Sé que habrá quien le parezca mal, pero yo creo que el sexo entre padres e hijos puede ser divertido y placentero. Desde que mi hijo cumplió 18 años yo tenía ganas de catarlo pero no sabía cómo planteárselo. Su mejor amigo, un par de años mayor que él y con él que me he acostado varias veces, sabía de esa fantasía mía.
Hace unas semanas me llamó y me contó que en un local de otro amigo que ya no funcionaba como comercio habían construido un glory hole "casero" y que habían invitado a mi hijo a una sesión donde estarían cinco chicos y cuatro chicas, que faltaba una boca dispuesta a mamar y que si me apuntaba él se encargaba que por el agujero ante el que yo me arrodillaría saldría la polla de mi hijo.
Así que el día previsto fui y entré con las cuatro chicas por un sitio diferente a los chicos. A todas las conocía de haber ido por casa, pero por su actitud noté que no les daba corte verme allí y que estaban al tanto de lo que iba a suceder.
Enseguida desde el otro lado del tabique, construido con planchas de madera y que presentaba cinco orificios para que los tíos pasaran polla y huevos, una voz que era la del amigo de mi hijo que frecuenta mi cama nos dijo que eligiéramos sitio. Entre risas que demostraban que estaban al tanto de lo planeado las chicas me indicaron un agujero ante el que me arrodillé. Pronto apareció una gran verga todavía no erecta. Me quedé sorprendida del tamaño aunque por experiencia sé que los chicos delgaditos y bajitos como mi hijo suelen tener la polla grande.
Me la metí en la boca y empezó a crecer y yo a chupar como no lo había hecho nunca posiblemente. Del otro lado del tabique se escuchaban gemidos y también como mi hijo decía "chupa, puta, chupa", lo que me puso a cien. Las demás chicas también estaban haciendo disfrutar a los chicos. A los pocos minutos la que estaba a mi lado recibió un gran chorro de leche en la cara. Instantes después mi hijo descargó sus huevos en mi boca y me tragué toda su leche, muy abundante. Escuché como decía "toma merienda, zorra".
Saboreando todavía el semen me fui a casa. Al rato llegó mi hijo con cara de satisfecho, le pregunté que de donde venía y me dijo que de estar con sus amigos. Yo seguía caliente y no me pude contener y le pregunté qué tal el glory hole. Se quedó un poco cortado y me preguntó cómo lo sabía y le dije que porque yo fui una de las que mamaron. Me preguntó que en qué agujero y le contesté "te la he chupado a ti".
Yo no esperaba que su reacción fuera decirme, "pues ya que me la has chupado y tragado mi leche y tengo más ganas voy a follarte". Tengo 40 años y tengo buen físico y eso, como me dijo, le excitaba. Fuimos al dormitorio y nos desnudamos. Mi coño estaba muy húmedo y él se empalmó rápido y me la clavó hasta el fondo mientras me decía puta y zorra, corriéndose a los pocos minutos dentro de mí.
Fue lo que llevaba tiempo deseando.
Hace unas semanas me llamó y me contó que en un local de otro amigo que ya no funcionaba como comercio habían construido un glory hole "casero" y que habían invitado a mi hijo a una sesión donde estarían cinco chicos y cuatro chicas, que faltaba una boca dispuesta a mamar y que si me apuntaba él se encargaba que por el agujero ante el que yo me arrodillaría saldría la polla de mi hijo.
Así que el día previsto fui y entré con las cuatro chicas por un sitio diferente a los chicos. A todas las conocía de haber ido por casa, pero por su actitud noté que no les daba corte verme allí y que estaban al tanto de lo que iba a suceder.
Enseguida desde el otro lado del tabique, construido con planchas de madera y que presentaba cinco orificios para que los tíos pasaran polla y huevos, una voz que era la del amigo de mi hijo que frecuenta mi cama nos dijo que eligiéramos sitio. Entre risas que demostraban que estaban al tanto de lo planeado las chicas me indicaron un agujero ante el que me arrodillé. Pronto apareció una gran verga todavía no erecta. Me quedé sorprendida del tamaño aunque por experiencia sé que los chicos delgaditos y bajitos como mi hijo suelen tener la polla grande.
Me la metí en la boca y empezó a crecer y yo a chupar como no lo había hecho nunca posiblemente. Del otro lado del tabique se escuchaban gemidos y también como mi hijo decía "chupa, puta, chupa", lo que me puso a cien. Las demás chicas también estaban haciendo disfrutar a los chicos. A los pocos minutos la que estaba a mi lado recibió un gran chorro de leche en la cara. Instantes después mi hijo descargó sus huevos en mi boca y me tragué toda su leche, muy abundante. Escuché como decía "toma merienda, zorra".
Saboreando todavía el semen me fui a casa. Al rato llegó mi hijo con cara de satisfecho, le pregunté que de donde venía y me dijo que de estar con sus amigos. Yo seguía caliente y no me pude contener y le pregunté qué tal el glory hole. Se quedó un poco cortado y me preguntó cómo lo sabía y le dije que porque yo fui una de las que mamaron. Me preguntó que en qué agujero y le contesté "te la he chupado a ti".
Yo no esperaba que su reacción fuera decirme, "pues ya que me la has chupado y tragado mi leche y tengo más ganas voy a follarte". Tengo 40 años y tengo buen físico y eso, como me dijo, le excitaba. Fuimos al dormitorio y nos desnudamos. Mi coño estaba muy húmedo y él se empalmó rápido y me la clavó hasta el fondo mientras me decía puta y zorra, corriéndose a los pocos minutos dentro de mí.
Fue lo que llevaba tiempo deseando.
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