Antes de llegar a vivir a Estados Unidos mi esposa me platicaba acerca de una tía de ella. Es la esposa de uno de sus tíos a la cual la veian de muy mala manera porque se sospechaba que uno de sus hijos era de otro hombre pero por cuestiones de mantener unida a la familia su tío nunca dijo nada.
Hasta hace 2 semanas era todo lo que yo sabia. En las fiestas la había visto varias veces pues casi no los frecuentamos y como a mi esposa no le caía bien pues ni siquiera le gustaba saludarla. Pero hace unos días arreglamos una fiesta en la casa. Comienzo a describir a esta señora. Tiene caderas grandes y un poco gordas' su culo es enorme. Tiene cintura delgada y unos senos de muy buen tamaño. Su rostro es de labios gruesos' ojos grandes de color miel. Tiene pelo color paja y un lunar sobre la boca que la hace lucir muy puta.
La historia comienza en la cocina. Yo entraba por platos y cucharas cuando la vi parada junto a la puerta del baño. Le dije que había otro baño arriba y ahí fue donde nos presentamos. Ella me acompaño a mi pieza y espere a que entrará al baño que se encontraba ahí. La invite a sentirse como en casa y que cuando terminará solo cerrará la puerta. Ya iba casi de salida de mi habitación cuando escuché que me llamó. Me dijo que por favor la esperara porque le daba miedo estar ahí sola. Como todo buen hombre yo solo recordaba las historias que me contaban de sus aventuras con otras personas y las veces que su esposo la llegó a descubrir en su casa. A mi me llamaba la atención pues la señora se ve divina cuando se empina. Un culo grande y redondo' una cintura bien definida y una cara de puta barata.
Solo pasaron 2 minutos y ella salió del baño. Se estaba arreglando la falda y yo estaba pardo junto a la cama. La verga la tenia parada y se notaba sobre el pantalón. Mientras ella se componía el sostén vi qie su mirada apuntaba a mi entrepierna y supe que esa hembra quería verme. Mi instinto fue llevar mi mano a mi verga dura y la apreté acomodandomela de manera que apuntara hacia la bolsa de mi pantalón. Ella no me quitaba la mirada de encima y se veía en su boca que se apretaba los labios como mordiendoselos. Se aventó contra de mí hincada y comenzó a morderme sobre el pantalón. Me abrazo las piernas y me comía la verga sobre la ropa. Sentía como me mordía queriéndome arrancar el pedazo de tela. Alcanzaba a sentir el calor de su boca humeda. Yo solo acariciaba su cabeza y disfrutaba viendo como lo disfrutaba. Le dije que se parara para ir abajo y no levantar sospechas pues ya teníamos algunos minutos lejos de la fiesta. Ella se disculpo y me dijo que no le dijera a mi esposa. Para cerrar el trato y hacerle saber que no pasaba nada la sometí contra la pared y le comí la boca. Ella me besaba desesperada y me agarraba la verga. Yo apreté su culo enorme. Se sentía bastante duro para lo gordo que parecía. Le dije que todo iba a ir bien y que si ella quería yo también pero teníamos que ser discretos.
Bajamos a la fiesta y seguimos con nuestro papel de desconocidos. De ves en cuando ella me veía y me decía con la mirada que estaba mojada. Mientras yo tenía una ereccion durisima y bien humeda.
Paso la noche y los tragos se salieron de control. Yo no tomo pero mi esposa y su familia si. Llegamos al punto que mi esposa se puso tan mal que tube que llevarla a la habitación. Se quedó dormida y yo baje a avisar a la familia que ella se encontraba bien. No tardo mi tía en venir y sentarse junto a mi. Platicamos y mi tío siguió bebiendo. Llegó al punto que casi ni se podía parar. Mi suegra me dijo que si podía llevar a mis tíos ya que su hermano no podía manejar así. Tome las llaves de su camioneta y ayude a subir a mi tío en el asiento de atrás. Ahi también iba mi tía. Yo adelante para no despertar sospechas y me fui de la casa. Al pasar el camino mi tío se quedó dormido y se acostó sobre las piernas de mi tía. Ella solo quería sacárselo de encima y me dijo que me orillara. Se pasó al asiento de adelante y los dos sabíamos que vendría. Mientras ibamos camino a su casa senti su intencion pero no hacia nada. Yo saque mi verga y puse solo una mano en el volante. Ella se pego a chuparmelo como si fuera una profesional. Llegamos a su casa y metí la camioneta a su cochera mientras disfrutaba de los labios de mi tía. Daba vueltas a la punta con su lengua y sorbia todo mi lubricante natural. Se bajo de su lado y cerró la puerta de la cochera. Yo la apoye sobre el asiento del conductor boca abajo con su vientre a la altura de la consola central y le comía su sexo con mi lengua. Es un sabor exquisito que ni siquiera en mi suegra pude encontrar. Ella gemia super rico. Me pedía que metiera toda mi lengua y que se iba a correr en mi cara. Yo le pedí que me llevara a su sala. De los nervios no podía abrir la entrada de su casa. Las manos le temblaban y la voz se le quebraba mientras pedía disculpas por ser tan torpe. En cuanto abrió su puerta la apolle sobre la mesa de su comedor. Y la besaba deseperadamente en ratos me besaba el cuello y me masturbaba como una zorra desesperada. Mi instinto de macho me llevó a penetrarla en la misma habitación donde dormía su esposo. Ella gritaba haciendo que la cogida que le estaba dando pareciera una escena porno. La sometía duro contra la pared y la columpiaba en el aire mientras ella me abrazaba del cuello con sus manos y la cintura con sus piernas. Sentía como succionaba con su vagina mi miembro durisumo. Me hizo acabar 3 veces dentro de ella en diferentes ocaciones Y seguíamos después de eso. Dure 2 horas aproximadamente sobre de esa hembra necesitada de sexo. Cuando terminamos ayude a su tío a subir las escaleras con mucho esfuerzo. llame a mi suegra para decirle que me enviara un taxi. Al llegar a la casa mi suegra se sorprendió de verme el cuello marcado y la ropa desacomodada.
Anteriormente les conté sobre mi suegra así que ella solo me miró con ojos de espantada sabiendo que no podía decir nada porque incluso con ella había tenido encuentros sexuales.
Subí a mi habitación donde se encontraba mi esposa. Me di un buen baño para quitarme el olor a sexo y me acoste con ella. Logré despertarla para tener sexo. Dejé la puerta abierta para que mi suegra pudiera escucharme e hice que mi esposa gozará la noche hasta el punto en que se quedo dormida. Mi apetito sexual era tanto después de comerme a mi tía que fui a la habitación de mi suegra. Pero esa ya será otra historia. No cabe duda que una dama ardiente y desesperada sabe hacer un sexo tan inolvidable que deja marca incluso en una mente tan perversa como la mía. Ahora puedo llamar a mi tía mi favorita y mi esposa ni se entero pues ella cubrió las huellas que dejo mi tía mientras cogiamos como vikingos salvajes aquella noche.
Hasta hace 2 semanas era todo lo que yo sabia. En las fiestas la había visto varias veces pues casi no los frecuentamos y como a mi esposa no le caía bien pues ni siquiera le gustaba saludarla. Pero hace unos días arreglamos una fiesta en la casa. Comienzo a describir a esta señora. Tiene caderas grandes y un poco gordas' su culo es enorme. Tiene cintura delgada y unos senos de muy buen tamaño. Su rostro es de labios gruesos' ojos grandes de color miel. Tiene pelo color paja y un lunar sobre la boca que la hace lucir muy puta.
La historia comienza en la cocina. Yo entraba por platos y cucharas cuando la vi parada junto a la puerta del baño. Le dije que había otro baño arriba y ahí fue donde nos presentamos. Ella me acompaño a mi pieza y espere a que entrará al baño que se encontraba ahí. La invite a sentirse como en casa y que cuando terminará solo cerrará la puerta. Ya iba casi de salida de mi habitación cuando escuché que me llamó. Me dijo que por favor la esperara porque le daba miedo estar ahí sola. Como todo buen hombre yo solo recordaba las historias que me contaban de sus aventuras con otras personas y las veces que su esposo la llegó a descubrir en su casa. A mi me llamaba la atención pues la señora se ve divina cuando se empina. Un culo grande y redondo' una cintura bien definida y una cara de puta barata.
Solo pasaron 2 minutos y ella salió del baño. Se estaba arreglando la falda y yo estaba pardo junto a la cama. La verga la tenia parada y se notaba sobre el pantalón. Mientras ella se componía el sostén vi qie su mirada apuntaba a mi entrepierna y supe que esa hembra quería verme. Mi instinto fue llevar mi mano a mi verga dura y la apreté acomodandomela de manera que apuntara hacia la bolsa de mi pantalón. Ella no me quitaba la mirada de encima y se veía en su boca que se apretaba los labios como mordiendoselos. Se aventó contra de mí hincada y comenzó a morderme sobre el pantalón. Me abrazo las piernas y me comía la verga sobre la ropa. Sentía como me mordía queriéndome arrancar el pedazo de tela. Alcanzaba a sentir el calor de su boca humeda. Yo solo acariciaba su cabeza y disfrutaba viendo como lo disfrutaba. Le dije que se parara para ir abajo y no levantar sospechas pues ya teníamos algunos minutos lejos de la fiesta. Ella se disculpo y me dijo que no le dijera a mi esposa. Para cerrar el trato y hacerle saber que no pasaba nada la sometí contra la pared y le comí la boca. Ella me besaba desesperada y me agarraba la verga. Yo apreté su culo enorme. Se sentía bastante duro para lo gordo que parecía. Le dije que todo iba a ir bien y que si ella quería yo también pero teníamos que ser discretos.
Bajamos a la fiesta y seguimos con nuestro papel de desconocidos. De ves en cuando ella me veía y me decía con la mirada que estaba mojada. Mientras yo tenía una ereccion durisima y bien humeda.
Paso la noche y los tragos se salieron de control. Yo no tomo pero mi esposa y su familia si. Llegamos al punto que mi esposa se puso tan mal que tube que llevarla a la habitación. Se quedó dormida y yo baje a avisar a la familia que ella se encontraba bien. No tardo mi tía en venir y sentarse junto a mi. Platicamos y mi tío siguió bebiendo. Llegó al punto que casi ni se podía parar. Mi suegra me dijo que si podía llevar a mis tíos ya que su hermano no podía manejar así. Tome las llaves de su camioneta y ayude a subir a mi tío en el asiento de atrás. Ahi también iba mi tía. Yo adelante para no despertar sospechas y me fui de la casa. Al pasar el camino mi tío se quedó dormido y se acostó sobre las piernas de mi tía. Ella solo quería sacárselo de encima y me dijo que me orillara. Se pasó al asiento de adelante y los dos sabíamos que vendría. Mientras ibamos camino a su casa senti su intencion pero no hacia nada. Yo saque mi verga y puse solo una mano en el volante. Ella se pego a chuparmelo como si fuera una profesional. Llegamos a su casa y metí la camioneta a su cochera mientras disfrutaba de los labios de mi tía. Daba vueltas a la punta con su lengua y sorbia todo mi lubricante natural. Se bajo de su lado y cerró la puerta de la cochera. Yo la apoye sobre el asiento del conductor boca abajo con su vientre a la altura de la consola central y le comía su sexo con mi lengua. Es un sabor exquisito que ni siquiera en mi suegra pude encontrar. Ella gemia super rico. Me pedía que metiera toda mi lengua y que se iba a correr en mi cara. Yo le pedí que me llevara a su sala. De los nervios no podía abrir la entrada de su casa. Las manos le temblaban y la voz se le quebraba mientras pedía disculpas por ser tan torpe. En cuanto abrió su puerta la apolle sobre la mesa de su comedor. Y la besaba deseperadamente en ratos me besaba el cuello y me masturbaba como una zorra desesperada. Mi instinto de macho me llevó a penetrarla en la misma habitación donde dormía su esposo. Ella gritaba haciendo que la cogida que le estaba dando pareciera una escena porno. La sometía duro contra la pared y la columpiaba en el aire mientras ella me abrazaba del cuello con sus manos y la cintura con sus piernas. Sentía como succionaba con su vagina mi miembro durisumo. Me hizo acabar 3 veces dentro de ella en diferentes ocaciones Y seguíamos después de eso. Dure 2 horas aproximadamente sobre de esa hembra necesitada de sexo. Cuando terminamos ayude a su tío a subir las escaleras con mucho esfuerzo. llame a mi suegra para decirle que me enviara un taxi. Al llegar a la casa mi suegra se sorprendió de verme el cuello marcado y la ropa desacomodada.
Anteriormente les conté sobre mi suegra así que ella solo me miró con ojos de espantada sabiendo que no podía decir nada porque incluso con ella había tenido encuentros sexuales.
Subí a mi habitación donde se encontraba mi esposa. Me di un buen baño para quitarme el olor a sexo y me acoste con ella. Logré despertarla para tener sexo. Dejé la puerta abierta para que mi suegra pudiera escucharme e hice que mi esposa gozará la noche hasta el punto en que se quedo dormida. Mi apetito sexual era tanto después de comerme a mi tía que fui a la habitación de mi suegra. Pero esa ya será otra historia. No cabe duda que una dama ardiente y desesperada sabe hacer un sexo tan inolvidable que deja marca incluso en una mente tan perversa como la mía. Ahora puedo llamar a mi tía mi favorita y mi esposa ni se entero pues ella cubrió las huellas que dejo mi tía mientras cogiamos como vikingos salvajes aquella noche.
1 comentarios - La tía culona.