35 años, la primera parte del relato terminaba así:
Fue un hermoso polvo que había esperado 35 años.Graciela terminó sus vacaciones y volvió a Brasil. Por un tiempo no se conectó hasta que recibí un mail, lo repito para que se recuerden cómo venía la cosa.
''Lo que pasó esa tarde fue increíble. Tenía la fantasía de sacarme la duda de cómo hubiera sido si hubiéramos tenido más experiencia y conocimiento. La vida fue como fue y no me quejo, pero quién sabe qué hubiera pasado si mi papá no se venía a trabajar a Brasil. Yo decía que a los 18 me volvía pero entré a la facultad y me puse las pilas para recibirme. Después me enamoré, me casé, tuve dos hijos.
Tengo que decirte que sigo amando a mi marido, pero es muy formal en el sexo, no hace previa, no juega. De vez en cuando me coge y para el promedio de veces de las mujeres con que hablo y escucho es suficiente.
Jugué más con vos cuando éramos chicos que con él en 25 años. Pero lo quiero y soy feliz así.
Esperaba que me doliera pero no me dolió nada. Y pienso que duró poco.
Hace tiempo que hago terapia. Mi psicóloga siempre me anima a buscar el placer que me gustaría tener. No sabía nada de vos, no me animaba a contarle, hasta que ahora me animé. Dijo que estaba muy bien, que si puedo que lo repita y si tengo fantasías que trate de concretarlas, si se concretan bien y si no que no me deprima.
Tengo otras fantasías. Te contaré algunas más adelante.
Por ahora sólo son fantasías porque acá no me animo, no veo a nadie que sea piola como vos y si hubiera alguno sería un recién conocido y no tendría la confianza que tengo con vos.
Mirá que pasaron años y no me dio vergüenza desnudarme, igual que antes.
Lo único que te digo es que no te hagás la película. Si acepté fue porque tenía un deseo desde hace mucho y por placer, nada más.
Hasta la próxima.''Tiempo después me contaría sus fantasías. Creo que dan para otro relato.
Ese mail me envalentonó, le respondí que me había encantado penetrarla, que había disfrutado mucho de romperle el culo y me hubiera gustado que durara más tiempo aunque por ser primera vez fue suficiente.
Los mails y chats volvieron a ser los de dos amigos, aunque de vez en cuando yo le decía que extrañaba su hermoso culo y ella decía que extrañaba mi pija.
Contaba los días que faltaban hasta fin de año.
En octubre recibí un mail suyo que me voló la cabeza.
´´Siento que recuperé a mi amigo y confidente de mis primeros años. Con el tiempo te voy a contar cosas que necesito contar, si bien se los conté a mi psicóloga no es lo mismo.
Busqué las páginas que me dijiste y vi muchas fotos y videos, leí los relatos. Fui elaborando una fantasía, se la conté a la psicóloga y ahora te la cuento a vos.
Estamos en tu auto a la vuelta de la casa de mis viejos, donde esa noche quisiste besarme. Intentás de nuevo pero te recuerdo que besos no, para no confundirnos. Entonces me decís que te la chupe y yo te la chupo hasta que acabás en mi boca.
Me animo a contártela porque sé que nunca vas a pensar mal de mí. La psicóloga dice que está bien tener fantasías pero no siempre se cumplen y si no se cumplen no desesperarse.''
Yo le escribía que le tenía muchas ganas
Por fin llegó fin de año. Esta vez viajó sola, el marido no pudo por el trabajo y los hijos preferían recibir el año con sus amigos.
Llegó el 30, venía por una semana. Nos llamamos por teléfono y recién nos vimos el 31 después de las doce.
Le dije al oído si volvíamos al Sheraton el 6 de enero, me dijo antes porque el 6 tenía el vuelo. Esta vez quiso que fuéramos de noche, así que el tres de enero a las ocho y media mientras anochecía pasé a buscarla y mientras íbamos hacia el hotel ella me tocaba y así que me franeleó por arriba, yo la tocaba entre las piernas en cada semáforo rojo.
Llegamos, ella fue a la conserjería a buscar la llave y yo a estacionar. Pero esta vez nos encontramos en el lobby y subimos juntos, en el ascensor nos tocamos desesperados.
Llegamos a la habitación y ella quiso pasar al baño.
Cuando estaba saliendo yo estaba terminando de desnudarme. Se sacó el vestido corto que llevaba, vi que no tenía bombacha y vino directo a agarrarme la pija, me la besó, me la chupó, me acarició los huevos mientras decía:
-¡Qué hermosa pinchila! ¡Cómo la extrañé!
Dejé que me la chupara un rato y después la tumbé en la cama, le chupé las tetas, la concha con mordiditas en el clítoris y los labios, le metí dos dedos. La di vuelta y le chupé el culo mientras se retorcía de placer.
Hizo que me acueste, me puso una almohada bajo la cintura y me chupó la pija, los huevos y el culo. Era cierto que se había estado instruyendo.
Me estaba volviendo loco. Se metió la pija en la boca y después de moverse un rato arriba y abajo empezó a succionar como si tomara un mate.
Temblábamos de nervios y de placer. Ella succionaba con más fuerza mientras me acariciaba las bolas. Me había dicho que al marido no se las podía tocar porque le dolían.
-Si seguís voy a acabar.
Sin querer sacarse el juguete de la boca, alcanzó a decir:
-No importa.
Siguió succionando, apretando las mejillas hasta que saltaron dos chorros de leche, saboreó y tragó y chupó hasta que se me bajó del todo.
-Rica tu leche.- dijo. Y enseguida aclaró- no he probado otra pero ésta es rica.
Descansamos un rato. Había tiempo de ir a cenar, que estaba incluido, así que nos vestimos rápido y fuimos al salón comedor.
La cena era buffet, nos servimos exquisitos platos y tomamos vino. Después del postre y el café volvimos al hotel.
En el ascensor le pregunté si ésa era su fantasía, respondió que fue mejor que su fantasía. Desde que éramos adolescentes y me hizo la paja siempre pensó cómo sería, su marido rara vez le pedía una mamada y aunque lo quería mucho no se hubiera atrevido a hacerlo acabar con la boca.
Entramos en la habitación.
-Vas a pensar que soy una puta.
-Para mí una mujer que disfruta del sexo y se pone las pilas para hacerlo bien, es puta. Una sola palabra que define todo. No me ocurre una palabra similar para el hombre y puto no es porque significa otra cosa. Hacemos otro.
-Acordate lo que está vedado.
-Por supuesto.
Nos desvestimos, me la chupó de nuevo.
-Te vi lavarte pero todavía tenés gusto a leche. No me molesta.
Después la chupé a ella.
-¿No te la puedo meter en la conchita?
-Ya lo hablamos. No quiero correr el mínimo riesgo de quedar embarazada. Aparte que lo que sentí por el culo no lo sentí nunca por adelante.
Le chupé el culo, lubriqué su orificio, me metí un dedo y al ver que cedía el esfínter le metí otro y la oía suspirar mientras se estremecía toda.
Se ubicó al borde de la cama en cuatro, separó las rodillas, puso la entrada de su puertita rosada a la altura de mi pija y esperó.
Apoyé la punta y entré lentamente. Ahora ella se movía hacia atrás facilitando la penetración. Me movía, la sacaba, la metía, empujaba al fondo y tuve la sensación de que sintió un orgasmo.
Después me senté en la cama y ella se sentó encima, con una mano se la metió hasta los huevos, me abrazó, respiraba en mi oreja hasta que dijo:
-Terminemos en cuatro.
Otra vez se ubicó al borde. A la luz del velador veía su orificio rosado que estaba un poco abierto, se la metí de nuevo y empecé a bombear frenéticamente hasta que terminé, quedando fusilado.
-¿Te gustó cómo te rompí el culo?
-Me encantó. -dijo.
La pija se achicó y se salió, dejando ver un precioso creampie.
-Te llené el culo de leche.- le dije.
-Sos un degenerado. -dijo riéndose.
Descansamos un rato. En un momento me dijo:
-Estuve leyendo. El culo no se rompe, el ano se dilata y después vuelve a la normalidad, vuelve a estar cerradito pero si lo hurgás un poquito se abre porque el músculo queda blando. ¿Sabés por qué se dice romper el culo?
-No.
-Porque suena más caliente, lo mismo que decir cosas sucias durante el sexo. Ahora quiero dormir.
En segundos se durmió desnuda y yo me quedé contemplando el hermoso cuerpo que se comía el portugués del marido. Pero su culo era mío, esperó 35 años para entregármelo.
Cuando nos despertamos quise hacer un tercer round pero Graciela no quería y no insistí.
Fuimos a tomar el desayuno americano y la llevé hasta cerca de su casa.
Entretuvimos la espera de un año mandándonos mails y chats bien calientes.
Hubo una tercera vez.
Fue un hermoso polvo que había esperado 35 años.Graciela terminó sus vacaciones y volvió a Brasil. Por un tiempo no se conectó hasta que recibí un mail, lo repito para que se recuerden cómo venía la cosa.
''Lo que pasó esa tarde fue increíble. Tenía la fantasía de sacarme la duda de cómo hubiera sido si hubiéramos tenido más experiencia y conocimiento. La vida fue como fue y no me quejo, pero quién sabe qué hubiera pasado si mi papá no se venía a trabajar a Brasil. Yo decía que a los 18 me volvía pero entré a la facultad y me puse las pilas para recibirme. Después me enamoré, me casé, tuve dos hijos.
Tengo que decirte que sigo amando a mi marido, pero es muy formal en el sexo, no hace previa, no juega. De vez en cuando me coge y para el promedio de veces de las mujeres con que hablo y escucho es suficiente.
Jugué más con vos cuando éramos chicos que con él en 25 años. Pero lo quiero y soy feliz así.
Esperaba que me doliera pero no me dolió nada. Y pienso que duró poco.
Hace tiempo que hago terapia. Mi psicóloga siempre me anima a buscar el placer que me gustaría tener. No sabía nada de vos, no me animaba a contarle, hasta que ahora me animé. Dijo que estaba muy bien, que si puedo que lo repita y si tengo fantasías que trate de concretarlas, si se concretan bien y si no que no me deprima.
Tengo otras fantasías. Te contaré algunas más adelante.
Por ahora sólo son fantasías porque acá no me animo, no veo a nadie que sea piola como vos y si hubiera alguno sería un recién conocido y no tendría la confianza que tengo con vos.
Mirá que pasaron años y no me dio vergüenza desnudarme, igual que antes.
Lo único que te digo es que no te hagás la película. Si acepté fue porque tenía un deseo desde hace mucho y por placer, nada más.
Hasta la próxima.''Tiempo después me contaría sus fantasías. Creo que dan para otro relato.
Ese mail me envalentonó, le respondí que me había encantado penetrarla, que había disfrutado mucho de romperle el culo y me hubiera gustado que durara más tiempo aunque por ser primera vez fue suficiente.
Los mails y chats volvieron a ser los de dos amigos, aunque de vez en cuando yo le decía que extrañaba su hermoso culo y ella decía que extrañaba mi pija.
Contaba los días que faltaban hasta fin de año.
En octubre recibí un mail suyo que me voló la cabeza.
´´Siento que recuperé a mi amigo y confidente de mis primeros años. Con el tiempo te voy a contar cosas que necesito contar, si bien se los conté a mi psicóloga no es lo mismo.
Busqué las páginas que me dijiste y vi muchas fotos y videos, leí los relatos. Fui elaborando una fantasía, se la conté a la psicóloga y ahora te la cuento a vos.
Estamos en tu auto a la vuelta de la casa de mis viejos, donde esa noche quisiste besarme. Intentás de nuevo pero te recuerdo que besos no, para no confundirnos. Entonces me decís que te la chupe y yo te la chupo hasta que acabás en mi boca.
Me animo a contártela porque sé que nunca vas a pensar mal de mí. La psicóloga dice que está bien tener fantasías pero no siempre se cumplen y si no se cumplen no desesperarse.''
Yo le escribía que le tenía muchas ganas
Por fin llegó fin de año. Esta vez viajó sola, el marido no pudo por el trabajo y los hijos preferían recibir el año con sus amigos.
Llegó el 30, venía por una semana. Nos llamamos por teléfono y recién nos vimos el 31 después de las doce.
Le dije al oído si volvíamos al Sheraton el 6 de enero, me dijo antes porque el 6 tenía el vuelo. Esta vez quiso que fuéramos de noche, así que el tres de enero a las ocho y media mientras anochecía pasé a buscarla y mientras íbamos hacia el hotel ella me tocaba y así que me franeleó por arriba, yo la tocaba entre las piernas en cada semáforo rojo.
Llegamos, ella fue a la conserjería a buscar la llave y yo a estacionar. Pero esta vez nos encontramos en el lobby y subimos juntos, en el ascensor nos tocamos desesperados.
Llegamos a la habitación y ella quiso pasar al baño.
Cuando estaba saliendo yo estaba terminando de desnudarme. Se sacó el vestido corto que llevaba, vi que no tenía bombacha y vino directo a agarrarme la pija, me la besó, me la chupó, me acarició los huevos mientras decía:
-¡Qué hermosa pinchila! ¡Cómo la extrañé!
Dejé que me la chupara un rato y después la tumbé en la cama, le chupé las tetas, la concha con mordiditas en el clítoris y los labios, le metí dos dedos. La di vuelta y le chupé el culo mientras se retorcía de placer.
Hizo que me acueste, me puso una almohada bajo la cintura y me chupó la pija, los huevos y el culo. Era cierto que se había estado instruyendo.
Me estaba volviendo loco. Se metió la pija en la boca y después de moverse un rato arriba y abajo empezó a succionar como si tomara un mate.
Temblábamos de nervios y de placer. Ella succionaba con más fuerza mientras me acariciaba las bolas. Me había dicho que al marido no se las podía tocar porque le dolían.
-Si seguís voy a acabar.
Sin querer sacarse el juguete de la boca, alcanzó a decir:
-No importa.
Siguió succionando, apretando las mejillas hasta que saltaron dos chorros de leche, saboreó y tragó y chupó hasta que se me bajó del todo.
-Rica tu leche.- dijo. Y enseguida aclaró- no he probado otra pero ésta es rica.
Descansamos un rato. Había tiempo de ir a cenar, que estaba incluido, así que nos vestimos rápido y fuimos al salón comedor.
La cena era buffet, nos servimos exquisitos platos y tomamos vino. Después del postre y el café volvimos al hotel.
En el ascensor le pregunté si ésa era su fantasía, respondió que fue mejor que su fantasía. Desde que éramos adolescentes y me hizo la paja siempre pensó cómo sería, su marido rara vez le pedía una mamada y aunque lo quería mucho no se hubiera atrevido a hacerlo acabar con la boca.
Entramos en la habitación.
-Vas a pensar que soy una puta.
-Para mí una mujer que disfruta del sexo y se pone las pilas para hacerlo bien, es puta. Una sola palabra que define todo. No me ocurre una palabra similar para el hombre y puto no es porque significa otra cosa. Hacemos otro.
-Acordate lo que está vedado.
-Por supuesto.
Nos desvestimos, me la chupó de nuevo.
-Te vi lavarte pero todavía tenés gusto a leche. No me molesta.
Después la chupé a ella.
-¿No te la puedo meter en la conchita?
-Ya lo hablamos. No quiero correr el mínimo riesgo de quedar embarazada. Aparte que lo que sentí por el culo no lo sentí nunca por adelante.
Le chupé el culo, lubriqué su orificio, me metí un dedo y al ver que cedía el esfínter le metí otro y la oía suspirar mientras se estremecía toda.
Se ubicó al borde de la cama en cuatro, separó las rodillas, puso la entrada de su puertita rosada a la altura de mi pija y esperó.
Apoyé la punta y entré lentamente. Ahora ella se movía hacia atrás facilitando la penetración. Me movía, la sacaba, la metía, empujaba al fondo y tuve la sensación de que sintió un orgasmo.
Después me senté en la cama y ella se sentó encima, con una mano se la metió hasta los huevos, me abrazó, respiraba en mi oreja hasta que dijo:
-Terminemos en cuatro.
Otra vez se ubicó al borde. A la luz del velador veía su orificio rosado que estaba un poco abierto, se la metí de nuevo y empecé a bombear frenéticamente hasta que terminé, quedando fusilado.
-¿Te gustó cómo te rompí el culo?
-Me encantó. -dijo.
La pija se achicó y se salió, dejando ver un precioso creampie.
-Te llené el culo de leche.- le dije.
-Sos un degenerado. -dijo riéndose.
Descansamos un rato. En un momento me dijo:
-Estuve leyendo. El culo no se rompe, el ano se dilata y después vuelve a la normalidad, vuelve a estar cerradito pero si lo hurgás un poquito se abre porque el músculo queda blando. ¿Sabés por qué se dice romper el culo?
-No.
-Porque suena más caliente, lo mismo que decir cosas sucias durante el sexo. Ahora quiero dormir.
En segundos se durmió desnuda y yo me quedé contemplando el hermoso cuerpo que se comía el portugués del marido. Pero su culo era mío, esperó 35 años para entregármelo.
Cuando nos despertamos quise hacer un tercer round pero Graciela no quería y no insistí.
Fuimos a tomar el desayuno americano y la llevé hasta cerca de su casa.
Entretuvimos la espera de un año mandándonos mails y chats bien calientes.
Hubo una tercera vez.
2 comentarios - 35 años. La fantasía de Graciela