Como buen calenturiento mi tiempo libre me la suelo pasar intentando coger, cogiendo o teniendo sexting. En este último me llega de todo, expert@s, novat@s, simple gente jodiendo, y curios@s, y con una curiosa inició todo.
Estaba perdiendo el tiempo en internet cuando me llegó un mensaje privado en una de mis redes.
Curiosa: Hola
Yo: Hola, que tal?
Curiosa: Pues bien, oye, como es eso de la sumisión.
Para no hacerles el cuento largo, le expliqué como las sumisas eran quienes disfrutaban sirviendo y obedeciendo, que yo lo llevaba más al extremo y lo mezclo con el sadismo, al punto en el que no solo las nalgueo, las cacheteo, les muerdo los pezones, les pongo pinzas, etc.
Todo esto le terminó interesando bastante, tuvimos sexting y hasta ahí creí que todo llegaría, pero después de unos días me volvió a escribir, todo normal hasta que, entre la calentura y las fotos, me preguntó de donde era, resultamos ser del mismo estado, Puebla, y finalmente quedamos para hacer realidad eso que tanto ella deseaba y a mi me encantaba hacer.
Finalmente llegó el gran día, quedamos de vernos en Texmelucan (los que conocen ya lo ubicarán) y para darle más legitimidad a su inicio como nueva perrita super sumisa, decidí llevarla al motel más barato y sencillo que conozco, todo con un solo fin, que todos se dieran cuenta de lo puta que seria, al fin y al cabo nadie nos conocía, en este motel las puertas no censuran nada, hasta el menor ruido se escucha en el pasillo.
Resultó estar mucho mejor de lo que se había descrito, una piel morena pero una cara fina y con una expresión inocente, nada mejor para pervertir que una chica con cara inocente, no media mas de 1.60 y tenia unas nalgas mas que sobresalientes y unas tetas respetables.
Nos vimos en el lugar acordado, como es mi costumbre la traté lo mejor posible, la hice sentir cómoda y le dije que sí eso quería se podía ir en cualquier momento, pero le aclaré que en cuanto entráramos a la habitación yo tomaba por completo el mando. Ella aceptó con cierta indecisión pero quizá por la calentura tomó más confianza conforme más nos acercábamos al motel al punto en el que, al pagar, la tenia abrazada mientras me acariciaba.
Llegados a la habitación la dejé entrar primero, detrás entré yo, cerré y me di media vuelta, acto seguido la tomé del cabello y la obligué a arrodillarse y sin mediar palabra le metí la verga en la boca y comencé a cogerla sin piedad, con cada arremetida ella soltaba un leve gemido combinado con un intento de arcada, a veces se la sacaba y le daba una cachetada.
-Esto es lo que estabas deseando verdad putita?!- le dije después de varias cachetadas
-Si papi, esta desesperada por esto- volví a usar su boca sin piedad, me encantaba ver sus ojos lagrimeados mientras tenía mi verga en su boca. Llegué a mi limite y descargué mi leche en su boca, ella no dudó y la tragó casi toda, aunque dejó caer unas gotas que cayeron en mis zapatos (puesto que nos habíamos puesto a darle sin siquiera quitarnos nada de ropa).
-Mira nadamas estúpida, ahora limpia lo que has hecho!!- le grité mientras le señalaba mis zapatos.
-Lo siento papi- ella intentó limpiarlo con su ropa, pero antes de hacer nada la detuve
-Nada de eso zorrita, lo limpiaras con la lengua- ella se quedó un segundo sorprendida pero casi sin dudar se agachó y comenzó a lamer lo que cayó en mi zapato y un poco en el suelo.
-Así me gusta putita- la nalgueé mientras lo hacía y en cuanto terminó la obligué a darse la vuelta, le bajé el pantalón y resultó venir sin ropa interior.
-Veo que ya venías desesperada por ser usada pendejita- Ella solo gimió mientras agarraba sus nalgas, le separé las nalgas y apunté la cabeza de mi verga, pero sin decirle nada se la metí de golpe por el culo. Comenzó a patalear y gemir mientras la penetraba sin piedad pero no tardó en aprender a disfrutar del dolo y pasó de gemidos de dolor a puros gemidos de placer, en ese momento decidí sacarle la verga a lo que ella confundida me dijo:
-Que pasó papi?- dijo mientras movía sus caderas sugerentemente
-Vas a rogar putita, quiero que ruegues en voz alta como la perra en celo que eres, quiero que todos aquí se enteren-
-P-ero papi- gimió, le di una fuerte nalgada
-Nada de pero puta, si quieres verga tendrás que obedecer-
Después de un momento de duda, ella tomó aire y gritó:
-Por favor papi, usa mi culito a tu gusto, soy tu perrita personal, soy una sumisa masoquista!!!-
Sin darle tiempo a pensar en lo que había hecho la volví a penetrar y la bombeé durante un buen rato, arrancándole gemidos que ya no se preocupaba en suprimir. Pasaron las dos horas que había pagado y después de un baño rápido nos retiramos, ella se fue muy contenta, y según me dijo por chat, con el culo adolorido.
Espero que les haya gustado, chao.
Estaba perdiendo el tiempo en internet cuando me llegó un mensaje privado en una de mis redes.
Curiosa: Hola
Yo: Hola, que tal?
Curiosa: Pues bien, oye, como es eso de la sumisión.
Para no hacerles el cuento largo, le expliqué como las sumisas eran quienes disfrutaban sirviendo y obedeciendo, que yo lo llevaba más al extremo y lo mezclo con el sadismo, al punto en el que no solo las nalgueo, las cacheteo, les muerdo los pezones, les pongo pinzas, etc.
Todo esto le terminó interesando bastante, tuvimos sexting y hasta ahí creí que todo llegaría, pero después de unos días me volvió a escribir, todo normal hasta que, entre la calentura y las fotos, me preguntó de donde era, resultamos ser del mismo estado, Puebla, y finalmente quedamos para hacer realidad eso que tanto ella deseaba y a mi me encantaba hacer.
Finalmente llegó el gran día, quedamos de vernos en Texmelucan (los que conocen ya lo ubicarán) y para darle más legitimidad a su inicio como nueva perrita super sumisa, decidí llevarla al motel más barato y sencillo que conozco, todo con un solo fin, que todos se dieran cuenta de lo puta que seria, al fin y al cabo nadie nos conocía, en este motel las puertas no censuran nada, hasta el menor ruido se escucha en el pasillo.
Resultó estar mucho mejor de lo que se había descrito, una piel morena pero una cara fina y con una expresión inocente, nada mejor para pervertir que una chica con cara inocente, no media mas de 1.60 y tenia unas nalgas mas que sobresalientes y unas tetas respetables.
Nos vimos en el lugar acordado, como es mi costumbre la traté lo mejor posible, la hice sentir cómoda y le dije que sí eso quería se podía ir en cualquier momento, pero le aclaré que en cuanto entráramos a la habitación yo tomaba por completo el mando. Ella aceptó con cierta indecisión pero quizá por la calentura tomó más confianza conforme más nos acercábamos al motel al punto en el que, al pagar, la tenia abrazada mientras me acariciaba.
Llegados a la habitación la dejé entrar primero, detrás entré yo, cerré y me di media vuelta, acto seguido la tomé del cabello y la obligué a arrodillarse y sin mediar palabra le metí la verga en la boca y comencé a cogerla sin piedad, con cada arremetida ella soltaba un leve gemido combinado con un intento de arcada, a veces se la sacaba y le daba una cachetada.
-Esto es lo que estabas deseando verdad putita?!- le dije después de varias cachetadas
-Si papi, esta desesperada por esto- volví a usar su boca sin piedad, me encantaba ver sus ojos lagrimeados mientras tenía mi verga en su boca. Llegué a mi limite y descargué mi leche en su boca, ella no dudó y la tragó casi toda, aunque dejó caer unas gotas que cayeron en mis zapatos (puesto que nos habíamos puesto a darle sin siquiera quitarnos nada de ropa).
-Mira nadamas estúpida, ahora limpia lo que has hecho!!- le grité mientras le señalaba mis zapatos.
-Lo siento papi- ella intentó limpiarlo con su ropa, pero antes de hacer nada la detuve
-Nada de eso zorrita, lo limpiaras con la lengua- ella se quedó un segundo sorprendida pero casi sin dudar se agachó y comenzó a lamer lo que cayó en mi zapato y un poco en el suelo.
-Así me gusta putita- la nalgueé mientras lo hacía y en cuanto terminó la obligué a darse la vuelta, le bajé el pantalón y resultó venir sin ropa interior.
-Veo que ya venías desesperada por ser usada pendejita- Ella solo gimió mientras agarraba sus nalgas, le separé las nalgas y apunté la cabeza de mi verga, pero sin decirle nada se la metí de golpe por el culo. Comenzó a patalear y gemir mientras la penetraba sin piedad pero no tardó en aprender a disfrutar del dolo y pasó de gemidos de dolor a puros gemidos de placer, en ese momento decidí sacarle la verga a lo que ella confundida me dijo:
-Que pasó papi?- dijo mientras movía sus caderas sugerentemente
-Vas a rogar putita, quiero que ruegues en voz alta como la perra en celo que eres, quiero que todos aquí se enteren-
-P-ero papi- gimió, le di una fuerte nalgada
-Nada de pero puta, si quieres verga tendrás que obedecer-
Después de un momento de duda, ella tomó aire y gritó:
-Por favor papi, usa mi culito a tu gusto, soy tu perrita personal, soy una sumisa masoquista!!!-
Sin darle tiempo a pensar en lo que había hecho la volví a penetrar y la bombeé durante un buen rato, arrancándole gemidos que ya no se preocupaba en suprimir. Pasaron las dos horas que había pagado y después de un baño rápido nos retiramos, ella se fue muy contenta, y según me dijo por chat, con el culo adolorido.
Espero que les haya gustado, chao.
0 comentarios - Comenzó preguntando y terminó rogando.