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una afortunada experiencia

Voy a contar una de mis experiencias.
Con una de mis alumnas, Ocurrió hace ya algunos años. yo era profesor, en una escuela privada de nivel medio. Me había fijado en ella, y no precisamente por sus buenas notas. Me excitaba su faldita tableada de colegiala del uniforme era obligatorio, era bastante provocativa sabia como buscar la atención de sus compañeros, Su blusa siempre llevaba unos botones desabrochados lo suficiente, para que asomaran sus pechos, que ya eran bastante grandes, llevaba calcetines o medias hasta por debajo de las rodillas y zapatos planos; a esto le agrego dos colitas o a veces trenzas a mí eso me calentaba, situación que aumentaba cuando ponía cara de ingenua e inocente, pero se entreveía una golosa infernal, y la hacía para mi mas puta, la mezcla era explosiva para mí y para muchos hombres una fantasía irresistible.
Yo suspiraba por esa chica, cada vez más. Era mi amor platónico, pero de a poco comencé a notar que me provocaba o por lo menos me parecía, con miradas, gestos, y preguntas tontas de la materia, paso a interrumpirme en algún recreo, no sabía qué hacer, se fijaba en mí, cada vez mas y no era producto de mi revuelo mental sino en realidad creía que se pasaba. Ya estaba en el límite nos sabía que en secreto soñaba con ponérsela, y sumirla en el mas torrentoso estado de placer, pero por su edad no me atrevía a insinuarle la mas mínima indirecta en el sentido de conquistarla.
Hasta que un día no pude más. Con mucha energía, y frente a todo el salón, la reprendí pues había aplicado examen y entregue resultados , llegue a decir que su examen dejaba mucho que desear para una señorita de esa Casa de estudió, le dije que debía quedarse después de hora y que se presentara en mi despacho para hablar de ese último examen que había hecho y que merecía por sus antecedentes darle una nueva oportunidad, su cara se trasformo y la mirada de todos los de la clase, mi actuación fue perfecta, nunca me habían visto así.
Cuando entro a mi despacho y al poco de comenzar a hablarle, creo que se dio cuenta que en realidad era una terrible excusa para entablar una charla intima. Fue en el momento que de actitud de respeto, paso a una actitud agresiva, cambio su postura, se acomodo, más relajada cruzo las piernas, remangándose su falda casi hasta su tanga dejando al aire sus muslos. Seguía hablando de sus estudios, caminaba a su alrededor, disimuladamente puse llave el cerrojo a la puerta, mientras hablaba y rondaba cerca de ella, los ojos se me iban a su pelvis y sus piernas, ella desabrocho un poco su escote; al principio disimuladamente, pero después cada vez más descaradamente casi deja sus senos al aire, me decía hace calor aquí, y ni prestaba atención a mi retórica. La gota que derramo el vaso, fue cuando intencionalmente se animó más y empezó a juguetear con un dedo, chupándoselo de forma erótica.
Me apoye en el escritorio justo delante de ella sin dejar de mirar, lo erótica de su postura mi gran bulto se salía de mi entrepierna, profesor mire nada mas, dijo ella, acercando su cara y acariciándome la pierna.
le dije “¿Te gusta provocar a los hombres, verdad? “ Me miro muy suelta y sonriendo dijo “sí, me encanta provocar a tipos tan hermoso como UD” mordiéndose los labios con lujuria y se iba acariciando los muslos, subiendo las manos lentamente hacia su Tanguita Fue cuando explote y baje la cremallera del pantalón saque la verga, grande, hinchada totalmente parada, ante su mirada, complaciente cuando le dije “¿Es esto lo que quieres, no es cierto?” no dijo nada y mientras me miraba fijo a los ojos de satisfacción ,la agarro con la mano. La acarició suavemente, jugó con su lengua tiro un poco el cuerito, apareció la cabeza, roja le pego una chupaditas, con los labios, se la metió en boca la hizo desaparecer hasta el fondo de su garganta, la sacaba. Con el apriete de sus labios, como si chupara un cucurucho de helado, así estuvo, hasta que mi intención era darle placer, así que mientras seguía con su mamada, saque sus senos, los que con mis dedos jugué, provocando, que se erizaran sus pezones, Así estuvimos un rato, pero yo tenía otros planes. la tomé con fuerza, la levante y la senté en la punta de la mesa. Me senté enfrente a su monte Venus, comencé a practicarle, mi especialidad, un gran oral, con todo el repertorio que mi lengua conocía, es la dejo enloquecida conté dos orgasmos, sin parar y todos su jugos salados bajando a mi garganta, saque a propósito la lengua relamiéndome, para que se excitara aun mas, cosa que paso, me agarro la cabeza y la estampo contra su vagina, seguí un poco la deje deseosa, con ganas, me alce la puse parada contra la mesa dándome la espalda, fue allí, que le fui poniendo mi pene despacito en su vagina empapada, se deslizo rápidamente, no dejaban de jadear, en cada de mis arremetida, incluso entre gemido, y gemido, se escucho algún que otro “uuhgh” estaba tan excitado que por detrás empieze a tocarle ambas las tetas. Le dije “me encantan las provocadoras, mientras le daba, sin parar por debajo la camisa le apretaba ambas tetas con fuerza, un gemido fuerte, soltó su boca casi fue un grito a lo que le advertí: “¡Ni se te ocurra gritar o armar escándalo, ¿me oíste putita? “ Asintió con la cabeza. Sentí su venida no quería terminar en su vagina, por alguna consecuencia, me sali mientras ella daba espasmos, de placer.
Le levante la cola en la entrada de su culito jugué con mi dedo, le pregunte “¿Y el culo? ¿Te han dado por detrás? “No, nunca.” Bueno el precio de tu provocación te voy desvirgar tu culito, “Me dijo que no, que no quería que le hiciera daño, que le dé por delante, pero no por detrás; eso era música, me excitó aún más, y seguí jugando con mi dedo hasta que despacito meti un dedo, le escupía para lubricar. “ seguí empujando de poco en poco cada vez mas, algún gemido de dolor, le dije “Lo tienes muy estrecho, tengo que dilatarlo un poquito antes; pero no mucho, porque quiero que te duela poco”.
Me asusta dijo, tranquila, que soy experto, al final te va a gustar mucho, fue un momento que sentí una excitación muy grande. Le saque el dedo del culo y ensalive bastante mi pene y empeze a empujar lentamente. Afloro el primer quejido, un poco fuerte, le dije te aguantas, tu lo buscaste” ella asintió, le di mi pañuelo, muerdelo hasta que dilate, me dijo ¿tanto duele?, le dije un poco la primera, lo tomo lo puso en su boca, comencé el trabajo, de puentear y escupir hasta que calzo la cabeza el clásico apretón de esfínter,. iba empujando y le susurraba al oído para que se calmara, diciéndole que pronto pasaría el dolor.
Yo le decía que mordiera el pañuelo para no gritar. Sentía un placer muy fuerte, según mi pedazo de carne se abría paso y penetraba y se introducía más y más dentro de su túnel, lo notaba abriéndose paso entre las paredes de su culo.
El dolor era que mostraba era inmenso. Hasta que llegó al final, se la había clavado hasta el fondo: le dije susurrando que sí le gustaba, no se si era así pero movió la cabeza afirmativa, Entonces empecé a sacarla, para volver a meterla en seguida, una vez y otra; ¡le estaba dando por el culo!
Le estaba comiendo su ano, en un momento como era lógico se había ido dilatando poco a poco, y ya no le dolía tanto, y eso hizo que la enculara cada vez más fuerte; hasta que empecé a golpear sus nalgas con mi pelvis. Ya gemía y jadeaba, y sus labios ya no tenían el pañuelo, y algo de placer, empezó a aflorar, el dolor y el placer estaban igualados. Hasta que al final con un golpe final muy fuerte y un profundo me vine dentro de su inexplorado túnel, seguí empujando mientras mi semen llenaba todo su culo, lo inundaba por completo. Poco a poco se fue relajando, hasta que se la saque. Su culo chorreando semen viscoso y calido que caía por sus piernas, le abroché la camisa y acomode su postura, le di una beso picaresco, en la boca respondió a media, con un poco de dificultad se fue de mi despacho. Me tuve que lavar bastante había quedado algo de popo, y bastante sangre en mi verga.
por dos días no vino me hizo preocupar hasta que volvió, y en el recreo, se me acerco, y me dijo debe buscar un lugar para repetir la experiencia, y algunos días después volvimos a encontrarnos ya en mi casa, para que volviera a darle "clases" especiales.

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