Anteriormente mi hermana concurre al local donde soy stripper, y termina mamándome la pija y yo acabando en su boca y en su cara.
Luego ellas se retiran y antes mi hermanita desconociendo que yo era el enmascarado hermano me arroja su tanga mojada escribiéndole su teléfono y su nombre con un corazón.
Pasaron los días y yo no llame a mi hermana, obvio que ya tenía su teléfono. Pero demasiado lejos había ido todo cuando me la mamo sin saber que era yo.
El pervertido había sido yo que deje que me la mamara, para ella yo era un hombre cualquiera, un stripper que tenía una pija linda para probar.
Tal vez el alcohol esa noche la hizo liberar más de la cuenta, ni ella querría que pase algo más con el enmascarado stripper. Una vez entrada en sus cabales no volvería ni intentaría hacer algo como eso.
El siguiente domingo voy a almorzar a lo de mis padres, donde vivía mi hermana. Ella está durmiendo, pidió que la despierten para la hora de la comida, la noche anterior estuvo en la fiesta de casamiento, si de esa amiga donde se despidió de la soltería conmigo.
Ya en la hora del almuerzo se levanta mi hermana, cubierta con una remera que transparentaba todo, Sin corpiño se podía divisar sus pezones. Luego de saludarnos pasó detrás de mí y pude ver que a trasluz se podía ver la redondez de su cola y una tanga roja.
Ella no hablo mucho, solo del vestido y la ceremonia de la novia. Se ve que lo que hace en las fiestas queda para ella.
Me puse a imaginar que cosas haría, a quien se la habría chupado, con quien habría cogido. Y eso estaba mal.
Terminamos de comer, mis papas a dormir la siesta, mi hermana se fue a bañar.
No me resistí y me puse a revisar su celu, leí los mensajes, había un grupo de la despedida de soltera.
Allí estaba lleno de comentarios hacia lo puta que se había comportado mi hermanita, también habían fotos y videos de esa noche, de cómo me la había chupado.
Ella dice que se quedó con ganas de más, pero que yo (el stripper enmascarado) no la había llamado.
Siento la ducha cerrarse, dejo el celular como estaba, y antes de darme tiempo a salir del cuarto llega mi hermana cubierta solo con una toalla.
Le quedaba tan justita, que apenas cubrían sus pechos donde estaban sus pezones, ya que si se la subía más dejaría al descubierto su cola y su conchita.
Me pregunta que hacía en su cuarto, invento la excusa de que tenía ganas de bañarme para sacarme el calor del cuerpo y que buscaba una toalla.
-no quiero que ensucies mis toallas, vas a usar esta que tengo puesta, anda a bañarte y después te la alcanzo.
Obedecí y en la ducha mi pija estaba al palo, otra vez como esa noche en el club. Enjabonándome comencé a tocarme, tenía la necesidad de pajearme, intentaba pensar en ex novias, en modelos famosas, en películas eróticas pero terminaba volviendo al recuerdo de mi hermanita chupándome la pija.
Estaba en plena masturbación, cuando siento abrirse la puerta.
La cortina de la ducha era de esas que trasparentaban. Es decir, mi hermanita entró y se dio cuenta de lo que estaba haciendo
-¿no estas grande para eso? Creí que eso lo hacían los pendejos adolescentes nomás.
Me puse nervioso y le negué que estuviera pajeándome, ella se rio con burla.
-te dejo la toalla acá hermanito, cuando acabes lavate bien, no quiero tu leche en mi toalla-
Me dejo helado, se dio media vuelta y salió.
No pude seguir con mi paja, estaba avergonzado y humillado por mi hermanita de 20 años.
Cuando termino salgo con la toalla húmeda aun de su baño sujeto a mi cintura. Me dirijo a su cuarto.
Al llegar a su cuarto ella está completamente desnuda poniéndose crema en el cuerpo.
-porque entrás así sin avisar -me dice enojada, mientras se cubre con sus manos los pechos y su concha.
-Es que esta toalla esta toda mojada, como querés que me seque con esto -le respondo
Ella me indica donde estaban las limpias, y caminando hacia allá me dice
-te lavaste bien no? No me vas a dejar con leche la toalla.
-no me pajee pendeja -le dije casi con enojo- no soy como vos -le retruque
Ella abrió la boca, no esperaba que la tratara de pajera.
-yo soy re santita, que decis -dice horrorizada.
En ese momento dejo caer mi toalla dándole la espalda, no me importaba nada, mi culo bien tonificado con mis piernas bien entrenadas estaban para un espectáculo privado.
-ay hermanito, podrías ser stripper -me dice y se me congeló la sangre.
Con la toalla seca y limpia me seco el cuerpo.
-a ver date vuelta pero tapate la pija, no seas guaso -me sugiere la putita de mi hermana veinteañera.
Obedezco y cubriéndome mis genitales me acerco hacia ella.
-estas re bien de cuerpo hermanito, si tuvieras una pija grande serias un striper bárbaro -me dice mientras me mira el único lugar que me cubría.
Veo que su mano que cubría su concha en lugar de taparlo comienza a frotarlo con disimulo, sus labios se ponen rojos, abre la boca y su lengua humedece los labios. Ella no se da cuenta de lo que hace.
Me hago el distraído mientras seco mi cuerpo dejando escapar cada tanto mi pija de 20 centímetros para que pueda ver.
Ella ya mete un dedo entre sus labios vaginales mirando sin decir nada.
Tomo mi pantalón y mi remera y me visto, Dejo en el suelo mi slip.
Mi hermana sigue en la cama supuestamente tapando su desnudez pero con la respiración agitada. La despido con un beso al aire y salgo del cuarto.
Minutos más tarde escucho jadear, me acerco y es ella metiéndose 3 dedos dentro de su concha y con la otra mano lleva mi slip a su nariz.
Evidentemente yo le recordaba al stripper, no se pajeaba por su hermano, sino por el stripper de la otra noche y yo encendí ese recuerdo.
La escuche gozar y tener orgasmo, se retorcía arqueando la espalda.
Y la vi secar la humedad de sus jugos con mi slip.
Salí de ahí y llegué a mi departamento, busque la tanga blanca de mi hermana, y la puse en mi pija de 20 centímetros que explotaba, minutos más tarde la deje llena de leche, más incluso que la otra noche en el club.
Aún agitado despliego la tanga y veo mi leche por encima de donde mi hermanita escribió su número y su nombre con un corazón, todo lleno de leche, de la leche de su hermano.
¿Quedaría esto acá?
Luego ellas se retiran y antes mi hermanita desconociendo que yo era el enmascarado hermano me arroja su tanga mojada escribiéndole su teléfono y su nombre con un corazón.
Pasaron los días y yo no llame a mi hermana, obvio que ya tenía su teléfono. Pero demasiado lejos había ido todo cuando me la mamo sin saber que era yo.
El pervertido había sido yo que deje que me la mamara, para ella yo era un hombre cualquiera, un stripper que tenía una pija linda para probar.
Tal vez el alcohol esa noche la hizo liberar más de la cuenta, ni ella querría que pase algo más con el enmascarado stripper. Una vez entrada en sus cabales no volvería ni intentaría hacer algo como eso.
El siguiente domingo voy a almorzar a lo de mis padres, donde vivía mi hermana. Ella está durmiendo, pidió que la despierten para la hora de la comida, la noche anterior estuvo en la fiesta de casamiento, si de esa amiga donde se despidió de la soltería conmigo.
Ya en la hora del almuerzo se levanta mi hermana, cubierta con una remera que transparentaba todo, Sin corpiño se podía divisar sus pezones. Luego de saludarnos pasó detrás de mí y pude ver que a trasluz se podía ver la redondez de su cola y una tanga roja.
Ella no hablo mucho, solo del vestido y la ceremonia de la novia. Se ve que lo que hace en las fiestas queda para ella.
Me puse a imaginar que cosas haría, a quien se la habría chupado, con quien habría cogido. Y eso estaba mal.
Terminamos de comer, mis papas a dormir la siesta, mi hermana se fue a bañar.
No me resistí y me puse a revisar su celu, leí los mensajes, había un grupo de la despedida de soltera.
Allí estaba lleno de comentarios hacia lo puta que se había comportado mi hermanita, también habían fotos y videos de esa noche, de cómo me la había chupado.
Ella dice que se quedó con ganas de más, pero que yo (el stripper enmascarado) no la había llamado.
Siento la ducha cerrarse, dejo el celular como estaba, y antes de darme tiempo a salir del cuarto llega mi hermana cubierta solo con una toalla.
Le quedaba tan justita, que apenas cubrían sus pechos donde estaban sus pezones, ya que si se la subía más dejaría al descubierto su cola y su conchita.
Me pregunta que hacía en su cuarto, invento la excusa de que tenía ganas de bañarme para sacarme el calor del cuerpo y que buscaba una toalla.
-no quiero que ensucies mis toallas, vas a usar esta que tengo puesta, anda a bañarte y después te la alcanzo.
Obedecí y en la ducha mi pija estaba al palo, otra vez como esa noche en el club. Enjabonándome comencé a tocarme, tenía la necesidad de pajearme, intentaba pensar en ex novias, en modelos famosas, en películas eróticas pero terminaba volviendo al recuerdo de mi hermanita chupándome la pija.
Estaba en plena masturbación, cuando siento abrirse la puerta.
La cortina de la ducha era de esas que trasparentaban. Es decir, mi hermanita entró y se dio cuenta de lo que estaba haciendo
-¿no estas grande para eso? Creí que eso lo hacían los pendejos adolescentes nomás.
Me puse nervioso y le negué que estuviera pajeándome, ella se rio con burla.
-te dejo la toalla acá hermanito, cuando acabes lavate bien, no quiero tu leche en mi toalla-
Me dejo helado, se dio media vuelta y salió.
No pude seguir con mi paja, estaba avergonzado y humillado por mi hermanita de 20 años.
Cuando termino salgo con la toalla húmeda aun de su baño sujeto a mi cintura. Me dirijo a su cuarto.
Al llegar a su cuarto ella está completamente desnuda poniéndose crema en el cuerpo.
-porque entrás así sin avisar -me dice enojada, mientras se cubre con sus manos los pechos y su concha.
-Es que esta toalla esta toda mojada, como querés que me seque con esto -le respondo
Ella me indica donde estaban las limpias, y caminando hacia allá me dice
-te lavaste bien no? No me vas a dejar con leche la toalla.
-no me pajee pendeja -le dije casi con enojo- no soy como vos -le retruque
Ella abrió la boca, no esperaba que la tratara de pajera.
-yo soy re santita, que decis -dice horrorizada.
En ese momento dejo caer mi toalla dándole la espalda, no me importaba nada, mi culo bien tonificado con mis piernas bien entrenadas estaban para un espectáculo privado.
-ay hermanito, podrías ser stripper -me dice y se me congeló la sangre.
Con la toalla seca y limpia me seco el cuerpo.
-a ver date vuelta pero tapate la pija, no seas guaso -me sugiere la putita de mi hermana veinteañera.
Obedezco y cubriéndome mis genitales me acerco hacia ella.
-estas re bien de cuerpo hermanito, si tuvieras una pija grande serias un striper bárbaro -me dice mientras me mira el único lugar que me cubría.
Veo que su mano que cubría su concha en lugar de taparlo comienza a frotarlo con disimulo, sus labios se ponen rojos, abre la boca y su lengua humedece los labios. Ella no se da cuenta de lo que hace.
Me hago el distraído mientras seco mi cuerpo dejando escapar cada tanto mi pija de 20 centímetros para que pueda ver.
Ella ya mete un dedo entre sus labios vaginales mirando sin decir nada.
Tomo mi pantalón y mi remera y me visto, Dejo en el suelo mi slip.
Mi hermana sigue en la cama supuestamente tapando su desnudez pero con la respiración agitada. La despido con un beso al aire y salgo del cuarto.
Minutos más tarde escucho jadear, me acerco y es ella metiéndose 3 dedos dentro de su concha y con la otra mano lleva mi slip a su nariz.
Evidentemente yo le recordaba al stripper, no se pajeaba por su hermano, sino por el stripper de la otra noche y yo encendí ese recuerdo.
La escuche gozar y tener orgasmo, se retorcía arqueando la espalda.
Y la vi secar la humedad de sus jugos con mi slip.
Salí de ahí y llegué a mi departamento, busque la tanga blanca de mi hermana, y la puse en mi pija de 20 centímetros que explotaba, minutos más tarde la deje llena de leche, más incluso que la otra noche en el club.
Aún agitado despliego la tanga y veo mi leche por encima de donde mi hermanita escribió su número y su nombre con un corazón, todo lleno de leche, de la leche de su hermano.
¿Quedaría esto acá?
0 comentarios - Mi show de stripper (II): show privado para mi hermanita