Vivo en una ciudad chica donde se puede dar este tipo de situaciones como que por una app de citas conozca a mi vecino.
Así es, en busca de conocer algún chico para pasar un buen momento y saciar mi necesidad de hombres conocí a Juan, mi vecino de enfrente que está casado al igual que yo.
Al principio Juan era uno más que no sabía nada de su vida y como en estas app la mayoría anda de trampa entonces no queremos dar muchos datos, no supe que era mi vecino hasta que pasamos a chatear por telegram, ahí me paso una foto y vaya sorpresa… mi vecino.
Algo yo desconfiaba de que le gustaban los chicos porque en algún momento intercambiamos alguna mirada cuando nos cruzamos pero sin mayor importancia, podría haber sido un parecer mio nomás.
La cosa es que Juan cuando se dio cuenta que nos conocíamos empezó a actuar raro, como apretándome y hasta amenazando que iba a contarle a mi mujer que yo buscaba tipos por ahí.
Al principio yo también me sentí preocupado y nervioso por haber encontrado justo a mi vecino, pero entendí que los dos andábamos en la misma y entre fantasmas no nos íbamos a pisar la sábana.
Juan es un tipo alto, no muy flaco ni muy gordo que tiene pinta de macho, a pesar que su voz no lo ayuda, pero tiene linda facha y unas piernas peludas que me gustan mucho, todo esto lo ví en sus fotos ya que no había tenido la oportunidad.
La cuestión es que las presiones crecieron y me vi muy apretando con que Juan le iba a contar a mi mujer así que con el fin de zafar hablé con él de frente y le pedí que no avanzara porqué sino yo también iba a hablar con su mujer y para que se pudra que se pudra bien, jeje.
Entonces en esa charla, lo que estábamos frente a frente él recapacito y me contó que estaba con un problema con la mujer ya que ella había visto algunos chats comprometedores y necesitaba alguien que le ayudara a zafar, así que me comprometí a ayudarlo con el fin de que me dejara tranquilo.
La idea era que yo me hiciera pasar por un contacto de él que le escribía a cualquier hora por temas laborales pero como ella no conocía del todo el contenido de los chats todo quedaba tapado.
Así que al día siguiente me presenté en su casa para hablar con su esposa y allí fue donde caí en la trampa…
Su esposa me recibió (ella es gordita, de ojos claros, pelo castaño oscuro pero tiene un par de tetas que me enloquecen) y me hizo pasar, Juan no estaba en la casa cundo llegué así que charlamos un poco con su esposa (Ana) y le conté un poco sobre lo que Juan me contó que tenia que decir.
Ella como que no me daba demasiada importancia y me decía que Juan llegaba pronto pero nunca le importó lo que le dije, no entendía nada.
A los pocos minutos llegó por fin Juan, me saludó, me pidió un minuto para ducharse (cosa que me pareció raro) y volvió a la sal con nosotros.
En ese momento, su esposa cambió la postura, subió el tono de voz y me dijo que ella sabía todo porqué Juan y ella se cuentan todo, que ella sabía que a Juan le gustan los hombres y que son una pareja libre.
A su vez, también me amenazó con hablar con mi esposa si yo no les ayudaba a cumplir una fantasía que tenían como pareja.
Apretado por la situación pregunté cual es la fantasía y su respuesta fue impactante…
“Quiero que te cojas a Juan acá adelante mio”
Quedé duro por unos minutos pensando que hacer… con el paso del tiempo Juan entendió que no tenia salida y que iba a aceptar por lo que se paró, se acercó a mí y sin mediar palabra empezó a desabrochar mi camisa y pasar su mano por mi pecho.
Su esposa, se recostó en el sofá y nos empezó a mirar atentamente, yo no podía creer la situación y ni siquiera me calentaba lo que Juan me hacía.
En un momento que les comenté “no puedo, estoy como muy nervioso” Ana se acercó, le dio un beso a su esposo, otro a mí, me agarró la mano y la puso entre sus tetas (casi muero), antes de alejarse me dijo muy suavemente al oído “te ví como me miras las tetas, pillín”.
A partir de ahí todo cambió, Juan se desnudó y yo también así que a los pocos minutos estábamos comiéndonos a besos y tocándonos todo el cuerpo, el primero en acercar la boca a la pija fui yo, tenia un aroma al jabón de la ducha que daban ganas de chuparla el día entero.
Al rato, cuando Juan se arrodillo frente a mí y me empezó a comer la pija, levanté la vista y ví a su esposa masturbándose por debajo del pantalón que aún tenia puesto, eso me puso a mil.
Cuando Juan terminó de chuparme la pija y me la dejó bien dura y jugosa miró a su esposa y le preguntó “ahora como seguimos?” Ana respondió “quiero que te pongas en 4 como me haces poner a mi, mirándome y que él te haga la cola”.
Así que él obedeció perfectamente dejando a mi vista su hermoso culo apretadito y me tentó bajar a pasarle mucha lengua por ese culito.
Estuve rato chupándole el culo hasta que no aguanté más y me preparé para metérsela, fue su esposa Ana que me acercó un pomo con lubricante y de paso miró de reojo el orto abierto de su esposo y a mi entender, también de reojo, me miró la pija.
Apenas pude le arrimé la punta de la pija y casi como que se cayó para dentro, que culito más hermoso, como recibía la pija casi como si fuera parte.
Le dí bomba y bomba durante unos minutos, Juan estaba como loco, como una perra gemía sin parar, incluso Ana se acercó en un momento y le dio una palmada en la cola para que se pusiera más puta.
Cuando ya estaba por acabar sentí que Juan desparramaba leche por el piso y casi en el mismo momento se dejó caer hacia adelante y tuve que sacarle la pija, quedé muy caliente.
Juan se levantó y se fue al baño todo lleno de su propia leche y quedamos en el living; Ana, sentada en el sofá con la camisa desprendida dejando ver sus hermosas tetas y yo, todo desnudo, arrodillado en el piso con la pija dura, una escena memorable.
Antes de vestirme, le comenté a Ana “me encantaría hacer algo los tres” ella respondió “me encantaría, pero va a tener que ser en otra oportunidad, primero lo quiero hablar con Juan, no creo que él se niegue porque lo ví muy contento con vos, pero …”.
Como Juan nunca volvió al living, me vestí, me despedí (Ana me dio un beso de lengua que aún lo recuerdo) y me fui, mucho más caliente de lo que llegué.
Espero les haya gustado, espero sus comentarios.
Así es, en busca de conocer algún chico para pasar un buen momento y saciar mi necesidad de hombres conocí a Juan, mi vecino de enfrente que está casado al igual que yo.
Al principio Juan era uno más que no sabía nada de su vida y como en estas app la mayoría anda de trampa entonces no queremos dar muchos datos, no supe que era mi vecino hasta que pasamos a chatear por telegram, ahí me paso una foto y vaya sorpresa… mi vecino.
Algo yo desconfiaba de que le gustaban los chicos porque en algún momento intercambiamos alguna mirada cuando nos cruzamos pero sin mayor importancia, podría haber sido un parecer mio nomás.
La cosa es que Juan cuando se dio cuenta que nos conocíamos empezó a actuar raro, como apretándome y hasta amenazando que iba a contarle a mi mujer que yo buscaba tipos por ahí.
Al principio yo también me sentí preocupado y nervioso por haber encontrado justo a mi vecino, pero entendí que los dos andábamos en la misma y entre fantasmas no nos íbamos a pisar la sábana.
Juan es un tipo alto, no muy flaco ni muy gordo que tiene pinta de macho, a pesar que su voz no lo ayuda, pero tiene linda facha y unas piernas peludas que me gustan mucho, todo esto lo ví en sus fotos ya que no había tenido la oportunidad.
La cuestión es que las presiones crecieron y me vi muy apretando con que Juan le iba a contar a mi mujer así que con el fin de zafar hablé con él de frente y le pedí que no avanzara porqué sino yo también iba a hablar con su mujer y para que se pudra que se pudra bien, jeje.
Entonces en esa charla, lo que estábamos frente a frente él recapacito y me contó que estaba con un problema con la mujer ya que ella había visto algunos chats comprometedores y necesitaba alguien que le ayudara a zafar, así que me comprometí a ayudarlo con el fin de que me dejara tranquilo.
La idea era que yo me hiciera pasar por un contacto de él que le escribía a cualquier hora por temas laborales pero como ella no conocía del todo el contenido de los chats todo quedaba tapado.
Así que al día siguiente me presenté en su casa para hablar con su esposa y allí fue donde caí en la trampa…
Su esposa me recibió (ella es gordita, de ojos claros, pelo castaño oscuro pero tiene un par de tetas que me enloquecen) y me hizo pasar, Juan no estaba en la casa cundo llegué así que charlamos un poco con su esposa (Ana) y le conté un poco sobre lo que Juan me contó que tenia que decir.
Ella como que no me daba demasiada importancia y me decía que Juan llegaba pronto pero nunca le importó lo que le dije, no entendía nada.
A los pocos minutos llegó por fin Juan, me saludó, me pidió un minuto para ducharse (cosa que me pareció raro) y volvió a la sal con nosotros.
En ese momento, su esposa cambió la postura, subió el tono de voz y me dijo que ella sabía todo porqué Juan y ella se cuentan todo, que ella sabía que a Juan le gustan los hombres y que son una pareja libre.
A su vez, también me amenazó con hablar con mi esposa si yo no les ayudaba a cumplir una fantasía que tenían como pareja.
Apretado por la situación pregunté cual es la fantasía y su respuesta fue impactante…
“Quiero que te cojas a Juan acá adelante mio”
Quedé duro por unos minutos pensando que hacer… con el paso del tiempo Juan entendió que no tenia salida y que iba a aceptar por lo que se paró, se acercó a mí y sin mediar palabra empezó a desabrochar mi camisa y pasar su mano por mi pecho.
Su esposa, se recostó en el sofá y nos empezó a mirar atentamente, yo no podía creer la situación y ni siquiera me calentaba lo que Juan me hacía.
En un momento que les comenté “no puedo, estoy como muy nervioso” Ana se acercó, le dio un beso a su esposo, otro a mí, me agarró la mano y la puso entre sus tetas (casi muero), antes de alejarse me dijo muy suavemente al oído “te ví como me miras las tetas, pillín”.
A partir de ahí todo cambió, Juan se desnudó y yo también así que a los pocos minutos estábamos comiéndonos a besos y tocándonos todo el cuerpo, el primero en acercar la boca a la pija fui yo, tenia un aroma al jabón de la ducha que daban ganas de chuparla el día entero.
Al rato, cuando Juan se arrodillo frente a mí y me empezó a comer la pija, levanté la vista y ví a su esposa masturbándose por debajo del pantalón que aún tenia puesto, eso me puso a mil.
Cuando Juan terminó de chuparme la pija y me la dejó bien dura y jugosa miró a su esposa y le preguntó “ahora como seguimos?” Ana respondió “quiero que te pongas en 4 como me haces poner a mi, mirándome y que él te haga la cola”.
Así que él obedeció perfectamente dejando a mi vista su hermoso culo apretadito y me tentó bajar a pasarle mucha lengua por ese culito.
Estuve rato chupándole el culo hasta que no aguanté más y me preparé para metérsela, fue su esposa Ana que me acercó un pomo con lubricante y de paso miró de reojo el orto abierto de su esposo y a mi entender, también de reojo, me miró la pija.
Apenas pude le arrimé la punta de la pija y casi como que se cayó para dentro, que culito más hermoso, como recibía la pija casi como si fuera parte.
Le dí bomba y bomba durante unos minutos, Juan estaba como loco, como una perra gemía sin parar, incluso Ana se acercó en un momento y le dio una palmada en la cola para que se pusiera más puta.
Cuando ya estaba por acabar sentí que Juan desparramaba leche por el piso y casi en el mismo momento se dejó caer hacia adelante y tuve que sacarle la pija, quedé muy caliente.
Juan se levantó y se fue al baño todo lleno de su propia leche y quedamos en el living; Ana, sentada en el sofá con la camisa desprendida dejando ver sus hermosas tetas y yo, todo desnudo, arrodillado en el piso con la pija dura, una escena memorable.
Antes de vestirme, le comenté a Ana “me encantaría hacer algo los tres” ella respondió “me encantaría, pero va a tener que ser en otra oportunidad, primero lo quiero hablar con Juan, no creo que él se niegue porque lo ví muy contento con vos, pero …”.
Como Juan nunca volvió al living, me vestí, me despedí (Ana me dio un beso de lengua que aún lo recuerdo) y me fui, mucho más caliente de lo que llegué.
Espero les haya gustado, espero sus comentarios.
6 comentarios - Buenos vecinos