije si estaba su hermana que necesitaba unos apuntes. El me dijo que ella no estaba, yo igual le dije si podía pasar porque sabía donde estaban esos apuntes y los necesitaba urgente, mintiendo obviamente, mientras le sonreía, lo miraba fijo para ponerlo más nervioso, se notaba la onda que le tiraba. Me dijo que pase. Entramos al ascensor, yo lo miraba al nene y la pija se me ponía al palo, me lo imaginaba desnudo, lamiéndolo todo, se me hacía agua la boca y también la cola porque también deseaba que me penetrara aunque se notaba que era muy afeminado y posiblemente pasivo. Cuando llegamos al departamento, no sabíamos donde buscar y nos reimos juntos. En ese momento arriesgando todo, ya que si me iba mal iba a quedar pésimo con mi compañera, pero siguiendo mis instintos y mis deseos le dije que en realidad vine a verlo a el, que me gustaba mucho, que lo deseaba, mientras me acercaba y le tocaba el hombro. Ahí nomás el me confesó lo mismo, nos acercamos más y nos besamos. Nunca fui de besar hombres en la boca, pero en esa situación tuve que hacer una excepción y reconozco que estuvo bárbara. Mientras nos besábamos nos tocábamos el pene mutuamente y al rato me agaché y se lo empecé a chupar. No era tan pequeño como me imaginaba, entraba casi todo en mi boca y disfrutaba su sabor y aroma de adolescente. Luego paré porque no quería que acabe todavía así que él tomó la posta y me lo empezó a chupar a mí. Le pedí que fueramos a una cama pero el no quería penetración, le dije que no importa pero que igual nos acostemos para hacer un 69. Le pedí que se saque la ropa así podía lamerlo bien como soñaba y empecé a lamerle las tetitas, el pubis y nuevamente el pene, huevos y cola. Tenía una hermosa cola, bastante gordita pero muy sabrosa. Luego nos pusimos en posición 69 y mientras me chupaba el pene yo le seguía lamiendo el culo y al mismo tiempo le frotaba el pene. El empezó a gemir mucho más en esa posición. Yo ya estaba a punto de acabar y volví a lamerle el pene y a introducirle un poco de dedo en el ano, ya no daba más y acabé todo en su cara. Lo seguí lamiendo y el acabó un ratito después. Luego nos quedamos charlando y quedamos en seguir viéndonos. Fue una hermosa relación, de la que mi compañera "parecía" no saber pero que estoy seguro que lo sabía pero nunca dijo nada. Disfruté mucho de ese nene hasta que un día se fue, pero lo recuerdo muy excitadamente. Saludos....
1 comentarios - El hermano de mi compañera de estudios