Siempre sospeché que mi mujer me engañaba con otros pero nunca lo comprobé o no quería saberlo. En fin, todo tiene su primera vez y así fue la mía como cornudito.
Revisando su celular (quién no lo hizo?) le descubrí un chat con un chico que iba al mismo gimnasio que nosotros, un chico joven (ella es joven, ahí tenía 25 años y tiene una colita hermosa) con el cuerpo bien trabajado, el típico canchero.
Ya para esa época yo me mataba a pajas mirando porno de cornudos, y vi una oportunidad única: le personaba solamente si avanzaba con el chico y me confiaba todos los detalles, que sería su permitido.
Ella al principio dudó, no me creyó, pero como le hablé con claridad y sinceramente, después de unos momentos aceptó y me contó cómo venía la mano con este flaco. Ahí se abrió un mundo nuevo para mi: que mi mujer me confíe sus experiencias sexuales.
Resulta que el vago le venía chamullando y a ella le gustaba, pero que aun no se habian visto, y además ella estaba con el período esa semana. Yo la alenté a que le de cuerda y resulta que la muy putita le dijo que como estaba descompuesta, solo podria hacerle un pete en el auto si quería. Obviamente el vago aceptó, y arreglaron que la pasaría a buscar de inglés y la llevaría a algún lugar.
Yo le di permiso y confianza, y ella estaba entusiasmada, el vago le calentaba en serio. A la salida del gym se fue a inglés y quedaron en que él la pasaría a buscar, y yo la esperaría en casa re caliente. Se fue en calza apretada y un poquito nerviosa por el hecho de tener que contarme todo.
Finalmente me llegó sus mensajes de que ya estaba por irse con el flaco, que en una hora estaba en casa. La mezcla de sensaciones que yo tenía era muy fuerte, que las fantasías pasen a la realidad es algo que pone nervioso hasta al más morboso, pero la calentura me podía más. Al cabo de los minutos, me dijo que ya estaba volviendo, y que me contaría todo; para ese momento yo tenía la pija que me explotaba.
Abrió la puerta, y la muy hija de puta estaba sonriendo! Estaba chocha. Me contó que el vago la llevó en el auto a un lugar oscuro, que chaparon y al toque se empezaron a mandar mano. Él peló la pija al toque y ella se puso a mamar mientras él le manoseaba las tetitas y el culo. Mi mujer le chupó la verga con ganas pero no acababa nunca, entonces ella le pidió la lechita (palabras magicas) y ahí sí le inundó la boquita. Sí, se la tragó toda la trolita, y así volvió a casa.
Esa noche me la cojí como las primeras veces, y con bronca le decía al oído que era una putita chupapija, y así acabamos los dos. Una experiencia real y muy caliente.
Revisando su celular (quién no lo hizo?) le descubrí un chat con un chico que iba al mismo gimnasio que nosotros, un chico joven (ella es joven, ahí tenía 25 años y tiene una colita hermosa) con el cuerpo bien trabajado, el típico canchero.
Ya para esa época yo me mataba a pajas mirando porno de cornudos, y vi una oportunidad única: le personaba solamente si avanzaba con el chico y me confiaba todos los detalles, que sería su permitido.
Ella al principio dudó, no me creyó, pero como le hablé con claridad y sinceramente, después de unos momentos aceptó y me contó cómo venía la mano con este flaco. Ahí se abrió un mundo nuevo para mi: que mi mujer me confíe sus experiencias sexuales.
Resulta que el vago le venía chamullando y a ella le gustaba, pero que aun no se habian visto, y además ella estaba con el período esa semana. Yo la alenté a que le de cuerda y resulta que la muy putita le dijo que como estaba descompuesta, solo podria hacerle un pete en el auto si quería. Obviamente el vago aceptó, y arreglaron que la pasaría a buscar de inglés y la llevaría a algún lugar.
Yo le di permiso y confianza, y ella estaba entusiasmada, el vago le calentaba en serio. A la salida del gym se fue a inglés y quedaron en que él la pasaría a buscar, y yo la esperaría en casa re caliente. Se fue en calza apretada y un poquito nerviosa por el hecho de tener que contarme todo.
Finalmente me llegó sus mensajes de que ya estaba por irse con el flaco, que en una hora estaba en casa. La mezcla de sensaciones que yo tenía era muy fuerte, que las fantasías pasen a la realidad es algo que pone nervioso hasta al más morboso, pero la calentura me podía más. Al cabo de los minutos, me dijo que ya estaba volviendo, y que me contaría todo; para ese momento yo tenía la pija que me explotaba.
Abrió la puerta, y la muy hija de puta estaba sonriendo! Estaba chocha. Me contó que el vago la llevó en el auto a un lugar oscuro, que chaparon y al toque se empezaron a mandar mano. Él peló la pija al toque y ella se puso a mamar mientras él le manoseaba las tetitas y el culo. Mi mujer le chupó la verga con ganas pero no acababa nunca, entonces ella le pidió la lechita (palabras magicas) y ahí sí le inundó la boquita. Sí, se la tragó toda la trolita, y así volvió a casa.
Esa noche me la cojí como las primeras veces, y con bronca le decía al oído que era una putita chupapija, y así acabamos los dos. Una experiencia real y muy caliente.
15 comentarios - Primera vez cornudo conciente (Comodoro Rivadavia)