Esa primera vez no sabía con qué me iba a encontrar, sólo quería verlo.
Caminé con la concha súper mojada, como nunca. No dejaba de pensar si era tierno, besaba bien, débil o fuerte, en su pija...
Me levanta en su camioneta. No hablamos por unos segundos. Yo lo miraba y él fijo miraba el camino. Hablamos algo trivial, no me acuerdo. Seguro una boludez.
Hasta que encuentra un recoveco bajo un árbol (habia un sol que rajaba la tierra). Me mira, nos miramos, y solo me salió comerle la boca, prácticamente salté sobre el. Lo besé fuerte, el me agarró de la cabeza, me sostenía fuerte. Yo empecé a buscar su dura verga, y ahí estaba. Dura para mi, jugosa, rica,. Ya quería que me penetrara. Me subo arriba de él. Empiezo a moverme frotando mi Conchita mojada mal pero aún con calza sobre él.
Me muerde los labios, me come la lengua, me mordió el cuello, me exprimió los pezones que estaban tan duros como su pija. Era un éxtasis terrible. No podía creer lo sádico que era. Caliente, caliente.
El gemía como yo, y sentí el momento de agarrar la verga dura y meterla en mi vagina.
Estás segura? Dijo
Obvio. Dije.
Esa penetración fue todo. Estábamos muy lubricados, yo sólo quería frotar y frotar. Saltar y saltar. El gemía y dijo mientras me agarraba fuerte de la cola para moverme fuerte, "yo te soñé, yo te soñé"...
Se puede estar más caliente?.
Tuve mi orgasmo, mientras lo besaba. No podía parar. Pero él no acababa. Y yo seguía moviendo todo para que suceda... Vuelvo a tener otro glorioso orgasmo, ahora más fuerte... fue tan enérgico todo, que creí que había pasado más tiempo. Pero solo fueron unos 30 minutos.
No dábamos más... había que volver a casa.
Nos limpiamos, hablamos un rato. Coincidimos en tantas veces que nos podríamos haber matado a sexo duro. Todo lo que yo sentía era cierto, el sí me buscaba.
Dijo una frase para la historia: "bendita la copa que te hizo hablar".
... EL JUEGO HABÍA EMPEZADO.
De regreso me dejó unas cuadras antes. Yo hice como que seguía mi rutina de caminata, y el llegó antes...
Esa noche cenamos afuera en el patio. Él no paraba de mirarme, hacer gestos. Ahora sí era todo para mí. Me tocaba la mano cada vez que podía y yo como una adolescente me sentía. Toda llena de adrenalina todavía.
Fue la culminación de una primera vez hermosa.
El me manda un texto por la mañana. Y entre otras cosas me dice que esto recién empezaba, que ya iba a ver... con él no me iba a aburrir.
Y ésa fue nuestra primer vez. La segunda fue peor (o mejor?)...
Caminé con la concha súper mojada, como nunca. No dejaba de pensar si era tierno, besaba bien, débil o fuerte, en su pija...
Me levanta en su camioneta. No hablamos por unos segundos. Yo lo miraba y él fijo miraba el camino. Hablamos algo trivial, no me acuerdo. Seguro una boludez.
Hasta que encuentra un recoveco bajo un árbol (habia un sol que rajaba la tierra). Me mira, nos miramos, y solo me salió comerle la boca, prácticamente salté sobre el. Lo besé fuerte, el me agarró de la cabeza, me sostenía fuerte. Yo empecé a buscar su dura verga, y ahí estaba. Dura para mi, jugosa, rica,. Ya quería que me penetrara. Me subo arriba de él. Empiezo a moverme frotando mi Conchita mojada mal pero aún con calza sobre él.
Me muerde los labios, me come la lengua, me mordió el cuello, me exprimió los pezones que estaban tan duros como su pija. Era un éxtasis terrible. No podía creer lo sádico que era. Caliente, caliente.
El gemía como yo, y sentí el momento de agarrar la verga dura y meterla en mi vagina.
Estás segura? Dijo
Obvio. Dije.
Esa penetración fue todo. Estábamos muy lubricados, yo sólo quería frotar y frotar. Saltar y saltar. El gemía y dijo mientras me agarraba fuerte de la cola para moverme fuerte, "yo te soñé, yo te soñé"...
Se puede estar más caliente?.
Tuve mi orgasmo, mientras lo besaba. No podía parar. Pero él no acababa. Y yo seguía moviendo todo para que suceda... Vuelvo a tener otro glorioso orgasmo, ahora más fuerte... fue tan enérgico todo, que creí que había pasado más tiempo. Pero solo fueron unos 30 minutos.
No dábamos más... había que volver a casa.
Nos limpiamos, hablamos un rato. Coincidimos en tantas veces que nos podríamos haber matado a sexo duro. Todo lo que yo sentía era cierto, el sí me buscaba.
Dijo una frase para la historia: "bendita la copa que te hizo hablar".
... EL JUEGO HABÍA EMPEZADO.
De regreso me dejó unas cuadras antes. Yo hice como que seguía mi rutina de caminata, y el llegó antes...
Esa noche cenamos afuera en el patio. Él no paraba de mirarme, hacer gestos. Ahora sí era todo para mí. Me tocaba la mano cada vez que podía y yo como una adolescente me sentía. Toda llena de adrenalina todavía.
Fue la culminación de una primera vez hermosa.
El me manda un texto por la mañana. Y entre otras cosas me dice que esto recién empezaba, que ya iba a ver... con él no me iba a aburrir.
Y ésa fue nuestra primer vez. La segunda fue peor (o mejor?)...
3 comentarios - Cap 3