Una mañana en la uni estaba con mis amigas planeando nuestro fin de semana, el cual sería ir a un antro y terminar en casa de una de ellas, de pronto llegó un mensaje a mi celular, al momento de verlo decía; -hola perrita este sábado voy a coger muy duro, quiero tener ese culito lindo y joven comiendo de mi verga, así que utiliza la tarjeta que te di, quiero que te realices una depilación láser en tu hermosa panocha y en tu culo, no quiero nada de vello en esa zona además ve y compra un saco negro, arriba de la rodilla, medias de malla y unas zapatillas negras, no quiero que lleves ropa interior, y vas a ir a mi departamento, te quiero bañadita perfumada porque yo te voy a ensuciar-. Así concluyó el mensaje.
Para mí sorpresa una de mis compañeras a la cual llamaré Lucía leyó todo el mensaje sin darme cuenta, por detrás de mi, y me preguntó que quién me mandaba ese tipo de mensajes y porqué dejaba que me tratarán de esa manera, a lo que respondí que no era de su incumbencia, toda la tarde Lucía no me había dejado en paz, siempre estuvo preguntando, y le decía a las demás chicas que no iría de fin de semana ya que tendría que ver a un galán, me amenazó con decir todo, si no le decía quién era, por lo que accedí a contarle todo con tal de que me dejara en paz.
Por la tarde al salir del colegio me ofrecí a llevarla a su casa en mi auto y contarle todo, le dije que era un hombre mayor por el cual yo estaba loquita, por lo que dejaba que me tratara cómo quisiera, le dije que me había convertido en su sumisa, y que me agradaba la idea que me tratarán cómo puta, le dije que había sido mi primera vez, pero más que enamorada le dije que me gustaba como me cogía y como me trataba, que a mí no me gustaban las cursilerías, al momento me dijo que estaba loca pero con el pasar de la conversación le dije que era excitante, que un hombre mayor lo hiciera, y no un chico de nuestra edad todo inmaduro.
Al parecer también le gustó la idea de ser sumisa pero ella ya había tenido relaciones con algunos más, y yo pues solo con él, me dijo que iba a conseguir a un hombre un poco mayor y le diría que la tratara así, yo sin pensar le propuse que si quería que fuese Alonso quién fuera su amo, rápidamente vi su excitación por lo que respondió que lo pensaría, le dije que tenía que ir al médico y que si al día siguiente que era viernes, podría acompañarme a comprar la ropa.
Fui a mi sesión de depilación láser, por lo que termine limpiecita, sin nada de bello, la verdad quería verme bien para mi papi, al día siguiente Lucía fue conmigo a un centro comercial, podría comprar de lo mejor, entre a una prestigiada tienda y compre el abrigo que me pidió y unas hermosas zapatillas sexis, más tarde acudí a una sex shop y ahí fue donde conseguí las medias que me había pedido, y compré unas muy lindas, ella solo veía mi rostro de felicidad al comprar esas cosas.
Llegó el día sábado por la tarde y avisé a mis padres que iba a ausentarme la noche, Lucía fue a recogerme nos dirigimos a su casa y ahí me cambié de atuendo, Lucía me dijo que me veía como una puta y que me veía muy sexi, Lucía pudo contemplar mi hermoso cuerpo y me dijo que no podría creer que yo hiciera eso, pudiendo tener al chico que yo quisiera y tener una noche romántica de sexo prefería una noche de sumisión.
Lucía me llevó al departamento de Alonso, me dijo que me cuidara mucho y que si me sentía en peligro no dudará en llamarle, así que le dije que no se preocupara, entre y subí al departamento de mi papi, por lo que al tocar la puerta ya estaba abierta, al entrar ahí estaba, vestido de traje, muy elegante como en muchas ocasiones lo había mirado, estaba de frente a mi, con una correa, al principio pensaría que me amarraría, así que camine hacia él y me dijo que me quitara el abrigo, lo hice y contempló co sexi cuerpo, posteriormente me pidió que me arrodillara, al hacerlo me coloco una correa en el cuello y me pidió que me colocará de a perrita, yo accedía a todo, al colocarme en 4 me colocó un vibrador en mi sexo, me dijo que caminara a gatas, el con la correa sosteniéndome tal como si fuera su mascota, llegamos al sofá, y yo ya estaba súper prendida.
Él se sentó, sacó su verga y me la metió en la boca muy muy fuerte, casi hasta ahogarme, me abofeteo tres veces y me dijo que era una sucia, me tomó del cabello y me arrastro a su habitación, coloco mi cabeza en la cama con mi culo hacia arriba, miró que estaba limpia de bello, y me dijo que así le gustaba, el disfrutaba mirando y tocando mi culo, así que comenzó a lamerme mi sexo y mi cola tal como si fuera un dulce, yo estaba tan excitada que únicamente gemía de placer, todo en mi cabeza se borraba, de repente metió su hermosa verga en mi sexo y me bombeo durante mucho tiempo dándome unas arremetidas tan fuertes que solo gritaba, solo quería tenerme en esa posición le pedí que cambiáramos pero no quiso, me decía que era una perra y que las perras cogen así, de pronto poco a poco comenzó a meterme su dedo en mi ano, y escupiendo, era una sensación diferente, la verdad eso me agradaba mucho, así que de pronto me dio una arremetida, metió toda su verga en mi culo oh dios cómo disfrutábamos, ya no aguante más y solté un gran chorro de flujo, combinada de placer y dolor, ya era casi la media noche y el no terminaba, de pronto se recostó, y me dijo que se la limpiará, yo me tragaba todo su semen así estuve media hora hasta que logre con mi boca que terminara, quise besarlo pero me pidió que me bañara, el muy imbécil me había dejado toda sucia.
Al salir de la ducha le dije que si quería tener a otra chica como su perra, por lo cual se sorprendió, me preguntó su edad y le dije que 18 como yo, toda una joven, solo sonrió, y me pidió que le llamara que la quería en ese momento, de vestido ajustado zapatillas y sin ropa interior, eran más de media noche, y marque. Lucia, al contestar le dije que fuera por mi pero que fuera vestida sexi como él quería, le dije que si no iba el me cogería por el culo y yo no quería, ella muy sorprendida y preocupada accedió.
Eran casi las 2 am cuando llegó, yo abrí la puerta del departamento totalmente desnuda con la correa puesta y los tacones, entro muy sorprendida, y al observar a Alonso solo con una toalla enredada al cuerpo, Alonso me preguntó que si era la nueva perra, le dije a ella que era la oportunidad, que se dejara hacer de todo, no sé qué tenía Alonso que muchas lo obedecían y caían a sus pies, ahora un hombre de 42 años tenía a su placer a dos jóvenes de 18 años.
Alonso se acercó a ella y comenzó a besar su cuello y a tomarla de su cintura y sus nalgas, la erección de Alonso rápidamente se notó bajo su toalla, la estaba toqueteando por todas partes, y ella, solo cerraba los ojos, estaba pasmada sin moverse, no sé si disfrutando o asustada, al poco tiempo ella empezó a gemir, se escuchaba como su respiración se aceleraba, de pronto le empezó a desabrochar el vestido y la dejo totalmente expuesta, la tomó de su cabello muy fuerte y la llevó al sillón, mientras se le caía la toalla y Lucia pudo contemplar su gran verga, solo abrió los ojos y la boca sorprendida que Alonso de un jalón a su cabeza hacia abajo se la metió en la boca hasta el fondo, casi la ahogaba de las embestidas que le propinaba, yo solo me quedé mirando, la verdad estaba algo celosa pero muy caliente al mirar ese escena.
De pronto me dijo que caminara a gatas hacia él, me dijo que la besara y comenzamos a hacerlo, mientras lo hacíamos el, nos golpeaba con su verga en nuestras caras, de pronto por iniciativa, ella comenzó a besar mis pezones, mis tetas, bajó levemente besando mi abdomen y mi vientre, hasta llegar a chupar y lamer todo mi sexo, metía su lengua muy rico en mi, incluso mucho mejor que él. El disfrutaba tanto esa escena que de pronto se colocó detrás de ella y empezó a cogerla muy fuerte, los tres estábamos disfrutando a placer, ella subía poco a poco y las dos recostadas en el sillón, comenzó a besarme, el arremetía contra ella. Muy fuerte...
Finalmente le dimos un cierre de alarido ambas estábamos exhaustas y cogidas por un hombre mucho mayor, que nos había tenido a placer, que sabía cómo cogerse a dos mujeres y satisfacerlas plenamente, el sentado sobre el sofá, ella y yo hincadas frente a él una besando su pene y la otra chupando sus bolas alternando una y la otra para que al final terminará chorreando su semen en nuestros pechos y nuestras caras, estábamos habidas de sexo y excitadas como perras en celo.
Dio la mañana siguiente ambas recostadas en la cama junto a él, ambas desnudas éramos sus dos perras, sus dos sumisas, sus dos putas, y solo me preguntaba en que había metido a mi amiga, pero al final ella decidiría si quería o no seguir…
Fue mi primer trío algo excitante, nunca dude en besarla y darle caricias al igual que ella me diera caricias, pero, yo no quería hacerle sexo oral, no me agradaba la idea de meter mi lengua en su sexo, prefiero meter un pene en mi boca y tragar semen que meter mi lengua y comer fluidos de mujer, aunque no me disgusta que me lo hagan a mi
Para mí sorpresa una de mis compañeras a la cual llamaré Lucía leyó todo el mensaje sin darme cuenta, por detrás de mi, y me preguntó que quién me mandaba ese tipo de mensajes y porqué dejaba que me tratarán de esa manera, a lo que respondí que no era de su incumbencia, toda la tarde Lucía no me había dejado en paz, siempre estuvo preguntando, y le decía a las demás chicas que no iría de fin de semana ya que tendría que ver a un galán, me amenazó con decir todo, si no le decía quién era, por lo que accedí a contarle todo con tal de que me dejara en paz.
Por la tarde al salir del colegio me ofrecí a llevarla a su casa en mi auto y contarle todo, le dije que era un hombre mayor por el cual yo estaba loquita, por lo que dejaba que me tratara cómo quisiera, le dije que me había convertido en su sumisa, y que me agradaba la idea que me tratarán cómo puta, le dije que había sido mi primera vez, pero más que enamorada le dije que me gustaba como me cogía y como me trataba, que a mí no me gustaban las cursilerías, al momento me dijo que estaba loca pero con el pasar de la conversación le dije que era excitante, que un hombre mayor lo hiciera, y no un chico de nuestra edad todo inmaduro.
Al parecer también le gustó la idea de ser sumisa pero ella ya había tenido relaciones con algunos más, y yo pues solo con él, me dijo que iba a conseguir a un hombre un poco mayor y le diría que la tratara así, yo sin pensar le propuse que si quería que fuese Alonso quién fuera su amo, rápidamente vi su excitación por lo que respondió que lo pensaría, le dije que tenía que ir al médico y que si al día siguiente que era viernes, podría acompañarme a comprar la ropa.
Fui a mi sesión de depilación láser, por lo que termine limpiecita, sin nada de bello, la verdad quería verme bien para mi papi, al día siguiente Lucía fue conmigo a un centro comercial, podría comprar de lo mejor, entre a una prestigiada tienda y compre el abrigo que me pidió y unas hermosas zapatillas sexis, más tarde acudí a una sex shop y ahí fue donde conseguí las medias que me había pedido, y compré unas muy lindas, ella solo veía mi rostro de felicidad al comprar esas cosas.
Llegó el día sábado por la tarde y avisé a mis padres que iba a ausentarme la noche, Lucía fue a recogerme nos dirigimos a su casa y ahí me cambié de atuendo, Lucía me dijo que me veía como una puta y que me veía muy sexi, Lucía pudo contemplar mi hermoso cuerpo y me dijo que no podría creer que yo hiciera eso, pudiendo tener al chico que yo quisiera y tener una noche romántica de sexo prefería una noche de sumisión.
Lucía me llevó al departamento de Alonso, me dijo que me cuidara mucho y que si me sentía en peligro no dudará en llamarle, así que le dije que no se preocupara, entre y subí al departamento de mi papi, por lo que al tocar la puerta ya estaba abierta, al entrar ahí estaba, vestido de traje, muy elegante como en muchas ocasiones lo había mirado, estaba de frente a mi, con una correa, al principio pensaría que me amarraría, así que camine hacia él y me dijo que me quitara el abrigo, lo hice y contempló co sexi cuerpo, posteriormente me pidió que me arrodillara, al hacerlo me coloco una correa en el cuello y me pidió que me colocará de a perrita, yo accedía a todo, al colocarme en 4 me colocó un vibrador en mi sexo, me dijo que caminara a gatas, el con la correa sosteniéndome tal como si fuera su mascota, llegamos al sofá, y yo ya estaba súper prendida.
Él se sentó, sacó su verga y me la metió en la boca muy muy fuerte, casi hasta ahogarme, me abofeteo tres veces y me dijo que era una sucia, me tomó del cabello y me arrastro a su habitación, coloco mi cabeza en la cama con mi culo hacia arriba, miró que estaba limpia de bello, y me dijo que así le gustaba, el disfrutaba mirando y tocando mi culo, así que comenzó a lamerme mi sexo y mi cola tal como si fuera un dulce, yo estaba tan excitada que únicamente gemía de placer, todo en mi cabeza se borraba, de repente metió su hermosa verga en mi sexo y me bombeo durante mucho tiempo dándome unas arremetidas tan fuertes que solo gritaba, solo quería tenerme en esa posición le pedí que cambiáramos pero no quiso, me decía que era una perra y que las perras cogen así, de pronto poco a poco comenzó a meterme su dedo en mi ano, y escupiendo, era una sensación diferente, la verdad eso me agradaba mucho, así que de pronto me dio una arremetida, metió toda su verga en mi culo oh dios cómo disfrutábamos, ya no aguante más y solté un gran chorro de flujo, combinada de placer y dolor, ya era casi la media noche y el no terminaba, de pronto se recostó, y me dijo que se la limpiará, yo me tragaba todo su semen así estuve media hora hasta que logre con mi boca que terminara, quise besarlo pero me pidió que me bañara, el muy imbécil me había dejado toda sucia.
Al salir de la ducha le dije que si quería tener a otra chica como su perra, por lo cual se sorprendió, me preguntó su edad y le dije que 18 como yo, toda una joven, solo sonrió, y me pidió que le llamara que la quería en ese momento, de vestido ajustado zapatillas y sin ropa interior, eran más de media noche, y marque. Lucia, al contestar le dije que fuera por mi pero que fuera vestida sexi como él quería, le dije que si no iba el me cogería por el culo y yo no quería, ella muy sorprendida y preocupada accedió.
Eran casi las 2 am cuando llegó, yo abrí la puerta del departamento totalmente desnuda con la correa puesta y los tacones, entro muy sorprendida, y al observar a Alonso solo con una toalla enredada al cuerpo, Alonso me preguntó que si era la nueva perra, le dije a ella que era la oportunidad, que se dejara hacer de todo, no sé qué tenía Alonso que muchas lo obedecían y caían a sus pies, ahora un hombre de 42 años tenía a su placer a dos jóvenes de 18 años.
Alonso se acercó a ella y comenzó a besar su cuello y a tomarla de su cintura y sus nalgas, la erección de Alonso rápidamente se notó bajo su toalla, la estaba toqueteando por todas partes, y ella, solo cerraba los ojos, estaba pasmada sin moverse, no sé si disfrutando o asustada, al poco tiempo ella empezó a gemir, se escuchaba como su respiración se aceleraba, de pronto le empezó a desabrochar el vestido y la dejo totalmente expuesta, la tomó de su cabello muy fuerte y la llevó al sillón, mientras se le caía la toalla y Lucia pudo contemplar su gran verga, solo abrió los ojos y la boca sorprendida que Alonso de un jalón a su cabeza hacia abajo se la metió en la boca hasta el fondo, casi la ahogaba de las embestidas que le propinaba, yo solo me quedé mirando, la verdad estaba algo celosa pero muy caliente al mirar ese escena.
De pronto me dijo que caminara a gatas hacia él, me dijo que la besara y comenzamos a hacerlo, mientras lo hacíamos el, nos golpeaba con su verga en nuestras caras, de pronto por iniciativa, ella comenzó a besar mis pezones, mis tetas, bajó levemente besando mi abdomen y mi vientre, hasta llegar a chupar y lamer todo mi sexo, metía su lengua muy rico en mi, incluso mucho mejor que él. El disfrutaba tanto esa escena que de pronto se colocó detrás de ella y empezó a cogerla muy fuerte, los tres estábamos disfrutando a placer, ella subía poco a poco y las dos recostadas en el sillón, comenzó a besarme, el arremetía contra ella. Muy fuerte...
Finalmente le dimos un cierre de alarido ambas estábamos exhaustas y cogidas por un hombre mucho mayor, que nos había tenido a placer, que sabía cómo cogerse a dos mujeres y satisfacerlas plenamente, el sentado sobre el sofá, ella y yo hincadas frente a él una besando su pene y la otra chupando sus bolas alternando una y la otra para que al final terminará chorreando su semen en nuestros pechos y nuestras caras, estábamos habidas de sexo y excitadas como perras en celo.
Dio la mañana siguiente ambas recostadas en la cama junto a él, ambas desnudas éramos sus dos perras, sus dos sumisas, sus dos putas, y solo me preguntaba en que había metido a mi amiga, pero al final ella decidiría si quería o no seguir…
Fue mi primer trío algo excitante, nunca dude en besarla y darle caricias al igual que ella me diera caricias, pero, yo no quería hacerle sexo oral, no me agradaba la idea de meter mi lengua en su sexo, prefiero meter un pene en mi boca y tragar semen que meter mi lengua y comer fluidos de mujer, aunque no me disgusta que me lo hagan a mi
0 comentarios - Alonso, mi amiga y yo. De princesa de papá a pequeña puta