Hola a todos, este es mi primer relato, así que sepan entender si no es lo más esperado o lo mejor redactado. Más adelante voy a intentar subir más relatos. Tengo una cosa que aclarar, todos estos pasaron en la vida real, aunque nunca imaginé que se iban a dar como se dieron. Comencemos
Mi nombre es MARIANO, soy de la Capital Federal, no siempre fui de allí, anteriormente viví en una zona más bien rural de la zona oeste de Buenos Aires y luego mi familia se mudó cuando tenía unos 10 años. Mido alrededor de 1,75 y soy más bien rellenito. Así que no esperen que sea uno de esos hombres musculosos y fibrosos que desean todas las mujeres, es por eso que mi vida sexual se relacionaba más con las revistas de lencería y luego a medida que el internet fue creciendo eran los videos de diversas páginas con varias x.
Es así que aun teniendo 20 años nunca había tenido una experiencia sexual con una chica. Además mi familia es muy conservadora y me inculcaban que había que llegar al matrimonio para tener relaciones. Aun así no había cola que viera, cola que deseaba.
Y para no alargarlo más, aquí comienza mi relato:
Comencé a trabajar en un hospital de Avellaneda, allí me desempeñaba como enfermero y a veces tenía el turno nocturno. Luego de estar dos años comencé a tratarme con FANNY, una técnica en radiología o radióloga como gusten llamarla. Ella es morocha, de pelo largo, labios carnosos, sus pechos no eran la gran cosa pero su cola era muy prominente, la tenía bien parada y cada vez que pasaba caminando más de un compañero enfermero o médico se volteaba a ver ese trasero tan llamativo. Comenzamos a tener una buena relación, a veces cuando tenía que ir a hacer las radiografías al sector donde estaba asignado nos quedábamos hablando de cualquier tema y nos fuimos amigando, me contaba sus romances anteriores y de como fue engañada en otras oportunidades.
Cierta noche, en la sala que me tocó trabajar no había ningún paciente, pero había que estar por si llegaba a haber alguna urgencia para internar. Pero antes te llamaban desdela administración para que tuvieras preparada las camas. Así que nadie podía entrar de golpe, además de que las puertas debían estar cerradas por la noche para que nadie entrara ni ningún paciente saliera (ya que a veces se escapaban), Fanny también estaba de guardia y como estábamos libre vino a mi sector a cenar. Ya era tarde y tenemos un despacho donde nos podíamos recostar si era posible. Nos acostamos con Fanny pero solo nos quedamos abrazados mientras conversábamos de la vida. Ella comenzó a acariciarme la barbilla y acercó su cara mucho a la mía, pero nuevamente debido a la inexperiencia no entendí lo que estaba sugiriendo.
Luego de varias horas nos dormimos y ya casi al comenzar el nuevo turno a punto de irse ella, la sujeté del brazo y le dije: “¿Te puedo besar?”, a lo que ella responde: “Ay hasta que me lo pediste”, Tomó mi rostro y comenzamos a besarnos tiernamente, nuestras lenguas se peleaban entre una y la otra y yo contenía la respiración. Luego finalizó, se acercó a la puerta esperando que le abra, pero me abalancé sobre ella y comenzamos a besarnos con más intensidad. La solté y sin decir nada se fue por donde vino.
Dos días después me llega un mensaje,” estoy esperando que vengas a terminar lo que empezaste”.
Fui más temprano ese día al hospital, en estos lugares hay habitaciones donde el personal puede descansar y recostarse alejado del bullicio de la gente del hospital, allí me estaba esperando Fanny, tenía una remera escotada y unos jeans cortos que se le notaba prácticamente todo. Me hizo señas con la mano de que me acerque y comenzamos a besarnos nuevamente. Íbamos por toda la habitación besándonos y acariciando cada parte de nuestro cuerpo. Le levante la remera y sin sacárselo le bajé el corpiño y comencé a besarle los pechos, aunque pequeños ella se retorcía de placer y me apretaba la cabeza frente a su pezón para que se lo mordiera, masticara y lamiera. Su agitación comenzó a aumentar y casi al punto de gemir fuertemente pero teniendo el temor que otros del personal que podían estar al lado nos escucharan.
Comencé a darle besos llegando a su panza y a desabrocharle el pantalón, cuando me detuvo y me dijo: “Hoy no podes ir ahí”. Entendí lo que quiso decirme, me tomo de los hombros y me sentó en la cama y ella se puso encima de mío. Me hizo recostar y bajó hasta mi pantalón, no podía creer lo que estaba a punto de suceder, me lo desabrochó y luego bajó mi ropa interior y con su mano comenzó a pajearme lento y despacio, sí que sabía lo que estaba haciendo. Luego comenzó a pasar alrededor su lengua muy lentamente y mi agitación era intensa, mis manos se agarraban de las sabanas y me moría de placer, luego se lo metió en la boca y varias veces se lo metía y sacaba de su boca.
“No te puedo creer que esto nunca lo compartiste con nadie”, me dijo Fanny mientras seguía pajeandome y chupando como si no hubiera un mañana. Se golpeaba la boca con mi pija y seguía lamiéndola sin parar. “Cuando se pueda lo quiero bien adentro mío”, me dijo y se lo lleva a la altura de su vagina y se lo pasa sobre el jean. “Que me llenes de tus jugos amor”, yo no paraba de la excitación que la agarré del pelo y comencé a besarla, tenía el gusto de mi pene en sus labios y lengua, mientras ella seguía masturbándome y empecé a sentir una sensación gloriosa.
“Creo que me vengo”, le dije. Y sus ojos se le iluminaron, bajó nuevamente a mi pene y comenzó a chuparlo con más intensidad y comencé a sentir el mejor orgasmo de mi vida, ya lo había sentido al masturbarme solo, pero ahora que alguien lo hiciera por mi era glorioso. Su boca comenzó a ahogarse con mi semen que salía a borbotones pero ella no paraba de chupar y tragar al mismo tiempo. Así estuvo unos 3 minutos que se pasó la intensidad del orgasmo cuando me vuelve a vestir y ella también.
“Te tenías bien guardado unos cuantos litros ahí adentro, ahora ya los tengo adentro mío bebe” y me dio otro beso y cuando vi la hora ya estaba 10 minutos retrasado para entrar a mi horario de trabajo, pero antes de salir por la puerta freno y le digo: “Cuando estés apta arreglamos para llenarte la concha de leche”
Se mordió el labio y me mira mientras se acomodaba el pelo: “Me muero de ganas bebe”
CONTINUARÁ…
Mi nombre es MARIANO, soy de la Capital Federal, no siempre fui de allí, anteriormente viví en una zona más bien rural de la zona oeste de Buenos Aires y luego mi familia se mudó cuando tenía unos 10 años. Mido alrededor de 1,75 y soy más bien rellenito. Así que no esperen que sea uno de esos hombres musculosos y fibrosos que desean todas las mujeres, es por eso que mi vida sexual se relacionaba más con las revistas de lencería y luego a medida que el internet fue creciendo eran los videos de diversas páginas con varias x.
Es así que aun teniendo 20 años nunca había tenido una experiencia sexual con una chica. Además mi familia es muy conservadora y me inculcaban que había que llegar al matrimonio para tener relaciones. Aun así no había cola que viera, cola que deseaba.
Y para no alargarlo más, aquí comienza mi relato:
Comencé a trabajar en un hospital de Avellaneda, allí me desempeñaba como enfermero y a veces tenía el turno nocturno. Luego de estar dos años comencé a tratarme con FANNY, una técnica en radiología o radióloga como gusten llamarla. Ella es morocha, de pelo largo, labios carnosos, sus pechos no eran la gran cosa pero su cola era muy prominente, la tenía bien parada y cada vez que pasaba caminando más de un compañero enfermero o médico se volteaba a ver ese trasero tan llamativo. Comenzamos a tener una buena relación, a veces cuando tenía que ir a hacer las radiografías al sector donde estaba asignado nos quedábamos hablando de cualquier tema y nos fuimos amigando, me contaba sus romances anteriores y de como fue engañada en otras oportunidades.
Cierta noche, en la sala que me tocó trabajar no había ningún paciente, pero había que estar por si llegaba a haber alguna urgencia para internar. Pero antes te llamaban desdela administración para que tuvieras preparada las camas. Así que nadie podía entrar de golpe, además de que las puertas debían estar cerradas por la noche para que nadie entrara ni ningún paciente saliera (ya que a veces se escapaban), Fanny también estaba de guardia y como estábamos libre vino a mi sector a cenar. Ya era tarde y tenemos un despacho donde nos podíamos recostar si era posible. Nos acostamos con Fanny pero solo nos quedamos abrazados mientras conversábamos de la vida. Ella comenzó a acariciarme la barbilla y acercó su cara mucho a la mía, pero nuevamente debido a la inexperiencia no entendí lo que estaba sugiriendo.
Luego de varias horas nos dormimos y ya casi al comenzar el nuevo turno a punto de irse ella, la sujeté del brazo y le dije: “¿Te puedo besar?”, a lo que ella responde: “Ay hasta que me lo pediste”, Tomó mi rostro y comenzamos a besarnos tiernamente, nuestras lenguas se peleaban entre una y la otra y yo contenía la respiración. Luego finalizó, se acercó a la puerta esperando que le abra, pero me abalancé sobre ella y comenzamos a besarnos con más intensidad. La solté y sin decir nada se fue por donde vino.
Dos días después me llega un mensaje,” estoy esperando que vengas a terminar lo que empezaste”.
Fui más temprano ese día al hospital, en estos lugares hay habitaciones donde el personal puede descansar y recostarse alejado del bullicio de la gente del hospital, allí me estaba esperando Fanny, tenía una remera escotada y unos jeans cortos que se le notaba prácticamente todo. Me hizo señas con la mano de que me acerque y comenzamos a besarnos nuevamente. Íbamos por toda la habitación besándonos y acariciando cada parte de nuestro cuerpo. Le levante la remera y sin sacárselo le bajé el corpiño y comencé a besarle los pechos, aunque pequeños ella se retorcía de placer y me apretaba la cabeza frente a su pezón para que se lo mordiera, masticara y lamiera. Su agitación comenzó a aumentar y casi al punto de gemir fuertemente pero teniendo el temor que otros del personal que podían estar al lado nos escucharan.
Comencé a darle besos llegando a su panza y a desabrocharle el pantalón, cuando me detuvo y me dijo: “Hoy no podes ir ahí”. Entendí lo que quiso decirme, me tomo de los hombros y me sentó en la cama y ella se puso encima de mío. Me hizo recostar y bajó hasta mi pantalón, no podía creer lo que estaba a punto de suceder, me lo desabrochó y luego bajó mi ropa interior y con su mano comenzó a pajearme lento y despacio, sí que sabía lo que estaba haciendo. Luego comenzó a pasar alrededor su lengua muy lentamente y mi agitación era intensa, mis manos se agarraban de las sabanas y me moría de placer, luego se lo metió en la boca y varias veces se lo metía y sacaba de su boca.
“No te puedo creer que esto nunca lo compartiste con nadie”, me dijo Fanny mientras seguía pajeandome y chupando como si no hubiera un mañana. Se golpeaba la boca con mi pija y seguía lamiéndola sin parar. “Cuando se pueda lo quiero bien adentro mío”, me dijo y se lo lleva a la altura de su vagina y se lo pasa sobre el jean. “Que me llenes de tus jugos amor”, yo no paraba de la excitación que la agarré del pelo y comencé a besarla, tenía el gusto de mi pene en sus labios y lengua, mientras ella seguía masturbándome y empecé a sentir una sensación gloriosa.
“Creo que me vengo”, le dije. Y sus ojos se le iluminaron, bajó nuevamente a mi pene y comenzó a chuparlo con más intensidad y comencé a sentir el mejor orgasmo de mi vida, ya lo había sentido al masturbarme solo, pero ahora que alguien lo hiciera por mi era glorioso. Su boca comenzó a ahogarse con mi semen que salía a borbotones pero ella no paraba de chupar y tragar al mismo tiempo. Así estuvo unos 3 minutos que se pasó la intensidad del orgasmo cuando me vuelve a vestir y ella también.
“Te tenías bien guardado unos cuantos litros ahí adentro, ahora ya los tengo adentro mío bebe” y me dio otro beso y cuando vi la hora ya estaba 10 minutos retrasado para entrar a mi horario de trabajo, pero antes de salir por la puerta freno y le digo: “Cuando estés apta arreglamos para llenarte la concha de leche”
Se mordió el labio y me mira mientras se acomodaba el pelo: “Me muero de ganas bebe”
CONTINUARÁ…
5 comentarios - La radióloga (Primer Post)