Después de eso, se sentó en la taza del baño mientras me tenía empalada en su enorme verga, seguí un rato cabalgando hasta que se vino en mi vagina.
Al terminar me quedé ahí me encontraba desnuda sentada en el retrete con las piernas abiertas mientras el semen salía de mi vagina y ano, respiraba pesadamente mientras el señor se acomodaba la ropa, al terminar no dijo nada y salió del cubículo dejando la puerta abierta pude ver cómo habían algunos hombres afuera viéndome con deseo y lujuria.
Acomodé mi falda y mi ropa interior y salí corriendo, al llegar a mi casa me di un baño enjuagando toda mi vagina y culito, salí y fuí directo a dormir.
Era la mañana siguiente y yo me encontraba más temprano en la estación que de costumbre aún así estaba llena, iba con toda la actitud de conseguir mi aumento hoy así que iba preparada una mini falda, medias y los botones de mi blusa desabrochados para dejar ver mi escote.
Esperaba a que el tren llegará cuando sentí una mano rodear mi cintura voltee a ver de quién se trataba y era el señor se ayer el solo echo de saber que era el hizo que empezará a mojarme ninguno dijo nada y después de unos minutos llegó el tren.
Esta vez nos tocó hasta el fondo, lejos de la puerta en esta ocasión estábamos uno en frente al otro lo acerque a mi y empezamos a besarnos como en los baños sus manos recorrían mi cuerpo mientras las mías recorrían su espalda nos separamos y el empezó a besar mi cuello mientras tocaba mis tetas soltaba pequeños gemidos y veía como los demás se nos quedaban mirando.
En esta ocasión no llegamos más lejos de las caricias y besos pero acordamos vernos al acabar nuestros turnos.
Al salir del trabajo no podía aguantar las ganas de tener su verga adentro.
Me dirigí a la estación y al estar esperando el tren el se acercó por detrás y pegó su bulto con mis nalgas.
Mientras el me acariciaba la piernas yo agarraba su enorme bulto.
Subimos al vagón y nos fuimos hasta atrás, cabe aclarar que iba vacío ese entonces, por lo que nos sentamos hasta los asientos de atrás.
Así que empezó lo rico, nos comenzamos a besar, pero el iba mucho más rápido, empezó a quitarme mi ropa interior por debajo de mi faldita y a desabrochar mi blusa, eso me ponía más cachonda.
Una vez con mis tetas de fuera y mis calzones en el piso se desabrocho el pantalón y llevó mi cabeza a su pene y empecé a chuparlo
Me estaba atragantando con su pene, lo metía hasta mi garganta y lo escupía, así consecutivamente, me sentía muy puta y con las nalgas muy calientes.
Continuará....
Al terminar me quedé ahí me encontraba desnuda sentada en el retrete con las piernas abiertas mientras el semen salía de mi vagina y ano, respiraba pesadamente mientras el señor se acomodaba la ropa, al terminar no dijo nada y salió del cubículo dejando la puerta abierta pude ver cómo habían algunos hombres afuera viéndome con deseo y lujuria.
Acomodé mi falda y mi ropa interior y salí corriendo, al llegar a mi casa me di un baño enjuagando toda mi vagina y culito, salí y fuí directo a dormir.
Era la mañana siguiente y yo me encontraba más temprano en la estación que de costumbre aún así estaba llena, iba con toda la actitud de conseguir mi aumento hoy así que iba preparada una mini falda, medias y los botones de mi blusa desabrochados para dejar ver mi escote.
Esperaba a que el tren llegará cuando sentí una mano rodear mi cintura voltee a ver de quién se trataba y era el señor se ayer el solo echo de saber que era el hizo que empezará a mojarme ninguno dijo nada y después de unos minutos llegó el tren.
Esta vez nos tocó hasta el fondo, lejos de la puerta en esta ocasión estábamos uno en frente al otro lo acerque a mi y empezamos a besarnos como en los baños sus manos recorrían mi cuerpo mientras las mías recorrían su espalda nos separamos y el empezó a besar mi cuello mientras tocaba mis tetas soltaba pequeños gemidos y veía como los demás se nos quedaban mirando.
En esta ocasión no llegamos más lejos de las caricias y besos pero acordamos vernos al acabar nuestros turnos.
Al salir del trabajo no podía aguantar las ganas de tener su verga adentro.
Me dirigí a la estación y al estar esperando el tren el se acercó por detrás y pegó su bulto con mis nalgas.
Mientras el me acariciaba la piernas yo agarraba su enorme bulto.
Subimos al vagón y nos fuimos hasta atrás, cabe aclarar que iba vacío ese entonces, por lo que nos sentamos hasta los asientos de atrás.
Así que empezó lo rico, nos comenzamos a besar, pero el iba mucho más rápido, empezó a quitarme mi ropa interior por debajo de mi faldita y a desabrochar mi blusa, eso me ponía más cachonda.
Una vez con mis tetas de fuera y mis calzones en el piso se desabrocho el pantalón y llevó mi cabeza a su pene y empecé a chuparlo
Me estaba atragantando con su pene, lo metía hasta mi garganta y lo escupía, así consecutivamente, me sentía muy puta y con las nalgas muy calientes.
Continuará....
2 comentarios - Transporte público parte 4
Quien fuera ese afortunado