Llegué a la casa mi tía y ahí estaba mi prima. Una chica de 19 años con pechos medianos pero con culo redondito espectacular. tenia tiempo sin verla y cuando la mire, quede sorprendido de lo bonita y buena que se había puesto.
-Hola Antonio, hace tiempo que no te veía. Creo que la última vez que te vi fue en navidad cuando tenía 15 años.
Yo reí un poco y luego le dije:
-es verdad. Si no mal recuerdo, ese día me toco darte un regalo como intercambio.
-Si… si… si… me acuerdo que me diste un suéter que me quedo grande – Respondió ella.
-Jajaja… Si es cierto - Me reí yo.
Ella: Y dime… ¿ese milagro que te dejas ver?
Yo: Nos invitó tu mamá a pasar estas fechas con ustedes. Al parecer quiere que nos reunamos como antes. ¿A poco no te aviso?
Ella: No, no me dijo nada. A lo mejor es porque mañana me voy con mi novio a Mazatlán. Él y yo nos vamos a tomar unas vacaciones en la playa.
Yo: ¡Me alegro! Bueno… me pone un poco triste que no vayas a estar con nosotros. Pero me alegra saber que no vas a estar sola.
Ella: Gracias, Antonio. Espero que este viaje nos sirva a mi novio y a mí para mejorar nuestra relación. Lo que pasa es que en estas últimas semanas hemos tenido bastantes peleas.
Yo: ¿Te está engañando, O tú lo estás engañando?
Ella: No, ninguna de la dos. Simplemente es que estamos teniendo problemas en la cama. Él siempre busca nuevas formas de tener sexo, pero a mí no me gusta. Tal vez no debería contarte esto, pero yo soy muy tranquila en cuanto a las relaciones sexuales. Y eso a él no le gusta.
Yo: Wow… sí que es un tema complicado. Y no sé si yo sea la persona más adecuada para hablar contigo de esto. Deberías hablar con alguna amiga o decirle directamente a él lo que piensas sobre el sexo.
Ella: Ya se lo dije a mi amiga, pero ella solo dijo que fuera más aventada. Más abierta, no sé si con eso se refería a mi mente a las piernas. En todo caso, intentaré en estas vacaciones experimentar nuevas cosas.
Yo: ¡Esa es la actitud, prima! Enséñale que tú también puedes ser una perra en la cama… jajajaja.
Ella: Hahaha… te pasas de lanza Antonio.
Unas horas después….
Mi prima va a ver a su novio para ajustar los últimos detalles de su viaje. Pero oh sorpresa… ella lo encuentra con otra chava. Según mi prima, cuando ella llego a su casa y abrió la puerta; escucho gemidos que venían del cuarto y cuando llegó ahí, noto como su novio se cogía a la chava en posición de perrito.
Yo: Pues ya ni modos, prima. A veces los hombres estamos tan calientes que cometemos este tipo de estupideces. Pero no te preocupes, ya encontraras otro.
Ella: En realidad no me preocupa tanto la infidelidad, ya que tarde o temprano iba pasar. Lo que realmente me preocupa es que ya compré los boletos y ya reservé el hotel. ¿Y ahora qué hago?
Yo: Pues dáselos a él y a su nueva novia. No, no es cierto. Fue una broma de mal gusto.
Ella: No me causo gracia. Pero me diste una gran idea.
Yo: ¿Cuál?
Ella: Quiero que tú vayas conmigo. De esta manera, no desperdiciamos los boletos y aprovechamos para divertirnos en la playa, ¿Cómo ves?
Yo: No sé, prima. Mejor invita a tu amiga.
Ella: Ándale, Antonio. No me dejes sola en esto. Te juro que nos vamos a divertir.
Yo: Va que va. Acepto. Pero no quiero que te la pases tristeando por allá… ¿eh?
Al otro día…
Mi prima y yo nos despertamos como a las 5:30 y salimos rumbo al aeropuerto. Cabe mencionar que ella se puso una falda de mezclilla muy corta. Tanto, que en el taxi no podía dejar de verle sus piernas. Y podría jurar que el chofer le vi toda su panochita. En fin, luego de un vuelo de 2 horas; llegamos al hotel y aquí empezó lo bueno. Ya que mi prima solo había reservado una habitación con una cama (para ella y su novio)
Ella: ¿Qué opinas, Antonio? Solo hay una habitación y una cama para la dos.
Yo: Esta bien. Yo me puedo dormir en suelo o si tienen algún sillón, pues ahí me duermo.
Ella: Entonces no se diga más. Vámonos a nuestra habitación.
Una vez llegamos al cuarto, hicimos un recorrido rápido y luego desempacamos nuestras cosas. Mi prima comenzó a poner sus trajes de baño en la cama y yo me estaba excitando. Ya que eran unos trajes muy pequeños y había uno de color blanco y transparente.
Ella: ¿Cuántos trajes de baño traes?
Yo: Traigo tres bermudas de playa. Pero para ser sincero, no me gustan mucho.
Ella: Que te parece si te lo pruebas y luego me modelas cada uno, y yo ya te digo cual te queda mejor. ¿Va que va?
Yo: No chingues, prima. Solo son shorts, y además cómo te lo voy a modelar. Me da pena.
Ella: Ya se. Después que termines de modelarme los tuyos. Yo me pongo los míos y tú me dices cuál me queda mejor ¿te parece?
Por supuesto yo dije que sí. Ya que solo pensaba en cómo se le vería su panochita con ese bikini semitransparente. También estaba ansioso por ver el tamaño de sus pezones, y por supuesto, su tremendo culo.
Una vez acordadas las reglas de valoración; me dirigí al baño y me quité toda la ropa. Mi pene estaba tomado forma, ya que no dejaba de pensar en el coñito de prima. Así que tuve que pensar en otra cosa para que se me bajará la erección.
Mi prima grito: ¡Ándale!... ¿qué tantos haces?
Ya voy – Le grité medio fuerte.
Ella: Wow, Antonio. No sabía que tenías un buen cuerpo. Creo que el color azul te va bien.
Yo: Ya sabes… el futbol y el gimnasio… jajaja. Creo que me queda un poco apretado de la entrepierna. Por su parte, noté como ella me estaba viendo el paquete. Así que lo agarré y lo hice a un lado. Y luego le dije… ¿Qué te parece?
¿El qué? – Pregunto ella un poco apenada.
¿Cómo qué? Pues el short.
Ella: Voy a esperar a ver los otros, pero por el momento creo que ese te queda bien.
¡Genial!.. Ahora te toca a ti – Le respondí con muchas ansias.
Una vez que ella se fue la baño. Yo me senté en la cama y trate de doblar mi pene hacia un lado, para que no se notará en que caso de que me excitara.
Ella: ¿Qué te parece, Antonio?
Eso sí que es tener un buen abdomen, Pamela – Le dije mientras veía su coñito.
Ella: Y de la parte atrás… ¿Qué te parece?
No me lo tomes a mal, pero dado a que tienes un gran culo; ese bikini se ajusta muy bien – Le dije yo mientras intentaba que no se parara mi pito.
¿Y de arriba que te parece? – Me preguntó mientras intentaba acomodar sus bubis al traje.
Yo: Se te marcan mucho los pezones.
Ella: Es que estoy muy nerviosa.
Yo: Créeme, soy tu primo y no lo digo con mala intención (Aunque realmente me moría de ganas por sacárselo y morderlos. Ya que aunque sus pechos no eran muy grandes; se le marcaban unos grandes pezones)
Ella: Si, lo sé. Pero bueno… sigamos.
Pues ya que estás ahí, pruébate el blanco – Le dije sonriendo.
Ella: De acuerdo, Antonio.
Mientras ella se cambiaba, yo me preguntaba por su coñito… ¿estará depilada o tendrá mucho vello? ¿Tendrá un coño apretado o abierto? ¿Será de las que se moja mucho o poco? ¡No puede ser, ya no aguanto!
Oye, Antonio… este traje está muy transparente, se me ve todo – Me gritó desde el cuarto.
En ese momento yo me súper excite. Y luego simplemente le grité – Déjame ver.
Mejor ya vámonos a la playa, porque esto se está poniendo incómodo – Me dijo ella desde el cuarto.
Yo: De acuerdo, Pam. Pero entonces… ¿Con cuál traje te vas a ir a la playa?
Ella: Con el tercero. Es de una sola pieza… ya me lo medí… y me queda muy bien.
¿Puedo verlo? – Le pregunté un poco decepcionado.
Ella: ¿Qué tal? ¿No crees que me veo un poco mojigata?
Para nada, prima. Le contesté mientras le veía voluptuoso coño.
Ella: Entonces vámonos.
Yo: Muy bien. Por cierto, ya llevas el bloqueador.
Si – Me contestó mientras agarraba su toalla.
Estando en la playa: Pamela y yo pusimos las cosas en la arena, y luego nos dirigimos al mar.
Mientras el agua tocaba nuestros pies, una pequeña ola llego de repente y nos golpeó. Mi prima se río, y yo también.
Ella: ¿Qué te parece si nos metemos hasta lo hondo?
Yo: Va que va.
Ella: Pero me agarras porque no quiero que una ola me vaya a llevar.
Yo: No te preocupes, Pam. Si quieres dame la mano.
Una vez que me dio la mano, caminamos mar adentro como si fuéramos pareja. Fue bastante interesante ese momento. Porque yo la quería abrazar por atrás, y pegarle mi pene entre sus grandes nalgas.
Ella: Oye, Antonio. Gracias por acompañarme a este viaje. Te quiero mucho.
Yo también te quiero, prima. Luego le di un beso en la mejilla mientras mis manos se posaban en su cintura. Entonces ella me abrazo, y luego me dijo al oído – perdón por no querer modelarte el traje hace rato. Es que ese iba ser una sorpresa para mi novio.
Tranquila, Pam – Le dije mientras nos abrazamos cubiertos hasta el pecho por el mar.
Ella: ¿Te puedo preguntar algo?
Yo: Si, claro.
Es algo muy personal – me dijo mientras se separaba del abrazo (aunque todavía me estaba agarrando de las dos manos).
Yo: Pregúntame lo quieres. Es más, vamos hacer un trato… todo lo que hablemos se va quedar entre nosotros ¿va que va?
Y también lo que hagamos – Me dijo pícaramente.
Yo: Si, Pam. Lo prometo.
Ella: De acuerdo. Aquí voy… ¿Tú has tenido muchas relaciones sexuales?
Yo: Más o menos… ¿Por qué la pregunta?
Ella: Es que cuando estaba con mi novio o más bien mi exnovio, no sabía hacerle sexo oral, ni tampoco sabía cómo excitarlo, e incluso una vez me pidió sexo anal, pero yo me negué. Ya que soy muy inexperta en ello.
Yo: ¿Y por qué no viste una película porno?
Ella: Una vez vi una, pero no me gusto. Los penes de los hombres estaban exageradamente grandes y la bubis de las mujeres también.
Pues esa es la idea, Pam. El porno es así. Te tiene que entretener y excitar. Y entre más grandes sean esas cosas, mejor. Bueno, a nosotros los hombres no nos gustan ver esos penes gigantes. Solo nos gusta ver las tetas, el culo y coño de las mujeres.
Ella: Yo siento que un pene de ese tamaño me atraviesa todo mi cuerpo.
Mientras yo me reía por su comentario. Una pequeña ola nos golpeó. Y aunque seguíamos agarrados de las manos, yo intenté abrazarla fuertemente. E incluso puede tocar sus pechos. No sé si ella lo sintió, pero fue genial.
Ella: ¡Wow!... Estuvo fuerte esa ola. Espero que no nos vaya jalar el mar.
Yo: Si quieres te puedo abrazar.
Ella: Me encantaría. Sirve que también se me quita el frio. ¡Ven! abrázame por la espalda.
Entonces ella se volteó y yo la abracé. Mi pene estaba pegado a sus nalgas y mis manos estaban en su vientre junto a las de ella. Segundos después, ella me dice – espero no nos vaya a picar algo debajo del agua.
Yo: No te preocupes, yo te protejo. Y en caso de que te picara algo, yo te chupo el veneno.
Y si me llegará a picar en una nalga o en mi muslo… ¿te atreverías? – Me preguntó mientras se pegaba más a mí.
Yo: si tú me das permiso: por supuesto. Usaría mi boca para volverte hacer sentir bien (se lo dije en doble sentido)
Gracias por estar conmigo, Antonio – me dijo mientras ella misma bajaba mis manos hasta el inicio de su bikini. Segundo después, se separó de mí y me dijo – Ya hace hambre, vamos a comer… ¿Te parece?
Con mi pene todo erecto, solo respondí – Claro, prima.
Una vez salimos del agua, nos secamos y nos fuimos a comer unos mariscos. Ya sentados en la mesa nos reímos y platicamos por un buen rato. Digamos que ya había un poco más de confianza entre los dos. Tanto así, que mientras nos dirigíamos a nuestro cuarto de hotel, ella me dijo - no tienes por qué dormirte en suelo, duérmete en la cama conmigo.
Al escuchar esto, yo me excité demasiado. Sin embargo, disimulé mi excitación e incluso me hice del rogar. Pero ella insistió con estas palabras – no quiero dormirme sola. Te necesito.
Cuando yo escuché cada una de estas palabras, yo sentía que me estaba invitando a coger. Pero no, simplemente no quería sentirse sola. Por supuesto yo no pensaba lo mismo, yo decía entre mi – “si me dejas acostarme a tu lado, te follaré tan duro como pueda. Me comeré tu coñito y haré que me la chupes con todo y huevos”
Ella: Oye Antonio… ¿Te sentirías incomodo si duermo con mi calzón cachetero y una playera larga?
Para nada, prima. Es más, te iba a preguntar lo mismo. Ya que yo duermo solo con bóxer. ¿No tienes problema con ello?
Ella: Mientras no pienses que soy tu novia y me quieras coger, todo está bien… jajajaja.
Siendo las 10 de la noche, mi prima se metió a bañar. Por mi parte, yo estaba acostado en la cama imaginando como le caiga el agua en su coñito. Fue tanta mi excitación que me saqué el pito y comencé a masturbarme. Segundo después reaccioné y me calmé.
Ella: Te toca, Antonio. Espero que no te moleste, pero enjuague mi traje de baño en la regadera y lo deje ahí colgado.
No te preocupes, prima. Le dije mientras entraba al baño. Una vez ahí, me quité mi short y bóxer y luego abrí la regadera, mientras el agua caía, yo tome su traje y la parte en donde posaba su vagina lo restregué en mi pene. Literalmente me estaba haciendo una chaqueta con su traje de baño.
Una vez salí de bañarme, vi a mi prima acostada en la cama viendo su celular. En eso yo le dije, ya nos dormimos o vemos una película. Hay que ver una película, me dijo ella. Luego, prendió la tele y comenzó a cambiar de canales. Por mi parte yo apagué la luz y luego me acosté junte a ella.
Ella: ¿Qué película quieres ver?
Si te digo, te vas a enojar conmigo y me vas a correr de la cama – Le dije riéndome.
¿Pues cuál quieres ver? Me pregunto ella, un poco confundida.
Una porno, le dije. Tal vez no lo sepas, pero todos los hombres vemos porno antes de dormir. ¿Y luego qué hacen? me preguntó sarcásticamente. Pues lo que ya sabes, nos masturbamos – Le dije sin pena alguna.
En eso ella me dice – pues entonces hay que ver una película porno.
¿Enserio? Le pregunté rápidamente. Si, así aprovecho para preguntarte por unas cosas que no entiendo. De acuerdo, le contesté, mientras me cubría con la sabana mi erección.
Estando acostados, con las luces apagadas, yo en bóxer, ella con un calzón cachetero y una playera blanca; comenzamos a ver la película. En la primera escena salió una chica en la cama, en eso llega su novio y se acuesta con ella… segundos después comienzan a besarse... luego la chica usa su mano para agarrarle el paquete al chico.
En eso mi prima me dice, que malos actores son. No mames, Pamela… es porno, a nadie le importa la actuación jejeje.
Regresando a la película, el chico le toma lo senos a la chica y la besa en el cuello. Por su parte la chica le trata de quitar la camisa a su novio, y le desabrocha su pantalón. Mientras tanto el chavo, le baja todo el vestido a la chica y le comienza a morder sus pezones.
Eran tan erótica la escena, que yo volteé a ver a mi prima por instinto. Ella estaba clavada viendo la escena, que no se dio cuenta que su pezones estaban creciendo. Yo lo noté por el reflejo de luz que emite la tele. Por mi parte, yo estaba con mi verga a tope. Incluso me estaba sobando los huevos por debajo de la sabana.
Regresando a la película, el chico y la chica ya estaban totalmente desnudos. El chico le estaba chupando las tetas a la chica, y ella le agarraba el pito y lo intentaba masturbar. Segundos después, el chico comenzó a bajar su boca por su abdomen hasta que llego a su vagina, la cual estaba totalmente depilada.
En eso mi prima dijo, yo no sé porque hay mujeres que les gusta depilarse toda su conchita. Parecen vaginas de bebes. ¿Queee? Le dije un poco asqueado. ¿A poco a ti te gustan todas depiladas? Me preguntó sin pena alguna. En realidad me gustan que tengan un poco de vello pero bien arreglado – le respondí excitadísimamente.
Regresando a la película, el chico termina de hacerle sexo oral a la chica, y luego cambian de posición. Es decir, la chica se monta sobre él, y comienza lamer el cuerpo del chico hasta llegar a su pene. Una vez ahí, la chica le escupe al pito y luego comienza a jugar con él.
Por mi parte, yo volteo a ver a mi prima y notó un movimiento a la altura de su vagina. Y digo entre mi ¡oohhh por Dios! Mi prima se está masturbando. Ella ni siquiera nota que la estoy viendo; esta tan concentrada en la escena, que yo hago lo mismo. Me saco mi verga del bóxer y comienzo a masturbarme. Dado a que mi pene ya estaba llorando, mi masturbación hace un pequeño un ruido. Pero no me importó.
Regresando de nuevo a la película, la chica moja su mano con su lengua y luego se lubrica su coñito. Inmediatamente después, toma el pito del chico y se lo mete hasta el fondo. La chica comienza a moverse y el chico solo disfruta de esa buena cogida.
Mientras yo veo la escena y me masturbo como queriéndomela arrancar. Mi prima comienza a gemir ¡mmm!... ¡Asiii!... ¡ooohhh! ¡Si, si, si… no pares! ¡Mmmm… ohhh… siii! Al escuchar eso, me quité la sabana de encima y me seguí masturbando. No sé si ella se dio cuenta, pero cerró sus ojos y luego se levantó la playera. En ese momento pude ver esas hermosas tetas y esas grandes aureolas en donde se posaban sus riquísimos pezones.
Al ver el espectáculo de mi prima, ya estaba a punto de venirme. Sin embargo me aguanté un poco más, ya que quería verle su coñito a mi Prima. Sin dejar de masajearme la verga, regresé a ver la escena de la película, en eso el chico volteo en forma de perrito a la chica y le metió el pito hasta el fondo. Mi prima, quien no paraba de masturbarse abrió los ojos y comenzó a ver la escena.
Segundo después me volteo a ver, y vio como me masturba sin ninguna pena. Luego sus ojos regresaron a la escena e inmediatamente se sacó la sabana de encima. En ese momento dejé de masturbarme para poder apreciar el coño de mi prima. Pero oh sorpresa… no podía verlo, ya que se estaba masturbando con sus manos adentro de su calzón. Me sentí un poco decepcionado, pero rápidamente me anime de nuevo al ver lo mojado que estaba su pantaleta.
Por su parte mi prima solo decía… ¡¡¡mmm… ssisisiss… ohhh… sisisi… mmmm… meee estooy viniendoooo!!!
Al ver todo ese espectáculo, fue tanta mi excitación, que me acerqué a ella. Mi prima notó rápidamente mi presencia y solo dijo – puedes ver, pero no tocar. Yo iba a desobedecer esa orden pero no quería arriésgame a que terminará ese espectáculo, así que solo la miré. Yo seguía masturbándome lentamente mientras veía a mi prima frotando su coñito. Me moría de ganar por ver lo hinchados que estaban sus labios vaginales, por saborear sus jugos y por masajear sus pelos con mi lengua, pero no podía.
Antes de que mi prima terminará, use mis rodillas para apoyarme en la cama y comencé a mastúrbame rápidamente. Quería que mi pene estuviera cerca de la boca de mi prima. Y así fue… mi pito quedo a unos centímetros de la cara de ella. Unos segundos después me vine y todo mi esperma le cayó en la cara. Ella abrió los ojos, y sin dejar de masturbarse, sacó un poco su lengua para probar un poco de mi esperma. Yo me excité mucho al ver eso, pero lo mejor fue cuando le llego el orgasmo… ¡ohhh!!! ¡siii! ¡!yaaaa vieeenee!!! ¡oooh! ¡!oooh!!
Unos minutos después de que mi prima terminó su orgasmo, se levantó de la cama y se fue al baño. Por mi parte, yo tomé una servilleta y me limpié el pito. Luego me acosté en la cama y esperé a que mi prima saliera del baño. Unos 10 minutos después, Pamela salió del baño y antes de que yo pudiera decirle algo, ella solo dijo: “No quiero hablar de lo que pasó. Que descanses”.
Al otro día, me levanté como a las 7 de la mañana y fui a orinar. No dejaba de pensar en lo que había sucedido anoche. Mientras mi prima seguía durmiendo en la cama… yo tomé una ducha. Luego salí de regadera, me tape con una toalla y salí del baño. Mi prima seguía durmiendo. Posteriormente me puse un bóxer y una bermuda.
No sabía si despertar a mi prima o dejar que siguiera durmiendo. Así que opte por la segunda opción. Cuando abrí la puerta del cuarto, mi prima dijo: ‘¿A dónde vas?’. Yo contesté: ‘voy a traer algo de desayunar’. Ella respondió: ‘por qué no lo pides por teléfono. Es que quiero tomar un poco de aire’ –contesté y luego cerré la puerta.
Mientras estaba en el restaurante esperando ordenar, mi prima bajo del cuarto y me dijo: ‘¿Ya pediste?’. ‘Si, pedí café, hotcakes y poco de fruta. ¿Quieres que pida otra cosa?’. Ella contestó: ‘no, pero en lugar de desayunar en el cuarto, ¿qué te parece si desayunamos aquí?’. ‘¡Genial! Me encanta la idea, prima’.
Una vez sentados en la mesa, no sabía si debía tocar el tema de anoche. Ya que además de ver una película porno, pues yo pude ver como se masturbaba, ella me vio a mí, y además se tragó un poco de mi semen. Así que antes de hablar sobre dicho tema, le dije: ‘oye, qué te parece si después de comer vamos a la playa y como es nuestro último día, pues nos vamos a bailar’. ‘¿A poco sabes bailar?’ –me dijo mi prima mientras se reía. ‘No, pero tú me puedes enseñar’ –Le dije riéndome. ‘De acuerdo, Antonio’ –concluyó ella.
Después de eso, los dos seguimos desayunando en silencio. Sin embargo, podía sentir que ella me quería decir algo, pero no se atrevía. Así que rompí el silencio y le dije: ‘Oye, Pam… perdóname por lo de ayer. No sé qué paso, la calentura me ganó y no me pude controlar. Te prometo que nunca nadie se va a enterar de esto, ¿de acuerdo?’. Entonces ella dijo con voz fuerte: ‘por qué sigues hablando de esto… te dije que lo olvidarás… me voy ir a la habitación, quiero estar sola’. Luego se paró de la mesa y se fue.
Por mi parte, yo solo pensaba “eres un pendejo… para que hablaste de ese tema… ya se enojó… y ahora cómo carajos las vas a contentar”. Después de unos 15 minutos de estar recriminándome mentalmente por mi estupidez, me levanté de la mesa y fui a la habitación. Toque la puerta y luego dije “Oye, prima… ¿puedo pasar?” como vi que no me contestaba, abrí la puerta y entré. Luego caminé hacia la cama y noté que ella estaba en el baño. Así que levanté la voz y dije: ‘sé que no quieres hablar conmigo y tal vez tampoco me quieras ver; así que voy a estar en la playa todo el día’.
Sin embargo, ella no respondió. Así que tomé mi celular y cuando ya estaba a punto de salir, mi prima salió del baño y me dijo: ‘espera, Antonio. Perdóname por gritarte y dejarte solo en la mesa, pero estoy muy confundida por lo que paso. Nunca debió pasar lo de anoche. Quiero que sepas que no fue tu culpa, los dos perdimos el control y se nos fue un poco de las manos’. ‘Entonces me perdonas, prima’ –Le dije con mi cara triste. Ella solo camino hacia donde yo estaba parado, luego me abrazo y me dijo: ‘claro que sí, Antonio’. Y me dio un beso en el cuello.
Yo: Ya que todo está perdonado… ¿Qué te parece si nos vamos a la playa?
Ella: ¡Muy bien! Pero déjame ponerme un traje de baño. Por cierto, yo creo que con lo que paso ayer, ya no creo que me dé pena ponerme el traje blanco que te enseñé. ¿Qué opinas? Me lo pongo o no.
Como quieras prima – contesté un poco excitado.
Me lo voy a poner, pero si se me quedan viendo todos los chicos, no te vayas a poner celoso. Me dijo ella mientras se reía.
No te preocupes, Pam… si alguien se quiere pasar de listo, te defenderé como si fueras mi novia –le dije mientras hacia un gesto de “ya la cagué” por suerte ella solo se quedó viendo por uno segundos y luego dijo: voy al baño a poner el traje.
Yo solo pensé: que pendejo, ya volví hacer incómodo el momento.
Unos minutos después, Pam me grita: ¡Oye, Antonio… voy a salir! Y unos segundos después salió del baño.
Por mi parte, yo la miré y dije: ¡Santo Dios… pero que hermoso cuerpo tienes… ese traje se te ve genial!
Mi prima solo dijo: ay Antonio… no digas eso… que me apeno.
Es en serio le decía mientras mi pito no dejaba de crecer. Y antes de que mi prima lo pudiera notar, me senté en la cama. Posteriormente mi prima comenzó a modelarme, y yo no paraba de verle su coñito… se le transparentaba sus vellos púbicos… no eran muchos, pero se le veía un coñito súper abultado. Luego se dio la vuelta y me enseño su tremendo culo. Tenía unas nalgas riquísimas. Me imaginaba teniéndola en posición de perrito y metiéndole el pito hasta el fondo. Yo creo que ella se dio cuenta de mi excitación, ya que me dijo: creo que esto se está poniendo algo caliente. Así que vámonos a la playa.
Yo: Si quieres adelántate, voy hacer una llamada rápida.
Eso le dije porque tenía mi pito erecto y no quería arruinar la situación. Entonces ella tomó su toalla y luego salió del cuarto. Así que rápidamente entré al baño y oriné para que se bajará. No me quería masturbar, ya que iba esperar en la noche hasta que se quitará su traje por masturbarme con él.
Ya estando en la playa, noté como varios chicos no dejaba de verla. A mi prima de alguna manera le gustaba que la vieran, sin embargo le daba un poco de pena. Así que en un momento de locura, me agarró de la mano y me llevo al mar. Lo hizo como si fuéramos novios. Una vez entramos al mar, nos fuimos a lo profundo. El agua nos llegaba casi hasta el cuello. Mi prima no soltaba mis manos. Estábamos de frente los dos. En eso yo le dije: voy a sumir mi cabeza en el agua. Ella solo hizo un gesto de aprobación e inmediatamente me sumergí. Abrí los ojos cuando estaba debajo del agua para volver a ver su coñito mojado. Fueron como 12 segundos que estuve debajo de agua, pero fue un momento bastante excitante. logre ver un poco de su vagina saliendo de su traje de baño.
¿Y qué viste allá abajo? -Me preguntó ella.
No puede ver nada, estaba muy oscuro.
Entonces ella dijo: y no te gusta lo oscuro.
Claro que sí, pero es mejor cuando puedes oler y sentir esa oscuridad en tu boca y tú nariz.
Ella ya sabía que me estaba refiriendo a su vagina, y aun así continúo el juego diciendo:
crees que si yo me sumerjo, pueda ver la oscuridad de tu lado (refiriéndose a los pelos de mi pene)
No creo que puedas verlo, pero si quisieras podrías sentirlos -Le dije.
¿En serio? Respondió.
Claro, si quieres puedes sentir con tu mano un poco de oscuridad que tengo en el pecho y abdomen. Le dije mientras yo ponía su mano en mi pecho por debajo del agua.
Entonces ella dijo: ¿y si quiero ir más abajo?
Tal vez te espante la dura oscuridad -le dije mientras sonreía.
Ella capto el momento y también sonrió. Cuando ya estaba a punto de bajar su mano hacia mi pene, una ola llegó y nos aventó. Yo aproveché ese momento para tocar sus dos nalgas y una de sus tetas. No sé si ella lo sintió, pero cuando la ola se fue… ella dijo: vamos a comer.
Después de comer, le dije que si quería volver a la playa o si ya nos íbamos al hotel.
Ella dijo: ya estoy un poco cansada, vamos al hotel. Yo solo moví la cabeza y caminé hacia el cuarto.
Estando allá, ella entró al baño mientras yo revisaba mi celular acostado en la cama. Unos minutos después, ella salió del baño y me vio acostado en la cama. Después le entró una descarga de adrenalina y se lanzó hacia mí. Yo me saque de onda, pero está súper excitado por esa situación. Fue entonces cuando ella intentó quitarme mi celular mientras nuestros cuerpos se restregaban.
Ella solo decía: deja tu celular, estamos de vacaciones.
A mí no me importaba mi celular, pero quería seguir teniendo su cuerpo arriba de mí, así que hice como me importaba y le seguí el juego. Y en un movimiento la voltee y yo me puse yo encima de ella. Mientras tenía sus manos sujetadas sobre la cama, ella separó sus piernas para que quedáramos en la posición de misionero. Yo tenía mi bóxer y mi bermuda puesta, a ella solo la cubría su diminuto bikini. Yo no sabía si moverme o no, pero ella tomó la iniciativa… se comenzó a mover como rozando su vagina con mi pene. Por supuesto mi pito ya estaba súper erecto, y ella lo notó rápidamente. Tanto que no dejaba de moverse. Entonces yo también comencé a moverme de tal forma como si estuviéramos follando. Seguíamos peleando por el celular, pero realmente solo nos estábamos calentando. Unos 30 segundos después de forcejeos, yo mordí su barbilla con mis dientes y le dije: si no lo sueltas te voy a morder el cuello.
Ella solo dijo: a ver si puedes y se empezó a reír.
Así que comencé a darle pequeños mordiscos en el cuello, ella hacia como que no quería, pero al mismo tiempo no ponía mucha resistencia. Mientras le seguía restregando mi pito en su coñito, y al mismo tiempo le mordía su cuello, escuche un pequeño sonido que salió de su boca… ¡mmmm! Ya está gimiendo aceleré mis mordiscos pero en su oreja. Ella dejo de poner fuerza, y solo cerró los ojos y salió de su boca un gran gemido ‘ohhh… siiis… mmm…’ mientras ella gemía, yo aumentaba mi movimiento de cadera, quería penetrarla, pero la ropa nos lo impedía. Así que en un momento de adrenalina, solté una de sus manos y con mi propia mano comencé a bajarme el short y el bóxer. Mi verga ya estaba afuera, así que lo agarre con mi mano y comencé a restregárselo lentamente en su coñito. Cuando ya le iba a ser un lado su bikini, ella dijo: ‘no, eso no’.
Entonces yo quite mi mano de su vagina y solo continúe restregando mi verga a través de su mojado bikini. Mientras mi lengua seguía recorriendo su cuello, ella dejo celular en la cama, luego tomo uno de sus pechos con sus manos y comenzó a masajearlo. Entonces yo comencé a bajar lentamente hacia su otra teta. Y cuando llegué a ésta, le baje lentamente su bikini del pecho y pude ver su riquísimo pezón parado. Estaba súper excitada. Así que comencé a darle pequeños mordiscos a su pezón.
Entonces ella uso su otra mano para bajarse el bikini del pecho. Ahora sus dos tetas estaban al aire libre. Así que comencé a chuparlas una y otra vez, ella solo gemía: ‘¡mmmm! ¡Asisisi! ¡ooohhh!’ Mientras continuaba con mis movimientos de lengua, mi verga ya estaba escurriendo un poco de semen. Así que usé una de mi manos para tomar mi pene y tratar de penetrar ese coñito atraves de la tela del bikini. Ella siento totalmente mi pene y solo gritó… ‘oooh!’. Yo intentaba penetrarla, pero esa maldita tela nos estorbaba, así que me arriesgué y use mi otra mano para hacerla a un lado. Sin embargo ella notó mi movimiento y se levantó rápidamente de la cama. Y dijo: ‘No, te dije que eso no’.
Y cuando ella ya se iba meter al baño, me paré rápidamente de la cama y la tome por la parte de atrás. Mi pito estaba entre sus nalgas, mis manos masajeaban sus tetas y mi boca besaba su cuello. Ella semi intentaba zafarse de mis brazos. Pero realmente no quería. Entonces usé un movimiento brusco para pegarla hacia la pared, ella dejo de poner resistencia y luego simplemente separe su piernas y puse mi pito entre sus nalgas, nos seguía estorbando la tela, pero la quería excitar un poco más… así que después la voltee hacia mí y la comencé a besar en la boca. Entonces ella hizo ese movimiento que tanto esperaba, uso una de sus manos para agarrarme el pito. Comenzó a masturbarme rápidamente. Yo estaba a punto de venirme, así que la tomé de las piernas, la cargué y la tiré en la cama, estando ahí, le abrí las piernas y comencé a chuparle el coño sobre la tela.
Ella solo se retorcía y decía ‘¡ooohhh!… siiiisiiisiii…. ¡nooo paresss!… ¡maass!… ¡¡mmm!!!’. Mientras ella gemía, tomé con mis dos manos su bikini y se lo bajé rápidamente hasta sus rodillas. Fue en ese momento cuando puede ver esos hinchados y deliciosos labios vaginales. Su coñito era hermoso, tenía su vello púbico recortado y no paraba de salir jugos vaginales. Entonces me acerqué a su coñito para olerlo y luego simplemente mi boca y mi lengua comenzaron a chupar su clítoris.
Mi lengua no paraba de penetrar esa cueva. Fue entonces cuando escuche que ella decía entre sus gemidos… ‘¡Hazme tuya!... ¡Penétrame!... ¡Métemela toda!... ¡mmms… siiiii… ohhh!’. Al escuchar esto, mi verga ya estaba listo para la penetración, pero en lugar de eso, me puse al lado de su cara, tomé mi pene y se lo puse en la boca.
Ella lo tomó rápidamente y comenzó a chuparlo una y otra vez. Noté rápidamente su inexperiencia, pero no me importó. Así que tomé su cabeza y la forcé a que se lo metiera todo. Luego simplemente comenzó a chuparme los huevos y con su mano comenzó a mastúrbame.
Yo estaba en la gloría. Estoy seguro que ya me había venido como tres, pero faltaba el toque final.
Así que puse una almohada debajo de su espalda, luego le abrí las piernas y le dije que se metiera los dedos y ella lo hizo rápidamente, yo comencé a mastúrbame y unos segundos después puse mi pene sobre su vagina y comencé a restregársela lentamente.
Ella solo decía ¡hazlo, Antonio!... ¡Ya no aguanto!.. ¡Por favor, dame toda tu leche! Y antes de ella dijera otra cosa, se la metí toda. Comencé a meterla y a sacarla. Ella solo gritaba… ‘oooh… ssiii… maaas… ohhh… mmm…’ mientras ella gemía, yo seguía penetrando ese hermoso coño.
En cada envestida, solo se escuchaban nuestros jugos fusionándose, era una locura… ella gritaba: ‘¡¡Así, Antonio!!’. Yo solo envestía y gritaba: ‘¡Me encantas Pamela!’ Unos segundos después, cuando ya estaba a punto de venirme, le dije a mi prima, ‘ya me voy a venir’. Ella suplico que no y solo dijo… ‘quiero toda tu leche en mi abdomen’. Fue entonces cuando exploté y ella también.
Y antes de que la excitación terminará, le dije: ‘te quieres montar encima de mi?’. Ella contestó, ‘me muero de ganas por estar esa posición y que tu verga me esté penetrando rico’.
Minutos después de follar el coño de mi prima. Los dos nos quedamos acostados en la cama. En eso yo le digo: espero que tengas una pastilla del día siguiente. No quiero que vayas a quedar embarazada. Ella contestó: sentí como tu leche recorrrio toda mi vagina antes que la sacaras, incluso mira… tengo todos mis vellos vaginales pegajosos. No te preocupes, me voy a tomar la pastilla - eso dijo, mientras se tocaba con sus manos su coñito.
Inmediatamente después, ella se paró y se fue la baño. Mientras camina hacia él, yo miraba fijamente esas enormes nalgas y decía entre mí: “en cuanto tenga la oportunidad te voy a reventar ese culo”. Estando ella en el baño, me grita: oye Antonio… no le vayas a decir esto a nadie. Y mucho menos a tus amigos, ¿de acuerdo? Claro, prima. No te preocupes – Le contesté mientras me reía.
Ella: Me voy a bañar. Podrías ir a traer algo para comer. ¿Cómo qué? Le pregunté. No sé, lo que quieras – me respondió mientras se bañaba. Entonces me puse mi ropa y luego fui a la tienda. Mientras caminaba por los pasillos del hotel, no podía creer que me había cogido a mi prima. Le había chupado sus tetas, su coñito y luego la penetré. ¡Fue genial! – Me decía a mí mismo.
Una vez de regreso al cuarto, abro la puerta y noto a mi prima parada al lado de la cama, tan solo usando un tanga negra de encaje. Le podía ver desde la puerta sus vellos púbicos. Aunque sus tetas estaban al aire libre, no les presté mucha atención. Dado a que su mejor atractivo es enorme culo y su hinchada panochita.
¿Qué trajiste? Me preguntó, mientras veía su celular. Traje refrescos, papas y algo de botana – le dije, mientras no dejaba de verle su vagina. Ella notó mi mirada, y luego dijo… ya te comiste este coñito, así que ni piensas que volverá a pasar. Pero… ¿Y lo del culo? - le pregunté algo confundido. Ya olvídalo, creo que con haber follado ya tenemos para arrepentirnos toda nuestra vida – me dijo rápidamente.
Después de saber que ya no iba poder comerme el culo de Pamela, me quité la playera y luego me acosté en la cama. Mientras me comía unos cacahuates, mi prima se acostó a mi lado y me quitó mi bolsa de cacahuates. Estando acostados y viendo al techo, ella me preguntó: ¿A que sabe mi coño? En eso, yo giré mi cara y le dije: Al principio me supo algo salado, pero conforme te venías, el sabor iba cambiando. Además, el olor que desprendías de tu conchita era muy rico. Ella hizo un gesto de felicidad y luego dijo: que lastima que yo no pude probar tu semen. Cuando te la estaba chupando, probé algo pegajoso, pero no era tu leche.
Yo: Pues mira - Le dije mientras me bajaba mi short y bóxer a la rodilla. En eso ella notó mi pene un poco erecto y luego le dije: Tócate por unos segundos tus tetas, mientras yo me masturbo. De esta manera, ahorita que me venga, tomas un poco de semen con tus manos y lo pruebas, ¿Qué te parece?
De acuerdo. Pero hazlo rápido, no quiero que volvamos a coger. Solo quiero probar un poco de tu leche- me dijo, mientras se pellizcaba los pezones. Por mi parte, yo comencé a jalarme el pito. Sin embargo, unos 30 segundos después, ella cerró sus ojos mientras seguía masajeando sus tetas. Así que yo aproveché para tomar una de sus manos y la llevé hasta mi pito. Ella no quería al principio, pero logré que poco a poco ella me comenzara a masturbar. Yo tomé mis dos manos y luego las llevé detrás de mi cabeza. Realmente estaba disfrutando es espectáculo.
Cuando ya estaba a punto de venirme, le dije a Pamela: ¿quieres que me venga en tu boca? Ella contestó: No, solo deja que me caiga en la mano y luego yo me lo llevo a la boca. Me decepcionó un poco su respuesta, así que usé la psicología inversa. Le dije: Si, creo que es mejor así. Ya que hace rato que me la estabas chupando, me lastimaste un poco. ¿Qué? Me preguntó ella, mientras abría los ojos y dejaba de masturbarme. Sí, me dijiste que fuera honesto y los estoy haciendo. Pero no te preocupes ya aprenderás hacerlo con tus próximos novios – le dije, mientras la miraba levemente.
Entonces ella se puso de rodillas, y luego dijo: te voy a enseñar lo que sé hacer. E inmediatamente me la comenzó a chupar. Fueron como tres chupadas las que me hizo, antes de que la detuviera. ¿Por qué me detienes? – Me preguntó algo confundida. Lo estás haciendo mal, le dije yo. Mira… primero usa tu lengua para lubricarlo. Chupa todo alrededor. Pero no te lo metas a la boca. Luego usa una de tus manos para masturbarme mientras me chupas los huevos. ¿Así, Antonio? Me preguntó, mientras su lengua recorría todo mi miembro. ¡Exacto, Pam! Sigue así, lo haces muy bien - le dije bien excitado. Y continúe diciéndole: Ahora sube poco a poco, cuando llegues la punta, con tu lengua chupa solo la puntita e inmediatamente deja caer un poco de saliva y luego métetela toda hasta el fondo. Mientras mi prima se atragantaba con mi verga, yo la sujetaba de la cabeza. Cada vez que ella se metía toda mi verga en su garganta y hacía gestos de nauseas. Yo le decía: no te preocupes, es normal. Sigue chupando…
Mientras ella continuaba con su boca en mi verga. Yo giré su cuerpo, de tal forma, que pudiera masturbarla mientras ella me la chupaba. Cuando logre ponerla en dicha posición. Use mi mano izquierda para masajear eróticamente sus nalgas, conforme avanzaba el tiempo… Mis dedos se paseaban cerca de su ano. Ella intentaba que no se los metiera, así que en lugar de insistir, baje un poquito más y le sobe su coñito. Su tanga ya estaba bien mojada. Así que con un giro de dedos, se la quite por completo luego le metí dos dedos. Mientras ella me masturbaba con su boca, yo la masturbaba con mi mano.
Ella solo decía… Mmmm… siii… oooh… siii… Mételos más, me decía cada vez que me deja de chupar el pito. Yo obedecí su orden… Y se los metí hasta al fondo. Entonces ella quitó su boca de mi verga y luego solo gritó… oooh… siii, Antonio… asiii…
Cuando yo escuché este grito, usé mis dos manos para recostarla en la cama y luego comencé a chuparle sus tetas. Cada vez que le mordía sus pezones, ella solo gemía. Conforme fui bajando mi boca, mi lengua recorría todo su abdomen. Cuando llegué a su coñito, éste estaba cubierto por su mojadisíma tanga. Yo la chupe aun así. Intentaba penetrar con mi lengua esa tela, pero como no podía, tomé mi mano y la hice a un lado. En ese momento, puede ver otra vez esos hinchados y rojizos labios vaginales. Use mis labios y dientes para mordisquearlos levemente. Ella no solo gemía, sino que además de retorcía. Sin dejarla respirar, usé toda mi boca para chuparle todo su coñito. Su clítoris ya estaba a punto de estallar, así que usé mi lengua para estimularlo. Mi prima solo decía: ¡Me voy a venir!… ¡Me voy a venir!… ¡Tomate todos mis jugos!
Antes de que ella se viniera, saqué mi boca de su vagina, luego tomé sus dos piernas y me las llevé a los hombros. Mi pene estaba encima de vagina y sus vellos púbicos. Mientras la tenía en la posición perfecta para penetrarla, la comencé a besar, y mientras mi pene seguía pegado su vagina… yo se lo rozaba una y otra vez. Le metía solo la punta y luego se lo sacaba. Mi prima intentaba empujarme hacia ella para que se la metiera por completo. Pero en lugar de eso, la volteé en forma de perrito. Ella no quería, pero yo insistí. Estando ya en la posición, tomé mi pene y se lo rocé por su ano. Cada vez que ella lo sentía, se retorcía un poco. Así que para que no se espantará, tomé mi verga y lo llevé hasta la entrada de su vagina. Y sin avisarle, se lo metí hasta el fondo. Ella solo gemía una y otra vez. Yo lo sacaba y lo metía fácilmente, ya que ella ya estaba súper mojadisima. Así que mientras la agarraba de sus caderas para penetrarla más a fondo, ella decía… Ya estoy lista… si quieres hazlo… Follame el culo… Al escuchar esto, saqué mi verga de su coñito y lo dirigí hacia su culo. Estando en la mera entrada, escupí en su ano para lubricarlo y luego le metí la puntita. Ella entre sus gritos decía: ¡Espera!… ¡No entra!... ¡Tienes que dilatarlo más! Yo no hice caso de sus palabras, y seguí intentando. Ella no paraba de gritar, fue entonces cuando le dije: Lubrícalo rápido con una chupada y luego voltéate para que te penetre rápido. Ella se volteó, me la chupó e inmediatamente se puso en cuatro patas. Yo tomé mi verga, la puse en la entrada de su ano… y se lo metí hasta el fondo. Ella gritó muy fuerte, y por unos segundos me espanté… luego ella dijo: estoy bien, sácala y métela despacio, para que me mi culo se acostumbre a tu pene.
Yo obedecí esa orden, y conforme metía y sacaba. Mi pito se acoplaba a sus nalgas. Unos segundos después de acoplarse. Comencé a follarla tan duro como pude. Ella gemía… oh… sisssi… ooohhh… siiii… mmmm y al mismo tiempo se masturbaba su coñito con una de sus manos. Cuando ya estaba a punto de venirme, le pregunté: ¿quieres que me venga en tu culo o en tu boca? En mi boca – contestó rápidamente.
Luego saqué mi verga de sus nalgas y comencé a masturbarme con sus tetas quedándome cerca su cara.
Ella estaba con la boca abierta esperando mi semen. 30 segundos después, salió todo la leche y cayo directamente en su boca. Ella se la trajo, y luego simplemente dijo… ¡Woow!.. ¡No pensé que supiera así! Gracias, Antonio.
5 comentarios - Penetre a mi prima Pamela (fotos)
ESTÁ RICA
RICA
+10