Hola a todos, como recordarán en mi primer relato, mi marido estaba pasando una situación dificil ya que tuvo que descender de puesto y obviamente, su salario se redujo, lo cual nos generó un cambio en nuestras vidas, ya que a pesar de que no tenemos hijos, nos gustaba vivir cómodamente, sobre todo yo. Mi marido se endeudó para comprarme un auto y me avergonzaba verlo lleno de deudas por mi culpa, asi que decidí ir a su empresa para hablar con el jefe y tratar de convencerlo de que recuperara su puesto, ya que mi marido me contó que las cosas en la empresa ya estaban normalizándose.
Aproveché para ir un dia en el que a mi marido se le quedaron unos documentos, los cuales fui a dejárselos, me traté de vestirme recatada, más sin embargo mi cuerpo voluptuoso se apreciaba tras mi traje ajustado, sobre todo mi trasero grande y firme y mis pechos que querían reventar el traje, al llegar fui el centro de aténción de todos los hombres que trabajaban allí, me sentía un tanto incómoda pero a la vez contenta de que apreciaran mi belleza.
Llegué a la oficina de mi marido y le dejé los papeles, aproveché para preguntarle cómo le iva y me dijo que bien, que el jefe lo tenía lleno de trabajo y que por eso no podía demorar mucho hablando conmigo porque después lo despedían, le dije que me mostrara brevemente las oficinas que lo rodeaban y él me mostró algunas de ellas incluyendo la de su jefe, me despedí y esperé a que él entrara y disimuladamente me fui hacia la oficina del jefe, alli me atendió una secretaria muy parecida a mi en lo que a cuerpo se refiere y ella le comunicó a su jefe que yo deseaba hablar con el.
Las oficinas tenían cámaras a las cuales el accedía e inmediatamente le dijo a su secretaria que me dejara pasar, yo iva pensando qué cosas decirle para que le mejorara la condición laboral a mi marido pero no se me ocuría mucho ya que no teníamos hijos, ni vivíamos tampoco en la miseria, ni mi marido había sufrido de problemas de salud que ameritaran una razón válida para mejorar su salario.
Al entrar me imaginaba al típico anciano, gordo y grocero pero me sorprendí al ver a un joven de entre 25 a 30 años, muy guapo, de tez blanca y atlético, tenía unos ojos verdes hermosos, él me saludó dándome un beso en la mano muy cortesmente y me preguntó las razones de mi vista. Yo estaba embelezada por su juventud, antes de responderle le dije que no me imaginaba que el jefe de mi marido fuera tan joven y él me respondió que era el hijo del dueño de la compañía y le tocaba administrar ese departamento y que muchas gracias por decirle joven (se rió muy sexy).
Le conté que ya que la empresa había normalizado su situación y esperaba que mi marido tuviera su puesto que tenía antes de regreso, ya que a mi me constaba lo trabajador que era el y que incluso en la casa se desvelaba y ni me atendía como debía por llenarse de trabajo, a eso el me respondió: "¿no la atiende como debe ser?, eso es malo, una mujer con sus tributos no debe sentirse descuidada", inmediatamente noté que no paraba de ver mi escote, el cual le regalaba un vistazo de mis senos grandes y firmes, de repente un fuego cruzó por mi cuerpo y noté que si podía lograr ayudar a mi marido sería coqueteándole a su jefe.
Esta idea la sentía peligrosa ya que corría el riesgo de que él se lo contara a mi marido o a algún otro empleado que luego se lo contaría a mi marido, pero me arriesgué a buscar una situación que permitiera ayudar a mi esposo.
Le dije: "si mi marido ya ni me atiende mucho por tanto trabajo que hace ahora y lo peor es que el salario no es justo con lo mucho que trabaja", mientras decía eso puse mi rostro dulce y crucé las piernas lo cual él astutamente oservó y se deleitó viendo mis muslos gruesos. Me dijo que ese tema debíamos tratarlo más profundamante, era descarado, pues no paraba de comerme con los ojos y yo también lo mire con ojos pícaros, como para que viera que había entendido la señal que él me enviaba, inmediatamente me dio su tarjeta y me pidió mi numero de teléfono, el cual se lo di, lo llamó de nuevo la secretaria porque tenía una reunión con otra persona y ´nos despedimos con un beso ya no en la mano sino en la mejilla, dejé caer la tarjeta que me dio y me agaché para recogerla mostrándole mi trasero asomarse por mi traje ajustado, él quedó sin palabras. Salí sin que mi marido lo notase.
Luego de 4 horas me llamó saludándome y diciéndome que no había podido dejar de pensar en mi visita, que era muy guapa, que mi marido era muy afortunado de tener un mujerón como yo, decidí seguirle el juego y le dije que lo que me decía me causaba halagos y un poco de gracia, me dijo que estaba pensando seriamente en mi solicitud pero que yo debía entender que para volver a poner a mi marido en su trabajo anterior debía remover y reubicar al empleado que ocupaba su puesto, lo cual generaba un gasto extra a la empresa, yo le dije que comprendía todo y que si estaba de mi parte haría lo que sea para que todo saliera bien.
Él me dijo: "bueno Sofia, en vista de eso, tendrías que tratar ese tema personalmente conmigo, si deseas llevo el nuevo contrato de tu marido pero eso te costará mucho", yo le dije: "bueno papi (me atrevi a llamarlo asi), yo estoy dispuesta a todo", me dijo que pasaba por mi casa en una hora asi que me preparé poniéndome una falda muy corta y una blusa escotada, sabiendo a lo que iva a enfrentarme, además de que deseaba devorar ese joven tan guapo y varonil, saldría beneficiada doblemente, pues con el nuevo salario de mi marido ya le podía pedir lo que quieria y además tendría el gusto de probar un nuevo macho entre mis piernas.
Llegó puntual con la dirección que le di y me subi al auto muy suavemente, notando mis muslos que se veían casi completamente, él se me acercó y me quizo besar la boca pero le quité los labios diciéndole que fuera con calma, que no pensara que era una puta, sino que lo que podría pasar era sólo por ayudar a mi marido y que debía ser discreto, me dijo que si y fuimos a un hotel muy lujoso, con jacuzzi incluido, al entrar me masajeó mis nalgas descaradamente y no hice nada por evitarlo, le pregunté por el contrato de mi marido y él me lo mostró, observé bien los datos personales de mi marido, el cargo, su salario, el cual hasta vi que era un poco más alto del que antes tenía y la estabilidad laboral que tanto deseaba ver, me puse contenta mientras lo leía el empezó a manosearme y besarme por todos lados, me bajó mi hilo y lamía mi culo grande, lo tiré a la cama y empecé a chuparle su pene grandiosamente bello; grueso, cabezón, sin bello púbico, venoso, como a mi me encantan. Se la mamé como ninguna otra mujer se lo había echo, el gozaba cada lengüetazo, cada succión, cada lamida de bolas al máximo.
Me decía: eres grandiosa Sofia toda una puta mamadora, yo me rei y le dije: "si papi, me encanta tu verga" y se la segui mamando hasta que etuviera dura como un sable, el quería que lo montara pero le dije que aun faltaba que firmara el contrato de mi marido, de una vez lo firmó sin pestañear, pero no fui tonta ya que el podía romperlo asi que pedí su teléfono y marqué a la empresa, de allí pedi línea a la oficina de mi nuevo amante y respondió la secretaria, Nicolás como se llama el, supo qué hacer y le pidió que llamara a mi marido para atender la llamada, mientras él hacía eso me dediqué a desnudarme, mostrándole mis tetas grandes y firmes, le bailé sexy para que viera lo que le esperaba.
Nicolas: "Aló José, te comunico que gracias a tu buen rendimiento laboral y por comprender la situación que tuvimos que enfrentar en la empresa, valorando ese sacrificio que tuviste, te comunico que mañana ocuparás nuevamente tu puesto, ya que el Licenciado Ortiz pasará al departamento de Mercadotecnia, mañana al llegar ve a mi oficina a firmar el contrato, felicidades", mi marido le dio las gracias muy contento, sin saber que en realidad había logrado recuperar su antigüo trabajo gracias a mi.
Nicolás cerró la llamada y me dijo: "soy de palabra, espero cumplas", a lo que yo le dije: " no te preocupes amor que lo que deseas de mi lo probarás ya mismo", me acerqué a la cama y me senté sobre su pene, solo rocé la cabeza contra mi entrada varias veces hasta hundírmela toda, gemi de gusto: "ahhh papi que cosa más rica me estoy metiendo", empecé a cabalgarlo como yo sé hacerlo, el me nalgueaba y chupaba mis pezones, le decía: "muérdemelos papi" y él loco de deseo lo hizo, lo cual provocó venirme delicioso, su pene grueso estaba rozándome bien rico mi cuevita, le metí mi lengua en su boca y nos besábamos con lujuria.
Nicolas: "que mujer tan caliente tiene jose en su casa, eres toda una perra en la cama".
yo: "gracias amor, la verdad no lo hice tanto por mi marido, sino por que estabas bien lindo y quería tenerte entre mis piernas", eso a él le gustó pues sonrió.
Nicolas: " si nena me tienes bien caliente desde que entraste a mi oficina, sabía que eras una hembra deseosa de placer".
yo: "si papi cógeme duro, muéstrame tu juventud, quiero sentir un macho culeándome rico", me puso en 4 y me la hundió, sus huevos chocaban fuerte contra mis nalgas, me haló por el cabello tratándome como la zorra que soy, no paré de gemir con cada estocada que me daba: "asi papi ahhh siii no la saques, métemela duroooooo, aayyy ayyyy la siento bien ricooo papiiii", "¿quieres mi culo papi?.
Nicolas: "claro que si, lo deseo desde que te vi", me lamió el culo buen rato, me echó saliva y hundió dos dedos dentro de mi, de una vez fue metiendo su miembro duro y caliente por mi culo abierto y eempezó a bombearme, ese mete y saca estaba rico.
yo: "asi papi culeame duro, asiii ajhh sométeme",
nicolás: "eres toda una sucia perra, hace tiempo no me culeaba a una nalgona tan puta como tu", no paró de sacarla hasta que decidí yo misma echarme hacia atrás y menear en círculo mi culo para sacarle la leche. "me vengo zorra, me vengo en tu culo", "si papi dame esa leche rica, lléname el culo de leche ahhh ayyy siii ahhh ", enseguida senti un chorro fuerte de semen inunando mi culo, el quedó acostado sobre mi espalda, estabamos sudados, olorosos a sexo, me gustó tanto que me le senté en su cara para que me lamiera mi concha húmeda y él no me defraudó, se notaba que era un mujeriego experto en coger, me hizo venirme en su cara delicioso: "ayy papi desléchame asiii ufff siii mete esa lengua en mi coño, chupame el pirigallo asii asiii ufff, me vengo mmmmm ricooooo".
Nuevamente se la chupé para ponérsela dura y me puso en 4 a borde de cama, me empezó a coger duro por mi concha, yo sacaba mi lengua saboreando de gusto, estaba totalmente adicto a mis nalgas, "ohh papi si que aguantas, dame duro por mis nalgas ahhh ayyy coges mejor que mi marido mmm ricooo", nuevamente me dijo que se iva a venir y la sacó de mi concha y me la metió a la boca: "mama perra, traga tu leche", "si papi damela toda, quier tu lecheee ahhhh" y nuevamente otro chorro espezo de semen me inundó la boca, la cual me trgué completa, le di una buena lamida a su cabeza para dejarsela limpia.
Empezamos a vestirnos ya que faltaba una hora para que se acabara la jornada laboral en la empresa y él debía regresar, no usamos el jacuzzi, así que me dijo que lo usaríamos en alguna otra ocasión, yo le dije que eso dependerá de cómo le vaya a mi marido, asi que supe que de ahora en adelante mi marido ganaría buen dinero y no tendría mucho trabajo, que quizás la que ahora sudaría sería yo.
Me dejó en mi casa, no sin antes deslecharme metiéndome sus dedos en mi concha provocándome otro rico orgasmo y me despedí de él dándole otra mamada en su auto esta vez, quedé impresionada del aguante de ese hombre, quizás será por su juventud, volví a tragarme ese rico semen dulce y me fui caminando a la casa, una hora después llegó mi marido muy contento por lo de su trabajo y yo fingí sorpresa y estar contenta, las cosas definitivamente mejorarían, volví a ser infiel pero esta vez por una buena causa.
Aproveché para ir un dia en el que a mi marido se le quedaron unos documentos, los cuales fui a dejárselos, me traté de vestirme recatada, más sin embargo mi cuerpo voluptuoso se apreciaba tras mi traje ajustado, sobre todo mi trasero grande y firme y mis pechos que querían reventar el traje, al llegar fui el centro de aténción de todos los hombres que trabajaban allí, me sentía un tanto incómoda pero a la vez contenta de que apreciaran mi belleza.
Llegué a la oficina de mi marido y le dejé los papeles, aproveché para preguntarle cómo le iva y me dijo que bien, que el jefe lo tenía lleno de trabajo y que por eso no podía demorar mucho hablando conmigo porque después lo despedían, le dije que me mostrara brevemente las oficinas que lo rodeaban y él me mostró algunas de ellas incluyendo la de su jefe, me despedí y esperé a que él entrara y disimuladamente me fui hacia la oficina del jefe, alli me atendió una secretaria muy parecida a mi en lo que a cuerpo se refiere y ella le comunicó a su jefe que yo deseaba hablar con el.
Las oficinas tenían cámaras a las cuales el accedía e inmediatamente le dijo a su secretaria que me dejara pasar, yo iva pensando qué cosas decirle para que le mejorara la condición laboral a mi marido pero no se me ocuría mucho ya que no teníamos hijos, ni vivíamos tampoco en la miseria, ni mi marido había sufrido de problemas de salud que ameritaran una razón válida para mejorar su salario.
Al entrar me imaginaba al típico anciano, gordo y grocero pero me sorprendí al ver a un joven de entre 25 a 30 años, muy guapo, de tez blanca y atlético, tenía unos ojos verdes hermosos, él me saludó dándome un beso en la mano muy cortesmente y me preguntó las razones de mi vista. Yo estaba embelezada por su juventud, antes de responderle le dije que no me imaginaba que el jefe de mi marido fuera tan joven y él me respondió que era el hijo del dueño de la compañía y le tocaba administrar ese departamento y que muchas gracias por decirle joven (se rió muy sexy).
Le conté que ya que la empresa había normalizado su situación y esperaba que mi marido tuviera su puesto que tenía antes de regreso, ya que a mi me constaba lo trabajador que era el y que incluso en la casa se desvelaba y ni me atendía como debía por llenarse de trabajo, a eso el me respondió: "¿no la atiende como debe ser?, eso es malo, una mujer con sus tributos no debe sentirse descuidada", inmediatamente noté que no paraba de ver mi escote, el cual le regalaba un vistazo de mis senos grandes y firmes, de repente un fuego cruzó por mi cuerpo y noté que si podía lograr ayudar a mi marido sería coqueteándole a su jefe.
Esta idea la sentía peligrosa ya que corría el riesgo de que él se lo contara a mi marido o a algún otro empleado que luego se lo contaría a mi marido, pero me arriesgué a buscar una situación que permitiera ayudar a mi esposo.
Le dije: "si mi marido ya ni me atiende mucho por tanto trabajo que hace ahora y lo peor es que el salario no es justo con lo mucho que trabaja", mientras decía eso puse mi rostro dulce y crucé las piernas lo cual él astutamente oservó y se deleitó viendo mis muslos gruesos. Me dijo que ese tema debíamos tratarlo más profundamante, era descarado, pues no paraba de comerme con los ojos y yo también lo mire con ojos pícaros, como para que viera que había entendido la señal que él me enviaba, inmediatamente me dio su tarjeta y me pidió mi numero de teléfono, el cual se lo di, lo llamó de nuevo la secretaria porque tenía una reunión con otra persona y ´nos despedimos con un beso ya no en la mano sino en la mejilla, dejé caer la tarjeta que me dio y me agaché para recogerla mostrándole mi trasero asomarse por mi traje ajustado, él quedó sin palabras. Salí sin que mi marido lo notase.
Luego de 4 horas me llamó saludándome y diciéndome que no había podido dejar de pensar en mi visita, que era muy guapa, que mi marido era muy afortunado de tener un mujerón como yo, decidí seguirle el juego y le dije que lo que me decía me causaba halagos y un poco de gracia, me dijo que estaba pensando seriamente en mi solicitud pero que yo debía entender que para volver a poner a mi marido en su trabajo anterior debía remover y reubicar al empleado que ocupaba su puesto, lo cual generaba un gasto extra a la empresa, yo le dije que comprendía todo y que si estaba de mi parte haría lo que sea para que todo saliera bien.
Él me dijo: "bueno Sofia, en vista de eso, tendrías que tratar ese tema personalmente conmigo, si deseas llevo el nuevo contrato de tu marido pero eso te costará mucho", yo le dije: "bueno papi (me atrevi a llamarlo asi), yo estoy dispuesta a todo", me dijo que pasaba por mi casa en una hora asi que me preparé poniéndome una falda muy corta y una blusa escotada, sabiendo a lo que iva a enfrentarme, además de que deseaba devorar ese joven tan guapo y varonil, saldría beneficiada doblemente, pues con el nuevo salario de mi marido ya le podía pedir lo que quieria y además tendría el gusto de probar un nuevo macho entre mis piernas.
Llegó puntual con la dirección que le di y me subi al auto muy suavemente, notando mis muslos que se veían casi completamente, él se me acercó y me quizo besar la boca pero le quité los labios diciéndole que fuera con calma, que no pensara que era una puta, sino que lo que podría pasar era sólo por ayudar a mi marido y que debía ser discreto, me dijo que si y fuimos a un hotel muy lujoso, con jacuzzi incluido, al entrar me masajeó mis nalgas descaradamente y no hice nada por evitarlo, le pregunté por el contrato de mi marido y él me lo mostró, observé bien los datos personales de mi marido, el cargo, su salario, el cual hasta vi que era un poco más alto del que antes tenía y la estabilidad laboral que tanto deseaba ver, me puse contenta mientras lo leía el empezó a manosearme y besarme por todos lados, me bajó mi hilo y lamía mi culo grande, lo tiré a la cama y empecé a chuparle su pene grandiosamente bello; grueso, cabezón, sin bello púbico, venoso, como a mi me encantan. Se la mamé como ninguna otra mujer se lo había echo, el gozaba cada lengüetazo, cada succión, cada lamida de bolas al máximo.
Me decía: eres grandiosa Sofia toda una puta mamadora, yo me rei y le dije: "si papi, me encanta tu verga" y se la segui mamando hasta que etuviera dura como un sable, el quería que lo montara pero le dije que aun faltaba que firmara el contrato de mi marido, de una vez lo firmó sin pestañear, pero no fui tonta ya que el podía romperlo asi que pedí su teléfono y marqué a la empresa, de allí pedi línea a la oficina de mi nuevo amante y respondió la secretaria, Nicolás como se llama el, supo qué hacer y le pidió que llamara a mi marido para atender la llamada, mientras él hacía eso me dediqué a desnudarme, mostrándole mis tetas grandes y firmes, le bailé sexy para que viera lo que le esperaba.
Nicolas: "Aló José, te comunico que gracias a tu buen rendimiento laboral y por comprender la situación que tuvimos que enfrentar en la empresa, valorando ese sacrificio que tuviste, te comunico que mañana ocuparás nuevamente tu puesto, ya que el Licenciado Ortiz pasará al departamento de Mercadotecnia, mañana al llegar ve a mi oficina a firmar el contrato, felicidades", mi marido le dio las gracias muy contento, sin saber que en realidad había logrado recuperar su antigüo trabajo gracias a mi.
Nicolás cerró la llamada y me dijo: "soy de palabra, espero cumplas", a lo que yo le dije: " no te preocupes amor que lo que deseas de mi lo probarás ya mismo", me acerqué a la cama y me senté sobre su pene, solo rocé la cabeza contra mi entrada varias veces hasta hundírmela toda, gemi de gusto: "ahhh papi que cosa más rica me estoy metiendo", empecé a cabalgarlo como yo sé hacerlo, el me nalgueaba y chupaba mis pezones, le decía: "muérdemelos papi" y él loco de deseo lo hizo, lo cual provocó venirme delicioso, su pene grueso estaba rozándome bien rico mi cuevita, le metí mi lengua en su boca y nos besábamos con lujuria.
Nicolas: "que mujer tan caliente tiene jose en su casa, eres toda una perra en la cama".
yo: "gracias amor, la verdad no lo hice tanto por mi marido, sino por que estabas bien lindo y quería tenerte entre mis piernas", eso a él le gustó pues sonrió.
Nicolas: " si nena me tienes bien caliente desde que entraste a mi oficina, sabía que eras una hembra deseosa de placer".
yo: "si papi cógeme duro, muéstrame tu juventud, quiero sentir un macho culeándome rico", me puso en 4 y me la hundió, sus huevos chocaban fuerte contra mis nalgas, me haló por el cabello tratándome como la zorra que soy, no paré de gemir con cada estocada que me daba: "asi papi ahhh siii no la saques, métemela duroooooo, aayyy ayyyy la siento bien ricooo papiiii", "¿quieres mi culo papi?.
Nicolas: "claro que si, lo deseo desde que te vi", me lamió el culo buen rato, me echó saliva y hundió dos dedos dentro de mi, de una vez fue metiendo su miembro duro y caliente por mi culo abierto y eempezó a bombearme, ese mete y saca estaba rico.
yo: "asi papi culeame duro, asiii ajhh sométeme",
nicolás: "eres toda una sucia perra, hace tiempo no me culeaba a una nalgona tan puta como tu", no paró de sacarla hasta que decidí yo misma echarme hacia atrás y menear en círculo mi culo para sacarle la leche. "me vengo zorra, me vengo en tu culo", "si papi dame esa leche rica, lléname el culo de leche ahhh ayyy siii ahhh ", enseguida senti un chorro fuerte de semen inunando mi culo, el quedó acostado sobre mi espalda, estabamos sudados, olorosos a sexo, me gustó tanto que me le senté en su cara para que me lamiera mi concha húmeda y él no me defraudó, se notaba que era un mujeriego experto en coger, me hizo venirme en su cara delicioso: "ayy papi desléchame asiii ufff siii mete esa lengua en mi coño, chupame el pirigallo asii asiii ufff, me vengo mmmmm ricooooo".
Nuevamente se la chupé para ponérsela dura y me puso en 4 a borde de cama, me empezó a coger duro por mi concha, yo sacaba mi lengua saboreando de gusto, estaba totalmente adicto a mis nalgas, "ohh papi si que aguantas, dame duro por mis nalgas ahhh ayyy coges mejor que mi marido mmm ricooo", nuevamente me dijo que se iva a venir y la sacó de mi concha y me la metió a la boca: "mama perra, traga tu leche", "si papi damela toda, quier tu lecheee ahhhh" y nuevamente otro chorro espezo de semen me inundó la boca, la cual me trgué completa, le di una buena lamida a su cabeza para dejarsela limpia.
Empezamos a vestirnos ya que faltaba una hora para que se acabara la jornada laboral en la empresa y él debía regresar, no usamos el jacuzzi, así que me dijo que lo usaríamos en alguna otra ocasión, yo le dije que eso dependerá de cómo le vaya a mi marido, asi que supe que de ahora en adelante mi marido ganaría buen dinero y no tendría mucho trabajo, que quizás la que ahora sudaría sería yo.
Me dejó en mi casa, no sin antes deslecharme metiéndome sus dedos en mi concha provocándome otro rico orgasmo y me despedí de él dándole otra mamada en su auto esta vez, quedé impresionada del aguante de ese hombre, quizás será por su juventud, volví a tragarme ese rico semen dulce y me fui caminando a la casa, una hora después llegó mi marido muy contento por lo de su trabajo y yo fingí sorpresa y estar contenta, las cosas definitivamente mejorarían, volví a ser infiel pero esta vez por una buena causa.
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