Mi segundo amante !!!!

Mi segundo amante fue Héctor, otro amigo de la barra, por quien sentí y siento aun cosquillitas en la panza. Hoy después de 20 años me doy cuenta que fue un regalo de bodas que Marcelo me hizo.
Héctor buen mozo, lindo, educado, pero también fogoso y caballero incapaz de venderme.
Le había comentado en un boliche a Marcelo que Héctor me gustaba y ahí quedo la conversación Un año después llego el día de mi casamiento. Miércoles por civil Sábado por Iglesia. Terminado el civil un brindis con los íntimos que se prolongo hasta casi las 21. Ya era la señora de…pero también tenía mi última cita con Marcelo. Para aquellos que no han seguido mi historia, Marcelo el mejor amigo de mi esposo, quien me hizo mujer y fue mi amante durante mi noviazgo. Aclarado el punto volvamos a nuestro relato.
Con la complicidad de mis dos amigas les dije a mis padres que me reuniría con ellas para charlas de mi matrimonio civil. Marcelo paso a buscarme quería cumplir su morbo de seguir haciendo cornudo a Roberto pero ahora ya como casada. Puntualmente vi su Fiat estacionado me despedí de mis amigas y llame, a mi ahora marido, para desearle dulces sueños ( y para que no importunara mas tarde) y fui alencuentro de Marcelo. La sorpresa fue que estaba Hectooooor. Hola SEÑORA de ……..!!!! Respondí el saludo sorprendida, confundida, pero ansiosa por ver que seguía. Arranco y me aclaro que Marcelo le había prestado el auto, Entonces le pregunte donde vamos? El me contesto el lugar no importa lo que importa es si nos animamos hacer lo que hace muchos que nuestras miradas y gestos buscan. Ahí empecé a amarlo más. Sonreí tímidamente y conteste me animo, elegí el lugar.
Enfilo para Ramón Falcón y Quirno un telo habitual para la barra.
Los nervios, como siempre están presentes en estas circunstancias, son un factor desinhibitorio para mí por suerte nunca me bloquearon al contrario me dieron más lucidez.
Entramos a la habitación el me tomo la cintura, y sus labios besaron mi cuellos suavemente al punto de estremecerme, volqué mi cabeza hacia atrás y me entregue a sus besos y caricias sobre todo sobre mis pechos.
Comenzó la tarea de desvestirme desabrochándome la camisa negra como mi alma. Quede en tanga corpiño y zapatos de tacos altos negros, que había estrenado esa tarde para dar el sí en el civil.
Mientras me miraba en la penumbra de la habitación desnudándose, me decía que era hermosa, que me deseaba, que no podía creer que su sueño se estaba cumpliendo- Eso,me quito la poca culpa que sentía.
Se marcaba su erección cuando quedo en bóxer -mientras narro recuerdo su perfume a tabaco que perduro en mi cuerpo varias horas – me arrodille frente a él tratando de cumplir todos los ritos, mirada fija a sus ojos, cara de de putita, sonrisa leve y picarona. Baje su bóxer y se desplego su miembro erecto firme entonces comencé mi faena.
La recorrí con mi lengua sin quitar mi vista de su cara, cuando llegue a su glande ya con su juguito pre seminal la devore. Mientras lo hacía entre gemidos me nombraba y sus movimientos me anunciaban que su lechita se acercaba. Me detuvo, me incorporo, y de la mano me llevo a la cama se recostó y me saco la tanga me fue guiando hasta quedar mi concha sobre su boca. Fue la primera vez que me chuparon la conchi. Que placer sentí. Fue la primera vez que sentí que le importaba sexualmente a un hombre. Lo ame y lo odie. Lo ame por el placer que me brindaba y lo odie porque esa experiencia la hizo con otras minas y me puse celosa.
Caí extenuada, el fue por lo suyo levanto mis piernas y empezó a penetrarme. Yo pensaba en mi flamante esposo, en mi papa si se enteraba donde estaba y en que no me había equivocado Como me gustaba Héctor!!!  Por dios que lindo que era!!!. (Y sigue siendo)
Me tumbo para ponerme en 4 patitas y volvió con más intensidad. Yo gozaba y veía reflejada en el espejo las caras de gozo y ganas con que me cogía, era como si todo él quisiera entrar por mi concha.
Su fuerza fue quebrando mi resistencia, me fue venciendo hasta que mis brazos y piernas no resistieron y fui cayendo. Ahí sentí los golpecitos que dan los chorritos de leche. 
Cayó agotado y entro en ese letargo mientras yo me sentía feliz de haberlo satisfecho hasta ese punto.
Poco a poco fue sobreviviendo, y sus labios empezaron a rozar mi cuello fui dándome vuelta para besarlo como premio a esa felicidad que me daba. El respondió a mis besos y sus manos comenzaron a manosear mis tetas y después su boca a mamarlas. Mis ganas fueron aumentando y venciendo mi cansancio, y lo coloque en la posición para montarlo.
Acabe, acabo, y juntos dormitamos hasta que la campanilla del Nokia con tapita de esa época sonó. Era Marcelo que quería saber cómo le había ido a su amigo. Eso rompió la magia del momento y abrazaditos fuimos hasta el auto y me devolvió a mi casa. Paro unos treinta metros antes no quería sermones. Nos dijimos cosas lindas y la puerta quedo abierta.