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Vacaciones Candentes: Capítulo Especial Final:

"Los traviesos fetiches de la Milf" 

Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/4415761/Vacaciones-Candentes-Capitulo-Especial-1.html
Capítulo anterior: http://www.poringa.net/posts/relatos/4481250/Vacaciones-Candentes-Capitulo-Especial-VI.html

Había pasado una semana ya desde que Tomás complacía a su hija, para la joven aún era algo inverosímil aquello. Siempre que trató de seducirlo él la rechazaba, en cambio su madre con un puchero le bastó para convencerlo y hacer que cometiera incesto, por lo menos eso creía ella. Aunque no había duda de que su padre haría siempre lo que la mujer deseé. Luego de que sus labios dejasen de tocarse, vio cómo toda esa tranca salió de su interior, húmeda por sus lascivos jugos.

Acercándosela, Tomás deposita su miembro entre los gordos y blandos senos de su hija, quien entendiendo lo que quería su padre, inicio con una majestuosa paja. El hombre bufó al sentir su pene abrazados por esas tetas y el suave lengüeteo que le daba la jovencita a su cabeza hinchada. Sin soportar más, él eyaculó bañando a su pequeña con su semen. Ella fatigada se quedaba acostada en su cama, mientras que el maduro se levantó y sin decir nada se dirigió a su dormitorio donde April lo esperaba. 

Su voluptuosa mujer se le arrimó y de una forma muy enérgica se le zampó en la boca. Él cargándola va experimentando un nueva erección, tímidamente su rabo se soba con esa vulva rubia. Tomás lo tenía claro, después de satisfacer a su hija tenía que hacerse cargo de los deseos de su esposa. Mordiendo sus labios, siguió rozando su tronco con esa vagina que lo bañaba lentamente. La Milf sonrió a la vez que se introducía ese mástil duro dentro de ella, –“Oooohh, hhhhmmm”- murmulló temblando con ese rico desplazamiento que realizaba ese trozo.

April: Amor, sé que debería darte un descanso porque acabas de hacerlo con Vanessa, pero sus chillidos me encendieron y me sentí celosa que solo ella gocé de una cogida matutina. 

La madura siguió cabalgando con lentitud, él sonriendo agarraba firmemente a la mujer de sus posaderas y le daba pequeños besitos en el cuello. 

Tomás: Princesa, tú sabes que siempre voy a estar listo para complacerte así que no te preocupes.
 
April: Uuuhh... Lo sé, aun así has estado muy ocupado estás últimas semanas, así que pienso que debó darte un descanso, el que te mereces luego de tantas guarradas. 

El hombre estrujando esas nalgas preciosas y firmes, pensaba en lo que decía su mujer. Ella no se equivocaba en que había tenido unas semanas muy salvajes, todo inició en esas cabañas en donde hizo realidad un anhelo de su esposa que era verlo follar con otra, como en su juventud. Con Gabriela paso unos días muy cachondos en donde su polla pasaba dura y ensartada dentro de uno de los orificios de la jovencita o en los de April. Tras eso, tuvo unos días de descanso, con el lio que se había generado por el compromiso de Axel con Ignacia.

No obstante, sus días de paz terminaría cuando sorpresivamente apareció Mariana, una hija de la cual no sabía de su existencia. Folló con ella y luego con la madre de está, regresó a su casa solo para hacer feliz a su otra hija, desde entonces no había tenido un día sin coger. April fue incrementando el movimiento de sus caderas, sus piernas flotantes bailaban por el aire como sus tetas que algunas veces detenían sus pasos por chocar con el pecho de su marido. Tiritando ambos acabaron al mismo tiempo, quedando exhaustos.
 
Después de unos minutos de reposar en su cama matrimonial, Tomás se sentó y se preparaba para irse a trabajar, aquel día su jornada comenzaba más tarde de lo habitual, por unos arreglos que se estaban ejecutando cerca de su despacho. Mientras se colocaba los zapatos, su mujer se le allega y le ayuda con el nudo de su corbata. Ella le dio un tierno beso, el maduro la abrazó, susurrándole que por él no la dejaría nunca sola en casa. 

April: Eso lo sé Tom, sin embargo, tenemos hijos y gastos de que hacernos cargos. Así que no nos queda otra que trabajar. 

Tomás: Por cierto, ¿tú no vas a ir hoy a la universidad?

Preguntó curioso. 

April: No, hoy tenía clases en la tarde, pero se va a realizar una actividad, así que ¿para qué ir?, mejor me quedó aquí esperándote o si quieres te acompaño. 

Respondió con una sonrisilla en el rostro. Su esposo la compartió, pues no era una mala idea de tener a su esposa a su lado durante ese día, tal como antaño.
 
April: Al parecer te gusta la idea guarro. 

Tomás: Princesa, ¿cómo no me va a gustar? Si es lo que más deseo. 

April: Veo que extrañas mis mamadas debajo de tu escritorio mientras atiendes a tus pacientes. 

Tomás: (Mordiendo sus labios) Y también comer tu coño, cuando te tocaba a ti atender y a mí libre. 

April: Uuuff, Tommy pervertido, no hables de eso que me van a dar ganas de volver a trabajar a la clínica solo para divertirnos. 

Dijo la mujer calentándose de nuevo. 

Tomás: Yo sinceramente, todavía no comprendo ¿por qué no volviste?

April: Quería una nueva experiencia laboral, no es que me aburriera atender y ayudar a las personas con sus problemas, sino que vi que podía aportar con mi experiencia a futuros psicólogos y vean esta maravillosa labor como tal. 

Tomás: Joder, veo que es difícil que te convenza entonces. 

April: Quizás sea algo de unos 2 o 3 años, luego vuelva a trabajar contigo mi amor. 

Le murmuró tocando ese pene duro. 

Tomás: Te estaré esperando entonces, por cierto, puedes hacerme un pequeño favor. 

April: Claro amor, ¿qué quieres que haga?

Tomás: Necesito que te pongas en contacto con Mariana, le había ofrecido el puesto de secretaria, pero desde que regresamos de su casa, no me contesta las llamadas. 

April: Bueno, dudo que sepas de nuevo de ella. 

Tomás: ¿Cómo? 

La Milf suspira y algo nerviosa mira a su marido. 

April: Tom, no te enojes, pero la verdad es que Mariana no es tu hija y Pía María tampoco es la sobrina de Celeste que te follaste hace años. Toda la historia que se montó fue obra mía, porque quería arrastrarte al incesto de nuevo y sabía que no lo harías después de lo que pasó en aquella época. 

La confesión de April dejó helado a Tomás que no podía creer y asimilar lo maquiavélica que podía ser su esposa cuando quería cumplir uno de sus caprichos. 

Tomás: Pe-pero…

April: Amor, sé que es complejo de entender pero te explico. Dos días antes que apareciera Mariana, fui a visitar a tus padres porque tu mamá me dijo que quería entregarme algo personalmente. Como excusa te dije que saldría de la ciudad por algo de la universidad, ya que sé que no me hubieras dejado ir sola donde tus padres pero yo no quería que sufrieras humillaciones por parte de tu papá. 

Relataba la mujer. 

April: Al llegar me encontré con Pía María y su hija, al ver a la muchacha me acordé de Celeste y a la vez de tu madre, entonces mi cabeza loca, empezó a montar todo. Después de ver a Hilda, salí aun con la idea prematura de todo, tuve dudas en ejecutarla, no obstante, decidí hacerlo por el bien de nuestra hija. Como sabía que no te acordarías de la sobrina de Celeste y que tampoco la llamarías o quisieras hacerte un examen de paternidad, todo fluyo. Aunque Mariana quiso sobrepasarse conmigo, así que por eso le exigí tras la paga que se alejase de nosotros.

Concluyó ella viendo que el rostro de su amado dejaba de ser perpleja y se transformó en uno de ira. 

Tomás: ¡Pero que cojones April! ¿Cómo puedes jugar con algo así? Solo para satisfacer tus asquerosos fetiches.

April: To-Tommy.

Tomás: Nada de Tommy, no puedo creer lo que has hecho, siempre he accedido a todos tus malditos deseos, solo porque quería verte feliz, sin embargo, no sé si pueda perdonarte después de esto.

April: Oh vamos, si también has disfrutado con Vanessa, no exageres.

Tomás: No estoy exagerando, el tema no es que me hayas hecho coger a nuestra hija, el problema aquí es que eres capaz de todo para cumplir tus objetivos obscenos y eso me hace desconocerte, al grado que hasta el divorcio es una posibilidad ahora para mí.

Tras la discusión, Tomás salió enfurecido de la casa, dando un fuerte golpe con la puerta. April por su parte se quedaba quieta, aún no asimilaba aquellas palabras de su esposo. Aunque poco a poco fueron asomándose unas lágrimas en sus ojos, que recorrían paulatinamente sus mejillas, al mismo tiempo que ella murmuraba, –“¿Divorcio? To-Tomás... ¿Me pidió el divorcio?”- se negaba aceptarlo, pero ya era tarde para corregir los errores, había arriesgado su matrimonio por mero capricho. 

Él conducía sin mirar atrás, aunque de sus ojos también brotaban lágrimas. La Milf después de estar inmóvil por unos minutos, vio que su puerta se abrió, era Vanessa, la muchacha tenía un rostro de espanto y sus ojos llenos de lágrimas, –“Ma-mamá, perdóname”- le dijo abrazándose por sentirse culpable de la pelea que habían tenido sus padres. –“Mi niña, no tienes nada de que disculparte, ha sido solo una tonta pelea que vamos a solucionar con tu padre”- contestó tratando de tranquilizar a la joven. 

Luego de estar abrazadas por casi 20 minutos, Vanessa regresó a su cuarto pensando en cómo solucionar ese lío, la mujer por su parte, tomó la fotografía de su matrimonio y la miró detenidamente. Apreciaba lo feliz que eran ambos, vagamente recordaba el primer encuentro entre los dos en aquella sala de clases, el primer intercambio de miradas y las primeras palabras que él le dijo con nerviosismo. ¿Cómo una relación que empezó tan bien iba a terminar así? Fue lo que se preguntó April, dejando la fotografía en un mueble. Ella busca entre sus cosas una libreta. Al encontrarla, se sienta, toma un lápiz y comienza a escribir.
 
Siempre me he considerado alguien fuera de lo común, no soy igual que las demás mujeres, por más que aparento ser normal. Desde pequeña he tenido fetiches que otras consideran un tabú, por ejemplo, recuerdo que me encantaba hacerme la dormida y esperar que mis padres iniciaran con sus coqueteos, para ir a espiarlos mientras hacían el amor. Ellos nunca se dieron cuenta de que los observaba, de hecho una vez los grabe y gracias a esa grabación descubrí la pornografía, ya que me motivo a buscar por Internet, esa clase de contenido. 


Después ya no solo me encantaba ver a personas teniendo sexo, sino que también me masturbaba. Mi cuerpo lo pedía a gritos y se sintió muy bien jugar con mi coñito. Mi curiosidad por el sexo iba en incremento y yo no sabía el porqué mi cuerpo siempre está caliente y mi vulva húmeda. Recuerdo que a los 18 mis senos eran bastante más grande a comparación con los de mis compañeras, incluso corrió el rumor en la escuela que me había colocado implantes. 


Si mis tetas llamaban la atención, mi trasero no se quedaba para nada atrás, tenía mi cola redondita que se complementaba perfectamente con mis caderas. Sin duda era la chica más atractiva del colegio, llamando la atención de los más grandes. Los chicos de mi generación se me aproximaban con rostro de deseo, notaba el bultillo en sus pantalones y sus ojos devorándome, más de alguno quería llevarme a un rincón apartado y hacerme suya, algo que yo hubiera permitido, porque ansiaba tener un tronco dentro de mí. 


No obstante, solo se limitaban a desnudarme con sus ojos y a fantasearlo. No solo causaba furor en los adolescentes, sino que también había profesores detrás de mí. Ellos a diferencias de los muchachos de mi grado, le era más difícil mirarme, porque debían ocultar esos depravados impulsos, aun así, la gran parte de ellos sobaban sus erectos miembros sobre mi culo cuando se les presentaba la oportunidad y a mí me gustaba sentir esas vigorosas y duras pollas. 


Era una agradecida la genética de mi familia, pues mi autoestima era muy alta y me encantaba que me miren, porque mi vida social no existía fuera del colegio. Mis padres iban a dejarme y buscarme justo a la hora, nunca se atrasaban ni tampoco yo me atrevía a tener una actitud de rebeldía. Pero unos meses antes de salir del colegio decidí formar parte del club de atletismo, meramente porque quería que los muchachos y el entrenador que era un bastante guapo por cierto, se perdieran mirando mis senos bailarines. 


El entrenador se llamaba Joe, él era bastante jovencito a diferencia de los profesores que me sobaban sus pollas, apenas tenía 26 años y aparte de quedar atolondrado viendo mi figura erótica, no se aprovechaba como los otros degenerados. Tenía entendido que estaba saliendo con la profesora de artes, la cual tenía un bello rostro y unos ojos color almendra atrapantes, pero en comparación a mí, era plana en los senos y su culo no era la gran maravilla.  


Solo por eso tuve un leve interés obsesivo con Joe, quería que se derritiera con mi cuerpo y Lauren, -como se llamaba la profesora-, viera a su novio deseoso por mi cuerpo prohibido. Por lo que elaboré cautelosamente un plan, el cual ejecuté un día de competencia, donde habrían muchos más hombres observándome y eso me excitaba. Mientras hacía el precalentamiento para una carrera, me senté en el suelo y solo ver varios ojos sobre mí sentí un morbo exquisito, que me llegaba a empapar.


Viendo a Joe con Lauren charlando, me acerqué a ellos y le pedí al entrenador que me ayudada en un ejercicio de estiramiento. El pobre se quedó tieso, ya que con esa camiseta ajustada se me marcaban más mis dos bendiciones y el pequeño pantaloncillo que usaba solo elevaba más mi colita. Pude ver que Lauren se colocó algo celosa, pues su noviecito estaba igual que los demás, tontillo por mí. Ella se ofreció a ayudarme, sin embargo, le dije que quería que Joe lo haga, porque sabía muy bien cómo se realizaba el ejercicio. 


Mi ingenuo entrenador se me aproximó tímidamente, trataba de desviar la mirada para no poder observar mi atractiva y lasciva figura. Todo estaba saliendo cómo yo lo tenía en mente, solo bastaba que él rozada su pene con mi trasero y lo disfrutara. Yo fingiendo inocencia le decía a Joe que era torpe y que algunas veces no sabía si realizaba bien esos ejercicios, así que quería que me supervisada de muy cerca, él lo hizo de mala gana pero su carita cambiaría cuando nuestros cuerpos entrarían en contacto.


El leve toque entre su polla erecta con mi colita, lo colocó muy nervioso, quiso retroceder pero no se lo permití. Agachándome y apoyando mis nalgas contra su entrepierna, escuché un corto gemido, sabiendo que el ejercicio estaba bien, le pregunté a Joe si lo hacía de la manera correcta o no, sin dejar de sobar mi culo sobre su pene que se sentía muy duro. Mi entrenador titubeaba en contestar, pues le estaba encantando ese roce y no quería dejar de sentirlo. 


Yo a pesar de no tener su respuesta continué moviendo mi cola de arriba abajo, masturbando ese paquete que de seguro ya era notorio para alguien que lo viera de cerca. Joder que fue maravilloso torturar a Joe así, ya que yo también estaba complaciéndome, mi vagina húmeda comenzaba a soltar pequeñas gotitas. Todo llegó a su culminé cuando Lauren se acercó y vio cómo su lindo noviecito me sujetaba de la cintura, mientras mi culito lo pajeaba. 


Ella no dijo absolutamente nada, yo me corrí por el morbo de la situación y él eyaculó dentro de su pantalón. Joe sin darse cuenta que su novia estaba mirándonos me susurró que lo hacía muy bien, yo dándome vuelta y mordiéndome los labios le contesté que podía hacerlo aún mejor. Él llevó su mirada directamente a mis tetas y tomándome de la mano me dijo que lo acompañada un momento a camarines. Ahí mi entrenador se bajó los pantalones enseñándome su pedazo de tranca que se gastaba. 


Nunca me ha interesado el tamaño de un pene, para mí aquello era no era relevante por eso ver esos casi 15 centímetros de carne erecta, venosa y pegajosa por su reciente corrida, fue una locura. Hechizada me allegue a Joe, que me pidió que me sacará la camiseta y le mostrada mis gordos pechos. Yo contenta hice caso y en un chasquido me retiré ese ajustado atuendo. Viendo mis senos botar, él se relamió los labios y se sentó en una banquilla. 


–Come... Closer to my side- murmuró sin dejarme de ver las tetas, obedecí y me quedé en frente de ese erguido miembro que con el hedor al sudor y de su semen, me embriagaba. Mi entrenador me sonrió y antes de que me pidiera que rodeada su linda verga con mis preciosos algodones de azúcar, yo lo hice automáticamente. Él llegó a temblar con solo sentir ese suave abrazo que le di con mis bendiciones, supuse que nunca había experimentado algo así antes, ya que mis tetas eran suavecitas y se sentía muy cómodo estar entre ellas. 


Recordando todo lo que había visto en las pelis porno, apliqué ese movimiento con mis senos que hizo regocijar a Joe, bramando para que no me detuviera. Yo aumenté la intensidad del movimiento de mis senos, estaba maravillada con sentir ese fierro ardiente entre mis pechos y que palpitada. Antes de que mi entrenador volviera a venirse, saqué mi lengua y le pasé a dar una ligera lamida a su glande. Me dejó las tetas cubiertas de su leche, la cual saboreé, el sabor era amargoso y no me agradó para nada, así que el resto me lo quité con un baño rápido.


Al salir de camarines me informaron que me tocaba correr, yo estaba exhausta y no tenía ganas de hacer nada, no obstante, cumplí con mi compromiso y fuera de todo pronóstico, me quedé con el primer lugar, vaya día fue ese. Joe con más confianza se me acercaba y apegaba su miembro donde mí, algunas veces me apretaba las tetas y otras me nalgueaba, pero jamás repetimos algo similar a lo que pasó ese día en los vestuarios.       


Mi vida siguió igual hasta que ingrese a la universidad, fue la primera vez que desobedecí a mis padres y sin el permiso de ellos fui a una fiesta. Para ese entonces ya tenía a varios que andaban detrás de mí, aunque ninguno tenía los cojones para hablarme, ya que le temían a mi padre, quien se encargaba de alejarlos con su rostro amenazante. Sin embargo, en aquella fiesta conocí a Henry, era un muchacho de unos 23 años y el típico que se hacía el chulo con las nuevas, para poder acostarse con ellas. 


Debo admitir que su forma de cortejar a una mujer era muy efectiva, pues caí en su juego sin darme cuenta. Bebí como una demente, fue la primera y única vez que me emborrache, si bien mi cabeza daba vuelta, estoy segura que no solo bebí alcohol, sino que también consumí alguna otra droga. Pues de estar bailando con Henry, pase a una habitación oscura en donde nos besábamos. 


No recuerdo qué paso entremedio de esos dos eventos, lo más seguro es que seguí bebiendo eufóricamente y di mi primer beso, pero ha estás instancias de la vida ya no vale la pena preguntarse qué hice en esos momentos de desconexión. Dentro del cuarto, Henry fue desvistiéndome mientras me comía la boca y me decía que era la chica más guapa que había conocido. Yo dejaba que ese patán continuara tocándome y besándome, ya que la única razón por la que había ido a esa fiesta era para ver otra vez un pene en frente de mi cara. 


Ya estaba aburrida de observar al de mi padre de lejos cuando se cogía a mi madre o el de los actores porno. Yo quería repetir lo que había hecho con Joe, al solo pajear una verga con mis tetas, yo era feliz. Aunque también quería tenerla en mis manos, para examinarla y olerla, antes y luego de divertirme con ella. Ingenuamente pensé que una vez estuviera desnuda, él también se quitaría la ropa, pero no fue así, por el contrario el desgraciado ni siquiera se quitó la camiseta. 


Me pidió que me recostada en un sofá, yo obedecí, luego me preguntó si yo lo había hecho antes con alguien, a lo que procedí a reírme a carcajadas. Henry me miraba desconcertado, entonces le dije, –I never been with a man- esas palabras fueron suficiente para calentarlo aún más de lo que ya estaba, porque de la nada observe un bulto en su pantalón, haciendo que me emocione. Él comenzó a masajearme el trasero y eso me gustaba, porque sus dedos rozaban mi ano y mis labios vaginales, sentía que iba a correrme, pero él se detuvo. 


Le pregunte por qué no continuaba, él me contestó que seguía sin poder creer que yo fuera virgen. Volví a soltar una gran carcajada, esta vez Henry me acompaño y entre risas afirmó que por un instante creyó que en verdad no había estado con ningún hombre, yo deje de reírme y lo mire, explicándole que no estaba mintiendo, que solo mis dedos y un pequeño vibrador habían estado dentro de mí. Sus miradas se hicieron más obscenas, de su boca caía saliva y volvió a acariciar mis nalgas con sus fuertes manos. 

Vacaciones Candentes: Capítulo Especial Final:


Finalmente dejaba de masajearme y me metía un par de dedos por el ano, no tenía dudas de que solo quería ensartarme el culo con su pija. Jadeaba fuertemente, al sentir esos dedos entrar y salir de mi trasero, nunca había experimentado un gozo tan grande hasta ese momento y fue cuando exploté en un maravilloso orgasmo. Quede tumbada, recuperando el aire, Henry se colocó al frente de mí y se bajó el pantalón, enseñándome por fin su pene. 


Era un tronco de unos 16 centímetros aproximadamente y de ancho yo diría que era normal. Quede maravillada al verlo, como dije antes, nunca me ha importado el tamaño, que mi marido sea dotado es otra cosa, de hecho si Tom lo hubiera tenido de un tamaño normal o pequeño, eso no iba a afectar en nada a nuestra relación. Tom... Joder, todavía no llegó al momento donde lo conocí y ya estoy hablando de él. Me doy cuenta que sería capaz de estar hablando horas e incluso días de mi esposo. 


Pero bueno, como estaba diciendo, al ver la verga erecta de Henry quede embelesada, la tome entre mis manos y la apreté con fuerza. Henry me dijo que no sea tan brusca, yo le pedí perdón si lo había hecho doler. La boca se me hacía agua por ese trozo de carne, su olor no era tan fuerte como el de Joe, aunque si era muy dura, de la cabeza chorreaba aquel liquido viscoso que estaba ansiando volver a probar, solo para saber si el sabor era distinto al agrio de mi entrenado. Sin embargo, cuando unos centímetros me apartaban de esa verga, percibo que echan abajo a la puerta, asustada me doy vuelta y observo a los hombres que trabajaban con mi padre. 


Henry paso de tenerla dura a orinarse del miedo, mi papá entró a la habitación, me miro con enojo y me pidió que me vistiera, yo aterrada balbuce –Da-da... Daddy?- él me abofeteo muy fuerte, repitiendo que me vistiera. No tuve otra opción más que hacerle caso y mientras me colocaba la ropa, mi padre acorralaba a un cobarde Henry, que suplicaba para que no le hicieran nada, argumentando que fui yo quien lo había llevado a la habitación. 


Pésimas elecciones de palabras, no puedes decirle a un padre sobreprotector que su niña es una puta. Papá le doy un par de golpes en el rostro, hizo que me pidiera disculpa y además le advirtió que si se volvía acercarse a mí, lo iba a matar o a castrar. Nunca más supe de Henry, aunque bueno, pase una semana completa sin ir a la universidad y papá ese mismo día, decidió que nos mudaríamos a otro país. 


Mi padre me obligo aprender español durante esa semana, ignorando la decisión que él había tomado, pensé inocentemente que era el castigo por haber ido a esa fiesta y encontrarme desnuda con un chico. Ya que siempre encontré el idioma español soso y aburrido, ahora opino lo contrario y hasta lo encuentro romántico, porque es la lengua de mi marido. Aquí hablando de nuevo de él, vaya que lo amo. Cuando mi papá me comunicó que hiciera mis maletas, pensé que me tendría una semana más sin ir a la universidad y me enviaría con los abuelos. 


Pero me salió con la sorpresa que nos íbamos del país, debo admitir que me sentí fatal al saber eso y le suplique que no nos fuéramos, que no iba a volver a desobedecerlo, después de todo, mi vida estaba en Londres. No hubo nada que hiciera cambiar de opinión a mi padre y al otro día llegábamos al país donde conocería al amor de mi vida. Mi primer día lo pase encerrada en lo que sería mi cuarto, mientras papá se encargaba de los trámites de la universidad. 


Mi madre se acercó a mí y me pregunto cómo estaba, yo reí con ironía y le conteste que bien. Ella me abrazó y me dijo que no vea aquello como un castigo, que todo lo que hacía mi padre era para mi bien, entonces con cierto rencor le respondí, –Si todo es para mi bien, ¿por qué no me dan libertad de decidir?-, mamá se quedó en silencio por un rato, luego me dijo que lo entendería más adelante. 


Al día siguiente, mi padre me llevó a la universidad. Fui la primera estudiante en llegar aquel día, todo para que un delegado me enseñe la universidad completa y claro, mi papá estuvo todo el tiempo junto a nosotros. Cuando terminamos el recorrido, me acompañaron al salón donde tendría mi primera clase, ahí me quede sentada, papá se despidió y yo pensaba en las palabras que tendría que decir al presentarme, además aún mi español era pésimo, me costaba formular muchas palabras y eso me enfurecía.
 
Desanimada suspire, solo quería largarme de ese lugar, odiaba todo, hasta que lo vi. Había sentido una brisa y escuchado los pasos de alguien, era un muchacho que se sentó en los primeros asientos. Me quede sorprendida, pues nunca antes había visto llegar a alguien tan motivado a una clase, ni siquiera yo era tan motivada a pesar que la psicología era algo que amaba. 


Luego de unos segundos él volteó y me quedó mirando fijamente, de sus labios observe que murmulló algo, para después sonrojarse e irse del salón. No entendía lo que estaba pasando, pero en ese simple intercambio de miradas, mi corazón comenzó a latir más fuerte de lo normal, jamás había experimentado algo así. De la nada veo que ese chico regresa a la sala y se queda parado cerca de mí, tenerlo solo a unos centímetros de distancia hacía que mis nervios aumenten, aun así yo mostraba una actitud templada. 


–Hola, disculpa. ¿Qué clases estás esperando?- me preguntó, anonadada no sabía que decir, todo estaba siendo tan rápido y repentino. No sé cuánto tiempo tarde en responder, pero cuando lo hice, en la sala ya no estábamos él y yo. Mi respuesta lo dejo intrigado, era lógico, nunca me había visto y con mi acento inglés aún marcado, se daba cuenta que era completamente nueva. Él quiso regresar a su puesto, sin embargo, este ya estaba ocupado, así que se sentó al lado mío. 


Sonreí cuando lo hizo y estoy segura que él no lo noto, porque estaba distraído con las miradas de los demás. Yo tenía curiosidad de saber su nombre, por lo que me presente con él. Note que no era un chico muy sociable, aun así era muy educado y su timidez me cautivaba, cuando me dijo que se llamaba Tomás, su nombre se tatuó en mí. Sé que hay muchas personas que no creen en el amor a primera vista, pero lo que me ocurrió con Tom fue literalmente un flechazo.
 
Luego con el paso de los años, me di cuenta por qué me enamoré instantáneamente de él. Proyecte en Tom la imagen de un hombre con mucha valentía y no me equivoque, a pesar de que era un jovencito delgado y su rostro de un niño bueno. Él hizo que ese día fuera el más divertido y cuando tuvo que enfrentar a mi padre, fue capaz de presentarse, aún si temblaba era algo que ningún otro chico había hecho antes, incluso me dio su número telefónico teniendo sobre él la mirada asesina de mi padre y me tomo la mano al despedirse.


Con esos simples detalles demostraba que tenía huevos suficientes para ser el hombre que tanto andaba buscando. Cuando íbamos en el coche, le pregunte a mi padre qué opinaba de mi nuevo amigo. –Ja, un par de horas de conocerlo y lo llamas amigo- me respondió con ironía. Yo sin dejar de mirar por la ventana y de pensar en Tom, le contesté, –Él es diferente a los demás, me genera confianza y además es muy divertido, espero que ahora no quieras cambiar de país, solo porque mi primera amistad es con un chico- 


Para mi sorpresa, él soltó una corta carcajada y me dijo, –Jovencita, usted sabe muy bien lo que hizo para que nos tengamos que mudar de país. No me gusta que tengas "amigos", pero te doy la razón en que ese chico es distinto a las nenitas de Londres- al escuchar esa declaración yo sonríe, ya que sabía que mi padre me estaba dando autorización para que siga hablando con Tom, mientras no haga nada relacionado a lo sexual. Esa noche no me saque de la cabeza a Tomás, hasta soñé con él. 


Al otro día cuando lo vi me alegre mucho y sentí cómo mi corazón se aceleraba. Yo le coqueteé, aunque él inocente, no se percató de mis intenciones. Quizás se debía a que él estaba loco por una Milf, -su casera- por lo que sus ojos solo se centraban en ella. A diferencias de otras chicas saber eso no me entristeció ni me molesto, todo lo contrario me excitaba. Así que le ofrecí mi ayuda para que él pudiera cogérsela, algo en mí me decía que con unos tips, sería suficiente para que Tommy pudiera engatusar a esa perra. 


Aunque mi ayuda era sincera, al mismo tiempo me contradecía, porque anhelaba que su virginidad fuera mía. Y, la suerte estuvo a mi lado, pues aquel día, Tom tuvo que ir hasta mi casa, para terminar un trabajo. Durante el trayecto, me percate que mi madre se robaba su atención, nuevamente mi cuerpo se calentaba y la idea de verla con otra me cachondeaba. Cuando nos bajamos del coche, dominada por unos celos espontáneos, lo golpeé en su entrepierna y le amenacé que a mi madre no la toque. 


Él por ese día, no volvió a mirar a mi madre con deseo y sus ojos se centraron de mí. Cada vez que nos mirábamos o sentía su respiro cerca, mis hormonas se revolucionaban, mi vulva se humedecía y solo controlaba mis ganas de besarlo, por el temor que mi padre nos encuentre. A pesar de todo el esfuerzo que coloqué para no caer en la tentación, mi cuerpo no pudo más y tras convencer a mi padre para que Tom se quedara, tome la iniciativa. 


A Solas en mi cuarto, comencé acercarme a él, notaba su inquietud y nerviosismo, lo que encontré lindo. Apegue mis tetas en su pecho, rodeé su cuello con mis brazos y le confesé lo que sentía. Tommy no supo que decir, pero nuestros labios se fundieron en un apasionado beso. Entonces, note cómo un bulto se formó en su pantalón, yo curiosa lo interpele, quería saber si esa verga dura, era por mí o por su Milf. Él tardó en contestar, por lo que fingí irme, en consecuencia, oí su voz temblorosa, con la que me confirmó que era por mí. 


Alegre me allegué de nuevo a él y mi boca volvió a juntarse con la de Tom. Nuestras lenguas coquetas se abrazaban, mientras compartíamos nuestras salivas cálidas. Fue cuando me di cuenta que aquel muchacho, tenía una enorme y gruesa herramienta. Solo con tocarla, me derretí y mi cachondo cuerpo ansió ser embestido. No obstante, sabía que clavarme ese tronco era una locura, por lo que decidí darle una mamada antes. 


Era la primera vez en que iba a tener un pene dentro de mi boca, mi ritmo cardiaco aumentó, sin embargo, logré mantener la calma y me comí esa deliciosa polla, aunque no pude engullírmela completa. Al mismo tiempo que yo mamaba su verga, Tom jugaba con mi coñito, aunque no tenía experiencia lo hacía increíble. Sentir su lengua recorrer mi órgano sexual y mordisquear mi clítoris, era suficiente para mí. Aunque aquel muchacho todavía tenía una sorpresa para mí. 


Y, es que paso de divertirse con mi vagina a joderme el culo. Me metió un par de dedos en el ano y me hacía regocijar de placer. Yo coloqué entre mis senos aquel trozo de carne y me quedé asombrada al ver que esa cosa era lo suficiente grande, para sobre salir en mis gordas tetas. Todo iba extraordinario e indicaba que ibamos a follar después de todo, sin embargo, papá se despertó y por los jadeos que hacíamos, supo que pasaba algo en mi habitación. 


Él tocó la puerta y nos interrumpió, yo en vez de alterarme, me excite aún más y coloque esa gran pija entre mis nalgas, para que pudiera masturbarla, mientras papá estaba en mi cuarto. Mi padre, amenazante, preguntó qué hacía Tomás en mi dormitorio aún, yo traviesa le contesté que estábamos jugando y que él iba a irse, cuando acabase. Tommy, me confirmaba que era el chico ideal, porque se atrevió a agarrarme los senos y apretármelos,  debajo de las sabanas que nos cubrían, con la presencia de papá. 


Finalmente, papá nos dejó un momento a solas y yo pude recompensarle por esa valentía y coraje que poseía. Dándole sexo oral, primero saboreé esas gordas bolas que tenía llenas de leche y que iba a descargarlas para mí, luego lamí la gran cabezota de su miembro y cuando tenía como la mitad de su verga en mi boca, él se corrió. Era amargo su semen, no obstante, a diferencia del de Joe, tenía algo que me gustó. Antes de que se retire de mi cuarto, le confesé que lo amaba y quería que aquello volviese a repetirse, él me aseguro que íbamos a volver hacerlo. 


Durante toda la noche, no pude sacarme esa gran tranca de la cabeza y me masturbé pensando en ella, en su tamaño, en su sabor y olor, era una nerd de pollas y finalmente tenía una con la cual estudiar y entretenerme. Al día siguiente, desperté alegre, solo quería estar a solas con Tom y terminar aquello que habíamos iniciado. La oportunidad se presentó, cuando él se estaba duchando y mamá salió a comprar. Entré al baño y sorprendiéndolo me arrime sobre él. Le expliqué la situación y nuestros cuerpos hicieron el trabajo. 


Me resultaba imposible pensar que esa cosa iba a entrar en mí, por lo que le pedí a Tommy, que me penetrada rápido y la metiera lo más profundo de una estocada. Qué puedo decir, fue un dolor estremecedor, por un momento pensé que me había quebrado, pues de mi cintura para abajo se paralizo. No obstante, poco a poco el dolor se hizo placer y fogosa gocé de esa cogida. Fue nuestra primera vez, una experiencia que jamás olvidaré. 


Estoy segura que Tommy recuerda y añora mucho aquel día, pues no solo tuvo sexo conmigo, sino que también lo hizo con su Milf. Cuando me relato su experiencia con esa mujer, sinceramente sentí un pequeño agujero en mi corazón, el cual era tortuoso, pero al mismo tiempo, mi cuerpo entero se cachondeo y mi vulva se mojó. Imaginarme cada escena, cada posición y esos besos que se daban, hizo que en mí, despertara totalmente el deseo ver a Tom con otra. 


Curiosamente, al otro día nuestros cuerpos ardientes volvieron hacer de las suyas, aquella vez tuvimos sexo en un salón de clases de la universidad. Ahí le di mi culo para que me lo partiera. Dios mío, qué manera de sentir placer, aún más, cuando él se me confesó y me pidió que sea su novia. Obviamente acepte, si estaba loca por él y quería seguir aprendiendo con su verga gorda. Desde entonces él y yo hemos estado juntos, si bien hubo un momento en donde imagine mi vida sin Tommy, no me gustó la idea de estar sin él y la única pelea que habíamos tenido la superamos de la manera más adulta posible.


Le he sido fiel a mi esposo, porque lo amo, aunque he sido tentada muchas veces, jamás he tenido otro pene en mi interior que no sea el de Tom. Debo admitir que algunas ocasiones las miradas lascivas de otros hombres me cachondean un poco, como por ejemplo, las que me dedican los padres de las amigas de mi hija o de los amigos de mis hijos. No obstante, se queda en aquello, en simples miradas, porque en mi mente aparece inmediatamente mi querido marido, a quien no cambiaría por nada del mundo, ya que solo él me hace sentir loca de deseo cuando me mira o me sonríe.


Además solo yo sufriría si lo dejó libre, porque más de alguna espera verlo soltero y no las culpo, pues él es asombroso a la hora de follar, esto me quedó totalmente claro, cuando ocurrió el maravilloso intercambio de Milfs, ese día vi como esas hembras gozaban de los otros dos muchachos, pero rápidamente me di cuenta que mi Tom, era el que más las satisfacía. Celeste estaba más acostumbrada al pollón de Tomás y probar otras dos vergas jóvenes, era algo que no iba a desperdiciar. No obstante, note que sus ojos no se apartaban de Tommy, a pesar de que tenía a otro embistiéndola. 


Las otras dos, cuando probaron la gruesa pija de Tom, simplemente se enamoraron de ella. La forma en cómo se la clavaba, recorría sus cuerpos con sus manos y esos adictivos besos que daba, era suficiente para que esas maduritas enloquecieran por él. Los amigos, habían hecho una regla, la cual consistía, en que no podían correrse dentro de la Milf del otro. Está, fue quebrada por Tom, cuando le estaba destrozando el culo a Adriana. 


Estoy segura que la cincuentona, jamás había tenido una tranca tan gorda dentro de ella. Encorvada recibía todas las estocadas, aullando por más. En su mirada me percate, que anhelaba que aquello nunca acabase, que Tommy no sea un amante pasajero de un día, sino poder tenerlo todos los días junto a ella. En efecto, que Tom haya roto su palabra, se debe a que esa Milf golosa se lo haya permitido, porque quería sentir la descargar de mi hombre dentro de su ano.


Completamente complacida, se quedó dormida en el sofá donde había probado una follada sensacional. De seguro, soñó con volvía a tener a Tomás jodiéndola tan duro. Él se acercó a mi escondite, en donde me había dado un festín con todo el show que me exhibió. Me impresionó, que Tom aún tuviera fuerzas y energías para una cogida más. Él quería hacerlo conmigo, sin embargo, yo le pedí que lo hiciera con la zorrita que seguía despierta. Laura, una Milf morocha que tenía un gran culo, con el que había hipnotizado a Tommy. 


Él acepto, después de mirarme detenidamente, volvió al salón, habló con esa madurita y se fueron a su habitación. Ahí, me oculté dentro del closet, para ver como ambos se satisfacían. Sabía que Laura se había quedado con muchas ganas de seguir jugando con Tom. Por lo que disfrutó esa nueva oportunidad que le di. Comiéndose toda esa polla, teniéndola una vez más entre sus nalgas, taladrándola y finalmente deleitándola dentro de su vagina.


Los dos quedaron exhaustos después de esa bestial cogida. El coño de Laura, expulsaba a chorros el semen de Tom, pero guardo lo suficiente, ya que después de ese encuentro sexual, la mujer quedaría embarazada y nacería Axel. Después de este evento, ocurrió algo que a Tommy no le gusta mucho hablar. Porque es el origen de su conflicto con su padre e involucra a su madre, en cambio a mí, me encanta rememorar lo que paso durante esa semana en la casa de sus padres y ser la artífice de que madre e hijo cruzaron la línea y consumieron sus lujurias en un acto de incesto. 

Antes que la mujer siguiera escribiendo en su agenda, su celular vibra, ella al ver el nombre de Tomás, se le dibujo una sonrisa en la cara. –“Tom, yo sabía que ibas a perdonar”- contesta ella coqueta, pero su rostro quedaría desconcertado al escuchar unos suspiros por parte de su esposo. –“¿Tom estás bien?”- preguntó confundida, –“A-A… Ap-April…”- balbuceó mientras una lengua trazaba en su miembro. 

April: ¿Qué pasa amor?

Consultó percatándose de un largo jadeo de su marido. Ella estaba extrañada pues quería saber quién estaba en ese instante jugando con el tronco de su esposo. ¿Era Vanessa? Se interrogó a ella misma mientras caminaba por el pasillo y se percataba que su hija no estaba en casa. –“Hhmmm”- se volvió a escuchar lleno de disfrute, la mamada que le estaban dando a Tomás debía ser muy buena para que no pudiera hablar y solo quejarse de placer.

Volviendo a su habitación y fijándose en la agenda de pacientes que tiene su esposo, no ve ningún nombre de mujer. Tenía que haber sido una paciente sorpresa que siempre aparecen se dijo, entonces el hombre susurró, –“O-O… Oli… Olivia…”- los ojos se le alumbraron a la Milf y una vez más una sonrisa figuró en su rostro. –“O-Olivia, Princesa… La amiga de nuestra hija quiere que la coja”- agregó con la voz temblando y de manera rápida.

Aquella jovencita había llegado sorpresivamente a la consulta del hombre, desde ese día que vio ese bulto marcado en su pantalón y comprobó que el padre de su amiga poseía una buena herramienta entre sus piernas, no pudo sacarlo de su cabecita y luego de una semana, ya no resistió y fue por esa polla. Mientras Tomás ya olvidaba su enojo matutino y pensaba llamar a su esposa para pedirle perdón por la reacción que tuvo y las frases que dijo, vio entrar a Olivia.

La muchacha lleva puesto un pequeño top negro con tirantes, luciendo así su cintura, unos leggings del mismo color, con oberturas a sus lados y unos tacones altos también de color negros. Antes que el hombre dijera algo, Olivia lo arrinconó, lo único que pudo hacer Tomás fue verla descender al suelo, en cuclillas le desbrocha el cinturón y le baja el pantalón tomando entre sus manos esa verga que aún estaba flácida, pero que ella haría que se levante. 

Sin decirle nada fue pajeando esa pija y le daba unas lamidas de otro mundo, por más que quería resistirse, Tomás sucumbió ante esa joven. Olivia al ver esa vara totalmente erecta, se levantó su top, para golpearse con ella sus tetitas, mientras le comunicaba que quería ser empotrada por esa tranca. El maduro le contestó que no podía hacer eso, entonces ella se dio vuelta y le presumió su enorme trasero, –“Mira muy bien lo que te ofrezco antes de negarte”- le manifestó, meneándoselo.    
  
No entendía el porqué estaba tan cachondo, pero vio aquello una oportunidad para castigar a su mujer por el engaño que le había hecho. Caminando a su escritorio toma su celular y cuando estaba marcándole a su esposa para avisarle que iba a partir un culo sin que ella lo vea. Esa muchachita tomo esa vara que desprendía un olor fascinante y se la fue engullendo lentamente. Luego trazó por ella con unas lamidas pequeñas pero muy estimulantes. Llegando justo al momento exacto cuando la Milf coge la llamada.

April: Pues adelante amor, dale a esa pendeja bien duro en el culo. 

Tomás: E-eso haré, solo quería avisarte de lo que te perderás por la mentira de Ma-Mariana. Y olvídate que te lo relate.

April: Ay cariño, no te preocupes, desde que me contaste que Luz se te insinuó coloqué unas cámaras en tu despacho. 

Afirmó de manera burlista y prendiendo su laptop para observar ese espectáculo.

Tomás: ¿Qué? Pero serás cabrona. 

April: Pensé que ya te habías dado cuenta de ellas Tommy. 

Respondió relamiéndose los labios y acariciando su mojado coño. 

April: Pásame a esa niñata por favor.

Tomás se daba cuenta que April siempre estaba un paso delante de él, sabía que era muy lista, aunque nunca tanto. Dándole su móvil a Olivia que seguía tragando su pene maduro, solo escucha la voz de su esposa decir, –“Estás de suerte zorrita, justo hoy me moría de ganas de ver a Tom partiendo un culo y el tuyo es ideal. Prepárate para experimentar y deleitarte con un estupendo sexo anal”-, ella cuelga y deja a su marido disfrutar de esa boquita y de esas manos que apretaban sus huevos. 

Tomás no podía creer que le estaba permitiendo a Olivia comerle su verga, menos que fuera una estupenda mamadora, vaya manera de usar la boca, lo estaba enloqueciendo. Ella se detiene, porque se daba cuenta que podía pasar todo el día comiendo esa paleta y su idea era tenerla dentro de ella, sentirla revolviendo sus entrañas. Levantándose se traslada hasta el sofá, el maduro sabiendo qué significaba aquello se coloca a buscar un frasco de aceite que tenía, al encontrarlo se aproxima a la amiga de su hija.

Olivia estaba ansiosa por comenzar se mordía los mordía los labios al ver que el padre de su amiga se desnudaba en frente de ella. Jamás había visto ese cuerpo con tanto deseo como hasta ese momento. El hombre se le acerca y le agarra su cola divina, ella gimió con ese agarrón, al mismo tiempo ve esa boca cada vez más cerca y cuando solo quedaban unos centímetros, ella se lo zampó, entrelazando sus lenguas en un delicioso y apasionado beso.

Él de un jalón le bajó el pantalón, sin quitárselo del todo, la carga y la tiende en ese sofá que sería participe de un polvo increíble. Echándole las piernas hacía atrás, Tomás le da unas cortas pero muy apetitosas lamidas, causando que esa chavala quedé anhelando más. Aceitando sus manos, comienza a masajear el cuerpo de esa jovencita que había ido suplicar por su pene. Sus dedos traviesos lubricaban cada rincón de ese gran culo, incluso dentro de él, lo que provocaba más chillidos de esa joven.

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Olivia: Jofder… Síííí…

Exclamaba gustosamente, el padre de su amiga solo se limitaba a sonreírle. Una vez que él sintió que ese trasero estaba listo para la diversión, le pidió que sujete bien sus piernas. Colocándose encima de ella, va guiando su polla a ese orificio lubricado, la glande roza por él y sintiendo una ligera presión, su ano se extiende para que esa gruesa verga comience su exploración. –“Diooooosss”- gritó ella con vehemencia y los ojos blancos de tanto placer.

Solo tenía la mitad de ese mástil y ya se sentía llena, había tenido varias trancas grandes dentro de ella, no obstante, jamás una tan gorda que parecía estar ampliándole el ojete de una manera inverosímil. El hombre aún con sus manos aceitosas acaricia esas pequeñas tetitas y pellizca esos pezones duritos, sin dejar de clavar su miembro. Cuando finalmente todo estaba dentro, él besa a esa jovencita que no paraba de aullar, aquel beso hizo que Olivia convulsione y terminé en un largo orgasmo. 

No era consciente del todo el gozo que estaba obteniendo, Tomás fue moviendo su pelvis, cada estocada hacía que la amiga de Vanessa gritada más fuerte, nunca imagino que ese maduro fuera tan bueno cogiendo, la tenía bajo su dominio, desde esa tarde no iba a querer otra verga que no fuese esa en su culo. El placer era infinito y por más que trataba de controlarse no podía, sufriendo así de una corrida tras otra, lo que impresionaba al hombre, ya que Olivia iba perdiendo el conocimiento. 

Antes de que lo hiciera completamente, Tomás retira su miembro de ese culo y lo allega a la boquita de esa chica y jalándosela un par de veces, termina bañándola con su leche caliente. Ella sonriente cierra los ojos de cansada, justo entonces Vanessa entra a la oficina y ve a su padre en pelotas corriéndose en la cara de una de sus amigas. –“Pa… ¿Papá?”- dijo ella tratando de asimilar la situación. Él volteándose le sonríe, ofreciéndole que tome el puesto de su desmayada amiga.  
  
La rubia no sabía qué decir, había ido a ver a su padre para solucionar el conflicto que tenía con su madre, pero lo encuentra viniéndose encima de Olivia. Por otro lado, no podía negarse a la petición, esa verga que tanto anhelaba la estaba ayudando a superar algo muy doloroso. Desvistiéndose se acerca donde su padre, para follar con él, Tomás miro a una de las cámaras y le sonrió a su esposa, mientras cargaba a Vanessa y la empotraba en el coño. La Milf disfrutando esa exhibición se muerde los labios y luego murmulla.

April: No te imaginas lo que tengo en mente Tom. 

Afirmó con una sonrisilla lujuriosa, mientras en la misma libreta en donde había escrito, tachaba el nombre de Olivia en una lista. Al mismo tiempo Axel e Ignacia tomados de la manos, llegaban a la casa, antes de que entren la muchacha se desprende de la mano de su novio y agachándose, recoge una pequeña flor de color azul. Meses después ella se preparaba para su boda, con un ramo de rosas de color azul, al lado de ella estaban sus hermanas.

Entre tanto Axel le hacía una cruz a la fecha que tenía en un círculo. Tras eso él se miró al espejo para tratar de arreglar su corbata, entonces ve que la puerta se abre, de ella se asoma Vanessa con un vestido blanco –“¿Qué hace el novio más lindo?”- expresó mientras se le acercaba juguetonamente, el joven al mirar queda asombrado, –“Wow… Hermana, luces preciosa”- respondió tomándola de la cintura y apegándola a él. –“¿Todavía quieres casarte?”- preguntó a la vez que sus labios se sobaban. 
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Gracias a todos los que siguieron esta historia y su desarrollo, además de su apoyo. Quizás no os guste que termine con un final abierto y que mitad del capítulo es una recapitulación de la historia de Tomás y April, pero siempre tuve en mente cerrar este relato con esos acontecimientos contados desde el punto de vista de April. Para dar inicios a nuevas aventuras donde cerraré absolutamente la historia de estos personajes, aunque primero terminaré los otros relatos, gracias nuevamente a todos y prometo continuar lo antes posible. 


PD: Cuando inicie esta saga de relatos, originalmente el personaje de April iba a ser distinta, una especie de Agustina «Secretos en la familia», sin embargo, al final decidí optar a una chica que era muy controlada y protegida por sus padres, con el fetiche de ver al chico que ama con otras. 
PD2: Hubo algunas frases en inglés en este relato, mi inglés no es 100% bueno, puede que me haya equivocado en alguna de estas frases, por lo que pido disculpa, si es así.    

2 comentarios - Vacaciones Candentes: Capítulo Especial Final:

Eion2000 +1
Tremendo cierre de historia y aunque si fue un poco de resumen no estuvo mal recordar la historia de tomas y April,

Cómo siempre un gusto leer tus relatos y esperando tus nuevas!
LyonF8 +1
Muchas gracias, me alegro que te haya gustado el relato y ojala disfrutes de los proximos. Saludos✌.
JukUik +1
Noooooooooooo!!! Jajaja eres un degeneraaado como la vas a cortar así, Ojalá como dices al final publiques otras historias que permitan saber que sucedió con Axel, Vanessa, Ignacia y las hermanas de ignacia. Así como que sucedió en esos meses entre April y Tomás con todas las amigas de vanessa. La verdad a pesar de que fue un final abierto y no suelen gustarme mucho, este estuvo genial, me agradó saber algo de la historia de april y tomas, pero como te digo espero que en algún momento cuentes en que terminaron los medio hermanos Axel y Vanessa, siento que de ellos se puede sacar muy buen material! Un saludo GENIO y disculpa que me extienda tanto en mis comentarios, ahora a esperar los secretos en la familia del nuevo relato que empezaste
LyonF8
Jaja 😂😂😂Descuida, sé que hay muchas cosas que debo cerrar con estos personajes, aunque entenderás mejor el motivo del final abierto, cuando termine con las otras dos historias. Saludos y muchas gracias por el apoyo✌.