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Mis memorias 3

Hola muy buenas queridos lectores hoy quiero continuar con el tercer relato de mis memorias.
 
Continuaron las festividades decembrinas y en la casa la época de la navidad se celebra todos los años estaban ya todas mis hermanas las mayores con sus novios. Yo después de estar con don Augusto no volví a tener novios en el pueblo, me parecían tan idiotas todos los jóvenes del lugar. Entonces andaba sola eso me daba más libertad y a pesar de que fueron varios los que me halagaban con sus piropos a ninguno le hacía caso. Al otro día entonces Amanda me dijo.
—¿Que primita vamos a buscar diversión? —listo primis nos vamos para el hotel haber que encontramos.
Risas. Y así nos arreglamos y avisamos que nos íbamos para el hotel. Salimos en el camino nos entretuvimos mirando vitrinas Y nos compramos un helado cada una. Al pasar por uno de los sitios en donde la gente se reúne a tomar  y que sus mesas están sobre el andén, dos caballeros se nos quedaron mirando como embelesados o idiotizados. Que  es lo mismo, de seguro nos siguieron pero nosotras ni cuenta nos dimos el todo fue que nos los encontramos en el hotel cuando estábamos en la piscina, yo ya estaba sentada en una de las butacas aplicándome el bloqueador cuando Amanda me dice:
— ¿Mira quienes están por acá?
Y voltee a mirar disimuladamente y hay los vi, estaban entrando a la piscina con sus bermudas y sus chanclas lo que los delataba que eran de la capital. Al pasar por el frente de nosotras uno nos voltio a mirar y con el codo golpeo a su amigo y algo le debió de decir por qué ambos voltearon a mirarnos. Los caballeros no estaban mal yo les puse más o menos unos treinta y algo de edad. Y al parecer estaban solos. Nos miramos con Amanda y le comente:
—Al parecer están solitos ¿tú qué crees?
—Parece que si primita.
Seguimos asoleando nuestros cuerpos al cabo de un rato. Me pille que otro caballero que estaba con su mujer no dejaba de mirarnos. Dos chiquillos de 10 y 12 años eran sus hijos. Amanda ya se lo había pateado de hace rato estaban mandándose miradas entre los dos y yo ni cuenta me había dado. Al querer contarle ella me dijo
- Y por qué crees que está mirando, si yo hace rato estoy coqueteándole, esta como para paco. Risas. —Pero esta con la mujer.
—Ha eso deja y veras. Si me devolvió mis coqueteos es presa fácil. Entonces paso el mesero y le pedimos dos cervezas. Cuando las trajo y al querer pagar él se retiró, yo le pregunte:
—Hey espere y le pago.
Levantándome del butaco, pero él me dijo:
— No se preocupen que ya están pagas.
—¿Si y eso por quién?
—Por los caballeros que están en  la  mesa  del fondo.
Voltee a mirar y allí estaban los getiabiertos de la avenida, quienes al ver que yo los volteaba a mirar levantaron sus cervezas y brindaron, yo también se las levante y con una sonrisa les di las gracias. Amanda tenía el sol en contra por lo cual no los alcanzaba a divisar. Me senté nuevamente estirando mis brazos hacia la espalda cuando los veo que se nos acercan, mi prima acostada y todo vio que también venían.
— Primita gallinazos al ataque me dijo.
Yo me reí y los observaba caminar acercándose nos saludaron.
—Buenas tardes señoritas por lo que veo están solitas y nos preguntábamos si estos humildes servidores podrían acompañarlas un rato.                                    
Yo con mi sonrisa de oreja a oreja y mis ojos delatores les dije:
— Hay claro y muchas gracias por la cerveza.
— No hay de que si quieres más me avisas.
Amanda también con una gran sonrisa lo saludo Al rato ya nos habían preguntado de donde éramos, que hacíamos. En ese momento paso por la piscina la administradora del hotel y saludo a los dos caballeros, preguntándoles:
—Muy buenas ¿cómo están bien?
—Muy buenas Si señora respondió uno.
—Ha y los veo muy bien acompañados por lo que veo ya se conocen.
—Si ya nos presentamos.
— Muy bien chicas una feliz tarde. Sigan disfrutando del hotel.  Y me guiño el ojo.
— Gracias doña Elvira
Le respondí con una sonrisa. Eso yo creo que a los señores les dio confianza. Y se sentaron al lado de cada una. Al rato vino el mesero y los caballeros nos dijeron que si queríamos algo de comer a lo que mi prima pidió un ceviche de camarón que preparan muy rico. Yo iba que disque a pedir un paquete de papas, pero al ver el de mi prima también lo pedí. Al rato nos metimos a la piscina a juguetear un poco y seguir conociéndonos. Ambos trabajan en la alcaldía, de Bogotá y estaban desde el jueves en el pueblo. Uno ya me había visto en el hotel ese día que llegaron y desde ese día le guste pero no me había vuelto a ver. Ya los señores estaban cogiendo confianza y entre juegos en la piscina nos alzaban y nos hundían y nosotras los dejábamos. En una de las levantadas que me hizo mi mano rozo su pantaloneta lo que me hizo dar cuenta de su erección, se la sentí bien paradita, entonces me le voltee y le dije huy
— yo creo que no vas a poder salir de la piscina
Al oír esto todos nos reímos, porque igual el hizo cara a su amigo de que yo se la había tocado.  Entonces Amanda que se nos acercó y tanteándolo le mando la mano a su paquete y afirmando lo dicho.
— Guau para cuando vayas a salir te toca demorarte solo un ratico. 
Todos soltamos la risa. Y ya fue solo pasar ese momento y senos acercaron y nos invitaron a ir a su cuarto que haya estaríamos mejor.
— Ok vamos.
Les dije. Entonces dejamos de juguetear un poco. Y así a nuestro amigo pudo bajar la calentura. Nos fuimos a su cuarto y por el corredor venia doña Elvira hablando con una de las mucamas, traía unas lámparas de la bodega y al pasar al lado de nosotros nos sonrió muy cortésmente, entramos al cuarto el aire acondicionado estaba prendido por lo que el cuarto estaba congelado con Amanda nos metimos al baño a ducharnos y nos aplicamos nuestras esencias para olerles rico, nos colocamos las toallas y salimos. Enseguida Alejandro entro a ducharse dejándonos con Ramiro. Mi toalla apenas me tapaba dejando ver mis partes íntimas, me la quite dejando a Ramiro mirarme toda desnuda. Me seque mi cabello y de la nevera Amanda saco tres cervezas. Ramiro sentado en un sillón nos veía a ambas sin desviar la mirada.  Al salir Alejo y verme desnuda enseguida se le noto por la pantaloneta que su verga se ponía rigurosa. Amanda entonces también se quitó la toalla y agarrando a Ramiro lo invito a que se metiera al baño.
—Y apúrate que acá lo esperamos.
Saque otra cerveza para bríndasela a Alejo, y  decirle
—Bueno no te vas a quitar la pantaloneta.
Amanda se nos acercó y agarrándolo por detrás y metiendo sus manos por el resorte se la bajo. Dejando ver su verga carnudita. El levanto sus pies dejándola botada en el piso y nos lo llevamos para la cama. Nos subimos y acostándolo boca arriba entre ambas le empezamos a acariciar su pecho besándolo sus tetillas y yo le agarre su verga. Haciéndole una suave paja. Amanda lo besaba en la boca. Luego seguí yo besándolo y esperando a Ramiro, quien al salir del baño se nos quedó mirando perplejo yo al verlo levante mi mano y con mis dedos le hice señas de que se viniera, el se me acerco y al llegar al borde de la cama me senté para abrazarlo y nos mirábamos a los ojos suavemente, me le acerque a besar su boca muy sutil, mandándole pequeños mordiscos a sus labios el me abrazo me levanto y me coloco boca arriba se me agacho y me comenzó a lamber mi cuquita. Coloque mis piernas en su espalda y con mis manos le agarraba el cabello y lo aprisionaba contra ella haciéndole introducir su lengua bien al fondo. Amanda ya le estaba pegando una buena manada a la verga de Alejo. Así duramos unos minutos. Y cambiamos colocándose Ramiro boca arriba y como estaba al lado de Amanda esta se le arrimo a su verga y se la chupo por un ratico mientras que yo me acomodaba para chupársela también. Luego ella se le monto encima de Alejo y con su mano dirigió su verga a su cuquita dejándose resbalar por su tronco. los gritos de Amanda empezaron a sentirse en todo el cuarto. Mientras le mamaba la vega a Ramiro veía a la de alejo perderse entre el cuerpo de mi prima. Ramiro comenzaba hablar por querías. Me decía:
— Ho chiquilla que rico me vas a matar con tu boca dale chiquilla gózala, se nota que te gusta mamar verga.
Yo lo miraba con ojos de lujuria de pasión, me la metía hasta el fondo, la lambia, bajaba a chuparles los testículos, disfrutaba haciéndolo. Luego me levante y montándomele de una me clave su verga y así yo también empecé a gemir mis sensaciones, fue como 20 minutos de placer orgasmo tras orgasmo venían entre ambas no se sentía un momento de silencio. Amanda paro y yo estaba teniendo uno. Termine y me hizo señas de cambiar de parejo entonces me levante y me le monte a alejo puse su verga enfrente de mi cuquita y me recosté para atrás y con mi mano se la acercaba, pero sin metérmela, apenas la dejaba entrar la cabecita pero como estaba doblada se salía, hasta que me enderece y hay si me la metí toda, Amanda ya estaba hace rato follando con Ramiro. Subía y bajaba su trasero deslizándose por su tronco. Luego ambos nos levantaron y nos acostaron boca arriba y levantando nuestras piernas nos penetraron nuevamente. Así ya duramos 20 minutos más o menos, acto seguido nos pusimos como perritas y Ramiro volvió a follarme y alejo con Amanda, otros 15 minutos  ya Alejo le lleno la cuca de Amanda de su semen. Y al los dos minutos Ramiro a mí. Terminamos nos pusimos nuestros vestidos de baño. Si discutimos por el precio de la follada pero como no tenían más nos contentamos con 30.000 para cada una. Y salimos otra vez a la piscina. Y nos encontramos con mi otra tía Sandra la de Cali que estaba con sus hijas que las trajo a la piscina ellas apenas tiene 10 y 12 años nos sentamos en su mesa y como habíamos desocupado la nevera del cuarto nos trajimos el ron que había, nos sentamos a tomárnoslo.
— ¿Pensé que estaban acá?
Pregunto mi tía
—No si estábamos acá tía.
— ¿Pero nosotros estamos hace rato acá y no las había visto?
—No es que estábamos en el bar. Le dije. Y Amanda se ríe.
— Hay no tía estábamos con dos tipos en su cuarto. Mi tía esboza una sonrisa. 
—A con razón ¿y cómo les fue?
—Muy bien tía la pasamos muy rico le cuenta Amanda.
— ¿Y dónde están los señores?
Pregunta la tía.
—No, se quedaron en el cuarto llorando que los dejamos sin un peso y nos le trajimos el trago.
Risas entre todas. De pronto mi tía nos hace con el dedo que silencio. Se acercó su esposo y lo saludamos decidimos quedarnos hay con ellos disfrutando y jugando con las niñas. En la piscina. Llego la hora de la cena eran como las 7 y nosotras nos quedamos en el bar, estábamos cuando el caballero casado que en la mañana nos miraba lo vimos caminado fumándose un cigarrillo solito, que pecado. Entonces vimos a Ramiro y Alejo y mi prima se les acerco y les pidió la llave del cuarto de ellos, pero no la tenían por qué la dejaron en recepción entonces me dijo que fuéramos al cuarto, entramos la habitación ya estaba en orden. Salimos y buscamos a aquel caballero Amanda me dijo que acá podemos sacar una buena tajada, espera y veras. Espérame en el  cuarto. Y entonces ella se lo encontró muy disimuladamente así de pura casualidad, como para que no sospechara nada y usando todos sus atributos con los que le coqueteo descaradamente. Cuando voltee a mirarlos, él le estaba acariciando  el mentón, ya con eso entonces me fui para el cuarto a esperarlos, hasta me desvestí pero no volví a ponerme el short y mi blusa. Eso sin el vestido de baño ya que estaba emparamado. Ósea estaba sin ropa interior, ellos llegaron y entraron el al verme se sonrió y Amanda le dijo.
—Vez solo está mi prima y ella nos puede acompañar.
No este tipo yo creo que no la creía estaba súper nervioso, eso nunca se lo hubiera imaginado, ambas no le acercamos y acariciándole el pantalón localizamos su verga que en erección se estaba poniendo. Amanda le soltó el cinturón, y yo le desapunte el pantalón dejándoselo escurrir por sus piernas. Hay si ya me desvestí dejándolo ver mi cuerpo desnudo. Y me lo lleve para la cama mientras Amanda se desvestía. Se quitó la lacoste que traía, y entre ambas le mamamos su verga un ratico corto ya que no podía demorarse por su esposa que a lo mejor lo estaría buscando, Amanda fue la primera en montársele, rápidamente su gemidos empezaron a sonar, su placer me humedecía más mi cuquita, dejando bien arrecha. Fueron casi 15 minutos de esperar para poder meterme su verga y continuar un polvo rápido entre los tres. Volvió y penetro a Amanda. Y luego otra vez a mi haciéndolo venir. Sobre nuestras caras el tipo quedo listo. Al descansar y enjuagarse un poco en la ducha el sudor. Ahí fue cuando Amanda le cobro le toco que darnos lo que trae $50.000. Amanda le estaba cobrando más pero $50.000 más que bien pago pues para esa época. El tipo se fue y las dos nos quedamos en la cama. Riéndonos pero con ganas de más y entre risas y charla nos acercamos los labios y nos besamos, nuestras cucas todavía húmedas con ganas de más y que cuando el tipo se vino, Amanda me lambió mi cara limpiándola del semen, me encanto lo que sentí, deje que ella trabajara y con su lengua entrara a mi boca, sintiéndola gemir al hacerlo, continuo luego bajando por mi nuca con su lengua haciendo estragos en mi, siguió agarrando mis pezones con sus labios que duros que estaban, sus manos me apretaban mis tetas, y yo me arqueaba de placer, era mi primera sesión lésbica y la verdad me estaba encantando. Nunca lo había pensado el hacerlo con otra mujer y hay estaba dejando que mi prima me iniciara en esto, la deje seguir bajando hacia mi cuquita que bien mojada que si estaba, chupándome me saco todos mis jugos vaginales, sus dedos unos artista en pajearme me excitaban más, levantándome las piernas avanzo hasta mi culo introduciendo su lengua en el sentía un placer espectacular, esto me estaba gustando demasiado. Al cabo de un buen rato y detener varios orgasmos, termino con su preciosa labor y entonces me dedique a hacerlo lo mismo, no hubo palabras para ese momento ambas cambiamos de pose instintivamente. Baje a saborear la cuquita de mi prima, por un buen rato se la lamí varias veces, sentí su derramada en mi boca los que adsorbí dejándola seca y volvía a lamer con mi saliva. Humedeciéndola nuevamente. Terminamos nuestro encuentro sexual y nos volvimos a bañar y salimos del cuarto, no sin antes dejarlo bien desordenado y revolcado y les volvimos a sacar otra botella de ron, pasamos por su la do y les dimos las gracias por el cuarto dándoles un pico.  Nos metimos al bar a tomarnos la botellita de ron. De pronto se nos acerca la administradora doña Elvira y nos pregunta que si la invitamos a sentar, Que cansada estoy chicas hoy fue un día muy ajetreado. Nos comenta. Yo pensé que nos iba a decir algo por nuestras andanzas en el hotel. Pero no ella quería tomarse un trago y que mejor que nosotras le pareció y pidió tres copas al mesero. Como vio que estábamos tomando a pico de botella,  y hay entre charla, cigarrillos y ron el tiempo fue pasando y poco a poco, Elvira  se fue alegrando con nosotras, si me advirtió que tuviera cuidada con los clientes, ella sabía lo que yo hacía en el hotel y seguimos tomando y ya la botella estaba llegando a su fin. Y las tres estábamos mareaditas entonces decidimos salir, ya para la casa doña Elvira tenía en esa entonces un Renault 4 y se ofreció a llevarnos a casa, yo me senté en asiento del pato, y en el camino varias veces me coloco su mano en mis piernas a lo que yo no le vi importancia, hasta cuando llegamos a la casa, Amanda se bajó agradeciendo el aventón y yo me quede dándole las gracias. Fue cuando de pronto ella me volvió a tocar las piernas y hizo el ademan de darme un beso en la mejilla dejando rodar su mano a mi cuquita, yo la deje y le bese la mejilla. Pero al ver lo que hizo me devolví y la bese en la boca, dejando que su lengua entrara en la mía, nos separamos y me toco la barbilla, yo atine a decirle
-nos vemos mañana. ¿Estás bien? Quieres que te acompañe a tu casa, ¿por qué estas tomada?
-¡no! No te preocupes que ya casi llego además haya me está esperando mi esposo. Nos vemos mañana en el hotel.
Y volví y le di otro beso en la boca.
- Nos vemos mañana y ten cuidado.
Se fue y yo entre, como medio contenta y sorprendida, doña Elvira es una mujer de 50 años con un cuerpazo que es la envidia de muchas mujeres de su edad, y si pinta trigueña la hace muy célebre mide 1.70 buenos pechos y trasero. Me encanta sus zapatillas siempre son abiertas. Dejando ver su pies delgados. Yo creo que la sorpresa me tenía como con mucha alegría. Toda la noche solo pensaba en doña Elvira, si con mi prima fue delicioso con esta mujer me va a encantar.  La noche se me hizo larga, pero el sueño tampoco ayudaba y todo por pensar en lo que podría pasar al otro día, fui la última en acostarse. La que apago la luz y como había visita el ultimo que se me acostó fueron mis hermanas como  a las dos de la mañana. Al otro día me levante temprano la única despierta era mi mami preparando el café. Me sirvió el mío y me senté en la mecedora a tomármelo pero mi cuerpo me estaba temblando y hay en Girardot que es pura tierra caliente. A nivel del rio magdalena. Seguía con la idea de doña Elvira, no me la podía quitar de la cabeza. Al rato largo la gente empezó a salir de sus habitaciones. Yo ya tenía la cocina arreglada y el patio barrido. Y hasta había lavado una ropa que extendí en las cuerdas.  Salió Amanda y le conté lo de doña Elvira. No me creía. Y entonces me dio consejos de cómo aprovechar su desliz sacándole plata, yo al principio no creía hacerlo pero me dejo con la duda. Sara se me acerco y dándome un abrazo, me dijo en voz baja.
—Se divirtieron con Amanda ayer,  que la pasaron muy rico  me contaron. Y dándome un beso en la frente me dice:
—Que lastima no haber estado ayer. Pero hoy si voy un rato.
Aprovechar que Federico y mi tía Esther  van a ir con las niñas a Cafan y allá nos vemos. Salí a la calle a comprar un pan y huevos para el desayuno, al regresar vi que el Renault de Elvira volteaba la esquina, y me hice ver de doña Elvira. Quien paro y se me quedo mirando.  Yo me le acerque y la salude por el costado de la puerta.
— ¿Dianita mi vida como estas?
— Bien doña Elvira.
— hay no me digas así que suena muy serio. Dime como quieras. Pero no doña. 
— ¿Descansaste?
Le pregunte
— Ayer quede preocupada porque estaba medio mareada.
—Hay tan divina no me paso nada estoy bien solo un poco con resaca pero no más. Y tu como amaneciste.
—Pensando en ti y en ese beso que nos dimos.
—Hay si mi vida sabes te invito hoy a almorzar en el hotel quieres venir.
—Si claro yo acepto tu invitación.
—Entonces nos vemos allá chao mi vida y el beso también me encanto.
Y arranco siguiendo su camino, yo también seguí a mi casa. Llego el medio día y me puse mi  mejor pinta, seguía con ansiedad, mi tía Esther ya se habían ido con Federico y su esposo y las cuatro niñas para Cafan. Vi que Sara y Amanda se estaban poniendo bien bonitas. Yo me fui primero pues estaba invitada a almorzar. Cuando llegue al hotel, le pregunte a una de las mucamas si doña Elvira estaba y me dijo que no estaba pero que no demoraba. Me toco esperarla en la recesión fumándome un cigarrillo. Y tomándome un refresco. Al fin la vi llegar entro su carro y llamo a uno de los meseros para bajar unas cosas del mismo. Se dirigió a su oficina y yo por un costado la seguí, llegue y me estaba esperando. Cerró la puerta y se me acerco a  besarme y yo acepte sus labios besándola apasionadamente y así duramos como 20 segundos, nos separamos y me sonrió nerviosamente.
— Como las cosas se fueron dando yo esta mañana pensé que había tenido una torpeza contigo anoche, pero cuando me dijiste esta mañana eso, me tome confianza y quise mirar a ver que pasa.
— Hay yo también, a mi me gustaría mucho poder estar contigo, después que te fuiste no hice si no penar en ti.
Nos sentamos en los sofás de la oficina y me contó que ella me hacía cuarto para que yo pudiera estar con los caballeros con los que has estado.
—  Donde mi esposo se dé cuenta de lo que tú haces acá no te vuelven a dejar entrar, es muy estricto con eso pero yo te he dejado por que tú me gustas mi vida. Varias veces te he visto entrar a los cuartos y me imagino que algún día entraría contigo a uno.
— creo que ese día se te va a dar, porque yo también me imagine eso anoche, ardo en deseo de estar contigo.
Volvimos a besarnos, sus labios carnosos me sumergían cada vez más en querer tener el gusto de acostarme con ella.
— espérame un momento hago unas cositas y almorzamos ok.
— Ok mi amor acá te espero.
Se despidió dándome otro beso, me encanto este momento me recordó de la primera vez cuando perdí mi virginidad estaba sintiendo las misma sensaciones, espere como unos 20 minutos. Y luego paso a la ofi otra vez y saco unas cuentas para hacer después unas llamadas y nos fuimos para el comedor. Me sugirió pedir la especialidad de la casa que es un bocachico. Que estaba delicioso, no me lo pude comer todo porque el pescado es bastante grande, terminamos el almuerzo y volvimos a la oficina. Ella siempre por lo general se acuesta a dormir la siesta en un cuartico que hay detrás de la oficina y hoy no fue la exención pero no hubo tal siesta esta vez las dos nos metimos al cuarto, temblando las dos unimos nuestros labios en un apasionado beso, nos tocamos nuestros cuerpos dejándonos llevar por nuestras emociones, entre ambas nos desvestimos, besando cada parte que íbamos desnudando. Sus pechos ya caídos por el paso de los años fueron para mí un verdadero manjar. Quedamos completamente desnudas, se acostó sobre la cabecera de la cama, yo baje a besarle desde sus dedos de sus pies pintados de un esmalte de color rojo vivo chuparle el dedo gordo y saborearlo lamerle los demás y continuar después subiendo por su pierna acariciándola, no me detuve en su cuquita seguí de largo hasta llegar a su ombligo besárselo, y continuar llegando a sus senos los que mordía con suavidad. Para volver a besarla nuevamente  me aparte y baje a abrirle las piernas y acariciarle su cuquita, introducía mis dedos haciéndola gemir con cada embestida .Su cuquita estaba remojada lo que me obligo a lamérsela  toda y tomarme sus jugos que me sabían a rico. Seguía metiéndole mis dedos y poco a poco mi mano se fue introduciendo en ella hasta ver que la tenía toda adentro de ella. Y así seguí metiéndosela y sacándosela cada vez más rápido, cogió un esfero plástico y con sus dientes lo mordía para acallar sus gemidos de placer. De pronto la veo que se arquea y mi mano se humedece tremendamente, la saco y un chorro de líquido baja por su cuca. La miro y sus ojos desorbitados y gimiendo de la venida que le había proporcionado. Se levanta de la cama y me abraza diciéndome.
—Jamás, jamás en mi vida me habían hecho esto ni mi marido me había sacado un orgasmo tan hijueputa.
Hum  me abrazaba, me besaba como loca, me recostó a su lado abrazándome. Sigue besándome por el cuello bajando a mis senos los que besa como venerándolos, continuo también bajando hasta llegar a mis pies y lambiéndolos por todos lados se devolvió hasta llegar a mi cuquita, donde metió su boca intentando meter su lengua bien adentro, yo la sentía tocar mis paredes estaba desquiciada era la locura y yo gozaba sus caricias y busque también el esfero para ponérmelo en la boca y no ir pegar un grito de placer a los que estoy acostumbrada.  Varios orgasmo tuve en su deliro sexual, y al terminar semejante polvo tan bueno nos quedamos abrasadas las dos.
Yo estaba feliz. Y Elvira extasiada. Al terminar de vestirme me Salí por una puertita que ellos tiene y que nunca había visto que da a la parte trasera del hotel y por esa misma puerta entre muchas veces a disfrutar de mi nueva amante. Así tuve total libertad en el hotel.

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