“La Milf y el Jovencito”
Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/4420279/Deseo-Prohibido-Capitulo-l.html
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Después de regresar a su apartamento, Lorena se sirvió un vaso de whisky, necesitaba beber algo fuerte para ir asimilando todo lo que había sucedido en ese breve lapso de tiempo. Se sentaba en una silla y se decía a ella misma, –“Esto debe ser una maldición o una pesadilla. ¿Cómo es posible que entre todos los hombres ese muchacho tenía que resultar ser Félix?”-
Ella bebe otro poco de su vaso y suspira, –“Jamás pensé que ese muchachito algo regordete e inocente iba a transformarse en un hombre tan atractivo y con algo en sus piernas bastante grande”- agregó tocando ligeramente su vulva. –“¿Pero qué estoy diciendo? Ya no puedo pensar de esa manera en Félix, claro que no. Lo conozco desde que era un niño, solía jugar con mi hija y sus padres son mis amigos. Todas esas fantasías cachondas, deben salir de mi cabeza ahora”- sentenció.
Por otra parte Félix, se encontraba distraído pensando en la mujer, mientras su padre y novia le hablan. Pidiendo que lo disculpen, se levanta de la mesa y se va a su habitación. –“Y a este, ¿qué le pasa?”- pregunto Ricardo a la muchacha, ella le responde a su suegro, –“No lo sé... Desde que subimos al avión andaba algo raro, muy raro”- Félix acostado en su cama comenzaba a excitarse, su polla se colocaba más dura que antes y en su rostro se le formaba una sonrisa pícara.
–“Lorena, Lorena, Lorena... La Milf que me enloquecía en mi infancia, con sus curvas y tetazas, era esa mujer cachonda del aeropuerto, fui un idiota al no reconocerla, si me recordaba a ella”- afirmaba el joven que comenzaba a pajearse pensando en la madura igual que hace unos años cuando vivía ahí. Sentía su miembro cada vez más hinchado a punto de soltar una gran descarga, sin embargo, justo cuando lo iba hacer, su padre lo interrumpen, haciendo que su orgasmo no sea para nada placentero.
Félix: (Frustrado) ¿Qué quieres papá?
Ricardo: Perdón, hijo. Solo quería saber si te encuentras bien.
Félix: Sí, papá. Solo estoy muy cansado, déjame dormir un rato, ¿ok?
Expresó molesto.
Ricardo: Bien, solo estaba preocupado, porque Sofía me conto que en el aeropuerto ya andas algo irritado y quiero que sepas que si estás enojado conmigo por el divorcio con tu madre, yo lo entiendo y también voy a comprender si quieres irte y no estar aquí conmigo.
Félix: Papá perdón, no estoy molesto contigo y mi comportamiento no tiene nada que ver con el divorcio tuyo con mamá. Solo estoy cansado, déjame descansar un par de horas y listo.
Contestó el joven más calmado, Ricardo solo sonríe y asiste con su cabeza, retirándose así de la habitación de su hijo algo más tranquilo pero aún inquieto. El muchacho al ver que la puerta estaba cerrada, rápidamente corrió a colocar el seguro y limpiar el desastre que había ocasionado con su corrida. Termina de limpiar el esperma que aún había en su polla, con una de las sabanas machadas, luego busca unas nuevas y comienza hacer la cama, quedando tal cual como estaba antes.
Acostándose de nuevo en la cama, cierra los ojos y duerme por unas horas. En sus sueños ve a su vecina, la cual entra a su habitación y tras un intercambio de miradas, la mujer comienza a desvestirse. Completamente encuerada la Milf se le acerca, metiéndose entre las cobijas pasa su lengua por ese ya endurecido tronco y luego asciende hasta tocar sus labios. –“Félix, tienes un lindo caramelo entre tus piernas, ¿me dejarías comértelo?”- susurró ella.
Después de esa declaración él se despertó, su pene otra vez estaba erecto, no obstante, esta vez él lo ignora, sale de la habitación y se encuentra con Sofía. Ella volvía de dejar unos platos y se sienta en el sofá para seguir mirando la televisión, mientras que Ricardo hablaba por teléfono. Él se acerca a la muchacha y le da un beso en la mejilla, ella lo mira y le pregunta si ya no estaba enojado.
Félix: ¿Enojado? Yo no estaba enojado, amor.
Sofía: Vamos Félix, te conozco perfectamente. Sé que estabas molesto o frustrado por algo.
Félix: No, te aseguro que no.
Sofía: (Suspira) Bueno, yo aún estoy molesta contigo por la forma que mirabas a esa mujer. Ahora que lo pienso, quizás te enojaste por eso.
Interpeló ella, haciendo que él se sienta afligido.
Félix: Aquí vamos de nuevo, con tus paranoias y celos.
Sofía: No es ninguna paranoia Félix. Se te notaba de lejos que se te hacía agua la boca al ver a esa puta.
Félix: Lo mismo decía por mi tía April, realmente no te entiendo.
Argumentó enojado.
Sofía: Pero si es verdad todo, Félix. Por qué te cuesta reconocer que estabas babeando por esa puta, al igual cuando estábamos en la casa de tus tíos y no apartabas los ojos sobre tu tía.
Félix: Porque tú me celas todo el tiempo y con cualquiera, también lo hiciste con mi prima Vanessa y la novia de mi primo Axel. Y por lo mismo, no pudimos estar más de dos días en la casa de ellos, por tus estúpidos celos.
Sofía: ¿Ahora resulta que el problema soy yo?
Protestó la muchacha alterándose.
Félix: Sí, porque también me celaste con tu madre, pero sabes, no quiero seguir discutiendo, menos adelante de mi padre y en su casa.
Sofía: Bien, supongo que vamos hablar durante la noche. A menos que finjas estar dormido como siempre.
Concluyó ella, frunciendo el ceño, Félix se levanta y dándole la espalda camina a la cocina, en dónde se encuentra su padre que seguía hablando, el muchacho sin querer molestarlo, comienza a prepararse una taza de té. El hombre cuelga y se acerca a su hijo, preguntándole si estaba todo bien.
Félix: Perdón papá por la discusión, me da mucha vergüenza, porque de seguro los gritos lo escucho la persona con la que hablabas por teléfono, también.
Ricardo: No te preocupes por eso, solo estaba charlado con tu tío Tomás, sobre la salud de tu abuelo. Ahora explícame cómo iniciaron esos celos de ella, porque dudo que haya sido de la nada.
Félix: (Suspira) Tal vez, haya sido porque me quede atolondrado mirando a la tía April en bikini.
Ricardo: (Ríe) Ves que ella tiene motivos razonable para estar celosa.
Félix: Pero es la tía April, papá... Cualquier hombre quedaría tonto al verla, más si es en traje de baño.
Ricardo: Sí, pero antes de colocarte hostil con ella, trata de hablar y llegar a una solución.
El joven empuña sus manos, había una información que le estaba ocultando a su padre, pero simplemente suspira, respondiendo de manera templara.
Félix: Tienes razón papá, solo que irrita que me cele con cualquiera. Por cierto, ¿dónde tienes azúcar?
Ricardo: Mierda, se me olvido comprar azúcar.
Félix: No jodas, viejo.
Ricardo: Sin tu hermana aquí, diciéndome a cada minuto lo que falta en la casa, me es difícil comprar todo, como antes. Pero ve a pedirle un poco a Lorena, aprovecha antes que se acueste.
Félix: (Nervioso) A-a-a... A... ¿Lorena?
Ricardo: Sí, de seguro ella tiene, a menos que quieras ir a comprar.
Félix: Creo que iré a probar suerte con Lorena. Si no iré a comprar.
El muchacho comenzó a sudar con solo oír el nombre de la mujer y su corazón se aceleraba con la idea de poder verla. Su pija que ya estaba dura, se había endurecido aún más al recordar a su tía April. Pensar en la Milf de al lado, hizo que deseara poder jalársela y soltar otra buena descarga. Al estar en la puerta, a punto de salir, su novia le pregunta a dónde iba, él todo nervioso y tartamudeando le responde que iba a pedirle azúcar a su vecina. La mujer en ese instante leía un documento de su trabajo, entretanto bebía una copa de vino.
Aunque había sido difícil, logró evitar pensar en Félix, no obstante, su cuerpo seguía muy caliente. Terminando de leer, trata de relajarse para luego pasar al baño e ir a acostarse, al cerrar los ojos, escucha unos golpes en su puerta. Intrigada se coloca de pie y camina para abrir y ver quien estaba tocando, al darse cuenta que se trataba de Félix, se quedaba sin palabras, la piel se le erizaba y sus manos sudaban.
El muchacho asombrado al ver a la mujer sin brasier y con una bata azulada transparente, tampoco sabe cómo expresarse. Por lo menos paso cerca de un minuto en el que ellos eran incapaz de sin decir algo y solo se miraban, hasta que Lorena rompe el hielo.
Lorena: ¿Félix?
Félix: (Tragando saliva) Ho-hola, Lorena.
Lorena: ¿Qué haces aquí?
Félix: Vine por azúcar.
Respondió el chaval nerviosillo.
Lorena: ¿Azúcar?
Félix: Sí... Necesito un poco de azúcar, por favor... Verás, me estaba preparando un taza de té y resulta que papá no tiene azúcar, porque desde que se divorció de mi madre y que ella se llevó a Lily, no hay nadie que le recuerde que cosas falta en la casa.
Expresó rápidamente y soltando una risilla al final, por lo agitado que estaba. La mujer se queda en silencio por unos momentos, no sabía si dejarlo pasar y darle azúcar o decirle que no tenía para evitarlo. La respuesta tenía que ser pronto, ya que las miradas lascivas del joven hacía ella, la estaban confundiendo.
Lorena: Eeehh... Creo que me queda un poco, espera aquí por favor.
Enunció inquieta.
Félix: Lorena espera.
Dijo él, tomando de la mano a la Milf, quien experimenta un pavor excitante por ese toque.
Félix: Tenemos hablar de lo que paso en la mañana.
Lorena: No... No... No... Y no... No tenemos nada que hablar Félix.
Señaló ella tratando de evitar el tema.
Félix: Lorena, por favor escucha. Esto es incómodo para mí y yo sé que para ti también lo es, y no quiero que lo sea, no quiero que pienses que soy un degenerado.
Lorena: Félix, yo no pienso que eres un pervertido que le gusta fisgonear mujeres, así que no te preocupes por eso, solo olvida lo que paso y suéltame.
Félix: ¿Puedo pasar aunque sea un momento?
Lorena al oír esa pregunta, nuevamente se quedaba pensativa, no era una decisión que pudiera tomar a la ligera. Comprendía que ese muchacho tenía razón al querer aclarar todo, ya que aunque ella quisiera no iba a poder evitarlo por siempre.
Lorena: Bien, pasa por mientras busco la azúcar.
Félix se coloca contento al escuchar esas palabras. Caminando detrás de la Milf apreciaba esa cola madura, ella se percataba que los ojos del joven estaban mirando su culo, eso la cachondeaba, no obstante, ella quería mantener el control de la situación. Dándose vuelta mira a Félix, tratando de cerrar su bata, el muchacho se perdía mirando ese cuerpo maduro, contemplando esas grandes tetas, esos pezones erectos, esas curvas asesinas y esas piernas tan sensuales.
La erección que tenía en el pantalón le resultaba molesta a Félix. La mujer le pide que tome asiento, mientras se da vuelta y camina hacía la cocina para buscar la azúcar, luego de un corto pero incomodo silencio, ella le pregunta con cierta vergüenza al joven, cuanto tiempo estuvo viéndola en el baño. Él tardo unos segundos para responder, finalmente confiesa que estuvo cerca de dos minutos observándola, Lorena no entendía el motivo, pero su cuerpo se calentaba más al saber eso.
El muchacho prosiguió diciendo que cuando llego al baño escucho ciertos gemidos, al principio los ignoro, pero cuando comenzaban a ser constantes y más fuertes, tuvo curiosidad. Por ese motivo se subió cuidadosamente y observo hacía el cubículo donde ella estaba. Lorena con la azúcar en sus manos, regresa a la sala y dejándose llevar por el momento, le pregunta a Félix, si le gusto lo que había visto.
El muchacho mirando a la Milf le contesto que se acerque un poco más a él y que repita la pregunta, ya que no había escuchado bien. La mujer ingenua le hace caso al joven, quedando en frente de él, le consulta otra vez, si le gusto lo que vio. Él sin dejar de mirar ese cuerpo voluptuoso, respondió, –“Solo mira cómo me tienes”-, tras decir aquello, saca su verga dura del pantalón y se la enseña a la Milf.
Ella al ver esa gruesa polla erecta, se le derrite la boca. Hipnotizada se acercaba a ese miembro, al mismo tiempo que se decía, –“Wow... Que paquete tiene este muchachito, es mucho más grande de lo que imaginaba. Con solo verlo empalmado hace que mi coño desee ser embestido. Sé que debo controlarme y no dejarme llevar por la tentación, pero esa tranca es tan grande, tan gorda y se ve tan deliciosa, que solo quiero divertirme con ella”-
La mujer agarra aquel tronco con ambas manos, el muchacho comprende que su vecina estaba loca por su verga. Félix aprovecha que la distancia entre ambos era poca y la besa, Lorena que estaba rendida a la lujuria le corresponde el beso, devorándose ambos la boca. Ella se sienta entre las piernas de él y suelta esa polla para que la flote con su vulva. Él lentamente le fue retirando aquella delgada bata, tocando suavemente la piel de la Milf, cada roce encendía más el placer en ellos.
Cuando la bata había caído al suelo, el muchacho agarra las gordas tetas de Lorena y las aprieta, provocando que ella gima, luego de ese aullido de placer, la mujer vuelve a besar al joven con mucho deseo. Lorena sentía que ese muchacho la estaba encendiendo incluso más que Alonso y Eduardo juntos, eso le resultaba increíble. Félix le pide a la Milf que se ponga de pie, para que pueda retirarse su pantalón, ella obedece como una chica buena. Apenas el joven se quita el pantalón, Lorena se allega y le soba el pene, provocando que Félix suelte unos suspiros, para sorpresa de ella, ese miembro seguía creciendo.
Lorena: Ohhh vaya... Tu pene no deja de crecer.
Félix: Hhhhmmm... Quizás sea, porque tú me vuelves loco, Lorena.
Lorena: (Sonriendo) Y si te la mamo, ¿seguida haciéndose más grande?
Félix: Oooohhh... No lo sé, tal vez...
Lorena con una sonrisa traviesa mira al muchacho y luego le da una lamida a ese tronco, tomándolo con sus manos, comienza a devorarlo lentamente. A pesar de que la Milf no se estaba tragando toda la verga de Felix, él jadeaba bien fuerte, jamás había recibido una mamada que le hiciera temblar las piernas y sintiera que iba a acabar tan pronto.
Félix: Jodeerr... Pero que bien mamas...
La mujer al oír eso se coloca contenta y continua con su mamada con más entusiasmo mientras se dice, –“Dios mío, que polla más deliciosa, hace que mi cuerpo entero tiemble y eso que solo la estoy chupando. No quiero imaginar cómo me sentiré cuando me ensarte este trozo de carne en el coño o en el culo”-
Félix no resistía más, era la primera vez que se corría tan rápido, Lorena bastante lujuriosa recibía toda la descarga del muchacho en su boca. Aquel semen era tan caliente y espeso que la Milf disfrutaba saborearlo, encendiéndola aún más. Él miraba sorprendido a la mujer, porque no había dejado que ninguna gota se le escape. Después de que ella se lo tragada, se pone de pie y le pregunta coquetamente al joven qué le había parecido su forma de chupar.
Félix aún agitado le responde que fue la mejor mamada que le habían dado en su vida, Lorena pierde la concentración al ver como se levantaba nuevamente aquella verga, sin decir nada y solo haciéndole un gesto al joven para que la siguiera a su habitación. Félix sabía que finalmente iba hacer realidad sus fantasías y eso lo excitaba. Ella sonríe pícaramente, mientras se quitaba su braga la cual estaba bastante húmeda, él emocionado se acerca y deja su miembro entre los labios vaginales de la mujer, quien se olvidaba de todo y solo quería sentir ese tronco golpeando su útero.
Lorena: Tienes una pija bastante grande. Me muero por tenerla adentro.
Félix: Y yo por enterrártela hasta el último centímetro.
Lorena: (Sonríe) Eres bastante travieso, Félix.
Félix: ¿Cómo quieres que me resista a una mujer tan sexy como tú?
Expresó, allegando sus labios a los de ella.
Lorena: Solo dices eso porque estás cerca de hacerme tuya. Ya que dudo que un muchachito como tú en realidad se caliente con una mujer mayor como yo.
Félix: Te equivocas, siempre me has tenido loquito, desde que te vi por primera vez. Y si antes no podía sacarte de mi cabeza, mucho menos lo haré una vez que tengamos sexo.
Lorena: Deja de bromear, estoy segura que solo dices eso, para que me sienta cómoda y me entregué a ti. Solo dilo, soy un capricho para ti y jamás vas a dejar a tu novia por mí, yo no me voy a molestar, si estoy delirando por tener tu troncazo dentro de mí.
Comentó la mujer sin quitarle los ojos de encima a ese pene reluciente.
Félix: Te equivocas, tú eres más que un capricho para mí, Sofía solo es mi novia, por un intento desesperado por sacarte de mi cabeza. No niego que ella es bastante linda, pero está muy lejos de complacerme y haber logrado hacer que te olvide.
Lorena: ¿Tan loco te tengo?
Murmuró la Milf, sonriendo porque esas conversaciones ya las había tenido antes.
Félix: Demasiado.
Contestó el muchacho, quien vuelve a besar a la madura, a la vez que su polla seguía flotándose con la vulva de ella. La ansiedad de Lorena por ser embestida aumentaba. La cabeza del pene de Félix entra ligeramente en la vagina de la mujer, provocando que ella suelte un pequeño pero coqueto suspiro. Al ir recostándose en la cama, cada vez iba entrando más y más la verga del joven, llegando a ensartar hasta la mitad, Lorena sentía que los músculos de su coño se había estirado como nunca antes, experimentando un dolor muy similar a su primera vez, sin embargo, era tan exquisito que solo pensaba en tenerlo todo adentro.
Moviendo sus caderas, la enorme tranca del muchacho iba llegando más profundo. –“Oh, Dios mío, oh Dios míoooo... Aaaahhgggg... Aaaagghhh...”- manifestaba la mujer, Félix por su parte, también jadeaba pero en un volumen más bajo, quedando muy cerca de la boca de la Milf, le pregunta si quería que parada, ella entre sus quejidos suelta una risilla, afirmando que podía resistir toda la embestida de esa vergota, el jovenzuelo aprovecha para morder suavemente los labios de la mujer y luego la besa apasionadamente.
Finalmente esa polla estaba completamente dentro de ella, él se movió lentamente, pero lo suficiente para generar el primer orgasmo de la noche de Lorena. Una gran cantidad de jugo salía de su vagina, aun así, continuó moviendo sus caderas, le encantaba sentir su coño lleno y sus paredes vaginales tratando de adaptarse a ese joven pene. –“Ooooohhh... Más, más”- balbuceaba la mujer, al mismo tiempo que sus manos recorrían la espalda del muchacho y volvía a besarlo.
Poco a poco el ritmo de la cogida iba aumentando, se hacía más intensa y los gemidos de la mujer eran más constantes. –“Dioooooooooooossss... Pero que verga tienes muchacho, se siente cómo si me estuvieran enterrando un verdadero mástil”- decía Lorena, al sentir esas estocadas reventando su chocho maduro, Félix motivado le responde golpeando más fuerte el interior de la mujer, haciendo que ella volviera a correrse.
Lorena: Sííí, mi niño... Así me gusta que me cojan.
Félix sonriendo lame los pezones de la mujer, ella suelta un chillido que se hace más fuerte, cuando el joven los muerde, al mismo tiempo que seguía taladrando ese coño maduro. Ella agarrándose de las sabanas, se preguntaba cuál era el límite de ese muchacho. Él con sus manos exploraba el cuerpo de la Milf, en ese momento acariciaba esas largas y suaves piernas, hasta llegar al culo de la mujer, donde de forma traviesa le introduce uno de sus dedos en el ano, ella vuelve a soltar un grito, corriéndose por tercera vez en la noche.
Con su mente confundida y solo pensando en el placer, se decía a ella misma, –“No... No entiendo como un jovencito puede estar dándome más placer que un hombre de mi edad. Aaahhhgg... Simplemente él es increíble, mi cuerpo adora todo lo que hace conmigo... Su polla es sin duda la mejor que me ha cogido, ya quiero sentir su leche en mi interior”-, el coro de gemidos de la Milf cachondeaba más a Félix, quien sacaba su polla hasta la punta y volvía a ensartarla entera de una estocada, haciendo brincar esas tetas y levantaba ese cuerpo.
Lorena pensaba en que diría su hija si la viera en ese momento follando con Félix, como el muchacho le clavaba su verga hasta el último centímetro y la hacía gozar, después de todo él y la joven era amigos. Sin darse cuenta aquello comenzó a excitarla y le gustaba la idea de que su hija la encontrada con Félix y viera la gorda pija de su amigo entrando al coño de su madre. El joven sentía que estaba a punto de correrse, no obstante, no quería hacerlo, ya que deseaba seguir disfrutando de esa vagina madura y de esa deliciosa Milf. Tratando de evitar un beso de ella, gira su cabeza hacia los lados, observando un cuadro en dónde salía Lorena y Romina.
Félix: ¡Dios mío!... ¿Esa mamacita es Romina?
Lorena: (Mirando la foto) Ooohhh... Oooohhh... Sííí... Ella es mi hijaaaa...
Félix al saber que esa era su amiga, su polla se pone más dura y la mujer se percataba de aquello.
Félix: Que guapa se ha vuelto Romi, tiene un cuerpazo divino, aunque no me sorprende, ya que tú eres su madre y todo lo bueno lo heredo de ti...
Lorena: Aaaaahhhmmm... Hhhhmmm... ¿Te-te interesa mi hija?
Félix: Claro que no... Solo me interesas tú y nadie más...
Ella intenta besar al muchacho y él la evita.
Lorena: Entonces... ¿Por qué no quieres besarme?
Félix: Bueno, eso se debe a que estoy a punto de correrme y no...
Lorena: (Interrumpe) Hazlo por favor... Lléname la matriz con tu semen... Quiero sentir como esa leche caliente fluye en mi interior y llena mi vientre...
Félix: ¿Estás segura?
Lorena: Sí...
Félix: Ok... Tú ganas, aunque espero que después puedas continuar.
Lorena: (Sonríe) ¿Por quién me tomas niñito? Esto solo está recién comenzando para mí, yo espero que tú puedas seguirme el ritmo.
El joven comienza a aumentar la velocidad otra vez, su polla salía y entraba con ferocidad, provocando que la mujer grite de placer, él mirándola a los ojos le susurra, –“No solo porque tienes un cuerpo increíble me gustas... No, claro que no... Me gustas porque recibes y aguantas mi verga como una campeona... Y además me pides que te siga cogiendo bien duro... Ninguna otra mujer será capaz de complacerme como tú lo haces Lorenaaaaaa..."-
El muchacho comenzaba a correrse, la Milf al sentir esos chorros abundantes, calientes y espesos invadiéndola por dentro, también llega al orgasmo. Ambos se corrían en una gran cantidad, al terminar, la mujer besa al jovencito, como si le estuviera dando las gracias por darle el mejor sexo de su vida. El celular de Lorena sonaba, pero ella no le daba importancia, no quería que nadie la interrumpida de la fantástica noche que estaba teniendo con su joven amante.
La Milf aún se sentía mareada por la corrida que acababa de tener, sin embargo, se pone de pie en la cama para poder montar esa monstruosa polla, la cual estaba erecta y lista para continuar satisfaciéndola. Ella se muerde los labios y toma ese miembro entre sus manos, a pesar de que era una noche bastante helada, ambos tenían sus cuerpos calientes y ese pene parecía estar ardiendo, su forma de palpitar, enloquecía más a la mujer. Su respiración se aceleraba mientras guiaba la pija del muchacho a su vulva de nuevo.
Al tenerla a centímetros de su vagina, su cuerpo entero tiembla por unos segundos, preguntándose, cómo podía caber esa enorme tranca dentro de ella. Él admiraba ese culo maduro, esperando tener una oportunidad para jugar con él, al darse cuenta que la mujer tiritaba, le consulta si se encontraba bien, a lo que ella responde de forma inocente, –“¿En serio tuve todo esto dentro de mí?”-, Félix suelta una corta carcajada y contesta de forma fanfarrona.
–“¿Hasta ahora te estás dando cuenta de lo grande que es mi verga? Quizás no sea la más cómoda para tenerla dentro de ti, pero estoy seguro que es la que más te ha hecho gozar”-, Ella voltea su mirada hacía donde el jovencito y con una sonrisa coqueta, se la introduce de nuevo. –“Oooooohhhh”- exclamaba, al mismo tiempo que bajaba y se ensartaba toda esa pija. Moviendo sus caderas lentamente, le meneaba su cola al muchacho, quien disfrutaba sentir como los músculos vaginales de la mujer apretaban y se adaptaban una vez más a su verga.
Él toma la cintura de la Milf y ella apoya sus manos en la cama, inclinando su cuerpo hacía atrás. Los jadeos aumentaban y el teléfono de ella volvía a sonar, una vez más ella lo ignoraba. Experimentaba un gran cosquilleo y excitación, al sentir como esa polla juvenil salía, entraba y golpeaba fuertemente su vientre. Comenzaba a perder la noción del tiempo, todo era gemido y gritos de placer, hasta que de nuevo suena el celular de la Milf. Lorena esta vez coge su celular y ve quién la llamaba, era nada menos que Eduardo, al ver que se trataba de su mejor amigo, contesta la llamada en alta voz.
Lorena: (Agitada) Aló... Eduardo...
Eduardo: Hola Lorena, disculpa que te moleste, pero necesitaba hablar un rato contigo.
Lorena: Hhhhhmmm... Dime... Oooohhh...
Eduardo rápidamente se percata que no eran normales los sonidos que producía su amiga, además que de fondo se escuchaba claramente los jadeos de alguien y ese chocho siendo embestido. Sin embargo, Eduardo no quiso pensar o imaginar que su amiga estaba cogiendo, tal vez lo hacía por ingenuidad o porque no quería aceptar que Lorena era una puta. Con el silencio que mantuvo el hombre, se escuchaban más claros los aullidos de ambos amantes.
Eduardo: Lorena, al parecer estás muy ocupada, ¿verdad?
Lorena: Oooohhh, sí, sí, sí... Estoy muuuuuuyyy ocupadaaaaahhh...
Eduardo: Entonces te dejo y te llamo mañana, ¿te parece?
Lorena: Uuuuhhhggg... Sííí, claro cariño... Mañana en la mañana me llamas mejor... Hhhhmmggg…
Eduardo: Ok, bye.
Lorena: Bye... Besos...
Félix quedo un poco confundido con la llamada, para ser especifico, por la forma en que Lorena se refería al hombre. Celoso y a la vez algo cachondo por la situación le pregunta a la Milf, si ese hombre era su novio, agregando a su comentario, si era tan tonto para no darse cuenta de que le estaban colocando los cuernos.
Lorena: Oooohhh... No, no, no, nooooohhh... Él es mi amigo de la infancia y con quien Romina se quedó a vivir... Hhhmmm... Aquí la única cornuda es tu novia, amor...
Félix: Ya veo... Uuuhhh... Pensé que tenías algo más con él...
Lorena: ¿Y eso te puso celoso?
Félix: Algo, pero a la vez me excito muchoooh...
Lorena: Aaaagghh... ¿Qué te parece que finjamos que era mi novio?
Preguntó sin dejar de brincar sobre ese pene.
Félix: Eres muy pícara, Lorena.
Lorena: ¿Eso es un sí?
Félix: Así es preciosa.
Contestó el chaval.
Lorena: Oh mierda, Féliiiiiix... Sigue ensartando tu vergota en mi coñoooooohggg... Que mi novio no usa...
Félix: Ese idiota, no sabe de lo que se pierdeee...
Lorena: Mmmggg... Aaaahhh... Hhhmmm... De todos modos, tu pollón es mucho mejor que el suyooo...
Lorena le encantaba ser una puta infiel, aunque era solo un juego, su cuerpo y su mente disfrutaba de esa idea. Ser la perra de un jovencito mientras su utópico marido estaba de viaje y su hija había salido con sus amigas. Disfrutando toda la noche de una gran y magnifica polla, finalmente ambos volvieron a correrse. Ella se recostaba cansada en la cama y veía como el muchacho se aproximaba de nuevo y le introducía esa pija en la vagina otra vez.
Félix la embestía fuertemente y la Milf solo gozaba, estuvieron así por un buen rato, hasta que las piernas del joven empezaron a temblar, estaba vez saco su miembro y baño en semen a la madura. Lorena limpia con mucho gusto el pene que la había hecho disfrutar toda la noche y alimentado. Él bastante satisfecho se viste y luego se acerca a la mujer para despedirse de ella con un beso apasionado.
Félix regresa al apartamento de su padre, entra sigilosamente, pues imaginaba que tanto el hombre como su novia, se encontraban durmiendo. Sin embargo, la muchacha se encontraba mirando la televisión, esperando a que él volviera. Ella al mirar al joven, muestra un rostro de molestia y dice en un tono enojado –“Menos mal que solo fuiste por azúcar”-, él tragando saliva le pide disculpa a Sofía, argumentando que tardo, porque estuvo ayudándole a su vecina a destapar su cañería.
La muchacha fingiendo que se había creído aquella excusa, le pregunta si destapó la cañería, a lo que Félix sonriendo contesta, –“Quedo como nueva”-, el joven rápidamente se va al baño en donde se mira en el espejo, aún sin creer la fantástica cogida que había tenido con Lorena. Por otro lado la Milf, acostada en su cama aún con el cuerpo cubierto de semen y con su coño soltando esperma, pensaba en la experiencia que acababa de tener y preguntándose si algo así se volvería a repetir.
En la mañana, la mujer se despierta y toma una ducha, quitándose todo el semen de la noche anterior, pero la vergüenza y el arrepentimiento la invadían. No podía creer que se había dejado llevar por su calentura y cogió con un jovencito. Se seca el cabello y su cuerpo, que poco a poco comenzaba a calentarse, al recordar como gozo durante la noche. Sentándose en su cama, trata de no confundirse y no volver a caer en ese deseo lujurioso. La mujer se viste y sin tomar desayuno planeaba salir, para no encontrarse con Ricardo, mucho menos con Félix o la novia de este.
No obstante, cuando estaba a punto de abrir la puerta, escucha unos golpes en ella, nerviosa traga saliva, sin saber qué hacer. Abrumada suspira y abre la puerta, esperando que no fuera Félix quien tocada. Para su fortuna solo se trataba de su vecina del piso de al lado, la cual era ya una mujer mayor y solía ir a encargarle unas compras, para así evitar hacerlas ella. La Milf como siempre, le sonríe a la señora, tomando la lista, sale de su apartamento.
La mujer decide irse caminando a su trabajo, tenía muchas cosas en qué pensar y una caminata le daría más tiempo para aclarar sus ideas. Sin embargo, durante todo el día anduvo distraía, no podía dejar de pensar en el muchacho y en la cogida que tuvo con él. Se preguntaba a ella misma, ¿por qué no podía sacarse de la cabeza a ese chico?, si solo cogieron por calentura, pero cada vez que argumentaba aquello, la imagen de él, diciéndole que estaba loco por ella, aparecía.
Divagando en sus pensamientos no se percata que su celular vibraba sobre la mesa. Quien llamaba era Eduardo, él intentó inútilmente varias veces más comunicarse con ella, sin embargo, la Milf jamás le contesto. Luego del trabajo, ella tenía la intención de irse caminando hasta una de las tiendas para comprar los encargos de su vecina y después tomar un taxi. No obstante, una compañera de trabajo se ofreció a llevarla a la tienda y pasarla a dejar en el edificio donde vivía.
Mientras se dirigían a la tienda, la mujer estuvo callada, observando por la ventana las gotas de lluvia. Ella realiza la compra de la lista que le entregó su vecina y regresó al coche de su colega, la cual rompió el silencio, preguntándole, si había pasado algo en sus vacaciones. Lorena la miro y dudo en decirle todo lo que vivió en ese viaje, pero sus labios no podían mantenerse sellados y necesitaba que alguien le diera algún consejo sobre lo que estaba experimentando.
Lorena: Ni te imaginas de las cosas que hice Juliette. Pero en resumen, cogí, discutí con mi hija y una vez más, huy del hombre que creo amar.
Afirmó llevando su pelo hacía atrás con la mano derecha.
Juliette: Espera, ¿qué?
Dijo la mujer perpleja y estacionándose de golpe.
Juliette: ¿Co-cómo es eso que cogiste?
Lorena: ¿Tanto de asombra que haya follado?
Enunció con una sonrisa caprichosa.
Lorena: Entonces ni me imagino, cómo te colocarías si te dijera que anoche un niñato bien dotado me partió el coño.
Añadió inconscientemente.
Juliette: ¡¿Quééééééé?!
Gritó la francesa sin creer lo que había oído, Lorena dándose cuenta que habló en voz alto y no lo pensó, se sonrojó y se cubrió la boca.
Lorena: O-olvídalo, ¿por qué no conduces mejor y vas a dejar?, que doña Léonore debe estar esperándome por sus cosas.
Juliette: Nooooo, no me voy a mover de aquí hasta que me expliques eso último.
Lorena: Oh vamos, si no fue la gran cosa.
Refutó la Milf tratando de librarse de la bomba que había soltado.
Juliette: Sí claro, luego de haberlo dicho sarcásticamente, como si quisieras presumirme que cogiste con ese jovenzuelo, vienes a decirme que no fue la gran cosa. Deja de ser mojigata de cuéntame de tu joven amante.
Lorena tapándose el rostro con sus manos, suspira. Tras unos segundos de silencio, empieza a relatar su encuentro sexual con Félix. Al ir rememorando esa experiencia, su cuerpo fue calentándose y su vulva juguetona, comenzaba a desear esa polla con vehemencia. Al terminar de contar todo, ella bajó la ventana, para que el aire calmada su calentura. Juliette también sintió ese ardor en su cuerpo, por imaginar cada una de las escenas que le describió la Milf.
Juliette: Dios mío Lorena, que afortunada eres.
Lorena: ¿Tú crees?
Juliette: Obvio, cualquier soltera daría por estar en tu lugar.
Comentó con cierta envidia.
Juliette: Además se nota que tienes loquito a ese muchachito y tú quedaste muy a gusto con él.
Lorena: Sí, (mordiéndose los labios) debo admitir que me gustó como me hizo ronronear anoche. Jamás me habían cogido de esa manera, tan dulce y salvaje a la vez, sentía su amor y deseo por mí, algo que solo había experimentado por separado.
Confesó completamente cachonda y anhelando poder probar esa polla otra vez.
Juliette: Entonces, no hay tiempo que perder, amiga.
Aseveró pisando el acelerador y retomando el camino.
Juliette: Una vez que le des las cosas a tu vecina, ve donde ese jovencito, disfruta de su pollón de nuevo y mañana me cuentas absolutamente todo.
Expresó emocionada, esperando ansiosamente escuchar esa nueva experiencia de la Milf con el joven. Esa motivación contagiaba a Lorena, quien ya no veía con malos ojos continuar con su aventura. Al llegar al edificio, la mujer se baja y solo escucha palabras de alientos de su compañera de trabajo. Después de entregarles las cosas a su vecina, la madura se suelta el cabello y desbrocha un botón de su blusa, regalando así una mejor vista de sus enormes encantos.
Ella antes de dirigirse hacia el apartamento de Ricardo, pasa al suyo para dejar sus cosas. Una vez hecho esto, se desliza donde su vecino, esperando encontrar al muchacho. Apenas golpea la puerta, su deseo se hace realidad, Félix abre y al verla queda pasmado, ella sonríe por el efecto que había causado en ese jovencito. –“Hola Félix, ¿puedo pasar?”- consultó con una voz engatusadora, el chaval solo movió la cabeza de forma afirmativa, sin dejar de apreciar esos senos.
La Milf entró y al ver que nadie estaba alrededor, le da un piquito al hijo de su vecino, que con solo sentir esos labios se le puso erecta. La mujer al percatarse de ese bulto se le dibuja una sonrisa y con sus uñas le raspa ese tronco, –“Creo que alguien está muy contento de verme”- susurró mordiendo su labio inferior. Ella meneando su cola camina hasta la mesa, se sienta en una de las sillas, mirando fijamente a su joven amante, él aún confundido, se le aproxima y le pregunta, qué estaba haciendo ahí.
–“¿Qué estoy haciendo aquí? Déjame pensar. Hhmmm…”- dijo irónicamente, –“Viene a verte a ti, tontito. Anoche me dijiste que yo no era un capricho tuyo, así que vine a comprobarlo”- complementó, pasando su dedo índice desde el pecho del chico hasta su ombligo. Félix se mostraba dócil a diferencia de la noche anterior, aunque esa actitud se debía a que tenía miedo a que sean atrapados, todo lo contrario le ocurría a la madura, que se sentía increíblemente cachonda con el riesgo de que los descubran.
Lorena: Por cierto, mi niño lindo, ¿en dónde está tu padre?
Consultó agarrando ese miembro que todavía estaba oculto por la tela del pantalón y lo pajea agresivamente.
Félix: Aahhgg… Pa-papá, salió co-con unos amigos.
Respondió tratando de ocultar sus gemidos.
Lorena: Ya veo, ¿y la cornudita?
Félix: Aahh… Hmmmgg… E-en el ba-ba-baño…
Tartamudeó sintiendo que pronto iba a explotar, manchando así su bóxer y pantalón.
Lorena: Uuff… Mi amor, estás a punto de acabar y eso que solo estoy usando mis manos.
Félix: Va-va-vamos a tu apartamento… Ooohhh… Po-por favor…
Lorena: Nop, hoy lo haremos aquí, mi chico pijudo.
Expresó sonriendo y allegando su boca a ese tieso pene.
Félix: Pe-pero Lorena, nos van a de-descubrir.
Lorena: Lo sé y eso me calienta mucho.
Contestó lamiendo y mordiendo esa polla sobre la tela del pantalón.
Félix: Jo-joder, ¿qué pasa hoy contigo?
Interpeló con las piernas temblando.
Lorena: Ya te lo dije, solo quiero comprobar si en verdad no soy un capricho para ti.
Manifestó sonriente.
Lorena: Si en verdad me amas, te vas a bajar el pantalón y me dejarás jugar con tu verga, corriendo el riesgo con que tu novia nos atrape.
Agregó acelerando el movimiento de sus manos. Félix no tenía otra escapatoria que hacer lo que le pedía la mujer y a pesar de que no quería aceptarlo, esa locura le encantaba. Quería correr ese riesgo, porque la adrenalina que sentía era un gozo fabuloso, algo que jamás había experimentado. La Milf pensó que él no se iba a atrever a realizar su petición, por lo que su rostro fue de total sorpresa, cuando el muchacho se bajó el pantalón y liberó su tranca.
–“Guao, sí que me quieres”- aseguró admirando ese mástil de carne, todo venoso y la cabeza cubierta de esperma. –“Por ti, daría hasta la vida”- declaró el chico, acercando su verga a los labios de la madura. Lorena respiró profundamente y se embriagó con el hedor de ese pollón, relamiendo su boca, le pregunta al jovencito si quería una mamada o una paja con sus tetas. Félix no lo dudo y le solicitó un masaje por esos gordos y redondos melones.
Ella sonríe e inicia a desabrocharse lentamente su blusa, al tenerla completamente abierta, se aproxima a ese fierro ardiente. Aunque era un poco molesto mantener su sujetador puesto, prefirió no sacárselo y abrazar esa morcilla con sus senos. El muchacho bufó, mientras veía desaparecer su pene entre esas tetazas, la Milf excitada le da un beso a la glande y pasa su lengua entre los labios, para saborear ese líquido pre seminal. El sabor de ese semen le parecía un manjar exquisito, por lo que empieza a mover sus tetas.
Félix ahogaba sus gemidos, pero más de alguno se le escapaba, la mujer cada vez iba aumentando la velocidad de su paja y su saliva recorría por su barbilla, quería tener todo ese troncazo en su garganta otra vez. Sin embargo, tenía que mostrarse fuerte y resistir, enseñarle al chaval que ella no era una putilla sumisa. Así que solo se limitó a usar sus senos, el jovencito no soportó más y empezó a eyacular entre esos cálidos y suaves algodones.
Momento preciso en que Sofía abre la puerta del baño, no obstante, la muchacha no sale, dándole tiempo a los dos amantes para que se vistieran. Lorena aún quería jugar con él, por lo que se queda sentada en esa silla, Félix algo nervioso se sienta al lado de su vecina. Sofía al ver a su novio al lado de la mujer, queda extrañada, trataba de entender qué hacía esa madura al lado de él. Pero antes de que dijera algo, la Milf sonrió y comentó, –“Ya era hora que salieras del baño, vine a hacerle la cena, sin embargo este pequeñito, no quiso elegir un platillo sin oír tu opinión”-
La morenita quedó sin palabras, mientras pensaba qué decir, la mujer con su mano derecha acariciaba juguetonamente la verga de Félix, provocando que una vez más se le fuera colocando dura. Aquel momento incomodo de la joven es interrumpido por su celular, el cual comienza a sonar, ella excusándose que tenía que atender la llamada, se encierra en la habitación sin decir nada más. Lorena mira al muchacho y mordiéndole los labios le murmulla, –“¿Qué te parece si hago pasta?”-
Félix: Me parece genial.
Lorena: Bien, te lo preparare, pero tendrás que ser mi ayudante, ¿ok?
Félix asiste con su cabeza, entonces la mujer se coloca de pies y camina hasta la cocina, él siguiéndola observa ese firme trasero. Su objetivo después de haber hecho suya a esa Milf, era penetrar ese culito, no obstante, para tenerlo, debería cruzar una serie de retos que esa traviesa madura le iba a ir colocando. –“¿Dime qué tengo que hacer?, para que me des ese culito”- le murmuró en su oído a la vez que mordía su lóbulo y ella amasaba la masa para la pasta.
–“Veo que estás muy ansioso, pero deberás esperar a que termine con la masa”- le contestó sumergiéndose más en el libido. Sentir ese tronco entre sus nalgas, solo incrementaba sus ganas de copular, sin embargo, se mantenía firme en su idea de no dejar que ese chiquillo controle la situación. Al terminar de preparar la pasta, sigue con el acompañamiento, el muchacho se impacientaba, por no poder hacer nada con semejante hembra a su lado.
Lorena: Con los brazos cruzados no vas a hacer nada más que esperar cariño, en cambio sí me ayudas con algo, estoy segura que podrás hacer méritos para que te diviertas con esto que anhelas.
Expresó moviendo su cola.
Félix: Lorena, soy un verdadero asco en la cocina, así que solo puedo ayudarte dándote los ingredientes y nada más.
Lorena: (Ríe) No sé cuántas veces he oído esa excusa, aunque debo admitir que es la primera vez que siento un poco de lástima, porque no quiero que esto termine como una corta aventura.
Félix: ¿Y por qué va a terminar así?
Lorena: Porque a mí me gustan los hombres que saben cocinar.
Afirma volteando para mirar al jovencito.
Lorena: Si no aprendes a cocinar, olvídate de tener una oportunidad seria conmigo.
Añadió tajantemente. Para su sorpresa, el chaval tomó unos condimentos y empezó a preparar una salsa, la cual no tardó en tenerla lista. Tomando una cucharita, hace degustar a Lorena su preparación, la Milf abre su boca y prueba esa espesa pero fina y delicada salsa, quedando completamente maravillada. Él sonriendo, la toma de la cintura y le confiesa, –“Mentí, soy muy buena en la cocina en realidad, llevó cocinando desde que me fui a Alemania y desde entonces, he ido puliéndome como cocinero”-
La mujer no podía sacarse ese gusto meloso y a la vez picante de su boca, hacía que su cuerpo que ardía, entrará en una erupción. –“Fé-Félix”- balbuceó, antes de besarlo y perderse en esos labios por un buen rato, cuando se separaron, él le revela que su salsa era afrodisiaca. –“Bien, ahora que está todo listo, ¿cuál es mi primera prueba que debo pasar para poder tener tu culito?”- preguntó, sobando su rabo entre los muslos de la madura.
Lorena: Deberás cargarme y dejarme sentada en el mesón, para luego besar por cinco minutos.
Félix: ¿Solo 5 minutos? Porque podría estar por una hora comiéndote la boca.
Aseguró de manera fanfarrona, mientras cargaba a la Milf y sus labios coquetamente se rozaban. Al quedar sus posaderas en el mesón, abrió su boca para recibir esa lengua candente. Estas se enroscan y sus labios se apretaban con una mezcla de ternura y locura, los dedos de la mujer iban bajando ese pantalón para volver a agarrar ese trozo de carne. Con una mano masajeaba ese tronco y con la otra raspaba esos huevos hinchados, haciendo que él se quejara.
El beso parecía interminable, cuando él pensó que habían llegado al tiempo establecido e intentó separarse de esos labios carnosos, la Milf con sus piernas lo sujeta de la cintura para que continuaran con ese intercambio de saliva y sus lenguas unidas. Félix entendió que ella quería seguir con ese beso apasionado, abrazándola, la apega más a él, sin embargo, serían interrumpidos por el sonido del celular del muchacho. Con sus babas extendiéndose, él coge su móvil y contesta, quien lo llamaba era su hermana Lily.
Lily: Hola hermano, ¿cómo estás?
Félix: Hola hermanita, bien, estoy estupendo y ¿tú?
Dijo entretanto observaba descender a la madura y colocarse de rodillas.
Lily: Algo triste hermano.
Félix: ¿Ah, sí? ¿Y eso por qué?
Apreciando cómo su verga comenzaba a desaparecer dentro de esa fabulosa boca.
Lily: Porque no he podido verte hermano.
Félix: ¿Po-po-por qué no vi-vi-vienes mañana? Aahhh…
Lily: Ay hermano, tú sabes, que desde que mamá se divorció de papá, no me deja ir allá, o sino ya hubiera estado desde el primer día, para ver y consentir a mi guapo hermano.
Félix mordía sus labios, tratando de acallar sus suspiros y poder responderle a su hermanita.
Félix: ¿Q-qué te pa-pa-parece que ma-ma-mañana nos junte-te-temos en un lugar?
Lily: Genial hermano, no te imaginas lo emocionada que estoy por verte, por cierto, suenas muy raro.
Félix: E-e-eso es porque me has llama-ma-mado en un momento inopo-po-portuno. Ooohh Dios…
Exclamó al ver todo su pene dentro de esa garganta y sus pelotas eran apretadas.
Lily: Ay Félix, serás guarro, no puedes decirle a Sofía que te deje tranquilo un momento, para que hables con tu hermosa hermana.
Félix: ¿So-Sofía? Nooooo… Hermanita, ella y yo terminamos.
Lily: Hermano espero que no estés entonces con una putilla ahora, porque eso si que sería decepcionante.
Félix: Uuufff… No, estoy con mi nueva novia.
Afirmó, mientras Lorena recorría todo ese tallo con su lengua.
Lily: ¿Nueva novia? ¿Tan pronto te conseguiste una?
Félix: Sí y no te imaginas quién es.
Enunció con una sonrisa, la Milf solo se reía con los disparates de ese muchachito, agarrando de nuevo ese mástil con sus manos, empieza a engullírselo otra vez dentro de su garganta. Ella mama con un ritmo infernal que dejó a Félix tiritando y le tuviera que cortar a su hermana, la mujer siguió con su ordenamiento hasta que obtuvo lo que buscaba, todo una descarga de esa cálida leche dentro de su boca.
Félix: A-ahora vamos a tu apartamento.
Suplicó agitado, ella degustando le dice que no, que si quería coger, buscada un lugar de ahí para hacerlo. –“Por cierto, ¿cómo que soy tu novia? Que yo sepa en ningún momento acepté ser algo tuyo y mucho menos has terminado con la cornudita”- manifestó terminando de saborear el semen de su boca. –“No, pero terminaré con ella cuando tenga que irse y entonces tú serás mi novia”- dice galante, –“¿Y qué te hace pensar que aceptaré ser tu novia?”- preguntó, levantándose.
–“Porque voy a conquistarte todos los días. Además sé que la cocina es tu debilidad”- le susurró. Ambos acomodan su ropa y llevan los platos a la mesa, para sorpresa de los dos la joven todavía seguía en el cuarto. Cuando Félix golpea, ella se coloca algo nerviosa y después de unos minutos sale. Mientras tanto Lorena buscaba unos vasos en la cocina, al regresar contempla, como la actitud de esa muchacha era una hostil y parecía estar burlándose y humillando a Félix.
Cuando Sofía ve a la madura, otra vez su personalidad cambia y la niña buena que no mata a una mosca, se hacía presente. Algo raro estaba pasando en esa relación, que ella ignoraba y quería averiguar. Por lo que se sienta al lado de esa muchacha y queda al frente de Félix. A la vez que hablaba con ella para sacarle algo de información, con su pie tocaba la pija del joven, haciendo que él se comporté extraño ante los ojos de Sofía. Sin darse cuenta, Lorena le baja el pantalón a Félix y libera esa verga que esta dura.
Por suerte el muchacho logró ocultar su miembro de la vista de su novia, sin embargo, no pudo contenerse a esas acaricias de ese pie y soltó unos chorros, los que cayeron a la mesa. Sofía confundida, le pregunta a Félix, qué era eso, a lo que la Milf responde, –“Debe ser salsa”- a la vez que se levantaba y camina donde él. Tomando ese pequeño charco entre sus dedos, lo lleva a su boca, saboreándolo, confirma lo que había dicho, –“Bueno, me tengo que ir, nos vemos mañana Félix, espero que me des más de tu salsa”- comenta con una sonrisilla y acariciando esa flácida polla.
Ella se retira, satisfecha con lo que había vivido esa jornada, esperando que el próximo día fuera tan intenso como los dos anteriores y pudiera seguir divirtiéndose con el hijo de su vecino. No obstante, una visita cambiaría las cosas, por otro lado Eduardo se entera de dos impactantes verdades, luego de una candente pijamada que hubo en su casa.
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¿Será que por fin Lorena encontró su pareja? En fin, espero que le haya gustado este relato y gracias por el apoyo.
Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/4420279/Deseo-Prohibido-Capitulo-l.html
Capítulo anterior: http://www.poringa.net/posts/relatos/4476874/Deseo-Prohibido-Capitulo-X.html
Después de regresar a su apartamento, Lorena se sirvió un vaso de whisky, necesitaba beber algo fuerte para ir asimilando todo lo que había sucedido en ese breve lapso de tiempo. Se sentaba en una silla y se decía a ella misma, –“Esto debe ser una maldición o una pesadilla. ¿Cómo es posible que entre todos los hombres ese muchacho tenía que resultar ser Félix?”-
Ella bebe otro poco de su vaso y suspira, –“Jamás pensé que ese muchachito algo regordete e inocente iba a transformarse en un hombre tan atractivo y con algo en sus piernas bastante grande”- agregó tocando ligeramente su vulva. –“¿Pero qué estoy diciendo? Ya no puedo pensar de esa manera en Félix, claro que no. Lo conozco desde que era un niño, solía jugar con mi hija y sus padres son mis amigos. Todas esas fantasías cachondas, deben salir de mi cabeza ahora”- sentenció.
Por otra parte Félix, se encontraba distraído pensando en la mujer, mientras su padre y novia le hablan. Pidiendo que lo disculpen, se levanta de la mesa y se va a su habitación. –“Y a este, ¿qué le pasa?”- pregunto Ricardo a la muchacha, ella le responde a su suegro, –“No lo sé... Desde que subimos al avión andaba algo raro, muy raro”- Félix acostado en su cama comenzaba a excitarse, su polla se colocaba más dura que antes y en su rostro se le formaba una sonrisa pícara.
–“Lorena, Lorena, Lorena... La Milf que me enloquecía en mi infancia, con sus curvas y tetazas, era esa mujer cachonda del aeropuerto, fui un idiota al no reconocerla, si me recordaba a ella”- afirmaba el joven que comenzaba a pajearse pensando en la madura igual que hace unos años cuando vivía ahí. Sentía su miembro cada vez más hinchado a punto de soltar una gran descarga, sin embargo, justo cuando lo iba hacer, su padre lo interrumpen, haciendo que su orgasmo no sea para nada placentero.
Félix: (Frustrado) ¿Qué quieres papá?
Ricardo: Perdón, hijo. Solo quería saber si te encuentras bien.
Félix: Sí, papá. Solo estoy muy cansado, déjame dormir un rato, ¿ok?
Expresó molesto.
Ricardo: Bien, solo estaba preocupado, porque Sofía me conto que en el aeropuerto ya andas algo irritado y quiero que sepas que si estás enojado conmigo por el divorcio con tu madre, yo lo entiendo y también voy a comprender si quieres irte y no estar aquí conmigo.
Félix: Papá perdón, no estoy molesto contigo y mi comportamiento no tiene nada que ver con el divorcio tuyo con mamá. Solo estoy cansado, déjame descansar un par de horas y listo.
Contestó el joven más calmado, Ricardo solo sonríe y asiste con su cabeza, retirándose así de la habitación de su hijo algo más tranquilo pero aún inquieto. El muchacho al ver que la puerta estaba cerrada, rápidamente corrió a colocar el seguro y limpiar el desastre que había ocasionado con su corrida. Termina de limpiar el esperma que aún había en su polla, con una de las sabanas machadas, luego busca unas nuevas y comienza hacer la cama, quedando tal cual como estaba antes.
Acostándose de nuevo en la cama, cierra los ojos y duerme por unas horas. En sus sueños ve a su vecina, la cual entra a su habitación y tras un intercambio de miradas, la mujer comienza a desvestirse. Completamente encuerada la Milf se le acerca, metiéndose entre las cobijas pasa su lengua por ese ya endurecido tronco y luego asciende hasta tocar sus labios. –“Félix, tienes un lindo caramelo entre tus piernas, ¿me dejarías comértelo?”- susurró ella.
Después de esa declaración él se despertó, su pene otra vez estaba erecto, no obstante, esta vez él lo ignora, sale de la habitación y se encuentra con Sofía. Ella volvía de dejar unos platos y se sienta en el sofá para seguir mirando la televisión, mientras que Ricardo hablaba por teléfono. Él se acerca a la muchacha y le da un beso en la mejilla, ella lo mira y le pregunta si ya no estaba enojado.
Félix: ¿Enojado? Yo no estaba enojado, amor.
Sofía: Vamos Félix, te conozco perfectamente. Sé que estabas molesto o frustrado por algo.
Félix: No, te aseguro que no.
Sofía: (Suspira) Bueno, yo aún estoy molesta contigo por la forma que mirabas a esa mujer. Ahora que lo pienso, quizás te enojaste por eso.
Interpeló ella, haciendo que él se sienta afligido.
Félix: Aquí vamos de nuevo, con tus paranoias y celos.
Sofía: No es ninguna paranoia Félix. Se te notaba de lejos que se te hacía agua la boca al ver a esa puta.
Félix: Lo mismo decía por mi tía April, realmente no te entiendo.
Argumentó enojado.
Sofía: Pero si es verdad todo, Félix. Por qué te cuesta reconocer que estabas babeando por esa puta, al igual cuando estábamos en la casa de tus tíos y no apartabas los ojos sobre tu tía.
Félix: Porque tú me celas todo el tiempo y con cualquiera, también lo hiciste con mi prima Vanessa y la novia de mi primo Axel. Y por lo mismo, no pudimos estar más de dos días en la casa de ellos, por tus estúpidos celos.
Sofía: ¿Ahora resulta que el problema soy yo?
Protestó la muchacha alterándose.
Félix: Sí, porque también me celaste con tu madre, pero sabes, no quiero seguir discutiendo, menos adelante de mi padre y en su casa.
Sofía: Bien, supongo que vamos hablar durante la noche. A menos que finjas estar dormido como siempre.
Concluyó ella, frunciendo el ceño, Félix se levanta y dándole la espalda camina a la cocina, en dónde se encuentra su padre que seguía hablando, el muchacho sin querer molestarlo, comienza a prepararse una taza de té. El hombre cuelga y se acerca a su hijo, preguntándole si estaba todo bien.
Félix: Perdón papá por la discusión, me da mucha vergüenza, porque de seguro los gritos lo escucho la persona con la que hablabas por teléfono, también.
Ricardo: No te preocupes por eso, solo estaba charlado con tu tío Tomás, sobre la salud de tu abuelo. Ahora explícame cómo iniciaron esos celos de ella, porque dudo que haya sido de la nada.
Félix: (Suspira) Tal vez, haya sido porque me quede atolondrado mirando a la tía April en bikini.
Ricardo: (Ríe) Ves que ella tiene motivos razonable para estar celosa.
Félix: Pero es la tía April, papá... Cualquier hombre quedaría tonto al verla, más si es en traje de baño.
Ricardo: Sí, pero antes de colocarte hostil con ella, trata de hablar y llegar a una solución.
El joven empuña sus manos, había una información que le estaba ocultando a su padre, pero simplemente suspira, respondiendo de manera templara.
Félix: Tienes razón papá, solo que irrita que me cele con cualquiera. Por cierto, ¿dónde tienes azúcar?
Ricardo: Mierda, se me olvido comprar azúcar.
Félix: No jodas, viejo.
Ricardo: Sin tu hermana aquí, diciéndome a cada minuto lo que falta en la casa, me es difícil comprar todo, como antes. Pero ve a pedirle un poco a Lorena, aprovecha antes que se acueste.
Félix: (Nervioso) A-a-a... A... ¿Lorena?
Ricardo: Sí, de seguro ella tiene, a menos que quieras ir a comprar.
Félix: Creo que iré a probar suerte con Lorena. Si no iré a comprar.
El muchacho comenzó a sudar con solo oír el nombre de la mujer y su corazón se aceleraba con la idea de poder verla. Su pija que ya estaba dura, se había endurecido aún más al recordar a su tía April. Pensar en la Milf de al lado, hizo que deseara poder jalársela y soltar otra buena descarga. Al estar en la puerta, a punto de salir, su novia le pregunta a dónde iba, él todo nervioso y tartamudeando le responde que iba a pedirle azúcar a su vecina. La mujer en ese instante leía un documento de su trabajo, entretanto bebía una copa de vino.
Aunque había sido difícil, logró evitar pensar en Félix, no obstante, su cuerpo seguía muy caliente. Terminando de leer, trata de relajarse para luego pasar al baño e ir a acostarse, al cerrar los ojos, escucha unos golpes en su puerta. Intrigada se coloca de pie y camina para abrir y ver quien estaba tocando, al darse cuenta que se trataba de Félix, se quedaba sin palabras, la piel se le erizaba y sus manos sudaban.
El muchacho asombrado al ver a la mujer sin brasier y con una bata azulada transparente, tampoco sabe cómo expresarse. Por lo menos paso cerca de un minuto en el que ellos eran incapaz de sin decir algo y solo se miraban, hasta que Lorena rompe el hielo.
Lorena: ¿Félix?
Félix: (Tragando saliva) Ho-hola, Lorena.
Lorena: ¿Qué haces aquí?
Félix: Vine por azúcar.
Respondió el chaval nerviosillo.
Lorena: ¿Azúcar?
Félix: Sí... Necesito un poco de azúcar, por favor... Verás, me estaba preparando un taza de té y resulta que papá no tiene azúcar, porque desde que se divorció de mi madre y que ella se llevó a Lily, no hay nadie que le recuerde que cosas falta en la casa.
Expresó rápidamente y soltando una risilla al final, por lo agitado que estaba. La mujer se queda en silencio por unos momentos, no sabía si dejarlo pasar y darle azúcar o decirle que no tenía para evitarlo. La respuesta tenía que ser pronto, ya que las miradas lascivas del joven hacía ella, la estaban confundiendo.
Lorena: Eeehh... Creo que me queda un poco, espera aquí por favor.
Enunció inquieta.
Félix: Lorena espera.
Dijo él, tomando de la mano a la Milf, quien experimenta un pavor excitante por ese toque.
Félix: Tenemos hablar de lo que paso en la mañana.
Lorena: No... No... No... Y no... No tenemos nada que hablar Félix.
Señaló ella tratando de evitar el tema.
Félix: Lorena, por favor escucha. Esto es incómodo para mí y yo sé que para ti también lo es, y no quiero que lo sea, no quiero que pienses que soy un degenerado.
Lorena: Félix, yo no pienso que eres un pervertido que le gusta fisgonear mujeres, así que no te preocupes por eso, solo olvida lo que paso y suéltame.
Félix: ¿Puedo pasar aunque sea un momento?
Lorena al oír esa pregunta, nuevamente se quedaba pensativa, no era una decisión que pudiera tomar a la ligera. Comprendía que ese muchacho tenía razón al querer aclarar todo, ya que aunque ella quisiera no iba a poder evitarlo por siempre.
Lorena: Bien, pasa por mientras busco la azúcar.
Félix se coloca contento al escuchar esas palabras. Caminando detrás de la Milf apreciaba esa cola madura, ella se percataba que los ojos del joven estaban mirando su culo, eso la cachondeaba, no obstante, ella quería mantener el control de la situación. Dándose vuelta mira a Félix, tratando de cerrar su bata, el muchacho se perdía mirando ese cuerpo maduro, contemplando esas grandes tetas, esos pezones erectos, esas curvas asesinas y esas piernas tan sensuales.
La erección que tenía en el pantalón le resultaba molesta a Félix. La mujer le pide que tome asiento, mientras se da vuelta y camina hacía la cocina para buscar la azúcar, luego de un corto pero incomodo silencio, ella le pregunta con cierta vergüenza al joven, cuanto tiempo estuvo viéndola en el baño. Él tardo unos segundos para responder, finalmente confiesa que estuvo cerca de dos minutos observándola, Lorena no entendía el motivo, pero su cuerpo se calentaba más al saber eso.
El muchacho prosiguió diciendo que cuando llego al baño escucho ciertos gemidos, al principio los ignoro, pero cuando comenzaban a ser constantes y más fuertes, tuvo curiosidad. Por ese motivo se subió cuidadosamente y observo hacía el cubículo donde ella estaba. Lorena con la azúcar en sus manos, regresa a la sala y dejándose llevar por el momento, le pregunta a Félix, si le gusto lo que había visto.
El muchacho mirando a la Milf le contesto que se acerque un poco más a él y que repita la pregunta, ya que no había escuchado bien. La mujer ingenua le hace caso al joven, quedando en frente de él, le consulta otra vez, si le gusto lo que vio. Él sin dejar de mirar ese cuerpo voluptuoso, respondió, –“Solo mira cómo me tienes”-, tras decir aquello, saca su verga dura del pantalón y se la enseña a la Milf.
Ella al ver esa gruesa polla erecta, se le derrite la boca. Hipnotizada se acercaba a ese miembro, al mismo tiempo que se decía, –“Wow... Que paquete tiene este muchachito, es mucho más grande de lo que imaginaba. Con solo verlo empalmado hace que mi coño desee ser embestido. Sé que debo controlarme y no dejarme llevar por la tentación, pero esa tranca es tan grande, tan gorda y se ve tan deliciosa, que solo quiero divertirme con ella”-
La mujer agarra aquel tronco con ambas manos, el muchacho comprende que su vecina estaba loca por su verga. Félix aprovecha que la distancia entre ambos era poca y la besa, Lorena que estaba rendida a la lujuria le corresponde el beso, devorándose ambos la boca. Ella se sienta entre las piernas de él y suelta esa polla para que la flote con su vulva. Él lentamente le fue retirando aquella delgada bata, tocando suavemente la piel de la Milf, cada roce encendía más el placer en ellos.
Cuando la bata había caído al suelo, el muchacho agarra las gordas tetas de Lorena y las aprieta, provocando que ella gima, luego de ese aullido de placer, la mujer vuelve a besar al joven con mucho deseo. Lorena sentía que ese muchacho la estaba encendiendo incluso más que Alonso y Eduardo juntos, eso le resultaba increíble. Félix le pide a la Milf que se ponga de pie, para que pueda retirarse su pantalón, ella obedece como una chica buena. Apenas el joven se quita el pantalón, Lorena se allega y le soba el pene, provocando que Félix suelte unos suspiros, para sorpresa de ella, ese miembro seguía creciendo.
Lorena: Ohhh vaya... Tu pene no deja de crecer.
Félix: Hhhhmmm... Quizás sea, porque tú me vuelves loco, Lorena.
Lorena: (Sonriendo) Y si te la mamo, ¿seguida haciéndose más grande?
Félix: Oooohhh... No lo sé, tal vez...
Lorena con una sonrisa traviesa mira al muchacho y luego le da una lamida a ese tronco, tomándolo con sus manos, comienza a devorarlo lentamente. A pesar de que la Milf no se estaba tragando toda la verga de Felix, él jadeaba bien fuerte, jamás había recibido una mamada que le hiciera temblar las piernas y sintiera que iba a acabar tan pronto.
Félix: Jodeerr... Pero que bien mamas...
La mujer al oír eso se coloca contenta y continua con su mamada con más entusiasmo mientras se dice, –“Dios mío, que polla más deliciosa, hace que mi cuerpo entero tiemble y eso que solo la estoy chupando. No quiero imaginar cómo me sentiré cuando me ensarte este trozo de carne en el coño o en el culo”-
Félix no resistía más, era la primera vez que se corría tan rápido, Lorena bastante lujuriosa recibía toda la descarga del muchacho en su boca. Aquel semen era tan caliente y espeso que la Milf disfrutaba saborearlo, encendiéndola aún más. Él miraba sorprendido a la mujer, porque no había dejado que ninguna gota se le escape. Después de que ella se lo tragada, se pone de pie y le pregunta coquetamente al joven qué le había parecido su forma de chupar.
Félix aún agitado le responde que fue la mejor mamada que le habían dado en su vida, Lorena pierde la concentración al ver como se levantaba nuevamente aquella verga, sin decir nada y solo haciéndole un gesto al joven para que la siguiera a su habitación. Félix sabía que finalmente iba hacer realidad sus fantasías y eso lo excitaba. Ella sonríe pícaramente, mientras se quitaba su braga la cual estaba bastante húmeda, él emocionado se acerca y deja su miembro entre los labios vaginales de la mujer, quien se olvidaba de todo y solo quería sentir ese tronco golpeando su útero.
Lorena: Tienes una pija bastante grande. Me muero por tenerla adentro.
Félix: Y yo por enterrártela hasta el último centímetro.
Lorena: (Sonríe) Eres bastante travieso, Félix.
Félix: ¿Cómo quieres que me resista a una mujer tan sexy como tú?
Expresó, allegando sus labios a los de ella.
Lorena: Solo dices eso porque estás cerca de hacerme tuya. Ya que dudo que un muchachito como tú en realidad se caliente con una mujer mayor como yo.
Félix: Te equivocas, siempre me has tenido loquito, desde que te vi por primera vez. Y si antes no podía sacarte de mi cabeza, mucho menos lo haré una vez que tengamos sexo.
Lorena: Deja de bromear, estoy segura que solo dices eso, para que me sienta cómoda y me entregué a ti. Solo dilo, soy un capricho para ti y jamás vas a dejar a tu novia por mí, yo no me voy a molestar, si estoy delirando por tener tu troncazo dentro de mí.
Comentó la mujer sin quitarle los ojos de encima a ese pene reluciente.
Félix: Te equivocas, tú eres más que un capricho para mí, Sofía solo es mi novia, por un intento desesperado por sacarte de mi cabeza. No niego que ella es bastante linda, pero está muy lejos de complacerme y haber logrado hacer que te olvide.
Lorena: ¿Tan loco te tengo?
Murmuró la Milf, sonriendo porque esas conversaciones ya las había tenido antes.
Félix: Demasiado.
Contestó el muchacho, quien vuelve a besar a la madura, a la vez que su polla seguía flotándose con la vulva de ella. La ansiedad de Lorena por ser embestida aumentaba. La cabeza del pene de Félix entra ligeramente en la vagina de la mujer, provocando que ella suelte un pequeño pero coqueto suspiro. Al ir recostándose en la cama, cada vez iba entrando más y más la verga del joven, llegando a ensartar hasta la mitad, Lorena sentía que los músculos de su coño se había estirado como nunca antes, experimentando un dolor muy similar a su primera vez, sin embargo, era tan exquisito que solo pensaba en tenerlo todo adentro.
Moviendo sus caderas, la enorme tranca del muchacho iba llegando más profundo. –“Oh, Dios mío, oh Dios míoooo... Aaaahhgggg... Aaaagghhh...”- manifestaba la mujer, Félix por su parte, también jadeaba pero en un volumen más bajo, quedando muy cerca de la boca de la Milf, le pregunta si quería que parada, ella entre sus quejidos suelta una risilla, afirmando que podía resistir toda la embestida de esa vergota, el jovenzuelo aprovecha para morder suavemente los labios de la mujer y luego la besa apasionadamente.
Finalmente esa polla estaba completamente dentro de ella, él se movió lentamente, pero lo suficiente para generar el primer orgasmo de la noche de Lorena. Una gran cantidad de jugo salía de su vagina, aun así, continuó moviendo sus caderas, le encantaba sentir su coño lleno y sus paredes vaginales tratando de adaptarse a ese joven pene. –“Ooooohhh... Más, más”- balbuceaba la mujer, al mismo tiempo que sus manos recorrían la espalda del muchacho y volvía a besarlo.
Poco a poco el ritmo de la cogida iba aumentando, se hacía más intensa y los gemidos de la mujer eran más constantes. –“Dioooooooooooossss... Pero que verga tienes muchacho, se siente cómo si me estuvieran enterrando un verdadero mástil”- decía Lorena, al sentir esas estocadas reventando su chocho maduro, Félix motivado le responde golpeando más fuerte el interior de la mujer, haciendo que ella volviera a correrse.
Lorena: Sííí, mi niño... Así me gusta que me cojan.
Félix sonriendo lame los pezones de la mujer, ella suelta un chillido que se hace más fuerte, cuando el joven los muerde, al mismo tiempo que seguía taladrando ese coño maduro. Ella agarrándose de las sabanas, se preguntaba cuál era el límite de ese muchacho. Él con sus manos exploraba el cuerpo de la Milf, en ese momento acariciaba esas largas y suaves piernas, hasta llegar al culo de la mujer, donde de forma traviesa le introduce uno de sus dedos en el ano, ella vuelve a soltar un grito, corriéndose por tercera vez en la noche.
Con su mente confundida y solo pensando en el placer, se decía a ella misma, –“No... No entiendo como un jovencito puede estar dándome más placer que un hombre de mi edad. Aaahhhgg... Simplemente él es increíble, mi cuerpo adora todo lo que hace conmigo... Su polla es sin duda la mejor que me ha cogido, ya quiero sentir su leche en mi interior”-, el coro de gemidos de la Milf cachondeaba más a Félix, quien sacaba su polla hasta la punta y volvía a ensartarla entera de una estocada, haciendo brincar esas tetas y levantaba ese cuerpo.
Lorena pensaba en que diría su hija si la viera en ese momento follando con Félix, como el muchacho le clavaba su verga hasta el último centímetro y la hacía gozar, después de todo él y la joven era amigos. Sin darse cuenta aquello comenzó a excitarla y le gustaba la idea de que su hija la encontrada con Félix y viera la gorda pija de su amigo entrando al coño de su madre. El joven sentía que estaba a punto de correrse, no obstante, no quería hacerlo, ya que deseaba seguir disfrutando de esa vagina madura y de esa deliciosa Milf. Tratando de evitar un beso de ella, gira su cabeza hacia los lados, observando un cuadro en dónde salía Lorena y Romina.
Félix: ¡Dios mío!... ¿Esa mamacita es Romina?
Lorena: (Mirando la foto) Ooohhh... Oooohhh... Sííí... Ella es mi hijaaaa...
Félix al saber que esa era su amiga, su polla se pone más dura y la mujer se percataba de aquello.
Félix: Que guapa se ha vuelto Romi, tiene un cuerpazo divino, aunque no me sorprende, ya que tú eres su madre y todo lo bueno lo heredo de ti...
Lorena: Aaaaahhhmmm... Hhhhmmm... ¿Te-te interesa mi hija?
Félix: Claro que no... Solo me interesas tú y nadie más...
Ella intenta besar al muchacho y él la evita.
Lorena: Entonces... ¿Por qué no quieres besarme?
Félix: Bueno, eso se debe a que estoy a punto de correrme y no...
Lorena: (Interrumpe) Hazlo por favor... Lléname la matriz con tu semen... Quiero sentir como esa leche caliente fluye en mi interior y llena mi vientre...
Félix: ¿Estás segura?
Lorena: Sí...
Félix: Ok... Tú ganas, aunque espero que después puedas continuar.
Lorena: (Sonríe) ¿Por quién me tomas niñito? Esto solo está recién comenzando para mí, yo espero que tú puedas seguirme el ritmo.
El joven comienza a aumentar la velocidad otra vez, su polla salía y entraba con ferocidad, provocando que la mujer grite de placer, él mirándola a los ojos le susurra, –“No solo porque tienes un cuerpo increíble me gustas... No, claro que no... Me gustas porque recibes y aguantas mi verga como una campeona... Y además me pides que te siga cogiendo bien duro... Ninguna otra mujer será capaz de complacerme como tú lo haces Lorenaaaaaa..."-
El muchacho comenzaba a correrse, la Milf al sentir esos chorros abundantes, calientes y espesos invadiéndola por dentro, también llega al orgasmo. Ambos se corrían en una gran cantidad, al terminar, la mujer besa al jovencito, como si le estuviera dando las gracias por darle el mejor sexo de su vida. El celular de Lorena sonaba, pero ella no le daba importancia, no quería que nadie la interrumpida de la fantástica noche que estaba teniendo con su joven amante.
La Milf aún se sentía mareada por la corrida que acababa de tener, sin embargo, se pone de pie en la cama para poder montar esa monstruosa polla, la cual estaba erecta y lista para continuar satisfaciéndola. Ella se muerde los labios y toma ese miembro entre sus manos, a pesar de que era una noche bastante helada, ambos tenían sus cuerpos calientes y ese pene parecía estar ardiendo, su forma de palpitar, enloquecía más a la mujer. Su respiración se aceleraba mientras guiaba la pija del muchacho a su vulva de nuevo.
Al tenerla a centímetros de su vagina, su cuerpo entero tiembla por unos segundos, preguntándose, cómo podía caber esa enorme tranca dentro de ella. Él admiraba ese culo maduro, esperando tener una oportunidad para jugar con él, al darse cuenta que la mujer tiritaba, le consulta si se encontraba bien, a lo que ella responde de forma inocente, –“¿En serio tuve todo esto dentro de mí?”-, Félix suelta una corta carcajada y contesta de forma fanfarrona.
–“¿Hasta ahora te estás dando cuenta de lo grande que es mi verga? Quizás no sea la más cómoda para tenerla dentro de ti, pero estoy seguro que es la que más te ha hecho gozar”-, Ella voltea su mirada hacía donde el jovencito y con una sonrisa coqueta, se la introduce de nuevo. –“Oooooohhhh”- exclamaba, al mismo tiempo que bajaba y se ensartaba toda esa pija. Moviendo sus caderas lentamente, le meneaba su cola al muchacho, quien disfrutaba sentir como los músculos vaginales de la mujer apretaban y se adaptaban una vez más a su verga.
Él toma la cintura de la Milf y ella apoya sus manos en la cama, inclinando su cuerpo hacía atrás. Los jadeos aumentaban y el teléfono de ella volvía a sonar, una vez más ella lo ignoraba. Experimentaba un gran cosquilleo y excitación, al sentir como esa polla juvenil salía, entraba y golpeaba fuertemente su vientre. Comenzaba a perder la noción del tiempo, todo era gemido y gritos de placer, hasta que de nuevo suena el celular de la Milf. Lorena esta vez coge su celular y ve quién la llamaba, era nada menos que Eduardo, al ver que se trataba de su mejor amigo, contesta la llamada en alta voz.
Lorena: (Agitada) Aló... Eduardo...
Eduardo: Hola Lorena, disculpa que te moleste, pero necesitaba hablar un rato contigo.
Lorena: Hhhhhmmm... Dime... Oooohhh...
Eduardo rápidamente se percata que no eran normales los sonidos que producía su amiga, además que de fondo se escuchaba claramente los jadeos de alguien y ese chocho siendo embestido. Sin embargo, Eduardo no quiso pensar o imaginar que su amiga estaba cogiendo, tal vez lo hacía por ingenuidad o porque no quería aceptar que Lorena era una puta. Con el silencio que mantuvo el hombre, se escuchaban más claros los aullidos de ambos amantes.
Eduardo: Lorena, al parecer estás muy ocupada, ¿verdad?
Lorena: Oooohhh, sí, sí, sí... Estoy muuuuuuyyy ocupadaaaaahhh...
Eduardo: Entonces te dejo y te llamo mañana, ¿te parece?
Lorena: Uuuuhhhggg... Sííí, claro cariño... Mañana en la mañana me llamas mejor... Hhhhmmggg…
Eduardo: Ok, bye.
Lorena: Bye... Besos...
Félix quedo un poco confundido con la llamada, para ser especifico, por la forma en que Lorena se refería al hombre. Celoso y a la vez algo cachondo por la situación le pregunta a la Milf, si ese hombre era su novio, agregando a su comentario, si era tan tonto para no darse cuenta de que le estaban colocando los cuernos.
Lorena: Oooohhh... No, no, no, nooooohhh... Él es mi amigo de la infancia y con quien Romina se quedó a vivir... Hhhmmm... Aquí la única cornuda es tu novia, amor...
Félix: Ya veo... Uuuhhh... Pensé que tenías algo más con él...
Lorena: ¿Y eso te puso celoso?
Félix: Algo, pero a la vez me excito muchoooh...
Lorena: Aaaagghh... ¿Qué te parece que finjamos que era mi novio?
Preguntó sin dejar de brincar sobre ese pene.
Félix: Eres muy pícara, Lorena.
Lorena: ¿Eso es un sí?
Félix: Así es preciosa.
Contestó el chaval.
Lorena: Oh mierda, Féliiiiiix... Sigue ensartando tu vergota en mi coñoooooohggg... Que mi novio no usa...
Félix: Ese idiota, no sabe de lo que se pierdeee...
Lorena: Mmmggg... Aaaahhh... Hhhmmm... De todos modos, tu pollón es mucho mejor que el suyooo...
Lorena le encantaba ser una puta infiel, aunque era solo un juego, su cuerpo y su mente disfrutaba de esa idea. Ser la perra de un jovencito mientras su utópico marido estaba de viaje y su hija había salido con sus amigas. Disfrutando toda la noche de una gran y magnifica polla, finalmente ambos volvieron a correrse. Ella se recostaba cansada en la cama y veía como el muchacho se aproximaba de nuevo y le introducía esa pija en la vagina otra vez.
Félix la embestía fuertemente y la Milf solo gozaba, estuvieron así por un buen rato, hasta que las piernas del joven empezaron a temblar, estaba vez saco su miembro y baño en semen a la madura. Lorena limpia con mucho gusto el pene que la había hecho disfrutar toda la noche y alimentado. Él bastante satisfecho se viste y luego se acerca a la mujer para despedirse de ella con un beso apasionado.
Félix regresa al apartamento de su padre, entra sigilosamente, pues imaginaba que tanto el hombre como su novia, se encontraban durmiendo. Sin embargo, la muchacha se encontraba mirando la televisión, esperando a que él volviera. Ella al mirar al joven, muestra un rostro de molestia y dice en un tono enojado –“Menos mal que solo fuiste por azúcar”-, él tragando saliva le pide disculpa a Sofía, argumentando que tardo, porque estuvo ayudándole a su vecina a destapar su cañería.
La muchacha fingiendo que se había creído aquella excusa, le pregunta si destapó la cañería, a lo que Félix sonriendo contesta, –“Quedo como nueva”-, el joven rápidamente se va al baño en donde se mira en el espejo, aún sin creer la fantástica cogida que había tenido con Lorena. Por otro lado la Milf, acostada en su cama aún con el cuerpo cubierto de semen y con su coño soltando esperma, pensaba en la experiencia que acababa de tener y preguntándose si algo así se volvería a repetir.
En la mañana, la mujer se despierta y toma una ducha, quitándose todo el semen de la noche anterior, pero la vergüenza y el arrepentimiento la invadían. No podía creer que se había dejado llevar por su calentura y cogió con un jovencito. Se seca el cabello y su cuerpo, que poco a poco comenzaba a calentarse, al recordar como gozo durante la noche. Sentándose en su cama, trata de no confundirse y no volver a caer en ese deseo lujurioso. La mujer se viste y sin tomar desayuno planeaba salir, para no encontrarse con Ricardo, mucho menos con Félix o la novia de este.
No obstante, cuando estaba a punto de abrir la puerta, escucha unos golpes en ella, nerviosa traga saliva, sin saber qué hacer. Abrumada suspira y abre la puerta, esperando que no fuera Félix quien tocada. Para su fortuna solo se trataba de su vecina del piso de al lado, la cual era ya una mujer mayor y solía ir a encargarle unas compras, para así evitar hacerlas ella. La Milf como siempre, le sonríe a la señora, tomando la lista, sale de su apartamento.
La mujer decide irse caminando a su trabajo, tenía muchas cosas en qué pensar y una caminata le daría más tiempo para aclarar sus ideas. Sin embargo, durante todo el día anduvo distraía, no podía dejar de pensar en el muchacho y en la cogida que tuvo con él. Se preguntaba a ella misma, ¿por qué no podía sacarse de la cabeza a ese chico?, si solo cogieron por calentura, pero cada vez que argumentaba aquello, la imagen de él, diciéndole que estaba loco por ella, aparecía.
Divagando en sus pensamientos no se percata que su celular vibraba sobre la mesa. Quien llamaba era Eduardo, él intentó inútilmente varias veces más comunicarse con ella, sin embargo, la Milf jamás le contesto. Luego del trabajo, ella tenía la intención de irse caminando hasta una de las tiendas para comprar los encargos de su vecina y después tomar un taxi. No obstante, una compañera de trabajo se ofreció a llevarla a la tienda y pasarla a dejar en el edificio donde vivía.
Mientras se dirigían a la tienda, la mujer estuvo callada, observando por la ventana las gotas de lluvia. Ella realiza la compra de la lista que le entregó su vecina y regresó al coche de su colega, la cual rompió el silencio, preguntándole, si había pasado algo en sus vacaciones. Lorena la miro y dudo en decirle todo lo que vivió en ese viaje, pero sus labios no podían mantenerse sellados y necesitaba que alguien le diera algún consejo sobre lo que estaba experimentando.
Lorena: Ni te imaginas de las cosas que hice Juliette. Pero en resumen, cogí, discutí con mi hija y una vez más, huy del hombre que creo amar.
Afirmó llevando su pelo hacía atrás con la mano derecha.
Juliette: Espera, ¿qué?
Dijo la mujer perpleja y estacionándose de golpe.
Juliette: ¿Co-cómo es eso que cogiste?
Lorena: ¿Tanto de asombra que haya follado?
Enunció con una sonrisa caprichosa.
Lorena: Entonces ni me imagino, cómo te colocarías si te dijera que anoche un niñato bien dotado me partió el coño.
Añadió inconscientemente.
Juliette: ¡¿Quééééééé?!
Gritó la francesa sin creer lo que había oído, Lorena dándose cuenta que habló en voz alto y no lo pensó, se sonrojó y se cubrió la boca.
Lorena: O-olvídalo, ¿por qué no conduces mejor y vas a dejar?, que doña Léonore debe estar esperándome por sus cosas.
Juliette: Nooooo, no me voy a mover de aquí hasta que me expliques eso último.
Lorena: Oh vamos, si no fue la gran cosa.
Refutó la Milf tratando de librarse de la bomba que había soltado.
Juliette: Sí claro, luego de haberlo dicho sarcásticamente, como si quisieras presumirme que cogiste con ese jovenzuelo, vienes a decirme que no fue la gran cosa. Deja de ser mojigata de cuéntame de tu joven amante.
Lorena tapándose el rostro con sus manos, suspira. Tras unos segundos de silencio, empieza a relatar su encuentro sexual con Félix. Al ir rememorando esa experiencia, su cuerpo fue calentándose y su vulva juguetona, comenzaba a desear esa polla con vehemencia. Al terminar de contar todo, ella bajó la ventana, para que el aire calmada su calentura. Juliette también sintió ese ardor en su cuerpo, por imaginar cada una de las escenas que le describió la Milf.
Juliette: Dios mío Lorena, que afortunada eres.
Lorena: ¿Tú crees?
Juliette: Obvio, cualquier soltera daría por estar en tu lugar.
Comentó con cierta envidia.
Juliette: Además se nota que tienes loquito a ese muchachito y tú quedaste muy a gusto con él.
Lorena: Sí, (mordiéndose los labios) debo admitir que me gustó como me hizo ronronear anoche. Jamás me habían cogido de esa manera, tan dulce y salvaje a la vez, sentía su amor y deseo por mí, algo que solo había experimentado por separado.
Confesó completamente cachonda y anhelando poder probar esa polla otra vez.
Juliette: Entonces, no hay tiempo que perder, amiga.
Aseveró pisando el acelerador y retomando el camino.
Juliette: Una vez que le des las cosas a tu vecina, ve donde ese jovencito, disfruta de su pollón de nuevo y mañana me cuentas absolutamente todo.
Expresó emocionada, esperando ansiosamente escuchar esa nueva experiencia de la Milf con el joven. Esa motivación contagiaba a Lorena, quien ya no veía con malos ojos continuar con su aventura. Al llegar al edificio, la mujer se baja y solo escucha palabras de alientos de su compañera de trabajo. Después de entregarles las cosas a su vecina, la madura se suelta el cabello y desbrocha un botón de su blusa, regalando así una mejor vista de sus enormes encantos.
Ella antes de dirigirse hacia el apartamento de Ricardo, pasa al suyo para dejar sus cosas. Una vez hecho esto, se desliza donde su vecino, esperando encontrar al muchacho. Apenas golpea la puerta, su deseo se hace realidad, Félix abre y al verla queda pasmado, ella sonríe por el efecto que había causado en ese jovencito. –“Hola Félix, ¿puedo pasar?”- consultó con una voz engatusadora, el chaval solo movió la cabeza de forma afirmativa, sin dejar de apreciar esos senos.
La Milf entró y al ver que nadie estaba alrededor, le da un piquito al hijo de su vecino, que con solo sentir esos labios se le puso erecta. La mujer al percatarse de ese bulto se le dibuja una sonrisa y con sus uñas le raspa ese tronco, –“Creo que alguien está muy contento de verme”- susurró mordiendo su labio inferior. Ella meneando su cola camina hasta la mesa, se sienta en una de las sillas, mirando fijamente a su joven amante, él aún confundido, se le aproxima y le pregunta, qué estaba haciendo ahí.
–“¿Qué estoy haciendo aquí? Déjame pensar. Hhmmm…”- dijo irónicamente, –“Viene a verte a ti, tontito. Anoche me dijiste que yo no era un capricho tuyo, así que vine a comprobarlo”- complementó, pasando su dedo índice desde el pecho del chico hasta su ombligo. Félix se mostraba dócil a diferencia de la noche anterior, aunque esa actitud se debía a que tenía miedo a que sean atrapados, todo lo contrario le ocurría a la madura, que se sentía increíblemente cachonda con el riesgo de que los descubran.
Lorena: Por cierto, mi niño lindo, ¿en dónde está tu padre?
Consultó agarrando ese miembro que todavía estaba oculto por la tela del pantalón y lo pajea agresivamente.
Félix: Aahhgg… Pa-papá, salió co-con unos amigos.
Respondió tratando de ocultar sus gemidos.
Lorena: Ya veo, ¿y la cornudita?
Félix: Aahh… Hmmmgg… E-en el ba-ba-baño…
Tartamudeó sintiendo que pronto iba a explotar, manchando así su bóxer y pantalón.
Lorena: Uuff… Mi amor, estás a punto de acabar y eso que solo estoy usando mis manos.
Félix: Va-va-vamos a tu apartamento… Ooohhh… Po-por favor…
Lorena: Nop, hoy lo haremos aquí, mi chico pijudo.
Expresó sonriendo y allegando su boca a ese tieso pene.
Félix: Pe-pero Lorena, nos van a de-descubrir.
Lorena: Lo sé y eso me calienta mucho.
Contestó lamiendo y mordiendo esa polla sobre la tela del pantalón.
Félix: Jo-joder, ¿qué pasa hoy contigo?
Interpeló con las piernas temblando.
Lorena: Ya te lo dije, solo quiero comprobar si en verdad no soy un capricho para ti.
Manifestó sonriente.
Lorena: Si en verdad me amas, te vas a bajar el pantalón y me dejarás jugar con tu verga, corriendo el riesgo con que tu novia nos atrape.
Agregó acelerando el movimiento de sus manos. Félix no tenía otra escapatoria que hacer lo que le pedía la mujer y a pesar de que no quería aceptarlo, esa locura le encantaba. Quería correr ese riesgo, porque la adrenalina que sentía era un gozo fabuloso, algo que jamás había experimentado. La Milf pensó que él no se iba a atrever a realizar su petición, por lo que su rostro fue de total sorpresa, cuando el muchacho se bajó el pantalón y liberó su tranca.
–“Guao, sí que me quieres”- aseguró admirando ese mástil de carne, todo venoso y la cabeza cubierta de esperma. –“Por ti, daría hasta la vida”- declaró el chico, acercando su verga a los labios de la madura. Lorena respiró profundamente y se embriagó con el hedor de ese pollón, relamiendo su boca, le pregunta al jovencito si quería una mamada o una paja con sus tetas. Félix no lo dudo y le solicitó un masaje por esos gordos y redondos melones.
Ella sonríe e inicia a desabrocharse lentamente su blusa, al tenerla completamente abierta, se aproxima a ese fierro ardiente. Aunque era un poco molesto mantener su sujetador puesto, prefirió no sacárselo y abrazar esa morcilla con sus senos. El muchacho bufó, mientras veía desaparecer su pene entre esas tetazas, la Milf excitada le da un beso a la glande y pasa su lengua entre los labios, para saborear ese líquido pre seminal. El sabor de ese semen le parecía un manjar exquisito, por lo que empieza a mover sus tetas.
Félix ahogaba sus gemidos, pero más de alguno se le escapaba, la mujer cada vez iba aumentando la velocidad de su paja y su saliva recorría por su barbilla, quería tener todo ese troncazo en su garganta otra vez. Sin embargo, tenía que mostrarse fuerte y resistir, enseñarle al chaval que ella no era una putilla sumisa. Así que solo se limitó a usar sus senos, el jovencito no soportó más y empezó a eyacular entre esos cálidos y suaves algodones.
Momento preciso en que Sofía abre la puerta del baño, no obstante, la muchacha no sale, dándole tiempo a los dos amantes para que se vistieran. Lorena aún quería jugar con él, por lo que se queda sentada en esa silla, Félix algo nervioso se sienta al lado de su vecina. Sofía al ver a su novio al lado de la mujer, queda extrañada, trataba de entender qué hacía esa madura al lado de él. Pero antes de que dijera algo, la Milf sonrió y comentó, –“Ya era hora que salieras del baño, vine a hacerle la cena, sin embargo este pequeñito, no quiso elegir un platillo sin oír tu opinión”-
La morenita quedó sin palabras, mientras pensaba qué decir, la mujer con su mano derecha acariciaba juguetonamente la verga de Félix, provocando que una vez más se le fuera colocando dura. Aquel momento incomodo de la joven es interrumpido por su celular, el cual comienza a sonar, ella excusándose que tenía que atender la llamada, se encierra en la habitación sin decir nada más. Lorena mira al muchacho y mordiéndole los labios le murmulla, –“¿Qué te parece si hago pasta?”-
Félix: Me parece genial.
Lorena: Bien, te lo preparare, pero tendrás que ser mi ayudante, ¿ok?
Félix asiste con su cabeza, entonces la mujer se coloca de pies y camina hasta la cocina, él siguiéndola observa ese firme trasero. Su objetivo después de haber hecho suya a esa Milf, era penetrar ese culito, no obstante, para tenerlo, debería cruzar una serie de retos que esa traviesa madura le iba a ir colocando. –“¿Dime qué tengo que hacer?, para que me des ese culito”- le murmuró en su oído a la vez que mordía su lóbulo y ella amasaba la masa para la pasta.
–“Veo que estás muy ansioso, pero deberás esperar a que termine con la masa”- le contestó sumergiéndose más en el libido. Sentir ese tronco entre sus nalgas, solo incrementaba sus ganas de copular, sin embargo, se mantenía firme en su idea de no dejar que ese chiquillo controle la situación. Al terminar de preparar la pasta, sigue con el acompañamiento, el muchacho se impacientaba, por no poder hacer nada con semejante hembra a su lado.
Lorena: Con los brazos cruzados no vas a hacer nada más que esperar cariño, en cambio sí me ayudas con algo, estoy segura que podrás hacer méritos para que te diviertas con esto que anhelas.
Expresó moviendo su cola.
Félix: Lorena, soy un verdadero asco en la cocina, así que solo puedo ayudarte dándote los ingredientes y nada más.
Lorena: (Ríe) No sé cuántas veces he oído esa excusa, aunque debo admitir que es la primera vez que siento un poco de lástima, porque no quiero que esto termine como una corta aventura.
Félix: ¿Y por qué va a terminar así?
Lorena: Porque a mí me gustan los hombres que saben cocinar.
Afirma volteando para mirar al jovencito.
Lorena: Si no aprendes a cocinar, olvídate de tener una oportunidad seria conmigo.
Añadió tajantemente. Para su sorpresa, el chaval tomó unos condimentos y empezó a preparar una salsa, la cual no tardó en tenerla lista. Tomando una cucharita, hace degustar a Lorena su preparación, la Milf abre su boca y prueba esa espesa pero fina y delicada salsa, quedando completamente maravillada. Él sonriendo, la toma de la cintura y le confiesa, –“Mentí, soy muy buena en la cocina en realidad, llevó cocinando desde que me fui a Alemania y desde entonces, he ido puliéndome como cocinero”-
La mujer no podía sacarse ese gusto meloso y a la vez picante de su boca, hacía que su cuerpo que ardía, entrará en una erupción. –“Fé-Félix”- balbuceó, antes de besarlo y perderse en esos labios por un buen rato, cuando se separaron, él le revela que su salsa era afrodisiaca. –“Bien, ahora que está todo listo, ¿cuál es mi primera prueba que debo pasar para poder tener tu culito?”- preguntó, sobando su rabo entre los muslos de la madura.
Lorena: Deberás cargarme y dejarme sentada en el mesón, para luego besar por cinco minutos.
Félix: ¿Solo 5 minutos? Porque podría estar por una hora comiéndote la boca.
Aseguró de manera fanfarrona, mientras cargaba a la Milf y sus labios coquetamente se rozaban. Al quedar sus posaderas en el mesón, abrió su boca para recibir esa lengua candente. Estas se enroscan y sus labios se apretaban con una mezcla de ternura y locura, los dedos de la mujer iban bajando ese pantalón para volver a agarrar ese trozo de carne. Con una mano masajeaba ese tronco y con la otra raspaba esos huevos hinchados, haciendo que él se quejara.
El beso parecía interminable, cuando él pensó que habían llegado al tiempo establecido e intentó separarse de esos labios carnosos, la Milf con sus piernas lo sujeta de la cintura para que continuaran con ese intercambio de saliva y sus lenguas unidas. Félix entendió que ella quería seguir con ese beso apasionado, abrazándola, la apega más a él, sin embargo, serían interrumpidos por el sonido del celular del muchacho. Con sus babas extendiéndose, él coge su móvil y contesta, quien lo llamaba era su hermana Lily.
Lily: Hola hermano, ¿cómo estás?
Félix: Hola hermanita, bien, estoy estupendo y ¿tú?
Dijo entretanto observaba descender a la madura y colocarse de rodillas.
Lily: Algo triste hermano.
Félix: ¿Ah, sí? ¿Y eso por qué?
Apreciando cómo su verga comenzaba a desaparecer dentro de esa fabulosa boca.
Lily: Porque no he podido verte hermano.
Félix: ¿Po-po-por qué no vi-vi-vienes mañana? Aahhh…
Lily: Ay hermano, tú sabes, que desde que mamá se divorció de papá, no me deja ir allá, o sino ya hubiera estado desde el primer día, para ver y consentir a mi guapo hermano.
Félix mordía sus labios, tratando de acallar sus suspiros y poder responderle a su hermanita.
Félix: ¿Q-qué te pa-pa-parece que ma-ma-mañana nos junte-te-temos en un lugar?
Lily: Genial hermano, no te imaginas lo emocionada que estoy por verte, por cierto, suenas muy raro.
Félix: E-e-eso es porque me has llama-ma-mado en un momento inopo-po-portuno. Ooohh Dios…
Exclamó al ver todo su pene dentro de esa garganta y sus pelotas eran apretadas.
Lily: Ay Félix, serás guarro, no puedes decirle a Sofía que te deje tranquilo un momento, para que hables con tu hermosa hermana.
Félix: ¿So-Sofía? Nooooo… Hermanita, ella y yo terminamos.
Lily: Hermano espero que no estés entonces con una putilla ahora, porque eso si que sería decepcionante.
Félix: Uuufff… No, estoy con mi nueva novia.
Afirmó, mientras Lorena recorría todo ese tallo con su lengua.
Lily: ¿Nueva novia? ¿Tan pronto te conseguiste una?
Félix: Sí y no te imaginas quién es.
Enunció con una sonrisa, la Milf solo se reía con los disparates de ese muchachito, agarrando de nuevo ese mástil con sus manos, empieza a engullírselo otra vez dentro de su garganta. Ella mama con un ritmo infernal que dejó a Félix tiritando y le tuviera que cortar a su hermana, la mujer siguió con su ordenamiento hasta que obtuvo lo que buscaba, todo una descarga de esa cálida leche dentro de su boca.
Félix: A-ahora vamos a tu apartamento.
Suplicó agitado, ella degustando le dice que no, que si quería coger, buscada un lugar de ahí para hacerlo. –“Por cierto, ¿cómo que soy tu novia? Que yo sepa en ningún momento acepté ser algo tuyo y mucho menos has terminado con la cornudita”- manifestó terminando de saborear el semen de su boca. –“No, pero terminaré con ella cuando tenga que irse y entonces tú serás mi novia”- dice galante, –“¿Y qué te hace pensar que aceptaré ser tu novia?”- preguntó, levantándose.
–“Porque voy a conquistarte todos los días. Además sé que la cocina es tu debilidad”- le susurró. Ambos acomodan su ropa y llevan los platos a la mesa, para sorpresa de los dos la joven todavía seguía en el cuarto. Cuando Félix golpea, ella se coloca algo nerviosa y después de unos minutos sale. Mientras tanto Lorena buscaba unos vasos en la cocina, al regresar contempla, como la actitud de esa muchacha era una hostil y parecía estar burlándose y humillando a Félix.
Cuando Sofía ve a la madura, otra vez su personalidad cambia y la niña buena que no mata a una mosca, se hacía presente. Algo raro estaba pasando en esa relación, que ella ignoraba y quería averiguar. Por lo que se sienta al lado de esa muchacha y queda al frente de Félix. A la vez que hablaba con ella para sacarle algo de información, con su pie tocaba la pija del joven, haciendo que él se comporté extraño ante los ojos de Sofía. Sin darse cuenta, Lorena le baja el pantalón a Félix y libera esa verga que esta dura.
Por suerte el muchacho logró ocultar su miembro de la vista de su novia, sin embargo, no pudo contenerse a esas acaricias de ese pie y soltó unos chorros, los que cayeron a la mesa. Sofía confundida, le pregunta a Félix, qué era eso, a lo que la Milf responde, –“Debe ser salsa”- a la vez que se levantaba y camina donde él. Tomando ese pequeño charco entre sus dedos, lo lleva a su boca, saboreándolo, confirma lo que había dicho, –“Bueno, me tengo que ir, nos vemos mañana Félix, espero que me des más de tu salsa”- comenta con una sonrisilla y acariciando esa flácida polla.
Ella se retira, satisfecha con lo que había vivido esa jornada, esperando que el próximo día fuera tan intenso como los dos anteriores y pudiera seguir divirtiéndose con el hijo de su vecino. No obstante, una visita cambiaría las cosas, por otro lado Eduardo se entera de dos impactantes verdades, luego de una candente pijamada que hubo en su casa.
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¿Será que por fin Lorena encontró su pareja? En fin, espero que le haya gustado este relato y gracias por el apoyo.
1 comentarios - Deseo Prohibido: Capítulo Xl:
Eduardo ama a Lorena, pero ella amará realmente a alguien? Aunque a su amiga le dice que huyó del hombre que "cree amar". Quizás solo necesite y se coforme con que cualquiera le llene la concha de vez en cuando hasta el fin de sus días y punto. 😎