Bueno hoy les traigo el primer encuentro de Mara y Joaquín, me quedó un poco largo el comienzo, pero ya lo revisaré
Salida de Mara
Mara volvió a casa después de ir al parque con una amiga y se fue a bañar. Después de eso se acostó un rato antes de cenar, era sábado, tenía ganas de salir pero sus amigas no salían.
Maraaa, vas a comer? - le gritó Gabi desde el comedor
Mara no entendía nada, se había dormido muy profundo. Fue al baño a lavarse la cara y cuando pasó por la puerta que iba al comedor escuchó voces. Pasó apurada xq estaba solo con una remera vieja que usaba de pijama.
Después de vestirse así no más y peinarse un poquito se asomó a ver que pasaba, encontró el comedor lleno de gente. Gabi había invitado a sus amigos a cenar, había 2 chicas y 4 chicos, los conocía a todos, ya que estudiaban con su hermana y solían juntarse
Al fin te despertaste nena - dijo Gabi - vamos al quincho así no molestamos a los vecinos.
Mara se sumó a la banda de chicos, ella era unos años más chica que todos, ya que Gabi le llevaba 2 años.
Cenaron y rieron, empezaron a tomar y a reír más fuerte. Cerca de las 12 estaban todos muy alegres, quizás por la bebida, aunque no habían tomado demasiado. Los amigos de Gabi le preguntaban a Mara si pensaba salir, y ella comentó que no tenía con quién.
Listo, venís con nosotros - dijo Gabi
Como ella era de seguir a la hermana aceptó y se fué a cambiar.
A la media hora apareció en el salón con una remera con un poco de escote, unos shorts blancos que le marcaban el hermoso culo que tenía y dejaban al descubierto todas sus largas y torneadas piernas, y para rematar unos zapatos con taco que la hacían ver más alta y hacían que sus piernas se vean mejor aún.
Aaaaa bueno - dijo Mauro, uno de los amigos de Gabi
Estas hermosa - le decía una de las chicas y Mara se ponía colorada de la vergüenza.
Un rato después estaban todos en el boliche, charlando y tomando algo, Mara charlaba con uno de los chicos.
Vamos a bailar - dijo Gabi y la agarró a Mara y la llevó a la pista, las siguieron las dos chicas y dos chicos, bailaron durante un rato y se terminaron las bebidas. Mara ya estaba sintiendo los efectos del alcohol, bailaba y se acercaba de más a su compañero de baile, se hacía la sexy bailando y no sentía vergüenza, hasta que sintió ganas de fumar y salió.
Se prendió un pucho y de golpe apareció Joaquín, uno de los amigos de Gabi, con dos vasos. Le ofreció uno a Mara y se puso a fumar también, el trago era rico, y charlaron. Después de terminar de fumar, Joaquín la invitó a bailar y fueron a la pista de la mano. Mara todavía no había tenido novio, pero ya se había besado con algunos y estaba empezando a sentir curiosidad por los chicos en otras maneras. Mientras bailaban Joaquín le hablaba en el oído xq la música estaba fuerte y a Mara le gustaba, el perfume de él era muy rico, y cuando hablaban, él la tomaba de la cintura.
Estaban bailando y pusieron temas provocativos, y Joaquina la trajo bien cerca, ella se dejaba y además bailaba al compás, se movía de manera sensual y se pegaba a Joaquín, que ya tenía la mano posada en la parte baja de su cintura
Joaquín vió a Gabi y le dijo a Mara
No quiero que tu hermana nos vea así, vamos a fumar?
A lo que Mara accedió sin pensarlo. Una vez fuera, se pusieron en un costado del patio del boliche, dónde nadie los viera, Joaquín sacó dos puchos, le convidó a Mara y se lo prendió.
La miró de los pies hasta los ojos y le dijo
Estás muy linda, ¿sabías?
Mara se puso un poco roja, y le dijo gracias
Querés tomar algo más? - preguntó ella, estaba buscando coraje para lo que suponía que iba a venir y él sin pensarlo dos segundos se dió vuelta y le dijo al de la barra dame dos Smirnoff.
Tomaron una botellita cada uno y brindaron
Por tus piernas - dijo él sin apartar sus ojos de los de Mara y chocaron las botellitas. Seguían hablando muy de cerca, ella tenía su mano sobre el brazo de Joaquín y él tenía una mano en su cintura, el contacto en su piel le hacía erizar los pelos del brazo, sentía hormiguitas en su panza y en su zona baja también. Cuando terminaron el trago, Joaquín pidió permiso y la tomó de la mano y la hizo dar una vuelta. Cuando terminó de girar, la tomó de la cintura y la trajo bien cerca, y al oído le dijo
Tenés una cola hermosa - y pasó su mano sobre uno de sus cachetes, sin apretarle la cola, pero ella lo sintió y un volcán hizo erupción en su interior.
Vos también - dijo ella y le agarró el culo fuerte. Y ahí se comieron la boca, Joaquin la apretó fuerte contra su cuerpo y ella lo tenía agarrado de un brazo y del culo
Vamos arriba? - dijo él, era la zona oscura del boliche, dónde las parejas iban a disfrutar de un poco más de intimidad. Ella lo miró a los ojos y asintió mordiéndose el labio.
En menos de dos minutos llegaron al piso superior, tenía una pasarela que conectaba los dos lados de la planta superior y de un lado había una barra y del otro unos sillones con muy poca luz. Joaquín la guío hacía la barra y pidió otra botella de lo mismo, la compartieron dirigiéndose hacía la zona más discreta. Cuando estaba cerca de los sillones, Mara sintió que Joaquín frenó de golpe, la tomó del brazo y la puso contra la pared, y ahí no más le comió la boca. Mara le contestaba los besos y se apoyaron el uno en el otro, casi frotándose un poco, por ahí paraban para darle un trago a la bebida y seguían con sus besos apasionados.
A Mara le gustaba mucho tocarle el culo a Joaquín y él se sentía atraído por su cola. Ya habían tomado bastante y ella estaba bastante excitada, así que no dijo nada cuando Joaquín intentó meter su mano dentro de su short, sus dedos tomaron toda su nalga derecha, sin ropa de por medio, después empezó a recorrer hasta llegar a la parte trasera de su tanga y jugaba con el elástico. Esto la puso a mil, así que empezó a tocar por arriba del pantalón el bulto de Joaquín, no tenía muchas formas de comparar pero parecía grande desde afuera.
Él, viendo que ella también se animaba, la empezó a besar por el cuello y fue bajando por su escote, con la mano libre, le corrió el bretel y la manga de la remera, del hombro, dejándolo al desnudo y dándole muchos besos. Sacó la mano de dentro del short y empezó a subirla por la espalda de Mara, pero por el lado de adentro de la remera, hasta que se topó con el corpiño.
Ella respiraba agitada e inclinaba el cuello para dejarle camino libre a Joaquin, que entendió la señal y se lanzó, empezó a besar el hombro de Mara, fue hasta el cuello y empezó a bajar, a medida que bajaba iba corriendo de a poco la remera, con su mano derecha que estaba en la espalda de Mara, buscó desabrochar el corpiño, pero no encontró el broche. Ella se dió cuenta y se le escapó una risita, Joaquín se puso rojo y la miró a los ojos, los dos querían seguir, pero él le dijo si quería ir a fumar…
Ella dudó, miró al suelo, lo miró a los ojos y dijo no, con la cabeza, lo agarró de la cintura y lo trajo acercó de nuevo y volvió a besarlo.
Sin pensarlo Joaquín atacó con sus dos manos la cola de Mara, la apretó contra sí, como si quisiera fusionarse con ella y ella sintió toda la longitud de su miembro apretado contra su panza. Después Joaquín con la plana de su mano izquierda tocó el abdomen plano de Mara, hundió sus dedos un poco en su panza y los metió por debajo del elástico de su bombacha, en ese momento Mara empezó a sentir oleadas de sensaciones. Él bajaba muy despacio con su mano, primero por la zona baja de su abdomen, seguido su vientre y hasta que hizo contacto con un pequeño y recortado triangulito de vello púbico. Ahí se detuvo unos segundos para dibujar formas con sus yemas y seguir bajando, hasta que encontró el botoncito de Mara, estaba hirviendo, duro y húmedo. Cuando lo tocó, Mara dió un gemido ahogado por el beso de J y por suerte para ella, la hermana de Joaquín le había explicado como debía tocarse.
Primero fue un contacto ligero, cuando descubrió lo que buscaba empezó a frotarlo con movimientos de arriba a abajo, lo masajeaba, después dibujaba círculos con su dedo para un lado y para el otro. Mara estaba encorvada haciendo movimientos pélvicos, que seguían el ritmo de las caricias.
Joaquín cuando encontró un ritmo volvió a darle besos en el cuello y en dirección a el escote de Mara. Empezó a bajar por el hombro desnudo y en dirección a lo que prometía ser una hermosa teta, de tamaño que entraba en una mano, pero firme! Cuando estaba cerca de su objetivo, con la mano que le quedaba libre, corrió la remera y el corpiño y se llevó todo el pezón a la boca. Primero le dió un chupetón, como de bebé hambriento y cuando lo liberó y pudo verlo empezó a hacer ritmos, un toque en el clítoris con el dedo, seguido de un toque en el pezón con la lengua y así a cambiar dos lamidas seguidas de dos toques, hasta que dejó el pezón dentro de su boca y lo masajeaba con la lengua y dejó su dedo medio apoyado en el clítoris de Mara y con fuerza dibujaba círculos sin darle tregua.
La chica explotó en un orgasmo que fue acompañado por espasmos y gemidos, que gracias a la música sólo los escuchó J, mientras bajaba el ritmo de las caricias ella había puesto su mano sobre la de él indicando que pare y lo besó fogosamente.
Joaquín guardó la teta de Mara dentro de la remera y sacó la mano de dentro de su short, ella se acomodó un poco y volvió a besarlo. Estuvieron así un minuto y su mano bajó al miembro de J, lo tocó por fuera del pantalón, recorriendo lo de arriba a abajo, un par de veces hasta que él se desabrochó el botón, dándole espacio para poder tocarlo. Mara había tocado algún otro pito, pero nunca había hecho lo que iba a hacer ahora, metió su mano por dentro del jean de J y primero sobre su boxer volvió a tocar esa lanza que le parecía enorme ahora, iba hasta la base y subía, se dió cuenta que casi se salía por el elástico del bóxer así que metió la mano dentro y lo agarró. En el momento no le pareció raro, pero estaba totalmente libre de pelos, sintió su calor, como palpitaba, pero estaba un poco incómoda, así que lo guío hasta un sillón y se sentaron.
Joaquín ayudado por el alcohol se sentó y se bajó el jean dejando su aparato totalmente expuesto, a lo que Mara lo miró, ya que nunca había visto así tan de cerca, lo agarró y despacio empezó a masturbarlo. Subía y bajaba, a ella su hermana le había dicho algún movimiento que ella solía usar ( Gabi era mucho más lanzada y le gustaba mucho estar con hombres) así que le contaba a su hermanita para que sepa y esté preparada. Daba 4 subibaja cortitos en la punta y después hacía algunos largos hasta la base. J estaba extasiado, pero no podía quedarse quieto, así que buscó tocar a mara de nuevo, primero le agarró la cola, pero al estar sentados no era lo mismo, así que la beso y fue al frente del corpiño a buscar el gancho esta vez. Mara sintió que sus tetas quedaban un poco más libres sin el corpiño apretado, sus lenguas se enredaban en sus bocas y sus manos se exploraban. Joaquín sabía que no iban a tener sexo allí, pero si la iba a pasar bien.
Mara hizo un movimiento y dejó sus dos tetas al aire, ya había mirando y no creía que nadie la vea, entonces las manos de J atacaron sus pezones y empezaron a amasar sus tetas. Ella sabía que eran pequeñas en comparación con las de su hermana, pero a Joaquín le encantaban en ese momento, las apretaba, le pellizcaba los pezones, le hacía círculos con los dedos y todo lo que se le ocurría para hacer que esa chica explote de nuevo. Mara empezó a usar las dos manos para trabajar ese falo, con una le tomaba la base mientras con otra le hacía caricias en la cabeza, y después con las dos lo cubría e imitaba los movimientos de una penetración, hasta que tomó coraje y separó la boca de los labios de Joaquín y bajó a darle un beso a ese monstruo que tenía en manos, nunca lo había hecho pero no sería tan difícil, primero lo besó y después abrió todo lo que pudo su boca y lo engullo.
Subió y bajó un par de veces, hasta que le pareció que empezó a latir más rápido y sintió una marea de líquido espeso en su boca, no lo pensó y tragó lo que pudo y el resto se volcó en la pierna de J, acababa de recibir una descarga de semen en su boca y no había sido tan malo. Levantó la cabeza y Joaquín estaba recostado sobre el sillón con cara de felicidad, ella lo fue a besar y él la recibió sin chistar.
Se me ocurrió- dijo J y la hizo que se sentara a su lado, y después él pasó por detrás de ella. Quedaron los dos mirando para adelante en el mismo asiento, el sillón era amplio así que cabieron, tapó un poco las tetas de mara con la remera y metió una mano en el short y otra en el escote y la empezó a tocar
Vos relajate - dijo J
Ella se dejó hacer sintió como su pezón era prisionero de los dedos de la mano izquierda y sus labios sentían las caricias de la mano derecha. Esta vez, los dedos de J recorrieron toda su vulva, tocó los labios, el clítoris y fue hasta su cuevita y sin pedir permiso, enteraron dos dedos. Rápidamente encontró la zona rugosa y la empezó a frotar, volvía a jugar a los ritmos entre el pezón y su punto g. Le mordía la oreja también y le susurraba, cosas como
Nunca ví nada más lindo que tu cara de goce-
Me encantan tus pezones y me muero por comerte ahí abajo!
Mara no daba más y explotó, otros espasmos y gemidos ahogados por la música y quedó floja, mientras abría los ojos vio que alguien los miraba, pero ya no importaba, xq había valido la pena.
Se acomodaron y salieron a fumar, un rato después encontraron a Gabi en el boliche comiéndose la boca con dos chicos y Joaquín le dijo que iba a llevar a Mara a la casa.
La vuelta fue tranquila, Mara se despidió con un beso y Joaquín le dijo
Mañana paso a la pileta un rato con los chicos, ¿me vas a saludar?
Salida de Mara
Mara volvió a casa después de ir al parque con una amiga y se fue a bañar. Después de eso se acostó un rato antes de cenar, era sábado, tenía ganas de salir pero sus amigas no salían.
Maraaa, vas a comer? - le gritó Gabi desde el comedor
Mara no entendía nada, se había dormido muy profundo. Fue al baño a lavarse la cara y cuando pasó por la puerta que iba al comedor escuchó voces. Pasó apurada xq estaba solo con una remera vieja que usaba de pijama.
Después de vestirse así no más y peinarse un poquito se asomó a ver que pasaba, encontró el comedor lleno de gente. Gabi había invitado a sus amigos a cenar, había 2 chicas y 4 chicos, los conocía a todos, ya que estudiaban con su hermana y solían juntarse
Al fin te despertaste nena - dijo Gabi - vamos al quincho así no molestamos a los vecinos.
Mara se sumó a la banda de chicos, ella era unos años más chica que todos, ya que Gabi le llevaba 2 años.
Cenaron y rieron, empezaron a tomar y a reír más fuerte. Cerca de las 12 estaban todos muy alegres, quizás por la bebida, aunque no habían tomado demasiado. Los amigos de Gabi le preguntaban a Mara si pensaba salir, y ella comentó que no tenía con quién.
Listo, venís con nosotros - dijo Gabi
Como ella era de seguir a la hermana aceptó y se fué a cambiar.
A la media hora apareció en el salón con una remera con un poco de escote, unos shorts blancos que le marcaban el hermoso culo que tenía y dejaban al descubierto todas sus largas y torneadas piernas, y para rematar unos zapatos con taco que la hacían ver más alta y hacían que sus piernas se vean mejor aún.
Aaaaa bueno - dijo Mauro, uno de los amigos de Gabi
Estas hermosa - le decía una de las chicas y Mara se ponía colorada de la vergüenza.
Un rato después estaban todos en el boliche, charlando y tomando algo, Mara charlaba con uno de los chicos.
Vamos a bailar - dijo Gabi y la agarró a Mara y la llevó a la pista, las siguieron las dos chicas y dos chicos, bailaron durante un rato y se terminaron las bebidas. Mara ya estaba sintiendo los efectos del alcohol, bailaba y se acercaba de más a su compañero de baile, se hacía la sexy bailando y no sentía vergüenza, hasta que sintió ganas de fumar y salió.
Se prendió un pucho y de golpe apareció Joaquín, uno de los amigos de Gabi, con dos vasos. Le ofreció uno a Mara y se puso a fumar también, el trago era rico, y charlaron. Después de terminar de fumar, Joaquín la invitó a bailar y fueron a la pista de la mano. Mara todavía no había tenido novio, pero ya se había besado con algunos y estaba empezando a sentir curiosidad por los chicos en otras maneras. Mientras bailaban Joaquín le hablaba en el oído xq la música estaba fuerte y a Mara le gustaba, el perfume de él era muy rico, y cuando hablaban, él la tomaba de la cintura.
Estaban bailando y pusieron temas provocativos, y Joaquina la trajo bien cerca, ella se dejaba y además bailaba al compás, se movía de manera sensual y se pegaba a Joaquín, que ya tenía la mano posada en la parte baja de su cintura
Joaquín vió a Gabi y le dijo a Mara
No quiero que tu hermana nos vea así, vamos a fumar?
A lo que Mara accedió sin pensarlo. Una vez fuera, se pusieron en un costado del patio del boliche, dónde nadie los viera, Joaquín sacó dos puchos, le convidó a Mara y se lo prendió.
La miró de los pies hasta los ojos y le dijo
Estás muy linda, ¿sabías?
Mara se puso un poco roja, y le dijo gracias
Querés tomar algo más? - preguntó ella, estaba buscando coraje para lo que suponía que iba a venir y él sin pensarlo dos segundos se dió vuelta y le dijo al de la barra dame dos Smirnoff.
Tomaron una botellita cada uno y brindaron
Por tus piernas - dijo él sin apartar sus ojos de los de Mara y chocaron las botellitas. Seguían hablando muy de cerca, ella tenía su mano sobre el brazo de Joaquín y él tenía una mano en su cintura, el contacto en su piel le hacía erizar los pelos del brazo, sentía hormiguitas en su panza y en su zona baja también. Cuando terminaron el trago, Joaquín pidió permiso y la tomó de la mano y la hizo dar una vuelta. Cuando terminó de girar, la tomó de la cintura y la trajo bien cerca, y al oído le dijo
Tenés una cola hermosa - y pasó su mano sobre uno de sus cachetes, sin apretarle la cola, pero ella lo sintió y un volcán hizo erupción en su interior.
Vos también - dijo ella y le agarró el culo fuerte. Y ahí se comieron la boca, Joaquin la apretó fuerte contra su cuerpo y ella lo tenía agarrado de un brazo y del culo
Vamos arriba? - dijo él, era la zona oscura del boliche, dónde las parejas iban a disfrutar de un poco más de intimidad. Ella lo miró a los ojos y asintió mordiéndose el labio.
En menos de dos minutos llegaron al piso superior, tenía una pasarela que conectaba los dos lados de la planta superior y de un lado había una barra y del otro unos sillones con muy poca luz. Joaquín la guío hacía la barra y pidió otra botella de lo mismo, la compartieron dirigiéndose hacía la zona más discreta. Cuando estaba cerca de los sillones, Mara sintió que Joaquín frenó de golpe, la tomó del brazo y la puso contra la pared, y ahí no más le comió la boca. Mara le contestaba los besos y se apoyaron el uno en el otro, casi frotándose un poco, por ahí paraban para darle un trago a la bebida y seguían con sus besos apasionados.
A Mara le gustaba mucho tocarle el culo a Joaquín y él se sentía atraído por su cola. Ya habían tomado bastante y ella estaba bastante excitada, así que no dijo nada cuando Joaquín intentó meter su mano dentro de su short, sus dedos tomaron toda su nalga derecha, sin ropa de por medio, después empezó a recorrer hasta llegar a la parte trasera de su tanga y jugaba con el elástico. Esto la puso a mil, así que empezó a tocar por arriba del pantalón el bulto de Joaquín, no tenía muchas formas de comparar pero parecía grande desde afuera.
Él, viendo que ella también se animaba, la empezó a besar por el cuello y fue bajando por su escote, con la mano libre, le corrió el bretel y la manga de la remera, del hombro, dejándolo al desnudo y dándole muchos besos. Sacó la mano de dentro del short y empezó a subirla por la espalda de Mara, pero por el lado de adentro de la remera, hasta que se topó con el corpiño.
Ella respiraba agitada e inclinaba el cuello para dejarle camino libre a Joaquin, que entendió la señal y se lanzó, empezó a besar el hombro de Mara, fue hasta el cuello y empezó a bajar, a medida que bajaba iba corriendo de a poco la remera, con su mano derecha que estaba en la espalda de Mara, buscó desabrochar el corpiño, pero no encontró el broche. Ella se dió cuenta y se le escapó una risita, Joaquín se puso rojo y la miró a los ojos, los dos querían seguir, pero él le dijo si quería ir a fumar…
Ella dudó, miró al suelo, lo miró a los ojos y dijo no, con la cabeza, lo agarró de la cintura y lo trajo acercó de nuevo y volvió a besarlo.
Sin pensarlo Joaquín atacó con sus dos manos la cola de Mara, la apretó contra sí, como si quisiera fusionarse con ella y ella sintió toda la longitud de su miembro apretado contra su panza. Después Joaquín con la plana de su mano izquierda tocó el abdomen plano de Mara, hundió sus dedos un poco en su panza y los metió por debajo del elástico de su bombacha, en ese momento Mara empezó a sentir oleadas de sensaciones. Él bajaba muy despacio con su mano, primero por la zona baja de su abdomen, seguido su vientre y hasta que hizo contacto con un pequeño y recortado triangulito de vello púbico. Ahí se detuvo unos segundos para dibujar formas con sus yemas y seguir bajando, hasta que encontró el botoncito de Mara, estaba hirviendo, duro y húmedo. Cuando lo tocó, Mara dió un gemido ahogado por el beso de J y por suerte para ella, la hermana de Joaquín le había explicado como debía tocarse.
Primero fue un contacto ligero, cuando descubrió lo que buscaba empezó a frotarlo con movimientos de arriba a abajo, lo masajeaba, después dibujaba círculos con su dedo para un lado y para el otro. Mara estaba encorvada haciendo movimientos pélvicos, que seguían el ritmo de las caricias.
Joaquín cuando encontró un ritmo volvió a darle besos en el cuello y en dirección a el escote de Mara. Empezó a bajar por el hombro desnudo y en dirección a lo que prometía ser una hermosa teta, de tamaño que entraba en una mano, pero firme! Cuando estaba cerca de su objetivo, con la mano que le quedaba libre, corrió la remera y el corpiño y se llevó todo el pezón a la boca. Primero le dió un chupetón, como de bebé hambriento y cuando lo liberó y pudo verlo empezó a hacer ritmos, un toque en el clítoris con el dedo, seguido de un toque en el pezón con la lengua y así a cambiar dos lamidas seguidas de dos toques, hasta que dejó el pezón dentro de su boca y lo masajeaba con la lengua y dejó su dedo medio apoyado en el clítoris de Mara y con fuerza dibujaba círculos sin darle tregua.
La chica explotó en un orgasmo que fue acompañado por espasmos y gemidos, que gracias a la música sólo los escuchó J, mientras bajaba el ritmo de las caricias ella había puesto su mano sobre la de él indicando que pare y lo besó fogosamente.
Joaquín guardó la teta de Mara dentro de la remera y sacó la mano de dentro de su short, ella se acomodó un poco y volvió a besarlo. Estuvieron así un minuto y su mano bajó al miembro de J, lo tocó por fuera del pantalón, recorriendo lo de arriba a abajo, un par de veces hasta que él se desabrochó el botón, dándole espacio para poder tocarlo. Mara había tocado algún otro pito, pero nunca había hecho lo que iba a hacer ahora, metió su mano por dentro del jean de J y primero sobre su boxer volvió a tocar esa lanza que le parecía enorme ahora, iba hasta la base y subía, se dió cuenta que casi se salía por el elástico del bóxer así que metió la mano dentro y lo agarró. En el momento no le pareció raro, pero estaba totalmente libre de pelos, sintió su calor, como palpitaba, pero estaba un poco incómoda, así que lo guío hasta un sillón y se sentaron.
Joaquín ayudado por el alcohol se sentó y se bajó el jean dejando su aparato totalmente expuesto, a lo que Mara lo miró, ya que nunca había visto así tan de cerca, lo agarró y despacio empezó a masturbarlo. Subía y bajaba, a ella su hermana le había dicho algún movimiento que ella solía usar ( Gabi era mucho más lanzada y le gustaba mucho estar con hombres) así que le contaba a su hermanita para que sepa y esté preparada. Daba 4 subibaja cortitos en la punta y después hacía algunos largos hasta la base. J estaba extasiado, pero no podía quedarse quieto, así que buscó tocar a mara de nuevo, primero le agarró la cola, pero al estar sentados no era lo mismo, así que la beso y fue al frente del corpiño a buscar el gancho esta vez. Mara sintió que sus tetas quedaban un poco más libres sin el corpiño apretado, sus lenguas se enredaban en sus bocas y sus manos se exploraban. Joaquín sabía que no iban a tener sexo allí, pero si la iba a pasar bien.
Mara hizo un movimiento y dejó sus dos tetas al aire, ya había mirando y no creía que nadie la vea, entonces las manos de J atacaron sus pezones y empezaron a amasar sus tetas. Ella sabía que eran pequeñas en comparación con las de su hermana, pero a Joaquín le encantaban en ese momento, las apretaba, le pellizcaba los pezones, le hacía círculos con los dedos y todo lo que se le ocurría para hacer que esa chica explote de nuevo. Mara empezó a usar las dos manos para trabajar ese falo, con una le tomaba la base mientras con otra le hacía caricias en la cabeza, y después con las dos lo cubría e imitaba los movimientos de una penetración, hasta que tomó coraje y separó la boca de los labios de Joaquín y bajó a darle un beso a ese monstruo que tenía en manos, nunca lo había hecho pero no sería tan difícil, primero lo besó y después abrió todo lo que pudo su boca y lo engullo.
Subió y bajó un par de veces, hasta que le pareció que empezó a latir más rápido y sintió una marea de líquido espeso en su boca, no lo pensó y tragó lo que pudo y el resto se volcó en la pierna de J, acababa de recibir una descarga de semen en su boca y no había sido tan malo. Levantó la cabeza y Joaquín estaba recostado sobre el sillón con cara de felicidad, ella lo fue a besar y él la recibió sin chistar.
Se me ocurrió- dijo J y la hizo que se sentara a su lado, y después él pasó por detrás de ella. Quedaron los dos mirando para adelante en el mismo asiento, el sillón era amplio así que cabieron, tapó un poco las tetas de mara con la remera y metió una mano en el short y otra en el escote y la empezó a tocar
Vos relajate - dijo J
Ella se dejó hacer sintió como su pezón era prisionero de los dedos de la mano izquierda y sus labios sentían las caricias de la mano derecha. Esta vez, los dedos de J recorrieron toda su vulva, tocó los labios, el clítoris y fue hasta su cuevita y sin pedir permiso, enteraron dos dedos. Rápidamente encontró la zona rugosa y la empezó a frotar, volvía a jugar a los ritmos entre el pezón y su punto g. Le mordía la oreja también y le susurraba, cosas como
Nunca ví nada más lindo que tu cara de goce-
Me encantan tus pezones y me muero por comerte ahí abajo!
Mara no daba más y explotó, otros espasmos y gemidos ahogados por la música y quedó floja, mientras abría los ojos vio que alguien los miraba, pero ya no importaba, xq había valido la pena.
Se acomodaron y salieron a fumar, un rato después encontraron a Gabi en el boliche comiéndose la boca con dos chicos y Joaquín le dijo que iba a llevar a Mara a la casa.
La vuelta fue tranquila, Mara se despidió con un beso y Joaquín le dijo
Mañana paso a la pileta un rato con los chicos, ¿me vas a saludar?
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