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Erika, cogida por una cerveza.

Erika, cogida por una cerveza.


Como saben mi esposa atiende una tienda grande de vinos, así que su trabajo consiste en llenar los refrigeradores, acomodar mercancía y obviamente atención al cliente, en el día los clientes pueden pasar al interior del local, tomar sus bebidas de el refri y ponerlo en el mostrador mientras ella realiza el cobro del importe, en las noches, por tema de seguridad, el local tiene una reja por la cual les pasa el producto una vez realizado el pago del mismo.


Ustedes deben saber por experiencia que los envases de vidrio se vuelven resbalosos debido a la baja temperatura y es común que caigan de las manos, así fue como sucedió la noche de ayer, mientras pasaba por la reja dicho producto, uno de los envases llenos se resbala de sus manos y cae al piso, lo que llevo a la consecuencia lógica, el envase cae al piso y su contenido se derrama con el consiguiente ataque de irá por parte del cliente, que bastante ebrio lo toma como ofensa personal, Erika pide disculpas y repone el producto, lo que no calma en absoluto el enfado del cliente que amenaza con cobrar la "afrenta" hacia su persona, pues el líquido a manchado su pantalón nuevo.


Hago un pequeño paréntesis, para explicarles amables lectores, que debido a una falla importante en el motor de mi auto me resulta imposible ir al trabajo de mi esposa y llevarla a casa como acostumbro, así, que algunas veces, los dueños del local la llevan a casa o bien le permiten salir un poco más temprano para que haga uso del transporte público. Dicho esto, prosigo.



Esta ocasión, los dueños le avisan vía telefónica que no podrán llevarla a su domicilio y le dan indicaciones de cerrar temprano, a eso de las 9 PM para que pueda encontrar dicho transporte, el incidente con el ebrio cliente tenía apenas media hora de ocurrido y la verdad es que por la afluencia de clientes debido a la temporada, habían hecho que se le olvidará, la confiada de mi mujer, jamás pensó que las amenazas del tipo se cumplieran y por eso no presto atención al auto estacionado frente al local... Después de cumplir con sus labores, se dispuso a cerrar la cortina del negocio mientras una figura amenazante bajaba del auto, la golfa de mi esposa vestía una falda que sin ser diminuta, permitía apreciar los muslos y por ende, mostraba más de lo debido al empinarse por colocar el candado, unos pasos vacilantes advirtieron la presencia de alguien tras ella que no atino a reaccionar a tiempo, una mano se posó en el muslo y subió rauda hasta la nalga, intento moverse logrando perder el poco equilibrio de su posición y pegarse en la cortina lo que la aturdió bastante, maldita zorra! Escucho decir a lo lejos, te dije que me las pagarías puta!, Crees que con tus disculpas se le quitará la mancha a mi pantalón? La mano había llegado a la hendidura de la concha y un par de dedos se incrustaron con la tela en la abertura, ella gimió a pesar de encontrarse aturdida, ahora verás estúpida, te haré pagar por tener las manos torpes, el fulano la agarró con la mano libre del cabello sin sacar la otra de la entrepierna y la lleva un par de metros a un costado del local, una zona poco iluminada y ahí le hace a un lado la tanga, no sin esfuerzo saca su miembro y con movimientos torpes intenta metérsela, pinche golfa, empinate bien pendeja! La vulva está completamente seca y al recibir por fin el miembro arranca un grito de mi mujer, eso puta! Siente mi verga maldita golfa, las putas como tú, solo deben dar placer a machos como yo, las embestidas salvajes, hacían que Erika se pegará constantemente en la pared, pues no consiguió adoptar una postura cómoda, el fulano se aventuró por el escote de la blusa amasando y pellizcando sus tetas, por primera vez en mucho tiempo, la zorra no disfrutaba lo que le hacian, quién pensaría que después de cabalgar tantos miembros y dejarse coger con fuerza, un cliente ebrio la humillaria de tal manera, sentía que su concha se desgarraba a pesar de que el tipo no tenía la verga enorme, los jalones en sus tetas le producían dolor verdadero, para aumentar su tormento, el fulano parecía lejos de acabar y no paraba de ofenderla mientras la violaba, Erika se mordía los labios pues le aterro la idea de que la descubrieran en esas condiciones, mientras tanto aquel tipo arreciaba sus embates y jalaba o apretaba más fuerte las tetas, estás muy seca perra, saco su miembro y escupió de manera denigrante en la dolorida panocha, volvió a penetrarla y empujaba la cabeza de mi mujer contra la pared, ahhhh si serás frígida hija de puta, no se te moja la concha por nada, pero tampoco cesaba en sus embates, de pronto una mano tosca bajo hasta sus nalgas y los dedos recorrieron su raja, hasta que encontró el anillo marrón, con la misma "delicadeza" con que la trataba desde el inicio, dos dedos se metieron en su ano, arrancando un nuevo grito de mi puta.

Mmm perra! Que buen ano tienes, pero será en otra ocasión que te lo rompa, ahora te voy a preñar maldita perra, metió hasta el tope los dedos, se aferró con la otra mano en una teta y descargó su simiente en la maltratada vulva, no conforme, al terminar de vaciar su esperma, la puso de rodillas para que la puta le limpiará la verga, cuenta Erika que le dieron náuseas al oler el miembro, pero que la obligó a limpiar, justo en ese momento, cuando la verga del tipo llegaba al tope dentro de su boca, la puta que yacía dormida en su interior, apareció y sin tocarse sóla la vulva o recibir algún estímulo más que el glande rozando su campanilla, su panocha cobro vida y se corrió con un placer jamás sentido, en ese instante se aplicó en mamar la casi flácida verga, hasta lograr que estuviera en condiciones, se dio la vuelta, separó sus nalgas y con sus flujos lubrico su ano.


Ven aquí pendejo, te pago el maldito pantalón, pero vas a follar mi culo aquí y ahora ...

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