Era una mañana de sábado en épocas de calor, salí de mi casa desde temprano a dar la vuelta en coche después del almuerzo, la idea entre amigas era viajar hacia el norte de la ciudad en algún lugar donde se sirven bebidas embriagantes típicas de México, opte por salir en un auto clásico de mi papá el cual hacia que muchos hombres voltearan a ver qué tipo de persona manejaría un auto así.
Al llegar al lugar me encontré con Alonso y otros señores que también habían salido a pasear, en sus autos clásicos, obvio todos voltearon a vernos, cuatro chicas jóvenes sexis y hermosas, de tez blanca con cabello largo, vestidas con ropa muy pequeña, shorts, vestidos cortos y blusas ajustadas, pero había una que llamaba mucho la atención, y esa era yo, minifalda ajustada, tenis, y un top, sin nada de ropa interior, creo que el tener la actividad sexual y ser tratada como una puta me desinhibí ante cualquier cosa y me gustaba que todo tipo de hombres y que mujeres me voltearan a ver y pensaran lo puta que me veía.
Al llegar al lugar estuvimos bebiendo todo tipo de bebidas, mis amigas y yo bebiendo en una mesa al rincón del lugar, un poco más tarde llego Alonso con algunos acompañantes y se sentaron a mitad del establecimiento, ahí estuvimos hasta tarde casi cayendo la noche, los acompañantes de Alonso me veían con una mirada de deseo, ya que mis amigas y yo nos levantábamos a bailar y con atuendos diminutos despertaba mis deseos en ellos y al ver tremendas jóvenes enseñando todas las nalgas, y a mi pues el alcohol hacia que me pusiera caliente.
Vi que Alonso iba al baño y haciéndome la disimulada me levanté, y fui tras él, en el lugar solo eran baños individuales, él había dejado la puerta abierta, así que sin que nadie me viera entre y lo abrace por detrás, le dije que si quería que se la sostuviera para que no se mojara el pantalón, a lo que respondió que ya había terminado, y yo le dije que entonces se la iba a sacudir y a limpiar, él se excito tan rápido que luego se la sentí muy dura, cerré la puerta, y me arrodillé ante el para limpiársela con mi lengua, y acto seguido empecé a mamársela, yo ya estaba muy caliente y quería que me cogiera, pero el no quiso, me dijo que estaba muy ocupado, así que me jaló del cabello hacia arriba y me dijo que me fuera para mi casa, que era una orden, y que al otro día fuera a su departamento, vestida con vestido ajustado rosa y un saco, con zapatillas, que me quería muy puta y sexi, a lo cual muy excitada y mordiéndome los labios respondí que sí, pero yo volví a arrodillarme y a mamársela, desobedecí sus órdenes, y ahí estuve tragando tu hermoso pene hasta que hice que se viniera en mi boca, y yo tan mojada que mis fluidos me escurrían por las piernas, no podía ocultarlo, estaba tan prendida, se metió la verga al pantalón. Y me dejó ahí arrodillada, sucia y mojada.
Al día siguiente fui a su departamento a eso de las 5 pm tal y como lo había pedido, con vestido rosa ajustado y zapatillas negras, pensé que estaríamos solos y que sería una de sus tantas fantasías, pero oh sorpresa!!! Al llegar y entrar al departamento estaba él y otros tres hombres, sentí mucho miedo y un terrible escalofrío recorrió todo mi cuerpo, me quedé pasmada, él me tomó de la cintura y apenas di un paso hacia adelante, tenía mucho miedo.
Me presento a las personas, era un hombre de piel de color (negro) él era cubano entre unos 30 a 35 años, un hombre moreno, de la misma edad aproximadamente y uno gordo de como 50 años, todos me veían con cara de lujuria, de perros hambrientos.
Me presento con cada uno de ellos y les dijo que yo los iba a atender esa tarde, me pidió que sirviera unos tragos consecuente de una nalgada por lo que me sentí un poco aliviada, pensé que solo quería una chica joven y sexi para servirles aquella tarde, yo como buena sumisa accedí a servir los tragos, ellos platicaron mucho sobre negocios, sobre compra y venta de inmuebles, yo solo estaba de pie justo a un lado de la mesa sirviendo tragos y sintiendo las miradas de perversión de cada uno de ellos.
Pasaron alrededor de 2 horas y finalmente firmaron algunos papeles, supongo que cerrando algún trato, después de eso todos me voltearon a ver de una manera burlona, Alonso se levantó de su silla y me llevó a su recamara, me dijo que yo había Sido parte del trato, que si ellos firmaban los contratos podrían utilizarme durante unas horas. Yo no dije nada, solo me quedé callada y mis piernas temblaban del miedo que me producía estar con 4 hombres, el solo me dijo que obedeciera, me pidió que saliera y que me subiera a la mesa caminando a gatas, estaba fría mecánicamente solo camine hacia ellos Y me postre sobre la mesa como una perra, todos ellos comenzaron a verme y manosearme, a frotar mis nalgas y mis pechos era un objeto sexual, Alonso se fue y solo dijo que en un rato regresaba.
Ahí estaba sobre la mesa en cuatro patas, el hombre cubano se levantó justo frente de mi, yo lo miré fijamente a los ojos y él sonreía, se agarró su paquete, pero yo seguía mirándolo, ya estaba muy excitado y yo con un profundo miedo, saco su paquete, no pude evitar mirarlo, al verlo solo abrí más mis ojos y un poco mi boca, estaba sorprendida del gran tamaño de ese pene, era enorme, era enorme yo estaba impresionada jamás había visto un tamaño así, Alonso es de un tamaño promedio un poco más grande pero con este semejante atributo rápido me mojé y empecé a excitarme, de pronto el viejo gordo comenzó a tocar mis tetas y mis nalgas, mientras que el hombre moreno me decía que a lo largo de 3 horas harían conmigo lo que ellos quisieran.
El cubano me tomó de la cabeza y metió su enorme pene dentro de mi boca, oh dios, era algo sofocante el intentaba ahogarme, pero tome el control, era un pedazo de verga interminable, yo lo comía muy rico, la verdad no quería sacarlo de mi boca porque me daba miedo de que lo metiera en mi vagina o en mi cola, de pronto sentí en tremendo escalofrío cómo entraba la verga del hombre moreno, mi primer trío con dos hombres, aunque pronto se convertiría en una orgía, tres hombres cogiendo a una joven de 18 añitos, por dios...
Cómo me estaba gustando esa situación, de pronto el hombre cubano me cargo, y me aventó al suelo abrió mis piernas y me embistió con ese enorme pene, yo grite muy fuerte, sentí que me partía en dos, de pronto el hombre gordo se sentó sobre mis pechos y metió su verga gorda y flácida en mi boca, tenía un olor algo desagradable, y por más que quería sacarlo de mi boca no podía, el otro hombre estaba parado a un costado mío masturbándose enseguida se arrodilló y golpeaba mi cara con su pene, era de tamaño normal, pero yo estaba enfocada en sentir ese semejante miembro de tan semejante macho, cuidando que no me partiera en dos, yo estaba exhausta, pero quería volver a saborear esa verga y tenerla nuevamente en mi boca, pero ese cubano al ser el más macho tenía todo el control sobre mi, me levanto del suelo y me llevó a la cama, yo me puse en cuclillas y me dispuse a mamársela, pero solo fueron tres chupadas, me colocó de a perrita, y la verdad empezó a darme mucho miedo eran tres hombres que durante ese tiempo harían conmigo lo que quisieran tres hombres que podían meterme sus vergas por dónde quisieran, el gordo se colocó tras de mí y comenzó a cogerme, tenía una verga gorda pero era rico, yo disfrutaba, en seguida el hombre moreno se colocó debajo de mi y entendí que tenía que meterla de pronto el hombre gordo metió de un golpe su verga en mi ano, la verdad no lo esperaba, sentí morir, sentí un gran dolor, solo apretaba mis dientes y lágrimas rodaron por mis mejillas, no quería sentir si el negro metía su cosa dentro de mi ano.
Estuvieron cogiéndome así durante mucho tiempo y yo estaba casi desvanecida y desmayada, el hombre gordo termino enseguida, el hombre moreno se colocó frente a mí y vacío todo su semen en mi cara mientras que el cubano solo sonrió y dijo que sería toda suya, corrió a los otros 2 hombres de la habitación y cerró la puerta, estaba muy temerosa, solo tome una almohada me cubrí y me recargue en la cabecera de la cama, el camino hacia a mi, me tomó de las piernas y me jaló hacia él, abrió mis piernas y comenzó a masajear mi linda vagina, pero alzo mis piernas de más y me metió su enorme verga en mi ano, me retorcí y solté un tremendo grito, me levanto, me tomó de las nalgas y yo de su cuello, me estaba cogiendo como verdadero semental y yo como una gran puta, pero ese hombre me triplicaba en cuerpo, era un hombre muy grande.
De pronto me tiró al suelo, me volvió a poner de a perrita, y metió su gran verga ahora por mi vagina, me cogió mucho tiempo hasta que termine chorreando mis fluidos, un gran orgasmos recorrió mi hermoso cuerpo, me retorcí del gran placer, hasta que me tomó del cabello y vacío su semen sobre mi cara, termine toda cogida, desnuda y tirada sobre la cama.
Al final me dijo que era una tremenda mujer y para ser tan pequeña cogía cómo fuera, (cómo una tremenda puta) yo solo cerré mis ojos y comencé a llorar, cerraron la puerta y se fueron.
Más tarde llego Alonso, yo ya lo esperaba en la sala, al verlo me levanté y lo abofeteé, y le dije que jamás me volviera a dejar sola. Él me tomó de la quijada y me dijo que era su puta, que yo haría lo que él quisiera, solo lo mire y rompí en llanto, me sentía sobajada, y en ese momento entendí, que aunque estuviera tan enamorada, idiota y endiosada por ese hombre, también yo elegiría con quién iba a coger...
Al llegar al lugar me encontré con Alonso y otros señores que también habían salido a pasear, en sus autos clásicos, obvio todos voltearon a vernos, cuatro chicas jóvenes sexis y hermosas, de tez blanca con cabello largo, vestidas con ropa muy pequeña, shorts, vestidos cortos y blusas ajustadas, pero había una que llamaba mucho la atención, y esa era yo, minifalda ajustada, tenis, y un top, sin nada de ropa interior, creo que el tener la actividad sexual y ser tratada como una puta me desinhibí ante cualquier cosa y me gustaba que todo tipo de hombres y que mujeres me voltearan a ver y pensaran lo puta que me veía.
Al llegar al lugar estuvimos bebiendo todo tipo de bebidas, mis amigas y yo bebiendo en una mesa al rincón del lugar, un poco más tarde llego Alonso con algunos acompañantes y se sentaron a mitad del establecimiento, ahí estuvimos hasta tarde casi cayendo la noche, los acompañantes de Alonso me veían con una mirada de deseo, ya que mis amigas y yo nos levantábamos a bailar y con atuendos diminutos despertaba mis deseos en ellos y al ver tremendas jóvenes enseñando todas las nalgas, y a mi pues el alcohol hacia que me pusiera caliente.
Vi que Alonso iba al baño y haciéndome la disimulada me levanté, y fui tras él, en el lugar solo eran baños individuales, él había dejado la puerta abierta, así que sin que nadie me viera entre y lo abrace por detrás, le dije que si quería que se la sostuviera para que no se mojara el pantalón, a lo que respondió que ya había terminado, y yo le dije que entonces se la iba a sacudir y a limpiar, él se excito tan rápido que luego se la sentí muy dura, cerré la puerta, y me arrodillé ante el para limpiársela con mi lengua, y acto seguido empecé a mamársela, yo ya estaba muy caliente y quería que me cogiera, pero el no quiso, me dijo que estaba muy ocupado, así que me jaló del cabello hacia arriba y me dijo que me fuera para mi casa, que era una orden, y que al otro día fuera a su departamento, vestida con vestido ajustado rosa y un saco, con zapatillas, que me quería muy puta y sexi, a lo cual muy excitada y mordiéndome los labios respondí que sí, pero yo volví a arrodillarme y a mamársela, desobedecí sus órdenes, y ahí estuve tragando tu hermoso pene hasta que hice que se viniera en mi boca, y yo tan mojada que mis fluidos me escurrían por las piernas, no podía ocultarlo, estaba tan prendida, se metió la verga al pantalón. Y me dejó ahí arrodillada, sucia y mojada.
Al día siguiente fui a su departamento a eso de las 5 pm tal y como lo había pedido, con vestido rosa ajustado y zapatillas negras, pensé que estaríamos solos y que sería una de sus tantas fantasías, pero oh sorpresa!!! Al llegar y entrar al departamento estaba él y otros tres hombres, sentí mucho miedo y un terrible escalofrío recorrió todo mi cuerpo, me quedé pasmada, él me tomó de la cintura y apenas di un paso hacia adelante, tenía mucho miedo.
Me presento a las personas, era un hombre de piel de color (negro) él era cubano entre unos 30 a 35 años, un hombre moreno, de la misma edad aproximadamente y uno gordo de como 50 años, todos me veían con cara de lujuria, de perros hambrientos.
Me presento con cada uno de ellos y les dijo que yo los iba a atender esa tarde, me pidió que sirviera unos tragos consecuente de una nalgada por lo que me sentí un poco aliviada, pensé que solo quería una chica joven y sexi para servirles aquella tarde, yo como buena sumisa accedí a servir los tragos, ellos platicaron mucho sobre negocios, sobre compra y venta de inmuebles, yo solo estaba de pie justo a un lado de la mesa sirviendo tragos y sintiendo las miradas de perversión de cada uno de ellos.
Pasaron alrededor de 2 horas y finalmente firmaron algunos papeles, supongo que cerrando algún trato, después de eso todos me voltearon a ver de una manera burlona, Alonso se levantó de su silla y me llevó a su recamara, me dijo que yo había Sido parte del trato, que si ellos firmaban los contratos podrían utilizarme durante unas horas. Yo no dije nada, solo me quedé callada y mis piernas temblaban del miedo que me producía estar con 4 hombres, el solo me dijo que obedeciera, me pidió que saliera y que me subiera a la mesa caminando a gatas, estaba fría mecánicamente solo camine hacia ellos Y me postre sobre la mesa como una perra, todos ellos comenzaron a verme y manosearme, a frotar mis nalgas y mis pechos era un objeto sexual, Alonso se fue y solo dijo que en un rato regresaba.
Ahí estaba sobre la mesa en cuatro patas, el hombre cubano se levantó justo frente de mi, yo lo miré fijamente a los ojos y él sonreía, se agarró su paquete, pero yo seguía mirándolo, ya estaba muy excitado y yo con un profundo miedo, saco su paquete, no pude evitar mirarlo, al verlo solo abrí más mis ojos y un poco mi boca, estaba sorprendida del gran tamaño de ese pene, era enorme, era enorme yo estaba impresionada jamás había visto un tamaño así, Alonso es de un tamaño promedio un poco más grande pero con este semejante atributo rápido me mojé y empecé a excitarme, de pronto el viejo gordo comenzó a tocar mis tetas y mis nalgas, mientras que el hombre moreno me decía que a lo largo de 3 horas harían conmigo lo que ellos quisieran.
El cubano me tomó de la cabeza y metió su enorme pene dentro de mi boca, oh dios, era algo sofocante el intentaba ahogarme, pero tome el control, era un pedazo de verga interminable, yo lo comía muy rico, la verdad no quería sacarlo de mi boca porque me daba miedo de que lo metiera en mi vagina o en mi cola, de pronto sentí en tremendo escalofrío cómo entraba la verga del hombre moreno, mi primer trío con dos hombres, aunque pronto se convertiría en una orgía, tres hombres cogiendo a una joven de 18 añitos, por dios...
Cómo me estaba gustando esa situación, de pronto el hombre cubano me cargo, y me aventó al suelo abrió mis piernas y me embistió con ese enorme pene, yo grite muy fuerte, sentí que me partía en dos, de pronto el hombre gordo se sentó sobre mis pechos y metió su verga gorda y flácida en mi boca, tenía un olor algo desagradable, y por más que quería sacarlo de mi boca no podía, el otro hombre estaba parado a un costado mío masturbándose enseguida se arrodilló y golpeaba mi cara con su pene, era de tamaño normal, pero yo estaba enfocada en sentir ese semejante miembro de tan semejante macho, cuidando que no me partiera en dos, yo estaba exhausta, pero quería volver a saborear esa verga y tenerla nuevamente en mi boca, pero ese cubano al ser el más macho tenía todo el control sobre mi, me levanto del suelo y me llevó a la cama, yo me puse en cuclillas y me dispuse a mamársela, pero solo fueron tres chupadas, me colocó de a perrita, y la verdad empezó a darme mucho miedo eran tres hombres que durante ese tiempo harían conmigo lo que quisieran tres hombres que podían meterme sus vergas por dónde quisieran, el gordo se colocó tras de mí y comenzó a cogerme, tenía una verga gorda pero era rico, yo disfrutaba, en seguida el hombre moreno se colocó debajo de mi y entendí que tenía que meterla de pronto el hombre gordo metió de un golpe su verga en mi ano, la verdad no lo esperaba, sentí morir, sentí un gran dolor, solo apretaba mis dientes y lágrimas rodaron por mis mejillas, no quería sentir si el negro metía su cosa dentro de mi ano.
Estuvieron cogiéndome así durante mucho tiempo y yo estaba casi desvanecida y desmayada, el hombre gordo termino enseguida, el hombre moreno se colocó frente a mí y vacío todo su semen en mi cara mientras que el cubano solo sonrió y dijo que sería toda suya, corrió a los otros 2 hombres de la habitación y cerró la puerta, estaba muy temerosa, solo tome una almohada me cubrí y me recargue en la cabecera de la cama, el camino hacia a mi, me tomó de las piernas y me jaló hacia él, abrió mis piernas y comenzó a masajear mi linda vagina, pero alzo mis piernas de más y me metió su enorme verga en mi ano, me retorcí y solté un tremendo grito, me levanto, me tomó de las nalgas y yo de su cuello, me estaba cogiendo como verdadero semental y yo como una gran puta, pero ese hombre me triplicaba en cuerpo, era un hombre muy grande.
De pronto me tiró al suelo, me volvió a poner de a perrita, y metió su gran verga ahora por mi vagina, me cogió mucho tiempo hasta que termine chorreando mis fluidos, un gran orgasmos recorrió mi hermoso cuerpo, me retorcí del gran placer, hasta que me tomó del cabello y vacío su semen sobre mi cara, termine toda cogida, desnuda y tirada sobre la cama.
Al final me dijo que era una tremenda mujer y para ser tan pequeña cogía cómo fuera, (cómo una tremenda puta) yo solo cerré mis ojos y comencé a llorar, cerraron la puerta y se fueron.
Más tarde llego Alonso, yo ya lo esperaba en la sala, al verlo me levanté y lo abofeteé, y le dije que jamás me volviera a dejar sola. Él me tomó de la quijada y me dijo que era su puta, que yo haría lo que él quisiera, solo lo mire y rompí en llanto, me sentía sobajada, y en ese momento entendí, que aunque estuviera tan enamorada, idiota y endiosada por ese hombre, también yo elegiría con quién iba a coger...
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