Primera experiencia sumando a alguien

Con mi novia teníamos ganas de probar algo nuevo en la pareja, estuvimos hablando, pensando y viendo diferentes opciones. Nada nos convencía o nos terminaba de cerrar.
Un sábado después de cenar, 1 am, más o menos, mientras tomábamos unos tragos le digo: "Ya fue, vamos a un boliche, buscás un hombre que te guste y hacemos un trío". Me miró y entre nerviosa y excitada aceptó.

Ella es flaca, linda, tetas de tamaño "normal" y un culo hermoso. Se puso una pollera brillosa bien apretada con una tanga de encaje abajo y arriba una remera ajustada que le resalta la figura con un escote algo pronunciado.
Subimos al auto y nos fuimos a un boliche cualquiera.

En el boliche tomamos algo tranqui, veíamos pasar a la gente, ninguno la convencía a mi novia y yo tampoco quería presionarla, así que esperamos. Cerca de las 4 am había bailado con uno o dos tipos que no le terminaron de gustar así que ya medio cansados decidimos dar por cerrada la noche con un auténtico fracaso.
Se fue al baño mientras yo terminaba lo que me quedaba del vaso. Pasaron diez minutos y todavía no había vuelto así que fui a buscarla.

Antes de llegar al baño la veo contra la pared besándose con un pibe de unos 25 años más o menos, alto, se notaba que iba al gym. Ella estaba colgada de él con los brazos, mientras él le metía una mano por abajo de la pollera agarrándole el culo y la otra en la cintura. 
Miré de lejos unos minutos más y la llamé por teléfono. Me dijo que estaba muy caliente y que quería irse ya a coger. Le comentó al pibe para ver si aceptaba y en cuestión de segundos se acercaron caminando de la mano.

Nos presentamos y nos fuimos al auto. Para mi sorpresa, mi novia no subió adelante, se fue atrás con el invitado, así que acomodé el retrovisor y empecé a manejar. Por suerte para ellos (y para mí) había bastante trayecto hasta nuestra casa.

Mi novia se subió arriba de él y empezaron a besarse salvajemente, le metía mano por abajo de la pollera y le amasaba el culo. Después, le corrió la tanga y empezó a jugar con sus dedos en la concha mojada; gemía como loca, los tres estábamos muy calientes y yo tenía que concentrarme en manejar.
Se corrió al lado de él y empezó a desabrocharle el pantalón, se lo bajó un poco, metió la mano y sacó su verga afuera. Nos sorprendimos los dos. Parecía de una porno, era larga, gruesa y se le marcaban las venas. No esperó dos segundos que se la metió en la boca, lo que pudo, con una mano pajeaba mientras tenía la mitad adentro de la boca. La sacaba, le pasaba la lengua por la cabeza, le succionaba los huevos... un espectáculo increíble. Pensé que iba a cabalgarlo, pero se ve que quería guardarse eso para después. 
Se incorporó en el asiento, me miró y me preguntó: "¿Falta mucho para llegar?". "Dos cuadras", le comenté. Me pidió que dé un par de vueltas más y se dispuso a chupar más rápido, en 15 segundos ya estaba tragándose toda la leche del invitado, hasta la última gota. Frené, me miró con una sonrisa y los labios brillosos de los restos de la acaba de recién y me dio un beso tremendo. 

Entramos a casa, yo estaba que explotaba de calentura, pero decidimos ponernos cómodos, tomar algo. Fui a buscar una botella de whisky y unos vasos y cuando volví al living estaba mi novia desnuda en el sillón y nuestro invitado le estaba dando sexo oral desenfrenado. Ella grtiaba, se apretaba las tetas, se retorcía y en menos de 10 segundos estaba teniendo su primer orgasmo. 
El pibe se levantó, todavía estaba vestido y se acercó a mi para tomar algo. La dejamos a ella disfrutando su orgasmo un ratito.

Él: - Qué buena que está tu mujer y cómo la chupa.
yo: - ¿Viste? Increíble. 

Chocamos los vasos y tomamos el trago.

Mi novia sentada desde el sillón nos gritó: "¿No van a acercarse?". Fuimos rápido y pusimos nuestras vergas a disposición. Empezó a chuparnos y alternar, pero como yo venía muy caliente de antes, en menos de un minuto ya estaba llenándole la boca. Me exprimió hasta lo último. Me senté en el sillón al lado de ella, se recostó con su cabeza sobre mis piernas y se dispuso a recibir la tremenda verga de él.
Le agarré la mano, nos miramos y él empezó a metérsela suavemente. La cara de ella era una mezcla de dolor y placer que rápidamente se convirtió solo en placer, se mordía el labio, gemía y me apretaba la mano. Cada tanto me miraba a los ojos y me decía: "Te amo". 
Él le daba cada vez más fuerte. Yo ya estaba al palo de nuevo así que me paré y le metí la pija en la boca. Finalmente ya estaba disfrutando dos vergas juntas. Mientras me la chupaba y él la cogía, estiré mi mano y empecé a frotar su clítoris para lograr su segundo orgasmo de la noche.

Nuestro invitado se sentó y mi novia se dispuso a cabalgarlo, se movía de arriba a abajo con violencia, gritaba, gemía, agradecía... Yo me alejé para servirme otro trago y mirar la imagen desde lejos. 

- Vení, amor, quiero las dos juntas. Haceme el culo.

Ufff, lo que más deseaba. Me llené de lubricante, apoyé la cabeza en su culito y empecé a empujar suavemente. Despacio y con calma ya estábamos haciendo nuestra primera doble penetración: la terrible verga del invitado en la concha y yo en el culo. Ahí llegó otro orgasmo de ella.

El invitado pidió cambiar las posiciones, no creímos que fuera posible que entre su miembro en el culito de mi novia, pero intentamos. De la misma forma, se llenó de lubricante, apoyó la cabeza y empujó suavemente. Intentó por unos minutos, pero era imposible, le dolía mucho. Así que pasó a cogérsela en cuatro normalmente. 
Ella me la chupaba mientras disfrutaba en cuatro y luego de unos minutos ya estábamos los dos hombres para acabar. Se arrodilló frente a nosotros y nos masturbamos para volcarle todo en la cara y las tetas.
Nos dio un beso en la pija a cada uno y se fue a bañar.

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Con nuestro invitado nos pusimos el boxer cada uno y nos sentamos a tomar un whisky más. 

él: - Me encantó, me quedé con las ganas de hacerle el culo.
Yo: - Y bueno, demasiado grande. No te quejés.
Ambos nos reímos.

Mi novia salió de bañarse y se fue a la habitación directo, fuimos para que él se despidiera.
Al entrar ya estaba metida en la cama y nos dijo: "Que se quede a dormir, con todo lo que pasamos, después de almorzar te vas".

Como tenemos una cama king size, nos acostamos los tres con ella en el medio. Obviamente, todos desnudos.

Ella estaba de frente a mi y él en cucharita con ella. No había llegado a dormirme que empecé a escuchar un pequeño gemido ahogado, abrí los ojos y la vi con los ojos cerrados mordiéndose los labios y él cogiédola.
Enseguida empecé a frotarle el clítoris y a besarla. Me apretó los huevos y empezó a pajearme.

Seguimos así unos minutos hasta que ella volvió a estremecerse en un nuevo orgasmo. Él, segundos después le acabó adentro mientras ella seguía besándome y tocándome. 
Cuando él salió, ella se montó encima mío y empezó a cabalgarme. Entró muy fácil, entre lo que había tenido segundos adentro y la lubricación de la leche. Bastaron 5 ó 6 movimientos para que sumara mi acabada adentro. Me dio un beso profundo y fue nuevamente al baño para limpiarse. Después pasó cada uno a darse una ducha y ahora sí, el cansancio se hizo presente y nos dormimos los tres.

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Horas después me desperté y estaba solo, supuse que nuestro amigo se había ido o que estaban comiendo. Me lavé los dientes y me dirigí al comedor.

Al entrar, veo cómo él no se había ido y que no estaban comiendo. Mi novia acostada boca abajo en la mesa mientras él le daba despacio, pero hasta el fondo agarrándole la cintura. Él me miró y dijo: "No me iba a quedar con las ganas, ja". Me acerqué y efectivamente le estaba haciendo el culo a mi novia. Ella gemía, unas lágrimas caían por su mejilla, me agarró la mano con fuerza y me dijo: "Me encanta". 
Me senté en la silla de al lado y empecé a pajearme con esta escena increíble. Pensé que ya con eso alcanzaba, pero me pidió para chupármela. 
Así que horas después de la tremenda noche seguíamos, nuestro nuevo amigo le daba por el culo mientras ella me la chupaba.
No sé cuánto estuvieron cogiendo antes de que llegue, pero en cinco minutos él acabó dentro de su culo. Cumplió un doble objetivo, pudo darle sexo anal y además en todo el encuentro pudo llenarle todos sus agujeros. Salió y fue a vestirse.

Ella se acomodó boca arriba en la mesa y me dispuse a cogerla por la concha, mientras de su culo caía el fluido de él. Le di un rato mientras acariciaba su clítoris y acabamos al mismo tiempo como para ponerle el broche a una noche/día increíble.

Intercambiamos número de teléfono con nuestor invitado, nos despedimos y con mi novia fuimos a darnos una ducha.