Volví de la universidad para pasar un fin de semana largo en casa. Llegué el jueves por la noche para quedarme hasta el lunes por la mañana. El viernes temprano mi padre y mis hermanos se fueron a una reunión familiar en una pequeña ciudad andina y cercana. Mi madre no fue porque la altura la afecta y yo por falta de ganas. Nos quedamos ambos en casa.
Ella me comentó que el sábado almorzaría con unas amigas en la casa y que si yo quería almorzara con ellas. Le dije que ni se preocupe (de hecho, no era muy motivador para un veinteañero almorzar con un grupo de cuarentonas). El sábado desayunamos juntos, luego la dejé en casa preparando su almuerzo y fui donde unos amigos con quienes almorcé. Regrese hacia las 2.30 pm y ella ya estaba almorzando con 4 amigas, todas cuarentonas como ella, pero tan bien conservadas con mi madre.
Saludé, charlé un rato, subí a mi habitación, me cambié y me fui al estadio. Había un partido de liga donde jugaba el equipo de mi ciudad y aproveché en verlo. Tras el partido regresé a casa y mi madre seguía con ya sólo 2 de sus amigas, las otras 2 habían partido. Estaban bebiendo, conversando y riéndose. Dormí un rato y hacia las 8 pm salí a cenar con otros amigos. Mi madre ya estaba sólo con una de sus amigas.
Al volver poco después de medianoche, mi madre y su amiga estaban absolutamente ebrias. Cantaban, se reían estrepitosamente y bailaban juntas. Saludé y pasé a mi cuarto. Como a la media hora, mientras veía tv, escucho que mi madre me llamaba. Fui a ver y me pedía ayuda para subir a su cama a su amiga que se había quedado dormida en el mueble.
La ayude a subirla. La señora estaba en una falda corta y tenía buen culo y buenas piernas. Casi la arrastramos y la acomodé en la cama. Antes que pueda hacer nada mi madre se acostó y se quedó dormida. Se me ocurrió sacarles los zapatos a ambas y procedí. Primero a mi madre y luego a su amiga. Mientras lo hacía su amiga se movió, dándose se vuelta, para dormir de costado, con el culo hacia el borde de la cama.
Como estaba muy ebria y la falda era corta, quedó casi media nalga al aire, lo que me permitía ver una deliciosa tanga blanca cubriendo su coño y recorriendo su entrenalga. Mi madre empezó a roncar ligeramente.
Tras pensar un instante se me ocurrió traer una colcha para cubrirlas, pensé que, si me pillaban en lo que pensaba hacer, siempre podría decir que las estaba tapando con ella. La dejé a los pies de ambas. Y sin mucho previo, comencé a acariciar el culo de la amiga de mi madre mientras dormía ebria junto a ella. Me di cuenta rápido que no reaccionaba y me aventuré a acariciar su ano y su vagina, sólo poniendo la tanga de costado. Recorriendo ambos con mis manos, ella empezó a gemir y con sus gemidos mi verga empezó a ponerse muy dura.
La posición en la que se había puesto a dormir era perfecta. De costado, justo al borde, con una pierna recogida, culo 100% disponible. Lo que me permitía tener su culo y vagina en un ángulo perfecto para mirarlos, tocarlos y un instante después lamerlos, pues no pude evitar la tentación y comencé a lamerle el coño y el culo, sentí rápido como se humedeció y siguió gimiendo rítmicamente.
Me desabroché el jean, saque mi verga, y con cuidado la penetré por su vagina, que delicia sentirla mía sin que ella lo sepa. Húmeda y dilatada, de madre de 4 hijos, pude disfrutarla a mi antojo, ella sólo gimiendo. La tentación era muy grande y su culo estaba allí disponible para mí.
Alguna vez había visto en el cuarto de mis padres vaselina y supe que ese era el momento. La busqué y la encontré rápidamente. Le unté el culo con ella, y comencé a penetrarla con un dedo, luego con dos y ella se abrió muy rápidamente. En eso mi madre se movió en la cama y se acomodó también de costado, dejándome ver su enorme culo, también en tanga. No me pude reprimir más y penetré a su amiga por el culo, deseando el culo de mi madre.
Ella dio un pequeño grito aún dormida y balbuceo un nombre, que estoy seguro no era el de su esposo al que yo conocía y mi verga entro sin mayores problemas. La posición me permitía cogerle el culo a mi madre con una mano y lo hice, sentir su culo en mi mano fue delicioso. Me aventuré un poco más y sentí su vagina también húmeda. Cuando fui consciente de ello, me vine en el culo de su amiga. Mi semen comenzó a derramarse lentamente, lo que me permitió correr al baño por pañitos húmedos.
Regrese, y antes que la cama o el piso se manchen, le limpie el culo de mi semen y de la vaselina, la deje tan limpia como antes. Me fui a mi cuarto pensando en el culo de mi madre allí disponible.
Ella me comentó que el sábado almorzaría con unas amigas en la casa y que si yo quería almorzara con ellas. Le dije que ni se preocupe (de hecho, no era muy motivador para un veinteañero almorzar con un grupo de cuarentonas). El sábado desayunamos juntos, luego la dejé en casa preparando su almuerzo y fui donde unos amigos con quienes almorcé. Regrese hacia las 2.30 pm y ella ya estaba almorzando con 4 amigas, todas cuarentonas como ella, pero tan bien conservadas con mi madre.
Saludé, charlé un rato, subí a mi habitación, me cambié y me fui al estadio. Había un partido de liga donde jugaba el equipo de mi ciudad y aproveché en verlo. Tras el partido regresé a casa y mi madre seguía con ya sólo 2 de sus amigas, las otras 2 habían partido. Estaban bebiendo, conversando y riéndose. Dormí un rato y hacia las 8 pm salí a cenar con otros amigos. Mi madre ya estaba sólo con una de sus amigas.
Al volver poco después de medianoche, mi madre y su amiga estaban absolutamente ebrias. Cantaban, se reían estrepitosamente y bailaban juntas. Saludé y pasé a mi cuarto. Como a la media hora, mientras veía tv, escucho que mi madre me llamaba. Fui a ver y me pedía ayuda para subir a su cama a su amiga que se había quedado dormida en el mueble.
La ayude a subirla. La señora estaba en una falda corta y tenía buen culo y buenas piernas. Casi la arrastramos y la acomodé en la cama. Antes que pueda hacer nada mi madre se acostó y se quedó dormida. Se me ocurrió sacarles los zapatos a ambas y procedí. Primero a mi madre y luego a su amiga. Mientras lo hacía su amiga se movió, dándose se vuelta, para dormir de costado, con el culo hacia el borde de la cama.
Como estaba muy ebria y la falda era corta, quedó casi media nalga al aire, lo que me permitía ver una deliciosa tanga blanca cubriendo su coño y recorriendo su entrenalga. Mi madre empezó a roncar ligeramente.
Tras pensar un instante se me ocurrió traer una colcha para cubrirlas, pensé que, si me pillaban en lo que pensaba hacer, siempre podría decir que las estaba tapando con ella. La dejé a los pies de ambas. Y sin mucho previo, comencé a acariciar el culo de la amiga de mi madre mientras dormía ebria junto a ella. Me di cuenta rápido que no reaccionaba y me aventuré a acariciar su ano y su vagina, sólo poniendo la tanga de costado. Recorriendo ambos con mis manos, ella empezó a gemir y con sus gemidos mi verga empezó a ponerse muy dura.
La posición en la que se había puesto a dormir era perfecta. De costado, justo al borde, con una pierna recogida, culo 100% disponible. Lo que me permitía tener su culo y vagina en un ángulo perfecto para mirarlos, tocarlos y un instante después lamerlos, pues no pude evitar la tentación y comencé a lamerle el coño y el culo, sentí rápido como se humedeció y siguió gimiendo rítmicamente.
Me desabroché el jean, saque mi verga, y con cuidado la penetré por su vagina, que delicia sentirla mía sin que ella lo sepa. Húmeda y dilatada, de madre de 4 hijos, pude disfrutarla a mi antojo, ella sólo gimiendo. La tentación era muy grande y su culo estaba allí disponible para mí.
Alguna vez había visto en el cuarto de mis padres vaselina y supe que ese era el momento. La busqué y la encontré rápidamente. Le unté el culo con ella, y comencé a penetrarla con un dedo, luego con dos y ella se abrió muy rápidamente. En eso mi madre se movió en la cama y se acomodó también de costado, dejándome ver su enorme culo, también en tanga. No me pude reprimir más y penetré a su amiga por el culo, deseando el culo de mi madre.
Ella dio un pequeño grito aún dormida y balbuceo un nombre, que estoy seguro no era el de su esposo al que yo conocía y mi verga entro sin mayores problemas. La posición me permitía cogerle el culo a mi madre con una mano y lo hice, sentir su culo en mi mano fue delicioso. Me aventuré un poco más y sentí su vagina también húmeda. Cuando fui consciente de ello, me vine en el culo de su amiga. Mi semen comenzó a derramarse lentamente, lo que me permitió correr al baño por pañitos húmedos.
Regrese, y antes que la cama o el piso se manchen, le limpie el culo de mi semen y de la vaselina, la deje tan limpia como antes. Me fui a mi cuarto pensando en el culo de mi madre allí disponible.
1 comentarios - Mi madre y su amiga ebrias