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Marina, la zorra III (la sorpresa del director)

Hola a todos!
Bueno, en primer lugar daros las gracias a todos los que me habéis comentado/escrito al correo, algunos de los cuales habéis quedado conmigo (diría que 5 personas de aquí de la web) y hemos tenido algunos polvos muy ricos. Me alegra que hayáis disfrutado con mis servicios tanto como lo hacéis con los relatos. En esta ocasión vengo a traer una continuación del relato anterior, en el cual el director del instituto se aprovechó de mi situación para que le comiera la polla. La siguiente semana la cosa se fue un poco de las manos en la visita de unos amigos del director al instituto...
SITUACIÓN
Las cosas estaban yendo bien, hablamos de principios de diciembre del 2019. Estaba ganando mucho dinero con mis servicios, ahora tenía una sala en el instituto con una colchoneta, lavabo y demás donde poder atender a los chavales en alguna mamada o polvo rápido, encima con total seguridad porque tenía llave y nadie solía ir por ese gimnasio (si nadie iba al gimnasio, imaginad al viejo almacén de dentro del gimnasio). Vamos, que era un picadero en toda regla.
Los estudios... bueno, ahí iban. Algunas asignaturas las llevaba mal, pero no tantas como el año anterior. Lo único que me molestaba eran dos cosas. En primer lugar, y dado que era un secreto a voces, mis amigas ya estaban algo enfadadas conmigo. Primero porque no nos veíamos tanto (yo estaba siempre de servicios o en casa), y segundo porque cada vez querían menos que las relacionaran conmigo. Por otro lado, la otra cosa que me molestaba era el director. Su actitud y gestos me daban mucho asco, me repugnaban, y cada semana tenía que hacerle un par de mamadas porque básicamente no tenía opción. Bien en su despacho, bien en el gimnasio. Había pasado un mes desde la mamada del sofá (la del relato anterior) y todavía no me había pedido follar, ni siquiera me tocaba el coño, solo quería que se la chupase. Lo que si me obligaba era a tragarme su corrida, porque no se apartaba, cuando se iba a correr me agarraba fuerte la cabeza y apretaba hasta el fondo con ella. O tragaba, o me asfixiaba, no había más opciones.
Era un jueves, a eso de las 12 y media, que estábamos los dos en el picadero del gimnasio. Entré con mi llave y a los dos o tres minutos llegó él, como me solía decir, para no levantar sospechas. Iba con una carpeta en la mano y muy arreglado, como siempre.
- Hola Marina, ¿qué tal hoy? ¿todo bien? Venga, vamos al lío que tengo que hacer unas cosas a la 1.
Me senté en el taburete y lo miré a los ojos, como indicándole que se acercara. Había pillado la costumbre de esforzárme al máximo en mis mamadas con él, para que se corriera rápido y me dejase tranquila. Ese hombre no me gustaba, nunca me ha gustado, de hecho celebré cuando se fue del instituto como os dije anteriormente, porque me intimidaba mucho. Sacó su polla por la cremallera del pantalón y con mi mano derecha no perdí tiempo en dirigirla directamente hasta el fondo de mi boca. Estaba totalmente flácida.
- Eso es cariño, a mamar como te gusta. Eso es. - susurraba mientras con su mano derecha acariciaba mi cabeza, para ayudarme en los movimientos.
El pobre no duraba mucho, la succión de mis labios y mi maestría bucal solían despacharlo en unos minutos. De hecho, no tardó más de 10 o 15 segundos en tenerla dura como una piedra al máximo de su tamaño, que tampoco era gran cosa. Ayudándome de mi mano y de los movimientos de la suya en mi cogote, fui acelerando la velocidad para tratar de vaciarle los huevos rápido.
- Ohhhh... ummmm... que boquita tienes Marina, que boquita. Como te gusta venir aquí a darle gusto a tu director, ¿eh zorrita? Eso es, chupa chupa, que ya me queda nada...
+ Glrrr... glrlrrr... glupp.... shhpgrrg....
- Ohhh... ohhh que gusto... me voy a correr ya, sigue, sigue... argg.... - se agarró con la mano en la pared para no caerse del gusto, mientras que la otra sujetaba bien fuerte mi cabeza, llevándome más y más hacia él.
+ Grrrrrr... gluuupp.... - eran los sonidos que salían de mi garganta, la cual notaba ya todo su líquido preseminal en abundancia.
- Aaaaahhhhhhhh... ahhhhhhh... ya ya ya... ohhhhhhh... traga traga... ¡Trágateló puta, como siempre... eso es!
No hacía falta que me lo ordenara, no podía hacer otra cosa. Cada vez que el asqueroso se iba a correr, me cogía con las dos manos y empujaba mi cabeza hasta su barriga. Básicamente mi nariz tocaba su piel, la tenía hasta el fondo de la garganta vaciándose. Al final qué iba a hacer, se que eran mamadas gratis sin cobrar ni un duro, pero que él me diera la llave de aquel sitio me estaba proporcionando muchísimo más dinero y citas de las que tenía en la mierda de baño de minusválidos.
+ Bueno, pues ya estaría. Voy a la última clase y después a casa, que tengo muchas cosas que hacer. - le dije mientras cogía mi mochila y me lavaba las manos y la boca en el grifo.
- Perfecto niña. Oye, tengo que comentarte una cosa que tengo en mente para mañana, espero que no te niegues si quieres seguir conservando este lugar ¿vale? - me dijo mientras se abrochaba el cinturón.
- ¿El qué?
+ Verás, mañana vienen dos amigos míos de la conserjería de educación, de aquí de Murcia. En realidad son inspectores, vienen a revisar el plan de estudios, algún aula, unos presupuestos... es algo que se hace todos los trimestres. 
- ¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
+ Pues... mira, son muy amigos míos, y les he contado el rollo que tengo contigo montado aquí.
No le contesté, mi cara lo decía todo. Ya sabía lo que iba a ocurrir y lo peor es que quién sabe si esos hombres serían el doble o triple de asquerosos que el director.
+ Y bueno, quieren probarte, tienen mucho morbo. Les he dicho que te tienen que pagar y están dispuestos ¿te importa? Lo único que te puedo pedir es que los dejes bien satisfechos, bueno, yo también estaré, pero eso, que quiero que se vayan contentos. De hecho pueden darnos más subvenciones al instituto, asignarnos más becas, material, de todo. Y todo ello es más fácil si tú les das un buen servicio.
- Entiendo. A ver... problema no tengo, pero ya que tú no me pagas, espero que ellos me paguen bien. Joder, sois tres, y apenas tengo 18 años recién cumplidos. Estaremos un buen rato hasta que os corráis y seguramente quieran hacerme de todo... de 100€ por cabeza no voy a bajar.
+ Te vamos a hacer de todo, incluido yo, de eso no tengas dudas. Tengo ya muchas ganas de ver qué se siente al follarse ese coñito que tienes ahí abajo. - se acercó a mi y con su mano palpó mi chocho por encima de las mallas. Yo me quedé quieta mientras él le daba un par de manoseos.
+ Que rico tiene que estar, lo tienes calentito ¿sabes? Bueno, lo dicho, que te vamos a reventar los tres. - soltó la palabra reventar de forma muy calmada, mientras ponía en orden los papeles de su carpeta. Esos tres querrían reventarme de lo lindo, pero yo no quería irme con las manos vacías así que esperaba que me pagaran bastante.
- Bueno, ya te digo, yo estoy abierta a todo pero mientras me paguéis bien. Quiero 100€ por cabeza, incluido tú. Si tú no los pones, que pongan ellos tu parte, es decir, 150€ cada uno de ellos.
+ Bueno no creo que pongan problemas en pagar eso, tienen bastante dinero, y no todos los días pueden follarse a una niña tan joven y zorra como tú imagino. Me tengo que ir ya, lo haremos aquí mañana, estate aquí sobre la misma hora que hoy, esperanos dentro, yo vendré con ellos.
- Vale. Sobre las 12:30 os espero aquí.
+ Sí. Ah, y por cierto... ponte algo de zorra debajo, anda guapa.
- Esto... bueno, veré que puedo hacer.
Ya era tremenda la frescura con la que Jaime me trataba. El paso de las semanas y, sobre todo, de las mamadas, había hecho que su lenguaje cambiara hacia mi. Ya se dirigía a mi como prácticamente un objeto que le pertenecía, una puta, pero el tono de voz no lo cambiaba. Seguía muy calmado cuando hablaba. En definitiva, al día siguiente iba a recibir tres pollas por todos mis agujeros, y me iba a llevar (con suerte) unos 300€. Era la mayor cantidad que había recibido nunca de una tacada, y eso me alegraba bastante porque había bastante caprichos que quería comprar por aquel entonces, recuerdo. 
Y aquí empieza la historia.
"LA ALUMNA ZORRA DE LA QUE OS HABLÉ"
Sin mayores sorpresas en el transcurso del día, llegó el siguiente. Era el día en que esos hombres iban a disfrutar de mi. Para no disgustar a Jaime y causarles una impresión acorde a lo que esperaban, rebusqué antes de ir al instituto en mi cajón de la ropa interior a ver qué mierdas podía ponerme... Había braguitas brasileñas normales, muchos tangas de triángulo, algunos de hilo... Al final me puse uno negro de encaje y un sujetador a juego. El tanga era algo curioso, porque por delante tenía una abertura en la zona del coño, básicamente podías abrirlo y follar con el tanga puesto. Me lo compré para una nochevieja. 
Cuando llegué al instituto vi a Jaime despedirse de su mujer, que trabajaba cerca y siempre la acercaba en coche. Me miró y sonrió, yo le quité la cabeza porque a pesar de las cosas que estábamos haciendo juntos siempre me daba la misma sensación que todos estos años atrás, intimidación y repugnancia. Las dos primeras clases de la mañana pasaron rápido, y como estaba previsto, en el segundo recreo no volví a entrar a la tercera hora. Me fuí al gimnasio cuando la gente empezó a desaparecer y me metí en la cabina del material.
Todo estaba en orden y limpio, así que faltando solo cinco minutos para la hora acordada con Jaime y los señores, decidí quitarme la ropa y quedarme en tanga y sujetador. A pesar de hacer mucho frío (era diciembre), recuerdo que pensé que aquello les daría una impresión positiva y se lanzarían rápido a por mi. Cuanto antes empezamos, antes terminamos. Los hombres cuando están muy calientes les puedes sacar más dinero, también pensé en eso, en pedirles más y más a medida que fuéramos follando. Entre estos pensamientos, la puerta se abrió de repente y Jaime se asomó. Sonrió al verme y mirarme de arriba abajo, y les dejó paso a los otros dos señores.
+ Jaime: Adelante, pasad. Mirad lo que tenemos aquí. Esta es la alumna zorra de la que os hablé. - dijo mientras abría la puerta y con la mano les hacía el gesto de pasar.
+ Jose: Madre mía, pero qué coño es esto... ¿Jaime, tú has visto a esta muchacha? ¡Pero si está buenísima! Mira Antonio, pasa.
Antonio: Dios santo, ¿nos vamos a follar a esta cría, Jose? Oye Jaime muchas gracias eh, esto no pasa todos los días...
Los hombres pasaron sin quitarme el ojo de encima. Yo estaba nerviosa así que simplemente trataba de esbozar una sonrisa sentada en aquel taburete, mientras miraba la pantalla de mi móvil y de vez en cuando los miraba a ellos. Cuando dejaron sus carpetas, abrigos y de todo en el almacén, se pusieron de pie cerca mío en triángulo mientras me miraban y hablaban entre ellos. No tardó mucho la cosa en empezar a calentarse.
+ Jose: Bueno hija, ¿entonces tú quieres no? Todo está bien, eres mayor de edad y todo como nos ha dicho Jaime.
Sí, a ver, si no no estaría aquí. Lo que también os habrá dicho Jaime es que cobro, y no poco...
+ Antonio: Bueno nena, ¿qué eres puta de lujo ahora o qué? Jajaja. Te vamos a pagar, pero tampoco nos arruines anda, que ya nos han contado el chollo que tienes con esta sala.
+ Jaime: No te preocupes Marina que te van a pagar. Vamos a empezar que en un rato nos tendremos que ir.
+ Antonio: No le has contestado a Jose, ¿tienes los 18 de verdad no?
+ Jaime: Sí, que sí los tiene, si ya os lo dije, tengo sus datos joder, los cumplió hace un mes y medio. Y vosotros, ¿tenéis 18?
+ Antonio: Joder que si los tengo, en cada extremidad casi. Tengo 55, te saco muchos años a ti también Jaime.
+ Jose: Yo 49, pero me conservo mejor que vosotros dos porque no me paso la vida en el sofá.
Era verdad. Jose era el que mejor cuerpo tenía, imaginaba que haría algo de deporte. De cara los dos nuevos parecían viejos, literalmente, pero de cuerpo Jose estaba bien. Todo lo contrario a Antonio, regordete y seguramente tendría la polla pequeña. En fin, no iba a ser el mejor día de mi vida pero seguramente sí el que más cobraría.
+ Antonio: Vamos a ver esa boca qué puede hacer. Nena, levantaté primero un poco que veamos qué tienes por ahí detras, date una vuelta anda.
Me levanté y no tardaron mucho en empezar a sobarme con sus manos. Jaime me tocaba, por primera vez, las tetas y el culo. Los otros dos se limitaban a pasar las manos por todo el cuerpo, palpando mi piel, mis muslos, barriga... En una de esas Jose me giró el brazo y me dio la vuelta, todos pudieron ver directamente mi culo y el tanguita negro. Oí sus soplidos y bufidos, estaban cachondísimos, una de las manos tras agarrarlo fuerte me corrió el tanga y metió los dedos por donde pudo. Recuerdo que uno se mojó con los flujos de mi chocho y otro casi entra en mi culo porque apretó bastante, pero no lo logró.
Resultó ser la mano de Antonio, porque al girarme la llevó a su boca y nariz para chuparla y olerla.
+ Antonio: Madre mia que bien sabe y huele esto, esta muchacha se está derritiendo, vamos a darle lo que ha venido a buscar. 
Jose: Venga Marina, ponte de rodillas y empieza a comernos la polla a los tres, jejeje. A ver lo bien que sabes hacerlo.
Me coloqué de rodillas y las cremalleras fueron bajándose progresivamente. Las tres pollas salieron, esta vez todas empalmadas. Para mi sorpresa las dos nuevas estaban bastante bien, eran gordas y largas, el problema de Antonio era la barriga que era bastante grande. Pero bueno, las pollas estaban decentes y eso me alegraba un poco. Con la de Jaime no había mucho que hacer, la tenía muy vista ya y no daba para mucho.
Empecé a chuparlas una a una, y mientras pajeaba las dos que no podían disfrutar de mi boca. Los tres soplaban y gemían con la cabeza apuntando al techo, mientras mi boca les proporcionaba una succión y humedad como pocas veces se han visto. Me estaba poniendo muy, muy cachonda, y soy peligrosa cuando lo hago. La situación me calentaba mucho, pensar en el dinero también, y al final una no es de piedra, tener dos buenas pollas delante mío (y una tercera normalucha) hacían que mi chocho se empezase a mojar por debajo del tanga.
Llevé mi mano a él, y empecé a tocarlo por encima de la tela. Ellos se dieron cuenta rápido porque Antonio no tardó en decirlo. Era el más... perspicaz.
+ Antonio: Mirad, ya se está tocando el coño... ummmm... está caliente la niña. Anda chupamelá a mi ahora...
+ Jose: Qué bien la comes Marina... ohhh... uffff... nadie me la había chupado así nunca joder, te la tragas hasta el final...
+ Jaime: Esto es lo que recibo varias veces por semana chicos... arggg... Marina trabaja muy muy bien, es una alumna aplicada, como podéis ver.
+ Antonio: Eso es, chupa cariño, chupa así... eso es, hasta el final... arggg... anda, levanta levanta, ven aquí, voy a comerme ese coñito.
Tras ayudarme a levantarme con su mano, Antonio se puso detrás mio y arqueó mi espalda, yo chupaba la polla de los otros dos como podía, mientras él se puso de rodillas detrás mío y tras correr el tanga hacia un lado, hundió totalmente su cara en mis agujeros. Ese hombre parecía un perro, me lo chupaba todo, a lengua abierta, todo lleno de saliva. Yo la verdad que no me podía quejar, me estaba poniendo cerdísima y el cabrón tenía un ritmo con la lengua que me estaba haciendo perder la cabeza.
- Auuummmm... ohhhh... mmmm.... mmmmm.... mmm.... - gemía como podía mientras pajeaba y lamía las pollas que tenía delante.
+ Antonio: Madre mia lo que tiene aquí atrás la niña, ¡qué cosas más ricas! Yo no puedo más, voy a follármela ya.
+ Jaime: Ponte condón Antonio no queremos problemas.
- Tomo la píldora, no hace falta, a no ser que tenga una ETS que no creo, ¿no?
+ Antonio: Y encima a pelo, lo que me voy a gozar tus agujeros muchacha... ETS dice, jajaja, lo que tengo es una polla que te va a destrozar.
- Bueno, uffff... tiralé, metemelá cuando quieras va... ummmm...
Sin más dilación, Antonio me la enchufó poco a poco en el chumino, y cuando tuvo la mitad de su polla dentro, de una embestida tocó fondo de golpe. Vi las estrellas. La verdad que me dolió un poco, pero toda la saliva que había dejado antes por la zona sumado a mis flujos de excitación ayudaron a sobrellevarlo. Poco a poco las embestidas fueron acelerando el ritmo y la follada empezó a gustarme mucho. Por delante las pollas de Jose y Jaime iban entrando en mi boca, cada vez con más violencia, ya no se cortaban en agarrarme la cabeza con fuerza y incrustármelas hasta el fondo, incluso a hacer movimientos ellos con la cadera como si me follaran la boca.
+ Antonio: Ohhhh... ohhhh... que gusto... que coñito tienes nena, orrrrgggg... ¿te gusta fuerte, eh puta?
- Dale dale, ohhh... dale... si... me gusta... ahh ah ah ah...
+ Jose: Dejamé Antonio, voy a probarla yo un poco. Ven cariño, subeté encima mío aquí..
Jose me apartó de la polla de Antonio y tras sentarse en el taburete me cogió y me hizo un gesto para que me sentara encima suyo. Eso hice. Abrí mis piernas lo máximo que pude y dirigí su rabo hacia la entrada de mi agujero delantero. Ahora Jaime y Antonio estaban a cada lado, dándome sus pollas en la boca de nuevo. Antonio claramente me decía con su rostro y gestos que no iba a aguantar mucho más hasta vaciarse por completo, lo sabía también porque cada vez se agitaba con más ganas la polla y estaba más efusivo.
+ Jaime: Cuando Jose disfrute de tu coño te lo voy a follar yo, que eso aún lo he probado zorra.
+ Jose: Esto es una delicia... ohhhh... dios... que gustazo... como aprieta esta muchacha joder, me va a matar... ¿No te la has follado aún Jaime? Uff...
+ Jaime: Aún no, pero hoy le voy a dar lo que me lleva pidiendo todo el mes la cría...
- Ohh... ohhh... ahhh... uuuummm...
Yo solo saltaba y saltaba sobre la polla de Jose, que la verdad que sin hacer mucho ruido el hombre me estaba dando un gusto tremendo. Su gorda y larga polla venosa entraba fuerte y firme en mi coño, hasta el tope que marcaban mis muslos y los suyos, y yo no pude aguantar mucho más hasta que tuve mi primer orgasmo. Me ayudé con mi mano derecha para dejar nuestros muslos perdidos de agua...
- Aaaaaahhhhhhhh... ahhhhhhh.... ohhhhhh... me corro cabrón... jodeeeer...
+ Jose: Mirad, mirad, me está empapando la cabrona, ¡que me vas a poner perdidos los pantalones coño! Ohhhh... ahora aprieta más... aaargg...
+ Jaime: Chupa chupa, no dejes de chupar. Me da igual que te corras.
+ Antonio: Me corro yo también... ahhh... orhhhhh... ¡me corro puta! Traga, traga, Jaime me ha dicho que tragas... Aaaaaaaaahhhhhhh....
La corrida de Antonio entró como pudo en mi boca, boca que yo también abría como podía, porque el placer que mi coño y la polla de Jose me proporcionaban me estaban derritiendo. Era un lío todo aquello, pero me lo estaba gozando. Tras tragar la corrida de Antonio, Jose se levantó y fue ahora Jaime el que pasó por la piedra. Tras sentarse, me hizo abrir las piernas otra vez y me dirigió hacia su polla. La diferencia cuando entró con la de Jose era tremenda, prácticamente apenas la sentía. Pero a Jaime le daba igual porque le estaba dando un gusto enorme de todos modos.
+ Jaime: Dios mío, ¡esto está ardiendo! ¡Vaya coñito! Salta nena salta, a ver si me sacas la corrida pronto que estoy a punto.
Me puse a saltar, pero esta vez cerré las piernas y le rebotaba encima con el culo. Sus manos agarraron mi trasero y acompañaron los movimientos de subida y bajada, mientras los otros dos se pajeaban delante mío viendo la escena. Jose aún no se había corrido, y Antonio sí, lo que me hacía pensar que todo esto aún no había terminado. Aún había una cosa que no habían probado, y yo viendo como estaban saliendo de bien las cosas también me moría porque probasen.
- Venga Jaime, ohhh... correté... anda... porfi director, llenamé anda...
Mis comentarios tontos y juguetones hicieron mella en Jaime, era la primera vez que me dirigía a él de esa forma, me seguía dando el mismo asco pero lo único que quería era que se corriese rápido y volver a disfrutar de las pollas de Antonio y Jose, esta vez metiéndomelas por el culo.
+ Jaime: Toma puta toma, ya tienes lo que buscabas... aaaaaarggggggg... ohhhhh...ohh... madre mía... - resoplaba Jaime casi cayéndose del taburete mientras notaba todos sus chorros de semen en mi interior. El cabrón soltó como 5 o 6 disparos potentes, iba muy cargado.
Al levantarme de encima de Jaime, su lefa empezó a caer al suelo, así que cogí un papel del lavabo y me limpié toda, incluso metiéndome algunos dedos por dentro para sacar los restos de leche. Jaime se levantó detrás de mi y empezó a tocarme el culo y a darme besos en el cuello, yo no le presté mucha atención pero al ver que Antonio y Jose no dejaban de pajearse les tuve que proponer continuar con aquello.
- Bueno, ¿hemos terminado ya o... veo que no, no?
+ Antonio: Te vamos a follar el culo, supongo que ya te lo imaginabas.
+ Jose: Si la meto en ese culo me corro a los 5 segundos joder, jajajajaja.
+ Antonio: Yo lo mismo también, pero necesito probar ese agujero, ¿te gusta por detrás, o sea, te importa que lo hagamos?
- Lo he hecho muchas veces, me da lo mismo. Folladme por detrás si queréis pero espero que me paguéis bien...
+ Antonio: Estoy disfrutando como un cerdo, no te preocupes que te vas a ir bien follada y pagada nena. Eso te lo aseguro yo, tranquila.
- Pues cuando queráis. Jugad con él un poco, abridlo y eso...
Sin decir nada, Jaime se agachó y tras abrirme los cachetes del culo dirigió su lengua al culo. Con su mano me obligó a bajar la espalda para poder comérmelo mejor, y la verdad que el hijo de puta lo hacía muy bien. Su lengua totalmente abierta lubricaba mi ojete, y de vez en cuando la ponía dura y trataba de meterla dentro. Debido a mi posición, fue un gesto "natural" volver a llevarme las pollas de Jose y Antonio a la boca, para prepararlas para la fiesta de nuevo. Imaginaba que no iban a durar mucho esta segunda vez, ya llevaban un rato pajeándose, así que aunque la comida de culo de Jaime me estaba encantando, quise acelerar un poco el proceso y me levanté. Metí un par de dedos en mi culo y empecé a meterlos y sacarlos rápido, y mientras tanto con la otra mano pajeaba las 3 pollas como podía.
- Yo creo que tengo el culo listo ya... ¿quién quiere probarlo primero?
Los tres dijeron "yo" a la vez, imagino que es una reacción natural. También querrían probarlo lo menos dilatado posible, para que les apretase más. Al final fue Jose el que se puso de lado en la colchoneta y me dijo que me colocase delante suyo, haciendo la cucharita. Cuando estuve a su lado en esa postura, levanté una pierna hacia arriba y no tardó en acercar la cabeza de su polla a mi ojete. Pensé que iba a ir con un poco más de delicadeza, pero no, estaba deseando follármelo. Su polla entró como una barra de hierro en mi culo y tuve que pedirle a Antonio se acercara a taparme la boca con su rabo, o iba a gritar.
- Aaaahhhh... uffffff... despacio Jose... despacio... deja que me acostumbre anda, jajaja...
+ Jose: Venga niña, tranquila, que te gusta y lo sabes.
Para mi sorpresa le dio igual lo que le dijera, continuó embistiendome con fuerza y al final mi culo tuvo que acostumbrarse a sus penetraciones casi por obligación. De todas formas, tras poco más de un minuto, comencé a disfrutar porque además de estar tragándome la gran polla de Antonio hasta la garganta, Jaime me comía como podía el coño con su boca. Menos mal que el tonto de Jaime me estaba salvando, porque el pollón de Jose debía medir 21 o 22 centímetros y estaba perforando mi culo a una velocidad demasiado alta para ser el principio...
- Ohhh... ohhh... uhhhmmm... ya ya... ya me gusta... ohhhhhhhh...
+ Antonio: Eso es, tú no dejes de chupármela, succionas como si fueras una aspiradora hija, quiero que me saques los huevos por la polla, ¿me oyes?
- Ajá, gglluuupp... uuummm...
+ Antonio: Madre mia, es que no sueltas, como te gusta comer pollas. Jose, ¿como está ese culo?
+ Jose: Me está matando tío, esto aprieta que da gusto, está ardiendo... Ohhh... ohhh...
Las embestidas de Jose eran durísimas, no debía durar mucho más... Y efectivamente empezó a correrse en mi culo y a llenarlo de leche. Era casi un alivio para mi que se corriera, aunque me estaba encantando la follada el ritmo tan alto que tenía me estaba reventando. Jose se cayó para atrás, casi muerto del gusto, y se quedó mirando al techo. Jaime al ver que el hueco en la colchoneta quedaba libre, fue rápidamente a ocupar su sitio y me la enchufó por el culo en la misma posición, le dio igual que la corrida de Jose estuviese dentro, y a mi desde luego que también porque era lubricante gratuito.
+ Jaime: Ay dios, ay dios que culo... madre mía... ooooohhhh... - empezó a embestirme como un caballo, aunque su polla no daba para mucho.
- Ohhh... sí Jaime si, dale dale, ¡que gustazo por favor! - le dije para motivarlo al pobre, la verdad que me estaba encantando, su polla era de un tamaño normal para que no me doliera mucho por detrás, y además mis manos estaban agitando rápidamente mi chocho otra vez, y estaba cerca de correrme de nuevo.
- Aaaaaaaahhhh... me corro... arggggg.... siiiiiiii... siiii.... ooooohhh... - mis muslos y la colchoneta se empezaron a mojar de nuevo, y ahora Jaime aceleró el ritmo al ver que a mi me estaba encantando todo aquello.
+ Jaime: Me vas a matar con este culo de puta que te gastas Marina... aaahhhh... te has corrido otra vez encima, ¿no? Mirad, se acaba de correr la puta. Ohhhh... yo voy a terminar también... aahhh... oooooooooooohhh....
Otra vez, Jaime soltó muchísimos disparos dentro. No se si es la excitación que el hombre tenía de llevar a sus amigos allí conmigo, o la propia escena, pero era el que más se había corrido de los tres con diferencia. Tenía el culo lleno de leche, el coño rojo de correrme, y una polla enorme y deliciosa de 50 años en la boca. Estaba en el cielo. Y todavía me quedaba cabalgar la polla de Antonio, que no había probado mi agujero trasero. 
- ¿Quieres probar mi culo, Antonio?
+ Antonio: Estaba a nada de correrme otra vez en tu boca, pero necesito sentir ese agujero, aunque esté lleno de la leche de estos dos cabrones ya.
- Si quieres me lo limpio.
+ Antonio: Dejaló, me da igual, mejor entra. Ponte a cuatro patras, quiero verte bien.
Me puse a cuatro patas en el suelo, porque la colchoneta estaba mojada y con restos de lefa por encima. Antonio se colocó de rodillas detrás mío y, tras acercarme y pegar su barriga a mi culo, me clavó su pollón hasta el fondo. Notaba como sus manos abrían mis dos cachetes para que la follada fuera más profunda, y la verdad que mi ojete se estaba tragando su polla hasta el final, entera. Yo me limitaba a cerrar los ojos y pegar la cabeza al suelo, aunque a veces mis manos se tocaban el coño por debajo o se abrían el culo para ayudarle a él. 
+ Antonio: De locos, esto es de locos. Mirad, venid aquí, mirad que culo tiene. Madre mía como traga esto.. Ohhhhh... aaaaarggg... ¿Te gusta hija? Mira como te parto.
- Dale dale dale, me encanta... ohhh... correté cuando quieras... ummmm...
+ Antonio: Que ojete tienes, me vas a matar del gusto. Es que mirad como le entra, es increíble joder, con lo jovencita que es...
+ Jaime: Vaya vistas, la estás enculando pero bien...
+ Jose: Yo prefiero dejar de mirar porque si nos ponemos podemos estar aquí hasta las 6 de la tarde macho... Vaya puta nos has traido Jaime, voy a ir preparando el dinero y a recoger las cosas.
Antonio: Ohhhh... ohhhh... me voy... no puedo más... ahhhhh.... ahhhhhhhhhhhhh.... dioooooooos...
Fue una corrida enorme, se corrió más que la primera vez en mi boca. Soltó como 7 trallazos de semen hasta el fondo de mi culo, yo estaba como una posesa en el suelo tocándome el coño y recibiendo sus penetraciones con codicia. Me encanta que me follen el culo una vez que está bien abierto, porque os prometo que no hay ni un ápice de dolor, solo puro placer, cada una de las embestidas que te dan es una descarga de electricidad por la columna que va directamente al cerebro. Me vuelve loca.
- Dios... ibas lleno eh... madre mia... ummmm... ohhh...
Antonio: Joder, qué agusto me he quedado. Bueno vamos a pagarle a esta ricura, nos has dejado más felices que una perdiz. De hecho, es más, ahora verás... - Antonio cogía sus cosas y se sacó la cartera de una carpeta. Cuando vi dos billetes de 100€ me quedé loca. Y solo me estaba pagando él.
Cogí el dinero mientras me levantaba y me vestía como podía y le agradecí por el gesto.
- Oye muchas gracias, no era tanto lo que me tenías que dar pero te lo agradezco de verdad. - Antonio tocaba mis tetitas mientras me miraba y me dijo lo siguiente.
+ Antonio: Cariño, gracias a ti, hace tiempo que no vaciaba los huevos de esta manera. Has resultado ser una puta como hace tiempo que no veía.
+ Jose: Yo no voy a ser menos. Toma Marina, otros doscientos. Te los has ganado, eso desde luego, yo voy a estar sin tocarme la polla una semana.
- Jajajajaja, madre mía, no se qué decir, gracias otra vez supongo! A mi también me ha encantado, vamos... repetimos cuando queráis... joder...
+ Antonio: Nos volveremos a ver, te lo garantizo. Tendremos que hacer más revisiones en el instituto este año, como mínimo dos veces más vamos a repetir. 
+ Jose: Yo estoy divorciado, si lo que querías era impresionarme y ganar un cliente, lo has hecho. Puedes venir a mi casa cuando quieras niña, te voy a tratar bien, y a pagar también.
- Por supuesto Jose no te preocupes, cuando tú me digas me tienes ahí.
Tras agradecerles y hablar con ellos algún minuto más, y despedirme finalmente de Jaime, les di mi teléfono a ambos. El día había resultado perfecto, había ganado 400€, dos clientes que me iban a pagar mucho y a tratarme bien con sus pollas, además ambos con casa propia (Antonio estaba casado pero me dijo que alguna vez podría colarme en su casa si su mujer se iba de la ciudad)... En definitiva, todo salió redondo. Si me dicen antes de empezar que me iba incluso a correr dos veces, no me lo habría creído. 
Espero que os haya gustado la historia, la cual como siempre os digo, es real. Tal vez los diálogos no sean todos exactamente así, pero el conjunto lo es. De hecho los que hayáis quedado conmigo por correo (está en mi perfil de la página) podréis confirmar que soy real, a más de uno os he dejado secos ya. 
Termino el relato mandando un saludo a los que me pidieron que lo hiciera cuando quedé con ellos, aquí tenéis vuestro "minuto de gloria" jajajaja:
Manuel, Adrián, Daniel, Samuel y Juan. Especialmente le mando el saludo a Manuel, que nos reímos mucho en su coche y por poco nos pilla una señora de 60 años que se quedó mirando e incluso nos gritó alguna cosa!
Marina.

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