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Vacaciones Candentes. Capítulo Especial ll:

"El cumpleaños de las culoncitas" 

Capítulo anterior: 

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Eran aproximadamente las 8 de la mañana, todos los adolescentes dormían plácidamente, para ninguno de ellos había sido una noche aburrida como lo fue para la pareja madura. Hablando de ellos, tras una larga noche tratando de que Simón se duerma, April y Tomás arreglaban sus cosas para ir a pasar aquel fin de semana en el hotel que sus hijos habían reservado para ellos, por lo menos esa era la información que les habían dicho. La Milf no controlaba su ansiedad, por lo cual besaba a su esposo casi todo el tiempo, haciendo que Tomás también se desespere por estar a solas en ese cuarto de hotel, donde nadie los iba a molestar y podrían hacer el amor las veces que ellos quisieran.  

Por mientras ellos terminaban de dejar todo listo para poder irse, las gemelas abrieron sus ojos al mismo tiempo, ambas se levantaron y se encontraron en el pasillo. Josefina soltó una escueta carcajada, para luego decir, –“¿Piedra, papel o tijera? Para saber quién ocupa primero el baño”-, Ignacia se rio al oír aquellas palabras de su hermana, Josefina confundida le preguntó de qué le hacía tanta gracia, a lo que Ignacia contestó, –“Somos hermanas, podemos compartir el baño, además hace mucho tiempo que tú y yo no hemos charlado a solas”-, Josefina le respondió a su gemela que tenía toda la razón, incluso bañarse juntas era una tradición cuando vivían en la casa de sus padres.

Los adultos tenían todo listo, solo les faltaba darle unas indicaciones a Axel y Vanessa, quienes se quedarían a cargo de la casa y serían los principales encargados de cuidar a Simón. Tomás se dirigió al cuarto de su hijo y April al de la muchacha, los dos antes de entrar tocaron la puerta, Axel se despierta y observa que a su lado ya no estaba Ignacia, haciendo que desde muy temprano su rostro ya transmitiera amargura. Por otra parte, Vanessa no se despertó cuando April golpeo la puerta, sin tener otra opción la mujer entró a la habitación y despertó a su hija. La joven bostezando, le pregunta a su madre qué necesitaba, olvidando por completo que la Milf y su padre se iban al hotel.

April: Te vine a despertar para decirte unas cosas del cuidado de Simón, hija. 

Vanessa: ¿Unas cosas sobre Simón? ¿Vas a salir, mamá?

April: (Confundida) Sí, ¿no lo recuerdas cariño?

Vanessa: (Estirándose) No, mamá. Por eso te pregunto, ¿a dónde vas?

April: (Ríe) Increíble, mi pequeña con memoria fotográfica es incapaz de recordar el regalo que les hizo a sus padres, junto a sus hermanos. 

La tetoncita recordando el tema del viaje, suelta una pequeña risilla. 

Vanessa: Aaaahhh, mierda... Verdad que te vas con papá a un hotel lujoso para pasar el fin de semana y coger. Perdona mamá, tenía la cabeza en otra parte, pero ahora soy todo oído para escuchar los cuidados que hay que tener con Simón, aunque siendo sincera creo que todo lo que me vas a decir, ya lo sé, porque tú eres una muy buena madre, sé cómo me has cuidado con papá y también lo has hecho con mis hermanos. 

La mujer sonríe, sabía que su hija estaba bien preparada para quedarse a cargo de Simón, pero de todas maneras le da las indicaciones, ya que a pesar de que quería ir a ese hotel y pasar tiempo con su marido, seguía estando nerviosa por dejar al bebé. Tomás le repetía lo mismo a Axel, quien miraba al suelo mientras su padre le hablaba. 

Axel: Entiendo papá, me queda absolutamente todo claro, así que no te preocupes. 

Tomás: Confío en ti y tu hermana. Además, sé que Benjamín y las demás muchachas, van a ayudar en lo que sea. 

Axel: (Sonríe) Sí, tú solo relájate, papá, y disfruta con mamá April, del obsequio que les dimos. 

Tomás: Gracias hijo. (Abrazándolo) 

Axel: De nada papá. 

Saliendo de las habitaciones de sus hijos, la pareja se reencontró en la entrada de la casa. El hombre sube una pequeña maleta en la cajuela del coche, mientras que la mujer se sentaba en el puesto del copiloto. Cuando su marido se sube al automóvil, ella le da un beso en la mejilla y se apega a uno de sus brazos, colocando su cabeza en el hombro de él. Las gemelas lavaban sus cuerpos, una a la otra, Ignacia se emocionaba, dándole un pequeño beso a Josefina, quién como respuesta le aprieta las nalgas y le muerde la oreja. Ignacia suelta un bramido, el cual ahoga mordiendo sus labios, las vulvas de ambas comenzaban a rozarse, Josefina deja de mordisquearla y le pregunta. 

Josefina: ¿De qué cosa querías hablar contigo, hermanita? ¿Quieres presumirme tu relación con Axel? Porque si es así, ya no me interesa que te hayas quedado con él, yo disfrutó de mi soltería. 

Ignacia: No… No quiero hablar de Axel, de hecho, comienzo arrepentirme de estar con él. 

Josefina: (Ríe) Debo admitir que esa declaración no me lo esperaba, ¿y por qué ya no quieres estar con él? 

Ignacia: Ha comenzado a actuar como un tonto romántico y hace unos meses no me satisface, sin embargo, tampoco quiero que este con otra. 

Josefina: Eso es raro, pero te entiendo, me pasa lo mismo con Benjamín. 

Ignacia: ¿Benjamín? 

Josefina: Sí, nuestro sobrinito también herero la gran vergota de Tomás. 

Ignacia: Vaya, eso explica porque eres tan cercana con él.

Expresó sonriendo besando nuevamente a su hermana, las dos tocaban sus traseros y se acomodaban para que sus coños pudieran complacerse el uno con el otro. 

Josefina: Le he estado enseñando a Benjamín… Hhggm… Cómo complacer a una mujer… Mmmgh… Pero no se te ocurra meterle una mano encima, él es mío.

Ignacia: (Ríe) Descuida hermana, tú sabes que me enloquecen las pollas maduras, esas son mis favoritas… Uuugghh… Por cierto, de eso quería hablar contigo… Necesito que hoy tengas distraído a Axel y que no se junte con Diana.

Josefina: (Ríe) Al final si se trataba de Axel… Aaaahhg… Aaahhgg… Aahhrgg… De acuerdo, te ayudare, si me dices con quién vas a divertirte… 

Ignacia: Uummgh… Co-co-con… Con un profesor…

Josefina: (Sorprendida) ¿Con un profesor? 

Ignacia: Síííí… Mmmhhg… Tiene una gran tranca, que debe ser mía…

Josefina: Y será tuya hermana… Esa pija madura será tu regalo de cumpleaños… 

Aquellas dos jovencitas traviesas continuaron divirtiéndose en la ducha, Axel sin sospechar lo que pasaba en el baño, decidió ir a observar a Simón, en la habitación del pequeño se encontraba Vanessa. Durante el trayecto al hotel, Tomás realizó una pequeña parada en una tienda para comprar unos refrescos, ya que era un día bastante caluroso. Mientras el hombre estaba comprando, April se mostraba impaciente dentro del coche, las altas temperaturas comenzaban a afectarla, aumentando sus deseos sexuales. Sentía que su vestido se estaba apegando a su cuerpo por el sudor, miraba a cada rato a la entrada de la tienda, anhelando que su esposo saliera y pudieran retomar con el viaje. 

Pasaron cerca de cinco minutos y Tomás aún no salía de la tienda, la mujer sofocada decide bajar la ventana, para que entre aire, pero no era suficiente, el viento que rozaba su cuerpo solo hacía que se caliente más. Para su mala suerte, sus tetas comenzaron a lactar, en ese momento ella no llevaba sujetador, así que se baja el vestido y deja sus senos libres. Empieza a buscar un frasco o algún recipiente para poder dejar la leche que soltaba, al encontrar uno, suspira aliviada. Sin embargo, tocar sus pezones sensibles, hacía que aumente más su cachondez. Teniendo su celular cerca de su vulva comienza a flotarlo con sus labios vaginales y así consolar esas ganas de ser penetrada.

Ella jadeaba y soltaba unos pequeños gritos, era tan placentero aquello, que sentía que iba a acabar muy pronto, pero al mirar por la ventana, se percató que la estaban observando. Asustada y avergonzada, deja de tocarse y se cubre los pechos lo más rápido posible. Su corazón se aceleraba tanto que no se da cuenta del regreso de Tomás. Él ignorando lo que había ocurrido, le toca el hombro a su mujer para darle una de las gaseosas que había comprado. Ella aterrada al sentir la mano de su marido pega un grito, el hombre confundido por ver a su mujer agitada y alterada, le pregunta si se encontraba bien.

April: Puta madre... (Respirando con cierta tranquilidad) Sí, sí estoy bien... 

Tomás: ¿Segura?

April: Sí, Tom... Estaba pensando cuando sentí tu mano en mi hombro y por eso me asusté, pero para que hablar de eso ahora, mejor vámonos. 

Tomás: Ok... Aquí tienes tu refresco. 

April: Gracias amor, pero mejor conduce. 

Tomás: Eso voy a hacer Princesa, solo deja que me coloque el cinturón de seguridad.

April: No es necesario, solo conduce, por favor...

Tomás: (Confundido) ¿April?

April: (Enojada interrumpe a su esposo) ¡Que conduzca te digo!

Tomás quedó completamente desconcertado, por ese arrebato de su mujer, no obstante, en vez de iniciar una discusión con ella, prefirió hacerle caso y conducir. April al ver que se estaban yendo del lugar, miraba inquieta por la ventana, si ella se encontraba así, era porque aquel que la había visto mientras jugaba con su cuerpo, era nada menos que uno de sus estudiantes. Cuando estaban lo suficientemente lejos, la mujer se tranquilizó y le pidió perdón a su marido por el actuar que tuvo. Él le pregunta el motivo por el cuál ella quería irse de ese lugar, April avergonzada le confiesa la verdad a Tomás, quien tras oír la historia largo una carcajada. 

La Milf por el contrario reflejaba disgusto en su rostro, molesta le dice, –“No es para nada gracioso lo que me ocurrió Tommy”-, él aun riendo le pide disculpa por mofarse de ella, agregando, –“Lo que en realidad me causa gracia, no es el hecho, sino tu mala suerte Princesa”-, April se acercó al hombre y le susurro en el oído, si le causaba celos que otro le haya visto su cuerpo, Tomás le responde que quizás le molestaba un poco, no obstante, a la vez le encanta que vean que su esposa era toda una hermosura y que se mantenía muy bien a su edad. La mujer se sonrojaba y calentaba con cada halago que le hacia su marido, solo quería llegar a ese hotel de una vez y coger con él. 

Finalmente llegan al hotel, dejando el coche en el aparcado, ambos se dirigen a la recepción, en donde son atendidos por una muchacha de aproximadamente 25 años. Ella le pasa a la pareja la tarjeta de la que sería su habitación aquel fin de semana. Ellos se toman de la mano y caminan hasta el cuarto, con cierto nervio Tomás colocó la tarjeta y abrió la puerta, April muy emocionada entra y de forma rápida ve lo que sería su nido de amor. El hombre cierra la puerta y cuando se da vuelta, su esposa lo acorrala, al principio Tomás se sorprende, sin embargo, él comprendía perfectamente a su mujer, ya que igual que ella, estaba afanoso por empezar. 

April: Vaya, siempre me sorprende que mantengas la calma, cuando estás loco por coger. 

Expresó allegando su boca a la de él y sus manos bajaban hasta tocar el miembro duro del hombre.

Tomás: Supongo que se debe a que soy psicólogo. 

April: ¿Y yo por qué no puedo controlarme cómo tú? Si también soy psicóloga. 

Tomás: No lo sé amor, pero dejemos de hablar tonterías y aprovechemos que finalmente podemos follar sin que nos interrumpan.

Tomás toma a su mujer y la besa, April estaba impresionada por la forma en que su marido le comía la boca. Los dos se fueron quitando la ropa hasta llegar a la cama, en donde continuaron devorándose los labios por unos largos minutos. Ella sonriendo le consulta al hombre si quería una mamada, una paja con sus tetas o clavar de una vez esa gorda polla dentro de su vagina hambrienta. Él recuerda que esas mismas palabras su mujer le había dicho el día de su luna de miel, soltando una risita le responde que le gustaría saborear ese chocho. La Milf queda sorprendida ante la propuesta de su esposo, sin embargo, no se la niega, ya que ella igual estaba ansiosa de sentir la boca de él jugando con su vagina.

April se acomodaba, el roce de los labios del maduro con su vulva húmeda era una sensación que la enloquecía, pero sin duda perdió la cordura cuando Tomás comenzó a lamer de forma suave su coño. Esa lengua sabía cómo tocar sus labios vaginales e ir complaciéndola, no tardó mucho en correrse, soltando una gran cantidad de sus jugos. También nostálgica, añora su luna de miel, la cual inicio con una comida de coño y luego ella se engulló todo el miembro de su esposo. La Milf ríe, tomando con sus manos la pija de Tomás e inicia a metérsela en lo más profundo de su garganta, él al sentir su miembro dentro de esa cálida boca, cierra sus ojos y gime.  

Tanto April como Tomás se daban cuenta que estaban reviviendo su luna de miel. En la casa, Benjamín y Josefina tomaban desayuno, Vanessa cuidaba de Simón, Diana se bañaba y Axel e Ignacia, discutían. El joven le decía a su novia que no podía salir vestida de esa forma, ella le respondía que podía vestirse como se le diera la gana y él no puede prohibírselo. La culoncita en ese instante se había colocado un atuendo de colegiala, con una blusita blanca que le llegaba hasta la cintura, una faldita roja con cuadro negro y líneas blancas, que apenas le cubría su trasero, unas medias blancas que le llegaban a las rodillas, una tanguita pequeña que estaba apegado a su coñito y unos zapatos negros. 

En un arrebato, el joven detiene a la jovencita tomándola del brazo y apegándola en la pared, esa actitud violenta del muchacho pillo de improviso a la culoncita y en cierto modo la cachondeaba. Ignacia sonrío de forma seductora, –“¿Me vas a castigar?”- dijo la muchacha, haciendo que automáticamente él la suelte. Continuando con su comportamiento provocativo, ella camina sensualmente hasta la puerta, donde se agacha dejando levantara su cola y la menea suavemente mientras manifiesta, –“Así, se lo presumiré a todos los hombres que se atrevan a voltearse a mirarme”- soltando una risita irónica, esperando otra reacción agresiva de su novio. 

Josefina continuaba pensando y fantaseando con la polla de Tomás, incluso no le toma atención a Benjamín, quien le estaba hablando y al no recibir respuestas cree que simplemente la muchacha estaba ignorándolo. Diana salía del baño, muy bien arreglada con un top de color rosado con un escote bastante provocativo, unos vaqueros bien apegados a su cuerpo que resaltaba su pequeña y hermosa colita. La bailarina ve salir a Ignacia de su cuarto quedando sorprendida por su vestimenta, la joven rubia al ver a su hermana menor siente celos y envidia, ya que pensaba que se había vestido así para llamar la atención de Axel.

La culoncita se acerca con una sonrisa donde Diana y susurra en el oído, –“Espero que no te hayas vestido así para lucirte en frente de mi hombre, deberías buscarte un novio y dejarlo tranquilo. Por cierto, ahora voy a salir, pero que no esté presente en casa no significa que tienes el derecho de jugar con él”-, esas palabras dejaron perpleja a la bailarina, quien no comprendía ese comportamiento de Ignacia con ella. Mientras la rubia bajaba las escaleras, Vanessa sonríe desde la habitación de Simón, había escuchado todo y le daba alegría que su plan haya resultado, con Diana fuera de su camino, la competencia para ella era más sencilla. 

Cuando Ignacia bajo al primer piso se acerco a la cocina, con la intención de beber un vaso de agua antes de partir donde su profesor. Benjamín al verla queda atónito y con la boca abierta, la muchacha al ver la reacción de su sobrino se le ocurre molestar a su gemela, quien seguía fantaseando con su cuñado. Después de tomar su vaso con agua, la culoncita se acercó a Benjamín, él no le había sacado los ojos de encima a su tía cuñada. Ella con una mano acaricia el rostro del muchacho y con la otra comienza a jugar con su cabello, para ir seduciéndolo.  

Ignacia: ¿Pasa algo Benja? Te noto algo pálido. 

Benjamín no contesta, ante el silencio de su sobrino, Ignacia se sienta en las piernas de él, percatándose de la verga erecta del jovencito. Ella se lleva su dedo índice a los labios y en un tono travieso, dice.

Ignacia: Tú sabes que puedes confiar en mí, Benji. Incluso puede pedirme lo que túuuu… (Rozando el bulto del muchacho) Quieras.

Josefina comenzaba a regresar a la realidad al ver como su hermana estaba coqueteándole descaradamente a Benjamín. El joven aún no decía nada, pero su corazón se aceleraba y era la primera vez que deseaba a la novia de su medio hermano. Josefina golpea la mesa con sus dos manos, haciendo que su sobrino despierte del hechizo de Ignacia, ella se levanta y se aproxima donde ellos, jalando a su gemela, para que deje de estar jugando que él.

Josefina: (Susurrando) Pensé que teníamos un trato. 

Ignacia: (Ríe) Descuida, no voy a tocar a tu hombrecito, es todo tuyo, solo quería hacerte enojar y comprobar si la tiene igual de grande que los otros dos hombres de esta casa. 

Ignacia se retira de la cocina y sale de la casa, Josefina se acerca donde Benjamín y lo abofetea, para luego irse a su habitación molesta. Diana que bajaba para desayunar, observó aquella escena de la bofetada y nuevamente queda aturdida ante una situación que no comprendía. Benjamín no dijo nada, pero se quedo ahí sentado para hacerle compañía a su tía y no dejarla sola, aunque solo quería irse a su cuarto, para jalársela. En el hotel, la pareja madura estaba haciendo mucho ruido, incomodando a las personas de las habitaciones vecinas, no todos estaban ahí para pasar su día romántico cogiendo. Las demás parejas hicieron saber su incomodes, reclamando a recepción. 

La gerente del hotel envío a un personal para que fuera a la habitación y les hiciera saber a Tomás y April lo que ocurría. Sin embargo, la pareja nunca atendió al personal por más que este tocaba y llamaba desde la puerta, ellos siguieron follando, cada vez de forma más ruidosa. La gerente sin tener otra opción decidió ir ella personalmente acompañada de la recepcionista que recibió a la pareja. Ella solo tocó dos veces al no tener respuesta le pide a la muchacha que le pase la copia de la tarjeta de la habitación para entrar, la joven recepcionista insegura le pregunta a la mujer, por qué no intentaban tocar una vez más, ella le quita la tarjeta y abre la puerta, diciendo que no se preocupe no iban a ver nada anormal.

Mientras decía aquellas palabras, el rostro avergonzado de la muchacha pasaba a uno de sorpresa al ver la verga del maduro taladrando el coño de la Milf. –“Dios mío”- expresó la joven. La gerente cerró la puerta y al oír a la muchacha rio pensando que seguía exagerando. Pero esa risilla ingenua duraría muy poco al observar a la pareja, abrumada traga saliva, Tomás comienza a bajar el ritmo al mismo tiempo que decía, –“Pri-princesa… Nos están viendo”- April mira detrás de ella y al ver a la jovencita y a la mujer con sus ojos en la pija de su marido, ríe. La Milf vuelve a mirar a su esposo, acercándose a él le susurra, –“Se me ocurrió una idea muy loca, sígueme el juego, por favor”-

El hombre tras oír esas palabras sabía que estaba pasando por la cabeza de su mujer. Ella se desmontó de esa tranca y se voltea para mirar de frente a la gerente y recepcionista del hotel. Tomando el miembro de su esposo entre sus manos y pajeándolo suavemente, les pregunta a esas dos mujeres hipnotizadas, ¿qué ocurría? Ninguna de ellas fue capaz de hablar y decir algo al respecto, de hecho, la muchacha comenzaba a sentirse excitada y no podía apartar sus ojos de esa polla madura, April riendo les consulta, si querían tocar el pene erecto de su marido. La gerente solo abrió aún más los ojos en señal de confusión, pero la muchacha inconscientemente se allega a ellos y se fue desvistiendo.     

April: (Sonríe) Ja… Tenemos una que no es una mojigata, me gusta tu actitud chica. 

La jovencita solo se quedaba con su sujetador y braga puesta, April le entregaba la verga de su esposo y ella lo toma entre sus manos. Con timidez lo jala, la gerente al verla hacer aquello le dice, –“Tri-Trinidad, ¿qué haces?”- la muchacha no le contesta porque estaba maravillada por lo duro y caliente que era ese tronco, comienza a pajearlo con rapidez, sintiendo como su chocho juvenil goteaba por esa tranca y el hombre soltaba pequeños suspiros. 

Vacaciones Candentes. Capítulo Especial ll:


 –“¡Trinidad! Te estoy hablando”- dijo la gerente, encontrando la situación cada vez más cachonda. La muchacha sin dejar de jugar con la pija madura de Tomás mira a su jefa y le responde. 

Trinidad: Señora Fernanda, si quiere despídame, pero yo no puedo controlarme con este pedazo de carne, nunca había visto uno así de grande y de gordo. 

April ríe y se levanta de la cama, para acercarse a la gerente, que seguía negando lo que estaba anhelando. 

April: ¿Qué pasa? ¿Por qué tan santurrona? Olvida un rato tus deberes en este hotel y relájate como lo hace esa chica. 

Fernanda respiraba hondo y tiembla al ver como su subordinara estaba haciendo gemir de placer a Tomás.
 
Trinidad: Te gusta cómo te pajeo, ¿verdad?

Tomás: S… S-sí… Aaaggrhh… 

Trinidad: Dios mío, no puedo dejar de asombrarme de lo grande qué es. Quiero hacer miles de cosa su pene señor. 

La muchacha abre la boca sacando su lengua, pero antes que le de una lamida, la gerente se acercaba y tomaba el miembro del hombre con sus manos. 

Fernanda: Déjame jugar un rato con esta cosa, antes de que te lo comas. 

Trinidad sonríe, permitiéndole a Fernanda tocar y masturbar esa polla, Tomás muy excitado observa el techo para luego mirar a su esposa quien se arrimaba encima de él y le colocaba su vulva mojada en la boca. En la casa nadie había hecho el almuerzo, así que cada uno de los adolescentes estaban en sus habitaciones, exceptuando a Vanessa y Axel, que estaban junto a Simón. La tetoncita le pregunta a su medio hermano, si ya se ha planteado con ser padre algún día, este le responde que en realidad nunca se le ha pasado esa idea por la cabeza y cree que aún es muy joven para ser papá, ella coqueta le responde que a pesar de su juventud de seguro sería un gran padre, como lo es Tomás. 

El muchacho ríe al oír eso, afirmando que aún esta muy lejos para ser igual que su padre, en el ámbito de la paternidad. Vanessa aprovechando la desconcentración de su medio hermano, se acerca y le roba un beso, que para Axel fue distinto a los que estaba acostumbrado a recibir por parte de ella. Vanessa se separa de él y sonríe, luego sale de la habitación con su pequeño hermano entre sus brazos, dejando a un desconcertado Axel, tocando sus labios. En ese tierno beso, sintió más que lujuria y ganas de coger, percibió los sentimientos puros de su media hermana, tal como la primera vez en que ellos inexpertos se besaron. 

Vanessa va hasta la habitación de Diana, para que la acompañe a dar una vuelta con Simón, Diana que estaba en su computador se coloca de pie y se acerca a su sobrina, expresando, –“¿Pero qué mierda pasa hoy con ustedes?”-, Vanessa le dice que si no quería ir, simplemente que lo diga y no debía ser tan pesada. La bailarina le pide perdón a la tetoncita y agrega.

Diana: No era mi intensión parecer malhumorada. Claro que me gustaría acompañarte, solo que hoy ha sido un día muy raro para mí, Ignacia actuó de forma hostil conmigo, Axel me ha ignorado, a Josefina no la he visto después de que le dio una bofetada a Benjamín y él estuvo muy inquieto mientras yo desayunaba sin decirme ninguna palabra. Ahora vienes tú y me invitas a salir, para ser sincera no me lo esperaba, ya que entre tú y yo no hay una muy buena relación que digamos.

Vanessa: (Sonríe) Es verdad que tenemos nuestras diferencias, pero nunca te he odiado Diana, de hecho, entre todas mis tías, tú eres la que mejor me cae. 

Diana: No sé cómo contestar a eso.

Vanessa: No digas nada, solo ven y acompáñanos. Porque este galancito necesita dos acompañantes. 

Diana: (Sonríe) Ok… (Tomando las manos del bebé) Veo que quieres ser muy popular con las chicas desde pequeño. 

Simón ríe y Vanessa le dice a Diana que iba a estar esperándola abajo, cuando se da vuelta, la joven tetona sonríe maliciosamente, pues su plan era empezar a usar a Diana contra Ignacia, para eso debía aprovechar acercarse a ella ahora, cuando la culoncita estaba comenzando a actuar de forma distante y cortante con la bailarina. Hablando de Ignacia, ella había llegado a la dirección en donde vivía su profesor, antes de entrar al edificio se muerde los labios, por la ansiedad que sentía en ese momento, pues mientras se dirigían a ese edificio, las miradas hacia ella solo la habían calentado aún más y esos manoseos o roces, hacía que se muriera por probar una verga.

Para tranquilizarse, ella debió respirar hondo y exhalar, tres veces. La jovencita sabía que su plan no podía fallar esta vez, sonriendo alegremente entra al edificio, acercándose donde el recepcionista, para preguntarle en qué piso quedaba el apartamento 71, él le responde que, en el quinto, la culoncita le da las gracias, se da vuelta y camina hasta el ascensor. Cuando ingresa a este, ya se encontraban 3 sujetos dentro, ellos eran de piel negra, altos, corpulentos y de unos 36 años aproximadamente. La muchacha quedo adelante de los tres hombres, quienes, sin decir ninguna palabra, se comunicaban a través de sus expresiones faciales.  

Era evidente que sentían atracción por Ignacia, no podían quitar sus ojos de esa cola redonda y provocativa. La jovencita sabía que la miraban y eso la excitaba, tenía la curiosidad si por lo menos uno de esos hombres se iba acercar a ella, mientras lo pensaba uno de ellos se allegó y respiró cerca de su nuca, apoyando entre sus nalgas, el miembro erecto que tenía. Aquello entusiasmo a la culoncita, dándole un pequeño premio a ese maduro, moviendo su cola sobre esa pija, los otros dos se animaron y se aproximaron a la muchacha, en un parpadeo estaba rodeada por esos tres negros, que no dejaban de mirarla con deseo.   

El sujeto que se encontraba a su derecha le pregunta su nombre, –“Ignacia”- responde ella, mientras seguía moviendo su trasero y le pajeaba sutilmente con sus nalgas la polla del negro que estaba detrás de ella. El de la izquierda sonríe sin quitarle los ojos a ese escote que lo deleitaba y le pregunta qué estaba haciendo en el edificio, la muchacha le contesta que iba a visitar a alguien. El hombre que tenía su polla presionada en el culo de ella le consulta si iba a ver algún familiar o amigo, la rubia sintiéndose cada vez más sofocada y cachonda, le responde que no les podía decir a quién iba a ver, porque era un secreto, esta afirmación produjo la risa de los negros. 

Ella confundida les pregunta a los hombres de qué se reían, ellos contestan que les causo gracia en el tono coqueto con las que dijo esas palabras. El negro que estaba detrás de ella sacó una paleta de su bolsillo y se la dio, la jovencita lo acepto, sonriendo pícaramente. Él susurrándole en el oído, le dice que solo se le ocurría dos motivos por el cual una chica tan guapa como ella andaba vestida así en un edificio donde vivían mayormente hombres solteros. Ignacia sacándole la envoltura a la paleta, le da una lamida y le pregunta al maduro, cuales eran esas dos razones, él ríe y mordisqueándole el lóbulo le responde, –“Alguien te contrato o eres una chica muy traviesa”-  

Mordiendo suavemente su paleta, la culoncita deja salir un suspiro, contestando, –“Tu segunda hipótesis es la correcta. Soy una chica muy traviesa”-, los hombres que estaban a sus costados cortan aún más la distancia con ella, sus respiraciones la encendían más y más. Sostiene la paleta con sus dientes, mientras sus manos rozaron ligeramente las entrepiernas de esos dos negros. En ese instante llegan al piso y se abre la puerta del ascensor, la muchacha sale, escapando de la tentación que le estaban produciendo esas tres vergas negras. Caminó sin mirar atrás, pero uno de esos hombres le gritó, –“Ey hermosa”- y ella no pudo evitar darse vuelta.

–“Es aquí donde vivimos nosotros, por si cambias de opinión o el maldito suertudo no es capaz de satisfacerte”-, la muchacha sonríe y graba en su memoria el número de aquel departamento, al que tal vez visitaría después o algún día. Finalmente estaba al frente de la puerta donde vivía Sergio, suspira y golpea tres veces con cierto nerviosismo. Aquel maduro estaba en ese instante cocinando, tras escuchar que tocaban su puerta, fue abrir de manera inmediata, ya que estaba esperando a alguien. En esos breves segundos cuando abría la puerta cerró sus ojos y dijo, –“Bienvenida…”- al abrirlos quedo atónito, mirando a la muchacha de pie a cabeza. 

–“¿I-Ignacia?”- expresó el hombre de 45 años confundido, la jovencita sonrió y dijo, –“Buenas tardes, profesor”- mientras lamia su paleta de dulce. Sin esperar una invitación, ella entra al apartamento, dándose cuenta de que era un lugar bastante bonito, el maduro que quedo detrás de ella. Miraba esa cola infernal que meneaba la rubia. Ignacia estaba gratamente sorprendida, pues su profesor no solo era un hombre refinado y guapo, también tenía un buen gusto en las decoraciones. 

Ella se da vuelta y antes que Sergio dijera algo, lo calla colocando su dedo índice entre los labios de él, susurrándole, –“No digas nada, solo disfruta”-, tras esas palabras, ella se acerca más al hombre y lo besa. En ese mismo momento, Axel y Benjamín estaban hablando en el salón de la casa, el más joven de los hermanos, decía que era incapaz de comprender a las mujeres, por lo menos las que eran como Josefina.

Axel: ¿Josefina? (Ríe) ¿Acaso tú y ella están…?

Benjamín: (Interrumpe nervioso) No, no, no… Me refiero a que es muy complicada, solo eso. 

Axel: (Ríe) Benjamín, hermano… No tienes que fingir conmigo sobre lo tuyo con esa putita. 

Benjamín agacha la mirada y Axel se acerca a él, mientras Josefina en su habitación se masturbaba pensando en la pija de Tomás. Ella recuerda la única petición que le había pedido su gemela, que era mantener lejos a Axel de Diana. Desesperada se viste y baja al primer piso a ver si el muchacho no estaba junto con su hermanita, para suerte de ella, lo encontró con Benjamín charlando. 

Benjamín: Sé que no es correcto, pero me enamore de mi tía. 

Axel: Tampoco es el fin del mundo hermano, entiendo que es un tabú salir con tu tía, que es mal visto y todo eso, sin embargo, yo te apoyo si quieres estar con ella y si te soy sincero, creo que mamá April aceptaría su relación, al igual que papá. Después de todo Josefina no es una mala chica, es linda y hasta se ha vuelto más normal, es decir antes solía ser una puta que le encantaba humillar a los chicos y a mí me hizo hasta la vida imposible en un momento.

Benjamín: Pensar que cuando me dijiste que existía una tipa que era mala contigo, yo la deteste sin llegar a imaginar que me iba a enamorar de ella cuando la conocería. 

Axel: Igual eso fue hace mucho, yo no le guardo ningún rencor a Josefina, al contrario, estoy agradecido de ella, porque me inicio en el sexo, fue mi maestra por unos días y mi primera vez. 

Tras oír esas declaraciones, Josefina se animaba para ejecutar la loca idea que se le paso en la mente durante la ducha con su hermana. Sigilosamente se acercaba a los muchachos, como si fuera una leona que buscaba a sus pequeñas presas. Sin que ninguno de los dos se diera cuenta, Josefina llevo sus manos hasta las entrepiernas de ellos, agarrando fuertemente sus pollas. –“Mierda”- expresó Axel, mientras que Benjamín gimió, ambos se dieron vuelta y observaron a una Josefina hambrienta que paso su lengua por sus labios y les dijo, –“Es mi cumpleaños y hoy quiero estos paquetes como regalos”-, Axel trago saliva y miro a su medio hermano, no quería hacer nada que fuera a lastimar al muchacho.

Benjamín: No te preocupes hermano, de todas maneras, iba a pedirte que te cojas a Josefina. 

Axel: (Confundido) ¿Qué?

Benjamín: Sé que ella te ha estado deseando bastante, después de todo, aún soy un simple aprendiz y juguete para ella. 

Josefina se conmovió con las palabras de su sobrino, sin que él se lo espere, ella lo besa.

Josefina: ¿En verdad ibas a pedirle a Axel eso?

Benjamín: Cla-claro… Era el regalo de cumpleaños que tenía planeado para ti. 

Josefina: (Sonríe) Eres muy tierno Benjamín, aunque si hubieras pensado en un trío antes de entregarme simplemente a tu hermano, te habrías ganado un maravilloso premio. Pero qué más da, desvístanse y háganme gritar de placer, hermanitos del alma.   

En el edificio, Sergio trato de resistirse a Ignacia, sin embargo, no lo logró. Su verga estaba completamente erecta, por esos besos que le daba la muchacha, sus manos lentamente se fueron yendo a la cola de ella y apretando fuertemente sus nalgas, daba la señal que no había vuelta atrás e Ignacia había logrado su objetivo. Tras sentir esas manos en su culo, la jovencita se detiene con sus besos y queda mirando fijamente a su profesor, diciéndole –“Sabía que me deseabas, como yo a ti”- el maduro sin dar alguna respuesta zampa los labios de la culoncita y comienza a introducir sus dedos en ese ano glotón.  

La joven lleva sus manos a ese bulto que chocaba con su vientre, agarrando se percata que Sergio ya estaba listo para coger. Mientras le bajaba la cremallera al pantalón del hombre, él la continuaba besando y masajeando sus nalgotas, la rubia suelta un pequeño chillido, estaba tan cachonda que sentía como sus jugos ya recorrían sus piernas. Los dos se fueron recostando en el sofá, la muchacha agitada le pregunta al maduro si toda esa comida que había preparado era para la supuesta junta con April, el hombre ríe, diciendo que se había olvidado del correo que le había contestado a la “Milf”, entonces Ignacia intrigada le consulta a quién estaba esperando y él jugando al misterio no le responde. 

La culoncita le vuelve a preguntar a su profesor, a quién estaba esperando, él decide quedarse mudo, darle unos cortos pero ardientes besos en el cuello e ir retirándole la falda junto con su tanguita. Sergio lleva su boca hasta el coñito rubio y mojado de Ignacia, quien durante estos dos años había modificado algo sus reglas, antes su amante tenía que demostrar ser merecedor de su vagina, ahora no se la da a nadie que no fuera Axel, pero aquel hombre estaba generándole dudas y haciendo que se replanteé su regla, ya que también su vulva tenía un gran cosquilleo, por lo cual abrió sus piernas y permitió que Sergio le diera una comida de coño.

Regresando con Josefina y los hermanos, la rubia se encontraba montada sobre Benjamín y con la polla de Axel entre sus nalgas, se besaba con este último. Se daba cuenta que los besos de Axel habían mejorado bastante desde la última vez que toco sus labios, eran tan cachondos que su cuerpo se calentaba todavía más de lo que ya estaba. Axel masturbaba su pene con las nalgas de su cuñada, lleva sus manos a los pezones de ella y juega con sus piercings, provocando que Josefina se corriera. Con ganas de tener el miembro de su cuñado adentro de ella y finalmente sentir ambas pijas en su interior, le pide a Axel que se la meta, pero él caprichoso le responde que no. 

Josefina ríe pensando que el muchacho le estaba haciendo una broma, hasta que él le vuelve a decir que no se la clavaria, sin antes de que ella le hiciera realidad un deseo, el cual era que use esa boquita para lubricar su verga. Ella no hizo esperar tanto a Axel y cambio de posición, clavando nuevamente la tranca de Benjamín en su vagina, acerca sus labios a esa verga a la que había entrenado hace unos años y le enseño de sexo, para que pudiera satisfacer a Ignacia, aunque ella terminó amándola. Axel gimió al sentir esa boca tragando su miembro y la lengua jugando con él. Le resultaba difícil no recordar toda la historia que tenían ambos, llegando a su memoria la primera vez que ella se la mamo.

Axel: Ooooohhh, Josefina... Veo que está muy hambrienta, te comes mi polla con muchas ansias y mueves tus caderas para recibir toda la verga de mi hermanito... 

La muchacha no respondía y seguía en lo suyo, sin duda estaba disfrutando de su regalo de cumpleaños. Siguió engullendo el mástil de su cuñado, hasta tenerlo todo dentro de su garganta, una de sus manos quedo en la cintura de Axel y la otra comenzó a jugar con sus bolas. Benjamín comenzaba a emocionarse y a cachondearse mucho al ver a su tía comiendo la verga de su medio hermano, sus estocadas fueron aumentando de ritmo, mientras con sus manos abría esas nalgotas y con sus dedos pulgares rozaba ese anito, que pedía también ser penetrado. Axel en ese corto tiempo se había dado cuenta que Josefina en el fondo amaba a Benjamín, así que decidió tomar una actitud altanera.

Axel: Hhhhhmmm... Vamos Benjamín, enséñale a esta puta quien manda... Ella siempre quiere dominar y estar controlando todo, pero su lugar es otro...

Benjamín mordiendo su labio inferior, le hace caso a su hermano, sentía que era momento perfecto para que le mostrara a Josefina que él también podía tener el control en el sexo. Introduciendo sus dedos en el ano de la muchacha, hace que pegue un gemido placentero, aunque lo ahogaba por el pene que estaba devorando. Benjamín no le daba tregua a la rubia, con su pija taladrándole el chocho y con sus dedos penetrando ese gran culo que tenía. Axel al ver aquello y que el rostro de Josefina era cada vez más de gozo, lleva sus manos hasta la nuca de ella y le hace mantener su pene completo adentro de su boca, por unos largos segundos mientras le decía. 

Axel: Uuuugghh... ¿Recuerdas cuando tú me enseñabas de sexo y me usabas como un simple juguete? Yo... Yo... Era muy inocente en ese tiempo y tú agresiva y muy posesiva... Pero mírate ahora, maestra... No eres más que una puta sumisa... Perdón que me refiera así de tu novia, hermano...

Benjamín no contestó, pero Josefina se retira todo el miembro de Axel de su boca, sonriendo y con su voz agitada le responde. 

Josefina: Benjamín y yo, no somos novios. 

Axel: Ah, ¿no?

Josefina: No... Y aún puedo enseñarte muchas cosas sobre el sexo... Ooohhgg...

Axel: (Ríe) Lo dudo, solo dices eso para fanfarronear, te recuerdo que las últimas veces que lo hicimos, tú me rogabas para que te follará...

Josefina: Aaagghh... Es cierto, pero también es verdad que solo te enseñe lo básico para hacer feliz a Ignacia… Uuugghh… A-aún hay muchas cosas que puedes mejorar...

Axel: Creo que he mejorado mucho con Ignacia, Diana y Vanessa…

Josefina: (Ríe) La Nacha no enseña a cómo coger o cómo satisfacer a una mujer, ella solo quiere que el hombre resista lo suficiente... Hhhhmm.... Q-que tenga una gran ve-verga... Uuuuhh... Y que sea una ma-madura... Pero claro estás tú, el único joven con quien coge, porque te ama... Aunque he oído que hay problemas entre ustedes… Mmmhhh... Y estoy segura de que ninguna de las otras dos perras te ha enseñado algo... 

Axel: Es verdad que no estoy pasando por un buen momento con Ignacia, no obstante, no subestimes a Diana mucho menos a mi hermana, para que me creas voy a demostrártelo. (Tomando su pene) 

Josefina: Oooohhh, mierdaaaaa... Sí, sí, sí, sí, sí... Ven aquí y méteme ese gran trozo de carne... Para que pueda juzgar si has mejorado en todo este tiempo sin coger conmigo...

Axel se acerca y Benjamín retira su pene del coño de Josefina, para introducírselo en el ano de ella. La joven rubia gemía bien fuerte, estaba ansiosa de esa doble penetración que iba a experimentar, su vulva chorreaba una gran cantidad de jugos, pidiendo a gritos ser embestida. Axel fue perfilando su miembro, aunque antes de clavarlo, comienza a jugar con el clítoris de la rubia. Ella se muerde los labios y aunque no lo quería admitir, le estaba encantando ese jueguito de Axel. Él le pregunta con un tono burlesco, si quería que parada y metiera su polla adentro de una vez, ella con la voz entre cortada, le responde que sí, que estaba muriendo por sentir su pija dentro de ella. 

Axel: Ves qué he mejorado... Ya que antes al solo oír ese ruego, te la ensartaba... Ahora, seguiré provocante... 

Josefina: ¿Quéééé...? Aaahggg... Hhhmmmm...

Axel continuó moviendo la cabeza de su pene en círculos y jugando con el clítoris de la jovencita. Ella volvía a recordar esas vacaciones en su casa donde le enseño a Axel, cómo besar, encender a una mujer, comer un coño y a follar. No imaginaba que, desde entonces, se volvería tan bueno, su coñito no dejaba de empaparse y solo quería ser penetrada de una maldita vez. Él utilizando su mano libre, comienza a pellizcar los pezones de Josefina, ella bufa desesperada, aun cuando aquello se sentía espectacular, no dejaba de ser una forma más para provocarla, rendida le pide nuevamente que se la clavara. Pero Axel hacía oídos sordos y seguía con su juego.

Josefina: Ooooohhh... Oooohhh... Mmmggghh... Pa-para... Por favor... Aaaahhh... Y clávamela...

Axel: No... Tú estás acostumbrada a tener todo fácilmente... Aun si lloras y me supliques, no te daré mi verga hasta que yo quiera... 

Josefina: Hhhhmm... Eres un desgraciado... 

Axel: (Sonríe) Oh vaya... A pesar de no tener lo que quieres, sigues actuando arrogante... Tal vez se deba a que mi hermano te está cogiendo la cola... Pero ¿qué va a pasar cuando él deje de hacerlo?

Josefina: (Asustada) ¿Qué? Nooo... Benjamín, no le hagas caso a este idiota... 

Axel: Hermano... Es la única manera, para que esta perra caprichosa, aprenda que no puede tener todo tan sencillo y que es solo un depósito de semen. 

Benjamín, que había participado poco y nada en la conversación que tenía su tía con su hermano. Comienza a retirar su miembro del ano de la rubia, haciéndole caso a Axel, deja su polla entre las nalgas de Josefina y algunas veces rozaba ese anito abierto con su glande, haciendo que ella enloquezca por tener ambas pollas en su interior.  

Josefina: Paren... (Llorando) Ya basta de juegos... Cojan mi vagina y mi culo... Quiero sus gruesas vergas dentro de mí... 

Axel: Que adorable... Pero no me convence tu actuación... 

Josefina: No es una actuación... En verdad quiero que me cojan... Benjamín... Yo sé que tú quieres continuar follando mi culo... Deja de hacerle caso a Axel y has lo que tú quieres...

Benjamín: Tí-tía... Yo... Yooo... Yo no me detuve porque Axel me lo dijo. 

Josefina: ¿Qué? ¿Qué dices?

Benjamín: Me siento cómo tu muñeco... Solo lo hacemos cuando tú quieres y nunca te han importado mis sentimientos, no te imaginas cómo sufro cuando te largas por semanas, para colmo cuando vuelves, me dices que te cogiste a otros que son mejores que yo y tras escuchar tus relatos, trato de mejorar y hacerte gozar, pero nunca soy lo suficiente bueno para ti. Aun así, sigo siendo tu maldito consolador y ya estoy aburrido que me veas así.

Josefina: Ben... Benjamín... Eso es mentira... Esas historias que te digo son falsas... Solo te las cuento, para que no te enamores de mí y me veas como una estúpida perra... Sin embargo, ya me di cuenta de que no sirvió para nada... Perdón por hacerte daño... 

Axel quedo sorprendido por esas palabras, Benjamín por su parte no sabía cómo reaccionar a la confesión de Josefina. El muchacho mira a su medio hermano, quien sonriendo le hace una mueca y le dice. 

Axel: Finalmente está siendo sincera. Creo que podemos darle los regalos de cumpleaños que tanto ha estado pidiendo. 

Benjamín: ¿Se-seguro?

Axel: Sí, de todos modos, ya sabemos qué hacer para que siga confesando. 

Axel toma asiento y hace que Josefina se siente en sus piernas, los hermanos perfilan sus penes y de un golpe fueron penetrando tanto el culo como el coño de la muchacha, quien, al sentir ambos troncos gruesos en su interior, comenzó a jadear como loca. A lo largo de su juventud había hecho tantas cosas obscenas, pero nunca se atrevió a un trío con dos chicos, por el miedo de mostrar su lado dócil. 

Aunque eso claramente ya no le importaba, porque con Axel había sido sumisa en aquellos inolvidables días y desde hace un tiempo había querido que Benjamín fuera participe de una primera vez de ella en algo. La joven rubia besó frenéticamente a su sobrino y luego murmullo, –“Te amo”-, Benjamín no la escucho porque estaba concentrado en darle por el culo.    

culonas


La muchacha no sabía qué hacer entre tanto placer, trató de resistir lo que más que pudo, pero no aguanto por mucho y experimentó su primer orgasmo con ambas vergas dentro de ella. Fue una corrida extraordinaria para Josefina, Axel aprovechando que su cuñada estaba recuperando sus energías, para recostarse en el suelo. Lo hizo sin sacar su miembro dentro de ella, solo el de Benjamín lo hizo, pero el muchacho rápidamente introdujo su polla en ese gran culo. Sentir cada centímetro entrando dentro de ella era algo increíble, tanto su culo como su chocho apretaban las pijas de los muchachos que de a poco comenzaban a retomar su ritmo. 

Cada estocada que recibía hacía que se regocije, sin embargo, Josefina estaba en su límite, no porque no pudiera con ambas pijas dentro de ella, al contrario, parecía domarlas, pero su falta de experiencia y la poca costumbre con la doble penetración, hizo que la gemela de Ignacia pidiera tiempo para descansar. En un rincón tomaba aire, Axel aprovechaba la oportunidad para burlarse de ella y provocarla, Benjamín solo los miraba, hasta que sintió unas suaves manos tocando su pecho, se da vuelta y observa a su hermana mayor, quien había regresado a la casa a buscar unos juguetes del bebé mientras Diana cuidaba de él en el parque. 

Vanessa le dice a su hermano, –“¿Puedo unirme a ustedes?”-, Benjamín solo temblaba y sentía que su corazón se le aceleraba, ella se da cuenta que, a su querido hermanito, se le había puesto dura nuevamente. Josefina al ver esa reacción, sintió celos, no obstante, no hizo nada al respecto, pues seguía confundida sobre sus sentimientos, no sabía si ese “te amo” de antes, había sido real o solo fue algo espontaneo y sin valor. Axel con una sonrisa traviesa se burla una vez más de la gemela de su novia, esta vez diciéndole que Vanessa era una verdadera maestra en el sexo y que iba a volver loco a Benjamín, Josefina cabreada se muerde los labios.

Vanessa: Guao… Veo que tu amigote quiere que me una.

Benjamín: Va-va… Vanessa.

Vanessa: Sshhh… No digas nada, hoy cumpliremos uno de tus sueños, ¿ok?

Vanessa intercambia miradas con Axel y se sonroja, desde hace mucho tiempo que no estaba con otro hombre que no fuera su medio hermano, aún así no podía dejar a Benjamín con las ilusiones de coger, por lo que procede a desvestirse. Josefina solo observa como su querido sobrino, disfrutaba del cuerpo de Vanessa, agarrando esas grandes tetas con sus manos y chupando los pezones. La rubia tetona gemía bastante fuerte y eso que todavía no se ensartaba esa tranca. Axel estaba disfrutando del espectáculo, principalmente por el rostro de Josefina, el muchacho se acercó donde su hermano y le pregunto si estaba gozando de aquello, él afirma que sí.

El joven no se daba cuenta que con sus palabras estaba golpeando el orgullo de su tía, quien comienza a mirar a otro lado, pero Axel se acerca y hace que mire el momento justo cuando el pene de Benjamín entraba en la vagina de Vanessa. 

Vanessa: Ooooohhhh, hermanitoooo... Uuugghh... Que gorda y rica polla tienes... 

Benjamín: Aaahhh... ¿En serio te gusta?

Vanessa: Me encanta... Hhhmm... Sigue dándole amor a tu hermana...

Vanessa empieza a brincar sobre su hermano menor, el sonido de las estocadas y los jadeos de ambos, hacia que Josefina buscara consuelo en el miembro de Axel, pero él se aparta de ella y le recomienda que sea sincera y acepte de una puta vez que estaba enamorada de Benjamín. Axel se acerca donde sus hermanos, se agacha para abrirle la cola a Vanessa e introducir su lengua en ella. Los gemidos de la muchacha aumentaban abrazaba fuertemente a Benjamín, haciendo que su rostro desapareciera entre sus tetas. Josefina solo empuña sus manos y agacha su mirada, dejando que Vanessa le robara sus regalos de cumpleaños.  

Axel: Oooohhh... Que culo más rico tienes, hermana...

Vanessa: Mmggghhhh... Lo… ¿Lo dices en serio?

Axel: Síííí... Es una delicia, me encanta comértelo y cogértelo. Estoy seguro de que Benjamín va a disfrutarlo después, como lo hace ahora con tu fantástico chochito.

Vanessa: Hhhhmmm... Ben-Benja... ¿Te gusta el coñito de tu hermana mayor?

Benjamín: Síí... Es maravilloso... Igual que tus grandes pechos... (Nuevamente los chupas)

Axel se levanta y comienza a meter su pija en ese agujero que había devorado.

Vanessa: Oooohhh, Dios… Sí, sí, sí... Axel sigue clavándomela, quiero que cojan a su puta hermana bien fuerte... Hasta llenarla con sus cremosas leches... 

Axel: Ooooohhh... Hermanaaaaa... No tengas duda, te vamos a dejar bien llenitaaa... 

Vanessa: Ooooooohhh, Dios míooooooooo...

El trío de hermanos solo había iniciado, para la mala fortuna de Josefina, por otra parte, Ignacia y Sergio estaban en la habitación de él, la muchacha gozaba de la verga madura de su profesor en su culo, había pasado bastante tiempo desde la última vez que disfrutó una cogida anal. El hombre también se mostraba encantando con esa cola que follaba, no esperaba que fuera tan apretada. Ella se mordía los labios y luego gritaba de satisfacción, su cuerpo había estado deseando por una cogida así hace mucho y su coño comenzaba a estar celoso porque toda la diversión lo tenía su culo, para calmarlo un poco, jugaba con él con su mano.

jovencitas


Sergio: Y dime preciosa, ¿vas a dejar de estar distraída en clases o tendré que seguir castigándote?

Ignacia: Oooohhh... Dios, Dios, Dios... Uuuugghhhf... Me encanta tu varaaaaggh... Hhhmmm… Sabes cómo usarla, así que tendrás que seguir castigándome, Sergio...

Sergio: Uuuumm... Gracias por el halago preciosa... Pero no te he permitido que me llames por mi nombre.
 
Señaló nalgueándola fuertemente, Ignacia tras sentir ese azote se corre y no deja de rogar por esa verga.

Sergio: (Ríe) Debo admitir que desde el primer día de clases he estado loco por este gran culo que tienes, me preguntaba cómo se sentía cogerlo y ha resultado ser una maravilla…

Ignacia: Hhhggmm… Lo sabía... Sabía que mi culote te encendía... 

Sergio: (Sonríe) ¿Quién podría resistirse a este culazo? Aunque sabes, se me está antojando tu chochito también... Hhhmm...

Ignacia: Aaahhh... Dios... Me gusta cómo me follas, pe-pero, solo puedes jugar con mi cola, ya que mi coñito está prohibido...

Sergio: Oh vamos, yo sé, (llevando sus manos a los labios vaginales de la muchacha y rozarlos con sus dedos) que vas a terminar suplicándome para que te meta mi verga en este húmedo y rico coñito.

Ignacia gemía, moviendo sus caderas ferozmente, sentía como su vagina no paraba de gotear, cada vez le era más difícil de ocultar los deseos de su vulva. Sergio se daba cuenta que él tenía razón y era cuestión de tiempo que ella le iba a implorar para que le ensarte su polla en el coño. Ella mordiendo la almohada se hacía la fuerte, pero esa actitud solo hacía que él tuviera más ganas de penetrar esa vulva y al no decirle que deje de tocarle ahí, lo ilusionaba que pronto iba a quebrarle el espíritu. Sin embargo, ella se mantenía terca y no dejaba que aquellas palabras de rendición salieran de su boca, a pesar de que ese maduro no se lo coloque fácil.

Sergio: Ooohhh... Estás ansiosa por recibir mi verga en tu coñito, ¿verdad?

Ignacia: N-nooo... Uuuugggghh...

Sergio: Oh vamos... No seas testadura y admítelo... Solo quieres que te perfore de una estocada ese coñito lujurioso... 

Ignacia se muerde los labios y vuelve a responder que no, aunque hubiera preferido decir que sí, para terminar de una vez esa tortura. El maduro, al ver que la joven era orgullosa y obstinada, comienza a jugar con su clítoris e introducía levemente sus dedos. La culoncita volvía a gritar de placer y sus suspiros se hacían cada vez más y más constante. Cerraba los ojos para evitar que su mente se nublada y dijera las palabras que esperaba ese hombre. Volvía a correrse empapando aún más esa cama, que estaba cubierta con sus fluidos, él le mordía la oreja y su lengua jugaban con ella, susurrándole, –“¿Qué diría tu novio si te viera así?”-

Ella rio entre gemidos y respondió, –“Nada… Solo te enseñaría cómo me debes coger… Pa-para… Que puedas probar mi coño”-, al mismo tiempo en sus pensamientos se decía –“Dios mío... Me tiene loca y dominada... Si no fuera porque Axel me ha entrenado muy bien en estos años... Ya me hubiera rendido y permitido que me reviente el coño con esa maravillosa verga que tiene..."-, Sergio tomando esas palabras como una provocación, volvió hacer la cogida anal intensa y a decirle a la joven que se rinda, que no se prive de lo que ella deseaba, pero una vez más, Ignacia respondía que no, aunque esta vez tardo en hacerlo. 

Sergio: No vas a salir de este piso, sin haberme dejado coger tu coñito. 

Ignacia: Aaaaahhh... Aaaaahhh... Aaaagghh... Dios... 

La joven rubia comenzaba a dudar de su aguante y coqueteaba con la idea de confesar que quería que su vagina fuera penetrada. No obstante, alguien toca la puerta en ese momento, dándole así unos segundos de tranquilidad. 

Sergio: Mierda... Detesto que me interrumpan cuando estoy en pleno sexo... 

Ignacia: Aaaahhhh... Hhhhhmmm... Ooohhhh... A... A... A mí igual... 

Sergio: (Sonríe) Entonces, no dejare de darte lo que te gusta, culoncita... 

Él no deja de embestir ese culo con furia, Ignacia ya no aguantaba más y solo pensaba que su coño merecía probar semejante pene. Cuando estaba a punto de decirlo, vuelven a tocar la puerta, pero estaba vez una voz femenina se oye, diciendo, –“Papi, ya llegué. Ábreme por favor"-, Sergio de un segundo a otro, para. Retira su miembro de la cola de Ignacia y comienza a vestirse, mientras expresaba, –“Ya voy Florencia"-, Ignacia agitada y aturdida miraba como el maduro se colocaba la ropa y esa pija que la estaba enloqueciendo se escondía. Él toma la ropa de la muchacha y le pide que se vistiera rápido, ella le manifiesta que no podía dejar inconclusa la cogida de esa forma. 

Sergio que parecía estar desesperado y nervioso por hacer esperar a Florencia, le explica a Ignacia que la persona a la que él estaba esperando era a su hija. Ignacia tocando con sus dedos la entrepierna del hombre le dice que no tenía idea sobre Florencia y dudaba que fuera su hija. Él le explica que era un hombre divorciado y que Florencia fue producto de ese matrimonio fallido, ella lo admiraba mucho y lo respetaba, por ende, no quería que la imagen que tenía su hija de él cambiara. La culoncita agarrándole el erecto miembro a Sergio, le dijo que se iba a vestir, siempre y cuando terminaran la cogida el domingo o a más tardar el lunes en clases. 

Él le promete que lo retomarían lo más pronto posible, pero que se vistiera de una vez. Ignacia se colocaba su ropa, aunque parecía que lo hacía de forma lenta, haciendo que Sergio se desespere cada vez más. Cuando la muchacha estaba lista, el maduro corre a abrirle la puerta a su hija, la cual era una mujer de unos 25 años, de cabello castaño, con unas medidas muy parejas, ya que no destacaba por tener un gran trasero ni tampoco grandes tetas, aun así, su figura era muy sensual. Florencia abraza a su padre muy alegremente, pero al ver a Ignacia suelta al hombre, quedando sorprendida y a la vez algo intrigada, se acerca a la rubia y le pregunta. 

Florencia: ¿Tú quién eres?

Ignacia: Tu nueva mami. 

Florencia: (Atónita) ¡¿Qué?!

Florencia mira a su padre con un rostro de molestia e incertidumbre mientras el hombre no sabía qué decir, ni menos cómo explicarle que en su apartamento tenía a una jovencita vestida de colegiala sexy. Solo esperaba que Ignacia se deje de bromas y pudiera salvarlo de la situación.

Ignacia: (Ríe) Es broma... Soy la hija de una colega de tu padre y vine a entregarle unos papeles que necesitaba, pero ya me voy. 

Ignacia se acerca a Sergio y le da un beso bastante candente en la mejilla y luego se retira del piso. La hija del hombre mirándola se da cuenta que la muchacha tenía una gran cola, la cual presumía y que Sergio no dejaba de apreciar. Florencia se percata de la mirada de su padre y cierra la puerta molesta, provocando una pequeña y ligera risa burlona por parte de la culoncita. En la casa Josefina finalmente aceptaba que amaba a Benjamín y no quería que siguiera divirtiéndose con Vanessa, se coloca de pie y se acerca a ellos, en ese momento, Vanessa tenía la verga de Benjamín en su culo y la de Axel en su coño, el jovencito estaba adorando la cola de su hermana. 

Benjamín: Ooohh Dios… No te imaginas cuantas veces fantaseé esto hermana.

Vanessa: (Ríe) Lo sé… Siempre supe que olías mis bragas y te pajeabas con ellas.

Benjamín: ¿Co-cómo?

Vanessa: ¿Enserio creías que no notaría tu semen en mi ropa interior? Aaahh… Eras el único hombre en ese tiempo en la casa además de papá, pero él sería incapaz de ver de esa manera a su niña…

Josefina: Benjamín, detente. 

Benjamín: ¿Ah?

Josefina: ¡Te he dicho que te detengas! 

Axel no molestó a su cuñada, de hecho, la ayudo, cargando a Vanessa, se la lleva a la otra sala. Benjamín confundido le consulta a su tía de qué quería hablar, ella se sienta entre las piernas del joven, el pene de este seguía estando duro como un fierro. Josefina lo toma entre sus manos y lo masajea suavemente. 

Josefina: Yo no soy como mi hermana, que puede soportar ver a su hombre con otra, yo soy muy celosa y no me gusta que toquen lo que es mío, sabes a qué me refiero, ¿verdad?

Benjamín no comprendía nada, su rostro era de perplejidad, entonces ella acerca sus labios a los de él y lo besa tiernamente.  

Josefina: ¿Qué esperas? Ya tienes la vagina de tu novia preparada para coger. 

Benjamín: (Desconcertado) ¿Novia?

Josefina: (Sonríe) Pensé que con esas palabras y ese beso había sido clara, sin embargo, te lo haré más simple. Benjamín, ¿quieres ser mi novio?

Benjamín: (Traga saliva) Ti-tía... ¿Estás hablando en serio?

Josefina: Sí… ¿Qué dices? 

Benjamín: (Sonríe) Claro, obvio que quiero ser tu novio.  

Benjamín emocionado y feliz intenta besar a la rubia, pero ella lo detiene.

Josefina: Espera... Antes de hacerlo, quiero que sepas que debemos mantener en secreto nuestra relación de mi hermana y de tu padre, ¿entendido?

Benjamín: Sí, lo que tú digas tía... Digo amor. 

Josefina: Otra cosa. Sé que es hipócrita pedirte que me seas fiel, mientras yo voy a follar con otro, no porque no te amé, sino porque quiero sacar tu mejor potencial y para ello tendré que comprobar tu máximo potencial con otra verga que sea similar a la tuya, sin embargo tenga más experiencia.

Afirmó ella, diciéndole de una manera sutil que iba a buscar la oportunidad de coger con Tomás.   
 
Benjamín: Mientras sea Axel, por mí no hay problema.

Ambos se besan y se recuestan en el sofá, iniciando así una nueva cogida entre ellos. Axel y Vanessa miraron conmovidos aquella escena, la muchacha se da vuelta y besa a su medio hermano, él volvía a sentir en esa boca los sentimientos puros de Vanessa. Ambas parejas cogieron hasta muy tarde, Diana se aburrió de esperar a Vanessa y regresó con Simón durmiendo, al mismo tiempo que entraba a la casa, Ignacia lo hacía. 

Ellas no intercambiaron palabras, la culoncita a pesar de la interrupción que sufrió mientras cogía con Sergio, no se mostraba frustrada, al contrario, estaba más cachonda que antes, anhelando que ya fuera domingo o lunes para poder ser la putita de su profesor. Afuera de la casa unas figuras misteriosas se asomaban, eran una joven pareja, la cual se aproxima a la entrada. 

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