En la cocina

Una siesta viene mi querido Carlito a charlar un rato conmigo ya que no nos veiamos hacia mucho tiempo, nos pusimos al dia contandonos nuestras cosas, estaba sentado al lado mio y en un momento me agarra, me hace parar y me abraza, empezo a manosearme, le decia que pare porque yo no queria coger, pero es grandote y fuerte, me empezo a chupar las tetas y segui diciendo que no, metio su enorme pija entre mis tetas, y le pedia que me suelte, pero la nena ya estaba toda mojada, me pidio que se la chupe y me negue de pronto me da vuelta, me baja el pantalon y me mete toda esa pija gorda de golpe y yo grite de dolor y placer, me dio duro por un buen rato contra la mesa de la cocina hasta que empezo a gozar a los gritos y senti toda esa leche calentando mi interior, la saco y vio sangre, penso que estaba indispuesta y le dije que no, que me habia lastimado, que dolor mas placentero, se que no esta bien pero me gusta el juego de ser sometida, me gusta sentir que no tengo el control y que me van a coger aunque diga que no, obvio que si no quisiera me se defender, pero me gusta que mi amigo me coja porque uno lo ve y parece un ser tan tierno, y es un ser siniestro y perverso, seguro lo va a leer a este relato, te quiero