Cursando el séptimo semestre de la universidad me encontraba ante una materia super difícil en mi carrera en la cual la mayoría de los estudiantes perdían, yo no quería formar parte de esos que perdían esa materia y decidí meter la materia con el profesor que dictaba la clase y supuestamente era fácil pasar con él esa materia pero terminé diciendo Ay profe por ahí no!.
Para mi sorpresa la universidad le canceló el cupo a este profesor y cuando entramos al salón de clases nos llevamos la sorpresa que esta clase la estaba dictando el profesor más difícil que había en toda la universidad y sin posibilidad de cambio nos pusimos la bendición con mis compañeros y enfrentamos el semestre más difícil que pasé en toda mi carrera, cuando ya
estábamos terminando el semestre el profesor dictó las notas y a mi decidió decírmela en el aula de docentes, ahí llegue yo con mi carpeta de trabajo mi computador y con los nervios de punta ya que como era de saberse el 60% había perdido la materia, cuando me llamó a la sala me temblaba todo, él cerró la puerta con llave, al ingresar estaba otro docente al cual también había visto en ocaciones mientras mi profesor dictaba clases, me pidieron que me sentara en la mesa, era una mesa redonda grande, del otro lado se encontraban los dos docentes muy serios me pidieron documentos, trabajos y demás cosas, después de mucho revisar dijeron que me faltaba muy poco para poder pasar la materia pero que ellos no podían regalar una nota y que les dijera a que estaba dispuesta yo para pasar la materia, ahí quede fría, completamente estática, no sabia que responder, ellos soltaron una risa y dijeron que no me preocupara que mejor habláramos y sacaron una botella de ron me sirvieron un trago y se sirvieron un trago, empezaron a contar chistes que ante mis nervios ni entendía, después de la tercera copa volví a preguntar como hacia para pasar la materia ante lo que ellos respondieron muy efusivamente… “está en tus manos”
Continuará... 🤭
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