You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La gatita - parte 1 de 2

No dejes de pasar por mi mejor post

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html

No te vas a arrepentir


LA GATITA



PARTE 1 DE 2



Mi padre solía decirme a modo de broma, 'cuando busques una compañera, buscate una fea, así nadie te la va a mirar, porque las lindas son todas putas, y tarde o temprano te van a cagar'

Yo era aún muy joven cuando él se mató en un accidente de tránsito, y no pudo ver con sus propios ojos lo cierto y macabro que resultaron esas palabras que siempre me decía con una sonrisa en los labios.



Me ganaba la vida como profesor de educación física, me había especializado en natación, así que en invierno daba clases en un club importante de la ciudad y en temporadas de verano, era uno de los guarda vidas del complejo natatorio.

Todo fue bien entre mis veinticinco y treinta años, viví esa típica situación en que las chicas se crean un amor platónico con el guarda vidas, el muchacho mayor, musculoso, bronceado, con esa imagen de super hombre que todo lo puede, una imagen que pasaba por el morbo de las chicas más de lo que yo buscaba.

Jugué el juego, aproveché la jugada y pude disfrutar de la sexualidad de muchas jovencitas, sin quererlo me transformé en la presa que muchas querían cazar.



Nunca me creí lo que las jóvenes idealizaban en mí, no puedo hacerme responsable de sus fantasías, en el fondo, solo era un tipo laburante que se ganaba el sustento trabajando desde muy temprano hasta muy tarde, un tipo de barrio, que disfrutaba tomar unas cervezas con sus amigos, ser profesional en lo que hacía, en resumen, no iba a ese complejo natatorio a presumir mi rostro de baby face, pero era cierto que disfrutaba estar rodeado de las más lindas jovencitas del lugar, que parecían competir entre ellas para ver quien lucía más atractiva.



Tenía treinta y tres cuando mi vida daría un vuelco, era un año más, como todos, hasta mediados de febrero, cuando la temporada llegaba a su fin, un día apareció ella, estaba con tres amigas, no era de la zona, pero le habían recomendado el complejo para disfrutar un domingo de sol, Zaira, creo que me enamoré a primera vista, ella vino al natatorio y mis ojos se perdieron en la perfección de su rostro, en sus curvas de sirena, en ese traje de baño tan diminuto que tan bien le quedaba, es que ella no tenía ningún defecto, sus proporciones eran justas, sus pechos exultantes, su vientre plano, su cintura envidiable y una cola para morir infartado, si hasta los tatoo que lucía parecían hechos a su medida.



Y sentí que la historia estaba invertida, porque ella me ignoraba, ni siquiera me había registrado y fui yo el tonto payaso que hizo de todo como para que ella dijera 'guau! que rico está el guarda vidas!', pero no, ella estaba muy de amigas, solo metiéndose al agua y saliendo a tomar sol al borde de la piscina como una diva.

Me las arreglé para ir a charlarles de cualquier cosa, fue cuando supe su nombre, que apenas tenía veinte años y que al ver su sonrisa ya no tendría retorno.

La invité a salir, se transformó en mi obsesión y me costó muchísimo 'escalar la montaña', pasé casi un año tratando que fuera solo mía, porque ella estaba en otra cosa, no le interesaba un compromiso y pasé por muchas negativas y evasivas, pero al final me salí con la mía.



Fui el hombre más feliz del mundo, tenía una mujer llamativa y bonita, un demonio en la cama, y ciertamente parecía ser un anillo demasiado grande para lucir en mí dedo, pero diablos, yo la había conquistado.

Lo cierto es que Zaira no era todo perfección, todo belleza, todo dulzura, ella tenía un férreo carácter y era muy dueña de tomar sus propias decisiones, no permitía que yo influenciara en su vida personal. Ella trabajaba sirviendo tragos en un bar de mediocre reputación, tipo ocho de la noche empezaba cada día y volvía cerca de las dos de la mañana, lo sabía cuándo lo conocí y lo acepté en ese momento con la intención de cambiarlo a futuro, cosa que nunca sucedería.



Con la convivencia, poco a poco ese empleo comenzó molestarme en demasía, no nos coincidían los horarios, no me gustaba el lugar, ella contaba que estaba siempre lleno de adinerados que iban en busca de prostitutas, donde los ebrios se mezclaban con las medias de redes, donde se cocinaban demasiados negocios sucios. Además, a un sitio así, Zaira debía concurrir un tanto provocativa y llamativa, cosa que no le costaba nada, y todo eso empezó a hacerme demasiado ruido y traer problemas en nuestra relación.

Yo insistía con que solo dejase eso, esa vida no era para ella, no me gustaba esperarla a altas horas de la madrugada, me preocupaba, me dolía verla llegar vestida como prostituta, con olor a cigarros, frituras y alcohol, pero ella me decía que ese era su sitio, que yo ya lo sabía y que, si no confiaba en ella, la puerta estaba abierta. Me conformé con eso antes que perderla.



Es que, me hacía sentir tan pleno, tan dichoso, tan envidiado, en esos días de cuidar el natatorio ella siempre me acompañaba, con trajes de baño cada vez más pequeños, caminaba con la opulencia de pavo real, acaparando la mirada de cada varón del lugar y la cruel envidia de cada mujer que se sentía dejada en segundo plano por su pareja, entonces yo la miraba y sacaba pecho y me decía 'Zaira es solo mía!', pero... lo era?



Como dije, ella trabajaba a diario en un horario no muy habitual, en general todas las noches me quedaba solo en casa, cenaba, a veces miraba algo por tv, alguna película en Netflix, algún video en YouTube, también solía quedarme escuchando alguna playlist en Spotify y en algunas oportunidades a navegar por la web en temas de mi interés.

Solía frecuentar algunas páginas porno, como creo que todo hombre hace, a mirar videos, fotos, y ya saben. Buscaba por acá, por allá, chicas bonitas, profesionales, amateurs, colas, tetas, conchas, de todo un poco sin otra intención que llenar mi vista y ocupar mi tiempo.

Había visto de todo lo que imaginen, ya nada era nuevo y hubiera esperado encontrar cualquier cosa, menos lo que encontré por esas cosas del destino, un post dedicado a mi esposa.


La gatita - parte 1 de 2


Sentí que la sangre me hirvió de repente, decía algo así como 'la calienta pijas de zona sur', no estaba su nombre, solo sus fotos de perra, fotos que alguna vez había compartido conmigo, incluso algunas mismas que yo le había tomado, creí que moriría en ese instante, como si una filosa daga se incrustara en mi corazón para arrancarme miles de preguntas sin respuestas, solo me quedé mirando la pantalla, cuanta belleza junta, suspiré, pero como diablos habían llegado esas fotos ahí? mi mujer, mi amada Zaira, semidesnuda como una puta, a la vista de todos, y yo un completo ignorante.



Tragué saliva y me fui a tomar un trago, volví a ver las fotos, ya más tranquilo y conforme pasaban los minutos mi fuego interno se fue apagando para llenar de hielo mi corazón, era momento de pensar, de entender, de ser astuto.

Sin quererlo, en minutos me transformaría en detective, dejé las fotos de lado y me centré en los escritos que acompañaban a la puta de mi mujer y los comentarios de otros usuarios, 'el cangrejo' se hacía llamar quien había creado todo, no olvidaría su nombre, solo tragué saliva y me preparé para seguir adelante.

Zaira llegó cerca de las tres de la mañana, vi la hora cuando la sentí acurrucarse a mi lado, fue raro, no estaba molesto, no quería preguntar, era solo una tensa calma que debía tratar con sumo cuidado.

Los siguientes días no serían de lo mejor, por fuera estaba calmo, frío, tranquilo, pero por dentro tenía una bomba a punto de estallar que hacía lo imposible por desactivarla antes que explotara

Ayer era un tipo feliz, con la mujer más hermosa del mundo, hoy me sentía un miserable desgraciado.



En lo que quedaba de esa semana tomé mis noches de soledad para tender mi trampa, sin saber si funcionaría, volví a buscar el post donde estaba mi esposa, y fui por el cangrejo, después de darle la máxima puntuación le escribí al chat privado, felicitándolo por la 'puta que había subido a la web, por la cara de petera que tenía', esperé un poco, ansioso, hasta que al fin recibí un 'gracias' de su parte, y por suerte para mí, el puente que estaba tendiendo era recibido al otro lado, así que emplee mis minutos de ese día y los siguientes para entablar una confianza entre ambos para obtener lo que quería obtener.



Ese sábado por la tarde lo tenía de descanso, llovía copiosamente, normalmente hubiera aprovechado a revolcarme con mi mujer, pero ese día no, solo estaba sentado con mi notebook al borde de la mesa, tenía una cita con el cangrejo, Zaira, ajena a todo estaba en su mundo, poniéndose más y más hermosa, más y más puta, ya que la noche llegaría con premura y ella tenía 'que trabajar', solo esperé a que estuviera online


Hola cangrejo! espero me cuentes todo sobre esa perra que me enloquece!

Hola Euro85! - ese era mi nick - que quieres que te cuente?

Todo, me calienta mucho y me da mucho morbo, sabes cómo se llama?

Ja ja! no, todos la conocen y la llaman 'gatita', pero no se su nombre

Y donde la conociste?

En un pub de mala muerte, ella generalmente sirve tragos, y muchos tontos como yo vamos solo para verla un rato

Imagino... pero contame más... así no te interrumpo

No sé, es una putita terrible...

Tragué saliva y mastiqué enojo, claro, el cangrejo no podía imaginar que estaba justo con el cornudo del marido de la gatita.

Miré por sobre la pantalla, a menos de tres metros Zaira estaba en la cocina, dándome la espalda, ajena a todo, escuchando música de su celular con auriculares, moviéndose en una forma tan sensual sin siquiera imaginar que yo la estaba observando, con un short multicolor que le dibujaban un culo de antología, sin dudas ella era la expresión de la perfección femenina.

Bajé la vista, para empezar a leer


Habíamos ido algunas veces a ese sitio, con un amigo, siempre en busca de alguna putita, y ya nos habían hablado de la 'gatita', conocida en el ambiente. Dimos algunas vueltas por el lugar, y fuimos a la barra, hay muchas chicas atendiendo, pero ella es única, sobresale de todas, pedimos unos tragos, ella fue muy cordial, y charla va, charla viene entre los tres todo pareció funcionar, nosotros pagábamos, ella vendía, sabes cómo es ese juego. Brian y yo empezamos a discutir entre risas quien sería el afortunado que se quedaría con el premio de la noche, la gatita solo era parte y se reía en complicidad, saqué una moneda, Brian eligió cara, la arrojé al aire, pero ella se interpuso y atrapó la moneda en pleno vuelo, y dijo algo como 'chicos, acaso soy un trofeo? porque mejor no elijo yo?

Imagino... que puta - escribí para seguir tirándole la lengua al cangrejo -

Ella les dijo a las otras chicas que la cubrieran un rato, rodeó la barra y vino del lado donde nosotros estábamos, que mujer, que caminar, que contorneo! se puso al medio de ambos, con esos toqueteos insinuantes, ya sabes, entre sonrisas nos acarició la nuca a ambos, Brian la rodeó por la cintura, yo no me aguanté y directamente fui por su enorme culo, a sobárselo delante de todos, no se molestó, pero me dijo mirándome a los ojos, que iba demasiado rápido.
Entonces lo tomó a mí amigo y lo llevó al lugar de baile, por un lado, me puse mal porque asumí que había perdido el juego, pero por otro, guau! verla a la distancia, era impagable!. Después de unos minutos, la gatita me miró, me sonrió y me guiño un ojo para que fuera a su lado.

Volví a levantar la vista, Zaira pasó a mi lado hacia el baño, para mi desgracia me regalo una sonrisa y me hizo un guiño de ojo, era muy sexi, pero en ese momento solo pude ver la semejanza entre lo que me hacía a mí y lo que les hacía a los otros, asimilé que de alguna forma yo no era especial, era solo uno más entre tantos, y un regalo que parecía ser solo para mí, en verdad era una jugada que tenía muy bien ensayada y conocía de memoria, respiré resignado y bajé la vista para seguir leyendo


Fue un baile muy caliente, transpiración, cuerpos contra cuerpos, uno por delante otro por detrás, refregando nuestros sexos, ella besó muy profundo a Brian y luego a mí, nuestras manos ya no tuvieron control y era todo tan loco que hubiéramos tenido sexo ahí mismo, hasta que ella nos llevó a la barra nuevamente, era hora de tomar una decisión, pero la muy puta dijo algo como 'no puedo elegir solo a uno, así que mejor me quedo con los dos', Brian le preguntó entonces 'cuanto nos saldría este jueguito' y ella solo respondió ofendida 'acaso me ves como una puta que piensa cobrarte?', lo ves amigo, esa mujer no es de este planeta.

Sigue, sigue - solo dije para que no perdiera el envión

Bueno, la muy puta nos dijo que fuéramos a algún hotel, pero algo rápido porque era casada, te imaginas? pobre cornudo!

Le mandé unos emojis sonrientes, pero en ese momento si lo hubiera tenido frente a frente lo hubiera agarrado del cuello.

Era tarde, Zaira se aprestaba para irse, salió del dormitorio, lucía un pantalón negro ese tipo engominado que solo la hacían lucir perfecta, un top blanco con dibujos psicodélicos que apenas tapaba sus generosos pechos, con una campera de cuero llena de detalles en plateado, muy cortita, a la cintura, solo para dejar su enorme culo disponible a la vista de todos, tragué saliva en medio de enojo y excitación, dibujé una falsa sonrisa mientras me despidió acomodándose los cabellos y asegurándose que su maquillaje se viera perfecto, cerró la puerta y la sentí marcharse.

Fui por una cerveza, volví a la concentración de la notebook y le pedí disculpas al cangrejo, y le dije que siguiera


Fuimos a mi casa, era lo más cerca y barato, serví unas copas y puse música, Brian ya se la había acaparado, se la estaba comiendo, fui por su espalda y la dejamos como relleno de emparedado, bailamos suave, sus besos se repartían entre los labios de mi amigo y los míos, era muy rico, porque lentamente nos fuimos desnudando, ni imaginas amigo la perfección de esos pechos, su cintura, sus labios depilados, que mujer!

No debe ser para tanto - escribí tratando de jugar el juego

Ja! tendrías que verla, una diosa del amor! en fin, sin que lo pidiéramos nos masturbaba con sus manos, a uno y al otro, no tardó en arrodillarse a nuestros pies, empezó a chupar a izquierda y a derecha, muy rico, muy sensual, lo hacía tan lento, tan rítmico que se notaba cuanto estaba gozando con eso, una maravilla, sentía que iba a explotar en su boca, pero entonces ella solo iba por Brian y me dejaba con las ganas, luego de enloquecerlo a él volvía por mi

Y fueron entonces a la cama? - apuré el diálogo

Si, la levanté en brazos y la tiré sobre la cama, mi amigo empezó a chuparle las tetas y yo fui entre sus piernas, una concha enorme y jugosa, la muy puta estaba toda chorreada, gemía como cerda y suplicaba para que la cogiéramos, pero entre los dos la reteníamos a la fuerza, esos labios completamente rasurados, ese clítoris gordo y caliente!. Solo la llevamos al clímax y no paramos hasta el final, ella se retorcía en placer. Cuando acabó ella no soportaba que le lamiera el clítoris, estaba muy sensible, bajé un poco y empecé a chuparle el culo, la hija de puta lo tenía todo abierto! y en esos segundos imaginé todas las vergas que seguramente habrían pasado por ahí

Tomé el último trago de cerveza que ya estaba caliente y fui por otra lata, me sentí confundido al sorprenderme con una erección y no entender que pasaba por mi cabeza, todo estaba mezclado, todo patas para arriba, volví a mi asiento, el cangrejo seguía escribiendo sin saber que yo me había detenido por unos segundos, llené el vaso y seguí con sus escritos



CONTINUARA



Si te gustó esta historia puedes escribirme con título ‘LA GATITA’ a dulces.placeres@live.com

1 comentarios - La gatita - parte 1 de 2