Buenas! Hoy les traigo otra parte del relato anterior. No seria una segunda parte porque no van en orden, sino que son distintas historias que he vivido en estos años, si les gusta comenten y sugieran sobre que quieren leer, tengo varias historias! Espero que les guste.
Una tarde estaba sentado estudiando en el balcón con mis binoculares a manopor cualquier emergencia. Ya estaban por ser las 4 de la tarde, hora en la quellegaba de su trabajo la del piso 6 de la torre de la izquierda. Ya tenía surutina en la memoria, llegaba, abría la ventana, se sacaba la ropa y quedaba entanga tirada en el sillón mirando tele hasta que tipo 5 se cambiaba y salía acaminar. Era una señora de unos 50 y no estaba mal, era gordita, pero conbuenas formas. Ese día llego como de costumbre y para mi suerte, como ya había pasadootras veces, se sacó incluso la tanga blanca que traía ese día, y quedo a mi disposición,va, a mi visión todo su cuerpo. Ya se me había puesto dura y empecé a tocarmeun poco como hacia habitualmente cuando podía observar este tipo desituaciones. Se había puesto lindo el viernes e iba a mejorar...
Escuche que alguien puso música y se oían gritos, identifique que venían delpatio de mis 3 vecinas fututas veterinarias (ya contare otro día como les pedíayuda para adoptar un perro y así hacerme amigo de ellas). Cuando me puse amirar en detalle me di cuenta que alguien estaba poniendo latas de cerveza enun freezer que habían sacado al patio e inmediatamente me di cuenta de que esanoche iba a haber joda. Le mande un mensaje a Katia, una de las chicas, con unaindirecta como para que me inviten, la verdad es que estaba aburrido.
“Linda joda se viene, no?”, decía mi mensaje. “ayy sii, perdón que no teinvitamos, es una juntada de mis compas de vete. En la semana organizamos algo,te va?” fue su respuesta. Le dije que sí y que no había problemas, que ya teníaotros planes para hoy. Estos otros planes era mirarlas a ellas, por supuesto.
Volví mi mirada a mi vecina nudista del sillón y ahí seguía, tirada. Seestaba pasando crema por su cuerpo desnudo, por sus tetas grandes, perobastante caídas, por su panza y volvía a sus tetas. Se ve que la divertía elhecho de bañarse en crema desnuda. Una de mis primeras pajas en el balcón fueel día que la vi a ella masturbarse en esa misma posición. Empezó pasándose lamano por su vagina suavemente y por un largo rato, yo seguía atento susmovimientos. Luego busco algo que parecía ser un dildo o era parecido, no pudeidentificar. Y ahí mismo, mientras le daba el sol a más de la mitad de sucuerpo, comenzó a metérselo y jugar con él. No era de gran tamaño, pero tampocoera chico, aunque parecía porque lo introducía con gran facilidad. A todo esto,yo ya estaba por acabar y tuve que sacrificar un bóxer que colgaba limpio deltender. Ella siguió por un rato más y después hizo lo de siempre, se puso ropadeportiva y se fue a caminar.
Mientras en lo de Katia seguía llegando gente, eran unas 10 o 12 personasen ese lindo patio que tenían, para mi fortuna eran mayoría de mujeres, iba aser interesante la noche.
Doy una mirada por todo el barrio y veo que estaba por salir de la pileta Milu,la otra hija de Sonia, la señora del almacén. Milu estudiaba en Buenos Aires nosé qué y había venido a pasar unos días a su casa, todo esto me lo conto Soniaque ya era mi amiga casi, le encantaba contarme su vida y la de sus hijas. Estachica estaba por cumplir 20 años y era un camión, estaba muy buena. Tenía uncuerpo espectacular, unas tetas chicas, pero bien paraditas, las cualesmostraba casi hasta el pezón con las ropas provocativas que usaba. El culo erauna maravilla, también era chico, pero tenía la forma perfecta, siempre usabacosas cortitas que dejaban ver un cuarto de cachete, me volvía loco. Cuandoestaba ella iba seguido al almacén si no la veía en el patio para poder verla yconversar un rato. Ese día salió de la pile con su diminuto bikini azul y se veque estaba apurada porque enseguida se puso un short blanco y salió corriendopara adentro. Casi como un reflejo me pare, me cambie y fui al almacén porquecalcule que ahí estaría.
Fui con la idea de comprar unas cervezas y una picada para instalarme a lanoche en el balcón y observar cómodamente la fiesta de mis vecinas. Cuandoentro al almacén la veo a Milu con el pelo mojado todavía atendiendo a unavieja que justo se iba.
-Hola Milu cómo va? ¿Estabas en la pile? Jaja
-Sii mi mama tuvo que salir y la tengo que cubrir un rato. ¿Quenecesitabas?
-Dame maní saborizado de jamón 100 gr. (lo pedí con maldad porque sabía queestaban en la parte alta de la repisa y tendría que darse vuelta y subir a unbanquito para llegar)
-Dale! ¿Algo más?
-Me voy sacando un pack de latas de cerveza mientras.
Cuando se subió a ese banquito y quedo su culo a pocos metros de mi mequede duro, en todo sentido. La pija se me puso como piedra, pero, tuve lasuficiente reacción para sacar rápido el celu y tomarle un par de fotos. Elshort blanco se le levanto por el esfuerzo y se veía casi medio culo, bajemirando sus hermosas piernas doradas por el sol, mientras ella se ponía enpuntitas de pie para alcanzar el tarro que le había pedido. El bikini azulmojado había humedecido parte de su pantalón y se marcaba. Era un espectáculo.Cuando bajo, le pedí maní sabor pizza, así que tuvo que volver a subir y estavez filme un videíto de ella subiendo, mientras hacía como que mandaba un audiopara que no sospeche.
Ya satisfecho con lo que había visto, pagué y me fui. Llegué al depto. yeran cerca de las 7 de la tarde, vi que la fiesta estaba empezando, mucha gentetomando y un fuego que se empezaba a hacer para unas hamburguesas que se veíanal costado de la parrilla. Prepare mi trinchera para ver todo tranquilo yoculto, destape la primera cerveza y me instale.
En el próximo cuento todo lo que vi esa noche en la fiesta, espero que leshaya gustado! Espero sus comentarios, díganme sobre que les gustaría quecuente, tengo varias historias.
Una tarde estaba sentado estudiando en el balcón con mis binoculares a manopor cualquier emergencia. Ya estaban por ser las 4 de la tarde, hora en la quellegaba de su trabajo la del piso 6 de la torre de la izquierda. Ya tenía surutina en la memoria, llegaba, abría la ventana, se sacaba la ropa y quedaba entanga tirada en el sillón mirando tele hasta que tipo 5 se cambiaba y salía acaminar. Era una señora de unos 50 y no estaba mal, era gordita, pero conbuenas formas. Ese día llego como de costumbre y para mi suerte, como ya había pasadootras veces, se sacó incluso la tanga blanca que traía ese día, y quedo a mi disposición,va, a mi visión todo su cuerpo. Ya se me había puesto dura y empecé a tocarmeun poco como hacia habitualmente cuando podía observar este tipo desituaciones. Se había puesto lindo el viernes e iba a mejorar...
Escuche que alguien puso música y se oían gritos, identifique que venían delpatio de mis 3 vecinas fututas veterinarias (ya contare otro día como les pedíayuda para adoptar un perro y así hacerme amigo de ellas). Cuando me puse amirar en detalle me di cuenta que alguien estaba poniendo latas de cerveza enun freezer que habían sacado al patio e inmediatamente me di cuenta de que esanoche iba a haber joda. Le mande un mensaje a Katia, una de las chicas, con unaindirecta como para que me inviten, la verdad es que estaba aburrido.
“Linda joda se viene, no?”, decía mi mensaje. “ayy sii, perdón que no teinvitamos, es una juntada de mis compas de vete. En la semana organizamos algo,te va?” fue su respuesta. Le dije que sí y que no había problemas, que ya teníaotros planes para hoy. Estos otros planes era mirarlas a ellas, por supuesto.
Volví mi mirada a mi vecina nudista del sillón y ahí seguía, tirada. Seestaba pasando crema por su cuerpo desnudo, por sus tetas grandes, perobastante caídas, por su panza y volvía a sus tetas. Se ve que la divertía elhecho de bañarse en crema desnuda. Una de mis primeras pajas en el balcón fueel día que la vi a ella masturbarse en esa misma posición. Empezó pasándose lamano por su vagina suavemente y por un largo rato, yo seguía atento susmovimientos. Luego busco algo que parecía ser un dildo o era parecido, no pudeidentificar. Y ahí mismo, mientras le daba el sol a más de la mitad de sucuerpo, comenzó a metérselo y jugar con él. No era de gran tamaño, pero tampocoera chico, aunque parecía porque lo introducía con gran facilidad. A todo esto,yo ya estaba por acabar y tuve que sacrificar un bóxer que colgaba limpio deltender. Ella siguió por un rato más y después hizo lo de siempre, se puso ropadeportiva y se fue a caminar.
Mientras en lo de Katia seguía llegando gente, eran unas 10 o 12 personasen ese lindo patio que tenían, para mi fortuna eran mayoría de mujeres, iba aser interesante la noche.
Doy una mirada por todo el barrio y veo que estaba por salir de la pileta Milu,la otra hija de Sonia, la señora del almacén. Milu estudiaba en Buenos Aires nosé qué y había venido a pasar unos días a su casa, todo esto me lo conto Soniaque ya era mi amiga casi, le encantaba contarme su vida y la de sus hijas. Estachica estaba por cumplir 20 años y era un camión, estaba muy buena. Tenía uncuerpo espectacular, unas tetas chicas, pero bien paraditas, las cualesmostraba casi hasta el pezón con las ropas provocativas que usaba. El culo erauna maravilla, también era chico, pero tenía la forma perfecta, siempre usabacosas cortitas que dejaban ver un cuarto de cachete, me volvía loco. Cuandoestaba ella iba seguido al almacén si no la veía en el patio para poder verla yconversar un rato. Ese día salió de la pile con su diminuto bikini azul y se veque estaba apurada porque enseguida se puso un short blanco y salió corriendopara adentro. Casi como un reflejo me pare, me cambie y fui al almacén porquecalcule que ahí estaría.
Fui con la idea de comprar unas cervezas y una picada para instalarme a lanoche en el balcón y observar cómodamente la fiesta de mis vecinas. Cuandoentro al almacén la veo a Milu con el pelo mojado todavía atendiendo a unavieja que justo se iba.
-Hola Milu cómo va? ¿Estabas en la pile? Jaja
-Sii mi mama tuvo que salir y la tengo que cubrir un rato. ¿Quenecesitabas?
-Dame maní saborizado de jamón 100 gr. (lo pedí con maldad porque sabía queestaban en la parte alta de la repisa y tendría que darse vuelta y subir a unbanquito para llegar)
-Dale! ¿Algo más?
-Me voy sacando un pack de latas de cerveza mientras.
Cuando se subió a ese banquito y quedo su culo a pocos metros de mi mequede duro, en todo sentido. La pija se me puso como piedra, pero, tuve lasuficiente reacción para sacar rápido el celu y tomarle un par de fotos. Elshort blanco se le levanto por el esfuerzo y se veía casi medio culo, bajemirando sus hermosas piernas doradas por el sol, mientras ella se ponía enpuntitas de pie para alcanzar el tarro que le había pedido. El bikini azulmojado había humedecido parte de su pantalón y se marcaba. Era un espectáculo.Cuando bajo, le pedí maní sabor pizza, así que tuvo que volver a subir y estavez filme un videíto de ella subiendo, mientras hacía como que mandaba un audiopara que no sospeche.
Ya satisfecho con lo que había visto, pagué y me fui. Llegué al depto. yeran cerca de las 7 de la tarde, vi que la fiesta estaba empezando, mucha gentetomando y un fuego que se empezaba a hacer para unas hamburguesas que se veíanal costado de la parrilla. Prepare mi trinchera para ver todo tranquilo yoculto, destape la primera cerveza y me instale.
En el próximo cuento todo lo que vi esa noche en la fiesta, espero que leshaya gustado! Espero sus comentarios, díganme sobre que les gustaría quecuente, tengo varias historias.
1 comentarios - Observando el barrio