Yo baje mi cabeza hacía mis pechos y no pude reprimir echarme a llorar, pero no fui capaz de decirle ni censurarle nada su comportamiento y con mi silencio acate desde ese momento pertenecer y ser parte activa de su negocio.
Entonces Manolo se acercó y cogiéndome de la mejilla me dijo:
“No llores, que una mujer tan guapa y estupenda como tú, no debe hacerlo. Con lo caliente y puta que estamos comprobando que eres, no tardaras mucho en acomodarte a tu nuevo oficio y verás que a gusto te encuentras en él practicándolo. Sé que todo esto te suena raro y más sabiendo que hace menos de un mes solamente habías follado con tu marido y no sabías nada de la puta y ardiente mujer que llevabas dentro de ti.”
Entonces Raúl, cogiendo sus pantalones y sacando la caja con las pastillas para “los nervios” saco otras dos y cogiendo de nuevo agua me dio el vaso y las pastillas y me dijo:
“Parece que las pastillas que te di antes no te han tranquilizado lo suficiente, dado que los nervios te están haciendo llorar y no es bueno que estés triste, pues la fiesta debe continuar y tú eres el protagonista más importante de ella. Tomate otras dos más y verás cómo dentro de nada ya estás más tranquila”
Yo ya no me atreví a decirle que no, aunque me parecía demasiado tomar otras dos pastillas para los nervios. Cogí el vaso y las pastillas y me las tome (en ese momento no sabía que las pastillas eran afrodisiaco, pues creía de verdad que eran calmantes para no estar nerviosa y me los tome. Raúl quería que estuviera muy excitada y me comportara como una verdadera puta ninfómana, dándome a tomar para ello los afrodisiacos. Con estas que me acababa de tomar, ya eran cuatro, cuando lo recomendable era una y sus efectos duraban alrededor de entre 2,5 a 3 horas, de modo que podéis imaginaros como iba yo a estar cuando comenzáramos de nuevo. Pero mi chulo, mí ahijado solo quería que me portara como la mayor puta de la tierra con sus amigos, sin importarle las consecuencias que me pudiera acarrear a mí el tomar tal número de pastillas).
Ellos cogieron cada uno una cerveza y a mí me dieron otra. Entonces fue Manolo el que acercándose de nuevo a mí me dijo:
“Maribel, eres la mujer más hermosa y que más deseo en estos momentos y me gusta que Raúl te haya convertido en prostituta. Estate segura que al menos yo voy a venir muchas veces por aquí o donde ejerzas, tu nueva profesión, para follarte, hija de puta”
Diciendo esto comenzó a derramar su cerveza sobre mi cuerpo y luego sentándose sobre mis pechos, me quitó mi cerveza de mi mano y comenzó a echársela en su polla y tras esto me la acerco a mi boca para que se la chupara, diciéndome:
“Quieres cerveza, pues muy bien, abre la boquita, la vas a probar de una forma como nunca la has bebido y que nosotros llamamos cerveza polla. Verás cómo te gusta y más cuando me corra dentro de tú boca de puta mamadora que tienes y se mezcle mi leche con la cerveza, chupa de una vez, a qué esperas golfa”.
Yo abrí la boca, él empujó un poco para que me entrara más, y comencé a mamársela y me gustaba el sabor que tenía. Pensé lo que he cambiado en pocos días, antes consideraba esto una guarrería y me costó hacérselo a Raúl la primera vez y ahora se lo estoy haciendo a este chico y antes se lo hice a Juan y probablemente cuando acabara Manolo me tocará mamársela y comérsela también a Nacho. El chico al notar mi boca en su polla no pudo reprimirse y dijo:
“¡Ahhhh… siiii… que gusto me das Maribel con esa boquitaaa. Chupaaa chupa con ganas quiero correrme en tu bocaaaa aaaahhhh…”
Los otros dos al ver a Manolo no se estuvieron quieto, al no poderme tocar mis pechos, por estar su amigo sentado encima de ellos, optaron Juan por ir besándome y lamiendo todo mi cuerpo y Nacho colocándose entre mis piernas acerca directamente su boca a mi dilatado coño y comienza a chupármele y tragarse todo los eflujos míos que puede. Así estuvimos cerca de tres cuarto de horas hasta que mi coño se fue cerrando y volvió a su estado normal, en este tiempo los tres chicos se fueron turnando de lugar y en mis agujeros, pasando los tres por cada puesto (es decir por mi boca para que les hiciera una mamada, por mi coño para comérsele y besando y lamiendo todo mi cuerpo) y sin dejar de sobarme y tocarme.
Cuando pasó este tiempo, Raúl que había estado manejando las cámaras desde el ordenador y viendo que mi coño ya estaba prácticamente en su estado normal. Pues en esos momentos, solamente se encontraban ya más hinchado mis labios vaginales por la excitación y calentura que los afrodisiacos me estaban dando. Llamó a Manolo y le enseño cómo funcionaba el programa del ordenador. Cuando acabó de enseñarle Raúl continuó en el ordenador y entonces les dijo a sus amigos:
“Amigos, a mi puta ya se la ha bajado la dilatación de su coño y ya lo tiene normal, y vero que vosotros igual que yo también estamos ya bien armados y nuestras pollas duras y listas para la guerra, que os parece si comenzamos de nuevo”.
Diciendo esto Nacho llevo una de sus manos a mi encharcadísimo coño y metiendo primero un dedo y luego dos más, comenzó a moverlos en círculo para después meterlos y sacarlos con mucho cuidado y delicadeza. Así estuvo un rato hasta que yo comencé a jadear por el placer que me producía:
“Oooohhh siiiiiii, sigueeee, sigueeee cariño no pareees que placeeer me estas dandooo siiiii asiiiii follameee con tus dedooos oooohhhh que gustooo me estas dandoooo sigueee, sigueee…”
Pero cuando notó que yo estaba a punto de correrme paró de golpe, cortándome el orgasmo que estaba a punto de llegarme. Yo apenas con un hilo de voz saliendo de mi boca casi imperceptible, casi rogándole, le digo:
“Por favor no pares, no quiero que pares, sigue por favor no me dejes así por favor…”
Él haciendo como que no me había oído y para humillarme y que los demás me oyeran suplicarle me dijo:
“¿Qué dices, que no te oigo? ¿Qué quieres que siga… es eso lo que dices?
Yo entonces no le contesté, no quería admitir que estaba disfrutando y muy caliente y que todo lo que me estaban haciendo me gustaba. No quería ser yo la que dijera que necesitaba que me follaran y que lo estuviera deseando. Entonces al no recibir respuesta por mi parte me dijo:
“Está bien si no quieres que siga lo dejaré”.
Entonces yo ya no pude aguantar más por lo necesitada y caliente que estaba y esta vez con una voz ya normal, más bien alta, le dije:
“¡Por favor no pares! ¡No me dejes así!”
Nacho al final había conseguido llevarme donde pretendía, yo estaba salidísima y cachondísima perdida, solo deseaba que me follarán. Pero Nacho quería más, quería humillarme ante sus amigos un poco más y me dice:
“Quieres que te follemos puta? pues para eso es para lo que te hemos pagado, dímelo ¿quieres que te follemos?
Yo entonces ya gritando le digo:
“Sí folladme, ya de una puta vez, no puedo más y necesito que me folléis todos, por favor, no me torturéis ya más, folladme de una vez, por favor”.
Entonces Nacho dice en voz alta:
“¿Habéis oído amigos? La muy guarra, que ante toda la sociedad y hasta ahora va de señora decente, y ahora quiere que nos la follemos”
No conforme con los comentarios humillantes que estaba haciendo a sus compañeros de mí, continuó para que yo de nuevo le volviera a suplicar diciéndome otra vez:
“Grita que eres una puta, que eres una golfa y una cerda y que quieres tener nuestros rabos dentro de todos los agujeros de ese cuerpo de puta que tienes, dilo si quieres que te follemos”.
Yo (al no saber aún que estaba así por los efectos de las pastillas de afrodisiaco que mi ahijado me había suministrado, haciéndome creer que eran para los nervios) no entendía como estaba o como esos jóvenes habían conseguido ponerme así de excitada. Yo en mi interior luchaba por mantenerme firme y entregarme a ellos sin demostrar excitación y ganas de que me hicieran suya. Pues me tenía que dejar follar y prostituirme, porque mi amante así lo quería que lo hicieran, pero no quería darles el gusto de participar y gozar al hacerlo y sin embargo era lo que quería y necesitaba, ¿Qué me estaba pasando? Yo hasta esa mañana era una mujer decente que solo había pertenecido a mi marido y había tenido el desliz que me había llevado a todo esto con mi ahijado. Estando en estos pensamientos, no sé cómo salieron de mí las siguientes palabras:
“¡Soy una cerda y quiero vuestros rabos, vuestras pollas, las quiero dentro de mi SIIIII Y YAAAAA…””
Yo al oírme a mí misma me quedé sorprendida de lo que acababa de decir, al final la excitación y las ganas de mi cuerpo habían podido más que mis sentimientos y mi conciencia.
Entonces todos al oír mis palabras suplicándoles que me poseyeran se rieron a carcajadas y Nacho me dijo:
“Ahora te voy a follar, te lo has ganado. Pero primero espera que coja y me ponga un condón, hay que hacer las cosas con seguridad, aunque me gustaría más hacértelo a pelo, pero sé que no te gusta y no querrás que así lo haga ¿No?”.
Entonces cuando le iba a contestar, se adelantó Raúl y dijo:
“No, no hace falta que os coloquéis condón ni protección alguna, os la vais a follar a pelo, sin protección. Ella está sana, pues solo, lo ha hecho con el cornudo de su marido y conmigo y vosotros que yo sepa también estáis sanos y no la pegareis nada. Y el riesgo de que se quede preñada, no le tenemos, pues como sabéis por los videos que habéis visto de ella y porque ella misma me lo confirmó ayer, está preñada y he sido yo el que la ha preñado. Por tanto todos a disfrutar del placer que nos proporcionara el calor y el contacto de nuestra polla desnuda con el interior de esa vagina de puta que tienes Maribel”.
Yo con la calentura que tenía no dije nada, solo deseaba tener cuanto antes una de esas hermosas pollas adolescente dentro de mí. Nacho se tumbó encima de mí, apoyando sus manos en mis rodillas me hizo flexionarlas hasta que mis muslos tocaron mi pecho y luego se fue introduciendo poco a poco, sin ninguna dificultad, dentro de mi almeja. El muy cabrón quería disfrutar el momento pues cuando llego a la mitad paró y se quedó quieto esperando a que fuera yo la que hiciera el trabajo, pues para eso me pagaba. Yo desesperada eché mi cuerpo y mi pelvi hacía el encuentro de su polla, buscando que el resto del miembro del adolescente me entrara por completo. Al notarla ya toda dentro de mí comencé a moverme hacía delante y hacía atrás, luego en círculo para sentir toda su polla pegar y rozar en las paredes de mi vagina. Yo procuraba con mis movimientos meterme la polla de Nacho lo más hondo posible. Yo estaba como poseída, ya me había olvidado de todos mis prejuicios y convicciones morales y estaba comenzando a disfrutar con aquella polla en mi interior, comencé a gemir del gusto que me estaba dando:
“Ahhhh… ahhhh… siiiiii… siiiiii… pero muevetee tú también no seas cabrón no quieras que lo hagaaa yo todooo… siiiiiii haaa que placeeer estoy sintiendo con tu pollaaa dentrooo, mueveteee mueveteee tu también…”
Él dejo su actitud pasiva y comenzó a moverse a los compas del ritmo que yo había marcado, se notaba que también comenzaba a sentirse muy excitado. Cuando estábamos en esto sonó el teléfono que tenemos encima de la mesilla de noche. Miré y en la pantalla del mismo pude ver el número del teléfono de la oficina de mi marido, yo no le hacía caso, solo quería seguir con mi follada y que mi casual amante me acompañara en la follada al ritmo que ya habíamos cogido. Entonces Nacho con voz entrecortada me dijo:
“¿Quiééén… es, ahoraaa tan inoportunooo?”
Yo no respondí y él me metió un dedo de golpe en mi culo haciéndome un poco de daño, volviéndome a preguntar:
¿Qué quieeen coño eees, putaaaa?
Yo entonces enfadada le digo:
“Es mi marido, no hagas caso y sigue follándome cabrón, es mi marido”.
Entonces él sonriéndome, agarró el teléfono y me lo dejo encima de mis pechos, al mismo tiempo que seguía e incluso aumentaba el ritmo de su follada. El muy cabrón quería que hablara con mi marido mientras él me follaba. A mí me entró un poco de miedo sin saber qué hacer y con miedo a que mi esposo se diera cuenta de lo que estaba haciendo.
El teléfono estuvo unos segundos sobre mis tetas, yo entonces solté una de mis manos de sus caderas y agarre el auricular llevándomelo a mi oído y pude oír a mi marido decirme:
“¿Maribel?... ¿Estás ahí?... ¿qué haces no me oyes?”
Yo con mi voz entrecortada por la excitación, placer y la fatiga del ejercicio que estaba haciendo, a dura penas le puedo decir:
“Si, cariño, aquí estoy, ¿Cómo que llamas a estas horas?”
Me costaba hablar con claridad, no solo por lo violento de la situación sino porque el cabrón de Nacho, sabía lo que hacía y aunque yo trataba de negar lo que estaba pasando, mi cuerpo no podía. Yo lo único que sentía era que una polla joven y experta se movía entrando y saliendo dentro de mi coño y me estaba volviendo loca. Y que los compañeros del chico que me follaba al saber que era mi marido y ver en la situación en que me encontraba se reían, aguantando la carcajada para que mi marido no los oyera. Mi marido continúa diciéndome:
“Joder, que coño pasa, ¿no me oías?”
“Si cariño, es que estaba limpiando y se me había caído el teléfono al responder”
“Llamaba para decirte que no podré ir a casa hasta esta noche y tarde, pues tengo que cenar con unos clientes y ya sabes tras cenar, que si unas copas, etc., que acabaremos tarde. Te llamaba para que no me esperes, si se te hace tarde y no he llegado acuéstate, no te quedes esperándome. Lo siento cariño esta noche no voy a poder complacerte en la cama como últimamente estamos haciendo, mi amor, te quiero.”
Yo deseando de acabar le contesto:
“Muy bien cariño, no te preocupes, mañana lo haremos por partida doble y te compensaré por lo que hoy no pueda darte, yo también te quiero mi amor.”
Yo trataba de no jadear ante las embestida de Nacho y el muy cabrón lo sabía. A veces levantaba la mirada para verme hablar con mi marido, yo podía escuchar el sonido que hacía el entrar y salir de su polla en mi coño.
Mi marido siguió diciéndome:
“No te enfades, cariño, así es el trabajo, yo también te compensaré mañana cuando estemos juntos en nuestra cama“
“No, no te preocupesss cariñooo no me enfadooo”
Él al oírme hablar entrecortado me dice:
“¿Qué te pasa Maribel, te encuentras mal? ¿Por qué hablas así entrecortado? ¿Estás sola, estoy oyendo un murmullo de fondo”.
Yo le digo:
“Si, si cariñooo estoyyy sola es que estoy limpiando y al agacharmeee por eso me tiembla y me sale la voz entrecortada. El murmullo que oyes de fondo debe de ser la radio que la tengo puesta”.
Nacho seguía con mis piernas sobre mis hombros, y ahora su cabeza enterrada entre mi pelo y la almohada y había llevado su mano hasta mis pezones los cuales pellizcaba en ocasiones con fuerza para obligarme a gritar mientras hablaba con mi marido, yo me mordía el labio para impedir que mi esposo se diera cuenta de nada. Y entonces para acabar no le dejé a mi marido que siguiera hablando y me despedí de él diciéndole:
“Muy bien cariño, voy a colgaaar pues me estoy entreteniendooo y tengooo muchooo que haceeer, un beso mi vidaaa”
Al acabar, colgué y volví a llevar mi mano a la cadera de mi joven amante para apretarle y atraerle más hacía mí, quería que siguiera bombeándome con fuerza y yo comencé a mover más fuerte mi pelvi. Él entonces me dijo:
“Qué situación he puta. Tu follando mientras hablas con el cornudo y él encima sin enterarse de lo que estás haciendo, que pedazo de puta y golfa que eres. Al oírte hablar con tu marido mientras te follaba me has calentado a tope y estoy a punto de venirme zorra, muévete que quiero correrme ya, muévete, mueveteee”
Yo empujaba y me movía con ganas, gemía de placer, ya no era capaz de ocultar el placer que sentía. Juan al oírme comenzó a meneársela y Manolo al verle comenzó a hacer lo mismo, querían estar preparados para cuando Nacho acabara coger el relevo. Yo también estaba a punto de llegar a mi orgasmo y esto me tenía fuera de mí, yo trataba de acelerar más mis movimiento pero ya me era imposible ir más rápido, hasta que sentí que llega el orgasmo corriéndome de nuevo comencé a gritar:
“Ahhh… Ahhh… siiiiiiiii… Ummm… Dame más deprisa…más fuerteee… me corrroooo ya está aquiiiii sigueee cabróoonn no pareees besame en mi cuello, muerdemeee no pareees ahoraaa sigueeee por favoorrrr apriétame mis pechooos eso me calienta mucho cabróoonnn hazlooo me estoy corriendo como la guarra que soyyy…”
Nacho seguía bombeando con fuerza y mordiéndome en mi cuello como yo le decía y apretándome mis pechos, mis pezones a la vez que me decía:
“¡Eso puta córrete otra vez! Hoy entre todos te vamos a dejar seca pedazo de puta. Muévete, muévete tú también que estoy a punto de venirme, muévete golfa. Seguro que el maricón de tu marido no te folla así, ¿verdad, hija de puta? Dilo hija de puta…”
Y yo fuera de mí le contesto:
“No… Ayyyy… No me folla así…”
Entonces él acelerando sus embestidas me decía:
“Puta… Toma… Te voy a reventar el coño, hija de puta…”
Cuando por fin le llegó el orgasmo me soltó un azote en el culo y pegó un fuerte acelerón hasta frenar, curvándose hacia atrás y, resoplando sobre mi cara. Y yo con mi boca abierta jadeando por mi estado de excitado y reciente orgasmo, recibía en mi boca su aliento tragándome lo a la ver que percibía los abundantes chorros de leche dentro de mi coño. Chorros intermitentes que me llenaban, a la vez que gritando y dándome golpes en mis nalgas me decía:
“UNNNmmm… me corrrooo oooohhhh hija de putaaaa, que buenaaaa estaaas, joder… que coñoooo tieneees es una maravillaaa que buenooo… siiiiii toma toda mi lecheeee perraaaa… qué polvo más buenooo aaaahhh siiiiiii… que gustooooo…”
Él se dejó caer sobre mi cuerpo, permaneciendo un rato aún dentro de mí, hasta que Juan dándole en la espalda le indica que se salga de mí, para él ocupa su puesto. Sin dejarme descansar ni un momento ocupa su lugar. Entonces Nacho se puso al dado de mi cara y colocando su polla, tocando mis labios, recién sacada de mi sexo me dijo:
“Límpiamela puta, así saborearas mi leche y a la vez tus propios eflujos, seguro que te gusta guarra…”
Manolo entonces cogiendo mi mano derecha la llevo a su polla y me hizo que le masturbara. Juan a los quince minutos poco más o menos se corrió dentro de mi sexo gritando:
“Siiiii… putaaaa… como folllaaasss… cabronaaaa... oooohhhh… Maaaribeeel… esto es divinoooo…. que placeer me estás dando golfaaaa… que bien follaaaa… para ser la primeraaa vez que te prostituyeeesss… que golfaaa te has vueltooo… vas a ser la mejor puta de toda la tierraaa… aaahhhh… me vengooo… siiii… yaaa… yaaa… la tengo aquiii… me corrooo… siiii… perraaaa… ten toda mi lecheee tomaaa… me corooo… aaahhhh tomaaa… putaaaa… golfaaa… toda miiiiiii… lecheee… es tuya… oooohhh “
Yo en mientras no dejaba de tener orgasmos tras orgasmos, estaba cansada pero quería más y también gritaba:
“Uuuummm… siiii… siiii… asiiii… asiiiii… con fuerzaaa… que placeeer estoy sientiendooo… OOOOhhhh Señor… perdonameee… pero esto es… deliciosooo… aaahhh… no pareeesss… no pareeesss cabrooon échamelo todo dentrooo… ahoraaa… oooohhh… me muerooo… Dioooss… mioooo… cuantoooo… placeeerrrr…”
Él acaba se sale y mientras Manolo le reemplaza y mi coño está vacío, creo que no va nadie a continuar y les grito muy excitada:
“Por favor que otro me folle no me dejéis aiiii por favor que alguien Siiii… siiiiguaa… ollandomeeee… como queráis…. pero por favooorrr… folladmeee de nuevooo de una veezzzz… por favooor…”
Manolo ocupa el lugar dejado por Juan y este lleva su polla también a mi boca para que se la limpie. El adolescente que me estaba follando al haber visto como me follaban sus dos compañeros estaba muy excitado y duró muy poco y se corrió enseguida dentro de mí gritando:
“Ahhhh me vieneee… me coroooo… aaahhhh tomaaa… putaaaa… golfaaa… me estás haciendo sentir algo maravilosoo Maaribeelll toma toda mi lecheeee”
Yo le animo diciéndole:
“Siiiii siguee… sigue cariñooo estoy disfrutandooo muchooo noto como me entraaa toda tu lecheee oooohhhh esto es deliciosooo noto tu polla lenandomee todaaa aaahhh que gustooo me estáis dandooo todoooossss…”
Apenas me dejan descansa unos segundos cuando enseguida llego Juan y me dijo que me levantara y él se tumbó boca arriba en el lugar de la cama donde yo estaba e hizo que yo me montara encima mirando hacia él metiéndome su polla por mi coño y Nacho se colocó detrás de mí y sin prepararme si quiera me introdujo de golpe su hermosa polla por mi culo, haciéndome bastante daño y obligándome a gritar de dolor. Ahora me follaban el coño y el culo al mismo tiempo, y dándose cuenta de ello mi ahijado le dijo a Manolo súbete por encima de su cabeza y métela la polla en su boca, y fóllatela por ella, de esa forma tendrá sus tres agujeros ocupados. Manolo le hizo caso y me entró su polla aún dura hasta mi campanilla y comenzó hacer los mismos movimientos que antes había estado haciendo en mi coño. Entonces Raúl sin dejar de manejar el ordenador al ver la escena comenzó a masturbarse. Nunca antes, me había visto en una situación así, follada por todos mis agujeros, y juro que lo estaba disfrutando. Y ellos también, por supuesto, y disfrutaban insultándome y haciendo comentarios sobre mi marido, que deberíamos dejar que viera cómo me estaban follando para que aprendiera, y cosas así, aparte de no dejar de insultarme y llamarme puta, zorra y mil lindezas parecidas.
Estuvimos así mucho rato. Cuando uno se corría descansaba y su lugar era ocupado por otro; siempre rotaban, de manera que en ningún momento dejaron de follarme, pero a mí empezaba a dolerme todo el cuerpo. Esto rueda de folladas duró bastante tiempo hasta que cada uno al menos se corrió dentro de mí cuerpo tres o cuatro veces y yo había perdido la cuenta de las veces que también me había corrido. Estábamos todos exhaustos, sudados y jadeando y tenía todo mi cuerpo, tanto por dentro como por fuera, lleno de semen y me dolía todo él, pero aun así seguía pidiendo (por el efecto de las pastillas) que quería que siguieran follándome. Ellos querían seguir pero necesitaban descansar Raúl le dijo a Juan:
“Juan ponte al ordenador, ahora me toca a mí disfrutar un poco con mi puta. Mi trato con ella es follarla al menos una vez al día y aún no lo he hecho y según parece necesita tener ahora dentro una polla, y por eso se la voy a dar y contentar. Mientras vosotros descansad un rato para continuar, pues podemos estar un rato más al menos hasta las 2,30, ya que el marido no vendrá y que la dé tiempo después de descansar y recoger todo para cuando llegue el cornudo no se dé cuenta de lo que ha pasado aquí”.
Se levantaron y fueron a por más cerveza, mientras mi ahijado me follaba de una forma muy especial como nunca antes me lo había hecho. Era verdad que se excitaba viendo como otros hombres me poseían e incluso aún más haciendo yo de prostituta. Eran tantas las ganas y fuerzas que puso que no llego a los diez minutos y ya se había venido. Pero no me la saco consiguiendo correrse de nuevo sin haberla sacado de mi cuerpo a los cinco minutos. Yo en todo el tiempo no paré de tener orgasmos tras orgasmos. Entonces él se dejó caer sobre mí y estuvo descansando sobre mis pechos, aprovechando para meterse uno de mis pezones en su boca y comenzar a chupármelo como si estuviera mamando de él. Pasado unos minutos se acercó Manolo con dos cerveza y nos dio una a cada uno. Yo me tuve que beber la mía aunque no me apetecía, solo deseaba que se recuperaran pronto para poder seguir disfrutando de esos cuerpos y esas pollas tan hermosas de estos cuatro adolescentes (tenían todos 18 años, siendo el más mayor mi ahijado que estaba a punto de cumplir los 19 y quizás por eso era el cabecilla del grupo). Raúl se levantó de encima de mí y tendiéndose a mí lado en la cama nos recostamos sobre el cabecero y comenzamos a beber la cerveza. El no dejaba de tocar mi cuerpo y sobre todo mis grandes pechos y yo con mi mano le acariciaba su miembro y de vez en cuando nos dábamos besos traspasándonos de una boca a otra la cerveza que teníamos en ella. Me entraron ganas de orinar, quizás por la cerveza y les dije:
“Perdonad, tengo que ir al baño”
Me baje de la cama y cuando estaba saliendo de la habitación para entrar ya en el baño que tenemos en ella, Manolo me agarró diciéndome:
“¿Vas a mear?”
Yo le contesto:
“Sí, tengo bastante ganas y ya no me aguanto más.”
El sonriéndome me contesta:
“¿Por qué ir hasta el baño? Hazlo aquí.”
De repente todos se animaron y empezaron a jalearme para que orinara allí mismo en el suelo delante de ellos, pues decían que era muy excitante ver a una mujer orinando. No sé porque lo hice, quizás por el estado de excitación en que me encontraba o no sé porque, el caso es que me agaché, me puse de cuclillas, y empecé a soltar mi chorro. Ellos me miraban fascinados y lujuriosos, incluso mi ahijado, mientras yo soltaba mi chorro de pis sobre el suelo, salpicándome los pies y las piernas. Entonces Manolo se acercó donde yo estaba en cuclillas meando. Se agarró su polla con la mano, apuntando hacía mi cuerpo y comenzó a mearse encima de mí a la vez que me decía:
“Al verte orinar y por las cervezas que he bebido, a mí también me han entrado ganas de mear”.
Yo entonces soltando un grito le dije:
“¡Oh que haces! no seas guarro vamos aponer todo perdido y me da asco, nunca nadie se ha meado encima de mí, no seas guarro”
Los demás al verle, vinieron corriendo donde estábamos y se pusieron también a mearme y gritándome:
“Abre la boca puta guarra, meona de mierda, abre la boca y siéntate en el suelo sobre tu propio meado”.
Yo hice lo que me decían (que remedio, si no quería contrariar a mí querido y amado Raúl), abrí la boca y recibí sus meados en mi boca y por todo mi cuerpo, cuando empecé a dejarlo caer y no tragármelo, fue mi ahijado el que me dijo.
“Maribel no está bien que no te tragues este líquido tan bueno que te estamos ofreciendo, por favor trágatelo todo, no quiero que dejes escapar ni una gota, entendido mi puta”
Haciéndole caso abrí más mi boca y comencé a tragar los orines de todos ellos, al hacerlo me daban arcadas, pero aguante hasta que el último dejó de echar su orín sobre mi cuerpo. Cuando terminaron me dejaron allí bañada y chorreando sobre un charco de meados y cuando me iba para el cuarto de baño a duchar me dijo Raúl:
“No mi querida madrina, eso lo harás cuando hayamos acabado y tus clientes se marchen, mientras tanto debes de seguir atendiéndolo y entregándote a todo lo que ellos te pidan y quieran, para eso te pagan”.
Yo me iba a dirigí a la cama y me tumbe de nuevo sobre ella, mojando por completo todas las sabanas e incluso el colchón. Luego me pusieron a cuatro patas y de nuevo dos veces todos volvieron a pasar por todos mis agujeros incluido en esta ocasión mi querido ahijado.
Yo cuando acabaron, eran las tres y media de la tarde. Me quede tumbada boca abajo en la cama, no quería moverme, aunque seguía muy caliente y mi coño me ardía aparte de dolerme, pero quería que ellos ya se fueran y quedarme solo con Raúl, quería a hora aprovechar que mi marido no volvería en toda la tarde y llegaría muy tarde por la noche para amarnos los dos solos y entregarme por completo a él y ser solo suya. Ellos me tiraron sobre mi cuerpo cada uno los cincuenta euros que mi ahijado les había dicho que costaba la sesión de sexo conmigo (uno de ellos, no sé quién, me tiró los cincuenta euros en diez billetes de cinco, los demás lo hicieron en un billete solo), mojándose todos por la gran cantidad de orín, eflujos míos y semen que había sobre la cama y mi cuerpo. Ellos entraron en el cuarto de baño, unos se lavaron y otros se ducharon, se vistieron poco a poco y cuando estuvieron listos los tres antes de irse dándome un beso unos en mi espalda otros en mi culo y Juan en mis pechos me dijeron:
“Maribel, ha sido un placer ser tus primeros clientes y que te estrenes con nosotros como prostituta. De verdad ha sido un gran placer y nos has proporcionado mucho gusto el follar con una puta tan buena como tú y ten en cuenta que a partir de ahora te vamos a visitar bastantes veces, donde ejerzas tu nueva profesión. Y a ti Raúl, gracias por pensar en nosotros para que tu madrina se estrene como prostituta, espero que en este negocio que has comenzado con tu madre y ahora con tu madrina te vaya bien y que dentro de poco tengas bastante más puta y que todas sean si es posible como esta, pero creo que eso será imposible, pues estamos seguro que la mejor puta que tendrás en tu corral será Maribel, tu madrina”.
Se despidieron de mi ahijado se marcharon. Entonces Raúl se acercó a mí y acariciando mi cuerpo con mucho cariño y delicadeza me dijo:
“Gracias Maribel, lo has hecho muy bien, madrina. ¿Te ha gustado?”
Yo entonces le dije:
“¿Y a ti te ha gustado como me he portado y como ha salido todo?”
Él me contesta:
“Sí me ha encantado, sabía que dentro de ti había una gran puta. Y aunque ahora te cuesta, reconocer en tu interior que has disfrutado y que ya eres una prostituta o como se suele decir una mujer de la vida, sabes que esto te gusta y que estas hecha y nacida para ser la mayor puta que haya tenido este mundo”.
Yo entonces le contesto:
“Si a ti te ha gustado y has disfrutado con ello. Entonces a mí también me ha gustado y he disfrutado con ello. No disfrutó más mi amor que viéndote a ti feliz y disfrutar con lo que me pides y quieres que haga. Te vuelvo a repetir que soy completamente tuya, soy tu puta para todo lo que tú quieras por duro y fuerte que sea lo que me pidas, mi amor.”
La verdad es que lo había disfrutado muchísimo, pero eso no quise decírselo. En ese momento solo deseaba seguir follando y amándole a él, por eso me tire a su cuello y le dije:
“Mi amor, ahora que estamos solos, fóllame tu mi amor, quiero ser solo tuya, por favor”.
Él entonces separándome de él me dijo:
“Ves a lavarte, mientras lo haces yo ordenaré un poco la habitación y después saldremos a comer a algún restaurante cercano para volver rápido y seguir con nuestra tarde noche de amor, tenemos que aprovechar que hoy no está tu marido.”
Yo entonces le digo:
“De acuerdo, me voy a duchar y arreglar un poco, pero no recojas la habitación, pues sería una tontuna dado que después vamos a seguir y la volveríamos aponer igual. Luego antes de marcharte me ayudas a arreglarla, fregarla y poner todo en orden. Cuando salga de ducharme, nos vestimos y vamos aunque sea al McDonald que está aquí al lado nos comemos una hamburguesa y volvemos. ¿Te parece bien, mi amor? Quiero estar el mayor tiempo posible gozando de ti mi vida”.
Él me contesta:
“De acuerdo, tienes razón ya la hora que es seguramente sea el único sitio donde nos den algo de comer”.
Cuando yo acabe, fuimos a McDonald y comimos rápidamente cada uno una hamburguesa y volvimos a mi casa donde estuvimos toda la tarde noche amándonos de todas las formas posibles. Me follo divinamente por mi coño y me dio dos veces por mi culo corriéndose otras dos en mi boca al hacerle ambas mamadas. Al acabar pensé que había hecho un buen negocio si todos los día iba a tenerle y me iba amar y hacer el amor como esa tarde noche me la había hecho.
A eso de las 9,30, yo ya más tranquila y habiéndoseme pasado los efectos de los afrodisiacos (me conto lo de las pastillas al decirle yo, que no sabía cómo era posible que durante todo el día hubiera estado tan excitada y con tantas ganas de follar que eso a mí no me había pasado nunca. Al decirle esto fue cuando me confesó el engaño de las pastillas y que en realidad en vez de para los nervios eran afrodisiacos y que me había suministrado más de lo que era normal para excitarme y mantenerme excitada tanto tiempo) recogimos todo, metí las sabanas, la colcha y la funda del colchón en la lavadora y cambiamos la cama. Abrimos la habitación para que se fuera el fuerte olor que había en ella a sudor y semen y sexo, para cuando volviera mi marido no oliera y tras esto preparé una cena rápida cenamos y se fue quedando hasta el día siguiente a la hora de costumbre.
Cuando volvió mi marido, a las 2,30 de la madrugada, yo estaba dormida. Tenía todo mi cuerpo dolorido y estaba agotada, ni me enteré de cuando llego, me dijo él la hora al día siguiente, cuando a las 18,00 de la tarde volvió de trabajar. Por la mañana cuando se fue yo seguía dormida, estaba agotada y estuve durmiendo hasta las 10 de la mañana en que José enrique llamó a la puerta, me puse la bata de estar en casa encima de mi camisón y fui abrirle
Entonces Manolo se acercó y cogiéndome de la mejilla me dijo:
“No llores, que una mujer tan guapa y estupenda como tú, no debe hacerlo. Con lo caliente y puta que estamos comprobando que eres, no tardaras mucho en acomodarte a tu nuevo oficio y verás que a gusto te encuentras en él practicándolo. Sé que todo esto te suena raro y más sabiendo que hace menos de un mes solamente habías follado con tu marido y no sabías nada de la puta y ardiente mujer que llevabas dentro de ti.”
Entonces Raúl, cogiendo sus pantalones y sacando la caja con las pastillas para “los nervios” saco otras dos y cogiendo de nuevo agua me dio el vaso y las pastillas y me dijo:
“Parece que las pastillas que te di antes no te han tranquilizado lo suficiente, dado que los nervios te están haciendo llorar y no es bueno que estés triste, pues la fiesta debe continuar y tú eres el protagonista más importante de ella. Tomate otras dos más y verás cómo dentro de nada ya estás más tranquila”
Yo ya no me atreví a decirle que no, aunque me parecía demasiado tomar otras dos pastillas para los nervios. Cogí el vaso y las pastillas y me las tome (en ese momento no sabía que las pastillas eran afrodisiaco, pues creía de verdad que eran calmantes para no estar nerviosa y me los tome. Raúl quería que estuviera muy excitada y me comportara como una verdadera puta ninfómana, dándome a tomar para ello los afrodisiacos. Con estas que me acababa de tomar, ya eran cuatro, cuando lo recomendable era una y sus efectos duraban alrededor de entre 2,5 a 3 horas, de modo que podéis imaginaros como iba yo a estar cuando comenzáramos de nuevo. Pero mi chulo, mí ahijado solo quería que me portara como la mayor puta de la tierra con sus amigos, sin importarle las consecuencias que me pudiera acarrear a mí el tomar tal número de pastillas).
Ellos cogieron cada uno una cerveza y a mí me dieron otra. Entonces fue Manolo el que acercándose de nuevo a mí me dijo:
“Maribel, eres la mujer más hermosa y que más deseo en estos momentos y me gusta que Raúl te haya convertido en prostituta. Estate segura que al menos yo voy a venir muchas veces por aquí o donde ejerzas, tu nueva profesión, para follarte, hija de puta”
Diciendo esto comenzó a derramar su cerveza sobre mi cuerpo y luego sentándose sobre mis pechos, me quitó mi cerveza de mi mano y comenzó a echársela en su polla y tras esto me la acerco a mi boca para que se la chupara, diciéndome:
“Quieres cerveza, pues muy bien, abre la boquita, la vas a probar de una forma como nunca la has bebido y que nosotros llamamos cerveza polla. Verás cómo te gusta y más cuando me corra dentro de tú boca de puta mamadora que tienes y se mezcle mi leche con la cerveza, chupa de una vez, a qué esperas golfa”.
Yo abrí la boca, él empujó un poco para que me entrara más, y comencé a mamársela y me gustaba el sabor que tenía. Pensé lo que he cambiado en pocos días, antes consideraba esto una guarrería y me costó hacérselo a Raúl la primera vez y ahora se lo estoy haciendo a este chico y antes se lo hice a Juan y probablemente cuando acabara Manolo me tocará mamársela y comérsela también a Nacho. El chico al notar mi boca en su polla no pudo reprimirse y dijo:
“¡Ahhhh… siiii… que gusto me das Maribel con esa boquitaaa. Chupaaa chupa con ganas quiero correrme en tu bocaaaa aaaahhhh…”
Los otros dos al ver a Manolo no se estuvieron quieto, al no poderme tocar mis pechos, por estar su amigo sentado encima de ellos, optaron Juan por ir besándome y lamiendo todo mi cuerpo y Nacho colocándose entre mis piernas acerca directamente su boca a mi dilatado coño y comienza a chupármele y tragarse todo los eflujos míos que puede. Así estuvimos cerca de tres cuarto de horas hasta que mi coño se fue cerrando y volvió a su estado normal, en este tiempo los tres chicos se fueron turnando de lugar y en mis agujeros, pasando los tres por cada puesto (es decir por mi boca para que les hiciera una mamada, por mi coño para comérsele y besando y lamiendo todo mi cuerpo) y sin dejar de sobarme y tocarme.
Cuando pasó este tiempo, Raúl que había estado manejando las cámaras desde el ordenador y viendo que mi coño ya estaba prácticamente en su estado normal. Pues en esos momentos, solamente se encontraban ya más hinchado mis labios vaginales por la excitación y calentura que los afrodisiacos me estaban dando. Llamó a Manolo y le enseño cómo funcionaba el programa del ordenador. Cuando acabó de enseñarle Raúl continuó en el ordenador y entonces les dijo a sus amigos:
“Amigos, a mi puta ya se la ha bajado la dilatación de su coño y ya lo tiene normal, y vero que vosotros igual que yo también estamos ya bien armados y nuestras pollas duras y listas para la guerra, que os parece si comenzamos de nuevo”.
Diciendo esto Nacho llevo una de sus manos a mi encharcadísimo coño y metiendo primero un dedo y luego dos más, comenzó a moverlos en círculo para después meterlos y sacarlos con mucho cuidado y delicadeza. Así estuvo un rato hasta que yo comencé a jadear por el placer que me producía:
“Oooohhh siiiiiii, sigueeee, sigueeee cariño no pareees que placeeer me estas dandooo siiiii asiiiii follameee con tus dedooos oooohhhh que gustooo me estas dandoooo sigueee, sigueee…”
Pero cuando notó que yo estaba a punto de correrme paró de golpe, cortándome el orgasmo que estaba a punto de llegarme. Yo apenas con un hilo de voz saliendo de mi boca casi imperceptible, casi rogándole, le digo:
“Por favor no pares, no quiero que pares, sigue por favor no me dejes así por favor…”
Él haciendo como que no me había oído y para humillarme y que los demás me oyeran suplicarle me dijo:
“¿Qué dices, que no te oigo? ¿Qué quieres que siga… es eso lo que dices?
Yo entonces no le contesté, no quería admitir que estaba disfrutando y muy caliente y que todo lo que me estaban haciendo me gustaba. No quería ser yo la que dijera que necesitaba que me follaran y que lo estuviera deseando. Entonces al no recibir respuesta por mi parte me dijo:
“Está bien si no quieres que siga lo dejaré”.
Entonces yo ya no pude aguantar más por lo necesitada y caliente que estaba y esta vez con una voz ya normal, más bien alta, le dije:
“¡Por favor no pares! ¡No me dejes así!”
Nacho al final había conseguido llevarme donde pretendía, yo estaba salidísima y cachondísima perdida, solo deseaba que me follarán. Pero Nacho quería más, quería humillarme ante sus amigos un poco más y me dice:
“Quieres que te follemos puta? pues para eso es para lo que te hemos pagado, dímelo ¿quieres que te follemos?
Yo entonces ya gritando le digo:
“Sí folladme, ya de una puta vez, no puedo más y necesito que me folléis todos, por favor, no me torturéis ya más, folladme de una vez, por favor”.
Entonces Nacho dice en voz alta:
“¿Habéis oído amigos? La muy guarra, que ante toda la sociedad y hasta ahora va de señora decente, y ahora quiere que nos la follemos”
No conforme con los comentarios humillantes que estaba haciendo a sus compañeros de mí, continuó para que yo de nuevo le volviera a suplicar diciéndome otra vez:
“Grita que eres una puta, que eres una golfa y una cerda y que quieres tener nuestros rabos dentro de todos los agujeros de ese cuerpo de puta que tienes, dilo si quieres que te follemos”.
Yo (al no saber aún que estaba así por los efectos de las pastillas de afrodisiaco que mi ahijado me había suministrado, haciéndome creer que eran para los nervios) no entendía como estaba o como esos jóvenes habían conseguido ponerme así de excitada. Yo en mi interior luchaba por mantenerme firme y entregarme a ellos sin demostrar excitación y ganas de que me hicieran suya. Pues me tenía que dejar follar y prostituirme, porque mi amante así lo quería que lo hicieran, pero no quería darles el gusto de participar y gozar al hacerlo y sin embargo era lo que quería y necesitaba, ¿Qué me estaba pasando? Yo hasta esa mañana era una mujer decente que solo había pertenecido a mi marido y había tenido el desliz que me había llevado a todo esto con mi ahijado. Estando en estos pensamientos, no sé cómo salieron de mí las siguientes palabras:
“¡Soy una cerda y quiero vuestros rabos, vuestras pollas, las quiero dentro de mi SIIIII Y YAAAAA…””
Yo al oírme a mí misma me quedé sorprendida de lo que acababa de decir, al final la excitación y las ganas de mi cuerpo habían podido más que mis sentimientos y mi conciencia.
Entonces todos al oír mis palabras suplicándoles que me poseyeran se rieron a carcajadas y Nacho me dijo:
“Ahora te voy a follar, te lo has ganado. Pero primero espera que coja y me ponga un condón, hay que hacer las cosas con seguridad, aunque me gustaría más hacértelo a pelo, pero sé que no te gusta y no querrás que así lo haga ¿No?”.
Entonces cuando le iba a contestar, se adelantó Raúl y dijo:
“No, no hace falta que os coloquéis condón ni protección alguna, os la vais a follar a pelo, sin protección. Ella está sana, pues solo, lo ha hecho con el cornudo de su marido y conmigo y vosotros que yo sepa también estáis sanos y no la pegareis nada. Y el riesgo de que se quede preñada, no le tenemos, pues como sabéis por los videos que habéis visto de ella y porque ella misma me lo confirmó ayer, está preñada y he sido yo el que la ha preñado. Por tanto todos a disfrutar del placer que nos proporcionara el calor y el contacto de nuestra polla desnuda con el interior de esa vagina de puta que tienes Maribel”.
Yo con la calentura que tenía no dije nada, solo deseaba tener cuanto antes una de esas hermosas pollas adolescente dentro de mí. Nacho se tumbó encima de mí, apoyando sus manos en mis rodillas me hizo flexionarlas hasta que mis muslos tocaron mi pecho y luego se fue introduciendo poco a poco, sin ninguna dificultad, dentro de mi almeja. El muy cabrón quería disfrutar el momento pues cuando llego a la mitad paró y se quedó quieto esperando a que fuera yo la que hiciera el trabajo, pues para eso me pagaba. Yo desesperada eché mi cuerpo y mi pelvi hacía el encuentro de su polla, buscando que el resto del miembro del adolescente me entrara por completo. Al notarla ya toda dentro de mí comencé a moverme hacía delante y hacía atrás, luego en círculo para sentir toda su polla pegar y rozar en las paredes de mi vagina. Yo procuraba con mis movimientos meterme la polla de Nacho lo más hondo posible. Yo estaba como poseída, ya me había olvidado de todos mis prejuicios y convicciones morales y estaba comenzando a disfrutar con aquella polla en mi interior, comencé a gemir del gusto que me estaba dando:
“Ahhhh… ahhhh… siiiiii… siiiiii… pero muevetee tú también no seas cabrón no quieras que lo hagaaa yo todooo… siiiiiii haaa que placeeer estoy sintiendo con tu pollaaa dentrooo, mueveteee mueveteee tu también…”
Él dejo su actitud pasiva y comenzó a moverse a los compas del ritmo que yo había marcado, se notaba que también comenzaba a sentirse muy excitado. Cuando estábamos en esto sonó el teléfono que tenemos encima de la mesilla de noche. Miré y en la pantalla del mismo pude ver el número del teléfono de la oficina de mi marido, yo no le hacía caso, solo quería seguir con mi follada y que mi casual amante me acompañara en la follada al ritmo que ya habíamos cogido. Entonces Nacho con voz entrecortada me dijo:
“¿Quiééén… es, ahoraaa tan inoportunooo?”
Yo no respondí y él me metió un dedo de golpe en mi culo haciéndome un poco de daño, volviéndome a preguntar:
¿Qué quieeen coño eees, putaaaa?
Yo entonces enfadada le digo:
“Es mi marido, no hagas caso y sigue follándome cabrón, es mi marido”.
Entonces él sonriéndome, agarró el teléfono y me lo dejo encima de mis pechos, al mismo tiempo que seguía e incluso aumentaba el ritmo de su follada. El muy cabrón quería que hablara con mi marido mientras él me follaba. A mí me entró un poco de miedo sin saber qué hacer y con miedo a que mi esposo se diera cuenta de lo que estaba haciendo.
El teléfono estuvo unos segundos sobre mis tetas, yo entonces solté una de mis manos de sus caderas y agarre el auricular llevándomelo a mi oído y pude oír a mi marido decirme:
“¿Maribel?... ¿Estás ahí?... ¿qué haces no me oyes?”
Yo con mi voz entrecortada por la excitación, placer y la fatiga del ejercicio que estaba haciendo, a dura penas le puedo decir:
“Si, cariño, aquí estoy, ¿Cómo que llamas a estas horas?”
Me costaba hablar con claridad, no solo por lo violento de la situación sino porque el cabrón de Nacho, sabía lo que hacía y aunque yo trataba de negar lo que estaba pasando, mi cuerpo no podía. Yo lo único que sentía era que una polla joven y experta se movía entrando y saliendo dentro de mi coño y me estaba volviendo loca. Y que los compañeros del chico que me follaba al saber que era mi marido y ver en la situación en que me encontraba se reían, aguantando la carcajada para que mi marido no los oyera. Mi marido continúa diciéndome:
“Joder, que coño pasa, ¿no me oías?”
“Si cariño, es que estaba limpiando y se me había caído el teléfono al responder”
“Llamaba para decirte que no podré ir a casa hasta esta noche y tarde, pues tengo que cenar con unos clientes y ya sabes tras cenar, que si unas copas, etc., que acabaremos tarde. Te llamaba para que no me esperes, si se te hace tarde y no he llegado acuéstate, no te quedes esperándome. Lo siento cariño esta noche no voy a poder complacerte en la cama como últimamente estamos haciendo, mi amor, te quiero.”
Yo deseando de acabar le contesto:
“Muy bien cariño, no te preocupes, mañana lo haremos por partida doble y te compensaré por lo que hoy no pueda darte, yo también te quiero mi amor.”
Yo trataba de no jadear ante las embestida de Nacho y el muy cabrón lo sabía. A veces levantaba la mirada para verme hablar con mi marido, yo podía escuchar el sonido que hacía el entrar y salir de su polla en mi coño.
Mi marido siguió diciéndome:
“No te enfades, cariño, así es el trabajo, yo también te compensaré mañana cuando estemos juntos en nuestra cama“
“No, no te preocupesss cariñooo no me enfadooo”
Él al oírme hablar entrecortado me dice:
“¿Qué te pasa Maribel, te encuentras mal? ¿Por qué hablas así entrecortado? ¿Estás sola, estoy oyendo un murmullo de fondo”.
Yo le digo:
“Si, si cariñooo estoyyy sola es que estoy limpiando y al agacharmeee por eso me tiembla y me sale la voz entrecortada. El murmullo que oyes de fondo debe de ser la radio que la tengo puesta”.
Nacho seguía con mis piernas sobre mis hombros, y ahora su cabeza enterrada entre mi pelo y la almohada y había llevado su mano hasta mis pezones los cuales pellizcaba en ocasiones con fuerza para obligarme a gritar mientras hablaba con mi marido, yo me mordía el labio para impedir que mi esposo se diera cuenta de nada. Y entonces para acabar no le dejé a mi marido que siguiera hablando y me despedí de él diciéndole:
“Muy bien cariño, voy a colgaaar pues me estoy entreteniendooo y tengooo muchooo que haceeer, un beso mi vidaaa”
Al acabar, colgué y volví a llevar mi mano a la cadera de mi joven amante para apretarle y atraerle más hacía mí, quería que siguiera bombeándome con fuerza y yo comencé a mover más fuerte mi pelvi. Él entonces me dijo:
“Qué situación he puta. Tu follando mientras hablas con el cornudo y él encima sin enterarse de lo que estás haciendo, que pedazo de puta y golfa que eres. Al oírte hablar con tu marido mientras te follaba me has calentado a tope y estoy a punto de venirme zorra, muévete que quiero correrme ya, muévete, mueveteee”
Yo empujaba y me movía con ganas, gemía de placer, ya no era capaz de ocultar el placer que sentía. Juan al oírme comenzó a meneársela y Manolo al verle comenzó a hacer lo mismo, querían estar preparados para cuando Nacho acabara coger el relevo. Yo también estaba a punto de llegar a mi orgasmo y esto me tenía fuera de mí, yo trataba de acelerar más mis movimiento pero ya me era imposible ir más rápido, hasta que sentí que llega el orgasmo corriéndome de nuevo comencé a gritar:
“Ahhh… Ahhh… siiiiiiiii… Ummm… Dame más deprisa…más fuerteee… me corrroooo ya está aquiiiii sigueee cabróoonn no pareees besame en mi cuello, muerdemeee no pareees ahoraaa sigueeee por favoorrrr apriétame mis pechooos eso me calienta mucho cabróoonnn hazlooo me estoy corriendo como la guarra que soyyy…”
Nacho seguía bombeando con fuerza y mordiéndome en mi cuello como yo le decía y apretándome mis pechos, mis pezones a la vez que me decía:
“¡Eso puta córrete otra vez! Hoy entre todos te vamos a dejar seca pedazo de puta. Muévete, muévete tú también que estoy a punto de venirme, muévete golfa. Seguro que el maricón de tu marido no te folla así, ¿verdad, hija de puta? Dilo hija de puta…”
Y yo fuera de mí le contesto:
“No… Ayyyy… No me folla así…”
Entonces él acelerando sus embestidas me decía:
“Puta… Toma… Te voy a reventar el coño, hija de puta…”
Cuando por fin le llegó el orgasmo me soltó un azote en el culo y pegó un fuerte acelerón hasta frenar, curvándose hacia atrás y, resoplando sobre mi cara. Y yo con mi boca abierta jadeando por mi estado de excitado y reciente orgasmo, recibía en mi boca su aliento tragándome lo a la ver que percibía los abundantes chorros de leche dentro de mi coño. Chorros intermitentes que me llenaban, a la vez que gritando y dándome golpes en mis nalgas me decía:
“UNNNmmm… me corrrooo oooohhhh hija de putaaaa, que buenaaaa estaaas, joder… que coñoooo tieneees es una maravillaaa que buenooo… siiiiii toma toda mi lecheeee perraaaa… qué polvo más buenooo aaaahhh siiiiiii… que gustooooo…”
Él se dejó caer sobre mi cuerpo, permaneciendo un rato aún dentro de mí, hasta que Juan dándole en la espalda le indica que se salga de mí, para él ocupa su puesto. Sin dejarme descansar ni un momento ocupa su lugar. Entonces Nacho se puso al dado de mi cara y colocando su polla, tocando mis labios, recién sacada de mi sexo me dijo:
“Límpiamela puta, así saborearas mi leche y a la vez tus propios eflujos, seguro que te gusta guarra…”
Manolo entonces cogiendo mi mano derecha la llevo a su polla y me hizo que le masturbara. Juan a los quince minutos poco más o menos se corrió dentro de mi sexo gritando:
“Siiiii… putaaaa… como folllaaasss… cabronaaaa... oooohhhh… Maaaribeeel… esto es divinoooo…. que placeer me estás dando golfaaaa… que bien follaaaa… para ser la primeraaa vez que te prostituyeeesss… que golfaaa te has vueltooo… vas a ser la mejor puta de toda la tierraaa… aaahhhh… me vengooo… siiii… yaaa… yaaa… la tengo aquiii… me corrooo… siiii… perraaaa… ten toda mi lecheee tomaaa… me corooo… aaahhhh tomaaa… putaaaa… golfaaa… toda miiiiiii… lecheee… es tuya… oooohhh “
Yo en mientras no dejaba de tener orgasmos tras orgasmos, estaba cansada pero quería más y también gritaba:
“Uuuummm… siiii… siiii… asiiii… asiiiii… con fuerzaaa… que placeeer estoy sientiendooo… OOOOhhhh Señor… perdonameee… pero esto es… deliciosooo… aaahhh… no pareeesss… no pareeesss cabrooon échamelo todo dentrooo… ahoraaa… oooohhh… me muerooo… Dioooss… mioooo… cuantoooo… placeeerrrr…”
Él acaba se sale y mientras Manolo le reemplaza y mi coño está vacío, creo que no va nadie a continuar y les grito muy excitada:
“Por favor que otro me folle no me dejéis aiiii por favor que alguien Siiii… siiiiguaa… ollandomeeee… como queráis…. pero por favooorrr… folladmeee de nuevooo de una veezzzz… por favooor…”
Manolo ocupa el lugar dejado por Juan y este lleva su polla también a mi boca para que se la limpie. El adolescente que me estaba follando al haber visto como me follaban sus dos compañeros estaba muy excitado y duró muy poco y se corrió enseguida dentro de mí gritando:
“Ahhhh me vieneee… me coroooo… aaahhhh tomaaa… putaaaa… golfaaa… me estás haciendo sentir algo maravilosoo Maaribeelll toma toda mi lecheeee”
Yo le animo diciéndole:
“Siiiii siguee… sigue cariñooo estoy disfrutandooo muchooo noto como me entraaa toda tu lecheee oooohhhh esto es deliciosooo noto tu polla lenandomee todaaa aaahhh que gustooo me estáis dandooo todoooossss…”
Apenas me dejan descansa unos segundos cuando enseguida llego Juan y me dijo que me levantara y él se tumbó boca arriba en el lugar de la cama donde yo estaba e hizo que yo me montara encima mirando hacia él metiéndome su polla por mi coño y Nacho se colocó detrás de mí y sin prepararme si quiera me introdujo de golpe su hermosa polla por mi culo, haciéndome bastante daño y obligándome a gritar de dolor. Ahora me follaban el coño y el culo al mismo tiempo, y dándose cuenta de ello mi ahijado le dijo a Manolo súbete por encima de su cabeza y métela la polla en su boca, y fóllatela por ella, de esa forma tendrá sus tres agujeros ocupados. Manolo le hizo caso y me entró su polla aún dura hasta mi campanilla y comenzó hacer los mismos movimientos que antes había estado haciendo en mi coño. Entonces Raúl sin dejar de manejar el ordenador al ver la escena comenzó a masturbarse. Nunca antes, me había visto en una situación así, follada por todos mis agujeros, y juro que lo estaba disfrutando. Y ellos también, por supuesto, y disfrutaban insultándome y haciendo comentarios sobre mi marido, que deberíamos dejar que viera cómo me estaban follando para que aprendiera, y cosas así, aparte de no dejar de insultarme y llamarme puta, zorra y mil lindezas parecidas.
Estuvimos así mucho rato. Cuando uno se corría descansaba y su lugar era ocupado por otro; siempre rotaban, de manera que en ningún momento dejaron de follarme, pero a mí empezaba a dolerme todo el cuerpo. Esto rueda de folladas duró bastante tiempo hasta que cada uno al menos se corrió dentro de mí cuerpo tres o cuatro veces y yo había perdido la cuenta de las veces que también me había corrido. Estábamos todos exhaustos, sudados y jadeando y tenía todo mi cuerpo, tanto por dentro como por fuera, lleno de semen y me dolía todo él, pero aun así seguía pidiendo (por el efecto de las pastillas) que quería que siguieran follándome. Ellos querían seguir pero necesitaban descansar Raúl le dijo a Juan:
“Juan ponte al ordenador, ahora me toca a mí disfrutar un poco con mi puta. Mi trato con ella es follarla al menos una vez al día y aún no lo he hecho y según parece necesita tener ahora dentro una polla, y por eso se la voy a dar y contentar. Mientras vosotros descansad un rato para continuar, pues podemos estar un rato más al menos hasta las 2,30, ya que el marido no vendrá y que la dé tiempo después de descansar y recoger todo para cuando llegue el cornudo no se dé cuenta de lo que ha pasado aquí”.
Se levantaron y fueron a por más cerveza, mientras mi ahijado me follaba de una forma muy especial como nunca antes me lo había hecho. Era verdad que se excitaba viendo como otros hombres me poseían e incluso aún más haciendo yo de prostituta. Eran tantas las ganas y fuerzas que puso que no llego a los diez minutos y ya se había venido. Pero no me la saco consiguiendo correrse de nuevo sin haberla sacado de mi cuerpo a los cinco minutos. Yo en todo el tiempo no paré de tener orgasmos tras orgasmos. Entonces él se dejó caer sobre mí y estuvo descansando sobre mis pechos, aprovechando para meterse uno de mis pezones en su boca y comenzar a chupármelo como si estuviera mamando de él. Pasado unos minutos se acercó Manolo con dos cerveza y nos dio una a cada uno. Yo me tuve que beber la mía aunque no me apetecía, solo deseaba que se recuperaran pronto para poder seguir disfrutando de esos cuerpos y esas pollas tan hermosas de estos cuatro adolescentes (tenían todos 18 años, siendo el más mayor mi ahijado que estaba a punto de cumplir los 19 y quizás por eso era el cabecilla del grupo). Raúl se levantó de encima de mí y tendiéndose a mí lado en la cama nos recostamos sobre el cabecero y comenzamos a beber la cerveza. El no dejaba de tocar mi cuerpo y sobre todo mis grandes pechos y yo con mi mano le acariciaba su miembro y de vez en cuando nos dábamos besos traspasándonos de una boca a otra la cerveza que teníamos en ella. Me entraron ganas de orinar, quizás por la cerveza y les dije:
“Perdonad, tengo que ir al baño”
Me baje de la cama y cuando estaba saliendo de la habitación para entrar ya en el baño que tenemos en ella, Manolo me agarró diciéndome:
“¿Vas a mear?”
Yo le contesto:
“Sí, tengo bastante ganas y ya no me aguanto más.”
El sonriéndome me contesta:
“¿Por qué ir hasta el baño? Hazlo aquí.”
De repente todos se animaron y empezaron a jalearme para que orinara allí mismo en el suelo delante de ellos, pues decían que era muy excitante ver a una mujer orinando. No sé porque lo hice, quizás por el estado de excitación en que me encontraba o no sé porque, el caso es que me agaché, me puse de cuclillas, y empecé a soltar mi chorro. Ellos me miraban fascinados y lujuriosos, incluso mi ahijado, mientras yo soltaba mi chorro de pis sobre el suelo, salpicándome los pies y las piernas. Entonces Manolo se acercó donde yo estaba en cuclillas meando. Se agarró su polla con la mano, apuntando hacía mi cuerpo y comenzó a mearse encima de mí a la vez que me decía:
“Al verte orinar y por las cervezas que he bebido, a mí también me han entrado ganas de mear”.
Yo entonces soltando un grito le dije:
“¡Oh que haces! no seas guarro vamos aponer todo perdido y me da asco, nunca nadie se ha meado encima de mí, no seas guarro”
Los demás al verle, vinieron corriendo donde estábamos y se pusieron también a mearme y gritándome:
“Abre la boca puta guarra, meona de mierda, abre la boca y siéntate en el suelo sobre tu propio meado”.
Yo hice lo que me decían (que remedio, si no quería contrariar a mí querido y amado Raúl), abrí la boca y recibí sus meados en mi boca y por todo mi cuerpo, cuando empecé a dejarlo caer y no tragármelo, fue mi ahijado el que me dijo.
“Maribel no está bien que no te tragues este líquido tan bueno que te estamos ofreciendo, por favor trágatelo todo, no quiero que dejes escapar ni una gota, entendido mi puta”
Haciéndole caso abrí más mi boca y comencé a tragar los orines de todos ellos, al hacerlo me daban arcadas, pero aguante hasta que el último dejó de echar su orín sobre mi cuerpo. Cuando terminaron me dejaron allí bañada y chorreando sobre un charco de meados y cuando me iba para el cuarto de baño a duchar me dijo Raúl:
“No mi querida madrina, eso lo harás cuando hayamos acabado y tus clientes se marchen, mientras tanto debes de seguir atendiéndolo y entregándote a todo lo que ellos te pidan y quieran, para eso te pagan”.
Yo me iba a dirigí a la cama y me tumbe de nuevo sobre ella, mojando por completo todas las sabanas e incluso el colchón. Luego me pusieron a cuatro patas y de nuevo dos veces todos volvieron a pasar por todos mis agujeros incluido en esta ocasión mi querido ahijado.
Yo cuando acabaron, eran las tres y media de la tarde. Me quede tumbada boca abajo en la cama, no quería moverme, aunque seguía muy caliente y mi coño me ardía aparte de dolerme, pero quería que ellos ya se fueran y quedarme solo con Raúl, quería a hora aprovechar que mi marido no volvería en toda la tarde y llegaría muy tarde por la noche para amarnos los dos solos y entregarme por completo a él y ser solo suya. Ellos me tiraron sobre mi cuerpo cada uno los cincuenta euros que mi ahijado les había dicho que costaba la sesión de sexo conmigo (uno de ellos, no sé quién, me tiró los cincuenta euros en diez billetes de cinco, los demás lo hicieron en un billete solo), mojándose todos por la gran cantidad de orín, eflujos míos y semen que había sobre la cama y mi cuerpo. Ellos entraron en el cuarto de baño, unos se lavaron y otros se ducharon, se vistieron poco a poco y cuando estuvieron listos los tres antes de irse dándome un beso unos en mi espalda otros en mi culo y Juan en mis pechos me dijeron:
“Maribel, ha sido un placer ser tus primeros clientes y que te estrenes con nosotros como prostituta. De verdad ha sido un gran placer y nos has proporcionado mucho gusto el follar con una puta tan buena como tú y ten en cuenta que a partir de ahora te vamos a visitar bastantes veces, donde ejerzas tu nueva profesión. Y a ti Raúl, gracias por pensar en nosotros para que tu madrina se estrene como prostituta, espero que en este negocio que has comenzado con tu madre y ahora con tu madrina te vaya bien y que dentro de poco tengas bastante más puta y que todas sean si es posible como esta, pero creo que eso será imposible, pues estamos seguro que la mejor puta que tendrás en tu corral será Maribel, tu madrina”.
Se despidieron de mi ahijado se marcharon. Entonces Raúl se acercó a mí y acariciando mi cuerpo con mucho cariño y delicadeza me dijo:
“Gracias Maribel, lo has hecho muy bien, madrina. ¿Te ha gustado?”
Yo entonces le dije:
“¿Y a ti te ha gustado como me he portado y como ha salido todo?”
Él me contesta:
“Sí me ha encantado, sabía que dentro de ti había una gran puta. Y aunque ahora te cuesta, reconocer en tu interior que has disfrutado y que ya eres una prostituta o como se suele decir una mujer de la vida, sabes que esto te gusta y que estas hecha y nacida para ser la mayor puta que haya tenido este mundo”.
Yo entonces le contesto:
“Si a ti te ha gustado y has disfrutado con ello. Entonces a mí también me ha gustado y he disfrutado con ello. No disfrutó más mi amor que viéndote a ti feliz y disfrutar con lo que me pides y quieres que haga. Te vuelvo a repetir que soy completamente tuya, soy tu puta para todo lo que tú quieras por duro y fuerte que sea lo que me pidas, mi amor.”
La verdad es que lo había disfrutado muchísimo, pero eso no quise decírselo. En ese momento solo deseaba seguir follando y amándole a él, por eso me tire a su cuello y le dije:
“Mi amor, ahora que estamos solos, fóllame tu mi amor, quiero ser solo tuya, por favor”.
Él entonces separándome de él me dijo:
“Ves a lavarte, mientras lo haces yo ordenaré un poco la habitación y después saldremos a comer a algún restaurante cercano para volver rápido y seguir con nuestra tarde noche de amor, tenemos que aprovechar que hoy no está tu marido.”
Yo entonces le digo:
“De acuerdo, me voy a duchar y arreglar un poco, pero no recojas la habitación, pues sería una tontuna dado que después vamos a seguir y la volveríamos aponer igual. Luego antes de marcharte me ayudas a arreglarla, fregarla y poner todo en orden. Cuando salga de ducharme, nos vestimos y vamos aunque sea al McDonald que está aquí al lado nos comemos una hamburguesa y volvemos. ¿Te parece bien, mi amor? Quiero estar el mayor tiempo posible gozando de ti mi vida”.
Él me contesta:
“De acuerdo, tienes razón ya la hora que es seguramente sea el único sitio donde nos den algo de comer”.
Cuando yo acabe, fuimos a McDonald y comimos rápidamente cada uno una hamburguesa y volvimos a mi casa donde estuvimos toda la tarde noche amándonos de todas las formas posibles. Me follo divinamente por mi coño y me dio dos veces por mi culo corriéndose otras dos en mi boca al hacerle ambas mamadas. Al acabar pensé que había hecho un buen negocio si todos los día iba a tenerle y me iba amar y hacer el amor como esa tarde noche me la había hecho.
A eso de las 9,30, yo ya más tranquila y habiéndoseme pasado los efectos de los afrodisiacos (me conto lo de las pastillas al decirle yo, que no sabía cómo era posible que durante todo el día hubiera estado tan excitada y con tantas ganas de follar que eso a mí no me había pasado nunca. Al decirle esto fue cuando me confesó el engaño de las pastillas y que en realidad en vez de para los nervios eran afrodisiacos y que me había suministrado más de lo que era normal para excitarme y mantenerme excitada tanto tiempo) recogimos todo, metí las sabanas, la colcha y la funda del colchón en la lavadora y cambiamos la cama. Abrimos la habitación para que se fuera el fuerte olor que había en ella a sudor y semen y sexo, para cuando volviera mi marido no oliera y tras esto preparé una cena rápida cenamos y se fue quedando hasta el día siguiente a la hora de costumbre.
Cuando volvió mi marido, a las 2,30 de la madrugada, yo estaba dormida. Tenía todo mi cuerpo dolorido y estaba agotada, ni me enteré de cuando llego, me dijo él la hora al día siguiente, cuando a las 18,00 de la tarde volvió de trabajar. Por la mañana cuando se fue yo seguía dormida, estaba agotada y estuve durmiendo hasta las 10 de la mañana en que José enrique llamó a la puerta, me puse la bata de estar en casa encima de mi camisón y fui abrirle
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