Habíamos ido con unos amigos a un centro comercial nuevo a verlo y tomar algo luego. De entre todos, Noemí, nuevamente, me estaba poniendo a mil de lo sexy que iba. Llevaba una cazadora de cuero negra, una minúscula falda gris, tableada, que apenas tapaba su culo y unas medias transparentes. Además, ella no paraba de buscarme y provocarme, a pesar de que estaba su marido allí. En cuanto este se despistaba, alejaba o lo que fuera que la diera la ocasión, se me acercaba a tontear y jugar. En una de las tiendas de ropa, aprovechando que su marido y los demás peligrosos, no estaban muy cerca, me coloqué detrás de ella, entre unos mostradores de ropa y la subí la faldita. No me costo mucho, debido a lo cortita que era, ver su precioso culazo, tapado por las medias y con un tanguita azul oscuro. Esta se giró, bajándose la falda, y me dijo que estuviera quieto o nos iban a pillar, mientras acariciaba mi paquete y sonreía.
Estábamos en uno de los bares tomando algo y la escribí un mensaje a Noemí sobre si quería conocer los baños conmigo. Esta me respondió que sí. Al poco, dije que iba a acercarme un momento a una de las tiendas a mirar si tenían un libro que quería. Noemí se levantó y dijo que me acompañaba que ella también iba a mirar para un regalo. Mi novia, que sabia de sobra la realidad, me dijo que mirara bien y a fondo, la di un beso y salimos del bar.
Fuimos a la zona de los baños y en cuanto vimos la oportunidad nos metimos en el de hombres, encerrándonos en un departamento. Nos empezamos a besar y mis manos se metieron fácilmente por su faldita, agarrando su culazo redondito. Levante una de sus piernas y una de mis manos lo acaricio, poniendo muchas ganas en su muslazo.
Noemí se agacho y me bajo el pantalón. Agarro fuerte mi polla y me comió los huevos mientras me masturbaba. Cuando empezó a hacerme una mamada, una de mis manos se poso en su cabeza. Comencé acariciándola el pelo, para acabar agarrándolo y tirando de el hacia arriba. Deje de tirar, cuando la di un condón para que me lo pusiera.
La levante y la puse mirando la puerta. Volví a subir su faldita y golpeé su culazo con mi polla. Bajé sus medias, volví a golpear su culo y la pase por la raja de su culazo. Aparte el tanguita azul y comenzamos a follar. No teníamos mucho tiempo, por lo que desde el principio comencé a follarla duro. Para que no se oyeran sus gemidos, tape la boca a Noemí.
Me senté en el váter. Noemí se sentó sobre mí, dándome la espalda, que era lo que las medias bajadas la permitían y seguimos follando. Giro su cabeza y nos besamos. Mis manos empezaron en sus piernas y acabaron subiendo a sus pechos, tapados aun por la cazadora. La desabroche y los tapados ahora por una camiseta negra ajustada. Acabe metiendo mi mano por dentro de la camiseta para agarrar directamente sus pechazos operados, ya solo con el sujetador de aro. Tire de el para abajo y saque sus tetazas, para acariciarlas mejor y jugar con sus pezones, ya duritos.
Cuando Noemí se corrió, se cambio mi polla de agujero y empecé a follarla el culo. Esta se movía cada vez más rápido y yo apretaba mas sus tetazas. Al poco, Noemí se bajó de mí, se subió las medias y se colocó entre mis piernas, agachada. Me quito el condón, se subió la camiseta y coloco mi polla entre sus tetazas, que seguían fuera de su sujetador azul oscuro, como el tanga. Las apretó y comenzó a hacerme una cubana placentera. Agacho la cabeza y comenzó a comerme el glande. Cuando la avise que iba a correrme, la metió entera en su boca haciéndome un mamadón a gran velocidad. Cuando me corrí, esta se tragó mi semen y jugo con su lengua en mi polla, dejándome bien sequito.
Noemí se sentó nuevamente sobre mí, pero esta vez de frente. Mis manos acariciaron sus piernas, mientras la comía las tetazas un poco, antes de colocarnos la ropa y salir del baño. Esta entro en el baño de mujeres para limpiarse y peinarse un poco, para volver al bar con el resto sin que su marido sospechara.
Estábamos en uno de los bares tomando algo y la escribí un mensaje a Noemí sobre si quería conocer los baños conmigo. Esta me respondió que sí. Al poco, dije que iba a acercarme un momento a una de las tiendas a mirar si tenían un libro que quería. Noemí se levantó y dijo que me acompañaba que ella también iba a mirar para un regalo. Mi novia, que sabia de sobra la realidad, me dijo que mirara bien y a fondo, la di un beso y salimos del bar.
Fuimos a la zona de los baños y en cuanto vimos la oportunidad nos metimos en el de hombres, encerrándonos en un departamento. Nos empezamos a besar y mis manos se metieron fácilmente por su faldita, agarrando su culazo redondito. Levante una de sus piernas y una de mis manos lo acaricio, poniendo muchas ganas en su muslazo.
Noemí se agacho y me bajo el pantalón. Agarro fuerte mi polla y me comió los huevos mientras me masturbaba. Cuando empezó a hacerme una mamada, una de mis manos se poso en su cabeza. Comencé acariciándola el pelo, para acabar agarrándolo y tirando de el hacia arriba. Deje de tirar, cuando la di un condón para que me lo pusiera.
La levante y la puse mirando la puerta. Volví a subir su faldita y golpeé su culazo con mi polla. Bajé sus medias, volví a golpear su culo y la pase por la raja de su culazo. Aparte el tanguita azul y comenzamos a follar. No teníamos mucho tiempo, por lo que desde el principio comencé a follarla duro. Para que no se oyeran sus gemidos, tape la boca a Noemí.
Me senté en el váter. Noemí se sentó sobre mí, dándome la espalda, que era lo que las medias bajadas la permitían y seguimos follando. Giro su cabeza y nos besamos. Mis manos empezaron en sus piernas y acabaron subiendo a sus pechos, tapados aun por la cazadora. La desabroche y los tapados ahora por una camiseta negra ajustada. Acabe metiendo mi mano por dentro de la camiseta para agarrar directamente sus pechazos operados, ya solo con el sujetador de aro. Tire de el para abajo y saque sus tetazas, para acariciarlas mejor y jugar con sus pezones, ya duritos.
Cuando Noemí se corrió, se cambio mi polla de agujero y empecé a follarla el culo. Esta se movía cada vez más rápido y yo apretaba mas sus tetazas. Al poco, Noemí se bajó de mí, se subió las medias y se colocó entre mis piernas, agachada. Me quito el condón, se subió la camiseta y coloco mi polla entre sus tetazas, que seguían fuera de su sujetador azul oscuro, como el tanga. Las apretó y comenzó a hacerme una cubana placentera. Agacho la cabeza y comenzó a comerme el glande. Cuando la avise que iba a correrme, la metió entera en su boca haciéndome un mamadón a gran velocidad. Cuando me corrí, esta se tragó mi semen y jugo con su lengua en mi polla, dejándome bien sequito.
Noemí se sentó nuevamente sobre mí, pero esta vez de frente. Mis manos acariciaron sus piernas, mientras la comía las tetazas un poco, antes de colocarnos la ropa y salir del baño. Esta entro en el baño de mujeres para limpiarse y peinarse un poco, para volver al bar con el resto sin que su marido sospechara.
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