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Siendo infiel 4

Habiendo terminado mi relación con Andrés, y de haber tenido la verga de Sebastián en mi culo, decidí calmar mi deseo sexual un tiempo por muchísimo tiempo, y enfocarme en mis estudios.
Era enero del año 2015, había terminado mis estudios satisfactoriamente y no chupándole la verga a algún profesor para que me subiera las notas, como tenía pensado pues no me estaba yendo muy bien, pero al final todo me salió bien.
Aprovechando que era buena con los números y organizando archivos, me quedo fácil conseguir un empleo en un almacén de ropa en el centro de la ciudad me iba bien, así que junto a mis padres mandamos a hacer unas remodelaciones en la casa, mi padre dijo que conocía a alguien que nos podía recomendar gente responsable y que hacia un buen trabajo, yo no puse problemas por eso así que trajeron a 2 morenos, uno era un señor llamado Jacinto el cual era calvo y bajito pero tenía su cuerpo lleno de músculos y cicatrices, tenía una barba blanca y su edad era de 50 años, la otra persona que vino junto a él es su sobrino llamado Brayan, un muchacho alto, de cuerpo delgado que tenía unos 18 años, para ese entonces había pedido unas vacaciones para supervisar la construcción en la casa, ya que mis padres tenían sus trabajos y pues los fines de semana se iban de paseo, y pues como yo era tan buena trabajadora mi jefe era muy flexible conmigo, así que yo iba a estar en casa y me encargaría de atender a Jacinto y Brayan en lo que necesitaran y de pagarles.
Los días pasaban y yo me quedaba en casa sola con ellos dos mientras hacían su trabajo, debes en cuando me ponía hablar con ellos y en una de esas charlas me entere, que las cicatrices de Jacinto se las hicieron cuando estuvo preso por algunos delitos que cometió cuando era más joven, también supe que no tenía esposa pues se habían separado, y Brayan tenía una novia e hijos realmente él no me interesaba mucho.
El que me interesaba de verdad era Jacinto un hombre misterioso y rudo, yo tenía mucho tiempo sin ser culeada y ya había puesto mi punto de mira en Jacinto, deje de estar metida en mi pieza y empecé a andar más por la casa en shortcitos que se metían en mi culo cuando caminaba, y falditas que mostraban todo con una pequeña brisa de viento yo ya empezaba a notar las miradas de Jacinto, y eso me excitaba Brayan se daba cuenta de las cosas pero me ignoraba, él era un buen muchacho que amaba su familia y yo no quería destruir un hogar, (Porque eso si lo aclaro, soy perra pero con principios) así que un día decidí jugármela.
Salí desde por la mañana a la tienda y le compre un six packs de cerveza a Jacinto y las puse en el congelador de la nevera, para ese calor nada mejor que una cerveza bien fría, le dije que se quedara y se tomara esas cervezas mientras me bañaba y cambiaba de ropa, me puse la falda más cortica que tenía y el hilo dental más diminuto que tuviera, me puse una blusa y no me puse brasier ni parches en los pezones los deje ahí para que se vieran, ese día Brayan tuvo que irse más temprano de lo normal, y yo sabía que mis padres llegarían tarde en la noche así que ese era el día perfecto, Salí de mi habitación y Jacinto se estaba tomando sus cervezas, nos sentamos a hablar y me dijo:
J: Es usted una jovencita muy bonita, y tiene un cuerpo escultural debe tener usted muchos pretendientes.
S: Jajaja Me sonrojas Jacinto, lo mismo podría decir yo de usted un señor musculoso, rudo, misterioso, y esa barba lo hace ver muy bello
Entre coqueteo y coqueteo, yo cruzaba mi pierna y le dejaba ver mis piernas en todo su esplendor, también parte de mi culo, con mi mirada fija en el bulto de Jacinto empecé a percibir como le iba creciendo, yo no disimulaba lo más mínimo y me mordía los labios delante de él, las cervezas se acabaron, y le dije a Jacinto que si quería tomar más y él me dijo que si, entonces le di dinero y lo mande a la tienda que comprase otro six packs y lo que él quisiera, mientras él fue a la tienda yo me fui para mi pieza a esperarlo hasta que llegara, cuando llego y no me vio empezó a llamara
J: ¡Señorita Sofía donde está!
S: ¡Jacinto ven a mi pieza por favor!
Cuando entro estaba yo en mi pieza acostada en mi cama de forma horizontal, posición que le permitía ver a Jacinto todo mi culo y chocha, realmente ese hilo dental solo estaba de adorno por que no era mucho lo que tapaba inmediatamente el pene de Jacinto creció era lo más grande que había visto, le pregunte a Jacinto que tal le parecía la vista, a lo que él respondió que era mejor de lo que había imaginado estaba muy caliente así que me puse en la orilla de la cama, y me puse en 4 le dije que me nalgueara con sus manos llenas de cayos y duras sentí como si me estuvieran pegando con un garrote, me ponía muy caliente sentir ese estruendo en mi culo me sentí como si fuera una yegua y el fuera mi jinete, le dije que se sentara y que se tomara su cerveza y yo me arrodillé y saque su pene era enorme, ¡¡¡dios mío era gigante!!!, lleno de venas gordote y largo parecía un garrote, era negro y su cabeza era rosadita, él se tomaba su cerveza y yo empecé a hacer mis respectivo trabajo, era la primera vez que iba a tener sexo en mucho tiempo, y tener esa verga en frente mío era algo increíble.
Estaba asombrada por su tamaño, así que le pregunte a Jacinto si lo podía medir a lo que él se rio y me dijo, mídelo rápido y chúpamelo, lo medí con un metro de costura que tenía en mi cuarto y le media 26 cm, eso era una obra de arte para mis ojos, lo primero que chupe fue sus huevos tenían un sabor salado por el sudor, no me importaba los chupaba como si mi vida dependiera de ello me los metía toditos en la boca, primero uno y luego el otro, mientras él se tomaba su cerveza como si fuera un rey, en ese momento él era mi rey y yo su humilde esclava, luego empecé con la punta de mi lengua a recorrer el tronco de su verga sentía todas sus venas, e iba con la punta de mi lengua para arriba y para abajo recorriendo, toda su verga luego llegue a su cabeza y la empecé a chupar con delicadeza y con mi lengua le hacia el remolino despacio, y rápido como si fuera un helado luego el derramo cerveza sobre su pene y me lo metió todo en la boca, sentía como me ahogaba y de reojo me miraba por el espejo que tenía en mi pieza, mi cara estaba roja no podía respirar cuando me soltó respire y fue como si mi alma volviera a mi cuerpo.
Lo miré a los ojos y yo misma me metí en la boca toda su verga, se la chupe por 10 minutos bajaba a sus huevos y subía a su cabeza, para hacerle una garganta profunda que me estaba destrozando la garganta, el seguía tomando sus cervezas cuando saque su verga de mi boca y sentí toda su carga de semen en mi cara, y mientras bajaba por mi cara con mi lengua y manos recogía todo lo que podía y me lo comía ricooo, me pare y traje una parlante para poner música a todo el volumen posible, yo sabía que esa verga me iba a hacer gritar hasta quedar afónica, y los vecinos si o si iban a escuchar, puse la música a todo el volumen posible, cerré mi pieza con seguro y me tire en los brazos de mi rey lo bese y me le monte encima, me hice la tanga para un lado y lo metí, en mi chocha el primer gemido que hice fue muy fuerte, ahhhh y empecé con mi movimiento de cadera a hacer algo parecido a la batidora y empecé, uuummm ahhh papiii, luego mientras su verga estaba dentro de mí me di la vuelta encima de el para darle la espalda, y que viera el movimiento de mi culo rebotando en él, empecé a cabalgarlo tenía todo su chimbo dentro de mi sabía que esto iba a dejar estragos en mi cuerpo, pero no me importaba aguantaba mis gemidos lo más que podía, hasta que el me voltio boca abajo y se puso encima de mí, empecé a morder sabanas pero aun así se escuchaba mis gemidos, estaba llorando de placer la música no dejaba escuchar nada de puertas para afuera, me lo quite de encima como pude y me puse en mi posición horizontal y poniéndole una pierna mía en su hombro, me habría toda para que me la metiera hasta el fondo, apenas me la metió blanquee los ojos lo sentía dentro de mí, lo sentía como un garrote duro y ancho gordote lo más rico de mi vida le decía a Jacinto
S: ¡Jacintooo papi, me vas a matar pero no me la saques mi amor!
J: Jajaja mamacita rica, tan joven y tan puta
S: Siii papi tu puta, tu perra, tu esclava, pero no me la saques dáñame el útero si querés, pero no me la saques mi amor.
Finalmente ya para terminar esa culeada tan rica que me estaba dando Jacinto, me puse en cuatro y me la metió sin perder tiempo, sentía como me la metía duro y cambiaba a despacio su movimiento de cadera y como chocaban su huevos en mi culo como si fueran dos cocos, luego fue a por mí culo ahí ya me dejo muerta, ya en ese momento sabía que no iba a poder caminar, me nalgueaba me jalaba el cabello y yo me veía tan indefensa en el espejo, su reflejo me dejaba ver como Jacinto se tomaba las última de sus cervezas y yo era su juguete, me agarraba con fuerza de la cintura, mi culo chocaba con su pelvis duro y me jalaba más duro y rápido, me cogía del pelo y me zarandeaba como si fuera un jinete guiando a su yegua, hasta que me vine pero eso a él no le importo, ya que cuando termine me la siguió metiendo cada vez más duro por el culo, me la metía cada vez más hasta el fondo hasta que la sentí su descarga de semen dentro de mí.
Casi muerta me quede de espaldas en mi cama tirada como un trapo viejo, y chorreando el semen que Jacinto había dejado dentro de mí. Mientras Jacinto se bañaba en el baño de mi pieza, yo apenas me podía acomodar para poder descansar como pude me pare, pero me sentía coja no podía cerrar mis piernas bien, el culo me ardía y la chocha ni se diga, le pagué a Jacinto y le di una comisión extra por lo que me había hecho que delicia, lo bese a lo que él me nalgueó otra vez durísimo, en mi cara no había como disimular se notaba por encima que me habían dado la culeada de mi vida, se fue Jacinto me encerré en mi pieza le puse seguro, apague la música y me acosté a descansar, las piernas me temblaban tanto que no quería pararme a nada, cuando llegaron mis padres me hice la dormida para no tener que pararme, estaba satisfecha y adolorida, no había parte de mi cuerpo que no sintiera satisfacción que cosa tan rica había vivido ese día me sentía tan adolorida, pero por otro lado me sentía tan complacida que no me arrepentía de nada.
Posdata: Hola como están espero que muy bien, también espero que les guste esta historia y que me dejen sus opiniones en los comentarios por cierto, un pequeño spoiler jajaja ok no, lo de la flexibilidad de mi jefe conmigo también tiene su historia entonces espero que estén atentos a cuando suba más contenido. Espero que todos se encuentren bien, y gracias por leer lo que publico.
Después de la culeada que me había dado Jacinto él no volvió más, así que le pregunté a su sobrino Brayan porque Jacinto no había vuelto al trabajo, me dijo que se le habían presentado unas calamidades domesticas a su tío, por lo que tuvo que volver a su pueblo yo me puse triste, pero que más podía hacer, además mis padres habían sacado el tiempo para ya estar en la casa a supervisar las remodelaciones, decidí darle mi número a Brayan para que se lo diera a Jacinto para poder tener contacto con él.
Sabiendo que en mi casa ya no iba a ver más acción, retorné a mi trabajo sin terminar mis vacaciones, en mi trabajo habían muchas cosas por hacer documentos por organizar y envíos por supervisar, mi jefe no estaba en el país por lo que me tocaba supervisar las cosas a mí por lo tanto tenía más trabajo que antes, y estaba muy ocupada solo salía del almacén para comprar comida. En mi trabajo usaba ropa ejecutiva, y como a mi casi no me gustan esos pantalones de tela usaba las faldas las cuales no me quedaban ni cortas ni largas, pero aun así me quedaban apretadas, entonces cada que salía me veían el culo lo sentía con la mirada. Además las camisas que usaba también hacían que mis tetas resaltaran y se viera lo redondas que son.
En el lugar donde yo compraba mi almuerzo iban muchos taxistas y conductores, había uno en especial que siempre me miraba con más morbo que los otros, y no desaprovechaba oportunidad para decirme piropos vulgares, se llama Francisco le decían “PORKY” por que parecía una marrano, era gordo, su piel era blanca, pero como es taxista y recibía mucho sol, había unas partes de su cuerpo que eran más oscuras que otras, tenía una melena en la parte trasera de su cabeza, pero se estaba quedando calvo en el frente. Siempre está sudando, y por lo tanto su olor no era el más agradable.
Yo no prestaba atención a lo que él me decía y eso era porque muy dentro de mí me gustaba que me tratasen así como a una perra, ese día en especial me tocó quedarme más tarde de lo normal revisando papeles y todo lo relacionado a las finanzas del almacén, además debía coordinar el pago de los empleados, así que ese día me quedé hasta más tarde de lo habitual cuando salí eran las 12 de la noche, y en el lugar donde yo trabajaba esa hora era algo peligrosa, para que yo estuviera sola por ahí esperando un taxi así que mientras esperaba un taxi, para mi sorpresa pasó Francisco.
F: Entonces que mami cosita rica, la llevo para la casa ¿o que mi amor?
S: No habiendo nadie más cerca, no tengo de otra
F: Ehhh mami que honor me hace, que usted suba ese culote en mi carro mamacita rica dan ganas de ni cobrarle la carrera, quien fuera asiento praa que usted me ponga ese culote en la cara mi amor.
S: ¿Podría dejar de hablar tanta bobada? Y maneje que estoy cansada gracias.
F: Claro que si mi amor.
Estaba yo en el asiento de atrás, y como les había dicho antes esas falditas si bien no me quedaban cortas si me quedaban apretadas, así que él podía ver bien mis piernas por el espejo, estuvimos en silencio un rato hasta que me puse a alistar la plata para pagar, porque ya casi íbamos llegando a mi casa y me di cuenta de que no llevaba mi billetera, así que le dije que si me podía llevar otra vez al almacén para recoger mi cartera, y poder pagarle que yo le pagaba el doble o el triple si quería, pero él dijo que por allá no se devolvía,
Ya en mi mente yo estaba pensando que se iba a aprovechar de esa oportunidad para pedirme que hiciera algo, y así fue sin dar tanto rodeo me dijo que se la chupara un ratico, que él no le decía a nadie y que a cambio no me cobraba la carrera, eso no me sorprendió porque ya sabía yo, que era esa clase de tipo todo vulgar y morboso, y pues yo como me había vuelto una perra, y lleva a tiempo sin probar una verga en mi boca le dije que sí, pero que no le podía contar a nadie porque si lo hacía.
Yo lo iba a negar todo el accedió de inmediato, y nos dirigimos a una parte de la ciudad que era monte, había árboles y arbustos donde uno poder esconderse a hacer cosas, nos bajamos del carro para poder buscar un buen lugar y mientras caminábamos, podía ver condones llenos de semen en el piso y tangas colgadas en los árboles, era la primera vez que iba a esa parte de la ciudad.
Encontramos un buen sitio donde yo pudiera hacer mi mamada a Francisco, él me beso a lo que yo en mi mente decía que ya estando aquí no había de otra, su lengua recorría toda mi boca, y sus manos me apretaban las tetas y el culo, me tocaba por todo lado y pues yo me dejaba, me quedaba ahí quieta mientras el tocaba todo mi cuerpo, le veía su cara de enfermo mientras disfrutaba, yo por mi parte también lo disfrutaba porque me manoseaba bien, pero no lo quería aparentar enfrente de él.
Llegando la hora de la verdad para no alargar más esa situación, me arrodille y le baje sus pantalones, su pene era pequeño pero grueso y cabezón, olía a sudor y además estaba peludo yo como no me complico si la persona lo tiene peludo yo igual lo chupo, así que con la punta de mi lengua le empecé a lamber sus huevos todos peludos con la punta de mi lengua, a lo que sentí sus gemidos y su verga empezaba a palpitar, su verga sabia un poco salada y agria, me di cuenta que si hacia un buen trabajo se vendría rápido y acabaría llegando a mi cada más rápido, así que me puse en acción y empecé a chupársela mientras le acariciaba los huevos con mi manos, el me cogía de la cabeza, y me apretaba contra su cuerpo y como su verga no era grande, cabía perfectamente en mi boca y empecé a mover mi cabeza de un lado a otro, de abajo para arriba, de izquierda a derecha, para que su pene bailara dentro de mi boca, y con mi lengua ir rosando su verga bien por todas partes, sentía como la respiración de Francisco se agitaba cada vez más, y fue cuando sentí la descarga de semen en mi boca me lo trague todo, sabia dulce me gusto el sabor de su semen, así que me lo trague con mucho gusto, y me pare y lo bese, nos montamos al carro no dijimos nada en todo el camino hacia mi casa, entre a mí casa me bañe, me lave la boca, y me acosté a dormir, al día siguiente Francisco y yo hicimos como si no hubiera pasado nada, el siguió diciéndome cosas cada que podía y yo seguía ignorándolo.

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