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Fantasias Cornudas

Aún fantasias...

Era inconfundible, sabía que algo había acontecido, el corazón le latía desbocado a medida que su mano exploraba su sexo. Cuando la miro ese día recién llegado noto algo familiar sobre los leggings, unas huellas sospechosas en sus piernas y otras mayores allí donde su tanga se hundía sin piedad. Que había sucedido? Una mezcla de sensaciones recorrieron su cuerpo como una descarga eléctrica, el ambiente se sentía tenso, expectante, todo podía suceder en una fracción de segundos. Ella seguia con sus tareas habituales pero una media sonrisa se dibujaba en su bello rostro, sus mejillas estaban coloradas y se movía con algún nerviosismo, celos, despecho, todo era una mezcla explosiva y confusa, pero algo era real, algo nuevo, una sensación lo inundaba y alimentaba la dolorosa erección que sufría, la certeza de que se habia consumado un encuentro sexual sin que el fuera uno de los protagonistas y esto lo exitaba de una manera que no podía concebir, lo que sucedía solo en el terreno de sus fantasías de repente lo sacudía en la realidad y la humedad de su propio sexo lo confirmaba. Todo esto lo mantenía adormilado mientras se ubicaba detrás de ella, quien se había subido de rodillas sobre la cama esperando que el cumpla con lo que tantas veces le prometió, así fue que ella pudo sentir como el la recorría con su lengua sedienta, el solo atinaba a apretar fuertemente su pene mientras sorbia la mezcla de flujos del cuerpo de su amada, elixir mezclado con la simiente de ese quien ya no era el hipotético otro. De pronto ella se descubrió gimiendo mientras lo tomaba de los pelos y lo hacía hundir toda su cara en sus rincones más prohibidos, lo restregaba frenética como culpandolo, castigandolo por haber gozado toda la tarde con aquel mancebo que tanto la exitaba: esto es lo que buscabas? ...Aaahh... ya no hay retorno... Uhhhhh... Si.... Déjame totalmente limpia mientras te descargas en tus manos... Ahhhhh...sii... Ahora sí mastúrbate cornudo uhhhh... eres un pajero... mmmm seeee... así, lame mi culo ahora, siente el sabor del placer que sentiiii ahhhhh!!! De repente un gemido intenso emergió desde el fondo de su garganta a la vez que su sudada espalda se arqueaba tensa, en ese preciso instante pudo sentir como una marea la inundaba y empapaba la boca de su servidor personal. El pudo sentir como se derramaba sobre su mano todo el esperma que brotaba de su rígido pene, no podía dejar de masturbarse mientras se empapaba entero y lamía desesperadamente los pulpos labios rosados de quién acababa de mostrarle una nueva realidad, un nuevo mundo de sensaciones. A medida que sus cuerpos se distendian solo una cosa quedaba clara y grabada a fuego: era un cornudo y eso lo exitaba como nada lo había echo hasta ese momento.
Fantasias Cornudas

1 comentarios - Fantasias Cornudas

pulporubio
que guachin. no sabes que caliente quede despues de leer